Fanon y Educación. El "niño como método" - Erica Burman - E-Book

Fanon y Educación. El "niño como método" E-Book

Erica Burman

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Beschreibung

Revindicar la faceta pedagógica de FANON es poco habitual, sin embargo, sus escritos pueden ser de gran ayuda para el pensamiento educativo en un mundo poscolonial. La exposición erudita y minuciosa que Erica Burman realiza de la obra de FANON muestra una amplia diversidad de conexiones intelectuales e implicaciones políticas. La autora aporta ideas sumamente novedosas sobre la raza, el colonialismo, la psicología de las relaciones entre adultos y menores, y las múltiples formas de entender la infancia. Raewyn CONNELL, profesora emérita, autora de Schools & Social Justice y Southern Theory. La innovadora interpretación que Erica Burman hace en el "niño como método" se asienta en las ideas de Frantz FANON sobre el racismo, la opresión y el poder transformador del individuo y la resistencia social. El trabajo de BURMAN constituye una importante aportación a la interpretación de la obra de FANON y sus implicaciones radicales para los estudiosos de la infancia y la educación. Irene L. GENDZIER, profesora emérita, Departamento de Ciencia Política, Universidad de Boston, autora de Frantz Fanon: A Critical Study. Resulta imprescindible cuestionar la educación a escala global. El "niño como método", una idea inspirada en Frantz FANON, es una intervención indispensable para vislumbrar otros futuros posibles para el mundo, la tierra, y el planeta. Kuan-Hsing CHEN, profesor de Investigación Social y Estudios Culturales, Universidad Nacional de Chengchi, Taiwán, autor de Asia as Method: Towards De-Imperialization. El "niño como método" ofrece un enfoque muy novedoso y de gran interés para los estudios poscoloniales interesados en la educación. La interpretación novedosa del trabajo de Fanon, con la importancia que concede a cuestiones relacionadas con la infancia, hace de este libro una aportación extraordinaria para la investigación ética y políticamente comprometida con la educación, como parte de un proyecto de cambio subjetivo y social más amplio. Yoonmi LEE, profesora del Departamento de Educación. Universidad Hongik, Seúl, Corea.

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Erica BURMAN

Fanon, la educación y la acción

El “niño como método”

Fundada en 1920

Comunidad de Andalucía, 59. Bloque 3, 3º C

28231 Las Rozas - Madrid - ESPAÑA

[email protected] - www.edmorata.es

Fanon, la educación y la acción

El “niño como método”

Por

Erica BURMAN

Traducido por

Roc FILELLA

Revisión de la traducción por

Título original de la obra: Fanon, education, action. Child as Method

All Rights Reserved

© 2019 Erica Burman

© 2019 Routledge

Authorised translation from the original English text. The English language edition is published by Routledge, a member of the Taylor & Francis Group.

Cualquier forma de reproducción, distribución, comunicación pública o transformación de esta obra solo puede ser realizada con la autorización de sus titulares, salvo excepción prevista por la ley. Diríjase a CEDRO (Centro Español de Derechos Reprográficos, www.cedro.org) si necesita fotocopiar, escanear o hacer copias digitales de algún fragmento de esta obra.

Equipo editorial:

Paulo Cosín Fernández

Carmen Sánchez Mascaraque

Ana Peláez Sanz

© EDICIONES MORATA, S. L. (2022)

Comunidad de Andalucía, 59. Bloque 3, 3º C

28231 Las Rozas - Madrid - ESPAÑA

www.edmorata.es - [email protected]

Derechos reservados

ISBNpapel: 978-84-18381-82-9

ISBNebook: 978-84-18381-83-6

Depósito Legal: M-6.437-2022

Compuesto por: Sagrario Gallego Simón

Printed in Spain - Impreso en España

Imprime: ELECÉ Industrias Gráficas, S. L. Algete (Madrid)

Diseño de la cubierta: Equipo TÁRAMO

Nota editorial

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Contenido

Prefacio, Ian PARKER

Agradecimientos

Introducción a la edición española

CAPÍTULO 1: Fanon, la educación y la acción. Hacia el “niño como método”

Las aportaciones de este libro.—Gran relevancia para la teoría educativa.—El contexto y la especificidad argumental.—¿Por qué Fanon?—¿Qué Fanon?—¿Por qué Fanon y el “niño”?—Fanon y la educación.—Fanon y la acción.—Los vínculos pedagógicos.—Fanon en la actualidad: hacia el “niño como método”.

CAPÍTULO 2: El niño idiótico

El niño idiótico.—El niño idiótico como engaño.—Orientación conceptual y metodológica.—El niño idiótico, el fetiche y el psicoanálisis del estereotipo.—La tolerancia del racismo: los problemas del Brexit.—Brexit Street.—“Ya lo sé, pero aun así...”.—Sobre el método y el “fracaso” (¿o el fracaso del “método”?).—Fanon contra o con Mannoni, y el estatus del “fracaso”.—Los/as niños/as, los engaños y la ingenuidad.—El niño idiótico o la necesidad de engañar a los/as niños/as.—El error como revelación de las exclusiones del psicoanálisis.—Una interpretación interseccional del “error”.—El fracaso de Mannoni.—Más allá del niño idiótico: Fanon con Mannoni.—El niño idiótico en Brexit Street.—Objetiva o subjetivamente “idiótico”: cuestiones de agencia.—El niño idiótico y las pedagogías para la descolonización.—El niño idiótico como enclave al margen del desarrollo que se resiste al cambio social.—El niño idiótico, las pedagogías como prácticas “accionales” y el “niño como método”.—Las pedagogías de Brexit Street.—Reconsideración de los/as niños/as hopi: después del niño idiótico.

CAPÍTULO 3: El niño traumatogénico

Demarcación metodológica de esta interpretación.—El trauma y la traumatogénesis.—El niño traumatogénico de Fanon.—Interpelaciones generales o particulares: el espacio y la clase.—La (des)aparición del “niño” en (las acogidas de) Fanon.—Las ambiguas apelaciones de Fanon al niño traumatogénico.—Una lectura más atenta: las especifidades interseccionales.—Las miradas: omisiones intergeneracionales y de género.—El niño traumatogénico: conclusiones provisionales.—El triángulo edípico, o el orden simbólico racista.—Las conexiones interseccionales: género y heterosexo.—El tiempo lógico y la racialización de la subjetividad.—El salto a las conclusiones: el género como racialización.—El falso reconocimiento del niño traumatogénico de Fanon.—Fanon, Lacan y el niño traumatogénico en suspenso.—Aplicaciones educativas: los dilemas de colorear de blanco.—El tiempo lógico y la pedagogía de la madre.—La vergüenza de la madre.—¿Arriesgarse a sentir vergüenza?—Las emociones en el aprendizaje.—El niño traumatogénico como una particularidad del “niño como método”.

CAPÍTULO 4: El niño terapéutico

Perspectiva analítica y metodológica.—La metodología del fracaso de Fanon.—La ruptura de la linealidad: Fanon con Foucault y los feminismos.—Una lectura a contracorriente del cambio psicoeducativo y educativo.—Los estudios de caso de Fanon: la psiquiatría en medio de “una auténtica apocalipsis”.—B...: historia de una fuerza perdida.—El niño terapéutico como representante de las relaciones de género del trauma.—El niño terapéutico como mediación, representación e indicador de temporalidades cambiantes.—La madre y la hija: sujetos subyugados y ausentes.—El puzle pedagógico: la reconfiguración del “problema”.—La terapia como (ir)resolución y revolución.—La terapia como pedagogía transformadora.—El niño terapéutico como práctica del niño como modelo.

