Perder es poder - Bobada Literaria - E-Book

Perder es poder E-Book

Bobada Literaria

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Beschreibung

Un libro cargado de humor, que de seguro le encantará a la nueva generación, la generación virtual. Un manual de superación para aquellas personas que viven bajo la, cada vez más grande, influencia de las redes sociales y del mundo digital. El libro se presenta como el viaje de un personaje en el mundo virtual, en el que aprenderá mucho sobre las nuevas formas de relacionarse en este nuevo mundo. Temas como el amor, la fama, la política harán parte de la historia de Gabriel Ruiz, nuestro protagonista, que cobra vida gracias al ingenio de La Bobada Literaria.

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La Bobada Literaria

Perder es poder

Manual de superación virtual

Este no es un texto escolar.

Contenido

Prólogo9

1.El principio es el fin 13

2.Virtualmente eres real31

3.La flexibilidad de la moral online49

4.La única regla del éxito es que no se habla del éxito65

5.La felicidad es mayor cuando la compartes con otros81

6.La vida es una ruleta rusa97

7.La cruda realidad113

8.La esperanza es lo último que se perdió135

9.Renacer es volver a empezar151

Test decompresión de lectura161

Prólogo

Apesar de ser publicado por esta prestigiosa editorial, este no es un texto escolar. Eso no quiere decir, sin embargo, que no sea educativo. De hecho, tal vez lo es mucho más que los textos escolares. Es tan original que es el primer libro escrito con el texto predictivo de WhatsApp, un logro tan histórico como el primer libro escrito en un BlackBerry o la primera prescripción médica escrita con letra legible.

En este libro conoceremos a Gabriel, un muchacho que se atrevió a soñar y se equivocó; entendió sus errores y se siguió equivocando, y, al final, supo que dejar de equivocarse sería un error. Lo más asombroso es que no estoy hablando de un político, y es justamente ahí donde reside el principal valor de esta obra. Se pone mucho énfasis en aprender a ganar,

Por

Luis Carlos Restrepo

desde la clandestinidad

El derecho a la bobada

LA BOBADA LITERARIA

pero nadie nos enseña a perder. Gabriel, con la modestia del mártir san Pellegrino, nos aclara que la resiliencia es más que una palabra gastada, también es una palabra que demuestra que todo empieza y termina en uno mismo.

Así como escribí El derecho a la ternuray estoy terminando su continuación, El torcido a la ternura, puedo decir que este es un libro que habría podido escribir yo y que podría titularse El derecho a perder. Porque la experiencia vital demuestra que de error en error se puede encontrar el camino, así sea el del exilio.

Como su escritor de cabecera, el gran Wilmer Rizos, y siguiendo esa línea de incongruencia conceptual e hipertextualidad, Gabriel nos enseña, como en los grandes ritos iniciáticos, que el inicio de todo es el principio y que, así no se encuentre lo que se buscaba, algo se encuentra. Su experiencia nos enseña que nunca fue mejor dicha la frase de Jesús de que el que busca encuentra. Así como Jesús quería esparcir un mensaje y encontró la crucifixión, así como yo quería esparcir a otro mesías y terminé en la clandestinidad, así como Betty (la fea) se volvió bonita, Gabriel inició buscando pertenecer y terminó en algo que nunca imaginó. Y lo mismo le pasará al amable lector que emprenda este viaje, sin saber que al final terminará cerrando su círculo vital.

Desde su matriz afectiva, las redes sociales pueden definirse como un acto supremo de amor propio: caricia que se torna en conocimiento del ser, tacto que sabe palparse a sí mismo, ternura que se escribe con el hashtag#ternurita. Por eso, Gabriel Ruiz se convirtió en una celebridad de los social media. Se pasea incesantemente y crea un registro múltiple de bobadas que, en lugar de difuminarlo, lo define.

Gabriel es un ejemplo para todos, principalmente porque tuvo que superar obstáculos más complejos que una entrega

Prólogo

de armas inventada y un exilio injustificado para llegar a publicar este libro. La forma en que superó los embates de una guerra interna, te sorprenderá. Así como la aparición de testimonios y tutoriales creados por reconocidas figuras de la actualidad nacional.

Pero lo mejor de este libro no es eso, sino que un porcentaje de las ventas será destinado a la Fundación Amigos de lo Ajeno, que brinda bebidas no hidratantes a poblaciones en condición de vulnerabilidad etílica.

1.El principio es el fin

“A big cloud rises up in the sky

A strong storm is coming”.

