Sinergias entre la psicología y el coaching - Elena Pérez-Moreiras López - E-Book

Sinergias entre la psicología y el coaching E-Book

Elena Pérez-Moreiras López

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Esta obra quiere mostrar de manera sencilla las grandes conexiones que existen entre la psicología y el coaching, así como reflejar las distintas miradas que de estas conexiones tienen profesionales y organizaciones relacionados con las mismas. Sinergias entre la psicología y el coaching es un canto a la colaboración, al hermanamiento de dos formas del saber, que en acción conjunta han tenido, tienen, y tendrán sin duda, un efecto muy superior a la suma de sus efectos individuales. Este libro quiere aportar su grano de arena para que coaches y psicólogos se abran a lo que pueden aprender unos de otros, compartan su pasión por el desarrollo del ser humano y consigan ser ejemplo de escucha, diálogo y cooperación en un mundo en el que todos los esfuerzos por hacer crecer al ser humano merecen la pena.

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SINERGIAS ENTRE

LA PSICOLOGÍA Y

EL COACHING

Ciencia y arte al servicio del desarrollo humano

 

 

 

 

 

   

Multiversidad Improving NetworkCOORDINADORA: ELENA PÉREZ-MOREIRAS López

Categoría: Crecimiento personal

Colección: Autoayuda, coaching, mindfulness, neurociencias y psicología

 

Título original: Sinergias entre la Psicología y el Coaching.

Ciencia y arte al servicio del desarrollo humano

 

Primera edición: Diciembre 2020

© 2020 Editorial Kolima, Madrid

www.editorialkolima.com

 

Autora: Elena Pérez-Moreiras López

Dirección editorial: Marta Prieto Asirón

Diseño de cubierta: Sergio Santos Palmero

Maquetación: Carolina Hernández Alarcón y Lucía Alfonsín Otero

 

ISBN: 978-84-18263-67-5

Impreso en España

 

No se permite la reproducción total o parcial de esta obra, ni su incorporación a un sistema informático, ni su transmisión en cualquier forma o por cualquier medio, sea este electrónico, mecánico, por fotocopia, por grabación u otros métodos, el alquiler o cualquier otra forma de cesión de la obra sin la autorización previa y por escrito de los titulares de propiedad intelectual.

Cualquier forma de reproducción, distribución, comunicación pública o transformación de esta obra solo puede ser realizada con la autorización de sus titulares, salvo excepción prevista por la ley. Diríjase a CEDRO (Centro Español de Derechos Reprográficos) si necesita fotocopiar o escanear algún fragmento de esta obra (www.conlicencia.com; 91 702 19 70 / 93 272 04 45).

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Sinergia es la acción de dos o más causas cuyo efecto es superior a la suma de los efectos individuales.

 

 

 

«Sinergias entre la Psicología y el Coaching» es un canto a la colaboración, al hermanamiento de dos formas del saber, que puestas en acción conjunta han tenido, tienen, y tendrán, sin duda, un efecto muy superior a la suma de sus efectos individuales.

Prólogo

Para mí es un tremendo orgullo y un placer escribir el prólogo de este que, más que un libro, considero un manual imprescindible para cualquier coach que quiera hacer un Coaching de calidad, fundamentado en las bases psicológicas que sin duda alguna tiene esta disciplina.

Doy las gracias a Elena Pérez-Moreiras por concederme este privilegio. Además, diré que me encanta ver cómo los sueños se hacen realidad, porque, como ella dice en la introducción de este libro, hace ya nueve años que tuvo esta visión, esta idea (soy testigo de ello), y hoy por fin se ve cumplida y materializada, como otras muchas.

La principal virtud, y también el principal reto de este libro, está en haber coordinado a casi cincuenta y nueve autores y colaboradores, cada uno de ellos muy relevante en el tema sobre el cual escribe. Gracias, Elena, por ayudar a dar a luz a este compendio de Psicología y Coaching tan necesario en este momento en el que existe un gran debate sobre dónde están las barreras entre ambas disciplinas.

El título en sí es muy clarificador acerca de lo que pretende esta obra. Se habla de «sinergias entre la Psicología y el Coaching», entendiendo por sinergia «la acción de dos o más causas que generan un efecto superior al que se conseguiría con la suma de los efectos individuales», y sin duda alguna esto es lo que ocurre en este libro. El Coaching, como proceso psicológico que complementa en gran medida algunos de los presupuestos más fundamentales y nucleares de la Psicología (especialmente los que tienen que ver con la Psicología Positiva en general y el despliegue del talento y la consecución de objetivos, entre otros).

El subtítulo de esta obra es «Ciencia y arte al servicio del desarrollo humano». Destacaría el balance entre lo riguroso y científico de los métodos y presupuestos del Coaching y el «arte» necesario para el entendimiento del mismo, y sobre todo en su aplicación. En ambos casos, ciencia y arte estarían al servicio del desarrollo humano, que es lo que pretende el Coaching en último término: liberar todo el talento posible, diseñando y definiendo objetivos, y acompañando el cumplimiento de los mismos, ya sea a individuos, parejas, equipos u organizaciones.

Basta mirar el índice de este libro para identificar tres características que me gustaría resaltar. En primer lugar, el rigor. Rigor metodológico y científico en cuanto a datos, contenidos y fuentes. En segundo lugar, la diversidad. Diversidad de escuelas, autores, corrientes y opiniones. Y, por último, quizás como consecuencia de los dos anteriores, una gran integralidad, haciendo de este libro un compendio donde se reúnen y defienden diferentes escuelas, autores, metodologías y orientaciones. En este sentido me atrevería a afirmar que esta es una obra imprescindible para cualquier coach que quiera basarse en los fundamentos más profundos y rigurosos que la Psicología ofrece al Coaching.

Aunque sería muy lógico leer este libro desde el inicio al fin, se puede ir directamente a cualquiera de sus capítulos que sea de nuestro interés, ya que todos ellos gozan de identidad individual. No obstante, como ya he destacado antes, se trata de una obra tan completa que merece la pena que dediquemos el tiempo necesario a su lectura, ya que nos va a descubrir temas tan importantes como:

 

Las principales corrientes (poniendo énfasis en las que vienen del mundo hispano)Aportaciones conceptuales que provienen de la Psicología como cienciaInteresantes aportaciones de coaches de referencia (no solo hispanoparlantes, sino también del mundo anglosajón)El Coaching Energético, campo en el que trabaja Elena Pérez-Moreiras y sobre el que está realizando un doctorado, que espero vea la luz en breveLa importancia de la supervisión en el CoachingLas diferencias entre Coaching y psicoterapia

 

Un menú realmente variado que convierte a este libro en un «imprescindible» para un ejercicio riguroso y fundamentado del Coaching.

Aunque no sabemos cómo se le llamará dentro de algunos años a la época que nos está tocando vivir, con la pandemia que tenemos desde marzo o abril de este año, sí podemos decir que esta es una obra «post-Covid». Por esto mismo, su pertinencia es mayor aún ahora, cuando la desesperanza y el miedo campan a sus anchas en todas las sociedades. Tanto la Psicología como el Coaching nos dan claves y muchas herramientas para poder acompañar a las personas y equipos que lo necesiten que, me temo, van a ser muchas.

Gracias a todos los autores y colaboradores por su implicación, y especialmente a Elena Pérez-Moreiras por haberlo coordinado y soñado.

Querido lector, querida lectora, espero que lo disfrutes tanto como lo he hecho yo.

 

Ovidio Peñalver Martínez

Las Rozas (Madrid), 4 de noviembre de 2020

INTRODUCCIÓN

Siempre me he sentido un tanto «en la estratosfera»; quizás por ello el avión en el que estoy volando hoy de Madrid a Ginebra sea el mejor lugar para escribir estas líneas.

Estar en las nubes me gusta. De hecho, hace nueve años un gran amigo me dijo en una ocasión muy especial que al mirarme había visto un águila que volaba libre en el cielo. Esta información fue muy reveladora para mí. Durante toda mi vida con frecuencia he soñado que soy un águila y que vuelo libre dejándome mecer por el viento. Resultado de ese profundo sentimiento de libertad es este libro que ahora tienes en tus manos.

En junio de 2011, en la comida veraniega de responsables de equipos de trabajo del grupo de Psicología y Coaching del Colegio de Psicólogos de Madrid, les comenté que tenía un sueño: hacer un libro en el que reflejáramos las enormes conexiones que existen entre la Psicología del desarrollo humano y el Coaching, y les invité a que fuera un sueño compartido.

