¿Cómo entrenar la resistencia específica en deportes de equipo en etapas formativas? - Pablo Esper Di Cesare - E-Book

¿Cómo entrenar la resistencia específica en deportes de equipo en etapas formativas? E-Book

Pablo Esper Di Cesare

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Beschreibung

Esta obra dirigida por el Dr. Pablo Esper Di Cesare completa la trilogía de la cual participan más de 100 profesionales bajo el lema "Un libro argentino, realizado en la Argentina, por argentinos" Esta obra ofrece una visión actualizada sobre el entrenamiento de la resistencia en deportes de equipo para atletas en etapas formativas. A través del análisis de las metodologías modernas y la experiencia de reconocidos preparadores físicos, se desentraña cómo optimizar el rendimiento de jóvenes deportistas. Desde fútbol, el handbal, el hockey sobre césped hasta baloncesto y rugby, el libro aborda la importancia de adaptar los entrenamientos a las necesidades específicas de cada deporte y cada atleta, marcando un camino hacia el éxito deportivo y el desarrollo saludable.

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Pablo Esper Di Cesare

¿Cómo entrenar la resistencia específica en deportes de equipo en etapas formativas?

Esper Di Cesare, Pablo ¿Cómo entrenar la resistencia específica en deportes de equipo en etapas formativas? / Pablo Esper Di Cesare. - 1a ed - Ciudad Autónoma de Buenos Aires : Autores de Argentina, 2024.

Libro digital, EPUB

Archivo Digital: descarga y online

ISBN 978-987-87-5021-7

1. Deportes. I. Título. CDD 796.077

EDITORIAL AUTORES DE [email protected]

Tabla de contenido

Dedicatoria.

Agradecimientos.

Presentación.

Juan Trapero Hidalgo

Luis Bruno Barrionuevo

Lic. Cristian Andrés Lambrecht

Víctor Ciavattini.

Área General

Dr. Pablo Esper Di Cesare.

Dr. Ruben Argemi

Dr. Sergio Mauro

Mag. Marcelo Luis Cardey

Mag. Gerónimo Maximiliano Gris

Prof. Juan Ignacio Campora

Lic. Francisco Diberti

Area Deportes

Lic. Rodrigo Borda, MSc.

Lic. Santiago Abdala.

Claudio Alvarez.

Maldonado, Sergio

Gastón Federico Bergner

Diego Bartoli.

Augusto Madelón.

Rodrigo Bracco

Darío Salluzzi

Sebastián Sciancalepore

Claudia Priscila Alvarez.

Manuel Abalsamo Amigo

Mauro Uriel Fridman

Mariano Martin Salomón

La visión del entrenador sobre el entrenamiento de la resistencia específica

Ricardo Mora.

Julián Pagura.

Dedicatoria

Todos los libros, tanto en formato papel como en Ebook, que me ha tocado escribir y dirigir, siempre han sido dedicados a personas, instituciones y momentos que me generaron alegrías en mi infancia, o, en los inicios de mi carrera profesional.

En primer lugar, quiero agradecer la formación académica recibida por la querida Escuela Nacional Normal Superior de Profesorado “Dr. Joaquín Víctor González” de la ciudad de Pergamino, donde transcurrió toda mi enseñanza primaria y secundaria y que me resultó determinante para el acceso a estudios superiores sin dificultad por la calidad de sus docentes y el tipo de enseñanza impartida.

En esta oportunidad elegí a tres docentes, un directivo y una compañera que tuve en la Secundaria, una de las etapas más inolvidables de la vida de cualquier adolescente.

Uno de aquellos docentes que generaba en nosotros cariño, del cual todos esperábamos que llegara la hora, para disfrutar su clase de taller de trabajos prácticos, en el 1° piso de la Escuela nueva, era el querido profesor José Manuel “Tito” Nine (QEPD). Un profesor bonachón, amable, siempre con una sonrisa (siempre me hizo recordar al profesor hippie que personificaba Luis Sandrini). Una persona que me enseñó a encuadernar libros y a pegar poster sobre bastidores, con los cuales me gane mis primeros pesos para irme a jugar al básquet a Bs. As.

Cuando alguien como yo, cercano a los 60 años, recuerda con cariño a un profesor que tuvo hace más de 45 años, es porque este profesor es de los que dejaban huella.

Prof. Tito Nine y la Directora Sra. Emma de Josifovich

La segunda docente que me cultivó la exigencia del estudio, que me enseñó a estudiar, con la cual no necesariamente tuve las mejores calificaciones, aquella para la cual el mejor era el que más se esforzaba estudiando, es la Prof. de Geografía Sra. Irma Doris “Chela” Pacífico Annan.

Fue una profesora tan importante en mi formación, que en un momento estuve a punto de estudiar Profesorado de Geografía, ya que ella, con la pasión que transmitía, en una época que no había internet y donde pocos tenían la posibilidad de viajar al extranjero, nos hablaba de lugares remotos del planeta y sacaba su caja de diapositivas y nos mostraba esos lugares. Hablaba no desde el libro, sino desde el conocimiento real, y con una pasión que me la supo transmitir.

Prof. Pacífico Annan

El tercer docente, a quien ya le dediqué hace unos años el libro “Baloncesto Formativo, la preparación física III”, es para nuestra generación de la escuela secundaria un maestro querido, por su forma de ser, de enseñarnos, de ser compañero y exigente. Es nuestro profesor de educación física Aldo “Chiche” Carrera.

Pablo Esper Di Cesare y el Prof. Aldo Carrera.

De la mano del profe Carrera, representamos a la Escuela Normal en básquet en la ciudad, la región e, incluso llegamos a jugar el provincial en la ciudad de Lincoln. Persona de trato amable, siempre respetado por alumnos y colegas, con el cual vivimos entrañables tardes de educación física en el gimnasio del club Sirio Libanés y del Club Douglas Haig. Aún hoy paro a saludarlo con afecto cuando lo cruzo en la peatonal en su café con su barra de amigos con el saludo de siempre “¡Cómo le va profe querido!”

Hice la secundaria en esta querida Escuela Normal, en plena época de la dictadura, ya que ingresé en 1977 para egresar en 1981. Época de otro tipo de regímenes disciplinarios, otra ropa, una forma diferente de comunicarse con docentes y directivos. Debo reconocer que siempre tuve altas calificaciones que me salvaron más de una vez de una suspensión porque era, para la edad de mis compañeros (algunos hasta un año y medio mayores), un poco chiquilín y embarullado. Cosa que a mi madre, docente y directora de la vieja escuela, no le gustaba mucho cosa que me recordaba diciendo: “¿qué van a decir de la directora del Nacional con un hijo que se porta así?”

En esas épocas que una rata eran 15 amonestaciones, una bombita de olor en el aula, eran al menos 10 amonestaciones, tuve las famosas amonestaciones (se llevaban a tu casa en un boletín de conducta que debía firmarlo tus padres), desde 6° grado de primaria hasta 5° año de secundaria con asistencia perfecta, todos los años alguna. Pero recuerdo, siempre promedios arriba del 8,50, llegando a 5° año con 9,32. Eso me salvaba de las suspensiones.

Muchas veces me mandaban a la dirección donde me esperaba con su mirada seria y sus ojos transparentes, la Prof. Emma Elena Erbin de Josifovich, “la Josifovich” como le decíamos en la escuela. Emma, siempre me decía: “¿qué hiciste ahora? ¿Qué va a decir tu madre? ¡Con esas calificaciones no podes tener esa conducta!

“La Josifovich” siempre fue recta conmigo, me ponía las amonestaciones que correspondían y luego me llevaba del hombro hasta el salón y me decía con una sonrisa “hasta la próxima”, con la sapiencia de que volvería a vernos en la misma situación.

Prof. Emma Elena Erbin de Josifovich

Fue para mí, una docente ejemplar que me enseñó que dentro del rol de rectitud que se puede ser justo y amable, por es siempre la recuerdo. El día del egreso, me tocaba que me entregara el diploma el Prof. Jorge Pertierra, y ella le dijo: “déjeme a mí”. Me dio el diploma y me dijo “ahora estudia y pórtate bien”, nunca olvide sus palabras, por eso este sencillo homenaje.

