De la lectura literaria a la comprensión de textos - Bettina Caron - E-Book

De la lectura literaria a la comprensión de textos E-Book

Bettina Caron

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Beschreibung

¿Por qué promover la promoción de la lectura? Hoy, más que nunca, vale la pena pensar, qué es leer y para qué o por qué lo hacemos. Las posibles respuestas a esta pregunta son las que motivaron este intento de buscar estrategias y situaciones para promover la formación de lectores de literatura desde la infancia con el fin de que no surjan dificultades posteriores con la lectura, ni problemas de comprensión con los textos literarios, ni con los de otras disciplinas. Un buen lector, un lector autónomo que sabe elegir lo que quiere leer, no tiene problemas de comprensión, ni de interpretación de lo que lee y, a la vez, posee una tendencia a usar bien las tecnologías y no a sucumbir hipnóticamente ante ellas. Distintas formas de la cultura escrita nos rodean por todas partes. Sabemos que leer es, en definitiva, pensar y que por eso no es posible pensar la lectura como un acto pasivo y simple en que el receptor recibe un mensaje unívoco del emisor. Sino que leer es pensar para comprender, interpretar, reflexionar.

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Bettina Caron

De la lectura literaria a la comprensión de textos

Actividades grupales para nivel inicial, primario y secundario

Caron, Bettina

De la lectura literaria a la comprensión de textos : actividades grupales para nivel inicial, primario y secundario / Bettina Caron. - 1a ed. - Ciudad Autónoma de Buenos Aires : Centro de Publicaciones Educativas y Material Didáctico, 2023.

(Biblioteca Didáctica)

Libro digital, EPUB

Archivo Digital: descarga y online

ISBN 978-987-538-988-5

1. Comprensión del Texto. 2. Lectura. 3. Talleres Escolares. I. Título.

CDD 807

Dirección general: Daniel Horacio Kaplan

Coordinación pedagógica: Ada Kopitowski

Corrección de estilo:Miriam Steinberg

Diseño de cubierta:Pablo Gastón Taborda

Ilustración de cubierta: es.123rf.com/profile_olgastrelnikova

Diagramación de interior: Patricia Leguizamón

Los editores adhieren al enfoque que sostiene la necesidad de revisar y ajustar el lenguaje para evitar un uso sexista que invisibiliza tanto a las mujeres como a otros géneros. No obstante, a los fines de hacer más amable la lectura, dejan constancia de que, hasta encontrar una forma más satisfactoria, utilizarán el masculino para los plurales y para generalizar profesiones y ocupaciones, así como en todo otro caso que el texto lo requiera.

Las referencias digitales de las citas bibliográficas se encuentran vigentes al momento de la publicación de este libro. La editorial no se responsabiliza por los eventuales cambios producidos con posterioridad por los responsables de los respectivos sitios y plataformas.

1º edición, octubre de 2023

Edición en formato digital: diciembre de 2023

Ediciones Novedades Educativas

© del Centro de Publicaciones Educativas y Material Didáctico S.R.L.

Av. Corrientes 4345 (C1195AAC) Buenos Aires - Argentina Tel.: (54 11) 5278-2200

E-mail: [email protected]

ISBN 978-987-538-988-5

Conversión a formato digital: Numerikes

No se permite la reproducción parcial o total, el almacenamiento, el alquiler, la transmisión o la transformación de este libro, en cualquier forma o por cualquier medio, sea electrónico o mecánico, mediante fotocopias, digitalización u otros métodos, sin el permiso previo y escrito del editor. Su infracción está penada por las leyes 11.723 y 25.446.

Bettina Caron. Docente de jerarquizada trayectoria y escritora. Egresada en Letras de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires, obtuvo luego su licenciatura como especialista en Promoción de la Lectura y en Literatura Infantil y Juvenil, en la misma facultad. Creó y ejerció la capacitación de los programas “Niños promotores de lectura” y “Escribir con humor”, entre otros, que se aplican en escuelas de la Argentina y del exterior. Publicó cuentos para niños y ensayos sobre literatura infantil y promoción de la lectura.

A los chicos del Club de Lectores de la Escuela Del Sol.