Han tenido que pasar nueve años para que ese sueño colectivo se hiciera realidad.

Fe y perseverancia son dos buenos ingredientes para alcanzar el éxito. Creo que ambas son cualidades que describen a los autores de esta obra que tienes entre tus manos. El éxito para nosotros era lograr ofrecerte este libro para que tú, vengas de la Psicología, del Coaching o de ninguno de estos dos ámbitos, puedas profundizar en todo aquello que los une.

Lo que nos ha hecho dedicar nuestra energía a la realización de esta obra es querer mostrar de manera sencilla las grandes conexiones que existen entre la Psicología y el Coaching, así como reflejar las distintas miradas que de estas conexiones tienen profesionales y organizaciones relacionados con las mismas.

Como verás, todavía queda camino por hacer para conseguir que algunos profesionales de una y otra área se tengan como fuentes de enriquecimiento e inspiración mutuas.

Para nosotros, ambas áreas del saber tienen una misma razón de ser: contribuir al crecimiento del ser humano y a la construcción de un mundo mejor; y estamos convencidos de que desde la colaboración llegaremos más lejos en la consecución de estos apasionantes objetivos.

Mi propósito de vida es contribuir a la creación de un mundo mejor –desde mi pequeñez–, poniendo mi alma al servicio de los demás y de mí misma. Ese propósito incluye:

Crear espacios de colaboración, respeto, aceptación y escucha profundos.Colaborar para elevar la dimensión energética del ser humano a la categoría de inteligencia.Contribuir a construir una comunidad espiritual e informal, la MultiversidadImprovingNetwork1, donde se reúnen profesionales de todas las disciplinas, tendencias, estamentos y culturas. Un espacio abierto, cooperativo, integrativo y global cuya misión es co-crear el mundo que nos merecemos y YA ES.Ser fiel a mí misma y a mi propósito para poder dar lo mejor de mí en forma de servicio a los demás.

 

Este libro pretende ser un pedazo de ese espacio abierto, cooperativo, integrativo y global que hace unos años Vikki Brock me mostró como requisito fundamental para que en 2025 el Coaching pudiera ser la palanca de transformación social que todo coach desea.

Hoy, en marzo de 2019, este libro quiere aportar su grano de arena para que coaches y psicólogos se abran a lo que pueden aprender unos de otros, compartan su pasión por el desarrollo del ser humano y consigan ser ejemplo de escucha, diálogo y cooperación en un mundo en el que todos los esfuerzos por hacer crecer al ser humano merecen la pena ser llevados a cabo.

Además pretende ser una invitación para que todo psicólogo y coach que no conozca en profundidad a la otra parte se acerque con mente de principiante a lo que de la otra rama pueda aprender. Con esta actitud, el crecimiento y el progreso están garantizados.

Esperamos que disfrutes tanto con la lectura del libro Sinergias entre la Psicología y el Coaching como nosotros lo hemos hecho escribiéndolo.

Desde aquí todo mi agradecimiento a las cincuenta y nueve personas2 que durante todos estos años han participado aportando su energía e impulso para la materialización de este proyecto. Sin vosotros, sin todos y cada uno de vosotros, hubiera sido imposible. ¡GRACIAS!

 

Elena Pérez-Moreiras

14 de marzo de 2019, en algún lugar de la atmósfera volando de Madrid a Ginebra

1 Ver más sobre la Multiversidad Improving Network en la página 485.

2 Personas que han contribuido a que hoy puedas tener en tus manos esta obra: Luis Picazo, Julio César Díaz, Ovidio Peñalver, Luis Barbero Hernández, Elena Gutiérrez Sánchez, Carlos Moya, Genoveva Vera, Isabel Aranda, Alfonso Medina, Vikki Brock, Cristina Izquierdo, Inmaculada Jaén, Miriam Ortíz de Zárate, Paloma Barreda, Myriam Álvarez, Alfonso Alonso, Juan José Álvarez, Alicia Torres, Aroa Ruiz, Dafne Cataluña, Carmen Cruz Fábrega, Elena Ivonne Daprá, Techu Arranz Basagoiti, Maite Sánchez Mora, Cris Bolívar Daniel Taroppio, Miguel Ángel Velázquez, Teri-E Belf, John Collings, Leatra Harper, Marlis González, Eduardo Maza Atienza, Marisa de Pablo Velasco, Amira Bueno Herdoíza, Ana Vázquez de Parga, Mariló Moreno, Santiago García Estebaranz, Lalu Gómez, Mª Luisa Ramírez Ortega, Carmen Quesada Carcelén, Alejandro Amengual, Pinar Sacristán, Mercedes Valladares, Concepción Báez Testal, Juan Manuel Neira, David Cabello González, María Manzano, Damian Goldvarg, Norma Perel, Julio Olalla, Rosa Mª Barriuso, Cris Moltó, María Teresa Alonso, Germán Antelo, Jesús Rodríguez, Carlos Fernández, Julio Marco, Luis Miró, Juan Carlos de la Osa. De todos ellos se hablará en este libro. Al final de este libro se incluye además una reseña profesional de todos ellos.

1. El papel de la psicología y el enfoque existencialista en el coaching

El coaching como proceso psicológico. Una definición del coaching desde la psicología

Elena Pérez-Moreiras

¿Qué es el coaching?

ICF, International Coach Federation, define el Coaching como «una asociación con los clientes en un proceso creativo y estimulante que les sirva de inspiración para maximizar su potencial personal y profesional».

Para AECOP, la Asociación Española de Coaching Ejecutivo y Organizativo, es «un proceso de acompañamiento individual o de equipo, mediante el cual se pretende que una persona o grupo de personas consigan objetivos definidos por estos. A través de una relación profesional continuada, la persona que recibe un proceso de Coaching profundiza en su conocimiento, amplía su conciencia sobre ciertos aspectos profesionales-organizativos y es capaz de tomar mejores decisiones, fortaleciendo las competencias profesionales que para ella sean pertinentes con respecto a su desempeño profesional».

Según los involucrados en esta relación, hay distintos tipos de Coaching. Si la relación se establece entre:

Dos personas, (coach y cliente), hablaremos de CoachingindividualUna persona y un equipo, (coach y equipo), hablaremos de Coaching de equiposUna persona y un grupo, (coach y grupo), hablaremos de CoachinggrupalUn coach y varias personas y el vínculo que las une, hablaremos de Coaching de vínculo

 

La primera característica esencial de un proceso de Coaching, a diferencia de otros (consultoría, asesoramiento, terapia, etc.), es que la relación que se establece es de carácter horizontal, lo que quiere decir que ninguna de las partes ocupa una posición de superioridad ante el otro en cuanto a estatus, conocimiento o ningún otro factor.

El papel del coach es el de «estimulador e inspirador» de quien es objeto de su trabajo (persona, sistema o relación).

El papel del cliente es el de «impulsor activo de su propio aprendizaje». Es él mismo el que cuestiona, diseña alternativas, analiza, elige, emprende acciones, prueba su efectividad, consolida o no y pone en práctica lo aprendido mediante cambios que le afectan interna y externamente. Estos cambios se reflejan siempre conductualmente.

En ocasiones estos cambios pueden ser muy sutiles y para ser observados se requiere una atención concentrada. Incluso desde fuera, para un observador externo, pueden no ser percibidos; aún así, el interesado, el cliente, expresa formalmente cómo siente y observa estos cambios en sí mismo y verbaliza cómo se van producido a lo largo del proceso y las consecuencias que para él tienen.

El coach acompaña a su cliente en su camino hacia las metas que este propone, un camino de exploración, descubrimiento, ampliación de consciencia, conocimiento, toma de decisiones y actuación. Un camino de aprendizaje en el que su principal recurso es él mismo.

El Coaching concibe al cliente como un ser experto en sí mismo y con total capacidad para lograr lo que desea (principio de completud)3.

Base y fundamentos del coaching

¿Cuáles son los fundamentos del Coaching? ¿En qué se apoya para existir y ser eficaz? Relación, reflexión, decisión, análisis, conducta, sintonía, escucha, mirada sincera, libertad, confidencialidad, seguridad, conexión, emociones, impulso, acción, pregunta, movimiento, confianza, empoderamiento, acompañamiento, aceptación incondicional, silencio, sostén, liviandad, objetivo, deseo, compás, descubrir, vivencia, libertad, permiso para errar, experimentación, juego, energía, cuerpo, gesto, honestidad, humildad, sencillez, aprendiz, luz, brillo, expansión, crecimiento, proyección... son términos que emergen en la respuesta.

