Fe, pobreza y desarrollo - Bryant Myers - E-Book

Fe, pobreza y desarrollo E-Book

Bryant Myers

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Beschreibung

En esta edición revisada y actualizada de un clásico moderno, Bryant Myers muestra cómo la misión cristiana puede contribuir a desmantelar la pobreza y el mal social. Integrando los mejores principios y prácticas de la comunidad internacional de desarrollo, el pensamiento y la experiencia de las organizaciones no gubernamentales (ONG) cristianas de todo el mundo, y un marco teológico para el desarrollo transformacional, Myers demuestra lo que es posible cuando dejamos de tratar los dominios espirituales y físicos de la vida como separados y no relacionados. "Fe, pobreza y desarrollo" es un libro para todos aquellos que participan en la misión alrededor del mundo, ya sea en el terreno, o en el aula, oficina de ministerio, o iglesia local.

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Copyright © 2011 by Bryant L. Myers.

This is a substantially revised and updated edition of the same book originally published in 1999 copyright © World Vision International.

Translation and publication permits granted by Orbis Books to World Vision International. World Vision International, and its chapter Latin America and the Caribbean, grants the publication of this work with JuanUno1 Publishing House LLC. | Permisos de traducción y publicación otorgados por Orbis Books a World Vision International. World Vision International, y su capítulo para América Latina y el Caribe, garantiza la publicación de este trabajo con JuanUno1 Publishing House LLC.

Título de la publicación original: “Walking with the poor: principles and practices of transformational development” - Rev. and ed. Updated. (2011. Orbis Books).

FE, POBREZA Y DESARROLLO

Principios y Prácticas del Desarrollo Transformador

de Bryant Myers. 2019, JUANUNO1 Ediciones.

ALL RIGHTS RESERVED. | TODOS LOS DERECHOS RESERVADOS.

Published in the United State by JUANUNO1 Ediciones,

an imprint of the JuanUno1 Publishing House LLC.

Publicado en los Estados Unidos por JUANUNO1 Ediciones,

un sello editorial de JuanUno1 Publishing House LLC.

www.juanuno1.com

JUANUNO1 EDICIONES, logos and its open books colophon, are registered trademarks of JuanUno1 Publishing House LLC. | JUANUNO1 EDICIONES, los logotipos y las terminaciones de los libros, son marcas registradas de JuanUno1 Publishing House LLC.

Library of Congress Cataloging-in-Publication Data

Name: Myers, Bryant, autor

Title: Fe, pobreza y desarrollo : principios y prácticas del desarrollo transformador

Published: Hialeah : JUANUNO1 Ediciones, 2019

Identifiers: LCCN 2019952585

LC record available at https://lccn.loc.gov/2019952585

Big Book ISBN 978-1-951539-02-3

Ebook ISBN 978-1-951539-03-0

Traducción: Proporcionada por World Vision International

Editor Colaborador: Tomás Jara

Diagramación interior: María Gabriela Centurión

Diseño y diagramación de Portada: ZONA21.net

Director de la Colección de WVI: Harold Segura

Director de Publicaciones JUANUNO1 Ediciones: Hernán Dalbes

Firts Edition | Primera Edición

Hialeah, FL. USA.

-2019-

Al Dios trino

que encontró este libro en mí y

me ayudó a dejarlo surgir y

A mi esposa y mentora y

amor de toda la vida, Lisa,

quien me motivó a creer

que Dios podía hacer algo así.

Al Dios trino

que encontró este libro en mí y

me ayudó a dejarlo surgir y

A mi esposa y mentora y

amor de toda la vida, Lisa,

quien me motivó a creer

que Dios podía hacer algo así.

ÍNDICE

COVER

LEGALES

DEDICATORIA

PORTADA

PREFACIO

AGRADECIMIENTOS

Antecedentes

Ideas productivas

Formación

Medios

Agradecimiento personal

ABREVIACIONES Y SIGLAS

1. TRAZANDO EL RUMBO

En el principio

Orígenes

Definiciones

El problema de la cosmovisión moderna

El gran divorcio: separación de los ámbitos espiritual y material

Las dicotomías de la cosmovisión moderna

La trayectoria de este libro

La evolución de la idea de desarrollo

El relato bíblico

¿Qué es pobreza?

Perspectivas de desarrollo

Hacia un entendimiento cristiano del desarrollo transformador

Principios y profesionales

Diseño de programas para transformación

Aprendizaje hacia la transformación

Testimonio cristiano

2.DESARROLLO-LOS ORÍGENES DE UNA IDEA

Mirando atrás

La trayectoria cambiada de la historia

La idea evolutiva del desarrollo

Amartya Sen — Desarrollo como libertad

Voces de los pobres

Reflexiones de esta conversación sobre desarrollo

Pensamiento contemporáneo sobre desarrollo

Jeffrey Sachs — El gran empujón

William Easterly — De abajo hacia arriba

Paul Collier — Los mil millones de abajo

Banerjee y Duflo — Economía de los pobres

Lawrence Harrison — La cultura importa

Hernando de Soto — Los pobres como emprendedores

Muhammad Yunus — El derecho a acceso a crédito

Resumen

3.TEOLOGÍA, POBREZA Y DESARROLLO

¿Por qué necesitamos la teología?

