Mindfulness y mucho más para ingenieros - Rodrigo Sampedro Gutiérrez - E-Book

Mindfulness y mucho más para ingenieros E-Book

Rodrigo Sampedro Gutiérrez

0,0
9,99 €

-100%
Sammeln Sie Punkte in unserem Gutscheinprogramm und kaufen Sie E-Books und Hörbücher mit bis zu 100% Rabatt.
Mehr erfahren.
Beschreibung

Para resolver los retos de este siglo ya no es suficiente una mirada unilateral e incompleta. Necesitamos equipos multidisciplinares compuestos por personas muy preparadas, con valores concretos y flexibles. Los modelos lógicos y racionales no pueden responder a preguntas que llevan miles de años con el ser humano: ¿Qué es la mente? ¿Y la consciencia? ¿Y el alma? Ha llegado un momento de la historia en el que parece imprescindible que tomes mayor consciencia de todo cuanto ocurre (dentro y fuera), utilices tu ingenio para redescubrir tu potencial interior y asumas responsabilidad respecto a lo que depende de ti. Y aunque realmente no existe un mindfulness para ingenieros, en base a mi experiencia se puede desplegar todo el potencial de esta técnica usando un «lenguaje» y una «estructura» con los que este público en cuestión se sentirá más cómodo. Como ingeniero, mi forma de ser y estar en el mundo muchas veces me ha ayudado a conseguir objetivos retadores, aunque otras se haya convertido en una cárcel y el peor de los jueces. De ahí el poner el foco en los ingenieros: ellos especialmente necesitan integrar todo esto, y este mundo requiere de más personas con mente ingenieril y corazón humanista.

Das E-Book können Sie in Legimi-Apps oder einer beliebigen App lesen, die das folgende Format unterstützen:

EPUB
MOBI

Seitenzahl: 370

Bewertungen
0,0
0
0
0
0
0
Mehr Informationen
Mehr Informationen
Legimi prüft nicht, ob Rezensionen von Nutzern stammen, die den betreffenden Titel tatsächlich gekauft oder gelesen/gehört haben. Wir entfernen aber gefälschte Rezensionen.



Título original: Mindfulness y mucho más para ingenieros

Primera edición: Julio 2022

© 2022 Editorial Kolima, Madrid

www.editorialkolima.com

Autor: Rodrigo Sampedro Gutiérrez

Dirección editorial: Marta Prieto Asirón

Maquetación de cubierta: Mercedes Galán

Maquetación: Carolina Hernández Alarcón/Mercedes Galán

ISBN: 978-84-18811-93-7

Producción del ePub: booqlab

No se permite la reproducción total o parcial de esta obra, ni su incorporación a un sistema informático, ni su transmisión en cualquier forma o por cualquier medio, sea este electrónico, mecánico, por fotocopia, por grabación u otros métodos, el alquiler o cualquier otra forma de cesión de la obra sin la autorización previa y por escrito de los titulares de propiedad intelectual.

Cualquier forma de reproducción, distribución, comunicación pública o transformación de esta obra solo puede ser realizada con la autorización de sus titulares, salvo excepción prevista por la ley. Diríjase a CEDRO (Centro Español de Derechos Reprográficos) si necesita fotocopiar o escanear algún fragmento de esta obra (www.conlicencia.com; 91 702 19 70 / 93 272 04 45).

«Este es el momento más peligroso para nuestro planeta».

STEPHEN HAWKING (1/12/2016)

«Cuando decimos que todo tiempo pasado fue mejor condenamos el futuro sin conocerlo».

