Supera tu depresión o tristeza con neuroinducción - Juan Antonio Guerrero Cañongo - E-Book

Supera tu depresión o tristeza con neuroinducción E-Book

Juan Antonio Guerrero Cañongo

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Beschreibung

Soluciones sencillas al dolor, la tristeza y/o la depresión.

El dolor, la tristeza y/o la depresión tienen solución, y la mayoría de las veces esa solución es más sencilla de lo que parece. Hoy en día están a tu alcance los mejores remedios para ser feliz. Pero, ¿por qué ser feliz? Simple: si lo eres, tendrás más salud, serás más próspero y atraerás cosas que llenarán de esperanza tu vida. Este libro se enfoca en secretos para que tengas salud, éxito y prosperidad, dejando atrás la tristeza, depresión o la melancolía que puedas llevar arrastrando en tu vida. Fue diseñado para proporcionarte estrategias que te ayuden a alcanzar la verdadera felicidad. Si tienes algunos de estos síntomas, en estos ejercicios encontrarás remedios duraderos para evitarlos: tristeza esporádica o constante, decaimiento de tu estado de ánimo, irritabilidad, falta de interés en actividades que antes te proporcionaban satisfacción, trastornos del apetito, del sueño y sexuales, sentimientos de inutilidad, desesperanza, culpabilidad o vergüenza, cualquier trastorno del humor que haya disminuido tu rendimiento laboral o tu actividad vital.

Descubre estrategias que te ayuden a alcanzar la verdadera felicidad !

FRAGMENTO

TODO le saldría mal y efectivamente, TODO le salía mal; no por efectos externos sino por el programa mental que se instalaba a diario, su cerebro no quería hacerlo pasar por mentiroso y obviamente buscaba la manera de cumplirle lo que deseaba. Cuando le mencioné que a diario se repitiera cosas como “Soy una persona con suerte”, “Hoy me irá de maravilla”, “Hoy ganaré más dinero que el que he ganado antes” y “Soy una persona dinámica”, él me contestó que se sentiría ridículo diciéndose cosas que no creía, por lo que le dije: “sólo repítelas a diario, aunque no lo creas”. En una semana había cambiado su suerte drásticamente, hasta sus compañeros de trabajo le preguntaban sobre el amuleto que usaba para que ellos lo utilizaran también. Como él, no olvides que el mejor amuleto que puedes tener, es tu cerebro. En otra ocasión un amigo, por cierto no muy agraciado físicamente, me preguntó cómo conquistar a una mujer muy guapa que le habían presentado; le dije que todos los días, a todas horas, se repitiera, entre otras cosas, estas afirmaciones: “Las mujeres desean estar conmigo”, “Es fácil conquistar mujeres” y “Soy único”. A las dos semanas me habló para decirme que no había podido conquistar a la chica mencionada, ¡ya que había preferido hablarle a otra chica!, por supuesto más bella.

TESTIMONIO

Este libro no solo ayudará a personas con problemas de depresión, también será un apoyo indispensable para que terapeutas, coaches y facilitadores ofrezcan recursos a sus pacientes. - Raül Pere

AUTOR

J. A. Guerrero Cañongo es uno de los mejores vendedores del mundo en Internet. Como empresario ha basado su éxito en las ventas producidas mediante esta plataforma. Actualmente dicta seminarios, cursos y conferencias en todo el mundo sobre cómo conseguir la Libertad Financiera. Además es autor de 30 libros publicados, la mayoría bestsellers. Contacto: [email protected]


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Advertencia legal:

Queremos hacer constar que este libro es de carácter meramente divulgativo, donde se exponen consejos prácticos para mejorar situaciones personales y/o profesionales. No obstante, las siguientes claves y recomendaciones no son una ciencia exacta, y la información que figura en esta obra no garantiza que se alcancen los mismos resultados que describe el autor en estas páginas, por lo que ni el autor de la obra ni la editorial Mestas Ediciones se hacen responsables de los resultados que se obtengan siguiendo este método. Consulte siempre a un profesional antes de tomar cualquier decisión. Cualquier acción que usted tome, será bajo su propia responsabilidad, eximiéndonos al autor y a la editorial de las responsabilidades derivadas del mal uso de las recomendaciones del libro.

