Muerte por didyeridú - Barbara Venkataraman - kostenlos E-Book

Muerte por didyeridú E-Book

Barbara Venkataraman

0,0
0,00 €

oder
-100%
Sammeln Sie Punkte in unserem Gutscheinprogramm und kaufen Sie E-Books und Hörbücher mit bis zu 100% Rabatt.
Mehr erfahren.
  • Herausgeber: Next Chapter
  • Kategorie: Krimi
  • Sprache: Spanisch
  • Veröffentlichungsjahr: 2022
Beschreibung

La abogada Jamie Quinn ha decidido dejar de ejercer la abogacía durante seis meses para lidiar con la muerte de su amada madre. Rara vez sale de casa y comparte la mayor parte de sus días con el gato malhumorado de su difunta madre.

Pero pronto, Jamie se ve obligada a actuar debido a una llamada desesperada de su tía Peg, ya que su hijo autista, Adam, se encuentra bajo custodia policial y es sospechoso en el asesinato de su profesor de música, Spike, una estrella de rock que una vez fue famosa.

Depende de Jamie encontrar al verdadero asesino. El problema es que Spike parece haber tenido más enemigos que amigos, y Adam ya había confesado al asesinato. ¿Podrá Jamie reunir las pruebas y llevar al asesino ante la justicia antes de que sea demasiado tarde?

Un encantador y ligero misterio ambientado en la pequeña ciudad de Hollywood, en el sur de Florida, Muerte por didyeridú es el primer libro de la serie Los misterios de Jamie Quinn de Barbara Venkataraman.

Das E-Book können Sie in Legimi-Apps oder einer beliebigen App lesen, die das folgende Format unterstützen:

EPUB
Bewertungen
0,0
0
0
0
0
0
Mehr Informationen
Mehr Informationen
Legimi prüft nicht, ob Rezensionen von Nutzern stammen, die den betreffenden Titel tatsächlich gekauft oder gelesen/gehört haben. Wir entfernen aber gefälschte Rezensionen.



MUERTE POR DIDYERIDÚ

MISTERIOS DE JAMIE QUINN LIBRO 1

BARBARA VENKATARAMAN

Traducido porMARINA MIÑANO MORENO

Derechos de autor (C) 2021 Barbara Venkataraman

Diseño de Presentación y Derechos de autor (C) 2022 por Next Chapter

Publicado en 2022 por Next Chapter

Arte de la portada por CoverMint

Este libro es un trabajo de ficción. Los nombres, personajes, lugares e incidentes son producto de la imaginación del autor o se usan de manera ficticia. Cualquier parecido con eventos reales, locales o personas, vivas o muertas, es pura coincidencia.

Todos los derechos reservados. No se puede reproducir ni transmitir ninguna parte de este libro de ninguna forma ni por ningún medio, electrónico o mecánico, incluidas fotocopias, grabaciones o cualquier sistema de almacenamiento y recuperación de información, sin el permiso del autor.

ÍNDICE

Agradecimientos

Capítulo 1

Capítulo 2

Capítulo 3

Capítulo 4

Capítulo 5

Capítulo 6

Capítulo 7

Capítulo 8

Capítulo 9

Capítulo 10

Capítulo 11

Capítulo 12

Capítulo 13

Capítulo 14

Capítulo 15

Capítulo 16

Capítulo 17

Capítulo 18

Capítulo 19

Capítulo 20

Capítulo 21

Capítulo 22

Capítulo 23

Capítulo 24

Capítulo 25

Capítulo 26

Capítulo 27

Capítulo 28

Capítulo 29

Querido lector

Sobre La Autora

AGRADECIMIENTOS

Por todo su apoyo, consejo y entusiasmo, quiero darle las gracias a todas mis "chicas lectoras:" Janet, Jodi, Joette, Kahlia, Linda, Mai, Michele, Myra y Nanette.