De los conceptos anteriores, tan relacionados con el proceso de Coaching, lo básico, sin lo cual todo lo demás no puede aparecer, es la relación.

Ya muchos autores reconocen la naturaleza de la relación como el elemento determinante del éxito del Coaching. Ahora bien, aquello totalmente necesario y sin lo cual la relación no existe es la conducta: «manera con que los hombres y las mujeres se comportan en su vida y acciones», conforme a la RAE.

Sin la conducta el coach no llega al cliente; sin la conducta el cliente no llega al coach. Sin la conducta, no existe la relación, no existe el proceso de Coaching, no hay posibilidad de inspiración, sintonía, conexión, impulso, aceptación, etc.

Afirmamos pues que el elemento básico y en el que se apoya todo proceso de Coaching es la conducta de dos personas. La de cada una de ellas impacta recíprocamente en el otro y provoca un baile entre ambos, al son de una sintonía que se retroalimenta a sí misma en una relación circular, ascendente y recurrente.

Una conducta, la del coach, que una vez que se pone en juego mediante la realización de preguntas, la invitación a acciones o el planteamiento de determinados estímulos, provoca en el cliente una respuesta, que, antes de ser conducta, ha sido pensamiento, sentimiento-emoción, para salir al exterior en forma de corporalidad y lenguaje verbal.

Es decir, el coach, con su acción comportamental, provoca en el cliente determinados pensamientos y sentimientos que a su vez se convierten en respuestas comportamentales por parte de este. Y, ante las respuestas del cliente, el coach reacciona de la misma manera.

La psicología

La RAE define el término Psicología como4:

Parte de la filosofía que trata del alma, sus facultades y operacionesTodo aquello que atañe al espírituCiencia que estudia los procesos mentales en personas y en animalesManera de sentir de una persona o de un puebloSíntesis de los caracteres espirituales y morales de un pueblo o de una naciónTodo aquello que se refiere a la conducta de los animales

 

Para esta ocasión proponemos fundir y actualizar todas estas definiciones en una sola: La Psicología es la disciplina que trata del alma, sus facultades y sus operaciones, así como de todo aquello que atañe al espíritu. Proviene de la Filosofía. A finales del siglo XIX se constituye como ciencia que estudia los procesos mentales y sus bases biológicas en personas y animales (individual y colectivamente), lo que incluye sus formas de sentir, pensar, expresarse, sus características espirituales y morales, y todo aquello que se refiere a la conducta (Pérez-Moreiras, 2020).

En la filosofía griega y medieval se entenderá que el objeto de la Psicología es el alma, y a partir de la Edad Moderna la mente y la conciencia. Por su parte, la Psicología científica renuncia, naturalmente, a la investigación del alma, conformándose con la «comprensión de la mente, la conducta o los procesos biológicos que subyacen a ambos, tratando de descubrir su estructura, mecanismos y actividad, y la aplicación de dichos conocimientos a los distintos ámbitos en los que el ser humano se desenvuelve». Recientemente el Instituto para la Investigación del Talento y del Nuevo Liderazgo, RH ASESORES IMPROVING, integrante de la MULTIVERSIDAD IMPROVING NETWORK, ha comenzado un movimiento de integración de todo el saber que se ha desarrollado hasta la actualidad relacionado con la conducta y el desarrollo del talento a lo largo de toda la historia de la Psicología (antes y después de constituirse como ciencia), materializado en el constructo de Inteligencia Energética y la tesis doctoral de la que soy autora y que se expondrá públicamente en los próximos meses.

Cuando hablamos aquí de Psicología, no nos estamos refiriendo a la Psicología clínica5, sino a la Psicología general y aplicada, aquella que estudia los procesos y conductas humanas sanas que se manifiestan en contextos habituales de la vida diaria y que no conllevan dolencia o enfermedad. Incluimos todo el vasto cuerpo de conocimiento relacionado con la Psicología del Desarrollo Humano, el Aprendizaje, la Psicología Evolutiva, la Psicología Positiva, la Psicología Diferencial, etc., que tiene como objeto de estudio el comportamiento humano sano y su capacidad para crecer y desarrollarse.

Procesos psicológicos y coaching

Según José Luis Martorell y José Luis Prieto6, el objeto de estudio genuino de la Psicología general son los procesos psicológicos, que suelen clasificarse en estos tres grupos:

Procesos conductuales, principalmente los procesos de aprendizaje.Procesos cognitivos, tanto inferiores (percepción y memoria) como superiores (pensamiento y lenguaje).Procesos de motivación y emoción.

 

Y, sobre los aprendizajes básicos añaden: «implican la realización duradera de conductas nuevas, adquiridas mediante la práctica, o la inhibición de conductas ya aprendidas o instintivas».

Ricardo Tamayo, doctor por la Universidad Humboldt de Berlín, dice que «la existencia de un proceso propiamente psicológico normalmente se postula tras preguntarse el por qué y el cómo acerca de una conducta, un pensamiento o una emoción. Por ejemplo, ahora estoy pensando en mi abuela que murió hace muchos años. ¿Qué proceso psicológico hace posible que tenga este pensamiento? Probablemente la memoria. Y, ¿cómo funciona la memoria? Por asociaciones. Y ¿qué es una asociación? Es una red de significados que he construido a lo largo de mi vida. Por lo tanto, los procesos psicológicos constituyen hipótesis detalladas que proveen predicciones contrastables y conocimientos acerca del comportamiento. La Psicología como ciencia asume que todos los seres humanos compartimos los mismos procesos psicológicos (cómo la memoria), aunque los realizamos de una manera diferente de acuerdo con nuestra historia individual de experiencias con el mundo.

»El conjunto de todos los procesos psicológicos suele clasificarse en procesos psicológicos básicos y procesos psicológicos superiores.

»Los procesos básicos son teóricamente tan simples que no pueden dividirse en subcomponentes, mientras que los procesos psicológicos superiores normalmente están compuestos por una combinación más o menos compleja de varios procesos psicológicos básicos.

»Un ejemplo de un proceso psicológico básico puede ser la atención. Se supone que podemos enfocar nuestra atención en algún estímulo del ambiente, lo cual nos permite que realicemos operaciones psicológicas más complejas. Un ejemplo de un proceso psicológico superior puede ser la abstracción. Se supone que yo puedo entender o crear un concepto complejo como el de libertad al aplicar procesos psicológicos más simples como la memoria, la atención, la percepción y la emoción.

En conclusión, si alguien nos pregunta en qué consiste la Psicología, una buena alternativa de respuesta sería: es el estudio y la explicación de los procesos que posibilitan la conducta, los pensamientos y las emociones. Estos procesos se basan en la biología y en el contexto social, pero no se reducen a ellos. Algunos ejemplos clásicos de procesos psicológicos serían el aprendizaje, la memoria, la abstracción, etc.».

El Coaching es sin duda un proceso psicológico por el que pasan el coach y el cliente, basado en la conducta y que tiene un efecto también comportamental en ambos. En este contexto, completamos la definición de Coaching de la ICF, diciendo:

«El Coaching es una metodología de desarrollo de personas que opera a través de la conducta, en la que un profesional, llamado coach, colabora con su cliente (persona o sistema) en un proceso creativo y estimulante que le sirve a este último de inspiración para maximizar su potencial personal-profesional y alcanzar sus metas». Este proceso creativo se concreta en un conjunto de fases sucesivas que conllevan, por ambas partes (coach y cliente), el tránsito por:

Procesos cognitivos inferiores (percepción y memoria) y superiores (pensamiento y lenguaje).Procesos de motivación y emoción.Procesos conductuales que demuestran o ponen en evidencia el aprendizaje mediante la puesta en práctica de conductas diferentes a las realizadas con anterioridad por parte el cliente y que provocan cambios en él mismo y en su entorno, que le permiten alcanzar sus metas».

 

El Coaching es pues, un proceso psicológico de desarrollo de personas y profesionales que permite acompañarlos en su caminar hacia la consecución de sus metas.