Índice

CubiertaPortadaCréditosSobre la autoraDedicatoriaPalabras preliminaresIntroducción. Por qué promover la promoción de la lecturaCapítulo 1. Reparar el vínculo entre el docente y la lecturaLa construcción de uno mismo como lector, a partir de la literaturaActividad. Taller vivencial de evocaciónAlgunas reflexiones más sobre la lectura…Capítulo 2. Bases para la formación de promotores de lecturaLa lectura en los tiempos de internetCapítulo 3. Tener una concepción de la lecturaEl lector que resucita el textoLa mirada de Antonio DamasioEl lector, protagonista de la lecturaUna literatura que resucite al lectorLas ilustraciones de los cuentos infantilesLeer en voz alta. Una historia del pasado que regresa con internetCapítulo 4. Ejemplos para organizar encuentros de promoción en nivel inicial, primario y secundarioActividad. Consignas para los encuentros de promociónReflexión sobre el resultado de estas actividadesCapítulo 5. Promover la lectura desde el JardínLa Lectura Silenciosa Sostenida (LSS) en el Jardín: leer las imágenesPromotores de lectura en el JardínRondas de lecturaLa biblioteca en la salaArmado de librosArmado de un diccionarioLos abuelos leen cuentos¿Libroterapia?Capítulo 6. La formación del grupo de promotores de lectura en la escuela primariaModelo de cuestionario de evocaciónRespuestas de los chicosSobre la lectura y los modos de leerPresentación del libroLa selección del materialProblemáticas vinculadas con la selecciónEl interés lectorPropuesta. Evaluación de los encuentros de “Promotores de Lectura”Capítulo 7. Continuar la promoción de la lectura en la secundariaEl adolescente como persona, a la par que lectorLos adolescentes y la literaturaCódigos entre lector y autorLecturabilidadLas lecturas obligatorias…Abordar al adolescente en la literaturaOpinan los adolescentesOtras lecturas elegidas por adolescentesCapítulo 8. El oficio de lector1. Líneas verticales sobre el margen2. Subrayado3. Signos de carácter afectivo4. Referencias materiales5. Transcripción literal6. Plegado de los vértices7. Los rastros de la memoriaBibliografiaTítulos sugeridos

PALABRAS PRELIMINARES

Este libro es un “collage” armado a partir de lecturas literarias, lecturas sobre la lectura y experiencias de promoción de la lectura placentera, preferentemente literaria, como forma primordial para la formación de lectores autónomos y prevención de los problemas de comprensión.

Este collage incluye también una nueva mirada sobre el texto publicado en 2002 con el título Niños Promotores de Lectura, ya que el valor de las experiencias difundidas en aquel entonces cobra hoy plena y nueva vigencia. Sin embargo, los cambios sociales, culturales y tecnológicos de los últimos años y su influencia en nuevas problemáticas del proceso de enseñanza-aprendizaje, motivaron la necesidad de resignificar las propuestas anteriores, a la luz de nuevos aportes sobre teoría de la lectura y los de otras disciplinas. Por esta razón este libro es también un intento por seguir enriqueciendo el vínculo con la promoción de esta actividad, a partir de nuevos conceptos teóricos y de la puesta en actos de lectura de esos conceptos, de esas teorías.

Es, además, un intento para simplificar el camino de la promoción sin perderse en la búsqueda de recursos extraordinarios, estadísticas sofisticadas, ni fórmulas maravillosas o infalibles, pero sí reflexionar y evaluar las estrategias que conocemos y usamos cotidianamente.

Cabe pensar solo en el lector y el libro como síntesis perfecta de la lectura, y en el promotor o mediador como alguien que propicie ese encuentro.

Es pensar el aspecto humanizador de la lectura literaria como un antídoto contra el consumismo y la tecnocracia, vinculado a la construcción de la propia identidad y a la posibilidad de aprender a pensar en otros, al encontrarse, uno mismo, en esos otros: los personajes y los autores de literatura.

La promoción de esta forma de placer, es una obligación moral para quienes gozamos de la vocación de leer. Porque transmitir esta pasión es, además, una forma de luchar contra el analfabetismo desde el lugar de la literatura. Lectura para ser, para existir, para crecer, para insertarnos en el mundo, que aún y más allá de los avances tecnológicos, sigue siendo un mundo de la cultura escrita. Considero, finalmente a los lectores como quienes le dan sentido a la existencia de la literatura, tanto como que, en todo lector hay un posible escritor, antes de serlo.

