Merluza Negra E-Book

Zhijiang Liu

• Herausgeber: Editorial Autores de Argentina
• Kategorie: Abenteuer, Thriller, Horror
• Sprache: Spanisch

Seitenzahl: 59

Veröffentlichungsjahr: 2025

Beschreibung

En las gélidas aguas del Atlántico Sur, Zhijiang Liu enfrenta un océano de desafíos tanto dentro como fuera de su barco pesquero. Merluza Negra es un thriller que revela la lucha de un capitán por sobrevivir en un sistema corrupto donde las cuotas pesqueras son moneda de cambio en una intriga internacional. A través de sus travesías, Liu descubre secretos que podrían cambiar el equilibrio del poder en la industria, mientras enfrenta dilemas éticos y relaciones personales que amenazan con hundirlo. Una historia de traiciones, justicia y esperanza que te mantendrá en suspenso hasta el último capítulo.

Leseprobe

ZHIJIANG LIU

Merluza Negra

Liu, ZhijiangMerluza negra / Zhijiang Liu. - 1a ed. - Ciudad Autónoma de Buenos Aires : Autores de Argentina, 2025.

Libro digital, EPUB

Archivo Digital: descarga y online

ISBN 978-987-87-5992-0

1. Narrativa. I. Título.CDD A860

EDITORIAL AUTORES DE [e-mail]

Índice

CAPÍTULO 1 - La tragedia del director de pesca

CAPÍTULO 2 - El buque Tai An y el negocio del surimi

CAPÍTULO 3 - Nueva marea

CAPÍTULO 4 - Negociaciones en alta mar

CAPÍTULO 5 - Regreso a la Isla de los Estados

CAPÍTULO 6 - El susto de Paloma

CAPÍTULO 7 - El conflicto en el barco

CAPÍTULO 8 - Un cometa en el Atlántico

CAPÍTULO 9 - El misterio de la caja de bronce

CAPÍTULO 10 - El regreso al puerto

CAPÍTULO 11 - Pesca ilegal con un barco chino

CAPÍTULO 12 - Cabaret White and Black

CAPÍTULO 13 - El regreso de Paloma

CAPÍTULO 14 - Retorno a la marea

CAPÍTULO 15 - Crímenes y justicia

CAPÍTULO 16 - La historia de Brando

CAPÍTULO 17 - El descanso de Sofía

EPÍLOGO - Un nuevo comienzo

“El mar es el único lugar en el que,

por más que viajes,

siempre te encuentras a ti mismo”.

Christopher Columbus

CAPÍTULO 1

La tragedia del director de pesca

Respiré el aire fresco tras una sesión interminable con la fiscal. Me sentía como un delincuente, aunque solo estaba respondiendo sus preguntas. La oficina estaba cargada de tensión; el eco de cada palabra parecía retumbar.

—¿Conocía al señor Hugo Goshi, director nacional de pesca? –preguntó con frialdad.

—Sí, lo conocía –respondí, tratando de sonar calmado.

—¿Cómo se enteró de su muerte? –insistió, clavando sus ojos en los míos.

—Por las noticias –dije, aunque mi mente viajaba a los titulares: “Asesinan al director de pesca en su propia casa”.

Las escenas transmitidas en televisión eran desgarradoras: dos disparos en la cabeza, sangre por todas partes. Pero lo más impactante fue el hallazgo en su dormitorio: una pared falsa escondía 2,5 millones de dólares en billetes, algunos con el sello del Banco de Noruega. En su heladera había cuatro cajas de merluza negra (HGT). Era un escándalo nacional.

Mientras la fiscal continuaba con su interrogatorio, recordé cómo, apenas unos días atrás, mi nombre aparecía en todos los titulares: “Barco chino Tai An pesca merluza negra ilegalmente”. Mi nombre, Liu Zhijiang, estaba en boca de todos. Durante tres semanas, fui el centro de atención de los noticieros por las 150 toneladas de merluza negra incautadas.

Todo esto era un sueño, una pesadilla, más bien.

CAPÍTULO 2

El buque Tai An y el negocio del surimi

Trabajé para mi tío durante diez años en las Islas Canarias, pescando besugo, dorado y pulpo para exportar a Marruecos. Cada día era una lucha contra el mar, pero también un recordatorio de cómo nuestra familia había sobrevivido gracias a la pesca.