Conexiones entre la psicología y el coaching

Las conexiones que encontramos entre ambas disciplinas son múltiples. Entre las más destacadas enumeramos las siguientes:

No hay Coaching sin conducta (humana), y la conducta es el foco de estudio de la Psicología.Tanto el coach como el cliente influyen el uno en el otro mediante la puesta en práctica de unas cadenas de estímulos-respuestas recíprocas de naturaleza dinámica, circular y recurrente.Toda dinámica de Coaching es posible gracias a la puesta en funcionamiento de unos procesos que son de naturaleza psicológica: atención, percepción, memoria, abstracción, asociación, pensamiento analítico y sintético, lenguaje, identificación, vivencia y elaboración de sentimientos y emociones, motivación, reacción comportamental, etc.Estos procesos afectan al individuo de manera integral, holística e indivisible.La Psicología es la ciencia que estudia la conducta humana y en ella se incluye todo lo relativo a la capacidad y los procesos por los que pasa el ser humano para manifestarse, crecer y desarrollarse.Respecto a esta última tiene especial influencia su capacidad para aumentar su nivel de consciencia. La Psicología es la ciencia que estudia de manera profunda los aspectos conscientes, preconscientes e inconscientes del comportamiento humano.Solo desde el ejercicio de este autoconocimiento, desde la puesta en práctica de la auto-regulación, partiendo de un profundo sentido de la auto-aceptación-estima-cuidado, se logrará el auto-desarrollo-proyección, objetivo esencial en un proceso de Coaching para el cliente y base fundamental para el mantenimiento y el incremento futuro del nivel de competencia de cualquier coach. Estos campos son objeto esencial de estudio de la Psicología básica, de la Psicología del desarrollo humano y de la Psicología evolutiva.

 

La Psicología pues ofrece y puede ofrecer grandes aportaciones al Coaching, y el Coaching posee una fundamentación psicológica clara y esencial. La colaboración entre ambas disciplinas, la creación de espacios de enriquecimiento, diálogo y aprendizaje mutuos abrirá sin duda grandes ventanas al desarrollo y el progreso humanos.

Algunos autores y aportaciones conceptuales de la psicología que encontramos en la base de los procesos de coaching

A continuación, presentamos una tabla en la que aparecen algunos autores y sus aportaciones conceptuales, que no pretende ser única, ni completa. De hecho, tan solo es una muestra del vasto legado que la Psicología aporta al mundo del Coaching. Muchos son los autores y fenómenos que falta por incluir y animamos a los lectores a ampliar este listado para beneficio de ambas disciplinas.

 

 

Allaire, Barbara

Curva de Hostilidad

Aranda, Isabel

Modelo de Emociones Capacitantes en Coaching

Argyris, Chryls

Escalera de Inferencias/Aprendizaje de Doble Bucle/Columna Izquierda

Aspinwall, Lisa G.

Auto-regulación y papel de las emociones y expectativas en este proceso

Bandura, Albert

Aprendizaje Social, Modelado/Auto-eficacia/Autocontrol: Auto-observación, Auto-evaluación y Auto-refuerzo

Bar On, Reuven

Inteligencia General=Inteligencia Emocional+Inteligencia Cognitiva

Bateson, Gregory

Enfoque sistémico de la comunicación humana: Feedback

Beck, Aaron

Reestructuración Cognitiva

Blander, Richard

PNL

Blay Fontcuberta, Antonio

Psicología de la Auto-realización

Bloch, Susana

Sistema Alba Emoting, que permite la inducción y modelación emocional

Boyatzis, Richard

Competencias directivas/desarrollo de competencias

Breithaupt, Fritz

Empatía, culturas de la empatía

Brizendine, Louane

Configuración cerebral femenina y masculina

Buzan, Tony

Mapas mentales

Cacioppo, John

Contagio emocional. La emoción viaja de fuera a dentro

Cavanagh, Michael J.

«Ocupación de espacios» en la relación coach-cliente y el resto según la Psicología Sistémica

Chesney, Edwin A.

Teoría de la Fijación de Objetivos

Coll, Cesar

Principios constructivistas (6) del aprendizaje

Covey, Steven

Círculo de Influencia

Csikzentmihalyi, Mihalyi

Estados de fluidez

D’Zurilla, Thomas

Terapia de la Solución de Problemas

Davidson, Richard

Neuroplasticidad

Davis, Flora

Lenguaje no verbal

de Bono, Eduard

Creatividad

Diamond, Lisa M

Contagio de emociones: unidad de regulación psicobiológica mutua

Ekman, Paul

Emociones

Ellis, Richard

Auto-aceptación

Ellis, Albert

Terapia racional emotiva

Elster, John

Contagio emocional. Alquimias de la mente

Eric, Berne

Análisis transaccional. Psicología de las relaciones humanas

Erickson, Milton

Hipnosis

Festinger, Leon

Disonancia cognitiva

Freud, Sigmond

Yo, ello, súper-yo

Friedman, Howard

Contagio emocional

Gardner, Howard

Inteligencias múltiples

Gendlin, Eugene

Focusing

Germer, Christopher

Mindfulness

Goleman, Daniel

Inteligencia emocional

Golfried, Joseph

Generación de alternativas. Terapias cognitivas

Graves, Clare W.

Estadios evolutivos del ser humano, Psicología Transpersonal

Grinder, John

PNL

Harvey A, Carr

Auto-estima y concepto de verificabilidad

Harfield, Elaine

Contagio emocional. La emoción viaja de fuera/adentro

Hellinger, Bert

Leyes del amor

Ingham, Harry

La Ventana de Johari

Kabat-Zinn, Jon

Mindfulness, Body Scan

Kelly, Gorge

Teoría de los Constructos Personales y Constructivismos Alternativo

Koffka, Kurt

El Movimiento Aparente; Teoría del Fenómeno Phi; Ley de la Prägnanz (Pregnancia)

Köhler, Wolfgang

El Movimiento Aparente; Teoría del Fenómeno Phi; Ley de la Prägnanz (Pregnancia)

Kolb, David

Ciclo de Aprendizaje a través de la Experiencia

Latham, Gary P.

Teoría de la Fijación de Objetivos. La motivación de la meta y sus implicaciones en la eficiencia y aprendizaje en las organizaciones

Levy, Norberto

La sabiduría de las emociones, utilidad de las emociones «negativas»

Lewin, Kurt

Teoría del Campo. El cambio: fuerzas de apoyo y resistencia negativa y que generan fuerzas repulsivas

Linehan, Marsha M.

Toma de consciencia de nuestras emociones: mindfulness

Locke, Edwin A.

Teoría de la Fijación de Objetivos. Explica las acciones humanas en situaciones de trabajo específicas

Lowen, Alexander

Bionergética pone el acento en la estructura corporal y en la identificación de la mente y del cuerpo

Luft, Joseph

La Ventana de Johari

Luria, Alexander

Mapas mentales

Martin, Sellingman

Psicología Positiva

Maslow, Abraham

Auto-estima, auto-confianza

Mayer, John

Inteligencia emocional

McClelland, David

Competencias

McGregor, Douglas

Concepción del individuo desde la teoría y para aumentar su motivación hacia la consecución de metas

McNeill, Robert

Curva de Hostilidad

McWrither, John

La mente como todo sistémico y holístico

Mehrabian, Albert

Comunicación No Verbal

Meichenbaum, Donald

Resolución de problemas

Nardone, Giorgio

Problem solving estratégico. Resolución de problemas

Palcos, Maria Adela

Corporalidad: Sistema Río Abierto, terapia del cuerpo y el espíritu

Parsons, Lawrence

Corporalidad: funcionamiento cerebral cuando bailamos y cantamos

Pascual-Leone, Alvaro

Neuro-plasticidad: influencia pensamiento y estructuración cerebral

Pearls, Fritz

Terapia Gestalt

Piaget, Jean

Evolución y aprendizaje

Prochaska, James

Ciclo de cambio de comportamiento

Rapson, Richard L.

