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El presente trabajo constituye un aporte indispensable para todos aquellos que llevan adelante la tarea de entrenar divisiones infantiles. Con un lenguaje sencillo, el autor despliega las herramientas necesarias para que los maestros de rugby puedan proporcionar una formación integral al niño, que implique asentar conocimientos en el jugador y valores en la persona. Quedan invitados a adentrarse en el universo del rugby infantil, un mundo apasionante y a la vez diferente. Un lugar único, que deja huellas muy profundas en la vida de miles y miles de chicos que practican este fabuloso deporte llamado Rugby.
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Seitenzahl: 150
Veröffentlichungsjahr: 2016
RUGBY DIDÁCTICO 6
RUGBY INFANTIL
sebastián e. perasso
RUGBY DIDÁCTICO 6
RUGBY INFANTIL
Editorial Autores de Argentina
Perasso, Sebastián
Rugby didáctico 6 / Sebastián Perasso. - 1a ed . - Ciudad Autónoma de Buenos Aires : Autores de Argentina, 2016.
Libro digital, EPUB
Archivo Digital: descarga y online
ISBN 978-987-711-611-3
1. Deporte. I. Título.
CDD 796.333
Editorial Autores de Argentina
www.autoresdeargentina.com
Mail:[email protected]
Diseño de cubierta: Rodrigo Broner
Diseño de maquetado: Maximiliano Nuttini
Foto de tapa: Sergio Penchasky.
© 2016, Sebastián E. Perasso
Derechos de edición en castellano
reservados para todo el mundo:
Primera edición digital: Junio 2016
ISBN 978-987-711-611-3
A mi hijo, Isidro
Índice
Índice
Agradecimientos
Prólogo
Introducción
Acerca del libro
CapítuloI-FUNCIONES DEL ENTRENADOR
La tarea de organizar
Forma de reducir las tareas directivas
Tips de organización
Cuadro de tiempo de acuerdo a edad
Tareas de índole administrativa
El entrenador como referee
Antes del partido:
El rol del comunicador
Panorama general: desconexión emocional
Requisito previo: captar la atención del niño
La comunicación verbal
Las habilidades comunicacionales
a. Desarrollar la credibilidad
b. Comunicar con un enfoque positivo
c. Comunicar con coherencia
d. Aprender a escuchar
e. Adecuarse a los oyentes
Aptitudes que debe tener un líder
Dos formas de liderar: poder y autoridad
a. Estilo dictatorial o autoritario
b. Estilo permisivo o sumiso
c. Estilo cooperativo
Relación del entrenador con los jugadores
Procurar la seguridad
La seguridad física
La seguridad afectiva
Capítulo II-EL PERFIL EDUCADOR DEL ENTRENADOR
La labor educativa
Cuadro de situación
Campo de acción
El máximo desafío
El camino del éxito
CapítuloIII-EL ENTRENAMIENTO
Principios y objetivos del entrenamiento
Principios
Objetivos del entrenamiento
Planificación
Pautas para la planificación
Pautas y requisitos
Pautas a tener en cuenta
Io Explicación preliminar
2o Hacer participar a los jugadores
3o Escuchar a los jugadores
5o Establecimiento de consignas
CapítuloIV-PAUTAS SOBRE LA ENSEÑANZA
Invitarlos a pensar
En busca de la sabiduría extraviada
1. En relación con la defensa
Regla básica
2. En relación con la salida de la pelota
3. En relación con el lugar de la cancha
4. Otras situaciones
Premisas básicas
Características del niño
Motivaciones del niño
Premisas básicas
Los premios y castigos
Los límites
Fomentar la obediencia
Premios y castigos
¿Cuándo es necesario el castigo?
La sanción educativa. Actitud reparadora
Los objetivos por división
CapítuloV-EL RUGBY COMO HERRAMIENTA TRANSFORMADORA
El rugby como representación de la vida
a. Aceptación de las reglas del juego
b. Respeto a la autoridad
c. Aceptación de la diversidad
d. Aceptación de diferentes roles
Las lecciones del rugby
Decálogos de conducta
Decálogo del entrenador
Decálogo del jugador
CapítuloVI-ELIMINAR PREJUICIOS
Un desafío mayúsculo
CapítuloVII-IDENTIFICAR NUESTRA MISIÓN
Bibliografía
Agradecimientos
A Marcelo Loffreda, que tuvo la deferencia de prologar esta obra.
Lo conocí desde muy pequeño por el vínculo estrecho que tiene con mi padre. Sin embargo, esa década de diferencia que nos separa convertía la posibilidad de relacionarnos en una verdadera utopía.
Siempre pegado al alambrado, crecí admirando al capitán de la primera de mi club durante nueve temporadas, al jugador emblema del SIC que jugó de manera ininterrumpida a lo largo de dos décadas.