CAPÍTULO 5: El niño extémico

La metodología: más allá del niño como metáfora.—El niño extémico en el régimen colonial.—El niño extémico como sujeto feminizado dentro del romance heteronormativo del régimen colonial.—El niño extémico y el desarrollo nacional poscolonial.—El género y la generación en la construcción de la relación colonial como antinatural.—El niño extémico como garante inocente desplazado, separado y explotado de la subjetividad burguesa europea.—El niño extémico como protagonista sin marcar.—El niño extémico como protagonista normalizado del género y del orden generacional de la lucha anticolonial.—El niño extémico en la lucha anticolonial: la niña como protagonista arquetípica.—El niño extémico como el otro solidario/resistente al género.—El niño extémico como sujeto terapéutico de “la atmósfera de guerra total”.—El niño extémico como protagonista anticolonial en progreso.—El niño extémico y su oposición a la alterización de los/as niños/as.—Sobre la violencia y su pedagogía.—De las pedagogías de la patologización a las pedagogías de la resistencia.—La pedagogía del fracaso y la solidaridad de Fanon.—El “niño como método” y la pedagogía de Fanon de la esperanza inquebrantable.

CAPÍTULO 6: El “niño como método”

Antecedentes específicos. Asia como Método. La frontera como método. La interseccionalidad.—¿Un método?—Conceptos y enfoques afines. El infantilismo. Devenir-niño/adulto, 209. El niño “queerizado”.—Fanon y el “niño como método”.

Bibliografía

Índice de nombres y materias

Prefacio

Ian PARKER

Universidad de Mánchester

Frantz FANON fue un psiquiatra revolucionario de La Martinica que radicalizó sus posturas contra el racismo tras servir en el ejército francés durante la Segunda Guerra Mundial, y más tarde cuando trabajó en el Hospital Psiquiátrico de Blida-Joinville de Argelia. Militó en el Frente de Liberación Nacional, que secundaba la lucha por la independencia de Argelia, y escribió varios textos considerados clásicos sobre las relaciones entre el colonialismo y la psicología. Los títulos más conocidos son Piel negra, máscaras blancas (1952) y Los condenados de la tierra (1961) con un prefacio de Jean-Paul SARTRE. Este último fue inmediatamente prohibido en Francia. Como señala Erica BURMAN en su innovador libro, FANON explica las estructuras de la subjetividad en situaciones de colonialismo y racismo, unas condiciones que continúan existiendo en la actualidad, pero no lo hace solo como teórico que ha inspirado intervenciones educativas radicales en todo el mundo, sino como escritor que exige su aplicación inmediata, a modo de acción directa contra la explotación y la opresión. Y, en lo que es el núcleo de este libro, FANON demuestra que la teoría y la práctica educativas giran en torno a la figura del “niño”, entendida como posición culturalmente determinada en la que y desde la cual podemos entender mejor las múltiples relaciones sociales en las que, todos los que fuimos niños en su día, nos encontramos y de las que intentamos salir.

Si la disciplina de la psicología tiene una piedra angular, además de su propia metodología —normalmente la de la investigación positivista experimental cuyo objetivo es confirmar que el mundo es como es— esta piedra angular es la de la figura del niño, una figura que, como muestra BURMAN en base a los textos de FANON, presenta múltiples fragmentos, como si de un caleidoscopio se tratara, reflejados en las ideas de “el niño idiótico”, “el niño traumatogénico”, “el niño terapéutico” y “el niño extémico”. Cada uno de estos fragmentos funciona como una especie de lente a través de la cual podemos amplificar una comprensión crítica de la psicología, las relaciones sociales y la práctica educativa. La psicología tradicional nos educa para aceptar el mundo tal como es, y del mismo modo la psicología crítica propuesta en este libro es una forma de pedagogía que, más que cerrar, promueve otras formas de ser humano. Cabría considerar otras figuras posibles del niño como la del “niño comoditogénico”, destinatario de la publicidad y quintaesencia del consumidor de nuevos productos, o la del “niño lacrimogénico” que ejemplifica lo que tiene de trágico la condición humana, que cuando sufre nos hace pensar que también sufrimos. No obstante el propósito de este libro es abrir la figura del niño a nuevas consideraciones, mostrar que no es lo que parece, encontrar nuevas formas de interpretarla, y, de este modo, nos propone otras formas de entender a FANON.

No obstante, y sin olvidar la importancia que siempre tiene la metodología como pieza clave de la psicología y de gran parte de la investigación educativa, Fanon, la educación y la acción: el “niño como método” ofrece una nueva lectura distinta de FANON, una interpretación radical que queda reflejada en el subtítulo el “niño como método”. Inspirado en el libro Asia como método, un campo polémico y contradictorio de ideas de una parte del mundo considerada el “otro” en los esquemas conceptuales tan a menudo dados por supuestos en los centros coloniales históricos occidentales. El “niño como método” de BURMAN convierte la figura del niño en instrumento analítico crítico. Los psicólogos y los investigadores del campo educativo realmente no saben qué es el niño, y cuando intentan definirlo en cualquiera de sus más queridos esquemas teóricos, siempre se les escapa algún matiz, algo que se resiste a sus análisis. El investigador nunca se libera del todo, pero puede reflejar el proceso de liberación, lo que significa estar a la vez dentro de un marco de referencia ideológico dominante y fuera de él, más allá de la psicología y la educación, educándonos, como FANON, en el papel de resistir en lugar de conformarse.

Agradecimientos

Para que el individuo exista necesita del grupo, y la autora de un libro no es una excepción. Tengo la suerte de haber contado con la ayuda y la inspiración de muchas personas en diversos colectivos y encuentros, entre ellos, la International Society for Theoretical Psychology [Sociedad Internacional de Psicología Teórica] (ISTP) (fundada hace más de treinta años por Hank STAM y Lorraine RADTKE), y la conferencia Marxism & Psychologycelebrada en Morelia, México, en 2012. Mis primeros esfuerzos por escribir sobre FANON nacieron en el ciclo de conferencias Sara FIELDEN del Instituto de Educación de la Universidad de Manchester, que tuve la suerte de estrenar con mi lección inaugural como catedrática en esta Universidad. Estoy especialmente agradecida a Karin LESNIK-OBERSTEIN, por invitarme a presentar el Seminario Anual Tony WATKINS, y al Departamento de Lengua Inglesa de la Universidad de Reading por los provechosos comentarios del equipo docente y estudiantes del máster sobre Literatura Infantil. Karín, junto con Daniela CASELLI y Jackie STACEY, me han ayudado desde hace tiempo a identificar correspondencias entre aspectos educativos, psicológicos y psicoanalíticos de la infancia y la política de género y queer. Jane CALLAGHAN, Rose CAPDEVILA, Karen CICLITIRA, Gill CRAIG, Marcia WORALL y Lindsay O’DELL, y otros amigos y amigas de la Sección de Mujeres de la Asociación Británica de Psicología Social, me han recordado la necesidad de mantener viva la sospecha feminista.

Gracias también a Marco SALONEN, cuya invitación a participar como ponente en la conferencia “Encuentro con la otredad” de 2016, en la Conferencia Anual de la Asociación Finlandesa de Psicológica Social, me animó a escribir la primera versión de lo que ahora es el Capítulo 2 de este libro, mientras que la invitación a hacer la presentación inaugural de la 30 Conferencia de la ISTP me llevó a escribir la primera versión del Capítulo 4. Agradezco en especial a Kareen MALONE su entusiasmo y su ayuda en el análisis de dicho capítulo. Trabajar, a distancia o en sus respectivos países, con colegas de India, Corea del Sur, Taiwán, Filipinas y, en especial, Sudáfrica (donde también fui profesora visitante en la Universidad de Witwatersrand), permitió sensibilizarme con el legado colonial y sus formas vigentes, y dar lugar en gran medida a las ideas que he desarrollado a lo largo de los años, también gracias a los numerosos colegas sudamericanos y centroamericanos de Brasil, Chile, Colombia, México, Puerto Rico y Venezuela, y colegas europeos que conozco desde hace tiempo en Eslovenia, España, Grecia, Italia, Malta, Portugal y Serbia. Como Tomás IBÁÑEZ dijo hace muchos años, en el Norte y el Sur hay muchos nortes y sures, y esta dinámica está presente en Europa y también entre Europa y, los así llamados “el Resto”.