FRANCISCO DE QUEVEDO

ÍNDICE

PRÓLOGO

INTRODUCCIÓN

PARA QUÉ Y POR QUÉ UN INGENIERO DEBE LEER ESTE MANUAL

SALMONES QUE MUEREN DE ESTRÉS Y CEBRAS SIN ÚLCERA

EPIGENÉTICA Y PARADIGMAS. ENTORNOS RETADORES E INCIERTOS

TODO CAMBIA. LA IMPERMANENCIA Y EL PAPEL DE LA RESILIENCIA

¿QUÉ PARADIGMA Y REALIDAD ESTÁS VIVIENDO TÚ? PASADO, PRESENTE Y FUTURO

¿LOCURA O NORMALIDAD? ZONA DE CONFORT Y DE PÁNICO

SUPERVIVENCIA ATEMPORAL Y ALTO RENDIMIENTO

LA IMPORTANCIA DE CUIDAR TUS CUATRO DIMENSIONES DE SALUD

EL CEREBRO, SUS CONEXIONES Y EL COCIENTE INTELECTUAL

EL CORAZÓN Y SUS CORAZONADAS. SENTIMIENTOS Y EMOCIONES. INTELIGENCIA EMOCIONAL

EL CUERPO Y SUS SENSACIONES. TUS TRIPAS Y TU INTELIGENCIA CORPORAL KINESTÉSICA

LA CONSCIENCIA Y EL ESPÍRITU. TU ALMA Y LA INTELIGENCIA ESPIRITUAL

LAS UNIONES ENTRE LAS DIMENSIONES DE SALUD

LA IMPORTANCIA DEL DESCANSO, EL SUEÑO Y EL COMBUSTIBLE

EN BUSCA DEL EQUILIBRIO (DINÁMICO) Y LA IMPORTANCIA DE RECORDAR A MENUDO

SÉ EL CEO DE TU VIDA

¿A QUÉ DEDICAR TU TIEMPO DE VIDA? EL SENTIDO, LOS NO NEGOCIABLES Y LA PRIORIZACIÓN

IKIGAI. LA RAZÓN POR LA QUE VIVIR

EL ELEMENTO

LOS CUATRO CUADRANTES DE ROBERT KIYOSAKI

LA VENTANA DE JOHARI

PERSONAS Y EQUIPOS DE ALTO RENDIMIENTO

SOBRE TI, TENGAS O NO LA PROFESIÓN DE INGENIERO

LO QUE TODOS SENTIMOS, PERO DE LO QUE POCOS HABLAN

MODELOS. LA PERSONA EN EL CENTRO

PROBLEMAS COMPLEJOS Y REPRESENTACIONES DE LA REALIDAD

ALGUNOS MODELOS A TENER EN CUENTA

MODELO 1. TU MODELO DE VIDA Y LA ACADEMIA ALTO RENDIMIENTO

MODELO 2. DEFINE TU ESTILO DE VIDA. BIENESTAR Y NIRAKARA LAB

MODELO 3. MINDFULNESS (ATENCIÓN PLENA) Y PROCESO DE PERCEPCIÓN

MODELO 4. SOBRE EL ESTRÉS, LOS ESTRESORES Y SUS CONSECUENCIAS

MODELO 5. HÁBITOS Y CIRCUITO DE RECOMPENSA. JUDSON BREWER

MODELO 6. COMPASIÓN. STANDFORD

MODELO 7. EN BUSCA DE UN MODELO INTEGRAL

UN MODELO INTEGRAL DE VIDA

1. PARA, TOMA CONSCIENCIA Y ASUME RESPONSABILIDAD

2. REFLEXIONA, RECUERDA Y ENTIENDE. TU MANUAL DE INSTRUCCIONES

3. LO QUE YA ERES HOY: UNA «CAJA NEGRA», UN PROTOTIPO 1:1 Y MUCHAS COSAS MÁS

4. SISTEMAS DE CONTROL. FUNCIÓN DE TRASFERENCIA Y UNIONES INTANGIBLES

5. UNIONES MECÁNICAS. INTEGRIDAD Y TRANSICIÓN DE CARGA

6. FABRICACIÓN, TRANSPORTE, MONTAJE Y PUESTA EN MARCHA

7. VIDA ÚTIL, FECHA DE CADUCIDAD Y MANTENIMIENTO

8. PONTE A PUNTO. OBSERVA, ANALIZA Y PLANIFICA

9. ACCIONA Y MIDE. EL PRIMER PASO DEL MAPA AL TERRITORIO

10. RECOPILA, ANALIZA Y APRENDE. RECÁLCULO Y REVISIÓN

11. CELEBRA, CONTINÚA, PERSEVERA Y NO TIRES LA TOALLA

TU MODELO. HA LLEGADO EL MOMENTO DE DARTE UN PAPEL PROTAGONISTA

ALGUNOS RETOS DE ESTE SIGLO QUE REQUIEREN DE INGENIO

ANEXOS PARA QUE PROFUNDICES Y ENTRENES A TU RITMO

ANEXO A. MBSR. PROTOCOLO DE REDUCCIÓN DE ESTRÉS BASADO EN EL MINDFULNESS

ANEXO B. INTRODUCCIÓN AL ENTRENAMIENTO DE ATENCIÓN

ANEXO C. OTROS MODELOS ORIENTADOS A ALCANZAR UN ALTO RENDIMIENTO

LO MÁS IMPORTANTE HA DE OCUPAR UN LUGAR PRINCIPAL. GRACIAS

BIBLIOGRAFÍA. A HOMBROS DE GIGANTES

PRÓLOGO

«Lo que me hace grande no es lo que me sucede, sino lo que hago con ello».

KIERKEGAARD

Ha llegado un momento de la historia en el que parece imprescindible que:

• Tomes una mayor consciencia de todo cuanto ocurre (dentro y fuera) y utilices tu ingenio para redescubrir todo tu potencial interior.

• Asumas responsabilidad (en lo que depende de ti), teniendo en cuenta tus cuatro dimensiones de salud y entendiendo que ya eres un ser completo.

• Pases a la acción, o decidas no hacer nada, pero tras un proceso de reflexión completo, riguroso y crítico, no antes.

Pero para iniciar el ciclo anterior antes has de querer hacerlo.

En ocasiones, lo que te ayudó a sobrevivir tiempo atrás ahora está limitando tu crecimiento, desarrollo y expansión. O incluso te está matando.

Y si en algún momento la aventura se pone fea, no olvides algo que nos regalaba Jon Kabat Zinn, el creador del protocolo MBSR: «Siempre que estés respirando, hay más de positivo que de negativo en ti, pues con los problemas se puede trabajar».

Tómate un respiro y decide seguir adelante.

«Lo que funciona no se revisa» me dijeron varias veces. Ahora revisar todo es la única opción para darse cuenta de lo realmente importante. Y desde ahí volver a un camino de mayor coherencia, integridad, salud y sentido común. Para ello, la siguiente premisa me ha ayudado estos años: «Que no sea capaz de entenderlo, conocerlo o verificarlo hoy no quiere decir que no exista».

Piénsalo bien. Si no investigas y revisas, ¿cómo podrás saber si ese camino te lleva a momentos de felicidad, a un callejón sin salida o a un precipicio?

Los modelos lógicos y racionales no pueden responder a preguntas que llevan miles de años con el ser humano: ¿Qué es la mente? ¿Y la consciencia? ¿Y el alma? ¿Dónde están? ¿Cómo se crean? No se ven, al igual que la electricidad o los campos electromagnéticos… pero al parecer existen. Es más, hay muchos millones de euros invertidos para descubrir más sobre todo ello.

No es sencillo aspirar a medir lo intangible. Nadie lo niega. Pero cuando uno se basa solo en un modelo es posible que se le escapen variables importantes y llegue un día en que se dé cuenta de que ahí nunca estuvo la verdad, junto con una sensación de vacío, frustración y pérdida del sentido vital.

Para resolver los retos de este siglo ya no es suficiente una mirada sesgada, unilateral e incompleta. Necesitamos equipos multidisciplinares compuestos por personas muy preparadas, con valores concretos y miradas flexibles, para las cuales tenga sentido invertir el tiempo en estos asuntos.

Es por ello por lo que lo decidí hacer una parada en el camino e investigar algunos de mis modelos, patrones y creencias, y así determinar si son oasis, jaulas o cárceles. Por ello te invito a ser un investigador en primera persona. A poner en la mesa tu parte más intuitiva, racional, lógica y científica, pero también tus corazonadas, tus tripas y tu lado más humano.

Recuerda: no puedes medir aquello que inicialmente no intuyes o sientes. Y la ciencia consiste, no en la búsqueda de verdad, sino en la reducción de la incertidumbre. ¡Cuidado con pasarte en algo que no tiene sentido para ti o que no resuelve algunos de los retos de este siglo!

