Ser la mamá del "Tremendo" - María Emilia Amezcua - E-Book

Ser la mamá del "Tremendo" E-Book

María Emilia Amezcua

0,0
2,99 €

-100%
Sammeln Sie Punkte in unserem Gutscheinprogramm und kaufen Sie E-Books und Hörbücher mit bis zu 100% Rabatt.
Mehr erfahren.
Beschreibung

Este libro es un puñado de relatos sobre el amor y la aventura de aprenderlo día a día. Una trama donde el humor, las experiencias, los temores y el afecto se entretejen para contar lo mágico, "terrible" y maravilloso que es transitar la maternidad y la docencia. En cada relato se van entrelazando anécdotas, reflexiones, pensamientos y puntos de vista en donde la docencia y la maternidad crean puentes de encuentro, para quienes a diario acompañamos las infancias.

Das E-Book können Sie in Legimi-Apps oder einer beliebigen App lesen, die das folgende Format unterstützen:

EPUB
MOBI

Seitenzahl: 51

Veröffentlichungsjahr: 2023

Bewertungen
0,0
0
0
0
0
0
Mehr Informationen
Mehr Informationen
Legimi prüft nicht, ob Rezensionen von Nutzern stammen, die den betreffenden Titel tatsächlich gekauft oder gelesen/gehört haben. Wir entfernen aber gefälschte Rezensionen.



María Emilia Amezcua

Ser la mamá del “Tremendo”

Un libro sobre la aventura de aprender las exigencias del amor

Amezcua, María Emilia Ser la mamá del Tremendo : un libro sobre la aventura de aprender las exigencias del amor / María Emilia Amezcua. - 1a ed. - Ciudad Autónoma de Buenos Aires : Autores de Argentina, 2023.

Libro digital, EPUB

Archivo Digital: descarga y online

ISBN 978-987-87-3591-7

1. Narrativa. I. Título. CDD 649.154

EDITORIAL AUTORES DE [email protected]

Tabla de contenidos

Gracias

PRÓLOGO

HACE UN RATITO

TODO EMPIEZA CON “A” DE AMOR

La previa

HOLA JARDÍN

MI SEÑO MÁGICA

LAS COSAS QUE IMPORTAN

¿CÓMO ME HE CONVERTIDO EN ESTO?

“IGOR”

SER LA MAMÁ DE JUAN

NO ESTARÁS SOLO

CUIDAR LO PEQUEÑO

CUANDO EL AMOR TE ENCUENTRA

“¡MAAAÁ! DIGO SEÑO”

CORAZÓN DE ÁRBOL

SOLTAR

Más Gracias

Gracias

A Lucas, Juan, Mateo y Tomás. Por todas las mamás que fui, soy y seré junto a ellos.

A mis abuelas María y Tina y a mi mamá Mily: lo mejor del amor se transmite, se hereda y se transita.

A mis alumnos y sus familias: por permitirme acompañar las infancias, las crianzas y los lazos.

PRÓLOGO

Todo empieza con la “A” de animarse, de aventurarse, de abrirse, de abrazar, de agradecer, de abrigar…

Puedo decir que coincido con la autora de este libro en que todo comienza con la “A”...

Animarse a decir y poner en palabras aquello que muchas docentes mamás atravesamos a lo largo de nuestra vida profesional, que fluye paralelamente a nuestra vida personal, donde abrazamos y abrigamos a nuestros hijos e hijas, como si fueran parte de un lago donde confluyen dos aguas.

En esta maternidad docente, o en esta docencia maternal, las aguas se mezclan maravillosamente en ese sabor dulce y salado de todo lo que a menudo está bien y otras veces nos cuesta tanto…

Nos lincha el alma la necesidad de hacer algo por las infancias, con ese espíritu altruista de quien pretende con sus acciones cambiar el mundo de una vez y para siempre…

Nos encontramos muchas veces con la mirada de nuestros hijos en los ojos de nuestros alumnos, los que secamos de lágrimas de dolor, de angustia, de desconsuelo.

¡Nos convertimos en madres tantas veces dentro del Jardín! ¡Y nos convertimos en seño tantas veces dentro de casa!

¡Ay la vida misma!

En una sociedad posmoderna que pone en jaque toda estructura, todo sentimiento, todo lo que nos pasa, como si vivir mismo ya fuera una causa de culpa, asumir sin temores la aventura cotidiana de la maternidad y la docencia es todo un desafío.

Emilia logra transportarnos en cada uno de los relatos a escenas que todo docente ha vivido alguna vez… arranca lagrimones y sonrisas por igual, con una poética especial en cada texto, cargado de significados para construir con el otro, en ese universo de sensaciones compartidas.

Me he dejado habitar por cada una de sus palabras, y me acerqué a mí misma, a mis hijas y a mis propios alumnos y alumnas multiplicados por tantos años de ejercicio, para decirles, acá estoy y allí estuve, con todo lo que soy y todo lo que tengo para ofrecer, con una mezcla inexacta de ingredientes, como esas recetas de la que nadie tiene las medidas y que se hacen a ojo…

Hicimos, como Emilia, a ojo y como pudimos, interpelados también desde el niño que fuimos, desde la madre que somos y desde la maestra que quisiéramos ser…

Antes que algún otro niño o niña me diga mamá, abuela, o antes de escuchar a mis hijas decirme seño para pedirme algo en casa, tengo que anticiparles algo a quienes se sumerjan en la lectura de este libro:

Con “A” de advertencia…

Lean este libro eligiendo su propia aventura. Siéntanse como Emilia, protagonistas de su propia historia. Es el boleto necesario para este viaje a través de la “maternicencia”.

Leila Daleffe

HACE UN RATITO

Hace rato vengo rumiando este libro, entre inseguridades y miedos, embarazos, partos y puerperios, lactancias y primeros pasos. Soy mamá y seño de varios cachorros humanos, y las infancias me atraviesan, me interpelan, me cuestionan… Y claro que sí, muchas veces me duelen, me enojan ciertas realidades, me inmovilizan. Por suerte mi parte “no inmóvil” es más tozuda, y es la que me hace querer cambiar algo.

Este libro comenzó como un diario de aventuras de mi hijo Juan, como un homenaje de agradecimiento a su primera seño de Jardín, y medio en risa medio en serio, como una necesidad de hermanar con otras mamás con miedos, cansancios, cuestionamientos parecidos a los míos. O quizás solamente necesitaba soltarlo.

Hoy me reencuentro con estos escritos y no puedo evitar sentir que soy otra persona. Los leo con paz, y puedo reconocer con alegría que he cambiado, que cada hijo, cada maternidad ha metamorfoseado mi alma de maneras que jamás imaginé… Y ahí viene mi relación con la escritura: cada fibra de mi cuerpo ama escribir desde que tengo memoria, pero no sé si esto que hago es “ser escritora”. A ver si puedo explicarme mejor: escribo para mis alumnos, para las personas que me importan. Escribo cuentos, canciones, relatos para ellos. Planifico, garabateo ideas, hasta en las manos me escribo cosas para no olvidarlas después. Pero cada vez que imagino a mis escritoras o escritores favoritos creando sus obras pienso en un escritorio, un lugar ameno y calmo, con flores, aromas ricos, una gran ventana, quizás música tranquila de fondo… Mi realidad es otra. Yo escribo en la cocina de mi casa, con una pila de ropa por doblar como compañía, que me mira amenazante, a punto de cobrar vida. Escribo con ellos correteando a mi alrededor, con el sonido de algún youtuber