Dalái lama

Un día te despiertas y no sabes quién eres. A tu alrededor to-do es oscuridad, bruma de la nada. No sabes dónde estás y no sabes quién eres. Como Kafka en esa película de la cucara-cha1. Por un breve segundo el mundo es una página en blanco. Puedes imprimirle a tu vida la identidad que quieras: músico, futbolista, youtuber2, tuitstar3, columnista/escritor, estrella de rocanrol, presidente de la nación. Te angustia no ser nadie; ins-tantes más tarde tu vida vuelve a ti con todo su peso dorado, como un flashbackque te impulsa hacia delante. Pasas de no

1. Kafka era un actor alemán de culto. Tal vez lo recuerdes de películas como Kafka: mi enemigo favoritoy esa ranchera de “La cucaracha”.

2. Para los que lean esto después del año 2018, se trata de una profesión que estuvo de moda para promocionar productos en el mercado juvenil a través de la plataforma de video YouTube.

3. Para los que lean esto en cualquier momento, es una profesión que jamás estuvo de moda y se refiere a quienes se creen muy importantes porque tienen más de mil seguidores en Twit-ter, una plataforma que hace a la gente sentirse muy importante.

LA BOBADA LITERARIA

saber quién eres a estar de nuevo en la cima del mundo: tienes una cuenta de Twitter con miles de seguidores que retuitean ca-da uno de tus chistes y que comparten contigo tus indignaciones, tus alegrías y tus desengaños. Eres influencer4. No hace mucho, un desconocido te dijo que había comprado el pan en la pana-dería de la que hablas en tu timeline5. Y le encantó el pan: ¡¡¡te-nías razón!!! Además, eres popular como una gaseosa. Igual que una agenda análoga6, la vida te golpea para recordarte los even-tos de esta tarde: tuitear sobre el reinado de belleza con dos ami-gos virtuales, ver la retransmisión del partido del Real Madrid que grabaste anoche, ir a una fiesta convocada por tus tuiteros favoritos, que se han convertido en tu familia.

Me llamo Gabriel Ruiz y soy adicto a internet.Hincha de cualquier equipo de fútbol que use camisetas ver-des y mono en el calendario chino. Tengo una gata que se llama Laika. Despierto cinco veces en la noche para mirar el smartphone. Debo presumir sobre mis problemas de sue-ño. Like7. Paso mi dedo por el timeliney me río de los chistes que se parecen a los míos. Likecon carita que ríe. Mis dia-tribas salen publicadas en Las 2 Orinany soy cofundador de

4. Palabra inventada por las agencias de publicidad para ahorrar en gastos y pagarles con palma-ditas en la espalda a quienes creen que la galaxia gira alrededor de las redes sociales.

5. Timelineson las cosas que publicas, en el orden que las has publicado. Decir “línea de tiempo” es de pobres.

6. Que es análoga a una agenda analógica.

7. Es una manito con el pulgar levantado. Con el pulgar puedes hacer lo que se te antoje.

El principio es el fin

la revista web Periodismo Subjetivo8. Retuit. Mis tuits sarcás-ticos y furibundos salen en las recopilaciones de los mejores memes9en el periódico del domingo. Fav10. Mi perfil en Ins-tagram es aclamado por las personas a las que aclamo en Ins-tagram11. Corazón partío. Pero cómo me convertí en esto???

8. Un profesor universitario definió a la revista como el secreto mejor guardado de la posverdad en tiempos de contraverdad. Con esa afirmación le subieron el escalafón, pasó a ser decano de su facultad y, tras montar un canal de YouTube con más de diez suscriptores, lo nombraron director de una entidad gubernamental dedicada a leer pies de página para subirles el escala-fón a los profesores universitarios.

9. El meme lo es todo y no es nada. Aunque la palabra se la haya inventado un científico mucho antes de la existencia de Facebook, cuando te pregunten, di que se trata de una imagen vi-ral. Nadie entenderá, pero parecerá que conoces un montón sobre semiótica y epidemiología. También puedes decir “mim” o el plural “misms”.

10. Una marca de detergente favulosa.

11. Instagram es como ver televentas en tu celular, pero con efectos que hacen que las imágenes parezcan muy artísticas.

LA BOBADA LITERARIA

Todo empezó hace unos meses en una fiesta a la que me invitaron unos compañeros de la U. He aprendido que cuando estés en una fiesta habrás de estar muy atento, porque en cualquier momento puede aparecer la oportunidad de cambiar tu estado. Este estado no es como el Gobierno o como un estado de conciencia; es un estado más importante que se transmite al orbe. A mí me ocurrió muy pronto, tan pronto como entré a la fiesta que me mostró mi camino personal.

Fue en un container. Como siempre que iba a una fiesta me sentía como un idiota porque, pese a ser de otra parte, no sabía bailar. Golpeé y una mujer rubia se asomó por una ventana para pedirme la clave. Hice un tres dos con las palmas y en ese preciso instante supe que se me habían abierto de par en par las puertas de la percepción de un nuevo mundo. La anfitriona, una amiga de la U que se describe en el currículum como historiadora, periodista y jardinera (y era la única que había conseguido trabajo después de terminar la pasantía), estaba vestida con un traje de conejita Playboy.