Dos fuerzas mueven al ser humano: la necesidadde evitar el dolor y el deseo de obtener placer.

Juan Antonio Guerrero Cañongo

INTRODUCCIÓN

Algún día en cualquier parte, en cualquier lugar indefectiblemente te encontrarás a ti mismo, y ésa, sólo ésa, puede ser la más feliz o la más amarga de tus horas.

Pablo Neruda

Este libro surge por la necesidad de enseñar a otras personas los distintos caminos que nos conducen a evitar la depresión, la melancolía y tristeza, para encontrar la felicidad, partiendo desde nuestra actividad cerebral.

En este texto no encontrarás palabras complicadas, ni posturas filosóficas, sólo elementos que te acercarán a ser feliz a diario, con las pequeñas o grandes cosas que tienes. Ha sido escrito para todas las personas que deseen ser felices, de cualquier edad, de cualquier sexo.

La felicidad no es algo físico o palpable, es un estado al cual puedes acceder desde tu estructura psicológica, por tanto sería absurdo que la buscaras fuera de ti mismo, cuando tienes dentro miles de herramientas para ser feliz; de eso trata este libro, de mostrarte algunas de esas herramientas.

¿Por qué debes ser feliz? Simple: si lo eres, tendrás salud, serás próspero y con ello atraerás también dinero a tu vida. Por ello este libro se enfoca en los secretos para que tengas salud, éxito, prosperidad y dinero, dejando atrás la tristeza, depresión o melancolía que puedas venir arrastrando en tu vida.

Este libro fue diseñado para proporcionarte estrategias que te ayuden a alcanzar la felicidad. Si tienes algunos de estos síntomas, en este material encontrarás soluciones duraderas para evitarlos:

Tristeza esporádica o constante.

Decaimiento de tu estado de ánimo.

Irritabilidad.

Falta de interés en actividades que antes te proporcionaban satisfacción.

Trastornos del apetito, del sueño y sexuales.

Sentimientos de inutilidad, desesperanza, culpabilidad o vergüenza.

Cualquier trastorno del humor que haya disminuido tu rendimiento laboral o tu actividad vital.

Alguien dijo en tono poético que la felicidad no es una meta, sino un camino; he tenido oportunidad de constatarlo desde hace varios años, todo lo que he aprendido, la convivencia con otras personas, las vivencias y mis emociones durante este pequeño trozo de mi vida, me han hecho más feliz que algunas metas que he alcanzado. A veces creemos que cuando logremos algún objetivo seremos felices, pero no nos damos cuenta de que es el cómo lo logramos lo que nos trae la felicidad. Y ese cómo, es lo que encontrarás en este libro. Verás que todo lo que leerás funciona.

Escribir sobre la depresión sin deprimir al lector es uno de los motores que me han movilizado para trazar este libro, por eso en él te mostraré cómo ser feliz y así evitar la melancolía y tristeza.

Mucho de lo que encontrarás en este texto te servirá para inducir a tu cerebro a estados más óptimos, de eso trata la neuroinducción, un método terapéutico que vengo desarrollando desde hace años. Éste se basa en el supuesto de que si utilizas los recursos adecuados, puedes lograr lo que desees en tu vida, por ello me empeño en mostrarte cómo valerte de tus neurotransmisores, hemisferios y ritmo cerebral.

Este libro es un manual de instrucciones para tu mente. En el primer capítulo menciono el por qué debes ser feliz, en el segundo abordo estrategias para controlar lo que ves, escuchas, sientes, hueles y degustas, en el siguiente, hago notar la importancia de ser tú mismo, evitando la trampa de pensar en otro antes que en ti. En el cuarto capítulo leerás sobre el diálogo interno y cómo utilizarlo para tu beneficio, en el que le sigue, aprenderás sobre la visualización, una técnica por demás efectiva para mejorar tus estados de ánimo.

Como las creencias son importantes, hablo sobre ellas en la sexta división del texto. Conocer sobre la música, ejercicio y comida adecuada también te será útil para ser feliz, esos temas se encuentran en el capítulo que le sigue. Termino la estructura del escrito con una selección de consejos para que alcances la felicidad.

