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Mi narración Habla de mi vida en sí. Habla un poco de cómo fui abusada a los ocho años por mi abuelo y como mi propia familia lo encubrió siempre. También de cómo a los 12 años fui brutalmente atacada por chicos y chicas de mi misma edad y hasta más grandes cuando salía de la escuela. Y sobre cómo mi primer amor me golpeaba y me maltrataba física y mentalmente hasta dejarme totalmente sometida a él y lo difícil que fue salir de esa relación y todo lo que sufrí y aguanté durante este tiempo. Después cuento sobre mi vida labora y la gente que me apoyó siempre y nunca me dio la espalda.
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Seitenzahl: 65
Veröffentlichungsjahr: 2018
Mendez, Catherine
Caras y caretas / Catherine Mendez. - 1a ed . - Ciudad Autónoma de Buenos Aires : Autores de Argentina, 2017.
108 p. ; 20 x 14 cm.
ISBN978-987-711-853-7
1. Novela. 2. Autobiografías. 3. Narrativa. I. Título.
CDD A863
Queda hecho el depósito que establece la LEY 11.723
Impreso en Argentina – Printed in Argentina
A mi madre, hermanos y amigos
¿DAR MUCHO?
Se dice que muchas veces damos mucho por quienes no lo merecen verdaderamente.
En mi vida las cosas fueron tomando un rumbo más y más decadente cada día.
En muchas oportunidades sentí que estaba a punto de enfermarme de la cabeza, pero aun así seguía luchando.
Dentro de mi alma y mi corazón sabía perfectamente, que jamás en todas las caídas que tuve, quede en el suelo sin levantarme, en algunos momentos, necesite que me ayudarán y hay comencé a notar que uno jamás esta tan sólo como cree.
Que siempre hay alguien dispuesto a ayudarnos, con un aliento de apoyo, consuelo o esperanza, puedo decir que por mi propia experiencia de vida nunca deben sentirse solos, que existen personas que nos ayudan y también necesitan sentir que están ahí para ellos también.
Otros dedican tiempo en pensar, que la esperanza está en un Dios y oran todas las noches o al despertar, buscando esa fortaleza, y otros preferimos buscarla en nuestra pareja o como en mi casó en familia y amigos.
MI PENSAR
Siempre que sentí caer el mundo sobre mí y no tener la fuerza de levantarme, deposité toda mi voluntad en creer que, por esos, que me vieron sufrir y luchar, todo era posible.
El amor incondicional de los que siempre soportaron mis altibajos, es mi fuerza, porque siempre que doy de mi recibo más de ellos, para seguir adelante en mi largo camino de crecimiento.
ALGO SE ROMPE EN MÍ
Estoy parada en un mundo donde existen las injusticias y no son tratadas con mano dura. Ese hombre arruino mi niñez y me llevo a tener varias pesadillas durante mi infancia.
Como el destino no quiso, que ese sea el único inconveniente triste, que me llevara a querer quitarme la vida en varias oportunidades, odiar a mis familiares adultos por sus descuidos, no llegue a ser mayor de edad para también ser golpeada por chicos/as y sufrir una serie de burlas por mis compañeros.
Si en la vida se pudiera retroceder, cambiaria varias cosas, entre ellas evitaría no ser tan cobarde de niña y siempre estar callando cosas malas que me pasaban y que no soportaba.
Hoy cada cosa que viví en mi pasado me sigue persiguiendo en el presente, me cuesta confiar en las personas que me quieren, y más aún en las que no me quieren y, a veces me defiendo de cosas sin sentido.
Cuando tengo una relación doy poco y quiero recibir siempre mucho amor del otro. Cuando recibo mucho quiero estar sola así también aislarme completamente del mundo.
CAPÍTULO I
Cuando era muy niña era capaz de notar las cosas de una manera diferente a la de otros chicos, de mí misma edad, no era de pensar en muñecas, ni en los millones de juguetes que existen en el mundo, solo me la pasaba renegando por ser una personita menor de edad, que aún no podía trabajar para ayudar a su madre con la comida, que se preocupaba por cosas como la relación de su madre con su padre o en cómo ayudar en su casa.