La Prof. Emma Elena Erbin de Josifovich entregándome el diploma de cierre de la escuela secundaria.

Finalmente, el recuerdo para quien es para mí una de mis más brillantes compañeras de secundaria. La más chiquita, nacida en noviembre, yo era el segundo, nacido en septiembre. Por esa razón tuvimos que ingresar en primaria en otra escuela porque cumplíamos los 6 años después de junio.

Muchos años fuimos compañeros de banco, cuando los pupitres eran dobles, incluso cuando pasamos a los viejos bancos individuales de madera. Siempre con las más altas calificaciones, nuestros padres eran amigos, ambos del club Sirio Libanés. Cada vez que no entendía algo, iba a preguntarle y perdía el recreo para explicarme. Es cierto, una de mis compañeras no deportista, pero integró el equipo de la Escuela Normal con el cual ganamos el inolvidable torneo escolar mixto de secundaria en el club SPORTS.

Tomamos distintos caminos, vivimos en distintas ciudades. Siguió la carrera para la cual estaba predestinada, el Derecho, y fiel a la capacidad demostrada en la escuela, y a la educación de calidad que recibimos, hoy es Jueza del Fuero Contencioso Administrativo y Tributario y, es Profesora Adjunta Regular de Teoría General y Filosofía del Derecho en la Universidad de Buenos Aires desde 1998. Esa compañera de quien siempre admiré su capacidad es una de las personas a quien dedico este libro, en representación de todos mis compañeros, la Dra. Andrea Danas.

Dra. Andrea Danas.

Como cuento en mi capítulo, la idea de este libro surgió de una pregunta que me hicieron jugadores del plantel bicampeón de la Liga de Fútbol de Arrecifes, con el Club Atlético Huracán, en 1989 / 90, que significó para mí, mi primer logro como preparador Físico. Y a ellos es la última dedicatoria.

Club Huracán de Arrecifes, Bicampeón 1989 / 90, Liga de Fútbol de Arrecifes

Del plantel dirigido por Néstor Pintos, Miguel Ramos como AC, Pablo Esper como PF, masajista Juan Domingo Ponce, utilero Omar Rumite, y los siguientes jugadores participaron de aquel campeonato: Alcides D. Carbajales, Roberto Oscar Martín, Rubén Dardo Vélez, Walter R. Chazarreta, Rodolfo D. Rodriguez, Héctor D. Vaccari, Walter D. Debaere, Aldo R. Carbajales, Ermindo Ríos, Eduardo D. Giménez, Jorge Daniel Barrera, Claudio M. Lezcano, Raúl Godoy, Rosendo F. Franchoni, Oscar A. Domine, Néstor Rodríguez, Jorge Daniel Bustos, Javier R. Reynoso, Luis A. Suarez, Ariel H. Bouvier, Daniel Franco, Juan Carlos Duarte, Ricardo Félix Corvalán, Ricardo Godoy, Daniel Balbarani, Mario Schrooh, Domingo Milone, Martín Lay.

Los dirigentes y colaboradores de esa época gloriosa fueron los siguientes: Hugo Celestino Rodríguez (presidente), Justo Omar Pintos, Roberto Villegas, Ruben Darío Franchi, Carlos Rillo, Amílcar Cesar Malegarie, Roberto Martínez (Carolo), Raúl Brelis, Jorge Rey, Ricardo Zalloco, José Pedro Izquierdo, entre tanta gente que anduvo con el equipo. Seguramente me estaré olvidando de algunos (pasaron 35 años), espero sepan disculparme.

Tuve la suerte de ser parte de una época inolvidable del club (de hecho es el último campeonato logrado), y de vivir apasionadamente los tres años que me tocó estar (1988, subcampeones, 89/90, bicampeones), donde conocí excelentes personas de las cuales me considero su amigo y, a 35 años del primer campeonato nos seguimos reuniendo una vez al año para recordar lo que fue una epopeya deportiva.

Si todo sale bien, presentaré este Ebook en la sede social del querido Club Atlético Huracán de Arrecifes a mediados de año.

Agradecimientos

Toda obra de este tipo, que llevó un total de 4 años y medio de trabajo para la trilogía, y de un año y medio para esta en particular, no podría llevarse adelante sin la ayuda y colaboración desinteresada de un montón de gente e instituciones.

Como hay que ser agradecido de la gente que nos ayudó, voy a destacarlos en este agradecimiento.

En primer lugar, a mi familia, que soportan hace 38 años esta locura de generar conocimientos e, incluso, alguno de ellos como Fede, ya ha generado sus propios libros luego de haber participado en dos de ellos. Por eso el primer agradecimiento es para aquellos que no dicen nada cuando un domingo a la mañana temprano estoy frente a la computadora trabajando en este libro, cuando podría estar haciendo otra cosa. Gracias Coqui, Nico, Fede, Juli y Vicky (¡mi nieta que siempre me recuerda que tengo que nombrarla en los libros!).

En segundo lugar a los 21 co - autores que fueron parte de esta trilogía única en el mundo y, de esta obra que hoy cerramos. A todos ellos muchísimas gracias: Rubén Argemi,Juan Cámpora, Marcelo Cardey, Gerónimo Gris, Sergio Mauro, Francisco Diberti, Rodrigo Borda, Santiago Abdala, Claudio Álvarez, Sergio Maldonado, Gastón Bergner, Diego Bártoli, Rodrigo Bracco, Darío Saluzzi, Sebastian Siancalepore, Priscilla Alvarez, Manuel Abalsamo Amigo, Mauro Fridman, Mariano Martín Salomón, Ricardo Mora y Julián Pagura.

En tercer lugar, a quien es la persona que hace posible que entre las dos primeras obras hayamos superado los 2.000.000 de descargas. Al amigo Fabio Gustavo Britos, quien gracias a su desinteresada colaboración esta obra es de descarga gratuita, algo que sería imposible sin su gestión y que permite dar a conocer al mundo el trabajo de los profesionales argentinos. Además, Fabio, a colaborado en los 4 libros de la colección “Baloncesto Formativo”, gracias a lo cual instituciones deportivas y educativas de Chivilcoy recibieron ejemplares gratuitamente. Muchas gracias amigo.

Hay una persona que ha sido determinante en que esta obra sea de fácil descarga, alguien a quien no conocía personalmente pero cuando lo contacte se puso enseguida a disposición y, además gratuitamente. Gustavo Marconatto, al igual que yo de Pergamino, nos diseñó todos los QR, tanto para las redes como para los banner de presentación que nos permiten, fácilmente, distribuir el Ebook y tener la estadística de su descarga. ¡Muchas gracias!

También, agradecer a los colegas, todos de trayectoria internacional, que aceptaron hacer el prólogo de este Ebook, que jerarquizan con su pluma esta obra. ¡Muchas gracias!

Finalmente, agradecer a la querida Escuela Normal Superior “Dr. Joaquín Víctor González”, a sus directivos y docentes, por permitirme presentar mundialmente el libro, en las instalaciones donde pasé mi infancia y adolescencia, y me formó para toda la vida. Mi Escuela (con mayúsculas), donde tuve excelentes profesores, donde me enseñaron a estudiar y a esforzarme, donde conocí a los amigos que uno nunca olvida, a aquellos con los cuales hoy, a casi 50 años de haber terminado la Primaria y 43 de haber terminado la Secundaria, seguimos en contacto. ¡Muchas gracias!

Dr. Pablo Esper Di Cesare

Presentación.

Amigo lector, tiene ante usted, el Ebook que cierra la trilogía que tiene un lema “Un libro argentino, hecho en Argentina, por argentinos”.

Cuando decidimos crear esta colección, única en su tipo en el mundo, de la cual participan más de 100 profesionales que donan sus honorarios para que sea de libre descarga, nunca pensamos que, al día que estamos cerrando la edición de este libro (20/03/2024), el Ebook “La preparación física en el alto rendimiento en deportes de equipo” (2022) iba a llevar 1.800.000 descargas de 46 países de los 5 continentes, en solo 12 meses: en tanto que el Ebook “¿Cómo utilizar la pliometría en deportes de equipo, en etapas formativas?” (2023), tiene en su haber 800.000 descargas en casi 6 meses, de 40 países de 4 continentes.