En 2022, el precio del surimi –una pasta de pescado– se disparó. Mi tío, siempre visionario, vendió sus cuatro barcos para ingresar al mercado del surimi. Compró el buque Tai An y lo modernizó en Qingdao con la última tecnología de pesca. El proceso fue agotador; supervisé cada reparación, cada instalación y cada prueba del nuevo equipo.

Tras ocho meses de arduas negociaciones con una empresa japonesa–argentina, obtuvimos el permiso para operar en Argentina. Llegamos a Ushuaia a principios de 2024, llenos de esperanza, pero la guerra entre Rusia y Ucrania desplomó los precios del surimi. Rusia abrió sus mares, inundando el mercado con surimi barato.

El Tai An, con sus altos costos operativos, no podía competir. Mi tío decidió adquirir una empresa argentina para obtener permisos más económicos. Sin embargo, no contábamos con la corrupción de la industria pesquera argentina ni con los sindicatos marítimos. Cada paso era más complicado de lo que imaginamos.

En nuestra primera marea, el Tai An capturó 6.000 toneladas de polaca y 20 toneladas de merluza negra de manera incidental. Según la ley, la captura incidental permitida equivale al 5% del total, lo que en nuestro caso serían 300 toneladas. Sin embargo, al llegar al puerto, la Dirección de Pesca nos notificó que, a partir de la próxima marea, solo podríamos capturar 5 toneladas de merluza negra, lo que nos impediría pescar en la zona de la Isla de los Estados, rica en polaca.

La decisión de la Dirección de Pesca fue un golpe duro. Contraté al Dr. Juan Sursur, un abogado especializado en pesca. En nuestra primera reunión, me recibió con una pila de documentos.

—Esto no es solo un problema legal, señor Liu. Es un sistema corrupto hasta la médula –me dijo, ajustándose las gafas.

Me explicó que las cuotas de merluza negra están monopolizadas por dos empresas: Centollón S.A., con capitales noruegos, y Aguja Fina S.A., respaldada por españoles. Estas empresas controlan el Consejo Federal Pesquero y manejan millones de dólares al año.

—Estamos hablando de 100 millones de dólares al año –continuó Sursur–. Y esas empresas harán lo que sea para mantener su monopolio.

La empresa argentina Prosperidad del Sur había vendido su permiso al Tai An tras perder, de manera fraudulenta, el 12% de su cuota de merluza negra. Ahora solo podía capturar el 5% de manera incidental.

Mi tío me ordenó luchar por recuperar el porcentaje perdido y contratar al abogado recomendado. También me envió contactos clave, como el dueño de Blue Sea S.A., una empresa china con inversiones en Santa Cruz.

CAPÍTULO 3

Nueva marea

Tenía que prepararme para iniciar la próxima marea. Ya se embarcó la inspectora de pesca, una hermosa chica joven, rubia, de ojos azules, llamada Martina. También se unió un observador del Instituto Nacional de Investigación y Desarrollo Pesquero (INIDEP), el Dr. Benjamín, un hombre corpulento de 140 kilos.

Faltaba una moza, ya que la chica que iba a embarcarse se sintió mal y envió un certificado médico. Un operario local del Tai An recomendó como reemplazo a Paloma, la dueña de un restaurante en Ushuaia llamado Tía Bárbara. Resultó que Paloma ya tenía una cédula de embarque porque, junto a su novio, Brando, posee una lancha para pescar centolla.

Al verla, uno de los tripulantes exclamó emocionado:

—¡Mire, jefe, qué linda moza nos tocó para esta marea! La mujer más hermosa que hayan tenido los barcos de Ushuaia. Yo navegué veinte años en los cuatro barcos de acá.

Mientras tanto, terminamos de descargar. Hoy prepararé los insumos, ya que mañana saldremos a pescar. Algunos tripulantes aún se quejaban de la noche anterior, después de haber pasado demasiado tiempo en el cabaré más conocido de la Patagonia: el White and Black, famoso por sus más de 60 chicas y 10 bailarinas espectaculares.