El castillo transparente - Alina Iglesias Regueyra - E-Book

El castillo transparente E-Book

Alina Iglesias Regueyra

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Beschreibung

El Castillo Transparente es una novela dedicada a los niños. Estas cosas que te voy a contar no sucedieron un solo día, pero si eres lista, o listo, y capaz de leer este libro en ese tiempo, será como si hubiesen ocurrido en 24 horas. Ja-ja, pues claro 24 horas es lo mismo que un solo día. Muy chistosa, muy chistosa que soy. Y no puedo quedarme callada… ejem, ejem… es decir, soy una persona soñadora, romántica, fantasiosa. ¡Pero no, no soy mentirosa! Decir mentiras… ¡ni en las brujas se ve bonito! Así pues, puedes creer todo esto que te cuento. Espero no regales el libro, porque te juro por las alas de Campanilla que son ciertas todas las historias. Algunas hasta las compartiremos juntos por obra y gracia de la magia de la imaginación. Y de las letras. Mis amigas las hadas me ayudaron. Porque no tengo muy buena ortografía, ¿sabes? Soy de las que escribo ASÍ con H y con C. Bueno, el caso es que ella si sabe escribir como se debe y creo que quedó bonito. Tú me dirás. También adivinarás quién soy. Sígueme, no te pierdas detalle. Así pegaditos. Te invito a conocer una historia.

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Seitenzahl: 116

Veröffentlichungsjahr: 2025

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Edición y Corrección:

Neyda Izquierdo Ramos

Diseño de cubierta, interior e ilustraciones:

Luis R. García-Casariego

Composición para e-book:

Ana Irma Gómez Ferral y Valentín Frómeta de la Rosa

© Sobre la presente edición:

© Alina Iglesias Regueyra, 2015

© Gloria María Regueyra López de Villavicencio

© Editorial enVivo, 2024

ISBN:

9789597276579

Instituto Cubano de Radio y Televisión

Ediciones enVivo

Calle 23 No. 258, entre L y M,

Vedado. Plaza de la Revolución, La Habana, Cuba

CP 10400

Teléfono: +53 7 838 4070

[email protected]

www.envivo.icrt.cu

www.tvcubana.icrt.cu

Índice de contenido
Portada
Portadilla
Créditos
Novela de fantasía para niños
Mi secreto
A la orilla del mar
Un mago ecologista
La reunión de los dulces
La alfombra soñadora
La prueba
Ninfa
Una ayuda necesaria
La luna vestida
Un amor sorprendente
El libro engreído
Meñique y las mandarinas
Un mago alérgico
Los sueños del mago
Señorita Miraflores
El cumpleaños
La cena multicolor del mago
El carnaval de frutas del mago
La fiesta del mamey
Un huésped indeseable
Esperando
Dentro de la bola
El regalo
Las letras del alfabeto
De junio a noviembre
El castigo de la sirena
Invisibilidad
Hermanos y helados
Un sombrero para Evita
Un hada sin suerte
Palabras mágicas
Magia gris
La isla del mago
¿Fin?
Sobre las autoras

Novela de fantasía para niños

El 2 de febrero de 1997 se inició dentro de la radio revista Hola Aurora, de la emisora nacional especializada en música instrumental Radio Enciclopedia, un segmento de diez minutos dedicado al público infantil, bautizado como «Una Historia Interesante». Esta sección radiofónica proponía adaptaciones de relatos creados por reconocidos escritores nacionales y extranjeros, adivinanzas, poesías, trabalenguas, concursos y creaciones propias de los guionistas, entre los que brillaron Neysi Uría Martínez y Aldo Javier Méndez Camacho. Grandes figuras de la radio cubana entregaron su voz para esta labor: Zady Flor y su hija Yumié Rodríguez, las clásicas de la emisora: Mirtha Aleyda Fernández, Caridad Rodríguez y María Cecilia Lima; y la joven Liana María Rodríguez.

Mi participación comenzó en un inicio como asesora, hasta que comencé a escribir los guiones y a dirigir en el año 2000 hasta 2005. Parte de los cuentos que incluí habían sido creados por mi madre para entretenernos cuando éramos pequeñas. Luego el espacio cambió su destinatario hacia los progenitores, bajo el nombre de «Aprendiendo a Crecer», hasta desaparecer por completo en 2011.

Motivadas por colegas como Hazel Andreu, directora por muchos años de Hola Aurora la asesora Mabel Díaz y varias locutoras del espacio, decidimos hacer el libro con nuestros relatos. Nuestro deseo es que llegue a todos los niños este recuerdo, que testimonia apenas una parte de lo que fue el programa de Radio Enciclopedia dedicado a la infancia cubana, y que agradece la acogida inicial del proyecto y su apoyo para la salida al aire a la directora en funciones de aquellos años, Edelsa Palacio, y al subdirector de programación Carlos Albert.

