Breve antología - Espanol - Ezra Pound - E-Book

Breve antología - Espanol E-Book

Ezra Pound

0,0
1,99 €

oder
-100%
Sammeln Sie Punkte in unserem Gutscheinprogramm und kaufen Sie E-Books und Hörbücher mit bis zu 100% Rabatt.
Mehr erfahren.
Beschreibung

Pocos hombres han hecho de la poesía, realmente una forma de vida (no un modus vivendi) con tanta pasión y coraje como lo hizo Ezra Pound. A los quince años ya se había propuesto ser el hombre que más conociera de poesía en el mundo. Todas sus actividades girarán en torno a esta pasión; incluso las erróneas teorías económicas que abrazaría años más tarde, encuentran su raíz en sus convicciones poéticas (prueba de ello es la insistencia con que se refiere a la usura en sus poemas), porque Pound es, ante todo, un poeta, y uno de los más grandes de nuestro siglo.

Das E-Book können Sie in Legimi-Apps oder einer beliebigen App lesen, die das folgende Format unterstützen:

EPUB
Bewertungen
0,0
0
0
0
0
0
Mehr Informationen
Mehr Informationen
Legimi prüft nicht, ob Rezensionen von Nutzern stammen, die den betreffenden Titel tatsächlich gekauft oder gelesen/gehört haben. Wir entfernen aber gefälschte Rezensionen.



Pocos hombres han hecho de la poesía, realmente una forma de vida (no un modus vivendi) con tanta pasión y coraje como lo hizo Ezra Pound. A los quince años ya se había propuesto ser el hombre que más conociera de poesía en el mundo. Todas sus actividades girarán en torno a esta pasión; incluso las erróneas teorías económicas que abrazaría años más tarde, encuentran su raíz en sus convicciones poéticas (prueba de ello es la insistencia con que se refiere a la usura en sus poemas), porque Pound es, ante todo, un poeta, y uno de los más grandes de nuestro siglo.

Ezra Pound

Breve antología

Ezra Pound, 1979

NOTA INTRODUCTORIA

Pocos hombres han hecho de la poesía, realmente una forma de vida (no un modus vivendi) con tanta pasión y coraje como lo hizo Ezra Pound. A los quince años ya se había propuesto ser el hombre que más conociera de poesía en el mundo. Todas sus actividades girarán en torno a esta pasión; incluso las erróneas teorías económicas que abrazaría años más tarde, encuentran su raíz en sus convicciones poéticas (prueba de ello es la insistencia con que se refiere a la usura en sus poemas), porque Pound es, ante todo, un poeta, y uno de los más grandes de nuestro siglo.

La labor de Pound en la literatura es de una diversidad enorme: lo mismo hace ensayos y traducciones de antiguos poetas chinos o del Renacimiento, que edita libros o consigue dinero para sus amigos (como es el caso de La Sociedad de Amigos de T. S. Eliot).

Pero toda pasión exige un precio: Pound pagó sin regateos haber sido una de las mayores figuras del arte de nuestro tiempo. Acusado de alta traición por haber colaborado en unas transmisiones radiofónicas contra los aliados, bajo la dictadura de Mussolini, es «perdonado» por la corte que lo considera loco, y queda confinado en el Hospital Psiquiátrico de St. Elizabeth, donde pasó «quince años viviendo más con ideas que con personas». Todo ello provocó que hacia el final de su vida Pound tuviera un sentimiento de frustración y vacío tan grande que, quienes se acercaron a él en sus últimos años, solían escucharle confesar: «Estaba equivocado. Estaba equivocado. Toda mi vida me engañé y ahora veo mis errores, veo que no sé nada».

Sin embargo, la obra de Pound permanece ahí, inmensa, esperando que nos acerquemos a ella y compartamos la visión de un hombre que no solamente supo describir la belleza del mundo, sino también inventarla.

RAFAEL VARGAS

ACERCA DE SU PROPIO ROSTRO REFLEJADO EN UN ESPEJO

¡Oh extraño rostro ahí sobre el espejo!

Oh blasfema compañía, oh santo anfitrión,

Oh mi tonto rostro barrido por la tristeza,

¿Cuál es la respuesta? ¡Oh tú, mirada

que te esfuerzas y vagas y por la que pasan

la burla, el desafío, la sinceridad!

¿Yo? ¿Yo? ¿Yo?

¿Y tú?

MUJERES ANTE UN APARADOR

Las chucherías de ámbar y turquesa falsas

las atraen.

«Casi parecen auténticas»: ¡Estas llamativas baratijas!

SOCIEDAD

La buena posición de la familia se tambaleaba,

y por esta causa la pequeña Aurelia,

que había reído durante dieciocho veranos,

ahora soporta el repugnante contacto de Phidippus.

EL RETRATO[1]

Los ojos de esta dama muerta me hablan,

porque en ellos estuvo el amor, y no fue posible

ahogarlo.

Y en ese cuerpo el deseo, que no pudo ser borrado

a besos.

Los ojos de esta dama muerta me hablan.

LETANÍA NOCTURNA

¡Oh Dios, purifica nuestros corazones!

¡Purifica nuestros corazones!

Sí, las líneas que has depositado en mí

en sitios de hermosura

y la belleza de esta tu Venecia

que me has mostrado

provocan mis lágrimas.

Oh Dios, ¿qué gran bondad

tuvimos en tiempos pasados

y hemos olvidado hoy,

que nos has dado esta maravilla,

oh Dios de las aguas?

Oh Dios de la noche,

¿qué gran dolor

nos acometerá

que nos has recompensado

antes del tiempo de su llegada?

Oh Dios del silencio,

purifica nuestros corazones,

purifica nuestros corazones,

porque hemos visto

la gloria de la sombra

semejante a tu doncella.

Sí, la gloria de la sombra

de tu belleza ha caminado

sobre la sombra de las aguas

en esta tu Venecia.

Y ante la santidad

de la sombra de tu doncella

he recogido la mirada,

oh Dios de las aguas.

Oh Dios del silencio,

purifica nuestros corazones,

purifica nuestros corazones,

oh Dios de las aguas,

limpia nuestros corazones,

porque he visto

la sombra de esta tuVenecia

flotando sobre las aguas,

y tus estrellas

han visto este prodigio, desde sus remotos cursos

han visto ellas este prodigio,

oh Dios de las aguas,

apacibles como son tus estrellas

mudas para nosotros en sus remotos cursos,

sereno es también mi corazón

y se vuelve silencioso dentro de mí.

Purifica nuestros corazones

oh Dios del silencio,

purifica nuestros corazones

oh Dios de las aguas.

IN EXITUM CULUSDAM

En la partida de cierta persona.

«¡Los tiempos que corren son amargos!». Oh, todo

eso está muy bien,

pero ¿dónde está el viejo amigo que no haya decaído,

o negado su saludo cuando tú, antes que él,

conquistaste la fama?

Conozco tu círculo y puedo decir con justicia

lo que has conservado y lo que has dejado atrás:

conozco mi círculo y sé muy bien

cuántos rostros he olvidado.