Una Mujer Obsesiva con la Sistematización de los Procesos - Soledad Zanchi - E-Book

Una Mujer Obsesiva con la Sistematización de los Procesos E-Book

Soledad Zanchi

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Beschreibung

Esta historia nos invita a sumergirnos en la cotidianeidad de Fabiana —una buena mujer—, casada con Pedro —un buen hombre— y madre de dos hermosas niñas: Solana y Merlina. Transcurre en un hogar de clase media, de CABA, en el contexto de una pandemia por COVID-19 y está inspirada en situaciones reales.

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SOLEDAD ZANCHI

Una Mujer Obsesiva con la Sistematización de los Procesos

Zanchi, SoledadUna mujer obsesiva con la sistematización de los procesos / Soledad Zanchi. - 1a ed. - Ciudad Autónoma de Buenos Aires : Autores de Argentina, 2023. Libro digital, EPUB

Libro digital, EPUB

Archivo Digital: descarga y online

ISBN 978-987-87-4614-2

1. Novelas. I. Título.CDD A863

EDITORIAL AUTORES DE [email protected]

Tabla de contenidos

Prólogo

Fabiana

El recuerdo

Es lunes

Esa tarde

Tarde

El pasado

Pedro

Una noche

El cumpleañitos

Cada viernes

El viaje

No sabría decirle

A todas esas personas que confiaron en mí

y a quienes hoy se asoman a esta historia

buscando algo que llevarse.

¿Para qué escribe uno, si no es para juntar sus pedazos?

Eduardo Galeano

Prólogo

“Una mujer obsesiva con la sistematización de los procesos” es una historia que convoca historias propias. No es posible leerla sin recordar, sin relacionar, sin sentir en el propio cuerpo las palabras.

Esta historia nos interpela, la manera de ser narrada nos estimula.

Se vive en ella con intensidad la tensión vital entre lo que deseamos ser y hacer, y lo que cotidianamente hacemos y somos. Tan profundo es este viaje. Culpa y placer amalgamados, como si no fueran posibles otras maneras, como si el amor fuera dependencia y como si la libertad fuera desolación. Este libro nos anima a recorrer otros caminos, a reescribir nuestras propias historias.

Así como todo suceso humano, esta historia es social, política, espiritual y cultural al mismo tiempo, y se trata esencialmente de la felicidad, de su posibilidad y urgencia.

Es un relato que tiene poder transformador en sí mismo. Revivencia, recrea y entreteje palabras que al disponerlas al vuelo libre de quien las lee, abre infinitas posibilidades para el cambio. Y el cambio urge, tanto como la felicidad.

La escritura de Soledad tiene la magia de impulsar un extraño sentimiento, el de estar afuera y adentro a la vez, el cual nos permite saber que pertenecemos a cada instante de la trama vital. Y es que ella escribe desde muy dentro de sí, libre, sin miedos, dando rienda suelta a la poderosa y tierna autenticidad.

Gracias por invitarnos y acompañarnos a este viaje profundo, sensible y transformador.

Sandra Isabel Payán

Fabiana

Fabiana era detallista. De esas personas que releen lo que escribieron mil veces, que buscan la perfección en cada cosa. Así… minuciosa, obsesiva.

Si estaba por salir a comprar, más en cuarentena, pensaba el trayecto varias veces, pensaba el recorrido que haría con el auto a fin de optimizar el tiempo y la nafta, no tanto por la nafta, sino para hacer un gasto óptimo de cada recurso, por el placer mismo de hacerlo.

—En la verdulería tengo que comprar: un maple de huevos, peras, bananas, papa y cebolla, tomate, lechuga y… un poquito de jengibre. El gustito al final. Primero lo primero. No es cosa de andar yendo y viniendo, más en cuarentena —decía Fabiana. Luego seguía—: Después tengo que ir al cajero, pero si paso y hay mucha gente voy a dejarlo para otro día, total no es urgente. Lo que no puedo dejar de hacer es ir a comprar la carne. ¡Qué asco me da la carne cruda! Pero bueno… es una vez al mes.

Así, Fabiana organizaba cada detalle, cada actividad. Pensaba y repensaba para ser más eficiente la próxima vez. Eso le daba placer.

Definitivamente disfrutaba buscando patrones, sistematizando procesos. Hacer listas, enumerar, hacer cuadros, calendarios y mensajes en la pared para recordarse actividades o reflexiones a ella misma eran las cosas que la serenaban, que la hacían sonreír respirando hondo a la tarde, mientras tomaba mate.

Todo se puede organizar, todo puede sistematizarse, pensaba Fabiana. Los momentos de dispersión, los de trabajo, los de descanso. Se pueden sistematizar las emociones, analizarlas y hablarlas en voz alta, para tratar de entenderlas y así poder buscar patrones nuevos de comportamiento que eviten errores y mejoren la eficiencia del proceso de vivir.

Fabiana hablaba sola. Es que muchas veces tenía conflictos, y prefería hablarlos con ella, con ella misma. Cuando se reunía con amigas, era para tomar un vino y distenderse, reírse tal vez de sus desgracias y así también ir entendiéndose. Pero en el momento agudo del caos, era ella con ella. Adentro de su caparazón.

Mientras hacía sus listas mentales, sentada en la mesita de la cocina, su marido hacía mate y miraba sus redes en el celular. Vivía con ella desde hace muchos años, eran lo que se suele decir una linda pareja.