Las primeras versiones de los distintos capítulos fueron presentaciones y revisiones realizadas mientras trabajaba de profesora adjunta en la Facultad de Ciencias Aplicadas de la Universidad de Oslo y Arkershus (hoy Universidad Metropolitana de Oslo). Estoy especialmente agradecida a Oddbjørg SKJÆR ULVIK, Liv-Mette GULBRANDSEN, Mike SELTZER y Agnes ANDENEAS, por su apoyo y amistad durante años, y a los colegas daneses, los de siempre y los más recientes, dedicados a los estudios sobre la infancia. El proyecto Decolonising Early Childhood Discourses (Decolonización de los discursos de la infancia), de la South African National Research Foundation (NRF) (Fundación Nacional Surafricana de Investigación), coordinado desde la Ciudad del Cabo, ha sido un referente en la preparación de este trabajo. Los amigos psicólogos, pedagogos y psicoterapeutas de Australia y Nueva Zelanda también me ha ayudado a comprender a lo largo de los años, cómo las historias y tradiciones coloniales impregnan la vida cotidiana y se suman a nuevas dinámicas transnacionales, incluido el compromiso decolonial, comoquiera que este se entienda.

Todas estas personas me han ayudado de muy diversas maneras a dar forma y reafirmarme en la idea de la relevancia de los textos de FANON, y de la atención a las modalidades y las estructuras políticas y psíquicas de la infancia. Después de muchos años de intercambio y diálogo, la lista es extensa. Así pues, gracias también a Asha ACHUTHAN, Husain AL-HAKAMI, Pam ALLDRED, Atsuko AONO, Fernando ÁLVAREZ-URÍA, Sarada BALAGOPALAN, Hannah BERRY, Barbara BIGLIA, Jill BRADBURY, Teresa CABRUJA, Hernán Camilo PULIDO-MARTÍNEZ, Narcisa CANILAO, Khatidja CHANTLER, Lise CLAIBORNE, Jude CLARK, Eyal CLYNE, Tom D’ARCY, Gail DAVIDGE, Carla De SANTIS, Wendy DREWERY, Keith FERGUSON, Heidi FIGUEROA-SARRIERA, Flor GAMBOA, Genie GEORGACA, Charo GONZÁLEZ, Shaun GRECH, Fernando GONZÁLEZ REY, Ángel GORDO, Daniel GOULART, Anat GREENSTEIN, Raquel GUZZO, Philomena HARRISON, Lin HSING, TungHung HO, Yasuhiro IGARASHI, Gregorio IGLESIAS, Rubina JASANI, Nick JEFFS, Bernardo JIMÉNEZ, Gordana JOVANOVIC, Manasi KUMAR, Pushpam KUMAR, Nadir LARA Junior, Ian LAW, Ana-Cristina LENZ DUNKER, Cristian LENZ DUNKER, Manuel LLORENZ, Ken MCLAUGHLIN, Amana MATTOS, Susie MILES, Zsuzsa MILLEI, China MILLS, Marisela MONTENEGRO, John MORSS, Pauline MOTTRAM, Ilana MOUNTIAN, Suryia NAYAK, Maria NICHTERLEIN, Conceição NOGUEIRA, Desmond PAINTER, Ingrid PALMARY, David PAVÓN-CUÉLLAR, Mónica PEÑA, Isabel PIPER, Joan PUJOL, Rachel ROBBINS, Annette RIMMER, Tania ROCHA, Miguel ROSELLÓ, Euclides SÁNCHEZ, Nuno SANTOS, Susana SEIDMAN, Sabah SIDDIQUI, Hans SKOTT-MYHRE, Kathy SKOTT-MYHRE, Sonia SOANS, Helen SPANDLER, Jemma TOSH, Julia VARELA, Sam WARNER, Esther WIESENFELD, Alexandra ZAVOS y Luting ZHOU.

Además, estudiantes y colegas de doctorado, incluidos los que cursan Social Theories of Learning (Teorías Sociales del Aprendizaje) y participan en los seminarios del Discourse Unplugged, y mis colegas de Power, Knowledge and Identity (Conocimiento, Poder e Identidad), una de las líneas de trabajo del grupo de investigación Education and Psychologies (Educación y Psicologías), y los grupos de lectura de Estudios Coloniales, todos ellos me han ayudado a considerar nuevas perspectivas además de indicarme recursos y materiales de gran utilidad. Quiero mostrar de forma especial mi reconocimiento a Ian PARKER, cuyo inquebrantable apoyo intelectual, emocional y, no en menor grado, en el quehacer de este libro me ha dado ánimos en las distintas fases de su elaboración. Gracias.

Erica BURMAN

Enero de 2018

Introducción a la edición española

Me siento feliz por escribir la introducción a esta edición española, que espero que no sea la última. Merece la pena señalar que, desde que el libro se publicó en inglés en 2019, hemos tenido que afrontar muchos desafíos globales y locales, incluyendo el mayor afianzamiento del populismo de derechas que afecta la gobernanza estatal nacional, y la pandemia de la covid-19, que exacerba y revela aún más la dinámica de reproducción de las exclusiones y las desigualdades locales y globales, y especialmente las racializadas transnacionalmente. Del mismo modo, los efectos cada vez más palpables del calentamiento global están poniendo de relieve cómo el cambio climático y la inminente catástrofe ambiental son cuestiones de justicia entre los pueblos y países ricos y pobres que requieren una respuesta gubernamental transnacional.

Sobre todo, quizás el brutal asesinato de George Floyd en mayo de 2020 reavivó el movimiento #BlackLivesMatter y atrajo la atención mundial sobre el racismo sistémico e institucional, así como el interpersonal. Nos encontramos además con una renovada atención sobre las obras de FANON, y confío en que este libro pueda leerse ahora en relación con estos hechos y contribuir a las movilizaciones. Las preocupaciones de FANON sobre los impactos corporales y psíquicos de la experiencia del racismo y la opresión, así como sus muchas referencias a sentir el estrangulamiento, la privación de aire o, alternativamente, ser obligado a respirar el aire tóxico del colonialismo, resonaron poderosamente con las súplicas moribundas de “No puedo respirar” de George Floyd y otros negros asesinados, que resuenan también con otros genocidios estatales organizados tecnológicamente.

Si bien #BlackLivesMatter puede haber llevado a FANON a conseguir nuevas audiencias, es preciso recordar que los escritos de FANON han sufrido muchas lecturas con interpretaciones diversas en los diferentes países y períodos, según los distintos contextos políticos. Me produce una especial satisfacción el momento en el que aparece esta edición española porque espero que pueda contribuir a apoyar, informar y revitalizar las luchas antirracistas y anticoloniales. Los escritos de FANON siguen siendo inspiradores no solo por sus apasionadas evocaciones de las heridas causadas por el racismo y las opresiones coloniales, sino también por su lúcido análisis político de las seducciones y trampas del poder. Estas incluyen las identificaciones tóxicas producidas por los delirios de superioridad y de inferioridad, y también la facilidad con que una élite colonial puede ser reemplazada por otra “nativa”, que da lugar a pocos cambios en la población general.

Recordemos además que FANON tuvo una relación especial con España, ya que fue instruido por el psiquiatra radical catalán Francesc TOSQUELLES. FANON introdujo el modelo de psicoterapia institucional de TOSQUELLES y con él transformó la salud mental en el Hospital Blida-Joinville en Argelia. TOSQUELLES, como es bien sabido, se inspiró en los movimientos socialistas catalanes que situaban específicamente la salud mental en el centro de sus planes para un Estado que funcionara bien, y tuvo una participación directa en la lucha contra el fascismo y en la supervivencia y organización en un campo de internamiento. Fue por tanto TOSQUELLES quien proporcionó a FANON un modelo para su pensamiento político que conectaba lo psíquico con lo político: la “cura” individual es imposible sin transformación estatal e institucional.