Contagio emocional. La emoción viaja de fuera a dentro

Rogers, Carl

Psicología Humanista

Rosenthal, Robert

Efecto Pigmalión

Rossi, Vicenzo

Corporalidad

Salovey, Peter

Inteligencia emocional

Satir, Virginia

Autoestima a partir de la estima «externa»: amor como el elemento curativo

Skiffintong, Suzane

El Coaching es aprendizaje

Sperry, Roger

Hemisferios cerebrales

Taroppio, Daniel

Interacciones primordiales

Thorndike, Eduard

Generación de alternativas. Terapias cognitivas

Toro Aranda, Ronaldo

Biodanza (Psicodanza), investigaciones sobre la expresión del inconsciente

Vigotsky, Lev

Auto-instrucciones, diálogos internos

Walzawich, Paul

Teoría de la Comunicación Humana

Wertheimer, Max

El Movimiento Aparente; Teoría del Fenómeno Phi; Ley de la Prägnanz (Pregnancia)

William, James

Auto-estima y concepto de verificabilidad

Zeus, Perry

El Coaching es aprendizaje

Conclusiones

Las conexiones entre la Psicología y el Coaching son evidentes. Estas conexiones tienen que ver con:

La propia naturaleza del proceso.Su finalidad.Las condiciones que se deben propiciar para que el Coaching pueda ejecutarse con éxito.Los efectos que esa actuación tiene en quien la solicita: el cliente.Los efectos que ese proceso tiene en quien acompaña: el coach y su forma de ampliar su nivel de competencia profesional.Los fenómenos que se producen en el proceso y que explican su efectividad.Los elementos involucrados en el mismo.

Todo ello nos lleva a enunciar, desde la mirada de la Psicología e inspirados en la propuesta por la ICF, una nueva y más completa definición de lo que es el Coaching desde la Psicología:

«El Coaching es una metodología de desarrollo de personas que opera a través de la conducta, en la que un profesional, llamado coach, colabora con su cliente (persona o sistema) en un proceso creativo y estimulante que le sirve a este último de inspiración para maximizar su potencial personal-profesional y alcanzar sus metas. Este proceso creativo se concreta en un conjunto de fases sucesivas que conllevan, por ambas partes (coach y cliente), el tránsito por:

Procesos cognitivos inferiores (percepción y memoria) y superiores (pensamiento y lenguaje).Procesos de motivación, emoción y trascendencia.Procesos conductuales que demuestran o ponen en evidencia el aprendizaje mediante la puesta en práctica de conductas diferentes a las realizadas con anterioridad por parte el cliente y que provocan cambios en él mismo y en su entorno, y que le permiten alcanzar sus metas.

Estos procesos conllevan la actuación indisociable de los órganos rectores del comportamiento humano (sistema nervioso central y periférico), el tránsito por diferentes estados de consciencia por parte del coach y cliente (inconsciente, pre-consciente, consciente y estados ampliados de consciencia), la puesta en práctica de todos los estilos de representación-aprehendizaje de ambas personas (auditivo, visual, kinestésico y mixto) y la puesta en funcionamiento de todas sus inteligencias».

 

Existencialismo, psicología y coaching

Inmaculada Jaén

 

Introducción

 

Muchos autores hablan de la filosofía como la «madre» de todas las ciencias modernas, no solo de las que nos competen en este libro.

Hace muchos años, la sola mención a la filosofía como núcleo generador de la Psicología parecía provocar ampollas en algunos ilustres profesores. Durante esos años había en la comunidad académica de psicólogos una especie de obsesión casi infantil por ser reconocidos como disciplina científica a toda costa y el simple «roce filosófico» suponía un descrédito inadmisible.

Es posible, como en nuestra vida privada, que tengamos que «negar a nuestra madre» cuando queremos volar por nuestra cuenta y ser aceptados, para volver más adelante a reconocer, no sin cierto sonrojo, todo lo que esa madre nos aportó.

El objeto de este capítulo no es hacer un repaso exhaustivo de todo lo que la filosofía ha aportado a la Psicología y al Coaching, sino escoger aquellas corrientes filosóficas conceptualmente más relevantes para el caso que nos ocupa.

Por eso cuando hablamos de una disciplina tan reciente y novedosa como el Coaching, parece que remontarnos en el tiempo hasta el pensamiento de filósofos como Nietzsche, Kierkegaard, Husserl, Heidegger, Sartre, Merleau-Ponty o Martin Buber solo nos dará un breve punto de conexión con los paradigmas, tendencias y prácticas que se utilizan e investigan a día de hoy dentro de esta disciplina que, sin duda, bebe y ha bebido desde su creación y en su desarrollo de otras.

Sin embargo, son tantos los puntos de conexión, son tantas las ideas comunes y que resultan cruciales para el ejercicio del Coaching hoy en día, que es difícil condensar en unas cuantas todos los nexos que unen al existencialismo como disciplina filosófica con la psicoterapia existencialista y el método fenomenológico o fenomenología.

Haremos un recorrido por los principales fundamentos de la filosofía existencialista, destacando de algunos de sus autores aquellas aportaciones que luego han sido claves para conceptualizar la teoría y la práctica del Coaching, y más adelante tratar la psicoterapia existencial y el método fenomenológico, que necesitan un capítulo aparte por su calado, importancia e influencia.

 

Fundamentos de la filosofía existencialista

 

El término existencialismo fue acuñado por un periodista francés que entrevistó a Jean-Paul Sartre (1905-1980) en 1941. A este le gustó el rótulo y le hizo ganar en popularidad, aunque ya algunos filósofos anteriores durante la Primera Guerra Mundial hablaban de la filosofía del Existenz.

Sin embargo es difícil aunar en una misma corriente de pensamiento a esos filósofos, ya que ellos hacían gala de su propia individualidad huyendo de las etiquetas, como fue el caso de Martin Buber, que siempre enfatizó la unicidad de su particular punto de vista. Aún así, podemos hablar de tres rasgos comunes a todos ellos:

 

La originalidad de la existencia individual. El «yo» se caracteriza por «decidirse» y «elegirse a sí mismo».La existencia como libertad. Cuando un filósofo existencialista habla de que la «existencia precede a la esencia» quiere decir que la libertad es lo que hace «ser» al ser humano.La fenomenología como método, interpretando al ser humano como fenómeno que «aparece o se manifiesta» ante la existencia.

 

En definitiva, en esta corriente filosófica se pone el énfasis en la existencia individual concreta, la subjetividad, la libertad individual y los conflictos de elección.

Abundando en la particularidad de cada uno de los diferentes autores nos gustaría poner de relieve algunas de sus ideas más sobresalientes, aquellas que sin duda el lector podrá poner en valor en constructos, conceptos, prácticas y planteamientos que constituyen la piedra angular de corrientes y escuelas de Coaching de todo el mundo.

Revisemos en detalle alguna de sus más destacadas contribuciones:

Soren Kierkegaard (1813-1855)

El pensamiento de Soren Kierkegaard es un intento de ofrecer un marco filosófico para abordar preguntas como «¿quién soy?» «¿para qué vivo?» o «¿qué debería hacer?». Es una forma de filosofía que se centra en la subjetividad humana.

La libertad de elección define la vida, por lo que esta consiste fundamentalmente en elegir; así desarrollamos nuestra existencia. Nuestras elecciones hablan sobre quiénes somos y qué historias hemos dejado a nuestras espaldas. Elegir es tan inevitable según este autor que hasta no hacer nada es una opción que escogemos ante una encrucijada de posibles acciones a realizar.

 

 

Es la esencia misma del coachee, cliente, como gusta llamársele actualmente en algunas escuelas, cuando escribe: «Tengo que encontrar una verdad que sea verdadera para mí… la idea por la que pueda vivir o morir», o lo que es lo mismo, nuestro objetivo vital. Para Kierkegaard, el ser humano no es estático, sino un ser en movimiento, en proceso, en continuo desarrollo de sí mismo.

Según Kierkegaard, las condiciones en las que elegimos dependen únicamente de nosotros; toda la responsabilidad es nuestra. Es como si el mundo exterior no existiese, ni los fenómenos sociales no tuviesen el más mínimo impacto en nuestras vidas, al igual que nuestra historia y cultura.

 

 

Friedrich Nietzsche (1844-1900)

 

 

Filósofo, poeta, músico y filólogo considerado uno de los autores más influyentes del siglo XIX. Su trabajo afectó profundamente a generaciones posteriores de teólogos, antropólogos, filósofos, sociólogos, psicólogos, politólogos, historiadores, poetas, novelistas y dramaturgos. Su influencia fue particularmente notoria en los filósofos existencialistas.

Su filosofía tiene un claro ascendente en algunas corrientes psicológicas y del Coaching. Destaquemos algunas:

 

El individuo es quien decide qué situaciones deben ser consideradas como situaciones morales, lo cual se asemeja bastante al actual sistema de creencias y valores personales con el que trabajan algunos coaches.

 

Las más frecuentes contradicciones de sus escritos se explican desde la idea de que Nietzsche utiliza múltiples puntos de vista para retar al lector a considerar varias facetas de un tema, ya que no existe una verdad universal; son solo interpretaciones de una realidad fundamentalmente in-interpretable.