Una mirada atrás

Teología evangélica

Enseñanzas católico-sociales

Hacia una teología narrativa de transformación

Relatos enfrentados

El narrador

El principio del relato

La creación

La caída

El relato de la liberación

Los profetas

La sabiduría de la gente

El centro del relato

El Cristo de la periferia

La misión de Jesús

Jesús no cumplió su misión solo

El mayor mandamiento

Jesús murió solo en una cruz

Cristo ha resucitado

La historia continua

La iglesia

El Espíritu Santo

La Biblia

El fin del relato

El punto de la historia

Resumen teológico

¿Quiénes somos?

¿Qué debemos ser y hacer?

Temas teológicos importantes

El relato bíblico y el desarrollo transformador

4.POBREZA Y LOS POBRES

¿Por dónde empezamos?

¿Quiénes dicen ustedes que son ellos?

¿Quiénes son ustedes?

Opiniones cristianas de los pobres

¿Quiénes son los pobres?

Grupos familiares

Los pobres entre los no pobres

¿Quiénes no son los pobres?

¿Cuáles pobres?

¿Qué es pobreza?

Pobreza como déficit

Robert Chambers - Pobreza como enredo

John Friedmann - Pobreza como privación de acceso al poder social

Isaac Prilleltensky – Pobreza como bienestar relacional y personal menoscabado

Jayakumar Christian - Pobreza como un sistema desempoderante

Ravi Jayakaran – Pobreza como una privación de libertad para crecer

Resumen

Las causas de la pobreza

Causas físicas de la pobreza

Causas sociales de la pobreza

Causas mentales de la pobreza

Causas espirituales de la pobreza

Un entendimiento holístico de la pobreza

La naturaleza de la pobreza es fundamentalmente relacional

La causa de la pobreza es fundamentalmente espiritual

Pobreza de los no pobres

5.PERSPECTIVAS DE DESARROLLO

¿Quién nos salvará?

Moldeando nuestra idea de transformación

¿Transformación de qué y para qué?

Niveles del problema

¿Qué es desarrollo?

Wayne Bragg - Desarrollo como transformación

David Korten - desarrollo centrado en las personas

John Friedmann – desarrollo como expansión del acceso al poder social

Isaac Prilleltensky y Geoffrey Nelson – Desarrollo como mejora personal, colectiva y poder relacional

Robert Chambers – Desarrollo como bienestar responsable

Amartya Sen – Desarrollo como libertad y desarrollo basado en derechos

Jayakumar Christian - Desarrollo como respuesta del reino para la impotencia

6.HACIA UN ENTENDIMIENTO CRISTIANO DE DESARROLLO TRANSFORMADOR

¿De quién es esta historia?

¿Qué mejor futuro?

Las metas de la transformación

Personas cambiadas: Recuperación de la identidad y vocación verdaderas

Relaciones justas y pacíficas

¿Qué proceso de cambio?

Afirmar el rol de Dios

Afirmar la acción de los seres humanos

Enfocarse en relaciones

Mantener el fin en mente

Reconocimiento del mal general

Buscar la verdad, justicia y rectitud

Buscar belleza, arte y celebración

Abordar causas

Expresar un sesgo hacia la paz

Afirmar el rol de la iglesia

Sostenibilidad

Sostenibilidad física

Sostenibilidad mental

Sostenibilidad social

Sostenibilidad espiritual

Pensar holísticamente

La historia completa

El mensaje completo del evangelio

Una visión holística de los seres humanos

Una visión holística del tiempo

Un estado mental

Un marco para transformación

Recursos útiles

Seguridad de medios de vida

Agricultura sostenible

Desarrollo de micro empresa

Servicios de salud basados en la comunidad

7.PRÁCTICA DE DESARROLLO: PRINCIPIOS Y PROFESIONALES

Los principios

Respeto del relato de la comunidad

De la participación al empoderamiento

Construcción de comunidad

Los profesionales

La actitud del profesional holístico

Las características del profesional holístico

La formación de un profesional holístico

Una espiritualidad encarnacional(Escrito con Lisa Myers)

Una espiritualidad que sustenta

Cuidar del profesional holístico

Recursos útiles

Conocimiento autóctono

Espiritualidad

Trauma y primeros auxilios psicológicos

8.DISEÑO DE PROGRAMAS PARA LA TRANSFORMACIÓN

Diseño de un programa de desarrollo

Planificar el camino para un mejor futuro

El Marco Lógico

El cambio social no es lineal ni lógico

Aprender para un mejor futuro

Espiritualidad y diseño de programa(Escrito con Lisa Myers)

Ayudar a la comunidad a contar su historia

Del análisis de necesidades al análisis social

Enfoque de capacidades y vulnerabilidades

Enfoque de Medios de Vida Sostenibles

Organización Comunitaria

Acción y Aprendizaje Participativo

Consulta Apreciativa

Desviación Positiva

Cuando termina el programa

Defensa, ciudadanía y buena gobernanza

Otros problemas criticos del diseño de programas

¿Qué es “la comunidad”?

Escuchar a las mujeres

Escuchar a los niños

Obtener el ritmo correcto

Permitir que lo espiritual pase

Recursos útiles

Sistemas sociales complejos y desarrollo

Acción y Aprendizaje Participativo

Consulta Apreciativa

Desviación Positiva

Género y desarrollo

Movimiento de capacidades humanas

Defensa, ciudadanía y buena gobernanza

9.APRENDER HACIA LA TRANSFORMACIÓN

Monitoreo, evaluación y reflexión

Aprender para un mejor futuro

Definir monitoreo, evaluación y reflexión

¿Para qué son el monitoreo y la evaluación?