Aunque muchas de las advertencias que FANON nos hace en sus análisis escritos durante el conflicto de la revolución argelina corresponden a esa realidad, sus argumentos sobre las luchas globales y locales que necesitamos para poner fin al racismo y a todos los ejes sistémicos de discriminación siguen siendo válidos hoy, en particular los procesos de democratización necesarios para el compromiso y la representación de los pobres. Además, FANON apreció y entendió claramente cómo la revolución popular y la descolonización nacional también implican forzosamente derrocar las relaciones patriarcales tradicionales y la regulación de las mujeres y las niñas. Sus comentarios (en su segundo libro Sociología de una Revolución) sobre la importancia de construir alianzas, invitando a todas las minorías (religiosas y culturales, incluso a los colonos) y a la población indígena mayoritaria a participar en la construcción de un nuevo Estado, merecen más atención de la que han recibido hasta ahora. El valor que tuvo FANON al tomar partido contra la injusticia no solo se evidenció en su renuncia a su cargo como director médico del principal hospital psiquiátrico de Argelia; también lo manifestó con su oposición a lo que consideraba una representación mistificada y ahistórica de la comunidad negra a través de la noción de Negritud. Para FANON, las alianzas y las solidaridades se construyen a través de la movilización y la lucha conjuntas, y en ese sentido su trabajo se alinea estrechamente con muchos análisis políticos feministas y transnacionales posteriores.

En estos días de crispación política, y de la paradójica estratificación y afianzamiento de las categorías de identidad (especialmente a través de las redes sociales) —junto con sus flexibilizaciones neoliberales—, cobra más valor la cuidadosa documentación y el reconocimiento de FANON de los impactos psíquicos y las consecuencias corporales de las opresiones por cuestiones de raza o de cualquier otro tipo. Como esbozo en el libro, esto no se debe solo (como sugiere la aceptación dominante de sus ideas) a su dramático reconocimiento o validación del daño emocional y los efectos físicos del racismo, sino, en particular, a su rastreo igualmente cuidadoso de los problemas y limitaciones de estos. La ira, la rabia e incluso la violencia física y las represalias son, escribe, respuestas comprensibles a la colonización política y psíquica. Pero, como nos explica al comienzo de Piel negra, máscaras blancas, esperó tres años para escribir ese libro porque cuando la verdad enciende un fuego en aquellos que se dan cuenta, no se puede confiar en el “fervor”. Arde peligrosa y destructivamente: “Cada vez que ha estallado en alguna parte, ha traído fuego, hambre, miseria... Y desprecio por el hombre. El fervor es el arma del impotente”. (Fue Lerato Seohatse, académico activista sudafricano, quien me recordó este extracto recientemente). Por lo tanto, el proyecto de FANON fue un proyecto humanista radical para liberar a todos de la “librea vergonzosa” de categorías racializadas y racistas que llevamos. Su discurso principal iba dirigido, por supuesto, a los negros, como un proyecto de reparación, restauración y movilización, pero incluyó y, de hecho, dio la bienvenida a otros lectores. Desde mi posición de “diferente”, solo puedo esperar que este libro tenga una gran difusión y, a través del análisis de las diversas agencias afectivo-políticas movilizadas en torno al niño/a y los/as niños/as, señale las rutas para un compromiso ético-político más sostenido y comprometido de aquellos de nosotros con poder y privilegio cultural, económico y, sí, cronológico.

En el contexto político desde que se publicó por primera vez este libro en su edición inglesa, han aparecido muchos más trabajos que tratan las consecuencias para la salud mental del trabajo de FANON. Esto ha coincidido con la mayor circulación y discusión de los escritos psiquiátricos y clínicos de FANON (especialmente como los recopilaron Jean KHALFA y Robert YOUNG en Alienation and Freedom). Parece que se está compartiendo más ampliamente mi interpretación de la continuidad de los temas a través de los escritos de FANON, y las reciprocidades mutuas vitales entre sus análisis psicológicos y políticos. Es alentador presenciar cómo se están produciendo recientemente debates políticos que toman en serio estos temas, y los relacionados con la salud mental. Hasta ahora ha habido una respuesta menos explícita en la educación, aunque se está extendiendo el impulso de la descolonización desde más allá de las discusiones prácticas sobre las relaciones entre docentes y estudiantes (que durante mucho tiempo se han comprometido con FANON) hasta los modelos de educación internacional y estudios infantiles.

En este punto quiero llamar la atención sobre el proyecto dual elaborado en y por este libro. Por un lado, quise destacar la continua relevancia y fecundidad del trabajo de FANON con respecto a la psicología, la psicoterapia y los estudios educativos y de la infancia. Por otro lado, utilicé el corpus de escritos de FANON como un escenario significativo (y con una aguda carga política) para la investigación de modelos, o tropos, de la infancia. Estos dos proyectos convergen en este libro, con el “niño” como método cuyo enfoque se discute en el último capítulo. Claramente no se necesita al “niño” como método para leer a FANON (aunque espero que los estudiosos de FANON obtengan algo de este conjunto particular de lecturas), y el “niño como método”, como una forma de entender la infancia como analítica de diagnóstico geopolítico, se extiende a todas partes a través de todas las disciplinas y temas. De hecho, ya estoy trabajando en otras “aplicaciones”, explorando aspectos prácticos, empíricos y metodológicos, y analíticos, incluso en la cultura material y los relatos conmemorativos biográficos.

Pero sigo comprometida con el proyecto político y el activismo incondicional que encarnó la vida y el trabajo de FANON, como lo estoy con la importancia de atender el funcionamiento de las narrativas de la infancia para servir a este propósito. Los cuatro tipos de “niño” —Idiotico, Traumatogénico, Terapéutico y Extémico— que mediante el trabajo de FANON identifico en los capítulos en este libro, claramente solo son indicativos de muchos otros. Emerge como característica significativa lo poco que figura el discurso dominante de la psicología del desarrollo, que generalmente se asocia con la niñez; y cuando lo hace, el análisis detallado revela lo poco que realmente califica a los niños y niñas, más bien a las formas en que posicionamos y construimos a los niños y niñas, de acuerdo con nuestras propias agendas (adultas, nacionales, políticas estatales, etc.). Por lo tanto, por específicos e inagotables que sean, los cuatro tipos de “niño” que describo y que forman parte del “niño” como método, se erigen como indicadores clave del trabajo político y psíquico realizado, a menudo de formas no reconocidas (cultural e individualmente) por y para la infancia. Una característica clave a tener en cuenta sobre estas nociones es cómo no sirven bien a la infancia, y cómo, si observamos con más detalle, con demasiada frecuencia el niño desaparece del centro de interés en favor de otros conjuntos de intereses adultos o políticos.

Por último, mi completo y sincero agradecimiento a mis amigos y colegas de toda la vida que han hecho posible esta edición traducida y la han compuesto y corregido con cariño y atención; a Morata, en especial a Paulo COSÍN, por publicarla, y a Roc FILELLA por su traducción. Este libro no habría aparecido sin el apoyo y dedicación de Ángel GORDO, Julia VARELA y Fernando ÁLVAREZ-URÍA. En particular, quiero elogiar el compromiso académico y pedagógico que han demostrado en su proceso de revisión, extendiéndolo a contrastar las citas de FANON y otros escritores con sus versiones en castellano, donde existen tales ediciones, para facilitar un compromiso más informado y crítico. Surgieron algunas cuestiones de traducción, por supuesto, que han resaltado y reiterado algunas de las cuestiones culturales estructuradas en el análisis, que también forman parte del asunto. El “problema” de decidir cómo traducir la frase “niño como método” refleja exactamente los dominios culturalmente específicos de la práctica del poder/conocimiento de la que se ocupa el Niño como método. Además de las múltiples categorías disponibles en español para la niñez, pero marcadas de manera diferente en inglés, sigue siendo inevitable la cuestión del género, la forma en que el español considera el género en la categoría de niño y después también lo específicos que son los niños individuales con respecto al género. Después de muchas deliberaciones y consultas hemos intentado formular una representación del texto que atienda y ponga de relieve la distinción entre el niño como categoría abstracta y como entidad específica concreta, cuyas especificidades de género (y, lo que es más importante, ambigüedades) pueden retomarse para su posterior análisis y discusión.

