Descripción de la Sinapia, península en la tierra austral - anónimo - E-Book

Descripción de la Sinapia, península en la tierra austral E-Book

Anónimo

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Beschreibung

Caracterizada como una república monárquica, en la cual coexiste la aristocracia y la democracia, Sinapia es una utopía en la que impera una coexistencia armónica. Exenta de la propiedad privada y la desigualdad, la presente obra se establece como una crítica a una sociedad corrupta y marcada por los excesos, tal y como el autor la pudo percibir en su contemporaneidad. Si bien su escritura no está atribuida a un autor en concreto, su fecha de escritura se considera de entre finales del siglo XVII y principios del XVIII, en la península Ibérica.

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Veröffentlichungsjahr: 2023

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ANÓNIMO

DESCRIPCIÓNDE LA SINAPIA,PENÍNSULAEN LA TIERRAAUSTRAL

TEZONTLE

Primera edición, 2022 [Primera edición en libro electrónico, 2023]

Distribución mundial

Título original: Sinapia

El texto aquí presentado comprende la versión de Miguel Avilés Fernández publicada en Sinapia. Una utopía española del Siglo de las Luces(Editora Nacional, Madrid, 1976).

La edición de este libro contó con el apoyo del Instituto Cervantes de Tokio, y la fina gentileza de Teresa Iniesta y Víctor Ugarte. Para ellos nuestra más cumplida gratitud.

Serie —topías. Coordinación, curaduría editorial y edición: Roger Bartra y Gerardo Villadelángel. Diseño editorial: Joseph Estavillo / La Jaula Abierta

D. R. © 2022, Roger Bartra, Josu Landa y Antonio Chacón

D. R. © 2022, La Jaula Abierta Consejo editorial: Roger Bartra y Gerardo Villadelángel Tonalá 319-5; 06760 Ciudad de México. Tel.: 55-5264-8808

D. R. © 2022, Centro de Investigación y Docencia Económicas, A. C. Carretera México-Toluca, 3655; 01210 Ciudad de México. Tel.: 55-5727-9800

D. R. © 2022, Fondo de Cultura Económica Carretera Picacho Ajusco, 227; 14110 Ciudad de México

Comentarios: [email protected] Tel.: 55-5227-4672

Se prohíbe la reproducción total o parcial de esta obra, sea cual fuere el medio, sin la anuencia por escrito del titular de los derechos.

ISBN 978-607-16-7638-2 (FCE)ISBN 978-607-8791-35-4 (CIDE)ISBN 978-607-16-7851-5 (ePub)ISBN 978-607-16-7873-7 (mobi)

Hecho en México - Made in Mexico

    

ÍNDICE

   

PRÓLOGO. Sinapia, reflejo del Siglo de Oro, Roger Bartra

 DESCRIPCIÓN DE LA SINAPIA,PENÍNSULA EN LA TIERRA AUSTRAL

 

IntroducciónDescripción general de la penínsulaHabitadoresDe su fertilidad y de la SinapiaDe los animales, aves y pecesDivisión política de SinapiaDe la casa o familiaDel barrio o cuartelDe la villaDe la ciudadDe la MetrópoliDe la CorteDe la forma de la repúblicaDe los padres de familiaDel padre de barrioDe los padres de villaDe los padres de ciudadDe los padres de MetrópoliDe los padres de SinapiaDel PríncipeDe las casas de la comunidadDe la religiónDel gobierno militarDel gobierno económicoDe las acciones comunesDe la justiciaDe la educaciónDe las eleccionesDel trabajo y del comercioDe las cienciasDe las artesDe los esclavosReflexiones

 

EPÍLOGO. Sinapia: “una nación sencilla”, Josu Landa

ACERCA DE LOS COLABORADORES

    