 

El punto de partida de su moral cambia radicalmente: frente al «Tú debes» de Kant, Nietzsche aboga por el «Yo quiero».

 

Al margen del juicio humano, la vida no actúa dentro de la dicotomía bien-mal; simplemente se deja llevar por su propio poder, por el deseo de construirse. El estadio superior del hombre es la aceptación de la vida tal como venga.

 

Si bien hay quienes sostienen que la característica definitoria de Nietzsche no es tanto la temática que trataba sino el estilo y la sutileza con que lo hacía, fue un autor que introdujo como ningún otro una cosmovisión que reorganizó el pensamiento del siglo XX.

 

 

Edmund Husserl (1859-1938)

 

Filósofo moravo fundador de la fenomenología trascendental, y a través de ella, del movimiento fenomenológico, uno de los movimientos filosóficos más influyentes del siglo XX y aún lleno de vitalidad en el siglo XXI.

Quizá uno de sus conceptos más sobresalientes fue el de empatía: modo en el que experimento al otro, cómo constituyo a alguien como otro yo, que es, por otro lado, su propio «centro» de vivencias, afecciones y actos.

El punto de partida de las consideraciones «husserlianas» al respecto es una triple constatación:

La experiencia del otro es siempre una experiencia del otro en su apariencia corpórea.Yo experimento mis propias vivencias de un modo único, inmediato, originario. Yo no experimento así las vivencias de los otros.

 

 

Martin Buber (1878-1965)

Filósofo y escritor judío austriaco-israelí conocido por su filosofía de diálogo y por sus obras de carácter existencialista. Sionista cultural, anarquista filosófico, existencialista y partidario de «una tierra para dos pueblos» que busca el diálogo entre judíos y árabes en Palestina.

 

El pensamiento de Buber contribuye a la construcción de un nuevo humanismo. Él vio necesario resaltar los valores fundamentales de la vida humana: la solidaridad, el respeto por el otro, la tolerancia, la no discriminación y el amor por el prójimo.

 

 

Otra de las piedras angulares de su obra es el tratamiento que hace del diálogo. Para Buber hay muchas formas de comunicación. La más inmediata es el lenguaje, verdadero prodigio de la persona, que podemos calificar de milagro. Solo con una treintena de signos transmitimos al otro lo más profundo y valioso que tenemos y existe dentro de nosotros (ideas, valores, pensamientos, proyectos, sentimientos). Con nuestras palabras nos enriquecemos mutuamente, «nos entregamos» el otro y yo. Pero si queremos que nuestro diálogo sea fructífero y enriquecedor debemos dejar espacio al silencio para reflexionar, estudiar y orar. De aquí emanará un lenguaje veraz, y la verdad hecha palabra generará confianza y empatía entre los interlocutores.

El diálogo requiere también el respeto al otro y a su palabra; si el diálogo es auténtico personifica, y así la comunicación «entre personas» será más que dialéctica e intercambio de ideas: será enriquecimiento y creación de nuestro propio ser.

 

 

Martin Heidegger (1889-1976)

Rafael Echeverría, en su libro Ontología del lenguaje, hace continuas referencias a la filosofía de Martin Heidegger y a su concepto de «acción transparente», que explica de esta manera: «Nos desplazamos en sintonía con el mundo alrededor, sin detenernos a pensar en él, fluimos en él». Heidegger contribuyó al pensamiento existencialista al poner el énfasis tanto en el ser y la ontología como en el lenguaje. Este interés fue el que recogieron más adelante autores como Fernando Flores y el mismo Echeverría dentro del CoachingOntológico7.

 

 

 

Para Heidegger descubrimos el mundo a través de la existencia en sí misma; la cognición, la reflexión y otros procesos similares son tan solo un reflejo de la existencia y tienen un carácter secundario.

Destaca asimismo la relevancia del lenguaje como herramienta fundamental para entender el mundo.

La teoría existencialista de Martin Heidegger es considerada uno de los principales exponentes de este movimiento filosófico, asociado sobre todo a autores de finales del siglo XIX y principios del XX. A su vez, el existencialismo ha sido un movimiento que ha influido mucho a la corriente de la Psicología Humanista , cuyos principales representantes fueron Abraham Maslow y Carl Rogers.

 

 

Jean-Paul Sartre (1905-1980)

 

Filósofo, escritor, novelista, dramaturgo, activista político, biógrafo y crítico literario francés, es el exponente máximo del existencialismo y del marxismo humanista. El corazón de su filosofía era la preciosa noción de libertad y su sentido concomitante de la responsabilidad personal. Rechazó el Premio Nobel de Literatura en 1964.

 

Pocos años antes de su muerte, en una entrevista insistió en que nunca había dejado de creer que «al final uno siempre es responsable de lo que haya sido de él», algo parecido a su lema «el hombre se hace a sí mismo».

Para Sartre, los seres humanos no somos el resultado de un diseño inteligente (ideado por un dios); nuestra esencia, aquello que nos definirá, es lo que construimos nosotros mismos mediante nuestros actos.

La responsabilidad, ese concepto que distinguimos de la culpa, que nos hace dueños de nuestros actos pues asumimos sus consecuencias, ya fue entendido así por Jean-Paul Sartre, para quien cada uno es el único responsable de sus decisiones. La libertad de elección conlleva compromiso y responsabilidad.

Para los existencialistas en general, los individuos son libres de escoger su propio camino; tienen que aceptar el riesgo y la responsabilidad de seguir su compromiso dondequiera que les lleve.

 

 

Merleau-Ponty (1908-1961)

 

Filósofo fenomenólogo francés, fuertemente influido por Edmund Husserl.

Es frecuentemente clasificado como existencialista debido a su cercanía con Jean-Paul Sartre y Simone de Beauvoir, así como por su concepción «heideggeriana» del ser, aunque posteriormente, debido a su litigio con Sartre, Merleau-Ponty negó pertenencia o acuerdo con dicha filosofía.

 

Merleau-Ponty habla de la primacía de la percepción, ya que esta es activa y constitutiva, y una primacía de la experiencia, donde toda conciencia es conciencia perceptiva. El cuerpo propio es una condición permanente de la existencia; constituye la apertura perceptiva, como la «creación» de ese mundo.

 

 

Psicoterapia existencial

 

En la actualidad, la psicoterapia existencial podría entenderse más como una herramienta de desarrollo personal que como una práctica terapéutica propiamente dicha, ya que uno de sus principales axiomas es considerar los problemas de las personas más como asuntos que emergen ante las dificultades encontradas por el hecho de vivir que como indicadores de salud o enfermedad. Estas dificultades, lejos de suponer dolencias que hay que tratar, son oportunidades para desarrollar nuestros recursos, potencialidades personales y alcanzar una existencia más significativa y responsable.

Es por lo tanto un enfoque que, en vez de promover una «correcta» o «adecuada» forma de vivir, proporciona un marco para reflexionar y hacernos preguntas que aumenten nuestra perspectiva.

Para todo ello es indispensable tomar conciencia de las posibilidades de cada uno, ampliar la perspectiva de nosotros mismos y del mundo que nos rodea, y contemplar a la persona en evolución y desarrollo, en movimiento y proceso constantes.

La relación se da entre el «terapeuta» y el cliente a través de lo que se denomina «diálogo existencial», o un debate en el que predomina la conversación para buscar y clarificar las creencias acerca del mundo de manera que se llegue a un mejor entendimiento de los conflictos internos y los objetivos de la existencia que se dan en el día a día.

No hay una desigualdad entre cliente y terapeuta; este no asume la dirección al decirle al cliente lo que debe hacer. No se le considera como «el gran conocedor de la verdad» sino como la persona que sabe dialogar y facilitar la reflexión acerca de nuevas posibilidades.

En esta relación el cliente puede repasar sus experiencias con el terapeuta, quien cuestionará, retará y explorará, pero que no tiene respuestas que puedan sostener al otro sino solo propiciar el diálogo que facilite su reflexión.

El cliente está dispuesto a tomar la responsabilidad de su propia vida en este proceso, digamos «terapéutico», donde se mejora el conocimiento de uno mismo.

Es esencial enfocarse hacia la libertad de elección dando forma a la propia vida, abriendo y explorando otras posibilidades de ser, reflexionando acerca de nuestra particular manera de estar en el mundo, ya que la realidad es inter-relacional y anterior a la formación de la identidad como un «yo» independiente.