FANON declaró que sus palabras eran “irreductiblemente de mi (su) tiempo”; sin embargo, dado que los problemas que estaba abordando en gran medida, y tristemente, permanecen, también son de nuestros tiempos. Yo también espero que las circunstancias cambiantes consigan que las discusiones en este libro queden obsoletas. Hasta entonces, esperemos que este texto tan incorrecto, y en ocasiones sin duda exigente, ofrezca cierta resistencia anticolonial a la explotación y a las opresiones impuestas “en nombre de” los niños, las niñas y la infancia.

Erica BURMAN

Septiembre de 2021

CAPÍTULO

1

Fanon, la educación y la acción

Hacia el “niño como método”

Este libro desarrolla las ideas y los escritos de Frantz FANON con el objetivo de ofrecer una visión actualizada de las propuestas educativas. Desde una perspectiva centrada en la acción y sus implicaciones políticas, plantea preguntas sobre la subjetividad (la concienciación, la comprensión y el cambio) que incluyen, pero trascienden, los espacios formales e informales de aprendizaje. Se exponen las ideas de FANON como recursos esenciales para el análisis de los conceptos de infancia y desarrollo. A este enfoque le denominamos el “niño como método”. Los escritos de FANON han sido objeto de amplios debates dentro y fuera del ámbito educativo, si bien creo que no hemos aprovechado de pleno el potencial de sus ideas. Volver sobre ellas puede facilitar una mejor compresión, que no resolución, de algunos problemas persistentes en la teoría y la práctica educativas. En este sentido, el foco en la acción también apunta a los compromisos ético-políticos tan claramente formulados en los textos de FANON para poner en entredicho la opresión y forjar las condiciones subjetivas y sociales necesarias para la transformación y el cambio políticos. La idea del “niño como método” es una estrategia para concebir y comprender qué es, o podría ser, una educación puesta al servicio de los marginados, basada en las ideas de FANON pero que también incorpore debates feministas, poscoloniales y poshumanistas actuales. Las formas posibles de resistencia y transformación personal y política son parte central de este libro. Las vehementes descripciones que FANON hace de la alienación debida a las opresivas condiciones coloniales, también aluden a las condiciones de lo que (él denomina) “desalienación”. Todas estas ideas se suman al debate sobre el “niño como método” formando parte de un proyecto anticolonial, decolonial o poscolonial.

Las aportaciones de este libro

Este es un trabajo interdisciplinar y transdisciplinar. Sitúa los estudios educativos en continuo diálogo o debate con los estudios sobre la infancia, la teoría feminista y queer, los estudios coloniales, el psicoanálisis y la teoría política. En cierto sentido, estos recursos reflejan mi propia trayectoria que va desde una perspectiva crítica de la psicología del desarrollo a mi actual quehacer en el campo de la educación, además de mi percepción terapéutica, fruto de mi formación como analista grupal, y mi actual trabajo en la formación de psicólogos orientadores. Sin embargo, con este bagaje pretendo señalar cómo la lectura de FANON, junto, mediante y en relación con estos recursos, ayuda a plantear nuevas preguntas e invita a diseñar nuevas líneas de investigación. Como aportación a la educación y la psicología, este libro amplía la apreciación teórica y metodológica de la relevancia de FANON como elemento aglutinador de cuestiones centrales sobre la subjetividad y el cambio social. Como aportación al campo más amplio (y extenso) de los estudios fanonianos, el libro también ofrece una interpretación crítica y sistemática de las representaciones de la infancia de FANON. Es un tema que no se había analizado con anterioridad, de modo que la particularidad de este libro apunta (al menos) en dos sentidos disciplinares: primero, la reafirmación de la relevancia de FANON para la educación con una evaluación de sus ideas sobre la infancia y, segundo, la consideración de sus textos, y los comentarios que generan, como espacio propicio desde donde formular las debidas preguntas sobre las prácticas y políticas promovidas en torno a la figura del “niño”. Así pues, el “niño como método” amplía, actualiza y evalúa respectivamente esta implicación fanoniana, además de identificar sus consecuencias conceptuales y metodológicas.

Concretamente, las lecturas que aquí se hacen de los textos de FANON subrayan la importancia de tres aspectos fundamentales. En primer lugar, ponen el énfasis en los vínculos inextricables entre las emociones y el aprendizaje. Segundo, destacan cómo la política se inscribe en lo personal, aunque sea de forma específica e idiosincrásica [como indican los casos que FANON expone en Los condenados de la tierra (1961/1963) en adelante Los condenados]. Aunque otros muchos modelos también suscriben estos compromisos, señalo que su lectura desde y con una perspectiva fanoniana genera nuevas líneas de indagación. A ello se suma una tercera tesis o aspecto, de cómo la retórica o reclamos en torno al “niño” (así como conceptos abstractos de la “infancia” además de niños y niñas concretos) dejan entrever el funcionamiento de una ideología que conecta de forma particular y necesaria la educación y la política, y lo psicológico con la política social. En los capítulos de este libro se precisa y evalúa la importancia política de conceptos complejos, diversos y cambiantes del “niño” presentes en los textos de FANON, relacionándolos con otros debates y ámbitos más actuales. Cada capítulo analiza una problemática (o marco conceptual) distinta y la pedagogía de (o el enfoque de la reflexión sobre y la implicación en) la infancia, entendida desde y a través de los textos de FANON (y otros similares). Estos análisis indican que no podemos eludir del todo la ideología, pero sí observar dónde actúa y cómo lo hace.

El “niño como método”, como enfoque de inspiración fanoniana, ofrece una metodología analítica para interpretar las concepciones en torno al “niño” dentro de la teoría social y política: es decir, examina las representaciones de, o los atributos relacionados con, la infancia, y también, consiguientemente, a los niños, como instrumento analítico para comprender mejor esas concepciones sociopolíticas. Como aportación a la teoría política, este enfoque advierte de algunos problemas derivados de los planteamientos binarios de agencia-estructura. Aporta, además, un sistema normativo (en el sentido de que responde a una determinada política) sin ser normalizador. Como método, más que como teoría (o incluso metateoría), su atención al proceso sortea las limitaciones (o lo que FANON llamaría los problemas “reaccionales”) de los compromisos utópicos. Esta posición utópica de dominio que, como demuestran las tesis foucaultianas (FERGUSON, 1991) limita futuras posibilidades, se refleja también en este proceso. Señalo que la aceptación de FANON de lo que él llamaba un método del “fracaso” (o de los “desajustes”) (FANON, 1952/2009, pág. 53) supone una crítica de base psicoanalítica de los límites de la certeza y el conocimiento en el proyecto de la pedagogía educativa, o las teorías de la enseñanza y el aprendizaje. Este proyecto representa sus pretensiones democratizadoras, negándose a facilitar recetas acreditadas, o anticipar la ética de la humildad y la reflexión propia de los actuales sistemas educativos poscoloniales (ANDREOTTI, 2011; CONNELL, 2014). Es decir, se rechaza la postura paternalista (colonial) de quien pretende saber más y mejor, y hasta la visión premonitoria. Como señala GORDON (2011, pág. 18), el compromiso de FANON con el “fracaso” ofrece un “sociodiagnóstico”:

El diagnóstico social del fracaso en un mundo colonial y antinegro se basa en la capacidad humana para construir un mundo simbólico que vaya más allá, al menos en la construcción de significado, de las reductoras fuerzas biológicas y otras de carácter natural.