Fue tal el éxito de descargas que recibimos mensajes de los más recónditos lugares del mundo, agradeciendo la obra que se entregaba, destacando, no solo su gratuidad, sino la calidad de los diferentes autores y la edición de la obra.

Tapas de ambas obras que completan la trilogía

En este caso presentamos al lector una obra inédita por su temática, como es el entrenamiento de la resistencia específica en deportes de equipo, pero dirigido a deportistas infanto – juveniles, como hicimos con la obra de pliometría.

Estos dos temas del entrenamiento infanto – juvenil, siempre despertaron en mí preocupación por ver replicar entrenamiento de adultos en niños y adolescentes los cuales, además de ser inadecuados en cuanto a la carga del ejercicio, no respetaban el período de desarrollo deportivo, transformando las prácticas en algo monótono que nada tenía que ver con la realidad del deporte.

Fueron muchos años observando entrenamientos de divisiones formativas de diferentes deportes de equipo, en etapas escuela y divisiones formativas, junto a más de 400 alumnos de la Licenciatura en Alto Rendimiento Deportivo, de la UNLZ, de la cual fui docente titular durante 17 años, para concluir que debíamos hacer algo con esta temática, plasmarla en un libro.

Hace ya más de un año (porque detrás de cada libro que usted lector descarga gratuitamente hay al menos 18 meses de trabajo), definidí la línea editorial que quería que tuviera:

· una parte dedicada a la fisiología y a la kinesiología de la carrera;

· otra sección dedicada a la evaluación de la resistencia tanto en campo como en laboratorio, y;

· una sección dedicada a la metodología del entrenamiento;

· y una sección dedicada a 5 deportes donde esta temática se debería trabajar de una forma diferente a como se realiza en muchos clubes amateurs e, incluso, en algunos profesionales: la especialización por deporte: el básquetbol, el handball, el hockey sobre césped, el rugby y el fútbol.

· Finalmente, la visión del entrenador de cómo trabajar el resistencia específica, es decir con contenidos tácticos y técnicos, para lo cual tenemos la suerte de contar con la participación de dos grandes entrenadores de formativas en hockey sobre césped y en básquetbol.

Una vez definida la línea editorial y argumental, comienza un período que lleva un tiempo considerable como es buscar los especialistas en cada temática, que tuvieran trayectoria en divisiones formativas, amplios conocimientos teóricos para fundamentar su praxis y confirmar cada escritor en las diferentes temáticas.

Logramos, como en cada libro, una conjunción de profesionales reconocidos internacionalmente con otros de gran predicamento nacional, todos especialistas en sus respectivas áreas, porque de esto se trata la temática, de especificidad y para ello, debe ser tratada por especialistas.

Esperamos que el lector disfrute esta obra que cierra una idea que surgió en 2021, que comenzó a rodar en 2022 con la primera obra, continuo en 2023 con la segunda y hoy, en 2024 logra llegar a cumplir el sueño colectivo de presentarles desde Argentina, un lugar en la punta del mapa, desde un pequeño pueblo del interior, con colegas diseminados en diferentes puntos del país e incluso, del extranjero, esta obra que nació de una pregunta de unos ex jugadores y tiene un lema: “Un libro argentino, hecho en Argentina, por argentinos”.

Que lo disfruten, como nosotros disfrutamos hacerla.

Dr. Pablo Esper Di Cesare Director

Juan Trapero Hidalgo

· Licenciado en Ciencias de la Actividad Física y el Deporte

· Master en Entrenamiento y Nutrición

· Preparador Físico del Primer Equipo del Real Madrid Baloncesto desde la temporada 2000/2001 a la actualidad , con el siguiente palmarés:

· 3 veces Campeón de la Euroliga (2015 – 2018 – 2023)

· 7 veces Campeón de la Liga ACB (2005-2013-2015-2016-2018-2019-2022)

· 7 veces Campeón Copa del Rey (2012-2014-2015-2016-2017-2020-2024)

· 9 veces Campeón de Supercopa (2013-2014-2015-2019-2020-2021-2022-2023-2024)

· 1° Campeón Copa Intercontinental (2016)

· Preparador físico de Baloncesto Fuenlabrada (1994 a 1999)

· Preparador físico de Basket Zaragoza (2006 a 2008)

· Atleta Olímpico en los JJOO de Barcelona 1992 en las pruebas de 100ml y 4x100m

· Atleta Internacional con mejores marcas de: 100 mts. – 10.35 y 60 mts. – 6.62

· Participante en Campeonato del Mundo de Atletismo de Tokio 1991 , Toronto 1993 (pc), Stuttgart 1993 , Campeonato de Europa en Helsinki 1994, Juegos Iberoamericanos 1992.

· Profesor y ponente en diferentes Universidades, Congresos, Seminarios, Masters y Clinics desde el año 1999.

· Autor de varios artículos de investigación sobre entrenamiento y Fisiología del Baloncesto de formación y élite.

Prólogo

“Para correr rápido hay que correr rápido. Para saltar mucho, hay que saltar y saltar, y saltar... Para jugar bien al baloncesto, hay que jugar mucho al baloncesto”.

Para un preparador físico, que como yo, comienza su formación y ejerce su profesión desde 1994 hasta hoy mismo, presentar este libro con una excelente combinación de ciencia y experiencia, supone un repaso a 30 años de evolución en la Preparación Física de los deportes de equipo. Y eso da vértigo, la verdad.

Para llegar a situarnos en el momento actual en el que se encuentra el lector de todos estos brillantes capítulos, me gustaría poner en contexto cómo y cuándo, se da el paso definitivo. “Un pequeño paso para el preparador físico, que supone un gran paso para la comunidad de formadores y entrenadores”.

En España, tenemos que remontarnos a los años 80, cuando surge la figura del preparador físico en algunos de los equipos de baloncesto profesional. Se empieza a entrenar la condición física de manera reglada en muchos equipos, y en mi opinión, con una figura como referente, como es Paco López.

Paco, brillante entrenador de atletismo, entrena a varios de los mejores atletas españoles de la época y traslada al baloncesto todo el conocimiento que tiene sobre Fuerza, Velocidad y Resistencia. Estamos hablando de un trabajo que en un inicio, está totalmente separado de la cancha de juego y donde las sesiones de carrera se realizan en la pista de atletismo, el bosque, etc… Igualmente, la Fuerza se trabaja única y exclusivamente en el gimnasio en sesiones de mañana o tarde y con un calendario que permitía elaborar planificaciones a medio y largo plazo.

Paco López, incansable estudioso de los esfuerzos que se daban en baloncesto, e inteligente como nadie, se convierte poco a poco en pionero, introduciendo trabajo de resistencia dentro y fuera de la cancha de juego. En este sentido, sería injusto no hablar de la aportación que hacen “Pepiño” Casal y Bernardino Lombao, que al igual que Paco, empiezan a formar a muchos de los grandes jugadores de esos años.

A partir de los años 90 , la mayoría de los equipos profesionales , y en sus categorías de formación, tienen ya preparadores especializados que con la poca bibliografía con la que contamos , experimentamos y diseñamos sesiones de entrenamiento poco integrada todavía en el baloncesto.

Es en los años 2000 cuando la inquietud por aprender de la lejana liga NBA, con los mejores atletas, nos hace tratar de descubrir cómo controlar las cargas de entrenamiento dentro y fuera de la cancha. Aparecen los pulsómetros en los entrenamientos para saber qué tipo de esfuerzos realizan los jugadores durante los partidos. Las pruebas de esfuerzo, las valoraciones de fuerza, etc… empiezan a formar parte de los primeros “Excel” de los profesionales.

Con el paso de 2 tiempos de 20´a 4 cuartos de 10´, lo que más nos llama la atención son la corta duración de los esfuerzos y la amplitud de las pausas. Eso nos lleva al entrenamiento intermitente, y al desarrollo del entrenamiento de resistencia por medio del sistema interválico.

