¡Vivan las interrupciones!
Douglas R. Conant y Mette Nørgaard
Leader Summaries
Capítulos
IntroducciónLos puntos de contactoUsa la cabeza, el corazón y las manosCrea tu propio modelo de liderazgoDomina las interaccionesConclusiónIntroducción
Pongámonos en situación. Son las tres y media de la tarde, estás sentado en tu despacho intentando terminar el resumen de una propuesta que es muy importante para tu carrera y el futuro de la organización. De repente, un miembro del equipo llama a tu puerta para pedirte consejo acerca de un tema peliagudo. ¿Qué haces? ¿Lo dejas todo y le ayudas? ¿Le invitas a que venga después? Si ostentas un cargo que implique tareas de liderazgo o gestión, tomas estas decisiones todos los días. Llamadas, correos electrónicos, visitas inesperadas… La carga de trabajo crece y cada vez tienes menos tiempo para ocuparte de cada cuestión. ¿Cómo puedes ser productivo si apenas puedes gozar de cuatro minutos de trabajo ininterrumpido a lo largo del día?
Para Douglas y Mette, autores de este libro, estos eventos no son interrupciones. Para ellos son «puntos de contacto», oportunidades para llegar a alguien y mejorar la situación. Mientras otros tratan de minimizar estos encuentros, Doug los considera el verdadero trabajo. Y no solo eso, sino que considera que la manera de manejar estos encuentros determinará tu éxito como colaborador y líder. Son oportunidades para influir, guiar, ofrecer claridad, inspirar, crear una sensación de apremio y moldear el curso de los acontecimientos. No tiene que ver con correr más rápido, trabajar más horas y extraer más productividad en cada minuto. Tiene que ver con estar presente en cada momento y estar seguros de que podemos enfrentarnos a cualquier cosa de manera que sea útil para los demás y para nosotros mismos.
Los puntos de contacto
¿Qué podemos considerar como un «punto de contacto»? Se producen puntos de contacto cada vez que dos o más personas se reúnen para tratar alguna cuestión o hacer algo. Una conversación con un colega se convierte en un punto de contacto cuando se pasa de tratar un tema intrascendente a tratar un inminente contrato, un retraso en la producción o una queja de un proveedor. En definitiva, la conversación pasa a ser productiva. Pueden durar un par de minutos, horas o incluso días. Pueden ser planificados o espontáneos. Pueden tratar cuestiones relativamente sencillas o problemas más complejos. Pueden darse en cualquier lugar, en la fábrica, en la sala de conferencias, por email, etc. Los puntos de contacto tienen tres pilares principales: la cuestión, «los otros» y el líder.
Entendemos por cuestión cualquier problema, pregunta o decisión que afecta al rendimiento de los individuos, los equipos, los departamentos o la organización entera. Aparecen en todas direcciones y muchas veces se requiere de toma de decisiones sin tener la información necesaria. La cuestión que tratar puede ser la queja de un cliente, la necesidad de reprogramar una reunión para que las personas adecuadas puedan asistir, encontrar recursos para un proyecto cuando se ha recortado el presupuesto, sustituir un miembro clave de la organización que ha dimitido de repente, etc.
En segundo lugar, tenemos a «los otros»: la gente involucrada en la cuestión que se plantea. Estas personas dependen directa o indirectamente de nosotros y de la decisión que se tome al respecto. En un entorno laboral internacional y multidisciplinar, estas personas pueden tener valores y normas distintas. Pueden tener conceptos diferentes en lo que significa ser puntual, dar calidad, mostrar respeto o ser leal. Es preciso sintonizar, empatizar y entender el contexto de cada persona.