Como considero que la felicidad consiste en poseer los recursos necesarios para hacer lo que desees, sin limitantes, a lo largo del libro te enseñaré las diversas herramientas que tienes incluidas en tu cerebro para lograr lo que anhelas.

Debes convencerte de que no existen personas infelices o felices de “nacimiento”, ya que todos tenemos los mismos recursos; tú envías las señales a tu cerebro para que trabaje adecuadamente o al contrario, te haga infeliz. Tienes las herramientas necesarias para cambiar y sólo te tienes a ti mismo, no busques el éxito fuera de ti, todo está dentro de ti. Toma en cuenta que no importa dónde estás, sino dónde vas, por eso no te recrimines por lo que te pasa, sino lo que quieres de tu vida.

Victor Frankl, en su libro El hombre en busca de sentido, escribió:

Mientras esperábamos a ducharnos, nuestra desnudez se nos hizo patente: nada teníamos ya, salvo nuestros cuerpos mondos y lirondos (incluso sin pelo); literalmente hablando, lo único que poseíamos era nuestra existencia desnuda. ¿Qué otra cosa nos quedaba que pudiera ser un nexo material con nuestra existencia anterior?

Las cosas materiales no te dan felicidad, te la proporcionas tú; en casos extremos como un campo de concentración, esa realidad se hacía evidente. Obviamente no tienes que esperar una experiencia similar para darte cuenta de ello, por eso debes iniciar el camino de búsqueda de satisfactores dentro de ti y nunca esperar que te los proporcionen las posesiones u otras personas.

Este libro tiene la intención que descubras ese potencial mental que tal vez no has descubierto en muchos años. Algunas recomendaciones para ser feliz que podría adelantarte son las siguientes:

Ten un buen sentido del humor.

Descubre qué quieres de la vida, cuáles son tus metas y objetivos y apégate a ellos.

Reúnete con gente positiva, motívate y aprende de ellos.

Aprende, aprende y aprende de todas las situaciones que vivas.

Ríe, canta y baila siempre.

El libro está diseñado para que en cualquier página que lo abras encuentres información útil para ser feliz, prospero y exitoso. Está centrado en el cambio personal, sin intentar cambiar al mundo, ni querer agradar a otros, ya que como mencionó el actor estadounidense Bill Cosby: “No sé cuál es la clave del éxito, pero la clave del fracaso es intentar agradar a todo el mundo”.

El texto te propone muchas estrategias para conseguir lo que deseas, sea lo que sea. Estás más cerca que nunca de tener éxito en lo que te propongas, no te detengas por nada; dedica un tiempo para leer, tomar notas, platicar con otra persona sobre lo aprendido y lo más importante: ponerlo en práctica.

Estoy formando una comunidad de aprendizaje con los lectores de este libro, intégrate inscribiéndote al boletín en la página www.neuroinduccion.com; es gratuito y tendrás acceso a más información interesante sobre estos temas, además de otros relacionados con la estimulación mental.

Juan Antonio Guerrero Cañongo

¿POR QUÉ DEBES SER FELIZ?

La felicidad para mi consiste en gozar de buena salud, en dormir sin miedo y despertarme sin angustia.

Françoise Sagan

¿Por qué es importante que seas feliz? Simple: si eres feliz, atraes prosperidad, tu sistema inmune se fortalece y los demás te siguen. ¿Cuántas veces le has rehuido a una persona triste? Supongo que muchas, entonces ¿qué esperas para comenzar a ser feliz? En tu vida tienes dos opciones: ser feliz o no serlo. Yo prefiero la primera, ya que me proporciona más salud, bienestar, éxito y dinero.

Tienes un gran recurso dentro de ti para el cambio, lo llaman cerebro. Si lo utilizas adecuadamente puedes lograr muchas cosas y alcanzar la salud, la prosperidad y el éxito. Ya lo decía Hipócrates:

Los hombres deberían saber que de ningún lado más que del cerebro provienen las alegrías, deleites, risas, bromas y pesares, tristezas, depresiones y lamentaciones. Y mediante esto, en un modo especial adquirimos la sabiduría y el conocimiento, y vemos y oímos y sabemos qué es lo malo y qué es lo bueno, qué es lo dulce y qué lo desagradable. Por el mismo órgano nos volvemos locos y delirantes, y nos asaltan miedos y terrores, algunos por la noche y otros durante el día, y los sueños y los vagabundeos sin fin, y las preocupaciones que son nada adecuadas, y la ignorancia de las circunstancias del momento, la grosería y la falta de habilidades. Todas estas cosas le debemos al cerebro cuando no está sano… o cuando sufre cualquier otra aflicción inusual o preternatural.

Descubrir los recursos mentales que tenemos y estimular nuestro cerebro deberían ser materias incluidas en todos los niveles escolares del mundo, ya que carecemos de un manual de uso para ese órgano tan importante. Si esto sucediera, todas las personas tendríamos la posibilidad de crecer psicológica y espiritualmente, dejando atrás miles de males que nos aquejan a diario.

Pero en lugar de conocerse y buscar soluciones, pasan toda la vida intentando darle vida a su existencia vacía, tratando de imitar a los demás y complacerlos, descuidando el placer de ser ellos mismos, sin disfrutarse y amarse con todas las características que los hacen únicos. Realmente no es nuestra culpa estar viviendo sin sentido, así lo hemos aprendido, lo único reprochable es seguir así, aunque ya se haya dado cuenta de que no son felices con lo que hacen y tienen. Los cientos de herramientas con que hemos nacido están esperando que despertemos de ese descanso obligado o elegido y tomemos lo mejor de ellas para nuestro progreso.

¿Cuántas veces has escuchado a alguien quejarse por lo que le pasó? Supongo, al igual que yo, que lo has oído por cientos. Son muchas las personas que sólo se lamentan por lo sucedido, sin buscarle un sentido a esa experiencia, por consecuencia, menos buscarán una solución al problema, de ellos escucharás variados pretextos: “No tuve suerte”, “No nací para esto o aquello”, “Alguien me está enviando malas vibraciones” y la preferida por muchos: “Este es mi destino”.

Dudo mucho que haya alguien con una historia de vida escrita, con un “destino” esperándolo; siempre he sabido que somos aquello que creamos, eso escapa de la postura preferida por muchos que indica que nadie puede cambiar las cosas, por culpa de ese tan afamado destino. No existe una persona destinada a ser infeliz o al fracaso, sólo individuos que obtienen algún resultado con lo que han hecho con su existencia. Al respecto, Richard Bandler, decía:

Ningún paciente está desahuciado, por ello no hay que tratarlo como si lo estuviera. El paciente vive su vida. La pregunta es, ¿se siente feliz con la forma en que lo hace? Si ha sido capaz de aprender a tener dificultades, también puede aprender a reaccionar de un modo totalmente distinto.

Cualquiera de nosotros podemos aprender a hacer las cosas de manera diferente, hasta que estemos satisfechos con el resultado. Si no eres feliz hasta ahora, es tu momento de cambiar. Una actitud emocional positiva ayuda a mejorar nuestra salud; diversas investigaciones han descubierto que las personas felices se enferman menos y, cuando lo hacen, sus síntomas no son tan severos como el resto de las personas.

Aunque es cierto que tienes emociones y debes aceptarlas, eso no significa que debas vivir deprimido, melancólico o triste por el resto de tus días, por eso si una emoción no te sirve o te afecta, debes cambiarla.

Ese cambio es muy simple, primero debes darte cuenta de que algo está mal, después determinar qué debes hacer para cambiarlo. Por ejemplo, si ya te has dado cuenta de que una canción te hace sentir desvalido y por ende, te deprime, entonces la solución es simple: ya no escuchar esa canción. Conozco personas infelices que escuchan canciones cuya letra habla de tristeza, con ello se entristecen más, pero no las dejan de escuchar, es como si la depresión tuviera relación con el masoquismo (podría ser, pero no pienso investigar sobre esta relación para el presente libro).

Si aún dudas sobre si debes o no ser feliz, debes saber que los investigadores han observado durante años a las personas felices, gracias a esto, han encontrado ciertas características en ellos:

Sobre su postura y fisiología en general.

a. Sus gestos y movimientos son rápidos y simétricos.

b. Realiza actividades físicas y mentales a diario.

c. Cantan y bailan constantemente.

Sobre sus estrategias mentales.

a. Mira el lado positivo de las cosas.

b. Mantiene un buen sentido del humor.

c. Observa las estrategias de las personas que son felices y las aplica en su vida.

d. Se ama a sí mismo.

e. Aprende de sus errores.

Sobre lo que cree.

a. Las relaciones interpersonales son muy importantes, por ello es social.

b. Presta ayuda a los demás cuando lo necesitan.

c. La salud y la vitalidad son parte importante de su vida.

d. No le preocupa su edad, sabe que mientras más tenga, ha aprendido más.

Sobre su identidad.

a. Procura tener una autoestima alta.

b. Defiende su identidad.

c. Sabe que su identidad es única, por ello no intenta ser la “copia” de otro.

De todo ello hablaré en este libro. Quiero que juntos aprendamos cómo lograr lo que queramos y obtener una vida llena de satisfacciones.

También hablo de los demás y el impacto que ejercen en nuestra vida, otra forma de ser infelices y no alcanzar el éxito es el deseo de agradar a los demás o peor aún, no conocernos a nosotros y con ello evitar a los demás. José me comentaba en una consulta:

Me siento solo, hace unos meses tenía mucha gente a mi alrededor y todos estaban pendientes de mi, nunca pensé sentirme así, ahora creo que no encajo en ningún lugar, simplemente soy una persona extraña fuera de mi lugar. Constantemente me pregunto ¿por qué soy así? ¿Por qué no soy normal?

En ese entonces lo interrumpí, iniciando este diálogo:

–¿Qué significa ser normal?

–Usted sabe, que no dañe a nadie con mi manera de ser.

–¿A nadie? Creo que cada persona decide si permitir ser dañada o no, el que usted tenga la posibilidad de dañarla me parece algo absurdo.

–¿Por qué?

–Usted se da mucha importancia, es como si fuera un dios griego, haciéndole cosas a los demás… ¿se considera dios?

–Usted no comprende…

–Creo que al no sentirse “normal” se siente extraordinario, lo cual es significativo, más no debería… Usted es usted, ellos son ellos1.

–Pero los lastimo…

–¿Usted siente por ellos? Me he dado cuenta de que le da mucha importancia a esos sentimientos, es más, creo que los sentimientos de usted quiere dárselos a los demás…

–Me siento solo…

–A eso me refiero, usted siente, pero no parecería que tiene miedo a sentir, es más cómodo otorgarle el poder a otro, para no afectarse a sí mismo2. ¿Por qué no empieza a hacerse responsable de sus sentimientos? No busque dárselos a los demás.

Entonces le recité la oración Gestalt:

Yo hago mis cosas y usted las suyas

Yo no estoy en este mundo para vivir conforme a sus expectativas

Ni usted está en este mundo para vivir conforme a las mías

Yo soy yo y usted es usted

Si alguna vez nos encontramos, será hermoso

Si no, no lo podemos evitar.

José lloró un buen rato, yo sólo me dediqué a observarlo, con un gesto empático, al fin de cuentas él necesita sentir, dejar de darle a los demás sus propios sentimientos. Termina y sonríe tristemente, entonces le susurré algo que tal vez nunca había escuchado: “Usted no está solo, se tiene a sí mismo”. Acompañado a esta frase extendí las manos y las atraje hacia mí, como indicando que parte de mí se acopla a un todo.

José se sonrío y me dijo: “Siempre evité sentirme vivo, ya no quiero hacerlo”. Entonces seguí mi diálogo terapéutico.

Gracias a éste logramos resultados, los mismos que puedes alcanzar cuando tengas las herramientas necesarias.

A partir de este ejemplo debes tener en cuenta lo siguiente:

Tú tienes muchos recursos mentales que te ayudarán a salir adelante de cualquier problema, pero tal vez no te hayas dado cuenta de ellos.

Cada persona debe hacerse responsable de sus actos, no puedes responsabilizarte por otros.

Lo que has experimentado es muy importante, es mejor haber tenido una experiencia que no haber tenido ninguna.

Todo pasa por algo, sólo hay que encontrarle un sentido.

Los estados emocionales son comportamientos normales del organismo, no podemos separarnos de ellos, tienes que aprender a vivir con tus emociones, aceptarlas y utilizarlas para tu crecimiento.

La felicidad es una reacción que precede a la satisfacción de una necesidad o a la obtención de un objetivo propuesto. Cuando se es infeliz, los sistemas del cuerpo aceleran o disminuyen su funcionamiento y la constancia de estos efectos acabarían agotando las defensas, por lo que el sistema inmune quedaría agotado.

Cuando eres feliz los demás lo perciben, toma en cuenta el principio psicológico llamado “efecto halo”, en resumen, este principio implica que los humanos asumen que la gente feliz, es segura de sí misma, inteligente y más digna de confianza que las personas tristes. Si eres feliz, los demás te ven como una persona exitosa, próspera y saludable.

Por ello, aunque parezca absurdo, los individuos que tienden a sonreír más, son percibidos como triunfadores, aunque en ese momento no lo sean.

Por otro lado, el estrés propio de nuestra vida diaria, está haciendo que seamos más infelices, apáticos y con problemas de aprendizaje; esto quedó de manifiesto después de realizarse un experimento en Alemania: a varios estudiantes se les pidió que memorizaran una lista de palabras antes de dormir, a un grupo, durante el sueño se les aplicó descargas de corriente eléctrica de muy baja intensidad, semejantes a las frecuencias que genera el cerebro mientras se duerme, al otro se le proporcionaron descargas más intensas, parecidas a las producidas por el estrés. En el primer grupo se observó una mejora en su memoria de más del 20%, mientras que el segundo disminuyó en más del 30%. Los resultados fueron contundentes: el estrés puede causar estragos en el aprendizaje.

El estrés tiene una estrecha relación con el dormir adecuadamente; al hacerlo, tienes más energía, más facilidad para aprender y te sientes saludable; si duermes mal, tu organismo no responde igual; si tienes una vida estresante, no duermes bien, lo que repercute en todo tu organismo.

Si tienes más herramientas para el cambio, tu vida será más placentera. Además tu cerebro se ejercita con cada nuevo descubrimiento, o mejor dicho, un nuevo camino neuronal se construye cuando aprendes algo nuevo. Si tienes múltiples caminos neuronales tendrás más oportunidades de ser feliz, saludable y exitoso. Las personas creativas, tienen millones de caminos neuronales y siguen construyendo más y más a diario. Sólo date cuenta de esto: si una idea nueva genera una conexión neuronal, ¿cuántas conexiones neuronales se crean a partir de mil ideas nuevas?

Si algo no te funciona, hazlo de otra forma. Esa experiencia nadie te la va a dar, es oro molido en tus manos, ya que le enseñaste a tu cerebro de qué forma no debe hacer las cosas. Tomás Alva Edison dio una respuesta que ha sido recordada durante años cuando lo cuestionaron sobre los “fracasos” que tuvo cuando inventó la bombilla eléctrica: “No sé que entiendes por fracaso, pero de algo sí estoy seguro, y es que en todo este tiempo aprendí que antes de pensar en dos mil fracasos he descubierto más de dos mil maneras de no hacer este filamento”. Esto no es optimismo, es cambiar tus esquemas mentales para obtener lo que desees en el momento que quieras.

Y bien, si aún con estas explicaciones, todavía quieres experimentar el fracaso, ya no continúes leyendo el libro, mejor sigue cualquiera de estas pautas:

Siempre vive en el pasado. Recuerda lo maravillosa que fue tu vida hace años, quéjate del presente, intenta revivir viejas experiencias, date un tiempo para recordar lo bonito que fue el ayer.

Piensa en lo maravilloso o catastrófico que será el futuro, no cambies para modificarlo, no hagas nada el día de hoy para cambiarlo.

Continúa repitiéndote frases como: “¿Y si me quedo sin empleo?” “¿Y si tengo un accidente?”, etcétera.

Repítete lo malo que eres para una actividad y generalízalo para todos tus aspectos de tu vida.

Repítete siempre: “No puedo”.

Nunca hagas algo.

Nunca escuches las opiniones de los demás.

Recuerda que cada fracaso te demuestra que tienes mala suerte.

Procura no tener amigos.

Conviértete en el “hombre del mañana”, deja todo para otro día.

Sé inflexible con todos, en tu forma de ser y forma de pensar, nunca cedas.

Indúcete a pensar que si los demás triunfan en la vida es porque tienen suerte o alguien les ayudó, ya que es imposible que lo hayan hecho por sí mismos.

Piensa que tu destino está escrito, ya no puedes cambiar nada en tu vida.

Procura estar muchas horas viendo televisión, cree todo lo que te dicen y nunca lo cuestiones.

Camina agachado, sin ganas de avanzar.

Nunca mires a los demás a los ojos.

Siempre repítete frases negativas sobre el mundo y tu persona.

Desconfía de todos.

No aceptes tu cuerpo, repítete lo feo que eres, lo gordo, chaparro o alto.

Almacena rabia, rencor y odio.

Nunca te relajes, siempre debes estar tenso.

La culpa de todo es de tus padres, ellos eligieron que nacieras.

Eres tu peor enemigo.

Repítete que tu felicidad depende de los demás.

Nunca te dediques tiempo para ti mismo.

No te arriesgues.

Empieza con cualquiera de ellas. Pero si haces lo contrario, tienes el éxito, la prosperidad, la salud y felicidad aseguradas de por vida. Si decidiste tomar el control de tu vida, escribe estas pautas de manera inversa y en primera persona (por ejemplo: “Vivo en el presente”), repítetelas a diario, todo el día.

Hace unos años veía un documental de la vida animal con un amigo, en él se comentaba por qué los animales enfermos son abandonados y eliminados por sus congéneres; una de las conclusiones a las que llegaban era que lo hacían para no poner en peligro a la manada. Entonces le pregunté a mi amigo: ¿Los humanos hacemos lo mismo cuando no somos felices? Es decir, ¿si tú no eres feliz los demás se alejan de ti para evitar poner en peligro su propia felicidad? Guardó silencio un gran rato, después de varios minutos respondió: “Deberíamos hacerlo”.

Cuando no eres feliz los demás lo perciben, es tu actitud, tus movimientos y tu comunicación verbal la que te delata. ¿Acaso te acercas a una persona que tiene gripe con la intención de enfermarte? Tal vez lo hagas si eres investigador de esa enfermedad, pero si no, lo dudo; es lo mismo cuando no eres feliz, los demás prefieren evitar estar contigo para no contagiarse de tu “enfermedad” y no padecer de infelicidad.

Conozco muchas personas que al parecer no tienen amigos, cuando les pregunto por qué, sólo atinan a decir “No sé”, con un tono frío, carente de vida, de sentimientos; yo tampoco los escogería como amigos. En lo particular –y quiero pensar que no soy el único– prefiero estar con personas que me motivan, me hacen reír y me enseñan algo que no sé; nunca estaría con alguien que se la pasa quejándose de la vida y sufriendo por cualquier cosa. Cuando somos infelices la comunicación que recibimos de los demás es muy dura, tratan de evitarnos, de hundirnos, frases como “Pobre de ti” son palabras altamente destructivas que además te repites cuando dices: “Pobre de mí”.

Cuando hablo de este tema me gusta que hagan un ejercicio que ahora te propongo:

Recuerda cómo te entristeces, colócate en la misma posición física que adoptas para ello, tal vez agaches tu cabeza, te encorves y dejes caer tus brazos, recrea alguna vez que lo hayas hecho.

Date cuenta cómo te sientes, observa tu postura, escucha tus voces internas.

Ahora colócate erguido, con el mentón de la barbilla en alto, ve hacia el frente, adopta una posición de éxito, recuerda alguna vez que estuviste motivado, que sabías que podías hacer lo que te propusieras y lo lograrías sin problema alguno.

¿Cómo te sientes con esta postura de éxito?, ¿cambian tus imágenes y tu voz interior respecto a la anterior posición?

¿Cuál te gusta más?