No podría omitir a los realizadores del sonido, que hicieron las delicias de los pequeños oyentes con los más raros y curiosos efectos: Ragnar Samá, Aurelio Efrén Lamas, Sergio Cervantes, Isbel Acea, Mario Alberto Machado, Luisa Márquez (ingeniera y actual directora de la emisora), Isabel Rodríguez y María del Carmen Telo.

Sirva el homenaje al colectivo que con amor impulsó esta fantasía.

Alina Iglesias Regueyra

MI SECRETO

Estas cosas que te voy a contar no sucedieron un solo día, pero si eres lista, o listo, y capaz de leer este libro en ese tiempo, será como si hubiesen ocurrido en 24 horas.

Ja-ja, pues claro, 24 horas es lo mismo que un solo día.

Muy chistosa, muy chistosa que soy.

Y no puedo quedarme callada… ejem, ejem… es decir, soy una persona soñadora, romántica, fantasiosa.

¡Pero no, no soy mentirosa! Decir mentiras… ¡ni en las brujas se ve bonito!

Así pues, puedes creer todo esto que te cuento. Espero no regales el libro, porque te juro por las alas de Campanilla que son ciertas todas las historias. Algunas hasta las compartiremos juntos por obra y gracia de la magia de la imaginación.

Y de las letras. Mis amigas las hadas me ayudaron.

Porque no tengo muy buena ortografía, ¿sabes? Soy de las que escribo ASÍ con H y con C.

Bueno, el caso es que ella sí sabe escribir como se debe, y creo que quedó bonito. Tú me dirás. También adivinarás quién soy.

Sígueme, no te pierdas un detalle. Así, pegaditos.

Te invito a conocer una historia singular...

A LA ORILLA DEL MAR

Con lágrimas de un hada triste y gotas del rocío primerito de año, el mago Hazlotodo se empeñó en construir un Castillo Transparente. Todos dijeron enseguida que estaba loco, porque, a ver, ¿a quién se le ocurre semejante idea, cuando un castillo que se respete debe ser tenebrooooso y oscuro? Pero el mago Hazlotodo estaba muy empeñado en su labor, y así hizo surgir de un acantilado de playa el más hermoso Castillo Transparente que puedas imaginar. Y ni tonto ni perezoso se puso a vivir en él.

Pronto llegaron a sus oídos los rumores: que si la bruja Chencha se pasaba la tarde espiándolo desde la ventana de su casona gris, que si las mariposas doradas se sonrojaban a la hora del baño del mago. ¡Pues claro! Si el Castillo era transparente….

En fin, que nadie dejó de decir «JI», excepto la ninfa Orilla. Ella vivía en las olas que daban a los pies del Castillo Transparente de Hazlotodo y era hija del Sol. Todas las mañanas su padre iluminaba cada rinconcito de la adorable vivienda, y despertaba al mago haciéndole cosquillas en el dedo gordo del pie. Como el mago era muy sensible, también era muy cosquilloso. Y la risa maguna tenía tan embobecida a la ninfa Orilla, que le pidió al Sol, su padre, esconderse algún día, con el fin de armar ella solita una buena tormenta, y entrar al Castillo del mago para robarle su risa. El Sol se enfureció, pero como todo padre muy anciano (el Sol tiene como 4 mil 500 millones de años, sí señor) tenía sus achaques, y un día no salió porque estaba acatarrado. Ahí aprovechó la ninfa Orilla para montarse en la punta de una ola, y colarse, apoyada en los rayos y los truenos que hacían visible el Castillo.

Pero a la ninfa se le olvidó un detalle. Y es que si su padre el Sol no salía, no hacía cosquillas a los pies de Hazlotodo, y si él no se reía, ¿de qué le valía a Orilla entrar en el Castillo Transparente? Por eso, desde ese mismito día, el Sol y las tormentas se alternan, y… dime la verdad: ¿has visto alguna tormenta con el Sol brillando?

Bueno, eso sucede muy pocas veces, y cuando pasa, dicen los abuelos del campo que se está casando la hija del Diablo, cosa que debe ser muy mala, pero que nunca ha sucedido a saberse. También puede ser que confundan a la hija del señor Diablo con la ninfa Orilla, tan traviesa y atrevida es.

¿Y qué ha sido del mago Hazlotodo? Pues sigue despertándose cada mañana de esta manera…

Igual que nosotros, porque cuando el Sol nos acaricia es señal de que el mago Hazlotodo invita a reír con ganas, pues la ninfa Orilla no ha logrado robar su risa.

UN MAGO ECOLOGISTA

La bruja Chencha lo decía por todo el barrio: aquello era un atropello a la ecología. ¡Estaban violando todos los acuerdos de la Cumbre de Río! Pues sí, es lo que se refiere no a reírse, y con ganas, sino a cuidar y proteger la naturaleza, los animales, las plantas y hasta el aire que respiramos, para que sea puro y fresco.

¿Qué por qué la bruja Chencha decía aquello del atropello?

Pues a eso voy: resulta que el mago Hazlotodo estaba comprando animales y no se sabía para qué.

Y como a Chencha no había que darle muchos motivos para hablar, allá soltó la lengua: que si esto, que si lo otro, que si patatín, que si patatán.