En este sentido, si hablo de FANON con el propósito aparentemente menor de explorar su relevancia como recurso para los debates sobre la infancia y la educación (y a pesar de que esa teoría “menor” tal vez sea una descripción especialmente relevante de cierta teoría actual de la infancia [véase DELEUZE y GUTTARI, 2004; HICKEY-MOODY, 2012]), lo hago por el compromiso fanoniano con el “fracaso” productivo y la crítica reflexiva abierta y generadora de otras posibilidades (y posibilidades de otros). En efecto, GORDON (2005/2009) señala el enfoque del “fracaso” de FANON como indicador de un firme compromiso ético-político que satiriza su propia posición de sujeto a la vez que analista de su texto:

[E]l fracaso plantea la cuestión del tipo de texto creado y de cómo el autor se sitúa en relación con el mismo. Constatamos que cada fracaso no es necesariamente un fracaso de Fanon, debido a que él es al mismo tiempo la voz del texto (el negro) y la voz sobre el texto (el teórico y el guía). Por lo tanto, aunque Fanon fracase constantemente como héroe del texto, como negro, Fanon, el crítico de los discursos occidentales sobre el Hombre, el teórico revolucionario que reclama un cambio sistémico y sistemático, triunfa. Paradójicamente, si gana el héroe del texto (esto es, si consigue sus objetivos), fracasa el héroe del pensamiento, el teórico y viceversa.

(GORDON, 2005/2009, pág. 222; cursivas en original).

Así pues, esta aproximación al “fracaso” supone una metodología e incluso una pedagogía. Este enfoque, como veremos, se enraíza en la práctica clínica de FANON y en sus orientaciones teórico-políticas. También está presente en sus textos su rechazo radical de los esencialismos de todo tipo (en especial, los que contemplan posiciones racializadas). Su apasionada crítica de los determinismos históricos, políticos y personales son referentes en algunos debates actuales sobre las pedagogías de la solidaridad (GAZTAMBIDE-FERNÁNDEZ, 2012). Estas pedagogías de la solidaridad no se basan en historias ni identidades pasadas, sino que se forjan mediante relaciones de ayuda mutua, negociadas y renegociadas. Lo fundamental, y aquí es donde cobra importancia el cuestionamiento de los trabajos que recurren a la figura del “niño”, es que estas perspectivas dependen y fomentan al mismo tiempo análisis críticos de los objetivos y propósitos del desarrollo, bien sean del desarrollo del niño o el individuo, de lo social o lo nacional. En términos filosóficos, la teleología en tanto visiones lineales del desarrollo, como se desprende de los análisis de FANON, se problematiza. La encarnación de la teleología en la figura del “niño”, incluso su personificación (STEEDMAN, 1995), pasa a ser objeto de análisis, en el sentido de un mejor diagnóstico de las condiciones actuales, más que su naturalización.

Gran relevancia para la teoría educativa

Más que una exégesis del pensamiento de FANON este libro propone un diálogo con sus planteamientos desde una perspectiva feminista y de estudios de la infancia. Los textos de FANON se consideran aquí a la vez como instrumentos analíticos y recursos para el análisis a través del “niño como método”. Es decir, son instrumentos intelectuales inspiradores y campos ejemplares para la reflexión crítica. Tal hecho es importante en varios sentidos. En primer lugar, y en lo que a contextos anglófonos se refiere, sitúa de nuevo a FANON en el centro del pensamiento educativo de un modo novedoso para los debates educativos británicos oficiales (a diferencia de Estados Unidos y Canadá, donde los planes de estudio incluyen los escritos de FANON desde hace mucho tiempo). Segundo, este libro se suma a la atención que en estos dos países suscita desde hace tiempo FANON, una atención que se limita en buena medida a cuestiones de alienación y desafección entre los alumnos procedentes de minorías sociales. Tercero, como se explica en el Capítulo 6 (y, con un enfoque distinto en BURMAN, 2018), de la mano de la teoría crítica y los estudios decoloniales y poscoloniales, el libro es una aportación a los estudios educativos internacionales, en el sentido de que el “niño como método” es un recurso educativo y psicológico que discurre en paralelo con los recientes análisis de Asia as Method (Asia como método) (CHEN, 2010) y La frontera como método (MEZZADRA y NEILSON, 2013/2017).

La lectura que presentamos de los escritos de FANON (como detallamos más adelante), aunque basada en los debates más amplios en torno a las aportaciones fanonianas, es, evidentemente, parcial, y está orientada hacia una consideración muy específica de la subjetividad y el cambio como elementos relevantes para pedagogos y educadores sociales. La figura de FANON como teórico de la educación está a la altura de otros analistas y sociólogos de la educación como Pierre BOURDIEU, Michel FOUCAULT y Paulo FREIRE. Al igual que estos autores FANON considera que la educación forma parte de la regulación, estratificación y apaciguamiento sociales, pero también es un elemento esencial para la recuperación de la creatividad y, en consecuencia, para la lucha emancipadora. Evidentemente, estas consideraciones no agotan las posibles interpretaciones y aportaciones de los textos de FANON en el ámbito educativo. Al contrario, el tratamiento que ofrecemos aquí de estas cuestiones supone reparar en las conexiones y correspondencias entre las preocupaciones actuales en torno a la educación, las de la teoría crítica y los debates poscoloniales. Además, no me consta que estudio alguno hasta la fecha haya abordado de manera rigurosa el protagonismo de las nociones de la infancia en la obra de FANON.

El contexto y la especificidad argumental

Antes de pasar a exponer mis planteamientos en este trabajo quisiera compartir algunas consideraciones acerca de la demarcación y especificidad de mi mirada. La primera, que retomo más adelante, versa sobre los distintos períodos y las temáticas abordadas en los escritos de FANON que, como indican a menudo los críticos y estudiosos de su obra, responden a tiempos y lugares de recepción e interpretación concretos. Mi lectura de estos trabajos es necesariamente, en términos foucaultianos, una “historia del presente”, que como señala ROTH (1981, pág. 32), es “una temática sabedora de las relaciones de poder y luchas políticas”. Es decir, mi interpretación está inevitablemente condicionada y responde a mi lugar de procedencia y orientación disciplinar y política. Desde estas especifidades que definen mi mirada exploro qué aporta una lectura de las concepciones de FANON acerca de los/as niños/as y sus representaciones a los estudios de la educación y de la infancia actuales, además de analizar la importancia de estas concepciones en la propia obra y aportaciones de FANON.

En relación con la anterior, la segunda consideración es que este trabajo se inspira y fundamenta en una elaboración más extensa y sistemática de los supuestos analíticos y metodológicos utilizados por el enfoque en torno al “niño como método” (como detallamos en este capítulo y en el Capítulo 6 —véase también BURMAN, 2020, 2018, 2016a). Este proyecto forma parte de una línea de investigación que me ocupa desde hace años y que atiende a las medidas adoptadas en la políticas sociales en el nombre de la infancia, o el que se podría denominar el tropo o la figura retórica del “niño” (CASTAÑEDA, 2002). En trabajos anteriores he dado cuenta del rastro de estas representaciones en los discursos de la ayuda al desarrollo (BURMAN, 1994; 2008a), los modelos psicológicos (BURMAN, 1994; 2008a), y también en los escritos de reconocidos teóricos sociales como Walter BENJAMIN y Jean-François LYOTARD (BURMAN, 1998). Este último anticipa los planteamientos posteriores de CASELLI (2016) acerca de la infancia, el modernismo y la modernidad, que también parte de debates sociales de mayor amplitud sobre el desarrollo (NANDY, 1984; ESCOBAR, 2000; SACHS, 1992). El “niño como método” es una estrategia de investigación, un conjunto de proposiciones conceptuales que formula preguntas de investigación y propone formas de abordarlas, en lugar de prescribir procedimientos y objetivos. Pero (y de ahí su relevancia) al igual que la obra de FANON, esta estrategia surge de una serie de compromisos cuya finalidad es trascender las particularidades disciplinares y metodológicas, incluidas las derivadas de nacionalismos metodológicos (CHERNILO, 2008), cuyos límites generan cada vez más comentarios críticos en los debates trasnacionales sobre educación (DALE y ROBERTSON, 2009; SHAHJAHAN y KEZAR, 2013). Todos los capítulos de este libro son resultado de análisis específicos en torno a preguntas de investigación concretas, a los que añado matices sobre la relevancia de estas preguntas y sobre la lógica de los análisis realizados.