Los años siguieron su curso y ya en el plantel superior la posibilidadde entablar una conversación entre pares estaba separada por un abismo. Al dejar de jugar y alejarme de la práctica activa, el paso del tiempofue acortando esas distancias siderales y por fin tuve la posibilidad deconocerlo a través de un trato más cercano y sin intermediarios...
Desde muy pequeño se destacópor sobre el resto. Sin embargo, asumió con grandeza y responsabilidad el liderazgo que le impuso su fuerte personalidad, su estatura deportiva y su capacidad para jugar y mástarde entrenar. En tiempos de flacos ejemplos, el Taño es una brújula que permite marcar el sendero del rugby.
La altanería y la soberbia hoy son moneda corriente en muchosdeportistas que han conseguido tan solo raquíticos logros deportivos. Como contrapartida, el Taño ha alcanzado los más grandes honores como jugador y como coach. No obstante, ese aire de hombre sencillo y
prudente se mantiene inalterable. El Taño pertenece a la legión de personas a las cuales el elogio, lejos de enaltecerlos, los incomoda.
Sus hazañas y logros lo han convertido en una de las personalidades más importantes de la historia del rugby argentino. Sus números producen asombro y su trayectoria dejaría boquiabierto a cualquier deportista destacado de cualquier deporte. Sin embargo, detrás de esa catarata de logros y reconocimientos, debajo de esa montaña de copas y trofeos que ha cosechado, hay un hombre sencillo, una persona enamorada de mi querido club y orgullosa de pregonar y difundir los valores y principios fundacionales del juego mismo.
Sus gestos y su palabra sirven de guía para que las nuevas generaciones no pierdan el rumbo y transiten por el camino de la superación, el esfuerzo, la honestidad y el respeto.
Vaya desde este espacio mi profundo agradecimiento.
Prólogo
Una de las cosas que agradezco a mis padres es que me hayan acercado a un club de rugby cuando tenía nueve años. No fue precisamente aaquel en el que jugué toda mi vida, sino, paradójicamente, a su principalrival. Pero esa es otra historia.
Tuve una infancia normal y agradable, con muchos amigos. Y gracias al rugby fue todavía mejor.
Llegué a mi primer entrenamiento de la mano de mi padre, sin saberde qué se trataba. Yo calzaba los famosos (¡por lo menos para los de migeneración!) y queridos botines Sacachispas. Iba muy pulcro y prolijocomo mi madre pretendía que estuviera. Vestía un pantalón corto azul yuna remera blanca que usaba para gimnasia en el colegio, y por dentro sentía una mezcla de incertidumbre y expectativa, nervios, temor y vergüenza. Podría decir que en esa oportunidad comencé a experimentaruna sensación desconocida hasta entonces, algo que más adelante sedenominaría estrés.
Lo más interesante fue cuando comenzó el entrenamiento. Surgió dentro de mí, todavía un ser incipiente en cuerpo y mente, algo quehasta el día de hoy sigo sintiendo cuando me involucro en el juego. Erauna combinación de pasión, desafío, disfrute, intensa vivencia del aquíy ahora, no sé..., algo muy fuerte y profundo que sigue ocurriendo. Unaespecie de fórmula mágica que me hace estar bien vivo, bien atento, bien alerta.
Este libro es para los que ya interactúan, o tienen la intención de hacerlo, con los miles de chicos que los sábados por la mañana cubren las canchas de los clubes de rugby. Esos niños también, en alguna medida, son ‘jugadores’, pero antes que eso son niños con todo lo que ello
implica: son abiertos, puros, sin prejuicios, espontáneos, preguntones, auténticos, sinceros e inocentes. Por eso, en realidad no solo necesitancoaches o instructores, sino que además necesitan al educador, al for-mador, al confidente y de vez en cuando, también, al maestro. Dichos roles deben convivir en una misma persona: el entrenador.
Así como se les pide y se entrena a los jugadores para que en el juego moderno sean polivalentes, a los entrenadores de edades infantiles también se les debe pedir lo mismo, la polivalencia, pero obviamenteacompañada de cualidades específicas y de una mayor responsabilidad.
Monumental tarea por delante, ¿no? Sin embargo, para empezar solose necesita audacia y voluntad. A partir de allí serán bienvenidos encualquier club de rugby. Solo deben recordar que uno de los principalesobjetivos en esas tempranas edades es despertar el interés y el entusiasmo por el juego.
No es mi intención en estas líneas hablar sobre las bondades del rugby. Para eso está este excelente libro, que no solo trata temas referentes alas primeras etapas del niño-jugador, sino que además nos enseña, nutrey transmite conceptos que sirven para cualquier edad. Para siempre, de hecho. Los invito entonces a introducirse en esta apasionante aventura que narra ‘Cheba’ y que nos envuelve plena, completa y responsablemente en una forma distinta de vivir y transmitir valores y principios.