La hipertrofia (ese mal necesario según el profesor Badillo), deja paso poco a poco al trabajo de fuerza rápida y explosiva de los ejercicios con barra olímpica. Qué gran trabajo .Todavía sigo utilizando la cargada, peso muerto, sentadilla, etc… como base de desarrollo de fuerza en mis programas.

Es a partir de los años 2000 cuando surge la tendencia a los ejercicios funcionales, y su abuso, que tanta controversia traen en mi opinión. Soy fan de las transferencias en la cancha, pero sin olvidar que son los ejercicios Olímpicos, los que deben proporcionar una base que se puede transferir posteriormente en el juego.

Actualmente, y desde 2010 podríamos hablar de una evolución sin precedentes en los medios de control y desarrollo de las cualidades físicas, con la llegada de las nuevas tecnologías. Me vienen a la mente dos grandes paradigmas que he tenido siempre presente durante los últimos años. No caer en la “Parálisis por Análisis” o saber que “no todo lo que se cuantifica cuenta, ni todo lo que cuenta se puede cuantificar”.

Llegan a nuestras manos, multitud de datos de acelerometria, tracking, velocidades máximas y medias, curvas de fuerza, etc… Seamos humildes, y no volvamos locos a jugadores y entrenadores. Somos asesores y nos contratan para dar una información clara y concisa a todos. No debemos perder la cualidad más importante en un entrenador… la “observación”.

Seamos creativos, pero sin olvidar los principios de la variedad, la progresión, la continuidad y la sobrecarga o supercompensacion. Por mucha IA que llegue, estos principios van de la mano del rendimiento físico del ser humano.

Por tanto, invito al lector a que explore en este libro y disfrute de las excelentes aportaciones que se hacen del entrenamiento “eficaz”.

El entrenamiento intermitente y de resistencia específica en cancha han de ser medios con los que formar a nuestros jugadores, tanto para testar como para desarrollar una forma física ideal y poder rendir al más alto nivel de intensidad en cancha. Cómo seamos capaces de crear los ejercicios, con diferentes objetivos, duraciones, distancias, etc… será nuestra responsabilidad, con el fin de conseguir que tengamos a todos los jugadores al mejor nivel en los partidos.

El entrenamiento, debe ser un medio para un fin mayor. Competir mejor al baloncesto, fútbol, Rugby, hockey, etc.

Juan Trapero

Luis Bruno Barrionuevo

• Profesor Nacional de Educación Física (Instituto Nacional de Educación Física de Bs As; 1972)

• Entrenador Nacional de Atletismo (Instituto Nacional de Deportes, 1975)

• Licenciado en Educación Física y Deportes con especialización en Planeamiento Estratégico (Universidad Abierta Interamericana, 1999)

• Participación en Siete (7) Juegos Olímpicos: Múnich 72 como atleta, y Seúl 88, Barcelona 92, Atlanta 96, Sídney 2000 (medalla de Plata), Atenas 2004 (medalla de Bronce) y Londres 2012 (medalla de Plata) como entrenador.

• Olimpia de Plata en Atletismo en 1974

• Ex recordman Sudamericano de Salto en Alto con 2.17 metros

· Premio a la “Trayectoria Deportiva Ejemplar” otorgado por el Comité Olímpico Argentino, Diciembre de 2010

Prólogo:

Enfrentar desafíos y superar obstáculos, avanzar, crecer, madurar, etc. requiere de múltiples acciones que los individuos van gestionando a través de su existencia, algunas de ellas son determinantes en la infancia y la adolescencia para que ese niño, púber y adolescente lleguen a la adultez en condiciones adecuadas que les permita desenvolverse con eficacia en la vida.

En el Deporte de Competencia sucede lo mismo. Son múltiples las cualidades físicas que se deben estimular en edades tempranas para alcanzar un desarrollo orgánico funcional adecuado en la adultez; en este sentido la “Resistencia Especifica” adquiere un significado casi determinante en los deportes de conjunto, y de alguna manera condiciona las performances futuras de ese jugador/a, de ahí la importancia de una correcta ejercitación de la misma.

Su desarrollo adecuado permite mejorar la habilidad para realizar ejercicios de alta intensidad de manera repetida, recuperarse rápidamente de los esfuerzos y mantener dicha intensidad durante el juego, evitando o retardando de esta manera la aparición de la fatiga. Para el desarrollo de los sistemas específicos, el entrenador debe enfocarse en el desarrollo de las vías energéticas y patrones de movimiento que predominan en la competición, respetando en la medida de lo posible la naturaleza intermitente y particularidades de cada deporte.

Mantener altas intensidades de acciones propias de cualquier equipo durante el mayor tiempo posible en el transcurso de un partido, es la condición “sine qua non” para alcanzar resultados positivos; y es fundamentalmente el óptimo desarrollo de “Resistencia Especial” la que garantiza esa performance.

Al respecto celebro la iniciativa de convocatoria a los más brillantes profesionales argentinos, probados conocedores de la temática, que reunidos en este Ebook aportan su gran conocimiento y su dilatada experiencia.

Durante casi 30 años he entrenado equipos de Rugby y de Hockey, entre ellos el Seleccionado Femenino “Las Leonas”, posicionado desde hace más de 20 años en la élite mundial; sin dudas, el entrenamiento de la Resistencia Especifica oportunamente tuvo muchísimo que ver en ello. Debo reconocer que en muchas ocasiones llegaban al equipo jugadoras con un gran talento, pero con una condición muy pobre de la cualidad que nos ocupa, decisiva en el Hockey moderno, lo que llevaba a invertir mucho tiempo para solucionar tal falencia, y así todo, nunca se compensaba lo que debía haberse cimentado en edades formativas. Fue siempre una “ventaja” que otorgábamos a los equipos sajones y asiáticos; el correr del tiempo fue acortando esta diferencia con la comprensión del tema y la aparición de profesionales que desarrollaron metodologías apropiadas al respecto… los más importantes están justamente en esta publicación.

Lic. Cristian Andrés Lambrecht

· Profesor Nacional de Educación Física.

· Licenciado en Alto Rendimiento Deportivo. U.N.L.Z.

· FMS nivel 1 y 2.

· Preparador Físico de Emanuel Ginobili, Hernán Jasen y Juan Ignacio “Pepe” Sanchez para el torneo Preolímpico de Mar del Plata 2011 y Leandro Bolmaro 2022.

· Preparador Físico de Bahía Basket LDD y LNB 2010 a 2018. Tres veces campeón con la LDD, subcampeonato Liga Sudamericana 2017 y Liga de Las Américas 2017.

· Preparador Físico Selección Argentina formativas (U17, mundial Grecia y Egipto U- 19), Copa Stankovic China con la Selección Mayor B.

· Preparador Físico equipo Guaros de Lara de Venezuela, subcampeón Liga de Las Américas 2019.

· Preparador Físico Selección Mayor de Venezuela Copa del Mundo China 2019.

· Miembro del staff de la Federación Venezolana de Baloncesto en la elaboración del Plan Nacional de dicho país. Director del Plan Altura

· Preparador físico del equipo CD Promete de la Liga Endesa Femenina de España y coordinador de cantera durante el 2021-2022.

· Actual preparador físico del plantel profesional del Bilbao Basket de la Liga ACB de España y de la Selección Mayor Argentina.

Contacto: +5492916456344/ +34607301660 [email protected]

Prólogo.

Aguantá, resistí! Me dije a mi mismo en medio de un gran jadeo y agitación corriendo a un autobús a más no poder un sábado del mes de abril del 2014 a las 6.00 de la madrugada en pleno barrio de Montserrat del microcentro de la ciudad de Bs.As. Pretendía tomarlo para que me acercara a mi destino tan deseado, imaginado y desconocido en aquel entonces como el Centro Nacional de Alto Rendimiento Deportivo (CENARD). Llevaba una mochila negra gastada pesada y cargada, como todo alumno del interior que viaja a la Capital, de ilusiones, miedos y deseos de nuevos conocimientos, poder obtener un nuevo título, conocer colegas de diferentes partes de mi país, acercarme a nuevas experiencias profesionales, y también de las otras. Con la frecuencia cardíaca elevada y mis piernas entumecidas me ilusioné con llegar a tomarlo ya que tuve como aliado, por unos segundos, a un semáforo en color rojo, pero ese primer y largo esfuerzo iba a ser en vano ya que el autobús reinició su marcha y continuó.