Este libro ha sido para mí un gran maestro y la puerta de entrada a un mundo nuevo de posibilidades. Ahora te invito a ti a tener en cuenta lo siguiente antes de empezar a bucear en él:

• Es un manual para todas las personas. No has de ser ingeniero para sacarle partido. Todo el mundo está dotado de ingenio, curiosidad y un potencial enorme de comprender más y mejor. Sí, tú también, aunque no te lo acabes de creer todavía. Eso sí, después de leerlo y aplicarlo, que cada uno decida si es momento de profundizar o no, o con quién o cómo hacerlo. Esa será tu decisión.

• No existe un mindfulness para ingenieros pero, en base a mi experiencia, se puede ofrecer todo el potencial de esta técnica usando un «lenguaje» y una «estructura» con la que este público en cuestión se siente más cómodo. Como ingeniero de profesión, mi forma de ser y estar en el mundo muchas veces es capaz de conseguir objetivos retadores, pero otras se convierte en mi gran cárcel y el peor de los jueces. Esto no me permite avanzar a buen ritmo y hace que no disfrute de una parte importante de la vida. De ahí el poner el foco en los ingenieros: ellos especialmente necesitan integrar todo esto, y este mundo requiere de más personas con una mente ingenieril y un corazón humanista.

• Aquí no está todo. ¿Cómo iba a estarlo? Cada tema de este manual necesita una vida completa. Algunos de ellos llevan miles de años siendo estudiados por personas muy sabias, y otros están siendo analizados aún hoy por mentes muy brillantes. Mi intención tan solo es ofrecerte una primera aproximación de lo que yo sé y he experimentado para que tú decidas construir tu propio modelo.

En muchas ocasiones he pensado que tal vez ya esté todo dicho y escrito. El gran reto reside en que cada uno de nosotros aprenda de los mejores, y, a partir de ahí, cree su propio modelo y lo ponga en acción.

Por ello, a lo largo de este manual te invitaré en múltiples ocasiones a conocerte más y mejor. Para mí es la inversión más rentable que puedes hacer: conocerte para poder relacionarte de una forma más sana contigo y con lo que te rodea. El gran protagonista eres tú.

Ojalá seas capaz de contribuir a que los más racionales se percaten de la importancia de lo emocional, lo físico y lo espiritual; y los más emocionales descubran la importancia de lo mental, lo físico y lo espiritual.

Como veremos, los tiempos que nos ha tocado vivir requieren que reconozcas y saques al mundo todo tu potencial. No hay otra opción. Y si ya estás aquí, ¡enhorabuena! Tal vez hayas hecho lo más difícil.

El autor

INTRODUCCIÓN

«Algún día, en los años venideros, usted luchará con la gran tentación o temblará bajo el peso de la mayor tristeza de su vida. Pero la lucha real está aquí, y es ahora. Ahora se está decidiendo si, en el día de su suprema tristeza o tentación, usted fracasará miserablemente o vencerá con gloria. Solo es posible formar el carácter por medio de un proceso continuo y constante».

PHILLIPS BROOKS

Ahora quiero explicarte un poco mejor el para qué de este libro utilizando dos citas más. Han sido puntos de inflexión que marcaron un antes y un después en mi vida.

1.«Lo que más me sorprende del hombre occidental es que pierde salud para ganar dinero, después pierde el dinero para recuperar la salud. Y por pensar apasionadamente en el futuro no disfruta el presente, por lo que no vive ni el presente ni el futuro. Y vive como si no tuviese que morir nunca. Y muere como si nunca hubiera vivido» (Dalai Lama).

Sin salud poco es posible y el cuerpo nos pasa factura cuando lo llevamos más allá de sus límites. Esto puede verse en cada individuo, pero también en un sistema, empresa u organización. Todo ente tiene sus propios límites y superarlos le pone en riesgo.

No deja de ser curioso cómo hemos diseñado entidades que cuidan de sí mismas, mientras nos olvidamos de nuestros propios sensores. «Se está quedando sin batería», suele decirnos el portátil a la vez que se pone en modo de bajo consumo. ¿Te imaginas tener indicadores que nos alertaran la caída de nuestra vitalidad y nos avisaran debidamente? «Se ha superado la temperatura de funcionamiento», nos dice el móvil, mientras bloquea ciertas aplicaciones y funcionalidades para evitar un daño mayor. ¿Te imaginas tener un sistema que te obligara a «parar» al darse cuenta de que vas a dañar algo importante de ti?

¡Tú tienes ese sistema! De hecho, eres la mayor obra de arte e ingeniería jamás conocida. El asunto reside en decidir querer tomar consciencia de ello, conocerse mejor y profundizar en nuestro manual de instrucciones. En vez de eso, lo que hacemos normalmente es «puentear» nuestro sistema de seguridad.

¿Nos duele la cabeza? En vez de ir al problema raíz y darnos cuenta de que es un aviso para cesar una actividad y bajar el ritmo, eliminamos el síntoma con una pastilla y seguimos tirando.

¿Tenemos sueño y estamos cansados? En vez de entender y aceptar que el sueño y el descanso son tus mejores aliados, tomamos suplementos, cafeína… para forzar la máquina y seguir produciendo.

¿Estamos tristes, tenemos miedo o sentimos ira? En vez de parar a entender qué viene a contarnos esa emoción y qué necesidad busca cubrir, hacemos todo lo posible por obviarla, escaparnos de ella, mostrar algo diferente fuera e intentar cambiar de estado con sustancias y otras formas de escape.

Esto lo he visto en mí y en muchas personas.

Y luego nos quejamos o nos sorprendemos cuando el cuerpo nos frena en seco o aparece la enfermedad. Es como si decidiéramos quitar el pararrayos de casa, los fusibles y los diferenciales del cuadro eléctrico, los sensores de temperatura del motor del coche, los sensores de peso del ascensor, el detector de humo o el gas de la cocina, o incluso desconectar la toma a tierra de nuestras instalaciones eléctricas.

¿Cuándo parar y cuándo seguir? ¿Cuándo los sensores están midiendo bien y cuándo están mal calibrados? Ese es uno de tus trabajos: ir conociendo mejor tu propio funcionamiento y tus límites, entender lo que te sana, lo que te enferma, el tiempo de exposición saludable a algunos estímulos y entornos… Y lo que tiene sentido y es realmente coherente para ti.