INTRODUCCIÓN

Por qué promover la promoción de la lectura

Este libro resulta de la relectura y reescritura de un texto publicado hace veinte años. La idea es la de sumar y compartir nuevas formas de considerar la lectura literaria a la luz de los aportes de diferentes disciplinas. Del mismo modo es necesario referirse a un nuevo entorno social y cultural globalizado que acrecienta la necesidad de promover la promoción de la lectura para evitar caer en lo que Noé Jitrik1 denominara, hace ya muchos años en sus clases de Literatura como “el mandato vacío del deber de leer”. Surge, así, la inquietud de pensar cómo y por qué seguir insistiendo en la promoción de la lectura en el contexto de la globalización, el consumismo y especialmente de la tecnocracia en la posmodernidad (Bauman, 2010), dada la influencia que las llamadas nuevas tecnologías tuvieron en el ámbito de la lectura, especialmente con internet, “que cambió el modo de leer” (Carr, 2011).

Por otro lado, desde hace años se observa que la tecnocracia viene desplazando el estudio de las humanidades, y que este espacio en la educación mundial es ocupado por el aprendizaje de las nuevas tecnologías, tal como lo desarrolló, con profunda preocupación, la filósofa Marta Nussbaum (2010).

La investigación sobre las raíces emocionales de la lectura literaria y su enorme influencia para la conformación y enriquecimiento de la subjetividad de las personas, considerada como trabajo psíquico, por Michèle Petit (Petit, 2003) y como experiencia, en la concepción de Jorge Larrosa (2003), son las que nos hacen ver y sentir la necesidad imperiosa de la promoción de la lectura y en particular, de la lectura literaria en la etapa de formación de lectores en el nivel inicial, primario y secundario.

A estos enfoques fundantes de la concepción actual de la lectura enfocada en el lector se suman los aportes sobre el estudio de las emociones de Antonio Damasio (2001) –neurobiólogo reconocido mundialmente– como otras posturas no reduccionistas, sino holísticas de las neurociencias, que también refuerzan el aspecto emocional placentero y subjetivo que nos da el arte (Breithaupt, 2011).

Dentro de las teorías de la lectura, que subrayan, casi de modo exclusivo, la concepción de la lectura como construcción de significado, surgen otras posturas vinculadas a la sensibilidad, las sensaciones, las emociones, los sentimientos y que, estimo, son la motivación del interés primordial del lector –incluso– para la construcción de significado. En este sentido, Karin Littau resulta una referencia indispensable, en el terreno de la teoría de la lectura. La autora, en desacuerdo con el pensamiento de muchos otros teóricos de la literatura, estima prioritario el aspecto emocional del lector. El concepto de Littau agrega otro matiz a la participación del lector al referirse a su pensamiento (Littau, 2008).

Son las características del discurso literario las que permiten que la apreciación estética sea una verdadera experiencia, es decir que tenga sentido para el lector porque apelan a su sensibilidad y a su mundo emocional-subjetivo y a su pensamiento. El primer sentido de la lectura es el de suscitar el interés del lector, que movilizado, podrá, luego, hacer suyo, el sentido que –él– encuentra en el texto.

El proceso de adquisición del lenguaje, de las destrezas y estrategias del aprendizaje lingüístico y la comprensión lectora implica diferentes momentos a lo largo de la escolaridad inicial y primaria. El resultado, la formación de un lector autónomo se evidenciará después de múltiples experiencias en las que también tenga lugar la lectura libre, emocional y subjetiva.

Un buen lector, un lector autónomo que sabe elegir lo que quiere leer, no tiene problemas de comprensión, ni de interpretación de lo que lee y, a la vez, posee una tendencia a usar bien las tecnologías y no a sucumbir hipnóticamente ante ellas.

¿Por qué promover la promoción de la lectura?

Las posibles respuestas a esta pregunta son las que motivaron este intento de buscar estrategias y situaciones para promover la promoción de la lectura literaria o placentera en la escuela y desde muy temprana edad.

Respuestas que deben abordar el problema, no solo en cuanto a la calidad y a la forma de encararlo, sino también respondiendo a la urgencia de encontrar soluciones cuantitativas, multiplicadoras, que nos permitan hacer frente a las consecuencias de la creciente pérdida de la vocación lectora en el ser humano y su negativo impacto social.

