Rafael Terrén (Alicante, 1968) comenzó su carrera profesional como policía local y, tras licenciarse en Derecho, ascendió a inspector en una brigada de seguridad ciudadana. Devorador de libros, guardó siempre bien el secreto de que también era escritor, pero una vez que lo ha sacado a la luz no hay quien le pare. Para esta novela ha realizado un trabajo minucioso de documentación, entrevistando, entre otros, a forenses y párrocos.