Un «yo», o una visión de uno mismo que es siempre cambiante y está en continuo proceso de construcción, interpersonal y contextual. Esta construcción se promueve teniendo en cuenta el mundo que nos rodea, observándolo e interaccionando con él y con los otros.

La psicoterapia existencialista trata el sufrimiento como una oportunidad. Tiene además una función sanadora, ya que promueve una búsqueda profunda y una reflexión formal.

Frente a otro tipo de procesos terapéuticos, este no se enfoca en el «por qué», en las causas, sino que se detiene en el nivel descriptivo hacia el «qué» y el «cómo», algo propio del método fenomenológico, según el cual «los hombres perspicaces juzgan que el fiarse de lo que se ve y se toca es una limitación: no todo lo que hay que ver está a la vista, no todo lo real es tangible. Sin embargo, la apariencia debiéramos considerarla todos como testimonio irrecusable de un ser presente: lo que se ve es algo que está ahí. Pero nos parece que lo visible ya no es lo evidente; que el ser puede ser engañoso; que la apariencia no es la realidad».

A través de este método, lo que la psicoterapia existencial impulsa es:

Nuestra particular experiencia de ser-en-el-mundo-con-otros.Examinar, confrontar y revalorar los límites auto-impuestos y los asignados al mundo.Una manera dialógica de ser del cliente, actitudes, valores, creencias y juicios, explícita o implícitamente, para conocer o cambiar su manera de ser.El ser es una experiencia manifestada en emociones y respuestas afectivas que son significativas.

 

Para la visión existencial, la experiencia siempre es intencional. En palabras de Ernesto Spinelli, cada vez que noto, descubro, me doy cuenta de algo y hablo de mi experiencia, realizo un acto de interpretación, selección y reflexión. En este sentido, cualquier referencia a una experiencia pura es desde este punto de vista una falacia.

Para la fenomenología, los opuestos son el principal criterio de contraste y una característica indispensable para la conciencia; de esta manera solo conocemos la tristeza por la alegría, o el frío por el calor, etc.

 

Principales escuelas contemporáneas de psicoterapia existencial

 

Ludwig Binswanger, Medrad Boss

Análisis existencial

Viktor Frankl

Logoterapia y análisis existencial

Eugene Minkowski, Kart Jaspers, Ronald D. Laing, David Cooper, Thomas Szasz

Psiquiatría existencial

Emmy Van Deurzen, Ernesto Spinelli y Hans Cohn

Escuela inglesa de Psicoterapia existencial

James Bugental, Rollo May, Irvin Yalom, etc.

Escuela norteamericana de Psicoterapia existencial

Buber, Martin

Terapia dialogal

Laengle, Alfred

Análisis existencial personal

Escuela latinoamericana de Psicoterapia existencial

 

 

Viktor Frankl8

 

Nos gustaría subrayar algunas de las ideas y aportaciones de la Logoterapia de Viktor Frankl, por su influencia en el Coaching y en las prácticas de desarrollo personal. Ahí van algunas de ellas:

El carácter indivisible de la persona.La diferenciación entre causa e intención.La psicoterapia orientada a fines y objetivos.La búsqueda del «sentido de la vida» y su importancia en la psicoterapia.La relevancia del diálogo y la relación terapéutica.

 

 

Conclusiones

Las aportaciones más significativas del enfoque existencial al Coaching son:

Considerar la relación «terapéutica» desde un prisma distinto al de salud/enfermedad. Al ser problemas que emergen por el hecho de vivir y que pueden darse en cualquier persona, pasamos de una perspectiva psicopatológica a una de desarrollo personal.La relación entre el facilitador y el cliente no será directiva. No se le dice al cliente lo que debe hacer, pensar, decir... No tiene respuestas, sino más bien preguntas.La relación es entre iguales; se promueve la capacidad para fomentar el diálogo y la reflexión.Una de las herramientas fundamentales es el diálogo.La existencia como libertad de elección, lo cual implica responsabilidad para asumir el propio destino y aceptar los riesgos.El «yo» integrado en el mundo, «fluimos» en él.La búsqueda del objetivo vital.La visión de la persona en proceso de construcción, cambiante.La subjetividad del sistema de creencias, juicios y valores.Cada uno de nosotros interpreta lo percibido, la realidad… su realidad.Enfocar el diálogo, al «qué», al «cómo», al aspecto descriptivo, más que al causal del «por qué».La relación facilitador-cliente orientada a fines y objetivos.El carácter indivisible de la persona.La reflexión, el conocimiento de uno mismo, como parte indispensable para conseguir aquello que el cliente quiera.Exploración de nuevas posibilidades del «ser», de la persona, nuevas capacitaciones.No existe una manera «adecuada» de vivir.

 

La psicología como disciplina raíz del coaching

 

Cristina Izquierdo Crespo, texto de Vikki Brock9

Introducción

En este capítulo mostraremos cómo la Psicología es una de las raíces fundamentales del Coaching y cómo muchas de las teorías psicológicas han ayudado al crecimiento del Coaching como metodología de desarrollo de personas. También abordaremos herramientas y fundamentos que la Psicología ha aportado a la práctica del Coaching.

La doctora Brock hace una fabulosa exposición de los distintos autores y profesionales destacados en el surgimiento de los diferentes hitos de la Psicología que han supuesto grandes avances en el estudio del comportamiento humano, así como en la forma en que la Psicología ha ido sembrando teorías y desarrollos que han contribuido significativamente al nacimiento y expansión del Coaching.

Gracias al metódico y al exhaustivo análisis realizado en esta obra, hoy podemos contar con una magnífica síntesis del camino realizado por la Psicología durante los dos últimos siglos, los avances y descubrimientos aportados por sus profesionales al estudio del comportamiento humano y las conexiones que presenta con el Coaching.

A lo largo de este capítulo expondremos las ideas principales siguiendo la misma estructura que la autora aplica en la obra original.

En primer lugar abordaremos las distintas corrientes y escuelas surgidas a lo largo del tiempo desde el inicio de la Psicología, manteniendo su orden cronológico con el fin de ver qué elementos históricos y científicos hicieron posible el avance de nuevas ideas.

Posteriormente desarrollaremos las distintas subdisciplinas de la Psicología basadas en la aplicación que de esta ciencia se hizo. En cada una de ellas veremos sus teorías, los autores más relevantes y los fundamentos que hoy día comparte con el Coaching.

Historia de la psicología

«La Psicología sigue siendo uno de los hijos más robustos de la filosofía; al igual que ella, se refiere a un conjunto de teorías y de prácticas» (Brock, 2011).

Es conveniente saber que si bien sus raíces están en los filósofos de la antigua Grecia, la Psicología científica se asocia al año 1879, cuando Wilhelm Wundt abrió el primer laboratorio en Alemania, año que consideramos el inicio de la Psicología científica.

Según la American Psychological Association (APA), a finales del siglo XIX la Psicología trataba el estudio de la mente y de la consciencia a través de la introspección y de la descripción de la experiencia. A finales del siglo XX, el enfoque se amplió a la ciencia y práctica relacionadas con el comportamiento humano, así como a los procesos mentales que subyacen por debajo de la salud física y mental. En las últimas dos décadas del siglo XX se entiende que la Psicología no es solo una ciencia, sino también una práctica.

 

 

Fuente: Adaptado de Vikki Brock (2008).

 

 

En el gráfico podemos ver fácilmente la evolución temporal de las distintas escuelas y cómo unas han facilitado la aparición de otras.

En 1999 se define la Psicología como el estudio del comportamiento y del fenómeno mental subyacente. Peo la realidad es que la Psicología se define cada vez más en relación al campo particular que estudia en lugar de como un todo.

La Psicología de 1879 combinaba la introspección filosófica con los métodos de análisis, experimentación y comparación. Tanto Wundt como William James (padre de la Psicología estadounidense y también estudiante de Medicina) son descendientes de la tradición filosófica.

En este período, Sigmund Freud desarrolló un modelo de psicoterapia llamado Psicoanálisis a partir del modelo médico, basado en las patologías y que se centraba en la cura de enfermedades mentales y trastornos de la persona.

En las décadas siguientes, los conductistas se convirtieron en la segunda fuerza más importante. Liderados por Pávlov en Europa y Skinner en USA redirigieron los estudios de Psicología hacia comportamientos humanos abiertos y la manera en que estos estaban condicionados por estímulos externos.

Posteriormente los psicólogos cognitivos añadieron otra dimensión al enfoque conductual al centrarse en patrones de pensamiento consciente a través de los cuales los seres humanos podían aprender a discernir y modificar sus propios pensamientos, sentimientos y enfoques de vida.