Decide apoyarte en buenos profesionales cuando lo consideres necesario pero recuerda que ellos no pueden hacer todo el trabajo por ti.

2.«Vive como si fueras a morir mañana. Aprende como si fueras a vivir para siempre». (Mahatma Gandhi)

Si el tiempo es limitado e incierto, ¿debo poner más foco en vivir, disfrutar, atender mis hobbies y estar con mis seres queridos? ¿Qué sentido tiene seguir trabajando tanto y formándome sin descanso y dejar en segundo lugar todo lo demás?

Pero si vivo demasiado tiempo, o al menos lo suficiente, ¿cómo proveer de un futuro a mí y los míos? ¿Dónde ha de estar el equilibrio entre el disfrute y la responsabilidad?

Lo que propone Gandhi me parece una forma coherente de enfocar esta vida, sin conocer el tiempo que nos será regalado. A mí me ayudó a buscar un equilibrio entre estudiar, aprender y trabajar con vivir, disfrutar y dedicar tiempo a lo que considero también realmente importante.

Elisabeth Kübler Ross ya nos invitaba a no esperar a nuestros últimos días para arrepentirnos de lo no hecho hasta ese momento. Bronnie Ware nos ofrece algunos testimonios de enfermos terminales:

• «Habría querido tener el valor de vivir una vida siendo fiel a mí mismo y no la vida que otros esperaban de mí».

• «Habría querido trabajar menos duro».

• «Habría querido tener el valor de expresar mis sentimientos».

• «Habría querido mantener el contacto con mis amigos».

• «Habría querido permitirme ser feliz».

Por ello has de darte cuenta de qué es importante y urgente para ti. El arrepentimiento y el dolor del pasado, o la incertidumbre y la ansiedad del futuro, han de encontrar sentido en un presente coherente para ti. Y has de entender e integrar que no se trata solo de la meta o el resultado sino de la persona en la que te tienes que convertir para alcanzar esa meta.

Hace falta rigor, estructura y líderes que engranen modelos útiles, rigurosos y humanistas, adaptados a los tiempos que nos ha tocado vivir. Hace falta que cada persona asuma su responsabilidad y su papel protagonista.

• Si tienes dudas, empieza por ti. Por cuidar de tu propio jardín. Si toda persona hiciera esto parte del problema dejaría de serlo.

• Si te sientes perdido, o aún tienes preguntas sin resolver, no te preocupes. No tienes por qué poder con todo. Decide pedir ayuda.

• Tendemos a fracasar no solo por asuntos profesionales, sino por asuntos emocionales, mentales y de relación con nosotros mismos y con los demás.

Pase lo que pase, no olvides que tú eres el protagonista de tu vida y el máximo experto en ti, que no somos tan diferentes y que siempre hay motivos para levantarse una vez más si aprendes dónde buscar.

Ha llegado el momento de hablarte un poco de la estructura de este manual. Así podrás tener una vista de pájaro de lo que contiene y conocer de manera más detallada lo que te espera a lo largo de este viaje.

• En la primera parte profundizaré en asuntos importantes y urgentes. Será un espacio de reflexión y análisis. Te ofreceré conceptos y herramientas que considero imprescindibles para sobrevivir primero, y luego para vivir. Esto va de pensar bien y mucho más.

• Después veremos la importancia de unos modelos u otros y la necesidad de revisarlos a menudo. Además he sintetizado la esencia que he sido capaz de extraer de siete modelos que te invitaré a conocer e integrar en tu vida.

• Más adelante te ofreceré mi primera aproximación publicada de un modelo integral, con un enfoque ingenieril y aplicado al ser humano. Está pensado para que encuentres paralelismos y analogías entre las estructuras, las máquinas y todo tu ser. No está completo; aún me queda una vida de profundización, pero es una buena versión beta de salida. Es curioso ver cómo personas capaces de diseñar y calcular obras de ingeniería brillantes no aplican la misma lógica a su propio entendimiento y cuidado.

• A continuación te invitaré a revisar y crear tu propio modelo utilizando todo lo aprendido. Es tu momento.

• Al final te he dejado una reflexión de lo que para mí son «algunos de los retos» de este siglo, los cuales necesitan de lo mejor que cada uno de nosotros tenemos dentro, y no es solo ingenio.

• Y por último te he preparado varios anexos para que, si lo decides, avances a tu ritmo en la práctica y en conocer otros modelos muy interesantes, así como una bibliografía para que puedas seguir profundizando.

Te invito a recordar a cada instante que aquí el protagonista eres tú. Subraya, apunta, escribe, dibuja… todo lo que necesites. Y desde ahí ve contestando a las preguntas que vayan surgiendo, a tu aire.

PARA QUÉ Y POR QUÉ UN INGENIERO DEBE LEER ESTE MANUAL

«Aunque todas las posibles preguntas de la ciencia recibiesen respuesta, ni siquiera rozarían los verdaderos problemas de nuestra vida».

LUDWIG WITTGENSTEIN

Quiero contarte un poco de mi historia.

Un día me di cuenta de que había dedicado gran parte de mi vida a intentar entender todo lo que me rodeaba pero que no tenía ni idea de cómo funcionaba yo por dentro.

Por entonces diseñaba y calculaba cimentaciones y torres eólicas, e ideaba patentes y modelos de utilidad. Como te puedes imaginar, era tan solo un engranaje de una gran cadena (extracción del metal, acerías, conformado, logística…). Poco dependía de mí.

Más tarde, cuando empecé en el departamento de desarrollo de negocio y expansión internacional, y tras formarme en negociación y otras herramientas (coaching, análisis transaccional, psicología…), me sentí mucho más seguro. Eso que aprendía y utilizaba en el entorno laboral me servía también para el resto de áreas de mi vida. Eran habilidades atemporales y no tan dependientes del hecho de que el mundo cambiara de repente, a la vez que me ayudaban a conocerme más y mejor.

Desde entonces no sé si decidí conscientemente profundizar más, o si me he visto forzado a ello al no tener alternativa. El resultado es que me he ido dando cuenta de asuntos interesantes y muy importantes:

• Si no conoces cómo funcionas es sencillo romperse. Esto te lo explicaré con el caso de los salmones y las cebras más adelante.

