Nací en una familia humilde, pero rica en valores y amor. Mi infancia feliz fue muy corta, mis padres se despidieron de este mundo cuando tenía solo nueve años. Aunque era una niña, mi mentalidad era como la de un adulto, debido a la tremenda situación. Mi deseo ardiente era estudiar, tener una profesión que me representara, una familia y estar rodeada de mis niños con una infancia feliz. Con especial esfuerzo lo logré, pero, después de la caída del régimen comunista, todo el país era un caos, así que tuve que migrar con mi familia a Canarias donde, después de 25 de años, hemos conseguido la nacionalidad española.