Sin embargo, en tercer lugar, y después de reconocer mi posicionamiento, debo aclarar que el análisis que se presenta en este libro es fruto de un estudio en profundidad y una dedicación constante a la obra completa de FANON (no a toda por igual, pero nunca a un único texto), y también a los amplios comentarios y debates sobre ella. Tal vez por casualidad, mi propio recorrido y acercamiento a FANON ha seguido el orden cronológico de sus escritos, lo cual ha permitido evidenciar aún más las continuidades y el desarrollo de los temas principales de sus textos (en este sentido, coincido con la secuencialidad de la lectura de GENDZIER, 1973/1977). Espero haber podido evitar, al menos en parte, la tendencia que LAZARUS (1993) identifica en la interpretación retrospectiva que hace BHABHA del trabajo de FANON, que va desde Los condenados hacia atrás y, por tanto, pasando por alto obras como Piel negra, máscaras blancas (en adelante Piel negra). Obviar este texto supone una falta de reconocimiento a su principal aportación además de una interpretación errónea de los compromisos políticos de FANON. Además, el orden de los capítulos responde a mi forma de entender la evolución del pensamiento de FANON, en primer lugar con un uso del psicoanálisis en el capítulo 2 (El niño idiótico) donde concurre un reconocimiento y crítica del psicoanálisis, para considerar en el Capítulo 3 (El niño traumatogénico) el esfuerzo de FANON en transmitir “la miseria del negro: Táctil y afectivamente” (Piel negra, págs. 95). Sin embargo, el Capítulo 4 (el niño terapeútico) pasa a considerar cómo aborda FANON la “mancha” del trauma político y existencial y la deshumanización a partir de su trabajo clínico. El Capítulo 5 (El niño extémico) se ocupa del “niño” como parte del orden social en lugar de una forma escindida del mismo, y cómo este resuena en las actuaciones posteriores, explícitamente políticas, de FANON.

Versiones anteriores de estos capítulos se han servido también de los debates y reflexiones que suscitaron en los foros donde fueron presentadas y de las publicaciones previas en las que se basa este libro, si bien estas versiones han sido revisadas en profundidad, además de ser reformuladas y ampliadas. Pretender controlar la extensísima bibliografía sobre FANON y revisarla en un único trabajo resulta una tarea harto difícil. Aun así me propuse al menos revisar detenidamente los estudios académicos sobre FANON con cierto rigor a los que, con mis limitaciones lingüísticas, intelectuales y de tiempo, pude acceder. Quizás sea una observación innecesaria, pero puedo asegurar que el tratamiento que aquí hago de estos temas contrasta con muchos trabajos (también algunos en el ámbito de la educación) que se limitan a incluir referencias o citas de FANON, sin ningún análisis en profundidad de sus ideas. Como señala ROBINSON (1993, pág. 79), en un trabajo que por otra parte cuestiona el tratamiento de FANON de la clase social por aparecer muy vinculado o diluido en la raza, “tratarlo como materia de segundo orden o telonero es de una supina arrogancia” —y apreciamos a menudo lo que ALESSANDRINI (1997, pág. 241) describe como “simplemente invocar su nombre para eludir un posterior análisis”—.

El enfoque que adopto en este libro es igualmente relevante si se tienen en cuenta las afirmaciones a veces imprecisas e incluso imprudentes sobre la obra de FANON, en parte debidas a su biografía. La interpretación que BATCHELOR (2017b) realiza de la afirmación de Homi BHABHA, en su prefacio a la edición (2004) de Los condenados cuando plantea que FANON influyó directamente en el movimiento republicano irlandés, cuyo “espíritu incendiario” (BHABHA, 1996, pág. XXIX, citado en BATCHELOR, 2017b, pág. 55) “prendió la mecha de las pasiones del IRA” (ibid.), no es más que un ejemplo, algo extremo, de estas tergiversaciones. (En realidad, BATCHELOR planteaba que el CHE GUEVARA sería un candidato más verosímil para este papel). El hecho de que se haya realizado este meticuloso trabajo para evaluar tales afirmaciones (y, en este caso, demostrar su falta de fundamento) atestigua el rigor aquí perseguido aunque BATCHELOR (2017a) evite el activismo político atribuidos a otros estudiosos de FANON, por ejemplo, a GIBSON. De igual manera estos estudios remarcan cómo la acogida de un destacado teórico como FANON dependa tanto de sus lectores y época como de sus textos.

No obstante, y en cuarto lugar, debo dejar claro desde el principio que el análisis del trabajo de FANON y mi interpretación del mismo distan de ser acríticos. Como otros muchos lectores, creo que sus textos tan provocadores como sugerentes resultan a su vez un tanto decepcionantes. Pecan a menudo de irregularidad y superficialidad analítica, y las variaciones y reformulaciones entre los diferentes textos y en cada uno de ellos suscitan interpretaciones incoherentes y a veces contradictorias. Es lo que lleva a GATES (1991, pág. 458) a describir los textos de FANON como “muy porosos” por su capacidad de absorber otras fuentes, hasta el punto de “asemejarse, francamente, a una mancha con patas como las del test de Rorschach” (ibid.) Este adueñarse de parte de los textos y sus planteamientos no supone problema alguno si se reconocen como es debido. Por tanto, en lo que sigue voy a resumir qué (versión de) FANON estoy leyendo y por qué. Pero antes quisiera matizar estas críticas desde una perspectiva más amplia.

Hay que recordar que FANON no era un académico, sino un estudiante de medicina y, posteriormente, un psiquiatra cualificado que escribía para entender su lugar en el mundo y lo que podía hacer desde el mismo (para GENDZIER, 1996, pág. 535, FANON sigue un “programa de autoformación”). Visto así, tal vez sea más comprensible que FANON se interese por temáticas y disciplinas tan dispares, unas veces siguiendo el canon filosófico europeo (FREUD, NIETZSCHE, HEGEL, SARTRE) y otras repudiándolo. En este sentido, podemos interpretar las críticas de los estudiosos por su falta de “rigor” académico como un reflejo de nuestras propias posiciones institucionales e intereses implícitos en las demarcaciones disciplinarias. Hay que reconocer, sin embargo, que algunas de las ideas políticas de FANON, aunque sean útiles, tienen limitaciones evidentes, enmarcadas como están en un determinado momento histórico en que se desconocía lo que iba a suceder. La imagen de las mujeres y lo (hetero)sexual es un ejemplo clave, aunque los/as teóricos/as feministas y queer hayan encontrado formas de reinterpretar las ideas de FANON para afianzar sus reivindicaciones (KHANNA, 2004; PELLEGRINI, 2008; WANE, 2010; WRIGHT, 2004).

¿Por qué Fanon?

Frantz FANON (1925-1961) es reconocido desde hace tiempo como un destacado teórico del colonialismo y la decolonización que vivió entre la subjetividad y la acción, comprometido en la transformación individual y colectiva, y pasó de tratar a las víctimas de la opresión y la brutalidad coloniales a unirse a la lucha revolucionara por la liberación. Seguramente el lector conoce bien la historia de FANON, pero quizás merezca la pena recordar algunos de sus momentos. Nacido en la Martinica, colonia francesa, en el seno de una familia de clase media-alta, FANON recibió honores militares por luchar con el ejército francés en la batalla contra el fascismo durante la Segunda Guerra Mundial. Estudió medicina en París y posteriormente se especializó en psiquiatría en Lyon, donde se formó en la perspectiva de psicoterapia institucional de Francesc TOSQUELLES, su mentor. TOSQUELLES era catalán, y había huido al sur de Francia como refugiado de la guerra civil española, en la que había colaborado directamente con el POUM (Partido Obrero de Unificación Marxista), como director de centros hospitalarios de ayuda psicológica a quienes luchaban en la resistencia. Su modelo de terapia social era particularmente innovador en el ámbito de habla francesa (aunque durante la Segunda Guerra Mundial se desarrollaron enfoques similares en Gran Bretaña; véase HARRISON, 2000). Trataba los problemas de la persona con intervenciones de apoyo pensadas para recuperar los vínculos sociales, y de este modo relacionarse de nuevo con otras personas y actividades cotidianas, más que con un trabajo exclusivamente sintomático o biomédico (GIORDANI, 2011; KHALFA, 2015; KELLER, 2007). Es muy probable que, de la mano de TOSQUELLES, FANON aprendiera las conexiones entre la salud mental y la política, además de cómo trabajar estas conexiones en la práctica clínica (GENDZIER, 1973/1977; TOSQUELLES 1975/2017a, 1991/2017b).