—¡Llegó Gabo! ¡Gabe! ¡Gabba Gabba Hey! —gritó antes de abrazarme y darme un beso en cada mejilla—. Como los europeos —dijo coquetamente.

—Qué buena energía —respondí. Luego me presentó a los primeros tres amigos que había en el camino.

—Ellos son @demasiadotoomuch- @piperpimientay

@niputaidea.

Los nombres retumbaron en mi cabeza durante segundos que me parecieron eternos: ¿ARROBA DEMASIADO TOO MUCH? ¿ARROBA PIPER PIMIENTA? ¿ARROBA NI PUTA IDEA? EN SERIO LA GENTE SE PRESENTA CON SUS CUENTAS DE TWITTER?!!!??!!!!! Sí, mi cabeza es tan escandalosa que a veces mis pensamientos tienen mayúsculas

El principio es el fin

sostenidas y muchos signos al final. Cuando no hay escándalo, mi cabeza usa las mayúsculas sostenidas para resaltar la importancia de un concepto. En esto, claro, mi cabeza es selectiva, y solo lo hace con los conceptos relevantes de la vida.

Esa noche fue como una epifanía, la novela de mi vida podría empezar con: “Gabriel nunca imaginó que una fiesta le cambiaría la vida”. Hasta entonces yo sabía que existía Twitter. De hecho tenía mi propia cuenta de Twitter, pero no entendía mucho la dinámica. Cuando entraba a Twitter, lo primero que veía era una pregunta: ¿Qué estás haciendo? Entonces lo que yo hacía era responder: “Escuchando Radiohead”, “Viendo Netflix”, “Buscando un amor para esta noche”. También escribía: “Rascándome las bolas”, aunque nunca lo publicaba. En fin, nada de eso funcionaba, me había quedado con apenas dieciséis seguidores: tres eran mi familia y seguían teniendo una imagen genérica en su avatar12. Ser de una ciudad distinta a la capital nos convertía en personas muy 1.0; es más, me atrevería a decir que mi familia era como 0.2 antes de mi fama.

Ahora es muy distinto. A veces no tengo nada qué decir, pero escribo que me estoy rascando las bolas y alcanzo 80 retuits en un minuto. Si la vida fuera como un auto, yo podría venderme así: “De cero a 80 retuits en un minuto”. Es que cuando defines tu personalidad virtual, la vida tiene un antes y un después. Y yo no lo habría hecho si ese día no se me hubieran abierto las puertas de la nueva vida.

El resto de la fiesta fue fascinante. Alucinante. Fue emo-cionante dar con tanto pedante. Todos se movían sin ritmo,

12. Avatar no solo es la versión futurista de Pocahontas, es también la imagen que pones en tus redes. O eso creo. Por default, la mayoría de redes hacen un perfil gris, genérico, como si fueras el cajero de un banco. Antes solía ser un huevo, pero se prestaba para malas interpretaciones.

LA BOBADA LITERARIA

al ritmo de la champeta de agua dulce, de la electrónica in-die, del pop noventero, del rockbajo en calorías, del bambuco punk, del protoreguetón, del black metal despacito. Conocí a @masmalumaserastu, @OdioMisRetuits, @cachacadepueblo, @LadyGargaras, @unaamarillamasy @RemediosChinaski.

Al principio me la pasé observando cómo aquellos a quie-nes me habían presentado por su arroba eran los más popula-res, aquellos en torno a los cuales el NueVo MuNdO giraba. También conocí a @heliocentro.Todos actuaban como acto-res de televisión desfilando por la alfombra roja, que en todo caso es como siempre actúan los actores. Esa última frase se-ría un gran trino. Autolike. Autorretuit.

Como estoy lleno de ideas veo al resto del mundo como un montón-de-personas. Y todos quieren algo de ti, tal vez para partirte el corazón o el pulgar de la manito haciendo like.Poco a poco me fui acercando, empujado por una fuerza que en ese momento no entendía13. Primero llegué al corrillo que se hacía alrededor de ellos y, poco a poco, a medida que me fui metiendo en la conversación, y que me fui sorprendiendo con la aceptación que tenían mis intervenciones, me di cuenta de que PODÍA SER COMO ELLOS. Si Shakira puede, todos podemos.