Pero pocos le hacían caso. Ni el Sol, ni la Luna, ni las nubes, ni el Mar, ni siquiera las mariposas doradas que se sonrojaban a la hora del baño del mago, nadie pensó mal de él. Claro, si todo lo que hacía en su Castillo se veía, pues era transparente. Allí mismito, en la punta del acantilado, se notaban clarísimas las batas de los científicos sabios que vivían con él y trabajaban en sus laboratorios.

Pues la Ciencia es solo eso: magia de la buena. Y de eso mismo se trataba: el mago quería hacer animales nuevos, para que se sintieran más cómodos con sus cuerpos, y pudieran hacer cosas que antes no podían.

Eso sí, a ningún animalito le hicieron daño: el mago Hazlotodo era un ecologista de primera, por aquello no del atropello, sino de la Paz Verde, Green Peace, como se dice en inglés. Una paz donde reine la naturaleza y se puedan tomar del árbol las frutas como si fueran hojas, y se siembren plantas como si se tomara agua o se comiera un dulce; y los animales anden libres por su hábitat, que es así como se llama el lugar de origen de los animales, donde deben vivir siempre sin que nadie los secuestre para maltratarlos.

Y una tarde maravillosa, el mago Hazlotodo reveló su secreto: puso a la entrada del ala izquierda de su Castillo un gran letrero que decía:

Y vendió entradas a caramelo por ticket, para repartir aquellos a sus amigos, los científicos sabios. Que no se pensara que el mago no les pagaba y que cometía atropellos… con ellos.

¡Hasta la bruja Chencha asistió a la inauguración!

Allí estaban los resultados de tantos y tantos días de secreto trabajo: ¡las combinaciones de animales! Por aquí estaba el Mosquito-Sapo, por allá un Perro-Lagartija. Más acá una Serpiente-Loba y allí estaba el Oso-Grulla, con su corpachón parado en una sola pata y un pico enorme en el hocico. Ni qué decir que el Mosquito croaba, el Perro sacaba su pañuelo rojo de la garganta, la Serpiente aullaba y el Oso… ¡el Oso aleteaba! También había un Elefante-Colibrí, que sorbía miel con la trompa e intentaba volar, por supuesto, infructuosamente. Especialmente para él, el mago cultivaba versiones gigantes de flores tropicales en un Jardín Botánico anexo al Zoológico del mago.

Además de la bruja Chencha, esta novedosa instalación fue visitada por muchos, muchísimos niños con las manos llenas de caramelos para repartir a los científicos sabios amigos de Hazlotodo. Y nadie se pudo llevar ningún animalito porque las rejas del improvisado Zoo, en vez de estar protegidas con electricidad, tenían magia de cosquillas. ¡Al que se atreviera a acercarse le entraban unas enormes ganas de reírse y no paraba en dos días!

Tú me dirás: ¡pero eso es muy agradable! Sí, reír es bueno y hasta saludable, pero si te atragantas dos días con la risa, te da un dolorcito de cara tremendo. Cuando uno se ríe se le ejercitan muchos músculos del rostro; pero si es demasiado, da dolor. Eso se llama Fatiga Muscular, como cuando corres mucho y te duelen las piernas. Por eso nadie se llevó nunca ningún animal combinado del Zoológico del mago Hazlotodo, que sigue cobrando su entrada… ¡a caramelo por ticket!

Ya lo sabes, si quieres ir de visita al zoológico de Hazlotodo, dile a Mami y a Papi que te lleven con algunos caramelos.

¿Qué cuántos son los científicos? No importa, Hazlotodo es mago, y si son pocos, él se las ingeniará para que alcancen.

LA REUNIÓN DE LOS DULCES

En la cocina del mago Hazlotodo se celebró una reunión muy importante con todos los dulces del mundo.

La causa fue por cuenta de la bruja Chencha, quien decidió conformar un Frente de Dulces Embrujados (bajo las siglas F.D.E.) salidos de su caldero de bruja, dado el caso de que eran los preferidos de las criaturas malignas del reino de Fantasía. Al frente de ellos estaba la Mermelada de Ojos de Murciélago. Y entre los miembros se contaban el Pudín de Harina de Gusano, el Buñuelo de Tripas de Cucaracha y el Pastel de H.F. (estas últimas son las siglas científicas de algo muy poco agradable que debemos hacer todos los días y que nadie puede hacer por nosotros. Cualquier duda, pregúntale a Papi y a Mami).

Bueno, a lo que íbamos. Dado que este desagradable grupo fue creado, los demás dulces se opusieron rotundamente a tamaña brujería y procedieron a realizar su respectiva reunión. Imagínate si fue grande, que no sólo estaban los Dulces Finos, los cuales, por cierto, entraron sin pedir permiso ni saludar; sino también los Dulces Caseros, esos que hacen las madres y las abuelas magas en las casas (porque hay que ser maga para complacer a los pequeñines comilones que piden dulces a gritos o para premiarlos si se comen toda la «papa» cuando son un poco desganados).