Hoy más que nunca, por razones éticas y sociales, se plantea la necesidad de rescatar el valor humanizador de la lectura, no solo en el nivel personal, para el lector, sino también como defensa contra el analfabetismo y sus consecuencias de exclusión para enormes sectores de la población mundial. Se trata de dar respuesta al valor humanizador de la lectura que surgió acompañado por una concepción constructivista, que reconoce aspectos cognitivos y emocionales en el lector, no ya como simple decodificador de mensajes, sino como constructor de significados.

El aspecto placentero de la lectura comenzó a ser abordado hace unos cincuenta años, así comenzó a considerarse el vínculo con las emociones, con la transformación interna del lector y con esa transacción que supone el acto de leer, mediante el cual se construye, a través de una interacción dinámica, el sentido del texto. Otro aspecto valioso del placer de leer literatura es el vinculado con la posibilidad del lector de verse a sí mismo en los personajes, a través de lo cual, encuentra un espacio personal donde dramatizar sus sentimientos y emociones. Esta forma de empatía apunta también a la posibilidad de reconocerse en los demás y es, en este punto, donde la lectura comienza a “servir” en el campo social, porque identificarse con los personajes brinda una apertura para comenzar a “ensayar sentimientos de solidaridad” hacia los otros, como enfatiza Petit (2003). Descubrir a los demás y comprender las cosas que les pasan es una parte del tejido social, que bien puede ser experimentada en los niños a partir de la lectura literaria como gesto de acercamiento a otras personas, a otras vidas.

Hoy, el objetivo de la promoción no es solo experimentar el placer de leer, sino dar respuesta a la necesidad de leer para enriquecer la subjetividad y poder sostener la propia identidad. Esta necesidad que se percibe especialmente en casos de aislamiento forzoso debido a enfermedades, encierro en las cárceles, o por cambios abruptos en las condiciones de vida (exilios, por ejemplo).

El valor de la palabra escrita, la comprensión la encontramos en la lucha de Paulo Freire (1993), por ejemplo. El pedagogo brasileño encontró en la alfabetización el medio de inserción crítica del hombre en la sociedad. Y, en otras tierras con problemáticas muy diferentes, Umberto Eco señalaba que la civilización democrática se salvaría del advenimiento de la imagen si lograba hacer de la imaginación una invitación a la reflexión crítica y no a la seducción hipnótica de los medios (Eco, 1993).

Estos aportes son fundamentales hoy, cuando a la acción de los medios de comunicación, se suma la invasión de internet y las redes a un ritmo y velocidad que superan nuestra capacidad de pensar, afectando, así, la comprensión y el sentido de los textos.

La promoción de la lectura debería ocupar un espacio mucho más importante dentro de los proyectos gubernamentales, educacionales, institucionales y en los profesorados y espacios de capacitación docente, especialmente ahora, cuando debemos enfrentar la tecnocracia y los nuevos problemas que nos plantea.

Y sería muy útil, no solo promocionar la lectura, sino “promocionar la promoción” de esta actividad con urgencia social y ética, para la cual, las bibliotecas y las escuelas siguen siendo lugares privilegiados y casi los únicos para llevar a cabo esta misión.

Nota

1. Noé Jitrik (Rivera, Buenos Aires, 1928 – Pereira, Colombia, 2022) fue un crítico literario, escritor y profesor universitario argentino. Fue autor de numerosos cuentos, novelas y ensayos críticos, literarios e históricos.

CAPÍTULO 1 Reparar el vínculo entre el docente y la lectura

Todos los que trabajamos en educación sabemos que, más allá de los métodos, es la vocación y capacidad profesional del docente lo que tiene mayor incidencia en un buen aprendizaje. Sabemos que el docente, como cualquier profesional, tiene gustos, deseos, y también rechazo por algunos temas o áreas de la enseñanza. No desconocemos que los maestros, a diferencia de los profesores, deben manejar y transmitir un repertorio amplio de conocimientos y propuestas de distintas áreas, más aún en Jardín, donde a menudo la música, la educación física y la expresión corporal, y las técnicas gráficas deben ser enseñadas por las maestras.

Tradicionalmente, en la escolaridad primaria, las materias del área expresiva están a cargo de especialistas, y aun las ciencias exactas y el lenguaje también, en los grados superiores.

Esto nos lleva a pensar que, desde el punto de vista formativo, hace falta una preparación especial y vocacional para algunas áreas.