CAPÍTULO1

No sé por qué me siento culpable, no es que haya matado yo al tipo. Ni siquiera lo conocía, pero he oído que era un auténtico cabrón. Solamente diré que, cuando se supo que Spike estaba muerto, que había sido asesinado con uno de sus propios instrumentos musicales, las celebraciones estallaron por toda la ciudad. Algunas personas brindaron por su muerte con champán caro, mientras que otras brindaron con botellas de cerveza fría; sólo dependía del barrio. Aunque se contaron muchas historias esa noche -ninguna de ellas elogiosa, se lo aseguro-, todas tenían un tema común: Spike era un mentiroso y un tramposo, una pobre excusa de hombre que le robaría a su propia madre, si supiera dónde está, o se acostaría con la mujer de un amigo, si tuviera un amigo, que no lo tenía. La única compañía de Spike era su perro, Bestia, un pastor alemán que iba a todas partes con él y que tampoco era muy amistoso.

Seguramente te estarás preguntando cómo es que Spike tenía una tienda de música tan exitosa cuando era un gran imbécil. La respuesta es sencilla: era una estrella del rock. Literalmente. Sus solos de batería eran legendarios. Después de que el primer álbum de The Screaming Zombies, Deathlock, se convirtiera en disco de platino en 1999 y Spike ganara el premio al baterista del año, parecía que no había forma de detener a esta banda de garaje formada por desertores de la escuela secundaria. Pero Spike encontró la manera. Con su enorme ego y su facilidad para la paranoia, se las arregló para cabrear a todo el mundo en un abrir y cerrar de ojos, incluidos el mánager, el agente, el publicista y el productor de la banda, hasta el jefe de la discográfica. Los músicos de carretera le despreciaban especialmente. Le ponían la batería mal o le apagaban los altavoces siempre que podían. Y no olvidemos al resto de The Screaming Zombies, Snake, Slasher y Slime, también conocidos como Daryl, Marcus y Ricardo; tenían un millón de razones para odiar a Spike, la mayoría de ellas papeles verdes con imágenes de difuntos presidentes de los Estados Unidos. Lo culpaban de la implosión de la banda y de su espectacular caída hasta el fondo, que les dejó tan arruinados como cuando empezaron. La gente dice que sólo se necesitan diez minutos para acostumbrarse a un lujo, pero toda una vida para superar su pérdida. Por suerte para los Zombies, siempre estaban drogados, así que sus recuerdos de la buena vida eran demasiado borrosos como para ser dolorosos.

Avancemos tres semanas hasta el presente, en el que Spike, que sigue muerto, por supuesto, se ha apoderado de mi vida, haciendo que ponga mi casa y mi reputación en peligro, y mi cordura al límite. Bueno, seamos sinceros, no era tan estable para empezar, pero aún así...

Es difícil saber por dónde empezar, pero ahí va. Me llamo Jamie Quinn. Jamie no es el diminutivo de nada; mi madre simplemente pensó que era un buen nombre, uno que ofrecía más oportunidades que, por ejemplo, Courtney o Brittany. No quería cargarme con los estereotipos de la sociedad al elegir un nombre demasiado femenino o que sonara a conejito de playboy. Siempre pensaba en el futuro, lo que también la convirtió en una gran enfermera. Como podía atar cabos más rápido que nadie, siempre sabía cuándo un paciente estaba a punto de empeorar. Sus compañeros de trabajo en el Hollywood Memorial Hospital (uno de los mejores hospitales de Florida) estaban tan impresionados que empezaron a llamarla "Sue, la Psíquica". Aunque ella lo rechazaba cada vez que lo hacían, creo que estaba orgullosa de su apodo. Era su superpoder, decía. Puede que Superman tuviera visión de rayos X, pero nunca podría igualar su capacidad de diagnóstico.

Por desgracia, como cualquier superpoder, el de mi madre podía usarse para el bien o para el mal. Y había secretos escondidos detrás de esos ojos verdes. Cuando su cáncer volvió a aparecer, ella fue la primera en saberlo, pero se lo guardó para sí misma hasta que fue demasiado tarde para adquirir el tratamiento. Estoy segura de que tenía sus razones, pero no se me ocurre ninguna que tenga sentido. Como de costumbre, lo había planeado con antelación. Su seguro de vida pagó la pequeña casa en la que crecí en la calle Polk y me dejó suficiente dinero para tomarme un tiempo libre y reflexionar. La idea de reflexionar fue suya. Ahora, seis meses después, sigo tratando de reunir mis pensamientos, pero es inútil. Son marionetas de sombra, volutas grises que revolotean por mi cerebro y se niegan a ser atrapadas. De alguna manera, mi madre sabía que, cuando ella se fuera, yo también daría un giro hacia lo peor. La Sue psíquica ataca de nuevo.