Aceleré sin bajar los brazos aún más mi carrera sabiendo que podía perderlo y llegar tarde a mi primera clase del primer día de mi Licenciatura en Alto Rendimiento Deportivo. Afortunadamente lo alcancé, me subí al autobús y le pedí al chofer que por favor me avise cuando llegue a la calle Crisólogo Larralde del Barrio de Núñez, él me respondió que no podía hacerlo y, sorpresivamente, un señor me preguntó dónde iba y le dije que al CENARD.

Ya con mi frecuencia cardíaca y respiratoria un tanto estable, me dijo éste desconocido que él se dirigía al mismo lugar que yo, que me bajara con él. Minutos después éste hombre se presentó diciendo que su nombre era Pablo Esper Di Cesare, profesor en aquel entonces de la Licenciatura.

Compartimos una buena charla mientras iba asomando el sol en la ciudad, y minutos después, presionó amablemente el timbre del autobús para bajarnos juntos sobre calle Av. Libertador e invitarme un café recuperador luego de semejante esfuerzo intermitente y de alta intensidad. Diez años después, el coordinador y autor de uno de los capítulos de este libro me invita nuevamente, pero esta vez a escribir, por primera vez en mi vida y casualmente, el prólogo de este libro en el cual se desarrolla la temática sobre la resistencia específica en deportes de equipo en etapas formativas.

Al hablar de resistencia en el ámbito deportivo y tal como lo definen tantos reconocidos autores desde hace décadas, nos referimos a la capacidad de soportar un esfuerzo a lo largo de un período determinado de tiempo. Ahora bien, este término puede tener otras acepciones y ser interpretado también por el Preparador Físico (PF) de deportes de conjunto a La Resistencia como sinónimo de consistencia para ejecutar con continuidad nuestras acciones y hacer cumplir ciertos principios que rigen el entrenamiento, en establecer prioridades, plazos y pregonar esta cualidad a nuestros entrenados a pesar de los malos momentos deportivos, los malos resultados y los obstáculos que surgen en una temporada cualquiera de nuestros equipos.

También, la Resistencia como habilidad e incluso virtud de los profesionales de nuestro área, para soportar los embates y amenazas que sucumben al PF en el 2024 tales como el exceso u obsesión por la tecnología, el complejizar lo simple, hacer mucho de nada, la sobreinformación, entre tantas más. La Resistencia para aplicar nuestras convicciones e ideas fundadas a pesar de la sobre estimulación y la innegable necesidad de cambio y evolución en el mundo actual.

Estamos pidiendo a gritos desde hace años el tener un objeto de estudio actual y propio de los deportes de conjunto que marque una clara línea divisoria y distintiva de los deportes individuales/ tiempo y marca que nos precedieron, que nos dieron tantas respuestas y sentaron los fundamentos valiosos de nuestros entrenamientos durante tantos años.

Las adaptaciones y mejoras a nivel fisiológico ya no deben ser nuestra única prioridad, debiéndole otorgar mayor importancia también a la toma de decisiones y resolución de los problemas respondiendo a la dinámica propia de nuestro deporte que nos presenta y distingue de los demás.

Cantidad y volumen fueron las prioridades por décadas y por fortuna logramos concientizar y poder reemplazarlo poco a poco por cantidad de calidad, representado ello uno de los grandes trofeos obtenidos de nuestra área en los últimos años y por lo cual nos debemos sentir orgullosos. También, entender las demandas de nuestro “nuevo” deporte en pos de optimizar las tareas de entrenamiento y procesos de recuperación en un deporte actual en el cual se compite cada vez más y, por lo tanto, más meticulosos y quirúrgicos debemos ser en nuestras intervenciones a diario. Todo lo anterior estrechamente relacionado a la sinergia y el generar la imperiosa simbiosis con el entrenador en jefe en el diseño de tareas en conjunto con el staff técnico, en pos de la especificidad y eficiencia de cada una de nuestras acciones.

Junto a las diferentes acepciones mencionadas anteriormente del término resistencia, es insoslayable la necesidad de hacerse algunas preguntas que posiblemente Uds. encontrarán las respuestas en los próximos capítulos o quizás también en nuestro amado y preciosa fuente de respuestas como lo es la cancha de basquetbol. Yo me planteo éstas y te invito a que te hagas las propias durante la lectura de este libro.

Control, testeo y evaluación de la capacidad aeróbica en deportes de equipo… ¿y ahora qué? ¿Qué uso le damos a esos resultados en plena etapa competitiva y qué líneas de acción fijaremos? ¿Sirven?

¿Es el joven deportista de nuestra actualidad que entrenamos el mismo de hace 30 años atrás? Por otro lado, ¿es el mismo deporte el de hoy que el de hace dos décadas atrás? ¿No merecen evolución alguna nuestros métodos y, principalmente, nuevas formas de analizar nuestro “nuevo” deporte?

¡Adelante!

Víctor Ciavattini.

· Profesor de Educación Física. (Córdoba, Argentina).

· Licenciado en Ciencias del Ejercicio. (UCU, Rosario, Argentina).

· Master RETAN. Rendimiento, Tecnificación y Alto Nivel. [INEF, Cataluña].

· Master en Alto Rendimiento en Deportes de Equipos. [FC Barcelona].

· Estudiante de Doctorado. [INEF, Extremadura, España].

· PF Selección Española de Baloncesto (U14, U15, U16, U17, U18 y U20 Femenina). 2015-actualidad. Participación en 4 europeos y 2 mundiales.

· Preparador Físico Máxima División Española (Liga Endesa Femenina) en diferentes clubes (Sant Adria, CD Promete, Araski). 2017-2023.

· Preparador Físico Atenas de Córdoba. 2006-2010.

· Preparador Físico CABB. U18 y U14. 2010 y 2012.

Prólogo.

“No se entrena como se juega” (Juan C. Mazza, Rosario, 2008-2010) escuchaba una y otra vez durante el transcurso de la Licenciatura en Ciencias del Ejercicio de la Ciudad de Rosario. Dos años más tarde, tomaba la decisión de viajar a Barcelona con el ansiado objetivo de estudiar el Máster en Deportes de Equipos del FC Barcelona. “Se entrena como se juega” (Paco Seirul.lo, Barcelona 2012-2014) pronunciaba Paco el primer día clase. Dos referentes, con ideas considerablemente opuestas, acababan de generar un sinnúmero de confrontaciones en mi desarrollo profesional. Con el tiempo logré percibir que de eso se trata: escuchar, observar, analizar, revisar y lo más importante, comprender los contextos, sin entrar en mucho más. La empatía, siempre necesaria, fue en aquel momento el mejor aliado para entender cada una de esas posturas, respaldadas por una vida profesional detrás, cargadas de prácticas, reflexiones e incalculables decisiones. Tiempo seguido, ya radicado en Barcelona, leía una declaración de un entrenador de fútbol profesional llamado Oscar Cano Moreno (2006) que decía lo siguiente:“He dirigido a jugadores que se pasaban la sesión mirando su pulsómetro para garantizarse estar en los márgenes pre-establecidos. No tomaron buenas decisiones, no resolvieron con acierto las situaciones de juego, pero su reloj le había indicado que su entrenamiento había sido provechoso. En esta línea, conocía el libro de Pedro Gómez (2012) “el Futbol NO es así”. En uno de sus capitulo se preguntaba¿Hay vida después del Glucógeno?haciendo referencia a la exagerada corriente reduccionista en la metodología del entrenamiento de resistencia en los deportes de equipos. Fueron 2-3 años de búsqueda, idas y vueltas, en pos de una metodología que respondiera mis inquietudes y necesidades. Por supuesto, quienes lo pagaban, como siempre, eran los jugadores/as que entrenaba. Pasado ya más de 12 años, considero que de alguna forma sigo en esa búsqueda metodológica para el entrenamiento de la resistencia en deportes de equipos, quizás con algunas ideas más claras, debido a la experiencia transcurrida, la mejor forma de probar, asimilar y hacer propio cualquier saber. Estos años de ensayo y error me han demostrado que la resistencia es la capacidad menos agradecida, infravalorada y difícil de entrenar como preparadores físicos. “La fuerza en el gym, el cardio en la cancha, con balón, jugando al básquet” es lo que más se solemos ver en la mayoría de equipos, últimamente, sea en cualquiera de las etapas en la que nos encontremos. Tiene su lógica, por tiempos y prioridades, pero considero también que en gran parte se debe a la falta de metodologías que promuevan un desarrollo más global y motivante de esta capacidad. El/la jugador/a de básquet, es jugador/a de básquet, aunque a veces sigamos insistiendo en formar un atleta, su esencia es y será jugar al baloncesto. La mayoría de ellos suelen ofrecer su mejor versión en cancha, con balón, y compitiendo con otros. Nuestra meta radica en ofrecer alternativas para el desarrollo de esta capacidad, creando ejercicios/tareas que involucren todas las áreas del deporte (principalmente física, técnica y táctica), y que lleven a los jugadores/as a esa incomodidad necesaria a la hora de trabajar esta capacidad, promoviendo un nivel de exigencia y competición lo más parecida al juego real. No me cabe duda que este libro será de grandísima ayuda para poder seguir evolucionando en esta rama de la Preparación Física de esta capacidad. Agradecido una vez más a Pablo por sembrar y cosechar otra gran obra que no hace más que enriquecer nuestra querida profesión. Para acabar, me gustaría citar una definición de Paco Seirul.lo del 1993, sobre la resistencia en deportes de equipos, la cual considero una de las más completas que he podido leer: “Aquella capacidad condicional que nos permite aportar física y psíquicamente una carga especifica de trabajo, a una intensidad variable, durante un periodo de tiempo determinado, manteniendo el nivel óptimo de rendimiento, tanto en la ejecución del gesto técnico como en la toma de decisiones y el equilibrio emocional, permitiendo a su vez, la recuperación durante los periodos de pausa del juego”.