¿Para quién es el monitoreo y la evaluación?

¿Qué cambió?

¿Quién cambió?

¿Qué observamos y medimos?

¿Durará?

Sostenibilidad mental

Sostenibilidad social

Sostenibilidad espiritual

Buscar significado juntos

Evaluacion de programa y espiritualidad

Recursos útiles

Defensa, ciudadanía y buena gobernanza

Monitoreo y Evaluación

10.TESTIMONIO CRISTIANO Y DESARROLLO TRANSFORMADOR

La necesidad y desafío del testimonio cristiano

¿Porqué debemos dar testimonio?

Entender el evangelismo

De todas formas, estamos dando testimonio

El doble desafío

Provocar la pregunta: el testimonio como segundo acto

Testimonio transformador

Las metas del testimonio cristiano

Evangelio como vida, obra, palabra y signo

Evangelismo y discipulado

Contar la historia completa

¿Como debemos dar testimonio?

Vivir vidas elocuentes

Una mente crucificada

Reconocer las huellas de Dios

Buscar significado juntos

Interpretar la tecnología con Dios como parte de la explicación

Decir lo que se cree

La Biblia y el desarrollo transformador

Por qué es importante la Biblia

Cómo se debe usar la Biblia

Experiencias con la Biblia y el desarrollo transformador

La evaluación de testimonio cristiano

Recuperación de la identidad y vocación

Relaciones justas y pacíficas

Cambio de cosmovisión

¿Quién cambia?

Resumen

ANEXO 1: TEXTOS DE BÚSQUEDA DE LAS ESCRITURAS PARA REFLEXIÓN BÍBLICA

ANEXO 2: REFERENCIAS BÍBLICAS DE TRANSFORMACIÓN PARA REFLEXIÓN Y LITURGIA

ANEXO 3: ESTÁNDARES E INDICADORES PARA TESTIMONIO CRISTIANO

BIBLIOGRAFÍA

SOBRE EL AUTOR

Prefacio

Paul G. Hiebert

Este libro es una obra maestra de integración y aplicación de pensamiento sobre el ministerio cristiano. El autor hace amplio uso de las mejores fuentes cristianas y científicas para introducir cambios en las sociedades humanas y formar conclusiones sólidas con base en lo que hemos aprendido de la experiencia en ministerios de desarrollo alrededor del mundo. Elabora un marco sólido —o estructura teórica— basado en las Escrituras, que desafía el dualismo natural escrito que permea nuestro punto de vista occidental y, en su lugar, ofrece un punto de vista bíblico consistente. Muestra cómo se puede implementar la visión del ministerio cristiano en el desarrollo transformador que es realmente transformador en todo el sentido de la palabra, y desarrollador en el hecho de que las transformaciones son duraderas y profundas.

El enfoque de Myers en las relaciones y las historias es particularmente útil para desarrollar una visión holística del ministerio, ya que reúne personas y construye puentes de entendimiento y comunicación, mientras las categorías analíticas abstractas a veces los separan. Las relaciones e historias también nos ayudan a ver que el reino de Dios es central en su plan para el universo, para los pueblos y para los individuos.

Myers hace más que darnos una nueva visión de lo que puede ser un ministerio cristiano: brinda directrices para implementar esta visión en la vida y en el ministerio de formas que sean consistentes entre sí y nos recuerda que la vida y las relaciones de los cristianos son los testimonios más poderosos del poder transformador de Dios. En esto, señala que tanto quienes sirven como quienes son servidos deben crecer en espiritualidad en encuentros de ministerio.

El libro está escrito para quienes participaron en programas de desarrollo cristiano y los reta a avanzar hacia ministerios holísticos. Es de igual importancia para quienes están involucrados en el evangelismo y el establecimiento de iglesias. Es un “chárter” para una nueva forma de hacer misión y las implicaciones de su visión son de gran alcance para todos los que sirven a Cristo en el mundo. Muy a menudo, en el establecimiento de la iglesia hemos circunscripto el trabajo transformador de Dios a realidades espirituales y hemos asignado temas terrenales a la ciencia y la tecnología. El resultado es una cristiandad esquizofrénica que deja problemas diarios de vida humana a los especialistas seglares y limita a Dios los temas de eternidad. Un enfoque verdaderamente holístico para una misión arraigada en la verdad bíblica es tan esencial como establecer iglesias vitales que permanezcan centradas en Cristo a través de las generaciones, al igual que lo es en los ministerios cristianos de compasión.

Probablemente, la mayor recompensa para muchos lectores será la forma en la que el autor desafía nuestras propias cosmovisiones distorsionadas que nos han cegado, para llevarnos a entender lo que significa ser testigos y servidores vivos en un mundo con una necesidad desesperada. Tales retos a veces son costosos, porque nos llaman a experimentar transformaciones radicales en nuestras propias vidas y ministerios.

Agradecimientos

Para esta segunda edición, debo empezar agradeciendo a mis lectores. Cuando escribí la primera edición de Caminar con los pobres, estaba muy seguro de que mi esposa y mi madre podrían leer el libro, pero no tenía certezas en cuanto a una aceptación más amplia; ustedes me sorprendieron. He sido bendecido con cartas y correos electrónicos de profesionales de todo el mundo que han señalado que este libro de alguna manera les ha sido útil. Estoy muy agradecido también con quienes dieron su tiempo de forma voluntaria y tradujeron la primera edición de Caminar con los pobres a coreano, chino antiguo (Taiwán), español, portugués y árabe. En Filipinas se produjeron versiones de bajo costo para ayudar a su distribución en el sur. Estoy profundamente agradecido y honrado por los muchos profesores de universidades seglares y cristianas, seminarios y escuelas bíblicas que utilizaron el libro en sus clases. Sin dicho apoyo, una segunda edición no hubiera sido una opción atractiva.

Antecedentes

Ningún libro como este es obra de un solo autor. Una vida de relaciones y una gran cantidad de experiencia vivida forman la materia prima a partir de la cual un autor trata de reunir y articular lo que ha aprendido y espera que otros consideren que vale la pena leer el resultado. Para mí, este el caso, dado que soy una persona que crea sintetizando, juntando las cosas y colocándolas en marcos más grandes. Aprendo en comunidad, escuchando a otros, leyendo bastante, haciendo lluvia de ideas con entusiasmo, sabiendo que con el tiempo caeré en un marco que se adapta a las muchas y dispares piezas. Sin embargo, pocas de las piezas son mías: ellas son el leal y precioso trabajo de otros. Puedo refinarlo o incluso ampliarlo, pero siempre comienzo con la oferta de otros. Esto es lo que hace que agradecer a los demás sea un lugar importante para iniciar.

Ideas productivas

El presente libro se basa en dos potentes grupos de ideas y las potencia: en primer lugar, la descripción de Paul Hiebert de la cosmovisión occidental y su medio excluido; y en segundo lugar, la reflexión de Jayakumar Christian sobre la naturaleza de la pobreza como relaciones que no funcionan para el bienestar y la causa de la pobreza como fundamentalmente espiritual. Estoy profundamente agradecido por el trabajo creativo de estos dos hombres y por su amistad y consejo a lo largo de los años.

Aprovechando su experiencia en la India, Paul Hiebert ha tenido dos importantes ideas que han demostrado ser muy útiles para mí y para otros en la misión cristiana. La primera es su formulación de la cosmovisión occidental en términos de dos reinos separados —material y espiritual— con un vacío entre los dos, el “centro excluido”. Vincular esto con el pensamiento de Lesslie Newbigin1 proporciona la explicación para muchas de las dicotomías con las que los cristianos occidentales luchan: fe y razón, evangelismo y desarrollo, iglesia y estado, valores y hechos. Estas dicotomías son los principales obstáculos para encontrar un enfoque cristiano genuinamente holístico para la transformación humana.

La segunda idea importante de Hiebert es que la cosmovisión occidental, con sus reinos —espiritual y material— separados, tiene una clase particular de impacto cuando se encuentra con la cosmovisión holística-espiritista de las culturas tradicionales. Aquellos de nosotros que portamos una cosmovisión occidental damos por sentado que la ubicación de causa y efecto es en el mundo material. En contraste, las culturas tradicionales creen que la causa de las cosas se encuentra en el mundo oculto de espíritus y dioses. La ausencia de un “medio” en la cosmovisión occidental significa que no tenemos forma de dar sentido o de responder al “medio” tan activo e importante de las culturas tradicionales. Esta premisa ha demostrado tener un gran poder explicativo cuando uno se acerca al trabajo de los promotores del desarrollo y su conjunto de herramientas de intervenciones tecnológicas, al igual que nuestro pensamiento sobre cómo se intersectan el testimonio cristiano y el desarrollo.

Jayakumar Christian es un compañero de trabajo de Visión Mundial y un amigo personal desde hace casi veinte años. Ha elaborado una familia de ideas sobre la naturaleza y las causas de la pobreza que nos libera del lenguaje material y las definiciones que tienden a dominar las conversaciones acerca de este tema. En su trabajo de doctorado, ofreció la idea de que la pobreza se experimenta fundamentalmente por parte de los pobres como un deterioro de su identidad y que esto es ocasionado tanto por la condición (o rutina) de ser pobres como por ser cautivos de los complejos mesiánicos de los que no son pobres. Encontré estas ideas liberadoras y altamente provocativas. Proporcionan la plataforma sobre la cual enmarco mi reflexión del desarrollo transformador realizado por los cristianos.

Empleo las ideas de Jayakumar liberalmente en este libro y, más adelante, las tomaré como punto de partida. A la idea de que jugar a ser un dios en la vida de los pobres resulta en un deterioro de la identidad de los pobres, yo le agrego que también daña la identidad de los no pobres. Ellos no pueden jugar a ser Dios y ser quienes son ante los ojos de Dios. A la propuesta de Jayakumar de que la transformación es el trabajo de ayudar a los pobres a recuperar su verdadera identidad hecha a imagen de Dios, yo agrego la idea de que la vocación o llamado también forma parte de la verdadera identidad. Propiedad que en términos bíblicos es tanto quiénes somos como qué hacemos. Los pobres y los no pobres necesitan de la ayuda redentora de Dios para recuperar su verdadera identidad como hijos de Dios hechos a imagen y semejanza suya y su verdadera vocación como mayordomos productivos, dones otorgados por Dios para contribuir al bienestar de la humanidad.

Formación

Como profesional, estoy en deuda con muchas personas. Inicié mi viaje en el desarrollo transformador con Hal Barber y su innovación de ayuda y desarrollo en Visión Mundial en 1976. Nuestro viaje empezó con unas estimulantes tres semanas con James Yen y Juna Javier en el Instituto Internacional de Reconstrucción Rural, en Filipinas. Con los años, me he visto influenciado y he sido enriquecido por una familia de profesionales del desarrollo que han asistido a conferencias, me han patrocinado para visitas de campo y han escrito artículos que me han influenciado. Esta familia incluye a Mulegeta Abebe, Mulatu Belachew, Bruce Bradshaw, Rebecca Cherono, Ben Chitambar, Frank Cookingham, Helen Eversole, Judy Hutchinson, Bob Linthicum, Ken Luscombe, Eric Ram, Paul Peterson, Christina Lee Showalter, John Stewart, Morris Stuart, Bryan Truman, y Corina Villacorta.

En particular, estoy profundamente en deuda con Ravi Jayakaran, Nora Avarientos, Sarone Ole Sena, y Jayakumar Christian; todos ellos estuvieron dispuestos a invertir muchas horas en entrevistas telefónicas como una forma de contribuir con este libro. Ravi Jayakaran es un experto en Evaluaciones Rurales Participativas (PARA, por sus siglas en inglés) y ha realizado un trabajo pionero al hacer posible que este método permita escuchar el lado espiritual de la cosmovisión tradicional. Nora Avarientos, junto con Malcolm Bradshaw, desarrolló la metodología de Búsqueda de las Escrituras para utilizar la Biblia en el contexto de desarrollo comunitario en las Filipinas. Sarone Ole Sena, un antropólogo masai, junto con Dirk Booy, un canadiense, fueron los pioneros de Visión Mundial en aplicar la consulta apreciativa para planificación de desarrollo en Tanzania.

Como teólogo laico, estoy particularmente agradecido con aquellos que compartieron mi formación teológica, tan ad hoc como pudo haber sido. Mi introducción a la reflexión teológica sobre desarrollo empezó con Vinay Samuel y Chris Sugden y sus talleres con Visión Mundial en Asia a principios de 1980. También estoy en deuda con Sam Kamaleson, quien me guió pacientemente durante sus años en Visión Mundial. También recuerdo, con cierta desazón, una noche desafiante y estimulante en Wheaton 1983, cuando un hombre culto y amable pasó cuatro horas respondiendo pacientemente mis simples preguntas sobre misiología: se llamaba David Bosch. De Tom Houston, cuando fue presidente internacional de Visión Mundial, aprendí a pensar bíblicamente y a confiar en que la Palabra de Dios siempre tiene algo que decir al mundo.

Además, la comunidad internacional de teólogos de misión evangélica (INFEMIT, por sus siglas en inglés) ha brindado una familia de amigos que han nutrido mi comprensión de la teología y el desarrollo desde las perspectivas de culturas a parte de la mía. Esos amigos incluyen a Valdir Steuernagel, Tito Paredes, René Padilla, Kwame Bediako, y Miraslav Volf. De los Estados Unidos estoy en deuda con Ron Sider y mis compañeros en MARC, Saphir Athyal y Tom McAlpine.

Frank Cookingham —director de evaluación de Visión Mundial Internacional—y yo hemos llevado a cabo un diálogo continuo sobre cómo el marco para desarrollo transformador de este libro, incluyendo testimonio cristiano, puede ser monitoreado y evaluado en el mundo real de programación de desarrollo. Frank se ha dedicado a una exploración de largo plazo acerca de cómo la espiritualidad y el discernimiento deberían formar parte de cualquier intento cristiano por monitorear y evaluar la programación holística. Estoy en deuda con Frank por ayudarme a reelaborar y finalmente escribir el capítulo nueve.

Para este libro tengo que dar un agradecimiento especial a mi amigo Bil Dyrness por su disponibilidad para revisar varias veces mi capítulo sobre la historia bíblica tanto en la edición original como en la segunda. Bil y yo también dimos juntos un curso de Teología de Pobreza y Desarrollo durante el cual aprendí mucho. Para la segunda edición, Howard Loewen y Doug McConnell del Seminario Teológico Fuller y Bil Burrows, mi editor de Orbis Books, hicieron una revisión detallada del capítulo de teología. Por supuesto, toda la teología mala que queda en el capítulo es mi responsabilidad.

Steve Commins, un amigo de mucho tiempo e instructor de Desarrollo Internacional en UCLA, fue lo suficientemente amable para leer el nuevo capítulo sobre la evolución de la idea de desarrollo. También estoy en deuda con dos estudiantes de maestría, cuyos trabajos finales para mi clase de Pobreza y Desarrollo me presentaron material nuevo para mí y que fue muy relevante para la segunda edición. Monica Felix, de la Escuela de Psicología Fuller, escribió un fascinante artículo que relaciona descripciones de pobreza crónica expresadas en el estudio del Banco Mundial “Voces de los Pobres” con una construcción teórica utilizada en psicología en estudios de estrés postraumático. Gareth Mayhew me introdujo al enfoque de desviación positiva de salud pública ya que fue adaptado a una variedad de escenarios de pobreza por Save the Children. Finalmente, debo felicitar a mis estudiantes de doctorado quienes sufrieron mi inexperiencia académica, tuvieron que escuchar y reaccionar a la mayoría del nuevo material de este libro y me dieron su opinión sobre algunos de los capítulos: Nathan Penner, Josh Smith, Bobby Lynch, e Isaac Voss.

Medios

El capítulo de testimonio cristiano se basa en la investigación realizada gracias a la Iniciativa Dellenback, de Visión Mundial Estados Unidos, a fines de 1990. La investigación de campo de testimonio cristiano en el contexto de ayuda y desarrollo en África occidental y en otras partes del mundo y varias pequeñas consultas realizadas con profesionales y teólogos fueron posibles gracias a esta iniciativa. Estoy muy agradecido con el liderazgo y compromiso de Bob Seiple y de Ron Vander Pol, cuya visión hizo posible esto.

Esta segunda edición no hubiera sido posible sin el cambio ocasional desde Visión Mundial Internacional a la Escuela de Estudios Interculturales del Seminario Teológico Fuller. Aunque nunca había anticipado dejar un ministerio activo por un escenario académico, y todavía me pregunto por qué un “chico de agencia” podría ser atractivo como posible miembro de la facultad, me he sentido bienvenido, respetado y apoyado aquí. Estoy particularmente agradecido con el decano de la Escuela de Estudios Interculturales (ahora rector) Doug McConnell, quien me acompañó, nutrió y motivó mi transición y quien fuera una gran fuente de estímulo para escribir esta nueva edición. Howard Loewen, decano de la Escuela de Teología, ha sido una fuente continua de apoyo personal y teológico, convenciéndome de alguna forma de que hay suficiente teología en mi pensamiento para no ser una vergüenza para una antigua tradición profesional. Mis compañeros de facultad han sido cordiales, motivadores y desafiantes.

El ritmo de vida del seminario me permitió ampliar mi lectura más allá de lo que se podía haber hecho en largos vuelos en avión. El acceso a una biblioteca académica de primer nivel me permitió explorar áreas de la literatura en estudios e investigación de desarrollo e investigación que en gran medida eran inaccesibles y, por lo tanto, desconocidas para un administrador mayor ocupado y que siempre estaba viajando. En un entorno académico, a uno realmente se le da tiempo y se le recompensa por escribir y enseñar, ambas formas de ampliar el pensamiento y el aprendizaje.

Agradecimiento personal

En la Biblia se nos enseña que lo último es realmente lo primero. Y así es con estos reconocimientos. Estoy en deuda con mi madre, Patricia Myers, por dejar a un lado su loft, por soportar mi pila de papeles y libros, y por hacerme el almuerzo durante los meses en que escribí la primera edición de este libro en su casa. Ella oró por un hijo perdido y sin esperanza por muchos años antes de que Dios finalmente se ablandara y me arrastra a su reino a los treinta y un años de edad. Estoy profundamente agradecido de que ella esté viva para ver el libro que resume por qué ella y Dios pasaron por tanto problema.

También estoy profundamente agradecido con Tom y Hazle Houston, que prestaron su casa de Oxford al clan Myers por cinco semanas en el verano de 1997. El primer manuscrito de este libro nació en el estudio de Tom, y nuestra familia se hizo más cercana entre sí y con Dios en su sala de estar.

También debo agradecer a Dean Hirsch, Presidente Internacional de Visión Mundial y a la Junta Directiva Internacional de Visión Mundial por otorgarme tiempo para completar la investigación y redactar la primera edición de este libro.

Bil Burrows, de Orbis Books, tuvo la visión del potencial de la primera edición y del espíritu ecuménico que se necesitaba para luchar por un acuerdo de publicación conjunto entre Orbis y Visión Mundial, una colaboración inusual en ese momento. Con gracia y paciencia, Bil me empujó a hacer esta revisión incluso cuando se estaba retirando y trataba de aminorar su marcha. Estoy agradecido con Bil por su amistad y por ver algo de valor que yo no podía ver.

Finalmente, y lo más importante, debo agradecer la impagable deuda que tengo con mi familia. Mis hijos, Brooke y James, de quienes estoy sumamente orgulloso, me han enseñado más de lo que alguna vez les enseñé yo. No hay un correctivo mejor o más severo para el pensamiento sobre la transformación y el desarrollo humanos que los propios hijos.

No hay suficientes palabras para transmitir mi agradecimiento, cariño y amor a mi esposa, mi mentora de toda la vida, mi amiga y mi más profundo amor, Lisa. Con un gran sacrificio de sus propias aspiraciones, ella me motivó, nutrió y apoyó. Solo puedo orar para que todo esto sea digno de todo su esfuerzo.

Como Lisa leyó la primera edición, ella sigue exclamando: “Esta es mi posición en dirección espiritual. Así es como ayudo a las personas a escuchar y ver a Dios en sus vidas”. Solo entonces descubrimos que caminar con los pobres y caminar con quienes buscan una espiritualidad personal y más profunda emplean marcos y herramientas similares. Trasformación es transformación; debimos haberlo sabido. Como resultado de este descubrimiento y su experiencia de un cuarto de siglo de dirección espiritual y las innovaciones en dirección de grupo, Lisa ayudó a redactar dos importantes contribuciones de esta segunda edición.

1. En la página 26 se amplía el pensamiento de Newbigin.

Abreviaciones y Siglas

PDA Programa de Desarrollo de Área (Visión Mundial)

AI Consulta Apreciativa

ARVIN Asociados, recursos, voz, información y negociación

CA Centesimus annus

CBPM Monitoreo de desempeño basado en la comunidad

CV Caritas in veritate

DEEDS Servicios Educativos de Desarrollo (India)

DFID Departamento de Desarrollo Internacional (RU)

DME Diseño, monitoreo y evaluación

EFICOR Comité de Ayuda de la Alianza Evangélica de la India

EN Evangelii nuntiandi

PIB Producto Interno Bruto

IDH Índice de Desarrollo Humano

IDS Sociedad de Desarrollo Internacional (RU)

FMI Fondo Monetario Internacional

INTRAC Centro Internacional de Investigación y Capacitación de ONG (RU)

J-PAL Laboratorio de Acción de Pobreza Jameel (MIT)

LEAP Aprendizaje a través de la Evaluación con Responsabilidad y Planificación (Visión Mundial)

ODM Objetivos de Desarrollo del Milenio

CMS Cambio Más Significativo

ONG Organización no gubernamental

DP Desviación Positiva

PLA Acción y Aprendizaje Participativo

PP Populorum progressio

PRA Evaluación Rural Participativa

PRSP Artículo de Estrategia de Reducción de la Pobreza (Banco Mundial)

QA Quadragesimo anno

RN Rerum novarum

SRS Sollicitudo rei sociales

IDT Indicadores de Desarrollo Transformador

PNUD Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo

USAID Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional

OMC Organización Mundial de Comercio

1

TRAZANDO EL RUMBO

EN EL PRINCIPIO

El propósito de este libro es describir una propuesta para entender los principios y la práctica del desarrollo transformador (cambio espiritual social y material positivo) desde una perspectiva cristiana. Mi intención es tratar de reunir tres corrientes básicas de pensamiento y experiencia. Lo mejor de los principios y prácticas de la comunidad de desarrollo internacional tiene que integrarse con el pensamiento y la experiencia de las organizaciones no gubernamentales (ONG) de desarrollo y ayuda cristianas. Estas corrientes de experiencia necesitan ser informadas y moldeadas por un marco teológico para el desarrollo transformador.

A lo largo de este libro lucharé por superar los problemas presentados por la creencia persistente que existe en occidente de que los ámbitos espirituales y físicos de la vida están separados y no se relacionan. Este supuesto ha invadido y controlado casi todas las áreas de consulta intelectual, incluyendo la práctica y teoría de desarrollo así como mucho de la teología cristiana. Buscaré un entendimiento de desarrollo en el que las dimensiones físicas, sociales y espirituales de la vida estén interrelacionadas de un modo perfecto.

Orígenes

El peregrinaje que este libro representa tuvo su origen en 1975, el año en que Visión Mundial recibió una subvención del programa de Desarrollo de la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) para ayudar a iniciar su ministerio de desarrollo y asistencia. Yo formé parte del equipo original. Fuimos a Washington D.C., tomamos un curso de tres días sobre planificación de desarrollo, luego fuimos liberados para ayudar a las siete oficinas de Visión Mundial en Asia para que empezaran a planificar sus primeros programas de desarrollo. Dios nos perdone por nuestros pecados.

La década de 1970 y principios de 1981 fueron tiempos interesantes para las agencias de desarrollo y ayuda cristianas. Fue un tiempo lleno de discusiones a veces divisivas entre los evangélicos sobre si los cristianos creyentes en la Biblia debían hacer desarrollo o no. Algunos estaban profundamente preocupados por considerar que incluir la acción social en la agenda cristiana podría mitigar el compromiso de la iglesia con el evangelismo. “El evangelismo debe ser lo primordial”, fue el argumento. La presunción moderna de que lo espiritual y lo material eran áreas de la vida no relacionadas ha infectado el pensamiento de la misión cristiana.

A través de este peregrinaje, muchos de nosotros en la familia de Visión Mundial compartimos una preocupación profundamente arraigada de que, para que una agencia cristiana fuera cristiana, la programación de desarrollo debía ser holística, es decir que el desarrollo y el testimonio cristiano debían mantenerse unidos en una tensión creativa. En esos primeros días, entendimos de manera simplista e incorrecta que esto significaba que el testimonio cristiano era algo que alguien agregó a la mezcla de programa de desarrollo para completarlo: solamente era otro sector, un pedazo del pastel del desarrollo.

Al tiempo nos dimos cuenta de que esta conceptualización era errónea. Implicaba que todos los demás sectores del desarrollo no tenían nada que hacer con cosas espirituales y que estábamos tratando el trabajo espiritual como un sector separado de la vida. Eso significaba que, en las mismas comunidades en donde queríamos ser buenos modelos de la fe cristiana, estábamos presenciando el hecho de que los ámbitos material y espiritual de la vida estaban separados y no se relacionaban. Nuestra lucha para escapar de este supuesto moderno nos condujo a una gran cantidad de consultas relativas tanto a la teología como a la cosmovisión del desarrollo.

La década de 1990 fue de búsqueda de profesionalismo. Las buenas intenciones ya no eran suficientes. Los pobres merecían algo mejor que aficionados dotados con sus corazones en el lugar correcto. El mundo ha aprendido mucho sobre el desarrollo, y las organizaciones cristianas deben tomar esto en cuenta. Se estudiaron las ciencias sociales y nuestros empleados fueron enviados a Inglaterra, Canadá y Estados Unidos, a aprender de centros de aprendizaje de desarrollo en el occidente.

La primera edición de Caminar con los Pobres se escribió en 1998. Mucho ha sucedido en los últimos veintitrés años desde que nos propusimos “hacer desarrollo”. Mucho se ha aprendido. Desde hace mucho tiempo, como grupo de amigos compartimos nuestros éxitos y lloramos por nuestros fracasos; se han llevado a cabo cientos de talleres; se han estudiado cientos de documentos y se han leído muchos libros; miles de horas de discusión, angustia y descubrimiento han ocurrido en largos viajes por caminos polvorientos y en las mesas de hoteles poco interesantes. El resultado de todo esto es la fuente del pensamiento de la primera edición de este libro.

