Rey Lear - William Shakespeare - E-Book

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William Shakespeare

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Beschreibung

El Rey Lear decide que dividirá su reino en tres secciones y le dará una sección a cada una de sus hijas. Con el fin de decidir cuánta tierra y poder obtendrá cada hija, Lear obtiene las tres promesas de su amor hacia él. Las dos hijas más codiciosas lo hacen, mintiendo para complacer a Lear, pero su favorita no lo hace, así que le dio todo a sus otras hijas intrigantes y a sus maridos.

Pero después de que las niñas obtienen la tierra y el poder, ya no tienen ningún afecto para su padre. Lear debe enfrentar el terrible error que cometió al dejar de lado a la única hija que realmente lo amaba.

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Veröffentlichungsjahr: 2021

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William Shakespeare

REY LEAR

Traducido por Carola Tognetti

ISBN 979-12-5971-138-0

Greenbooks editore

Edición digital

Enero 2021

www.greenbooks-editore.com

ISBN: 979-12-5971-138-0
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Indice

REY LEAR

REY LEAR

DRAMATIS PERSONAE:

LEAR, rey de Britania El REY DE FRANCIA

El DUQUE DE BORGOÑA

GONERIL, hija mayor de Lear REGAN, hija segunda de Lear CORDELIA, hija menor de Lear

El Duque de ALBANY, esposo de Goneril El Duque de CORNWALL, esposo de Regan El Conde de KENT

El Conde de GLOSTER EDGAR, hijo de Gloster

EDMOND, hijo bastardo de Gloster El BUFÓN

OSWALD, mayordomo de Goneril CURAN, cortesano

Un ANCIANO, siervo de Gloster Un CAPITÁN

Un HERALDO

Caballeros, criados, mensajeros, soldados, acompañamiento.

LA TRAGEDIA DEL REY LEAR

I.i Entran [los Condes de] KENT y [de] GLOSTER, y EDMOND.

KENT

Creí que el rey estimaba más al Duque de Albany que al de Comwall. GLOSTER

Eso creíamos nosotros. Pero ahora que divide su reino, no está claro a cuál de los dos aprecia más, pues los méritos están tan igualados que ni la propia minuciosidad sabría escoger entre uno y otro.

KENT

Señor, este joven, ¿no es hijo vuestro? GLOSTER

Su crianza ha estado a mi cargo. Reconocerle me ha dado siempre tal sonrojo que ahora ya estoy curtido.

KENT

No concibo...

GLOSTER

Pues su madre sí que concibió. Por eso echó vientre y se encontró con un hijo en la cuna antes de tener un marido en la cama. ¿Se huele a pecado?

KENT

No quisiera corregirlo, viendo el feliz resultado. GLOSTER

También tengo otro hijo, señor, de legítimo origen, un año mayor que éste, pero no más querido. y aunque este mozo vino al mundo por la vía del vicio sin que nadie lo llamase, su madre era hermosa, gozamos al engendrarlo y el bastardo debe ser reconocido. ––Edmond,

¿conoces a este noble caballero? EDMOND

No, señor.

GLOSTER

El Conde de Kent. Recuérdale siempre como mi honorable amigo. EDMOND

A vuestro servicio, señor. KENT

Os doy mi amistad y aspiro a conoceros mejor. EDMOND

Señor, me afanaré por merecerlo. GLOSTER

Lleva fuera nueve años y se marcha otra vez[L1] .

Clarines.

Llega el rey.

Entran el rey LEAR, [los Duques de] CORNWALL y de ALBANY, GONERIL, REGAN, CORDELIA y acompañamiento.

LEAR

Gloster, traed a los Señores de Francia y de Borgoña[L2] . GLOSTER

Sí, majestad.

Sale.

LEAR

Mientras, voy a revelar mi propósito secreto

Dadme ese mapa. Sabed que he dividido en tres mi reino y que es mi firme decisión liberar mi vejez de tareas y cuidados,

asignándolos a sangre más joven, mientras yo, descargado, camino hacia la muerte.

Mi yerno de Cornwall y tú, mi no menos querido yerno de Albany, es mi voluntad en esta hora hacer pública la dote de mis hijas

para evitar futuras disensiones. Los príncipes de Francia y de Borgoña, rivales pretendientes de mi hija menor, hacen amorosa permanencia en esta corte y es forzoso responderles.