Área General

“Metodologías modernas para el entrenamiento de la resistencia específica en los deportes de equipo. ¿Qué cambio en los últimos años?”

Dr. Pablo Esper Di Cesare.

· Doctor en Ciencias del Deporte

· Master en Diseño de Programa de Actividad Física y Salud

· Profesor Titular de la Maestría en Nutrición y Entrenamiento Deportivo de la UCASAL.

· Profesor Titular de la Licenciatura en Entrenamiento Deportivo de la UCASAL

· Profesor Titular de la Especialización en Fisiología del Ejercicio de la UCASAL.

· Ex Profesor Titular de la Maestría en Formación y Desarrollo al Rendimiento de la UNLZ.

· Ex Profesor Titular de la Licenciatura en Alto Rendimiento Deportivo de la UNLZ

· Ex integrante del cuerpo de preparadores físicos de la CABB.

· Socio Fundador y primer presidente de la Asociación Civil de Preparadores Físicos del Basquetbol Argentino.

· Ex Preparador Físico del Club Agropecuario Argentino (Nacional B)

· Ponente en clínicas, campus y congresos en Argentina, Uruguay, Perú, Chile, Venezuela, Colombia, México, Paraguay, Brasil, Cuba, USA, Portugal, Italia, España, Puerto Rico, República Dominicana, Panamá, Guatemala, Nicaragua y Marruecos.

· Autor y/o Director de 12 libros.

Contacto: [email protected] - wsp+5492396429753

Presentación.

En este capítulo, el autor hace un repaso de los diferentes métodos de entrenamiento que se utilizaron en los deportes de equipo, las formas de control de la carga y su evolución al deporte actual, haciendo una nueva división entre deportes de equipo de cancha chica (donde entran en básquet, handball, vóley, entre otros) y, los deportes de equipo de cancha grande (futbol, hockey sobre césped, rugby, como los más populares.

Es necesario saber cómo fue cambiando la metodología del entrenamiento de la resistencia en los deportes de equipo, su evolución, las condiciones necesarias para poder entrenar con estos nuevos sistemas, para no entrenar para un deporte que ya no existe más que en nuestra imaginación.

Presentation.

In this chapter, the author reviews the different training methods that were used in team sports, the forms of load control and their evolution to current sport, making a new division between small court team sports ( where they include basketball, handball, volleyball, among others) and large-field team sports (soccer, field hockey, rugby, as the most popular.

It is necessary to know how the methodology of resistance training in team sports changed, its evolution, the necessary conditions to be able to train with these new systems, so as not to train for a sport that no longer exists except in our imagination.

Introducción.

Hace un tiempo, nos juntamos jugadores y cuerpo técnico del Club Huracán de Arrecifes, porque se cumplía un nuevo aniversario del bicampeonato de la Liga de Futbol de Arrecifes que habíamos obtenido. Un plantel que sigue en mi memoria ya que cuando se logró el mismo, 1989 /90, significaba para mí mi primer campeonato como preparador físico con solo 24 años. El primero nunca se olvida, y además muchos de los jugadores me superaban en edad.

En una de esas reuniones donde, todo aquel que tuvo la suerte de ser parte de un plantel exitoso, recuerda aquellas cosas valiosas que quedan en su memoria y borra los sinsabores, los jugadores me decían: “se acuerda profe, la pretemporada en el balneario municipal, el cruzar el rio con cubiertas sobre los hombros, el correr con el agua hasta las rodillas contra la corriente, las subidas de las escaleras y las bajadas en excéntrico”. Ellos siempre resaltaban que esa pretemporada atípica en el futbol de la región, que comenzó 45 dias antes que el resto era el secreto de su triunfo y de no haber tenido lesiones durante dos temporadas.

De esa fecha habían pasado 30 años cuando era la celebración, y yo ya trabajaba con el plantel profesional de Agropecuario Argentino (hoy en Primera Nacional) y recuerdo mi contestación: es lo que se hacía en esa época, hoy ni loco lo haría!

Uno de los objetivos de este libro en general, y de este capítulo en especial, es reflexionar sobre los cambios que hubo en el deporte de equipo, tanto de cancha grande como de cancha chica, y que fueron acompañados por nuevos sistemas de entrenamiento, control de las cargas y la aparición de los contenidos tácticos y técnicos dentro de la sesión de preparación física.

Entrenamiento de la resistencia en deportes de equipo.

Para poner en contexto este trabajo, proponemos diferenciar, a partir del nivel de la especificidad, el entrenamiento de esta cualidad física en dos grandes tipos: la resistencia general y la resistencia específica. Y, dentro de la resistencia específica, concordamos con el planteo de Solé Fortó (2003), que la misma se manifiesta de tres formas: la resistencia en la técnica, la resistencia en la toma de decisiones y, la resistencia en el juego.

Ante esta clasificación, con el objetivo de ser aún más específicos, debemos tener en cuenta la diferenciación entre deportes de equipo de cancha chica y de cancha grande (como marco general), pero para que realmente sea específica, debe respetar los condicionantes físicos, técnicos, tácticos y reglamentarios del deporte que vamos a entrenar.

Respetando estos conceptos, considero que la idea de entrenamiento de la resistencia específica que más se ajusta a la idea moderna de los deportes colectivos es la realizada por Massafret y cols. (1999), referenciado por Solé Fortó (2003), que definen esta cualidad como:

“La capacidad para soportar exigencias físicas, técnicas y tácticas establecidas para un determinado sistema de juego durante el encuentro y a lo largo de toda la competición”

Esta forma de comprender el entrenamiento de la resistencia en los deportes colectivos, sean de cancha grande o chica, no señala que el entrenamiento de la resistencia no tiene un fin en sí mismo, sino que está en función de las características de juego establecidas por el propio entrenador. El jugador deberá estar preparado, señala Solé Fortó (2003), “para poder resistir las exigencias físicas que este comporta y, evidentemente, esto requiere en cierto modo, un moldeado de la resistencia”.

