Las miembras de La bobada literaria nos complacemos y nos compadecemos en anunciar que estamos de vuelta en Bogotá. Tras seis meses en Barcelona, adonde llegamos para hacernos amigas de Quim Monzó creyendo que era una mujercita como nosotras, y tras un fin de semana en Cartagena, donde echamos a los dos escritores más pusilánimes de la historia colombiana y nos bronceamos con el bronceador que nos recomendó Jaime Espinal, llegamos a Bogotá para dar la barata esta noche en el auditorio Funny Mickey –que como es nuevo no sabemos todavía dónde queda–.