PRÓLOGO

SINAPIA,REFLEJO DEL SIGLO DE ORO

 Roger Bartra

  EN 1973 se descubrió entre los documentos del archivo del conde de Campomanes un insólito manuscrito anónimo y sin fecha titulado Descripción de la Sinapia, península en la tierra austral. Este hallazgo significó un hito para la historia española de las utopías. Ese mismo año el historiador Stelio Cro lo publicó en Canadá, con su minuciosa interpretación. Cro consideró que este texto es la primera utopía clásica en la literatura peninsular. Al año siguiente lo publicó en España, con un amplio prólogo, otro historiador, Miguel Avilés Fernández.1 El descubrimiento fue muy notable, pues se trata de uno de los relativamente escasos textos utópicos españoles y sin duda es el más importante de todos. Pero hubo una discrepancia entre las dos interpretaciones: Cro sostuvo que es un texto de finales del siglo XVII y Avilés afirmó que se trata de un documento de finales del siglo XVIII. Es decir, uno lo vio como un texto del Siglo de Oro mientras que el otro lo consideró como un fruto de la Ilustración. Cro planteó que el autor debió haber sido uno de los llamados novatores, que formaron una corriente de pensamiento español que buscaba una revolución en las ideas basada en los grandes descubrimientos científicos, y que fue muy activa a finales del siglo XVII y comienzos del XVIII. En cambio Avilés creyó que el autor podría haber sido el propio conde de Campomanes (1723-1802), un famoso político y prolífico escritor. Muchos estudiosos consideran que se trata de una obra de finales del siglo XVII o de comienzos del siglo XVIII, pero todavía subsisten muchas dudas sobre la datación. La fecha del manuscrito se ha ubicado con buenas razones en torno de 1724, cuando Felipe V abdicó.2

Sinapia sigue sin duda las pautas marcadas por Moro, Campanella y Bacon, y desde luego tiene como inspiración la República de Platón. El breve texto quedó inédito y no ejerció como tal mucha influencia. Pero es un síntoma de las inquietudes que los grandes utopistas dejaron en el pensamiento español. Su autor hizo evidente que la imaginaria Sinapia no era otra cosa que el reverso de la sociedad de su época, y con ello quiso hacer una crítica al país donde vivía. El nombre de la península utópica, ubicada en las antípodas australes de España, es un anagrama de Ispania, el término de origen fenicio y cartaginés con que se denominaba a la península ibérica. Se trata de la fascinante imagen de un mundo al revés con la que se critican las condiciones corruptas del mundo real en que vivió su autor. El nombre antiguo del país era Bireia, anagrama de Iberia, con lo que enfatiza que su descripción es la versión alternativa y mejorada de la vieja nación. El autor se presenta solamente como el traductor de un supuesto texto del viajero holandés Abel Tasman, un personaje que realmente existió y que viajó en 1642 y 1644 a Nueva Zelandia y a las islas hoy conocidas como Tasmania. El autor de Sinapia desde el comienzo anuncia que corre el riesgo de que se suponga que su historia sea una novela,

 por la dificultad con que los que nos habemos criado con lo mío y lo tuyo podemos persuadirnos que pueda vivirse en perfecta comunidad y los que estamos hechos a la suma desigualdad de nobles y plebeyos difícilmente creemos pueda practicarse la perfecta igualdad. Finalmente, a los que estamos corrompidos con el abuso de la superfluidad, se nos hace muy cuesta arriba que pueda haber felicidad en medio de la moderación.

 Sigue el modelo de las utopías clásicas anunciando que en Sinapia no hay propiedad privada ni desigualdad, reina la felicidad y se vive en comunidad. Es importante destacar que en este país imaginario se puede alcanzar la felicidad en la tierra, además de aspirar a la salvación en el cielo. Una peculiaridad de Sinapia es la conjunción de un humanismo terrenal con una fuerte vocación cristiana.