Ahora bien, ¿qué ocurre, en cambio, con el maestro y la lectura, si pensamos en esta última como en una actividad, que necesita que el maestro domine la especialidad como promotor y donde juega el entusiasmo en la transferencia de la actitud lectora?

La lectura placentera o literaria pone en juego una serie de aspectos de la personalidad que involucran no solo el aspecto intelectual, sino también el socioemocional y el corporal.

Cabe, entonces, preguntarse qué aprendizaje o instrucción o experiencia vivencial es la que el maestro debe poner en juego como promotor y en qué medida está capacitado para hacerlo.

La pregunta que se nos plantea es, pues, ¿cómo podemos los maestros despertar el deseo de leer si no tenemos un buen vínculo con la lectura?, y ¿cómo reparar o elaborar esta problemática? No es un tema sencillo, pero tampoco es imposible de abordar.

Revisar el vínculo del docente y la lectura quizás no nos sirva a los efectos de modificarlo sustancialmente, pero poder reconstruirlo y entenderlo, sin duda nos aliviará e instrumentará para buscar técnicas y apoyos didácticos acertados para lograr una acción más positiva.

Plantearse la importancia de algunos de los fundamentos de las nuevas teorías, y poner al alcance de los docentes la reflexión sobre el sentido que cobra su rol de mediador a la luz de esas teorías, puede ser un primer paso en la reparación de nuestro propio vínculo con la lectura y de nuestra historia como lectores.

No se trata, pues, solo de leer sobre las diferentes posturas teóricas sobre el tema, sino de analizar y aprehender de ese análisis, confrontándolo con las experiencias propias y las de otros colegas para ir avanzando en un camino de reflexión vivencial sobre esta cuestión.

Otro aspecto interesante para trabajar siempre y con ejemplos es el ya mencionado “mandato vacío del deber de leer”, por el enorme, agobiante peso sociocultural de este mandato, de esa lectura obligatoria, y obligada –no se sabe bien por quién, ni por qué-, pero que todos, se supone o suponía, debíamos hacer. Estos y otros temas vinculados con la lectura, como los conceptos de interacción, transferencia, transacción, negociación, esquemas cognoscitivos y los aportes de la psicolingüística, deben ser trabajados, con los docentes y no solo estudiados.

A tal efecto es válida, como propuesta, la de desandar el camino de la lectura, comenzando por reconstruir el vínculo, bueno o malo de los maestros, con ella, porque es un vínculo primordial para avanzar en la reparación o construcción de un nuevo y distinto vínculo con ella.

¿Podemos pasar por alto las reflexiones de Francesco Tonucci sobre los docentes de su país como los profesionales que menos leen, como lo comentara, ya hace mucho tiempo en su paso por Buenos Aires?:

Lamentablemente, los maestros italianos, que son los que mejor conozco, no leen. Resulta de investigaciones que la de maestro es una de las profesiones que menos lee. Yo frecuentemente me encuentro con maestras y maestros que me dicen que no tienen tiempo de leer. Es posible, pero si es verdad, ¿cómo pueden enseñar a otros a leer? Se sigue pensando que enseñar a leer es enseñar a descifrar palabras y lamentablemente es mucho más. Es transmitir una pasión, una necesidad. (Tonucci, 1996)

Se puede pensar, si el problema no será que los maestros, como muchas otras personas, no leen libros porque se ven urgidos a leer de otras formas y a leer otras cosas. ¿Podemos no leer o no escuchar las noticias en internet, la televisión, el celular o la radio, toda esa información apabullante que los medios nos traen desde los más recónditos lugares? Y ¿podemos negarnos a saber todas las cosas terribles, que ocurren en nuestro planeta? ¿Podemos no estar absortos en la lectura de nuestros propios pensamientos sobre todo eso que ocurre?

Nunca, creo, el ser humano ha dependido tanto de esta actividad y de la necesidad de interpretar la realidad, de sospechar, de intuir, de reflexionar, de analizar, de prever, de crear sus propias hipótesis de la lectura de la realidad. Nuestra cabeza no para de leer y a veces, además, somos capaces de leer libros, a pesar de la computadora, Internet, el email, el celular, las redes, y la publicidad que se filtra como una interrupción constante que promueve la dispersión.

Así resulta que leemos, pero quizás, demasiado… y mal.