• Si no entiendes cómo funciona el mundo será difícil sobrevivir. De aquí lo que luego te contaré sobre epigenética, paradigmas y el «pensar no es suficiente».

• Para conocerme mejor a mí y mi entorno necesito entrenar la atención, gestionar adecuadamente las amenazas y el estrés, cuidar de mi salud y conseguir un estilo de vida que me garantice cierta seguridad y bienestar. Todo esto es lo que quiero compartir contigo.

Parece obvio, y tal vez lo sea. Pero en mi caso no me fue sencillo llegar a estas conclusiones, y menos aún empezar a ponerlas en práctica. Es como si todo estuviera dicho y escrito, y tu única responsabilidad fuera ponerte en acción.

Como te he comentado en la introducción, si no tienes la profesión de ingeniero o una mente racional, este manual también es para ti1.

Y sí, hay un enfoque ingenieril con el que algunos ingenieros se sentirán muy cómodos. Y no es casualidad. Sé por experiencia que a las personas especialmente mentales y racionales nos viene muy bien entrenar la atención, invertir tiempo en observar, ganar claridad, ser más amables y practicar el no juicio. Es momento de aprender a conocerse y cuidarse, igual que lo hacen algunos con sus máquinas y estructuras, y con ello utilizar eficientemente esa mirada singular del mundo. Una mirada muy necesaria hoy en día.

La ingeniería tiene mucho que aportar en estas décadas al mundo del bienestar y la salud. En muchos foros se ha empezado a hablar desde hace unos años de conceptos como resiliencia, fatiga, fisuras, colapsos, etc., que no siempre se corresponden con su definición ingenieril. Con esto no digo que estén mal, pero creo que existen muchas sinergias por explorar con los modelos y conocimiento que los ingenieros hemos ido cultivando durante años. Hoy en día, tanto en nuestras vidas como en la sociedad, hacen falta estructura y forma, cierto orden y criterio. No es muy diferente a lo que se hace en toda obra de ingeniería. Para empezar a construir algo estable y sostenible en el tiempo, uno primero ha de sanear y compactar el suelo, crear una buena cimentación para, a partir de ahí, edificar unos pilares estables sobre los que seguir edificando. Las cosas no se empiezan por el tejado ni por la fachada.

Si un buen técnico abraza su lado humanista es posible que sus cualidades se vean muy reforzadas y pueda aportar aún más valor. Esta es parte de mi historia y búsqueda: encontrar un equilibrio entre lo personal y lo profesional, lo humano y lo técnico. Y, con ello, darle el lugar que se merece a mi mente ingenieril y a mi corazón humanista, sin tener que renunciar a ninguno de los dos.

Por supuesto que algunos de estos perfiles ingenieros son duros de roer. Algunas de las cosas que han compartido conmigo son:

• «No tengo tiempo para estas cosas».

• «Yo no tengo emociones ni tampoco siento emociones».

• «Esto son chorradas y no lo he necesitado para llegar hasta aquí».

• «Rodri, ten hijos y deja de pensar en tantas tonterías».

Toda una experiencia de aprendizaje. Pero cuando profundizan lo suficiente y se dan cuenta de que el ser humano es la más completa obra de ingeniería conocida (hasta el momento), algo en ellos cambia. Lo he visto en centenas de casos hasta hoy.

Muchos a partir de ese momento se permiten exponerse, arriesgarse a no saber, utilizar todo lo aprendido en su profesión para aspirar a tener una vida más integra, con un mayor bienestar y sentido, y con ello entender mejor cómo funcionan y se relacionan entre ellos y con sus entornos.

Pero primero uno ha de llegar a un acuerdo en cuanto a que:

• No toda explicación puede venir de la mente.

• No todo lo podemos validar, medir o demostrar.

• Que no lo entendamos no quiere decir que no exista.

• Ser un gran profesional y entender la vida son cosas diferentes.

• No puedes medir aquello que inicialmente no intuyes o sientes.

En diez años en multinacional, y en estos tres años emprendiendo, me he encontrado con personas muy preparadas a nivel técnico y profesional pero con un margen de mejora espectacular en el ámbito personal, conductual, físico y de gestión de las emociones. De igual forma conocí personas con un perfil profesional humanista, pero con un gran margen de mejora en el entendimiento de procesos, sistemas, estructuras y pensamiento analítico.

• Las humanidades necesitan de estructura, razón y rigor.

• La razón necesita de humanidad y capacidad de sentir.

Al ver y estudiar las grandes obras e ingeniería, catedrales, puentes, viaductos, rascacielos, centrales generadoras de energía, máquinas médicas, sistemas de transporte… me pregunto: ¿y si utilizáramos todo ese ingenio para aplicarlo al resto de asuntos de esta sociedad?

La ingeniería no es ni más ni menos que un conjunto de modelos menos completos y acertados que el funcionamiento del ser humano o la naturaleza. Lo que creamos es una simplificación de esos constructos geniales que ya existen.

Pero son muy necesarios. ¿Te imaginas poder utilizar todo lo que sabes de tu carrera profesional al entendimiento del funcionamiento del ser humano?

1Ingeniero, del latín ingenium («ingenio») (RAE). Ingenio: «Habilidad para componer, inventar o hallar medios adecuados a un fin. Habilidad para obtener lo que se busca» (RAE). ¿No tenemos todos ingenio?

SALMONES QUE MUEREN DE ESTRÉS Y CEBRAS SIN ÚLCERA

«El verdadero dolor, aquel que nos hace sufrir en lo más hondo, convierte a un ser irreflexivo en más serio y constante. Incluso los pobres de espíritu se vuelven inteligentes tras experimentar un gran dolor».

FIÓDOR DOSTOIEVSKI

La adversidad y el sufrimiento son parte de la vida, tal como lo experimentan esos salmones que deciden remontar el río superando todo contratiempo.

Pero la vida es mucho más que eso; también es plenitud, conexión y momentos de felicidad y calma. Como esas cebras que pacen en ocasiones con cierta paz y sin miedo, a pesar de las amenazas que las rodean (como tener a las leonas cerca).

Dos personas en las mismas circunstancias pueden percibir, sentir y expresar dos cosas tan diferentes como:

• Individuo 1: «La vida es dolor, sufrimiento y adversidad».