Sinapia es definida como una “república monárquica, mezclada de aristocrática y democrática. El monarca son las leyes; los nobles son los magistrados y el pueblo son las familias. Su figura, piramidal, cuya base es el pueblo; el cuerpo es el magistrado y la cima es el príncipe”. Es una sociedad extremadamente jerarquizada, patriarcal y muy religiosa. Es además una sociedad multiétnica cuyos habitantes fueron originalmente malayos, peruanos, chinos, persas y, marginalmente, “negrillos zambales” (acaso filipinos). Los persas trajeron el cristianismo, que es la religión oficial de Sinapia. Los más civilizados habían sido los chinos y los persas, que “fueron amansando y domesticando la ferocidad de los malayos y la rusticidad de los peruanos”. El mestizaje resultante generó las peculiaridades físicas de los sinapienses: “etiópica de los zambales; indiana de los malayos; tatárica de los chinos y peruanos; y asiática y europea de los persas”. La península utópica colinda con dos naciones “feroces”, la de los lagos y la de los merganes (anagramas para referirse a los galos y los germanos).

La sociedad sinapiense tiene un carácter marcadamente piramidal y patriarcal. La base es la familia y conforme se sube por la pirámide encontramos los barrios, las villas, las ciudades y la metrópoli. En cada nivel rigen magistrados llamados “padres”: “Los magistrados son padres de familia, padres de barrio, padres de villas, padres de ciudad, padres de provincia, senadores y príncipe. Todos se llaman PE, que quiere decir «padre», para mostrar que lo deben ser en el cariño, vigilancia y ejemplo”. Además, existe la esclavitud. La unidad básica es la familia, que “no puede exceder de doce personas mayores de cinco años, esto es, el padre y madre de familias y sus hijos; un esclavo y una esclava y sus hijos. De estas casas unidas se forman los barrios y, separadas, los territorios de las villas”. No se puede decir que Sinapia sea una sociedad esclavista. Pero el trabajo esclavo es importante, especialmente en la construcción de obras públicas. Hay tres clases de esclavos. Los que han sido comprados a naciones amigas son bien tratados y viven en las casas de los sinapienses. Hay los prisioneros de guerra que han sido esclavizados, que pasan la noche encerrados, son bien tratados y hacen trabajos públicos o son sirvientes. Pero aquellos que han sido condenados a la esclavitud por los delitos cometidos son muy mal tratados y están siempre presos salvo cuando los sacan a trabajar en las minas, como remeros, a limpiar la basura, a cortar madera, a cazar o a pescar. A los condenados a esclavitud perpetua les cortan una oreja. Los esclavos temporales llevan como señal de su condición un zarcillo. Es importante señalar que los hijos de los esclavos nacen libres. Unas curiosas reglas determinan lo que sucede cuando hay relaciones sexuales con los esclavos y se gestan hijos: “Si un sinapiense tiene hijos en una esclava, ella queda libre y él esclavo por tres años. Si una sinapiense tiene hijos de algún esclavo, ella queda esclava por toda la vida y a él se le dan cada año cien azotes en público”. Obviamente, las esclavas han de procurar quedar embarazadas para obtener la libertad; pero es brutal el castigo a la mujer sinapiense que concibe al hijo de un esclavo. Así que pareciera tratarse de una sociedad orwelliana en la que todos son iguales, pero donde unos son más iguales que otros.

Debemos colocarnos en el contexto de la cultura española de finales del siglo XVII, aunque la imagen que proyecta Sinapia se asemeje a los rasgos autoritarios del mundo comunista del siglo XX o a sociedades esclavistas del siglo XIX. A finales del Siglo de Oro en España la utopía cumplía una función crítica que trataba de develar los rasgos corruptos de la sociedad mediante el contraste con un mundo imaginario en el que, como “está desterrado el mío y el tuyo, origen de toda discordia, y se desea vivir en perfecta comunidad, es forzoso tener en almacenes comunes todo lo necesario a la vida natural y política, para que desde allí se vaya subministrando a los particulares lo que han menester”. La base de la economía es la agricultura y la artesanía. Podemos encontrar aquí ecos de la gran obra de Antonio de Guevara, Menosprecio de corte y alabanza de aldea.