Llegado a este punto, volvamos a cuando los muchachos de Huracán de Arrecifes me preguntaban: profe, ¿y ahora cómo lo haría? Y mi respuesta fue: “eso era lo que se hacía en esa época, ya no se hace”, pero…lamentablemente debería cambiar la conjugación del verbo hacer anteponer la palabra debe, cambiando la frase original por “¡eso ya no se debe hacer!”

32 años después del bicampeonato, el día en que surgió la pregunta que dio origen a este libro

Y voy a fundamentar desde varios puntos de vista el por qué “no se debe hacer”. Uno de los cambios más importantes que tuvo el entrenamiento de las cualidades físicas en los deportes de equipo y, en especial la resistencia que es la que estudia este libro, está referida a que, hace más de 30 años, se consideraba relevante para el logro de la máxima prestación deportiva, el VO2 máx., del jugador, para lo cual, influenciados en gran parte por la metodología propuesta por Kenneth Cooper, los jugadores eran sometidos a entrenamientos de gran fondo, donde las modalidades del Cross Country y el fartlek eran las más usadas dentro de los métodos continuos, en tanto que, dentro de los métodos fraccionados, se destacaba el Interval Training, creado por la locomotora humana Emil Zatopek, para mejor sus parciales en las carreras de 5000, 10000 y de largas distancias.

Emil Zatopek, medalla de oro en los JJOO Helsinki 1952 en 5000m, 10000m y Maratón

Basados en esa metodología y visión de la fisiología, los preparadores físicos centrábamos nuestro trabajo en el desarrollo de la resistencia, aún en plena competencia oficial en, al menos una vez por semana distancias largas a ritmos intermedios, y un día hacíamos pasadas con la metodología del Interval Training sin importar puesto ni que estábamos en competencia. ¿Lográbamos jugadores resistentes? Por supuesto que sí!, pero lentos ya que entrenábamos a un ritmo que no respetaba la aciclicidad y las características propias del deporte de equipo, tanto de campo reducido (donde priman los frenos, aceleraciones, desaceleraciones, cambios de dirección y saltos) como en los de campo grande (donde se replican las acciones enumeradas para el campo reducido, solo que con mayor duración y pausas diferentes).

Durante la década del 70’ y del 80’, la influencia del entrenamiento de los países soviéticos y de la cortina de hierro, desarrollado por bibliografía escrita por autores que, en muchos casos provenían del campo del deporte individual, influenció la formación de generaciones completas de profesionales, que luego (y acá hay una responsabilidad individual ya que muchos no se actualizaron) siguieron formando futuros profesionales tal como habían sido formados ellos, replicando años de entrenamiento de corte atlético, en sus variantes continuas y fraccionada, a los deportes de equipo, incluso en plena competencia.

En muchas ciudades del interior del país, incluso en algunos equipos que militan en categorías del primer profesionalismo como el Torneo Federal “A”, se sigue viendo a preparadores físicos llevar a correr a deportistas infanto – juveniles largas distancias en los accesos de las ciudades, por pisos duros, con calzados inadecuados, así como hacer pasadas de 100, 200, 300 y 400 metros que, además de no tener absolutamente nada que ver con la resistencia específica del juego (en algunos casos con distancias que duplican y triplican el campo de juego) consiguiendo que los jugadores no quieran entrenar la parte física porque, además de ser aburrida, genera innumerable cantidad de lesiones.

Lo mismo ocurre cuando, sin ningún parámetro de resistencia en campo entrenan con la metodología RSA y exigen a niños y jóvenes a realizar gran cantidad de esfuerzos glucolíticos de alta intensidad en ángulos no habituales, con densidad de carga inadecuada. Y ¿cuál piensan que será el resultado de este tipo de entrenamientos en edades infanto – juveniles (que fueron creados para un campeón olímpico de media y larga distancia y, un método como el de Cooper para los Marines de USA? Lesiones!!! Multiplicidades de lesiones ligamentosas, osteo – articulares, musculares, de todo tipo!.

Hace unos, en la Dirección de Educación Física de la provincia de Buenos Aires, en la ciudad de La Plata, tuve la suerte de conversar sobre entrenamiento con dos leyendas del club Estudiantes de La Plata: don Miguel Ignomiriello, formador de la famosa “cuarta que mata” y el preparador físico Jorge Kirstermacher.

El profesor Kirstermacher, fue el PF de Estudiantes de La Plata que comandaba el inolvidable Osvaldo Zubeldía, con el cual obtuvo en tres oportunidades la Copa Libertadores y la Copa Intercontinental. Este último logro lo repite en 1982 como PF del club Peñarol de Montevideo. Se lo consideraba un auténtico renovador en los métodos de entrenamiento futbolístico desde la década de 1960, líneas disciplinarias que hacían hincapié en la educación física, las prácticas diarias en horario matutino, las concentraciones previas a los partidos y los rigurosos planes nutricionales para cada uno de los deportistas.

El profesor Kirstermacher fue autor de una docena de libros sobre entrenamiento, pero uno llamó mi atención en la década del 80, que se llamaba “Preparación física para deportes de equipo”, de editorial Stadium, que aún conservo y fue el primero que abrió mis ojos, en pleno proceso de formación como profesor de educación física, que existía otra forma diferente de entrenar a la que planteaban los autores de moda del momento: Harre, Matveiev, Mahlo, Hann, Dietrich Martin, entre otros.

Cuando tuve la suerte de compartir esa mesa (yo ya estaba cerca de los 40 años), hablando del entrenamiento en edades infanto – juveniles, me quedó grabada una frase del profesor Kirstermacher, que fue, para mí, impactante. Hablando de los métodos de entrenamiento del famoso Estudiantes de La Plata, y cómo habían evolucionado, dijo: “Mire profesor, en nuestra época nosotros, a partir de los principios de la gimnasia danesa, la gimnasia sueca, hicimos “animaladas” (textual) como cargar jugadores sobre la espalda, hacer infinidad de abdominales, cargar troncos, pero no teníamos la cantidad de roturas de ligamentos ni de pubalgias que hoy tienen los chicos de las divisiones inferiores”

Prof. Jorge Kirstermacher

Cuando le pregunté, para él cuál era el motivo, me contestó: “se olvidaron de la educación física en divisiones inferiores para entrenarlos como jugadores profesionales y su esqueleto, ligamentos y músculos son de un niño!”

Como bien lo describe Personne (2005), ¡no abuséis de los huesos de los jóvenes! (pág.37) y, ¡la frustración de las promesas! (pág. 58). En esta obra se señalan las diversas alteraciones de los huesos, concretamente sobre los trastornos de crecimiento y las anomalías de maduración ósea – articular que en los individuos aún demasiados jóvenes se deben a una práctica deportiva cuyos excesos, a veces, son inhumanos.

En esta constante ida y vuelta sobre el pasado y el presente en el entrenamiento de la resistencia específica, volvamos a la actualidad y a analizar cuál sería el rol del preparador físico al trabajar en cancha en la modernidad.

Este punto es a mi entender, de fundamental desarrollo para la idea del cambio en el rol del preparador físico en los últimos 30 años y cómo debe incidir en su trabajo en etapas infanto – juveniles.

En primer lugar, analicemos a los deportes de equipo (D.E.) en su generalidad: son deportes de resolución de situaciones tácticas, por medio de gestos técnicos, con soporte físico. Este análisis nos muestra que en los (D.E.), lo prioritario y determinante es tener una excelente técnica que le permita al jugador resolver situaciones tácticas (individuales y colectivas), y una vez que su nivel de prestación deportiva es elevado, entonces la preparación física será determinante para poder realizar los movimientos a la mayor intensidad posible, y poder mantener el esfuerzo durante el mayor tiempo de juego.

Los (D.E.) tienen por características fundamentales ser: acíclicos, de cooperación y oposición, ejecutado en un espacio delimitado y con unas normas perfectamente codificadas, pero donde se producen constantemente variables controladas e incontroladas. Debemos programar y pensar ejercicios para conseguir la fuerza específica que, a las velocidades que requiere en cada circunstancia del juego, el jugador pueda ejecutar la técnica eficazmente en tiempo y espacio en pos del logro de lo que él propone, y el adversario permite

Hoy por hoy es impensable que un equipo de formativas con aspiraciones de desarrollo de sus jugadores, no posea un especialista que se dedique única y exclusivamente a la faceta física del jugador, ya que está más que comprobado, que las mejoras técnicas e incluso mejoras tácticas del equipo, vienen precedidas, por supuesto de un gran trabajo del entrenador el cuál va compaginado con un gran trabajo físico, formando una gran equipo técnico que permite un buen desarrollo del conjunto. Un club puede existir sin que pueda resolver estas funciones, pero si este club quiere ser moderno, pionero y el mejor, debe ser capaz de resolver estas demandas.