Hay otra cosa que tienes que saber sobre mí... Soy una persona que duerme fatal. Déjame ponerlo de esta manera, si estuviera tomando una clase de sueño, obtendría una 'F' (con una 'A' por el esfuerzo, que no cuenta). Pero no creas que estoy sintiendo lástima por mí misma... no lo estoy haciendo. Todo esto es relevante para la historia. Como no duermo mucho, deambulo por la casa por la noche como el fantasma del padre de Hamlet (que también se llama Hamlet, por supuesto), pero soy mucho más silencioso al respecto. No hago sonar las cadenas ni le exijo nada a nadie. Sin embargo, necesito dormir más tarde que la mayoría de la gente para ponerme al día, cosa que puedo hacer ahora que no trabajo. Te lo digo para que entiendas cómo he podido dormir durante la llamada de mi tía Peg y su histérico mensaje en el contestador automático.

Era el lunes 1 de julio, el día en que Spike (recién fallecido) se apoderó de mi vida. Me había levantado de la cama a las once de la mañana después de una noche especialmente dura (aunque cada vez es más difícil clasificarlas a estas alturas), así que no fue hasta mi segunda taza de café cuando me percaté de la luz parpadeante del teléfono. Ya casi nadie me llama a mi teléfono fijo, así que supuse que se trataba de un teleoperador o de alguien que estaba tratando de realizar una encuesta. Cuando finalmente cedí y pulsé el botón, el sonido desgarrado del llanto de mi tía Peg me hizo derramar el café sobre mi regazo. Lo que dijo hizo que mi nivel de adrenalina alcanzara nuevos niveles.

"Dios mío, Jamie, ¿dónde estás? No puedo encontrar tu número de móvil... No sé qué hacer. Necesito tu ayuda... Adam está en problemas (está sollozando en este punto y no puedo entender lo que está diciendo) él está... ¡ha sido... arrestado! Estoy muy asustada. Por favor, llámame en cuanto oigas esto..."

Ahora estaba oficialmente asustada. Primero, porque mi tía se parece mucho a mi madre por teléfono. Segundo, porque mi primo Adam no es alguien que deba estar en la cárcel, nunca. Y tercero, porque ¿cómo podía alguien esperar que yo ayudara con una crisis de esta magnitud? ¡Apenas podía cuidar de mí misma!

Hay una cosa más que debería contarte sobre mí, pero no me gusta sacarla a relucir. Como no tengo más remedio, lo diré, pero espero que no pienses mal de mí, ni hagas suposiciones sobre mi honestidad o integridad. La verdad es que... soy abogada. Ya está, lo he dicho. Espero que eso no haya cambiado tu opinión sobre mí. Practico exclusivamente el derecho de familia, lo que significa que mi limitada área de experiencia incluye el divorcio, la adopción, la paternidad, la custodia y la manutención de los hijos. Utilizo la palabra "limitada" porque es la única área que conozco, y ya es bastante difícil mantenerse al día con eso. El problema es que amigos, familiares, conocidos, e incluso desconocidos, tienden a pedirme consejo en áreas de las que no sé nada. Lo siento, de verdad, pero no puedo ayudarte con un cierre inmobiliario, ni decirte lo que vale tu lesión de espalda; no puedo ayudarte a presentar tu reclamación a la Seguridad Social, ni aconsejarte si debes declararte en quiebra. Y seguro que no puedo representarte en un caso penal.

Por el bien de Adam, esperaba que eso no fuera lo que mi tía tenía en mente.

Cuando la volví a llamar, la tía Peg había pasado de estar histérica a estar inquietantemente tranquila, y no sé qué me preocupaba más. Dijo que estaban en la comisaría de Hollywood, donde tenían retenido a Adam. Peg tenía que quedarse con él, así que no podía hablar, pero me pondría al corriente cuando yo llegara.

"Iré allí tan pronto como pueda", dije. "Vosotros aguantad, ¿vale?" Quería sonar tranquilizadora, pero no soy exactamente la caballería.

"Lo intentaré, Jamie", dijo ella, con la voz quebrada. "Pero hay algo más que necesito que hagas..."

"Por supuesto, tía Peg, ¿qué es?"

"¿Puedes venir vestida de abogada?"