Lo que Cheba nos pide, sin más, es que nos involucremos, que nos comprometamos con este juego maravilloso que desde bien tempranoforma, educa y permite convivir generosa y solidariamente, que influencia de forma respetuosa y positiva la vida de muchos chicos en un período en el cual las cosas que se aprenden quedan grabadas para siempre.
Lo más asombroso es que no solo podremos ayudar a los chicos aser mejores personas a través del juego, sino que lo mismo ocurrirá con nosotros.
Marcelo Loffreda
Introducción
El club es la familia que elegimos.
Ángel Guastella
A pesar de los años, las vivencias se conservan frescas e inalterables. Mi primera etapa en el rugby infantil estuvo signada por los desencantos dentro de la cancha y por las alegrías y momentos plenos fuera deella. Esa ambivalencia de mis comienzos como jugador ha sido unamarca registrada durante toda mi etapa en infantiles.
Comencé a jugar al rugby en mi club, el SIC, a los cinco años. Sinembargo —les confieso— conservo muy pocos recuerdos dentro de unacancha durante esa etapa. Es probable que mi autoestima le haya hecho un guiño a la memoria con el fin de apiadarse de mí. O tal vez, a fuerza de sincerarme, en ningún lugar recóndito de mi mente haya podido encontrar una sola jugada individual para destacar. Es que mi físico menudo adosado a mis escasas condiciones técnicas tan solo producía pobresactuaciones. Actuaciones que me generaban altas dosis de desencanto ydesinterés por el juego.
De modo que mis primeros años en el mundo del rugby constituyeron una etapa carente de convencimiento y amor por el juego, signadapor los mandatos rugbísticos heredados de mi familia. Pero más allá de mi desinterés por la pelota ovalada y de mis falsas actuaciones siempre vacías de encanto y desprovistas de talento, fuera de la cancha el panorama era muy diferente y francamente alentador.
Tengo recuerdos muy gratos que todavía hoy se perciben nítidos en mi memoria. A pesar de mi desapego por el juego fui forjando un fuerte sentido de pertenencia para con mi club y edificando dentro de él numerosas amistades que aún hoy conservo. Vivir ‘una vida de club’ implicóen gran medida pasar momentos alegres y plenos.
En el SIC transcurrieron aquellos primeros años de contacto con el rugby. Época de botines saca-chispas bien gastados incrustados en mis pies desde el alba hasta el mismo crepúsculo. Mi camiseta Uribarri,desteñida y gastada, pegada a mi piel durante esas largas jornadas de fin de semana. Deambulaba por todos los rincones del club acompañado de mis hermanos, primos y amigos. Jugaba en los cañaveralesque rodeaban nuestro perímetro o en la famosa ‘zanja’ que supo dar suapodo a la institución a la que pertenezco. Luego, años más tarde, losavances de la civilización convirtieron nuestro emblema en un entubado que transformó todo en nostalgia y puros recuerdos.
Un ritual después de cada partido era la caminata por debajo de lastribunas. Una vez que el público se había alejado de la cancha al finalizar el partido buscábamos monedas, tapitas y cualquier otra cosa que nos llamara la atención. Imposible olvidar por otro lado las giras de rugby en aquellas épocas. El ‘Nine’ de Santa Fe y la visita al túnel subfluvial; la gira a Mar del Plata al club Sporting y los juegos en laplaya, o mi visita a Aranduroga, tradicional club de rugby de la Ciudadde Corrientes...
Como ven —estimados lectores— en aquellos primeros años la mayoría de mis vivencias en el mundo del rugby transcurrieron fuera de unacancha. Es que allí es donde el rugby infantil se vive en plenitud. Allí donde se forjan las amistades, se establece y edifica un fuerte sentido de pertenencia con el club y se amalgaman y consolidan vínculos que quedan marcados a fuego para toda la vida.
Acerca del libro
El presente trabajo consta de siete capítulos. El primero, denominado ‘Funciones del entrenador’, intenta precisar y desarrollar los distintos roles que lleva adelante el entrenador infantil. Aquí se hace hincapié en la necesidad de procurar seguridad física y afectiva a los jugadores como presupuesto para crear un marco de contención que brindea los niños el ámbito propicio para el aprendizaje. Asimismo, se aborda de forma genérica el desafío de comunicar de manera efectiva conel fin de involucrar a los niños en la enseñanza. Y se esbozan, además,distintas formas de liderazgo recalcando la necesidad de establecer unnuevo modelo acorde con los tiempos actuales.
El segundo capítulo, que lleva el nombre de ‘El perfil educador del entrenador’, profundiza en la faz educadora del coach poniendo de relieve su responsabilidad como formador de opiniones. En tanto el tercero, ‘El entrenamiento’, aspira a definir con precisión los principios yobjetivos del entrenamiento deportivo, analizando todo lo atinente a susrequisitos y planificación.
El cuarto capítulo, ‘Pautas sobre la enseñanza’, pretende desmenuzar las premisas básicas del rugby infantil, atendiendo a la edad de losniños y a su desarrollo psicomotriz. Asimismo, ofrece a los coacheslas herramientas apropiadas para reflexionar, estimular la capacidad de observación e incentivar la búsqueda y deseos de aprender.
El capítulo cinco, ‘El rugby como herramienta transformadora’, plantea un paralelismo entre la vida y el deporte, señalando las múl-
tiples lecciones que brinda el rugby para ser aplicadas a la vida. En tanto el siguiente, ‘Eliminar prejuicios’, está enteramente dedicado a un desafío mayúsculo: tratar de eliminar los preconceptos que existen alrededor del rugby, como presupuesto para que más niños y jóvenespractiquen este fabuloso deporte.
Por último, el séptimo capítulo es una reflexión final que tiene elpropósito de incentivar a los lectores en la búsqueda de sus propios sueños y metas. En esa tarea, el gran dilema pasa por identificar la misión personal para luego tratar de llevarla adelante sin renuncias ni claudicaciones.
Presentado el libro, los invitamos a adentrarse en el universo del rugby infantil, un mundo apasionante y a la vez diferente. Un lugar único que deja huellas muy profundas en la vida de miles de niños.
CapítuloI
FUNCIONES DEL ENTRENADOR
El coach debe crear el clima emocional para el aprendizaje. Ninguna máquina, por más sofisticada que sea, puede hacer ese trabajo.
Haim Ginnot
La tarea de organizar
Forma de reducir las tareas directivas
En el rugby infantil, la tarea organizativa del entrenador cumple un rol primordial. En cualquier escenario en el que estén involucrados niños que practican deporte, es habitual que la desorganización y el caos se apoderen de la escena si se carece de pautas de organización que seanclaras y a la vez respetadas por todos. En ese contexto, se pierde tiempovalioso en labores que no corresponden propiamente a la enseñanza.En rigor, el entrenador deberá tratar de ser organizado, lo que implicaoptimizar el tiempo con el que cuenta y darle valor.
Es cierto también que el entrenador convive con un panorama engorroso, ya que las tareas suelen ser interminables y el tiempo es sumamente limitado. En este sentido, aprovecharlo al máximo es imprescindible para que el entrenamiento se desarrolle de un modo ágily eficiente. En aras de ese propósito, existen algunas medidas que se pueden implementar para dedicar el mínimo posible a las ‘tareas de dirección’.
Por empezar, en un deporte amateur como este se debe planificar de manera tal que el foco esté en las tareas no directivas o ‘de enseñanza’, con el propósito de optimizar el aprendizaje del jugador. Algunas de las formas de reducir las tareas directivas son las siguientes:
Io Establecer rutinas de organización:que los jugadores incorporen la misma rutina y que esta sea llevada a cabo en formaconjunta, contribuye a optimizar el tiempo. Por ejemplo, que unavez terminado el entrenamiento físico los jugadores se dirijandirectamente al vestuario a ponerse los botines sin necesidad de reunidos e indicarles esa tarea; o que los jugadores sepan de antemano que deberán reunirse en círculo alrededor del entrenadoren el medio de la cancha.
2oAvisos y recordatorios:los avisos y recordatorios son palabrasclave que recuerdan a los jugadores lo que se debe hacer en un momento determinado. Por ejemplo, si el entrenador grita ‘grupo’ ellos deben saber que deberán reunirse en torno a él.
3oFluidez en la comunicación:la fluidez en el rugby infantil esesencial y se logra tratando de evitar las interrupciones o explicaciones extensas. En los niños el periodo de atención es corto,por lo que no se debe ahondar en temas menores. Como entrenadores debemos saber que la atención de los niños es además precaria, porque puede quedar afectada en cualquier momento por factores externos. En función de ello es preciso emplear un discurso sencillo, claro y breve.
Tips de organización
Algunos ‘tips’ contribuyen a disminuir las tareas que hacen a la organización de los entrenamientos:
Que cada juego tenga un nombre:ello es así para que los jugadores recuerden lo que se debe hacer. De esa manera no abundaremos en explicaciones cada vez que debamos hacer un ejercicio. El nombre debe ser sencillo, alusivo y fácil de recordar. Algunos ejemplos: ‘el callejón’; ‘dos perros para un hueso’;‘el pulpo’, etcétera.
Saber el nombre de los jugadores:es fundamental que loscoaches sepan el nombre de sus jugadores no solo por una cuestión organizativa, sino también para llamar la atención del niño e involucrarlo en el mensaje que se pretende transmitir. Los chicosse sienten valorados si hay conocimiento de su persona. Ello loshace saberse importantes.
No separar por nombres sino por ubicación:en los equipos