• Individuo 2: «La vida es placer, conexión y plenitud».

¿Cuál de los dos tiene razón? ¿Qué es lo que te lleva a ver el vaso medio lleno o medio vacío? ¿Viene dado o se puede aprender y entrenar? Entre otros muchos retos, el ser humano tiende a tener las siguientes asignaturas pendientes:

• Aceptar las dualidades de la vida

• Aprender a sostener opuestos

• Llegado el momento, dejar ir

A lo largo de este libro tendrás ocasión de reflexionar sobre estos asuntos, pero ahora me encantaría que pusieras foco en los salmones, que mueren de estrés, y en las cebras, que no tienen úlcera. Han sido grandes maestros para mí2.

Durante el año 2014 había realizado varios cambios importantes en mi vida, como un traslado de ciudad, trabajo, rol, jefes a los que reportaba, varios viajes internacionales de negocios, un entorno más hostil al que estaba acostumbrado, una alta exposición a miedos, incertidumbre, e incluso el rechazo de algunas personas. Vaya, digamos que ese curso 2014-2015 fue un cóctel interesante en el que me sentí como los salmones de Sapolsky.

Los salmones, al remontar el río a contracorriente, en ocasiones mueren. Esto se debe, entre otros asuntos, a que al mantener ese estado de estrés crónico en el tiempo se producen una bajada de sus defensas y la desregulación de su sistema inmune. Así cualquier bacteria o virus lo tiene más fácil para acabar con ellos.

La siguiente gráfica me ayudó a entenderlo mejor (eje vertical: sistema inmune; eje horizontal: nivel de estrés):

Figura 1. Sistema inmune-estrés. Sapolsky.

Y cuando tocas suelo puedes seguir bajando (A), mantenerte ahí (B), o empezar a regularte y recuperar tu óptimo de salud.

Tras un tiempo, me dije: «quiero ser como las cebras, no como los salmones».

Las cebras pacen tranquilas, rodeadas incluso de algunas de sus amenazas, como las leonas. Cuando las leonas inician la caza, las cebras comienzan a correr. Pero cuando las cebras se dan cuenta de que las leonas ya han saciado su hambre, paran y siguen paciendo tranquilamente. El activar los sistemas de alerta y evasión cuando toca, y el parar y regular de nuevo les permite hacer un buen uso de ese maravilloso recurso llamado estrés.

Pero esto al parecer no es sencillo para el ser humano. De hecho tendemos a utilizar recursos internos como el estrés de forma poco adaptativa y abusar de ellos desmesuradamente.

En esa conferencia de 2011 Emilio Duró explicaba que las personas, ante la situación que vivían las cebras, nos subiríamos a un árbol, nos ataríamos a él para no caernos y no podríamos dormir con el miedo de pensar: ¿y si las leonas se han quedado con hambre? ¿Y si son capaces de trepar?

Esa mente rumiante, y pasar un tiempo excesivo en el pasado o futuro, puede hacernos romper de múltiples formas. Pero esto tú ya lo sabes.

Cuando no hacemos las cosas bien, «el cuerpo nos acaba parando y pasando factura». No es solo un dicho popular, sino un hecho medido y validado.

• Personas que enferman los viernes por la tarde o el sábado por la mañana, dado que entre semana uno no puede permitirse parar…

• Otras enferman cuando cogen vacaciones, algunas al acabar los exámenes y otras tras un evento traumático y sostenido en el tiempo.

En mi caso he sido muchos años experto en que mi cuerpo me pare y me pase factura (infecciones de garganta y oídos, dolores de espalda, roturas de algún hueso o tejido muscular por exceso de carga…). Esto me ha ido creando una gran curiosidad por entender y escuchar más al cuerpo. Ahora comprendo que esas situaciones fueron causadas por ausencia de consciencia y conocimiento, sumadas a una pasión y motivación que en ocasiones me desborda. Al parecer la potencia sin control sirve de poco, y es peligrosa.

Y la verdad es que puedes seguir pensando que nunca es buen momento para parar. Pero a lo largo de este libro verás las consecuencias que esto tiene.

Pero hay esperanza. Podemos aprender de las cebras, de Sapolsky y de muchos otros recursos que tenemos a nuestro alcance. Uno puede transformarse de salmón a cebra. Hay asuntos que sí dependen de ti y que puedes entrenar y mejorar.

En este momento de tu vida,

• ¿Te pareces más a un salmón o a una cebra?

• ¿Eres cebra en algunas áreas de tu vida y salmón en otras?

• ¿Qué hace detonar el que actúes como una cebra o como un salmón?

• Si te frena el cuerpo, ¿cómo suele frenarte?

2Estos conceptos los escuché en 2011 en una conferencia de Emilio Duró. Me impactó tanto que esas Navidades se lo puse a toda mi familia y decidí escribirle para entender cómo podía trabajar y aprender de él. Me contestó amablemente y hace poco he tenido la suerte de conocerlo mejor. La segunda vez, a partir de la cual me puse a investigar y estudiar en profundidad, fue durante el curso 2014-2015. Ese año enfermé varias veces de infecciones de garganta y oídos, y cayó en mis manos un artículo titulado «Por qué los salmones mueren de estrés». Ahí empecé a leer a Sapolsky y entendí cómo el estrés sostenido en el tiempo es capaz de echar abajo tu sistema inmune. Esos años fui un salmón al 80. Ver también el libro de Sapolsky: Por qué las cebras no tienen úlcera.

EPIGENÉTICA Y PARADIGMAS. ENTORNOS RETADORES E INCIERTOS

«–Desearía que esto no hubiera pasado en mi tiempo–dijo Frodo.

–También yo– dijo Gandalf–. Y así lo desean todos los que viven estos tiempos. Pero eso no es algo que ellos puedan decidir. Todo lo que podemos decidir es qué hacer con el tiempo que nos fue dado».

El Señor de los anillos (TOLKIEN)

Habitamos entornos que nos retan constantemente y que son altamente complejos. No lo niego, y tampoco creo que debamos quitar importancia al lado positivo de los retos de hoy en día, pero hemos de salir del victimismo, asumir nuestra responsabilidad, entender muy bien cuáles son y no volver a repetir patrones del pasado que no funcionan.