FANON desarrolló y aplicó estos métodos cuando asumió el cargo de director clínico del hospital psiquiátrico de Blida-Joinville, en las afueras de Argel, en 1953. Al principio se dedicó a instaurar reformas psiquiátricas en un contexto nacional en el que “para una población de 10 millones de habitantes, 8,5 millones de musulmanes y 1,5 de europeos, había 8 psiquiatras y 2.500 camas. En estas circunstancias, los servicios psiquiátricos estaban necesariamente muy limitados” (GENDZIER, 1973/1977, pág. 110). Como era habitual en esa época, FANON encontró pacientes atados a la cama, sin más ayuda terapéutica que medicamentos para tenerles controlados. Se puso a trabajar con entusiasmo, con ánimo en todos los sentidos, incansable y con total entrega en la aplicación de los métodos de TOSQUELLES a través de grupos de trabajo, grupos de actividad y actividades culturales. En palabras de ABANE (2011, pág. 30): “Pese a la hostilidad de sus colegas europeos, utilizaba la terapia de grupo para liberar a los pacientes nativos a quienes, a modo de tratamiento, se les inmovilizaba con grilletes, y para acabar con el régimen carcelario del manicomio”. El carácter innovador y duradero de estas reformas, mantenidas a la vez que el compromiso político cada vez mayor de FANON, merece un particular reconocimiento, al igual que la atención, y las consiguientes adaptaciones, al contexto cultural y lingüístico que él y sus colegas consideraban necesarias para establecer una buena terapia social tanto para la población musulmana como para la europea. También en este sentido, sin duda influido por sus vivencias y educación en un país víctima de una historia de colonización especialmente cruel (MARCEY, 2012), conoció de primera mano el sufrimiento psíquico y la despersonalización que acompañaban a la colonización y la represión continua y cada vez más despiadada de los movimientos independentistas. La llegada de FANON a Blida-Joinville coincidió con la violenta escalada del conflicto armado, que precipita su compromiso político, y a condenar la violencia física y simbólica de la psiquiatría colonial. Cualesquiera que fueran sus ideas políticas anteriores, su proceso de politización se debió principalmente a su deseo de mejorar la salud mental de sus pacientes. Como señala GENDZIER (1973/1977, pág. 90):

Fanon veía al ejército entrar y salir del hospital de Blida-Joinville para llevarse a los nacionalistas sospechosos, y a otros soldados que traían hombres que habían sido torturados y que morían en manos de médicos que no querían intervenir por miedo a posibles represalias; Este panorama condujo a Fanon a tomar partido por Argelia.

Al hospital acudían tanto los torturadores como los torturados, y algunas veces unos y otros se encontraban allí frente a frente (como FANON explica en Los condenados). FANON daba refugio a activistas de la lucha anticolonial argelina, además de tratar los efectos psíquicos de esa batalla (RAZANAJAO y cols., 1996; KHANNA, 2013). GENDZIER (1966, págs. 536–537), basándose en las memorias de Simone DE BOUVOIR, sostiene que FANON llegó a ayudar a la resistencia, incluso participó en la formación de las guerrillas:

Protegía a los miembros de la resistencia, el Frente de Liberación Nacional (FLN), les daba medicamentos, se ocupaba de los enfermos y les enseñaba los cuidados básicos de los heridos. Pero era evidente que los efectos de todo ello eran prácticamente nulos. Con el acuerdo de los líderes argelinos, Fanon ayudó a formar a las guerrillas, les enseñó a controlarse mientras lanzaban bombas y granadas, les mostró qué actitud psicológica debían adoptar para llevar a cabo mejor sus actividades ilegales; y, cumpliendo con sus obligaciones profesionales, trataba a pacientes que en algunos casos eran franceses que luchaban contra el FLN.

En este sentido, quizás debamos recordar que el propio FANON había servido dos veces en la resistencia armada contra el fascismo, como habían hecho muchos psiquiatras reformadores e innovadores de las terapias de grupo y el psicoanálisis británicos. Llegó a la conclusión de que su posición era insostenible (porque corría el peligro de ser asesinado), por lo que en 1956 presentó su dimisión (de un puesto para el que, hay que recordar, había sido nombrado por el gobierno oficial), en una memorable carta en la que acusaba al Estado francés (MENOZZI, 2015). La mayor parte de los últimos años de su (breve) vida los pasó en Túnez, viajando y trabajando para el FLN. Murió de leucemia a los treinta y cinco años en Estados Unidos mientras recibía tratamiento. Se sigue hablando hoy del peso relativo de sus preocupaciones políticas y clínicas (KELLER, 2007; MURARD, 2008; para una exposición temprana y autorizada, véase GENDZIER, 1973/1977). No obstante, es indiscutible que FANON desde su exilio de Argelia mantuvo su dedicación en el ámbito de la salud mental, además del empeño en su reforma, siguiendo con su ejercicio y destacado papel en la formación clínica en Túnez (CHERKI, 2011).

Durante su corta vida FANON publicó tres libros, además de un volumen póstumo con sus escritos políticos (muchos anónimos pero atribuidos a él) pensados como panfletos del FLN (véase BATCHELOR, 2017a para un análisis del orden de publicación de estos textos póstumos en sus ediciones en distintos idiomas, reflejo de las especificidades culturales y políticas de estos países). Durante los últimos años han aparecido nuevas recopilaciones de sus escritos académicos, clínicos e incluso literarios (entre las que se incluyen obras de teatro) (por ejemplo, FANON, 2018).

Los libros de FANON siguen una trayectoria geográfica y política, sin por ello romper su continuidad temática. Entre estas temáticas se incluye el interés por los efectos psíquicos de la opresión y la racialización coloniales, unos efectos que, según la mayoría de los críticos, coinciden con los de otras formas de opresión. La contundente crítica de la psiquiatría colonial y su papel en la legitimación de la opresión y su complicidad con la misma (incluida la participación en las torturas) es otra de las temáticas destacadas en su obra (véase, por ejemplo, TURNER, 2011; GILROY, 2010). Todo ello unido a un entusiasta análisis de las posibilidades para el cambio personal y subjetivo asociadas a la liberación política. Se dice que lo que FANON realmente emprendió fue “un diagnóstico psico-socio-político de los efectos de la alienación colonial, y sus consecuencias lógicas, en especial el golpe tan duro que le supone a los colonizados la toma de conciencia y asumir la responsabilidad en su destino nacional” (ABANE, 2011, pág. 37).

Originariamente, FANON escribió Piel negra, máscaras blancas como tesis doctoral en medicina (calificada como inadecuada, por lo que tuvo que escribir otra tesis más convencional) (MACEY, 2012). GENDZIER (1973/1977, pág, 361, nota 23) señala que la tesis aceptada llevaba por título Troubles mentaux et syndromes psychiatriques dans l’Hérédo-Dégéneration-Spino-Cérébelleuse: Un cas de maladie de Friedreich avec délire de possession (Enfermedad mental y síndromes psiquiátricos de la degeneración espinocerebelosa hereditaria; estudio de caso de la enfermedad de Friedrich con delirio de posesión) (para un análisis reciente, véase GORDON, 2005/2009 y KHALFA, 2015). De todos sus textos, este era el más afín a la fenomenología y el psicoanálisis. FANON señala que se trata de un “estudio clínico” (Piel negra, pág. 11). En efecto, después de enfatizar el “doble narcisismo” que estructura las relaciones entre blancos y negros, en las notas introductorias lo identifica como marco ineludible: