Yin Yin – Tiki y la orquídea - Myriam Yagnam - E-Book

Yin Yin – Tiki y la orquídea E-Book

Myriam Yagnam

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Beschreibung

El presente libro reúne dos cuentos que tratan del amor. En el primero, Yin-Yin, una perrita que ha quedado huérfana, busca a los humanos que alguna vez quisieron y cuidaron a su madre. En el segundo cuento, un picaflor llamado Tiki sale también en búsqueda del amor para comprender, finalmente, que ese sentimiento siempre ha vivido en su interior.

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Delfín de Color

ISBN edición impresa: 978-956-12-2561-9.

ISBN edición digital: 978-956-12-3509-0.

2ª edición: enero de 2015.

Obras Escogidas

ISBN: 978-956-12-2562-6.

3ª edición: enero de 2015.

Gerente editorial: José Manuel Zañartu Bezanilla.

Editora: Alejandra Schmidt Urzúa.

Asistente editorial: Camila Domínguez Ureta.

Director de arte: Juan Manuel Neira.

Diseñadora: Mirela Tomicic Petric.

© 2013 por Myriam Yagnam Lara.

Inscripción Nº 226.212. Santiago de Chile.

Derechos reservados para todos los países.

© 2013 para la presente edición por

Empresa Editora Zig-Zag, S.A.

Inscripción Nº 228.649.

Editado por Empresa Editora Zig-Zag, S.A.

Los Conquistadores 1700. Piso 10. Providencia.

Teléfono 56 2 28107400. Fax 56 2 28107455.

www.zigzag.cl / E-mail: [email protected]

Santiago de Chile.

El presente libro no puede ser reproducido ni en todo ni en parte, ni archivado ni transmitido por ningún medio mecánico, ni electrónico, de grabación, CD–Rom, fotocopia, microfilmación u otra forma de reproducción, sin la autorización escrita de su editor.

Diagramación digital: ebooks [email protected]

Índice

Yin-Yin

Prólogo

El escritor

El aeropuerto

La búsqueda

El día en que nació Yin-Yin

El furgón rojo

La noche en que se apagaron las estrellas

Yin-Yin comienza su aventura

Un gato grande, gris y peludo

Claudia busca a Sofía

Un lengüetazo de felicidad

Tiki y la orquídea

El claro del bosque

La orquídea

Nuevas señales

Yin-Yin

Prólogo

Domesticar: Acostumbrar a la vista y compañía del hombre al animal fiero y salvaje.

Yin-Yin fue la única hija de Yin, una perrita callejera pequeña, con patitas cortas, pecho ancho, grandes orejas, ojos agudos, lunar en la cara y una colita larga y parada, que parecía más grande que ella misma. Mezcla de chihuahua y salchicha, tuvo una vida muy especial. Conoció el amor, la amistad, sufrió vicisitudes en la calle, pero nunca perdió la fe. Con constancia y disciplina logró realizar sus sueños.

Esta es su historia.

El escritor

Miguel era escritor y trabajaba como periodista en un diario local. Vivía en una isla pequeñita en el Caribe y todos los fines de semana, después de hacer taichí, se iba a remar con su amigo Rodrigo. Este vivía frente al mar con Sofía, su esposa, quien también trabajaba para el periódico donde escribía Miguel. Sus amigos lo esperaban todos los sábados con un termo de café caliente… ¡Hum!… Podía sentir el olor del café mientras conducía a casa de Rodrigo.

Ese día, como muchos otros, Rodrigo, Miguel y Sofía compartieron el café de la mañana disfrutando el amanecer. Tan pronto el sol salió se encaminaron a remar y, para su sorpresa, vieron una cabecita flotando en el mar.

–¡Parece un perro! –gritó Sofía, mientras Rodrigo y Miguel remaban rápidamente hacia la cabecita, que parecía hundirse más y más en el agua.

Miguel se agachó y tomó al perrito, casi ahogado, en sus brazos. Sofía le dio a Miguel una toalla que traía en su bolso y Miguel lo arropó entre sus brazos.

–¿Cómo es posible que este perrito haya caído al mar? –se preguntaba Rodrigo, mientras lo observaba. Y de pronto agregó–: No es un perro, es una perrita.

Agradecida, la perrita se acurrucaba en los brazos de Miguel.

Fue un amor a primera vista.

–Me quedaré con ella –dijo Miguel– y se llamará Yin; es el nombre de la energía femenina en el taichí… y como ella es perrita –le aclaró Miguel a sus amigos.

Y así fue como Yin comenzó a llamarse Yin.

Poco a poco Yin se fue acostumbrando a su nueva vida con Miguel. Lo acompañaba al periódico a entregar sus escritos y después se acomodaba a sus pies, mientras este escribía. Los fines de semana salían a remar con sus amigos y Yin se transformó en una excelente nadadora. Eran inseparables. Yin también acompañaba a Miguel en sus largas caminatas y se sentía muy importante protegiendo la casa cuando su dueño se dormía mirando televisión en la sala.

Llevaban ya casi seis años juntos cuando un día el mundo de Yin comenzó a cambiar.

Miguel llegaba a casa diferente, se veía preocupado y hablaba mucho por teléfono. Ya casi no jugaban juntos y lo veía entrando y saliendo con variados paquetes. Miguel estaba preparando un viaje. El periódico lo enviaba a trabajar fuera del país. Se iba a Chile por un año.

Como Miguel no podía llevar a Yin en su viaje, decidió hablar con Sofía.

–Sofía, ¿podrías cuidar a Yin hasta que regrese? –le preguntó–. Será solo por unos meses, hasta que consiga un departamento; luego vendré a buscarla –prometió.