Decidme, hijas mías, puesto que renuncio a poder, posesión de territorios

y cuidados de gobierno, cuál de vosotras diré que me ama más, para que mi largeza se prodigue con aquélla cuyo afecto rivalice con sus méritos. Goneril,

mi primogénita, habla tú primero. GONERIL

Señor, os amo más de lo que expresan las palabras, más que a vista, espacio y libertad,

mucho más de lo que estimen único o valioso;

no menos que a una vida de dicha, salud, belleza y honra; tanto como nunca amara hijo o fuese amado padre;

con un amor que apaga la voz y ahoga el habla. Mucho más que todo esto os amo yo.

CORDELIA [aparte]

¿Qué dirá Cordelia? Amará en silencio. LEAR

De todas estas tierras, desde esta raya a ésta, ricas en umbrosas florestas y campiñas,

ríos caudalosos y muy extensos prados,

te proclamo dueña. Sean de los descendientes tuyos y de Albany a perpetuidad. –

¿Qué dice mi segunda hija,

mi muy querida Regan, esposa de Cornwall? REGAN

Yo soy del mismo metal que mi hermana

y no me tengo en menos: en el fondo de mi alma veo que ha expresado la medida de mi amor.

Pero se ha quedado corta, pues yo me declaro enemiga de cualquier otro deleite

que alcancen los sentidos en su extrema perfección y tan sólo me siento venturosa en el amor de vuestra amada majestad.

CORDELIA [aparte] Entonces, ¡pobre Cqrdelia!

Aunque no, pues sin duda mi cariño pesará más que mi lengua.

LEAR

Quede para ti y los tuyos en herencia perpetua este magno tercio de mi hermoso reino,

tan grande, rico y placentero

como el otorgado a Goneril. ––Y ahora, mi bien, aunque última y menor, cuyo amor juvenil

las viñas de Francia y los pastos de Borgoña pretenden a porfía, ¿qué dirás por un tercio

aún más opulento que el de tus hennanas[L3] ?. Habla. CORDELIA

Nada, señor.

LEAR

¿Nada? CORDELIA

Nada.

LEAR

De nada no sale nada. Habla otra vez. CORDELIA

Triste de mí, que no sé poner

el corazón en los labios. Amo a Vuestra Majestad según mi obligación, ni más ni menos.

LEAR

Vamos, vamos, Cordelia. Corrige tus palabras, no sea que malogres tu suerte.

CORDELIA

Mi buen señor, me habéis dado vida,

crianza y cariño. Yo os correspondo como debo: obedezco, os quiero y os honro de verdad.

¿Por qué tienen marido mis hennanas, si os aman sólo a vos? Cuando me case, el hombre que reciba mi promesa tendrá la mitad de mi cariño, la mitad

de mi obediencia y mis desvelos. Seguro

que no me casaré como mis hermanas *[L4] . LEAR

Pero, ¿hablas con el corazón? CORDELIA

Sí, mi señor.

LEAR

¿Tan joven y tan áspera? CORDELIA

Tan joven, señor, y tan franca. LEAR

Muy bien. Tu franqueza sea tu dote, pues, por el sacro resplandor del sol, por los ritos de Hécate [L5] y la noche y toda la influencia de los astros

que rigen nuestra vida y nuestra muerte, reniego de cariño paternal,

parentesco y consanguinidad,

y desde ahora te juzgo una extraña

a mi ser y mi sentir. El bárbaro escita[L6] , o aquél que sacia el hambre devorando

a su progenie, hallará en mi corazón tanta concordia, lástima y consuelo como tú, hija mía que fuiste.

KENT

Majestad...

LEAR

¡Silencio, Kent!

No te pongas entre el dragón y su furia.

La quise de verdad y pensaba confiarme

a sus tiernos cuidados. ––¡Fuera de mi vista! – Así como mi muerte será mi descanso,

así le niego ahora el corazón de un padre. –

¡Llamad al Rey de Francia! ¡De prisa!

¡Y al Duque de Borgoña! ––Cornwall y Albany, añadid su tercio al de mis otras dos hijas.

Que la case su orgullo, que para ella es franqueza.

A los dos conjuntamente os invisto

con mi poder, supremacía y magnos atributos que rodean a la realeza. Yo me reservaré

cien caballeros, que habréis de mantener, y residiré con vosotros

por turno mensual. No conservaré

más que el título y los honores de un monarca; el mando, rentas y ejercicio del poder, queridos hijos, vuestros son. Para confirmarlo, compartid entre los dos esta corona.

KENT

Regio Lear, a quien siempre

honré como mi rey, quise como a un padre, seguí como señor, recordé como patrón

en mis plegarias...

LEAR

El arco está tenso; esquiva la flecha. KENT

Pues que se dispare, aunque la punta

me traspase el corazón. Kent será irreverente si Lear está loco. ¿Qué pretendes, anciano?

¿Tú crees que el respeto teme hablar cuando el poder se pliega a la lisonja? Si la realeza cae en la locura,

el honor ha de ser franco. Conserva tu poder y, con mejor acuerdo, frena

tu odioso arrebato. Respondo con mi vida de que tu hija menor no te ama menos

y de que no están vacíos aquéllos

cuya voz apagada no resuena en el vacío. LEAR

¡Kent, por tu vida, basta! KENT

Mi vida siempre tuve por apuesta en las partidas contra tus enemigos y no temo perderla por salvarte.

LEAR

¡Fuera de mi vista!

KENT

Mira bien, Lear, déjame que sea por siempre la guía de tus ojos. LEAR

¡Por Apolo…!

KENT

Pues, por Apolo, rey,

que invocas a tus dioses en vano. LEAR

¡Miserable, descreído! ALBANY y CORNWALL

¡Deteneos, señor!

KENT

Mata a tu médico y da la paga

a la inmunda enfermedad. Anula tu regalo o, mientras pueda gritar esta garganta,

te diré que eres injusto. LEAR

¡Óyeme, traidor, por tu lealtad escúchame! Por intentar que falte a mi promesa,

cual yo nunca osé, e interponerte

con soberbia entre mi decisión y mi poder, que ni mi carácter ni mi condición

pueden consentir, en prueba de mi potestad aquí tienes tu premio. Cinco días te concedo para que te proveas contra los males

de este mundo y el sexto vuelvas tu odiada espalda a mis dominios. Si el séptimo día

encuentran en mi reino tu cuerpo desterrado, será tu muerte. ¡Fuera! ¡Por Júpiter,

que no habrá revocación! KENT

Ya te dejo, rey, si ése es tu deseo;

fuera hay libertad y aquí está el destierro. [A CORDELIA]

Los dioses, muchacha, te otorguen su amparo, pues con tanto acierto piensas y has hablado. [A GONERIL y REGAN]

Que vuestra elocuencia se pruebe en la acción, y puedan dar fruto palabras de amor.––

Príncipes, adiós. En nuevo lugar su viejo camino Kent proseguirá.

Sale.

¡Clarines. Entra [el Conde de] GLOSTER con [el REY DE] FRANCIA, [el DUQUE DE] BORGOÑA y acompañamiento.

CORNWALL

Majestad, los príncipes de Francia y de Borgoña. LEAR

Mi señor de Borgoña, me dirijo a vos primero, rival con este rey

en la mano de mi hija. ¿Qué mínimo aceptáis en pago de su dote

para no renunciar a vuestra petición? DUQUE DE BORGOÑA

Excelsa Majestad, no pido más de lo que habéis ofrecido, ni vos queréis dar menos.

LEAR

Muy noble duque, cuando ella tenía mi cariño, cara fue su dote.

Mas ahora ha caído su precio. Ahí está: si algo de este ser tan insignificante

o todo él, con mi disgusto añadido,

y nada más, satisface a Vuestra Alteza, ahí la tenéis, es vuestra.

DUQUE DE BORGOÑA

No sé qué responder.

LEAR

Con todas sus flaquezas, sin amigos, adoptada por mi odio, con la dote

de mi maldición y el rechazo de mi juramento,

¿la tomáis o la dejáis? DUQUE DE BORGONA

Perdón, Majestad. En tales circunstancias no es posible decidir.

LEAR

Entonces dejadla, pues por los dioses que me hicieron, ésos son sus bienes. ––, Gran rey, de vuestro afecto no osaría desviarme para uniros con quien odio

y os ruego que pongáis vuestro cariño en ser más digno que esta desgraciada a quien la naturaleza se avergüenza de reconocer por propia.