Y frente a esto, ¿qué podemos hacer? Entre otras cosas, algo contraintuitivo a los tiempos que corren: «Cuando más caos y volatilidad fuera, más calma has de ser capaz de crear y encontrar dentro».

Hoy una buena opción tal vez sea cuestionarse todo. Porque si no cuestionamos y revisamos las teorías vigentes, ¿cómo saber si los paradigmas3 que nos gobiernan siguen siendo de utilidad? O, ¿cómo descubrir si nos están llevando a un precipicio o a un callejón sin salida?

Stephen Covey ofrece un concepto que me parece importante, al que llama «Paradigm shifter»4: toda persona puede decidir parar un paradigma heredado que considera que no le hace bien para no trasmitirlo a su descendencia o a su entorno.

Tal vez esta sea la única forma de seguir sobreviviendo como especie. Recordar todo lo que nos precedió, revisar lo que hay, entender lo que funciona y eliminar aquellos paradigmas que ya no aportan valor.

Las reglas han cambiado. Ya no es solo «cómo juegas las cartas que te tocan al nacer», sino también dónde, cuándo y con quién las juegas5.

Esto alimenta otros debates, como el si un líder nace, se hace o se entrena, un gran avance para reforzar la importancia de entender mejor quién eres y analizar los entornos que habitas. Esto incluye también el reflexionar sobre tus relaciones con las personas con las que compartes tus días6.

Uno puede estar medicándose para combatir un problema de salud, pero que si no cambia de entorno o estilo de vida (siendo estos factores de gran impacto), tal vez no sea posible una mejoría y con ello acabe necesitando medicación crónica.

Un debate interesante es el de la disyuntiva entre reducir o aminorar síntomas (ir achicando agua como puedas del barco), o buscar y solventar el problema de raíz (para luego poner foco en la prevención). Te invito a reflexionar sobre ello.

También concluyo que no tiene sentido pedir a la mente que se ocupe de todo sin utilizar tus capacidades físicas, emocionales y espirituales para convivir y sobrevivir en esta vida. ¿Cómo no se van a romper la mente o el cuerpo cuando les pedimos que se encarguen de solucionar un problema para el que no fueron diseñados? Y fíjate hasta qué punto el entorno es importante7.

De todo este debate surge mi obsesión de construir un modelo integral que nos permita vivir una vida más saludable y plena. Para ello, entre otras cosas te invitaré a entender lo que te rodea, las reglas del juego, y desde ahí, prepararte para tomar las mejores decisiones posibles.

• Deberás poner foco en ti y en tu autoconocimiento. Dicen que ser muy bueno hoy ya no es suficiente; uno ha de ser excelente. Tendrás que aprender a cuidar tus estructuras, minimizar tu reactividad, permitirte descansar y regular y poner foco en tu autocuidado.

• Deberás rodearte de personas válidas y con ética para formar equipos de alto rendimiento. El entorno que habitas necesita que entiendas las premisas del alto rendimiento deportivo y de negocio. Y qué entornos están hechos para ti y cuáles no.

No te agobies. Decide ir paso a paso, pero sin olvidar que, si sigues respirando, ya has hecho muchas cosas bien y has vencido muchas batallas.

3La RAE define paradigma como: «Teoría o conjunto de teorías cuyo núcleo central se acepta sin cuestionar y que suministra la base y el modelo para resolver problemas y avanzar en el conocimiento».

4Sería algo así como el «cambiador de paradigmas».

5No solo eres tus genes o ADN, sino que también estás altamente influenciado por tu entorno y cómo este impacta en ti, hasta el punto de que hay investigaciones abiertas que intentan demostrar que «los hijos pueden llegar a heredar los traumas de los padres». De hecho, algunos estudios dicen que somos un 20 % genética y un 80 % entorno; otros, que somos 50-50 %.

6Para ilustrar lo anterior me gustaría ofrecerte una simplificación de un modelo creado por Aaron Antonovsky y que aprendí de Nazareth Castellanos. Esta persona creó el concepto de «salutogénesis» en los años 70, como forma de generar salud. En este modelo destacan tres variables que han de tener cierto equilibrio entre sí: 1. Genética: «La tendencia de origen hereditario o adquirida en el desarrollo embrionario». Las cartas con las que naces. 2. Entorno: «Niveles de contaminación, cercanía a lugares naturales, y clima, así como las relaciones sociales y la cultura dónde nos desarrollamos». Lugares que habitas y personas con las que te relacionas. 3. Estilo de vida: «Aquello que podemos hacer de forma de forma diaria para cultivar una buena salud (ejercicio físico, la alimentación, la regulación psicológica, la actitud o la calidad del sueño)», una de las grandes claves, que analizaré en el apartado de modelos. Antonovsky ya lo sabía y nos invita a recordar que la salud ha de tener un enfoque más amplio, integral y completo.

7Hay una película, titulada Lucy, en la que Morgan Freeman debate sobre la importancia del entorno: 1. Entornos hostiles a los que uno solo puede sobrevivir (y sobrevivir ya es matrícula de honor). Y esa supervivencia se busca a cualquier precio. 2. Entornos más amables en los que las especies tienden a procrear y perpetuar la especie. Cuando una especie se ve amenazada, al parecer deja de llevar a cabo algunas acciones, priorizando la supervivencia. Y entre ellas detiene la función reproductiva.

TODO CAMBIA. LA IMPERMANENCIA Y EL PAPEL DE LA RESILIENCIA

«El mundo destroza a los individuos. Algunos, se vuelven más fuertes en el lugar de la fractura».

ERNEST HEMINGWAY

El ser humano es posible que necesite cierta certidumbre.

A veces la encuentra en un trabajo fijo para toda la vida; en otras ocasiones en una pareja, familia o grupo de amigos; a veces en la acumulación de activos.

Pero la realidad es que la vida en esencia es incierta. Y, como nos invitan a recordarlo personas muy sabias, la seguridad tal vez solo la podamos encontrar dentro de nosotros.

La «no» permanencia, si reflexionas sobre ello, está presente en todo. En la naturaleza, los animales, las personas, las relaciones, en tu cuerpo, tu respiración, tus pensamientos, en el clima, las hojas de los árboles, las mareas… Todo cambia, momento a momento8.

