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No es solo una historia. Es un grito por dentro. Es una vida al borde. Es un chico que casi no fue. Pero fue. Segunda oportunidad es una novela sobre crecer en medio del miedo, sobre las heridas que no se ven, sobre la traición que quiebra… Y sobre la fuerza que aparece justo cuando todo parece terminado. Una lectura necesaria. Un abrazo entre páginas. Un recordatorio de que siempre hay alguien que necesita escuchar: "Estoy con vos."
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Seitenzahl: 27
Veröffentlichungsjahr: 2025
KAREN BARNARD
Barnard, Karen Segunda oportunidad / Karen Barnard. - 1a ed. - Ciudad Autónoma de Buenos Aires : Autores de Argentina, 2025.
Libro digital, EPUB
Archivo Digital: descarga y online
ISBN 978-987-87-6965-3
1. Novelas. I. Título. CDD A860
EDITORIAL AUTORES DE [email protected]
AGRADECIMIENTOS
Prólogo - EL DISPARO QUE NO FUE
CAPÍTULO 1 - EL CHICO QUE CALLABA GRITOS
CAPÍTULO 2 - SOMBRAS EN LA COCINA
CAPÍTULO 3 - EL AMIGO QUE NO PREGUNTÓ
CAPÍTULO 4 - LA VOZ QUE NO VI VENIR
CAPÍTULO 5 - EL VIENTO ME DIJO MAMÁ
CAPÍTULO 6 - EL CHICO QUE NO ENCAJABA
CAPÍTULO 7 - LA MÁSCARA QUE SE ROMPIÓ
CAPÍTULO 8 - NO QUIERO ESTAR ACÁ
CAPÍTULO 9 - EL EXTRAÑO DEL AULA
CAPÍTULO 10 - LA CHICA DEL BAÑO EQUIVOCADO
CAPÍTULO 11 - LO QUE LARA ME DESPERTÓ
CAPÍTULO 12 - LOS MENSAJES QUE NO LLEGARON
CAPÍTULO 13 - EL ÁRBOL QUE ME DETUVO
CAPÍTULO 14 - EL GATILLO QUE NO SONÓ
CAPÍTULO 15 - VOLVER A ABRAZARLA
EPÍLOGO - QUE NADIE SE QUEDE SOLO
A Victoria Marcos, por tu increíble revisión y valiosas sugerencias, las cuales fueron fundamentales para la mejora de este libro.
A Adrián Britos, por tu amistad e inestimable apoyo.
Este libro es mejor gracias a ustedes.
Gracias Dios.
La habitación estaba en silencio. Un silencio tan denso que dolía.
Tenía el arma en la boca. El frío del caño contra mis dientes era real. Tan real como el temblor en mis manos, como el nudo en el estómago. Como el vacío que no me dejaba respirar.
Conté hasta tres.
Uno.
Dos.
Tres.
Y presioné el gatillo.
Pero no pasó nada.
El clic hueco fue más fuerte que una explosión. Me congeló. Me atravesó.
El arma cayó al suelo con un golpe seco.
Me quedé quieto.
Respirando.
Llorando.
Y fue ahí, justo ahí, cuando entendí que aún estaba vivo.
Que no era mi final.
Que quizás… era el principio.
Todo comenzó una tarde cálida, de esas que huelen a campo y vacaciones. El sol pintaba la tierra de oro, y en mi mente, no había lugar para el miedo.
Tenía apenas diez años y estaba con mi prima en la casa de mi tía. Mi mamá reía afuera, lavando ropa, despreocupada. Todo parecía tan… normal.
Hasta que escuchamos el auto.
Un portazo.
Un grito.
Y de golpe, el aire dejó de ser liviano.
Mi prima me agarró del brazo.
—No vayas —me dijo.
Pero ya era tarde.
Abrí la puerta y lo vi.
Mi padre.
Imponente, oscuro, con esa mirada que no necesitaba palabras para causar terror. Lo que pasó después, lo que vino con él… marcó mi vida para siempre.
***
> “A veces, el verdadero infierno no está bajo tierra. A veces, está en la casa donde creciste.”
Después de aquel reencuentro con mi padre, nada volvió a ser lo mismo.
La casa que había sido refugio en el campo se convirtió en una cárcel emocional.
Subí a su camioneta sin mirar atrás.