13. Ahora sé que esa fuerza que no entendía era la fuerza de atracción del destino gravitacional.

El principio es el fin

LA BOBADA LITERARIA

Al día siguiente ni siquiera desayunaste. Olvidaste incluso el brunchque, como aprendiste en la party, es lo que co-men ahora las personas trendy14. Abriste los ojos y de inmedia-to te enfrentaste a la casilla de usuario en blanco. ¿Qué tipo de arroba podrías tener? Para inspirarte, te pusiste a explorar Twit-ter desde tu cuenta con dieciséis seguidores, con la sorpresa de que cuando entraste ya no eran dieciséis sino doce, el número con el que había empezado Jesús, el primer tuitero. Ese sería otro tuitazo. Autocorazón. Autoshare. Estaba pasando de todo en tu cabeza. Te perdiste entre arrobas ingeniosas y avatares de todos los tipos. Tuviste que investigar para saber qué era el poliamor y descubriste que no era el amor entre policías. Te diste cuenta de que podías hacer cosas como interactuar hasta con el presidente, incluso para cuestionarlo o burlarte de él, y te sentiste viviendo en el futuro. El Futuro. EL FUTURO. Eras grande en el fraca-so. Tuviste la certeza de que para estar ahí solo te bastaba con la definición de tu personalidad virtual. Tu propósito en la vida virtual. Todo lo que necesitabas era una arroba15.

Pero ¿cómo encontrarla? Las preguntas nos deben servir para encontrar sus respuestas, porque de otro modo se con-vierten en afirmaciones. Sin embargo, esa noche me iría a la cama sin ningún avance en ese sentido.

Mirando al techo, pensé en mis cualidades y defectos (@bicepsdeacero, @NoMeSaleBarba), en mi escritor de autoayuda favorito (@ChuckPailaniuk), en mis mayores

14. No importa si jamás has ido a Miami, te doy un consejo: señala con desdén al que no sepa usar palabras en inglés.

15. Históricamente, los campesinos han usado la arroba como unidad de medida. En este mundo corporativo la arroba se refiere al lugar en el que estamos, es un símbolo de lo que somos. El semiólogo francés Jacques Derrière demostró que el origen del carácter @ se encuentra en la similitud que tienen las narices de los cerdos con la complejidad comunicativa de la videós-fera en la era postelevisiva.

El principio es el fin

logros (@beerpongking, @ArmandoPorros), en los apodos de la infancia (@patirrajado, @PeloDeChoza) y la adolescencia (@GaboRuin, @CaraDeNada), en mis héroes personales (@elchompiras, @callese13), en la música que me inspira (@PjorkQueBjork), en mis personajes de películas favoritos (@amelieperohombre, @ElSirenito). Me di cuenta de que en casi todos los aspectos soy igual a los demás y comprendí que eso es lo que dificulta definir tu personalidad: que todos parecemos parecidos. Con base en esa reflexión, estuve a punto de abrir la cuenta @comunycorriente, aunque me pareció muy común y corriente. También pensé que me gustan mucho los boliquesos, pero @boliquesopodría dar la sensación de que era pelirrojo. O que me patrocinaba una marca de snacks16. Estaba perdido (@elhijodelindbergh). Todo seguía igual (@nopasanada). Lo único que sabía es que dejaría de avatar una foto de mi infancia: mi amiga conejita Playboy dijo que me veía divino. Había estado mirando fotografías mías y en todas me daba la impresión de que no tenía cara. Era como si no tuviera ojos, como si no tuviera nariz, como si no tuviera boca. Era como si mi cara fuera solo un contorno con pelo rizado. No en vano en el colegio me decían Cara de Nada. @CaraDeNada, por supuesto, fue la primera arroba descartada.

Yo no soy como todos, soy diferente. No soy un robot. Soy la mota en el ombligo de Jack. ¿Cómo encontrar mi personalidad virtual? ¿Cómo encontrar mi arroba? La respuesta vendría de la manera más inesperada: a través de un extraño sueño después de una noche tranquila. A veces es mejor dejar de buscar para encontrar. Como cuando uno

16. Paute aquí.

LA BOBADA LITERARIA

deja de buscar la billetera, le pregunta a la mamá y ahí está la billetera, en una mesita junto a la puerta.

En el sueño caminaba por la fiesta del containeren medio de gente que la pasaba muy bien, con letreros de sus arrobas sobre el pecho. Por alguna razón nadie parecía darse cuenta de mi existencia. Era como si fuera @invisible. Entonces supe qué pasaba: yo era el único de la fiesta que no tenía su arroba colgada. De repente, aparecía mi amiga flotando en el aire, disfrazada de chica Playboy, y me abrazaba en medio de todos.

—¡Eres el alma de la fiesta! —Como si fuera un hada, mi amiga me echaba un polvo17y como por arte de magia aparecía el nombre sobre mi pecho: @elalmadelafiesta.

— ¡¡¡¿¿¿ Por qué???!!! —le pregunté estupefacto.

—Porque, como al alma humana, nadie te nota. Pero de ahora en adelante esa será la forma de hacerte sentir.

Todo iba bien, pero la vida es misteriosa. Apenas me desperté, sin siquiera haber entendido las enigmáticas