Poco después, los psicólogos humanistas, enfocados en la persona como un todo (en lugar de limitarte a la mente), incluyeron estudios de toma de consciencia personal y potencial humano. Esta corriente fue la más tolerante con otros puntos de vista.

La Psicología Transpersonal completa a la humanista, siendo ambas presentadas por Abraham Maslow, convirtiéndose así en la cuarta fuerza más importante dentro de la disciplina, centrada en un reconocimiento más amplio de la voluntad y la intencionalidad, así como de la espiritualidad del ser humano.

En las décadas de los 60-70, el Movimiento de Potencial Humano (HPM) y el Coaching coercitivo (LGAT-programas diseñados para aumentar la consciencia de uno mismo y producir resultados positivos en la vida de las personas) popularizaron muchos principios psicológicos y no psicológicos, convirtiéndose en parte de la cultura popular occidental, especialmente en EEUU.

Carl Rogers, Abraham Maslow y Fritz Perls estuvieron implicados en proporcionar los principios psicológicos al gran número de personas que visitaban su centro de terapia Esalen; de este modo las personas empezaron a usar más mayoritariamente estos principios para mejorar sus vidas.

La Psicología Humanista, el movimiento del potencial humano y el movimiento de desarrollo humano influyeron así en el clima socioeconómico y en las preguntas que la gente se hacía sobre la realización de su propio potencial.

Hoy en día casi todas las subdisciplinas psicológicas se dividen en los enfoques psicoanalíticos, cognitivo-conductual, humanístico y transpersonal.

La Psicodinámica y la Psicología Cognitiva de principios y mediados de 1900 eclipsaron rápidamente el enfoque estructural inicial de la Psicología.

Adler influyó en ello en los años 20 del pasado siglo. Más tarde lo hicieron Maslow, Ellis, Jung, Rogers y Erickson (década de los 50), Argyris y Perls en los 60, Bandler en los 70, Dilts en los 80 y Goleman, Wilber, Seligman y Csikszentmihalyi en los 90.

Cada uno de los cuatro enfoques principales de la Psicología ha sido de gran influencia en el Coaching, y en la actualidad siguen usándose por los coaches, aunque con diferentes combinaciones en función de la historia personal y la educación de cada uno. La Psicología estructural y funcional siguen influyendo en la investigación sobre la consciencia humana, la Psicología dinámica sigue aportando técnicas para usar con los clientes, la escuela cognitivo-conductual influye en aspectos relacionados con el aprendizaje de adultos, y la Psicología Transpersonal sigue insistiendo para que la voluntad y la intencionalidad se incluyan, al igual que la espiritualidad, en todos los procesos relacionados con el desarrollo humano.

Cada enfoque tiene su marco de trabajo con sus teorías, supuestos, modelos y protocolos. Usan la evaluación para potenciar la propia conciencia, ayudar al desarrollo de habilidades y favorecer las medidas correctivas. Todos contienen modelos terapéuticos, habilidades y técnicas específicas, aunque habitualmente se describan en lenguaje diferente.

Fundamentos de las corrientes psicológicas y aportaciones al coaching

Psicología estructural y funcional

Su fundador, el médico Wilhelm Wundt, tituló el primer diario académico de Psicología Philosophical Studies. Wundt creía que la Psicología revelaría el funcionamiento de la mente de modo similar a como la fisiología reveló el funcionamiento del cuerpo, es decir, a través de la investigación científica. Para ello creó el primer laboratorio psicológico, convirtiéndose en el primer psicólogo experimental. Se preocupó de las sensaciones, de la naturaleza de la consciencia, de las emociones y de las percepciones. Creía que la auto-observación o introspección era una herramienta psicológica esencial.

 

 

William James consideraba la Psicología como un mecanismo funcional para los que buscaban entender la conexión y las diferencias entre el cerebro y la mente. Tras estudiar Psicología tuvo una trayectoria entre la filosofía y la Psicología, destacando su trabajo The Principles of Psychology (1890), donde hizo un gran esfuerzo por distinguir las funciones de la mente y las del cerebro, así como otras formas en las que la experiencia se adentra en la consciencia. Hoy en día no se le puede leer fuera de su contexto histórico. Su trabajo constituyó la base del estallido de la investigación psicológica.

Tanto los psicólogos estructurales como los funcionales creyeron que la introspección juega un papel importante en la exploración de la consciencia, por lo que los podemos considerar como los primeros defensores de las técnicas de autoayuda.

Sus teorías son válidas especialmente para conocer más en profundidad los efectos de los estímulos externos sobre la mente, en especial cuando la mente está abrumada, así como las técnicas que se enfocan en las percepciones, en la auto-observación y en los estados conscientes de pensar, sentir y saber.

 

Psicología psicoanalítica

 

 

Una década después, Sigmund Freud presentó la práctica de su psicoterapia, denominada Psicoanálisis. Su trabajo se centró en arrojar luz sobre la mente inconsciente como medio de entender las acciones y los comportamientos conscientes.

Investigó la conexión entre la sexualidad humana y el desarrollo psicológico, defendiendo la interpretación de los sueños y el uso de la hipnosis como medio para descubrir la consciencia humana.

También aceptó experimentar con productos farmacéuticos como la cocaína para avanzar en sus investigaciones.

La división del inconsciente en «Ello», «Superyo» y «Yo» cambió la dirección de su investigación y dominó el estudio psicológico durante décadas.

Freud creía que las neurosis –enfermedades de la mente– se podían tratar más o menos de igual modo que los médicos trataban una enfermedad fisiológica, lo que suponía la existencia de una condición patológica que necesitaba curación, en lugar de servir como medio para desbloquear un potencial incompleto.

Su colega Adler, junto con Jung (quien rompió con Freud), fueron los primeros en proponer una visión equilibrada y holística del individuo, creando las bases para el surgimiento de la Psicología Humanista .

Adler buscó crear un significado y un propósito para la vida de cada persona, procuró encontrar pruebas de lo que estaba bien en las personas en vez de lo que estaba mal, y creyó que las personas eran capaces de solucionar por sí mismas sus problemas. Sus estudios se centraban en la naturaleza del ser humano, usando principios similares a los de Erickson (volveremos a Adler en la página 175).

Jung se centraba en el despertar espiritual de la segunda mitad de la vida, así como el valor de los sueños en la identificación de arquetipos y en la sincronización y el inconsciente colectivo. Animaba a las personas con las que trabajaba a hacer un análisis de sus vidas con el fin de entender mejor su futuro en el contexto de su pasado.

 

 

Alfred Adler aportó un enlace entre el Psicoanálisis y el resto de corrientes. Sus esfuerzos por mejorar la crianza de los hijos añadieron un objetivo de orientación a los técnicos conductuales, y su trabajo sobre cómo la gente construye su realidad actuando «como si» sus creencias fueran ciertas fue confirmado por los descubrimientos de la Psicología Cognitiva.

Como mentor de Abraham Maslow y promotor de la igualdad entre terapeuta y cliente, su idea de que el impulso espiritual es innato preparó a los demás para la Psicología Transpersonal.

Erickson, el padre de la Hipnoterapia, basó su enfoque en preguntar en lugar de decir, demostrando que las personas eran parte del sistema y que cuando el sistema cambiaba las personas cambiaban también.

Contribuciones de la Psicología Psicodinámica al Coaching son la consciencia del instinto y el reconocimiento de las necesidades no satisfechas, así como el esfuerzo de los coaches por crear un significado, un propósito en la vida de sus clientes y ayudarles así a obtener una toma de consciencia más profunda de sí mismos.

Según Hudson (1990), también señaló la aportación del énfasis de Freud en el pensamiento simbólico, la Psicología individual de Adler, el despertar emocional en la segunda mitad de la vida de Jung y la atención al mito personal de Gould.

 

Psicología conductual

 

Los enfoques conductuales y cognitivos fueron un intento de reconectar de nuevo el estudio de la Psicología con las ciencias naturales.

 

 

Los psicólogos conductuales, Iván Pávlov, John B. Watson y B. F. Skinner, así como los psicólogos cognitivos Ulric Nasser y Noam Chomsky fueron los principales arquitectos de esta corriente.

Pávlov, contemporáneo de Wundt, James y Freud, no sintiéndose atraído por las teorías de estos se dedicó al estudio de los estímulos identificables que condicionan las respuestas humanas.