Era algo enfermizo pero hasta ese momento tenía una idea fija, que papá se recuperara de sus celos y sus múltiples delirios de que Dios; lo eligió para ser el próximo rey del cielo y la tierra y pelear contra los pecados terrenales como mirar la televisión, escuchar música, ponerse aros largos o tatuajes. Tonterías de hoy en día, que para el eran tentaciones del diablo.
Él, tomaba muy enserio todo esto de la religión, se la pasaba horas y horas arrodillado en su habitación rezándole a Dios, y reprendiendo a los demonios.
Recuerdo que en muchas ocasiones, me decía que orara con él, que me concentrara en ver visiones, me pedía que imaginara a mi madre con otro hombre, yo lo hacía, para mí, a esa edad no era nada difícil imaginar y fueron tantas las ocasiones que él le grito a mi mamá millones de cosas que creía ver en su cabeza, que para él, eran imágenes que se las mandaba Dios para mostrarle los pecados que tenía su esposa cuando estaba fuera de la casa.
Para mí no era nada difícil recordar lo que él le decía y repetirlas, que las escuche también de mí, no era de maldad hacia mi madre, pero si le creía todo a mi papá, la verdad que me costaba no confiar en sus palabras porque para mí era el mejor padre y yo era su hija preferida.
Darle la razón en oportunidades trajo muchísimos problemas entre ellos, la verdad que mi idea de ayudar no estaba saliendo como yo creía.
Recuerdo que un día me llamo en medio de una discusión, me pidió que dijera lo que vi o dije ver en mis visiones.
Pero enfrente de mi mamá eso me fue difícil, me puse a llorar y fue de esa manera como nunca más dije ver nada, tal fue el caso que me sentí, culpable de esa pelea, ese día mi papá me pidió enseguida que me fuera para mi cuarto, que me encerrara con mi hermana, la mayor.
Con ella nos pusimos a espiar desde el cuarto, lo que pasaba entre ellos. Fue entonces que vimos como el tomo todos sus maquillajes y los tiro por el inodoro, en ese instante mi mamá trato de defender sus cosas, y el de un empujón la lanzo por el piso,ella lo mordió con fuerza por el brazo y nosotras salimos del cuarto corriendo a pedirle que la dejara, nos decía gritando que le quiso pegar muy asustada y nosotras la ayudamos a levantarse e ir al cuarto nuestro.
Ese día todo termino, pero en la noche cuando ella quiso quedarse a dormir en nuestro cuarto junto a nosotras,
él la obligo a dormir en el cuarto de ellos, ya más calmada se fue a dormir, evitando más nervios para todos.
Pasada esta situación al día siguiente mamá se comunicó, con mi abuela paterna, la cual vivía en Argentina, y le contó la situación de esa noche, juntas llegaron a la decisión de que mi padre tenía que ser tratado por médicos especialistas de ese país que se lo vendría a buscar, para brindarle tratamiento psicológico.
Cuando mi abuelo paterno, llego a nuestra casa del Paraguay y mi padre lo vio, costo hacerle entender las intenciones del viaje, se negó a viajar y dejarnos a todos, pero como mi mamá lo amenazo de dejarlo, sino buscaba ayuda médica, no le quedó más remedio que viajar, y para tener a mi mamá atada a él y no correr el riesgo de que ella lo abandone en cuanto el viaje, pidió que uno de sus hijos viajara con ellos. Yo era la más pegada a él y la única que lo seguía a todos lados, me toco viajar con mi papá y mi abuelo en un micro por largas horas, esa fue la primera vez que me aleje tanto de mi mamá y hermanos, pero me emocionaba tanto la idea de conocer un país, que nada me resultaba más emocionante.
La historia que contaban de Buenos Aires, eran las de grandes edificios, escuelas, universidades, hospitales enormes, plazas grandes con juegos, dos parques de diversiones con hamacas voladoras y la vuelta al mundo, todo era para mí emocionante y demasiado tentador.