Me detengo en lo que destaqué en cursiva en el párrafo anterior: equipo técnico. El PF tiene un rol que cumplir dentro del engranaje del equipo técnico, que conformará con el entrenador principal y, en algunos equipos de formativas de mayor prestigio, un asistente. Es fundamental que el PF tenga reuniones semanales con el equipo técnico para planificar las cargas de entrenamiento, para presentarle al entrenador los ejercicios especiales y específicos seleccionados para que éste haga las correcciones técnicas y/o tácticas que considere necesarias, así como, ante los ejercicios propuestos por el conductor, programar las series, repeticiones, pausas, en definitiva la carga de entrenamiento.

Ya no debería existir el clásico PF que llega y hace “su trabajo” al inicio o al final de la práctica, sin tener en claro siquiera el objetivo diario de entrenamiento, menos aún el semanal, y que cuando termina su parte se retira de la práctica. El equipo es un conjunto no una suma de partes, es por ello que el PF debe estar presente toda la práctica apoyando al entrenador, trabajando en las pausas, haciendo trabajos diferenciados para jugadores en recuperación, trabajando en tecnificación con aquellos que necesitan trabajos individualizados, pero siempre presente y activo en el entrenamiento. Este es uno de los mayores cambios que ha tenido la metodología del entrenamiento de las capacidades físicas en general y, en nuestro caso, de la resistencia específica en particular. Aunque, lamentablemente, seguimos viendo el rol disociado entre PF y cuerpo técnico, como si no hubieran evolucionado las metodologías.

Trapero (2017), señala “…creo firmemente en el papel del preparador físico como asesor en la planificación semanal y mensual, ya que tiene la información proveniente de médico y fisioterapeutas, a la vez que obtiene datos del propio entrenamiento físico, pero me cuesta creer que se puedan establecer metas a muy largo plazo. En los equipos de Euroliga y ACB, que llegan a los 85 partidos por temporada, el entrenamiento de fuerza como prevención de lesiones y desequilibrios artro - musculares, debe ser un trabajo prioritario. Deberemos controlar los aspectos fisiológicos que cada entrenador aporta a su equipo (manera de entrenar, tiempos de esfuerzo y pausa, o sea, la carga real...), los porcentajes de grasa, niveles de fuerza, etc...”; “…estaríamos hablando de semanas donde a lo sumo tendríamos 3 días para trabajar a alta intensidad. Realmente tenemos que individualizar y trabajar como un EQUIPO, los entrenadores, médicos, fisios y preparadores físicos”.

Como podemos ver, el PF del Real Madrid, equipo superprofesional plantea la necesidad de planificar (acorde a su tipo de competencia) y de relacionarse con los otros integrantes del equipo. ¿Cómo no hacerlo ya, dentro de las posibilidades desde las formativas?

Las divisiones formativas no deberían tener la presión de triunfos de las categorías mayores (al menos hasta los 15/16 años incluidos), lo cual nos debería permitir planificar junto al equipo técnico el año de trabajo sobre la base de los objetivos técnicos, tácticos (individuales y colectivos) y de preparación física que queremos alcanzar.

El equipo técnico debe tener al menos tres cosas muy claras, en esta evolución del rol del PF en el entrenamiento de la resistencia específica:

· La planificación mensual, con sus objetivos técnicos, de juego y de PF.

· La planificación semanal, que en el caso de la PF debería tener determinado el objetivo por día, por ejemplo: lunes: fuerza; martes: potencia aeróbica; miércoles: neuromuscular; jueves: fuerza; viernes: velocidad acíclica y gestual.

· La planificación diaria: el PF debe llevar un cuaderno de entrenador donde vaya plasmando los ejercicios que va a utilizar día por día, con sus cargas, necesidades de materiales, diagramación espacial, para poder tener claro el tiempo activo de entrenamiento del jugador que debe ser amplio.

Y detengámonos en este punto: el preparador físico (PF) es un entrenador de individualidades de un juego colectivo. Comprender esto es determinante para la labor del PF que deberá encontrar la forma metodológica de individualizar cargas cuando es necesario, unificar cargas cuando la ejercitación lo requiera, armar grupos de rendimiento similares para los trabajos que impliquen la resistencia específica, la resistencia general o los ejercicios pliométricos.

Trapero (2017), PF del Real Madrid, destaca que “…la individualización la debemos hacer al trabajar sprints repetidos con cambio de dirección, ya que los “pequeños” siempre realizaran mayor distancia que los “grandes”. Tendremos muy en cuenta a la hora de diseñar sesiones de velocidad específicas, qué tipo de trabajo están realizando en los entrenamientos de baloncesto y con qué frecuencia, puesto que muchos de ellos ya llevan un alto número de sprints”. Y para poder hacer esta individualización, por ejemplo, Esper Di Cesare (2018) señala en, “Hacia la especificidad del entrenamiento en el baloncesto juvenil”, el PF podrá conocer la cantidad de frenos y en qué dirección los hacen, por posición en cancha, por sexo y por edad. Porque sin datos no existe la individualización de la carga.

Un consejo que siempre les damos a nuestros amigos PF es: recuerden que no entrenan repeticiones sino sistemas energéticos. ¿Qué significa esto? Que si no tienen evaluados a los jugadores para darles planes individuales, por ejemplo en saltos, determinen qué área quieren entrenar, por ejemplo potencia anaeróbica aláctica (esfuerzos de la máxima intensidad que van de 1” a 5-6”) y le piden al jugador que haga la mayor cantidad de repeticiones posibles en ese tiempo, en lugar de pedir 10 repeticiones para todos los jugadores, lo cual es un error metodológico.

Nuevamente nos apoyamos en Trapero (2017), quien destaca que “…los componente técnico-táctica lo diseñarán los entrenadores, pero los preparadores físicos, deberemos realizar un trabajo cuyo fin sea que pongamos al servicio de esos entrenamientos, unas cualidades físicas especificas (fuerza, agilidad, velocidad, etc...)”. Resaltamos, trabajo en equipo.

Cuando comienza la temporada el entrenador va a plantear una forma de trabajar en la cancha y una idea de juego. Vaya por delante que los jugadores que forman parte del equipo son los que realmente condicionan el estilo de juego. Es decir, que si quiero jugar rápido, necesito jugadores con esa cualidad predominante.

No creo que existan 2 entrenadores iguales a la hora de entrenar, realizar ejercicios, tiempos de esfuerzo y pausa, distancia recorrida en cada ejercicio, rotaciones, etc... Ahí es donde empieza nuestra labor, analizando su forma de trabajar, para saber si está en consonancia con lo que luego querremos plasmar en un estilo de juego. Después diseñaremos un trabajo de fuerza, carrera, de prevención, de recuperación, descansos, etc..., para que cuando llegue el día del partido o el momento de la temporada, seamos capaces de desarrollarlo al 100%. 

Sería un error gravísimo trabajar a espaldas de los esfuerzos que realizan los jugadores en la cancha, o sea, que si han realizado ejercicios de contra - ataque, velocidad, etc..., tratemos de repetir el mismo día en la sesión física, esa cualidad. Eso nos lleva a lesiones.

Para Seirul-lo (1987) el PF tiene como única misión reconocida el lograr la forma física óptima de los jugadores, mantenerla el mayor tiempo posible y sobre todo, en los mayores compromisos de la competición sus funciones pueden ser muchas más. Esto supone el seguimiento diario del proceso global de entrenamiento, tanto de las cargas físicas como técnico-tácticas, el control objetivo de las mismas, la elaboración de planes alternativos, de programas individuales y de un sin fin de tareas que el entrenador no puede realizar él solo.