El término japonés wabi-sabi describe un tipo de visión basada en la belleza de la imperfección: «Nada dura, nada está completo y nada es perfecto»9.

Y al ser humano lo anterior no le gusta. Como dice un buen amigo mío, «lo normal no es la certeza, sino la incertidumbre y los imprevistos no planificados». Esto no nos deja otra opción que aprender a relacionarnos mejor con el cambio.

Necesitamos entrenarnos en convivir y sobrevivir en entornos inciertos, entendiendo y aceptando la fragilidad y lo efímero de la vida, y decidiendo abrazar lo desagradable y lo que esté por llegar, lo cual es una asignatura pendiente para muchos de nosotros. Seguimos queriendo que la vida sea lo que nosotros deseamos y no queremos mirar a la muerte. ¿No son la negación y la evitación una fuente de sufrimiento en sí mismas?

Y el problema no es solo este, sino darse cuenta demasiado tarde de que la vida no es eterna. Piénsalo por un momento: ¿cómo va a ser la vida como tú quieres?

Para reforzar lo anterior, me gustaría compartir contigo un fragmento de un artículo en el que estuve trabajando en 2021 sobre resiliencia y naturaleza, que es parte del enfoque de mi modelo integral. Puedes descargártelo con ayuda de este código QR:

Sarah Bond y Gillian Shapiro, en uno de sus experimentos, encontraron que el entorno de trabajo y los compañeros eran la fuente de mayor consumo de resiliencia10:

• Al gestionar relaciones difíciles en el trabajo: 75 % aproximadamente.

• Cuando el volumen o ritmo de trabajo me lleva a mis límites: 65 % aproximadamente.

• Cuando siento que estoy siendo criticado: 60 % aproximadamente.

En esta publicación nos hacen un regalo adicional enumerando las fuentes de las que adquirimos resiliencia en base a las encuestas que llevaron a cabo:

• De mí mismo: 90 %

• De mis relaciones: 50 %

• Del trabajo que realizo: 20 %

• De mi organización: 10 %

Para acabar ofreciéndonos las tres características que destaca Diane Coutu en su libro How Resilience Works sobre las características de las personas resilientes:

• Una firme aceptación de la realidad.

• Una profunda creencia, a menudo apuntalada por valores sostenidos, de que la vida es significativa.

• Una misteriosa capacidad de improvisación.

Es muy importante saber lo que sí depende de ti y que existen argumentos para tener esperanza. Además, Silvia Fernández, en una formación de Nirakara, nos explicaba cómo cultivar la resiliencia trabajando las siguientes variables:

• Ecuanimidad ante el sufrimiento y la impermanencia.

• Autocompasión: amabilidad y apertura (autoestima, flexibilidad cognitiva).

• Optimismo: esperanza y coraje (afrontamiento y no evitación).

• Búsqueda de sentido.

• Conexión social (comunicación, empatía, relaciones saludables).

También te invito a revisar el libro Kintsugi, el arte de la resiliencia (Santini, C.; 2019), que habla del proceso de curación una vez sufrida la rotura (la recuperación de su capacidad resiliente): «Aunque se rompa, puede seguir siendo funcional; y no solo eso, sino que puede seguir sintiéndose orgulloso de sus heridas de guerra» (pintadas de oro).

Por último, te ofrezco una reflexión sobre lo sucedido con el temporal Filomena (01/2021). Ese evento (junto al COVID-19) nos ha ofrecido la oportunidad para una reflexión muy profunda sobre cómo las condiciones externas e internas cambian. A veces sin avisar.

Algunos medios han afirmado que hay que remontarse a 1904 para encontrar una nevada como la que vivimos en Madrid ese 2021. Este hecho insólito pilló por sorpresa incluso a la misma madre naturaleza.

• Los árboles de edad inferior a 117 años nunca habían vivido esos fenómenos y cargas antes, y por ello no se habían podido preparar para combatirlos y sobrevivir. Uno se va adaptando al medio en el que vive optimizando energía y esfuerzo para combatir las condiciones externas conocidas, y tiende en un momento dado a dejar de expandirse y relajarse una vez percibe que hay un equilibrio entre su capacidad interna y las fuerzas externas a las que está sometido.

• Pero ¿qué sucede cuando esas condiciones externas cambian? Algunos siguen como si nada, otros notan cierto malestar y el resto acaban rompiéndose, parcial o totalmente, tal y como pudo apreciarse en los miles de ramas, canalones y otras estructuras que colapsaron al no haber podido soportar la carga de nieve depositada sobre ellos.

¿Cómo prepararse para todo lo que está por venir? En ingeniería siempre se hace hincapié en la necesidad de optimizar. Para optimizar se necesitan unas cargas de salida, unas propiedades de material definidas y una estructura que aporte forma (y que sea diseñada y calculada para bajar la carga al suelo). Pero, ¿qué sucede cuando esas cargas cambian o el material o la estructura se han visto debilitadas?

Si hablamos de negocio es lo mismo. En los últimos quince años hemos necesitado revisar la estrategia y el plan de empresa casi a diario.

Si lo hacemos constantemente con nuestros proyectos técnicos e ingenieriles, ¿cómo no hacerlo con nosotros mismos?

De aquí surge mi intención de relacionar lo humano con lo aprendido en resistencia de materiales y cálculo de estructuras. Creo que las sinergias entre ambos campos son enormes y pueden llegar a aportar mucho valor a otros modelos actuales. La ingeniería puede ayudar a dar forma a un modelo de la persona y de los entornos más completo e integral.

Mientras sigo profundizando e investigando, te invito a pensar que esas ramas rotas darán lugar a otras nuevas. Esos canalones fracturados serán reparados o sustituidos. Que las estructuras colapsadas serán renovadas y levantadas de nuevo. Todo ello brindándonos una oportunidad de aprendizaje y de darnos cuenta de que el tiempo sigue corriendo y la vida continúa su curso.

Como ves, la resiliencia ya la tienes y puede ser entrenada. Pero para ello hace falta comprenderse mejor.

¿Cómo si no enfocar el problema?

Va a ser que no somos tan diferentes de aquello que hemos creado a partir del intelecto. Pero, si no nos hemos creado, ¿seremos algún día capaces de comprendernos totalmente?