REY DE FRANCIA

Es extraodinario que quien sólo hace un momento era vuestro bien, objeto de vuestro elogio, bálsamo de vuestra vejez, la mejor y predilecta, en un instante incurra en tal atrocidad

que quede despojada de toda vuestra gracia.

O ha cometido una ofensa tan atroz

o vuestro afecto declarado caerá en falta. y creer eso de ella requiere tanta fe

que sin milagro no lo admite la razón. CORDELIA [a LEAR]

Suplico a Vuestra Majestad

que, si es porque no tengo labia ni soltura

para decir lo que no siento, pues lo que pretendo lo hago antes de hablar, hagáis saber

que no es ninguna mancha, crimen o vileza, indecencia, ni acto ignominioso

lo que me priva de vuestra gracia y favor, sino algo cuya falta me enriquece: mirada obsequiosa y una lengua

que me alegra no tener, aun cuando no tenerla me haya costado vuestro afecto.

LEAR

Más te valdría no haber nacido, antes que haberme contrariado. REY DE FRANCIA

¿Sólo es eso, un encogimiento que a veces no pennite demostrar

lo que pretende? Mi señor de Borgoña,

¿tomáis a la dama? No es amor lo que se mezcla con cuestiones ajenas a su objeto. ¿La tomáis? Ella misma es una dote.

DUQUE DE BORGOÑA

Majestad, dad la parte que vos mismo propusisteis y tomo a Cordelia por esposa y Duquesa de Borgoña.

LEAR

¡Nada! Lo he jurado y lo mantengo. DUQUE DE BORGOÑA

Me apena que por perder a vuestro padre también perdáis un marido.

CORDELIA

Quede en paz el Duque de Borgoña. Si su amor es el rango y la fortuna, yo no seré su esposa.

REY DE FRANCIA

Hermosa Cordelia, tan rica por ser pobre, excelsa por rechazada, querida por desairada, te acojo con todas tus virtudes.

Si es lícito, me llevo lo que otros desechan.

¡Oh, dioses! ¡Qué extraño que tal desamor encienda en mi afecto tanta admiración!–– Tu hija sin dote, a mí abandonada,

es, rey, nuestra reina de la bella Francia.–– La tibia Borgoña no ha dado hombre egregio que pueda comprarme esta joya sin precio.–– Por mal que te traten, di adiós, mi Cordelia. Ganarás con creces todo lo que pierdas.

LEAR

Ya la tienes, rey, pues tuya ahora es la que fue mi hija, y no volveré

a verle la cara. ––Vete sin que yo te dé mi cariño ni mi bendición. Venid, Duque de Borgoña.

Clarines. Salen [todos menos el REY DE FRANCIA y las hermanas].

REY DE FRANCIA

Despídete de tus hermanas. CORDELIA

Alhajas de mi padre, Cordelia os deja

con ojos llorosos. Sé bien lo que sois, aunque, como hermana, no puedo llamar a vuestras faltas por su nombre. Quered a nuestro padre:

lo encomiendo a vuestro amor declarado. Mas, ¡ay!, si gozase yo aún de su afecto, le depararía otro alojamiento.

Así que adiós a las dos. REGAN

No nos dictes nuestra obligación. GONERIL

Tú pon todo tu empeño en complacer a tu señor, que te acoge cual limosna de Fortuna. Por falta de obediencia

mereces que te nieguen lo que niegas. CORDELIA

El tiempo mostrará toda doblez:

si encubre, luego ríe con desdén.

¡Ventura tengáis!

REY DE FRANCIA

Vamos, mi bella Cordelia.

Salen [el REY DE] FRANCIA y CORDELIA. GONERIL

Hermana, tengo cosas que decirte de lo que tanto nos concierne. Creo que nuestro padre se va esta noche.

REGAN

Desde luego, y contigo. El mes que viene, conmigo. GONERIL

Ya ves qué veleidosa es la vejez. Y lo que hemos presenciado ha sido poco. Siempre quiso más a nuestra hermana y ahora está a la vista con qué insensatez la rechaza.

REGAN

Es lo malo de la edad. Aunque la verdad es que nunca supo dominarse. GONERIL