En 2006 salí de Visión Mundial para convertirme en profesor de Desarrollo Internacional en la Escuela de Estudios Interculturales en el Seminario Teológico Fuller. Aún sigo en contacto con colegas y amigos de Visión Mundial, continúo viendo un flujo constante de artículos de posición, evaluaciones, y artículos oficiales. Doy algo de consultoría de vez en cuando.

Pero mi mayor fuente de ideas y material nuevo proviene del mundo de estudios de Desarrollo e Investigación de Desarrollo, un producto de la profesionalización de la comunidad de desarrollo internacional que empezó en la década de 1990. Hoy día existe una gran variedad de vistas académicas, una serie de escuelas de estudios de desarrollo y miles de “documentos fugitivos” —investigaciones, evaluaciones, estudios empíricos— que se encuentran en los sitios web de la mayoría de las agencias de desarrollo, una serie de centros de estudio de desarrollo en Europa y los Estados Unidos y en el Banco Mundial. Al haber cambiado la agitada vida de un ejecutivo de agencia por la vida de un académico, finalmente tengo el tiempo para leer y graduar estudiantes. Gran parte del material nuevo en este libro es un resultado de ello.

Definiciones

Utilizaré dos frases una y otra vez en este libro: desarrollo transformador y testimonio cristiano. Puede ayudar al lector si los defino aquí al principio.

Desarrollo transformador es el término que utilizo como una alternativa al desarrollo más tradicional. Existen dos razones para ello. Primero, el término desarrollo está fuertemente cargado con un significado pasado, no todo lo cual es positivo. Cuando la mayoría de las personas piensan en desarrollo, piensan en un cambio material o un cambio social en el mundo material. Segundo, desarrollo es un término que muchos entienden como sinónimo de modernización u occidentalización (Escobar, 1995). Para algunos, el desarrollo se entiende simplemente como tener más cosas. Muchos en el negocio del desarrollo, incluídos muchos de nosotros en occidente, no estamos seguros de que este tipo de desarrollo sea bueno para las personas o para este planeta.

Utilizo el término desarrollo transformador para reflejar mi preocupación por buscar un cambio positivo para toda la vida humana materialmente, socialmente, sicológicamente y espiritualmente. El adjetivo transformador se usa para recordarnos que el progreso humano no es inevitable; requiere duro trabajo. Existe un adversario que trabaja en contra de nuestro deseo de mejorar la vida. El verdadero desarrollo humano incluye hacer elecciones dejando de lado aquellas que no son para nuestra vida ni la de nuestra comunidad, mientras buscamos y apoyamos activamente todo lo que sí lo sea. Esto requiere que digamos no a algunas cosas con el objeto de decir sí a lo que realmente importa. La transformación implica cambiar nuestras opciones.

El desarrollo transformador es un viaje de toda la vida. Nunca termina. Siempre hay más ante nosotros. Todos están en este viaje: los pobres, los que no son pobres y el personal de la agencia de desarrollo. El viaje transformador es acerca de tratar de encontrar y gozar la vida como debe de ser, como pretende ser. En este libro sugiero que las metas para este viaje de transformación sean recuperar nuestra verdadera identidad como seres humanos creados a imagen y semejanza de Dios y descubrir nuestra verdadera vocación como mayordomos productivos cuidando fielmente del mundo y de todas las personas que están en él.

Testimonio cristiano es la segunda frase que uso frecuentemente. Entender lo que significa requiere una breve introducción. Todos creen en algo y eso en lo que creemos moldea lo que hacemos y cómo lo hacemos. Esto no es menos cierto para quienes están preocupados por los pobres y desean ayudarles en su viaje de desarrollo. Este centro ideológico es un asunto de fe, ya sea que seamos cristianos, musulmanes, budistas, agnósticos o ateos. Nuestros valores y creencias centrales son de donde obtenemos nuestro entendimiento de quiénes somos y para qué estamos aquí. Estos principios guía moldean nuestro entendimiento de lo que es un mejor futuro humano y cómo debemos llegar ahí.

Soy cristiano y he estado trabajando entre cristianos en el negocio del desarrollo por más de treinta años. Mi identidad cristiana y mi entendimiento de la fe moldean mi opinión de para qué es el desarrollo y cómo se debe realizar. Parte de ese entendimiento es mi convicción de que las mejores noticias que tengo son el conocimiento de que Dios, por medio de su Hijo, ha hecho posible que cada ser humano esté en una relación de pacto con él. Todo lo que necesitamos hacer es decir que sí a esta oferta. No compartir estas noticias, no anhelar que todos compartan lo que se me dio sin ningún mérito propio, sería erróneo en el más profundo sentido. Testimonio cristiano es el término que uso para describir que el amor me obliga a compartir esta noticia.

Deliberadamente escojo esta frase por sobre la palabra evangelismo por varias razones. Primero, al igual que el término desarrollo, evangelismo es una frase cargada. Imágenes de evangelistas de la calle gritando con megáfonos y de evangelistas de cruzada exhortando estadios llenos de personas vienen a la mente, y ninguna de ellas se ajusta muy bien a la idea del desarrollo transformador. Segundo, y más importante, el evangelismo tiende a usarse en el sentido limitado de referirse a la proclamación verbal de la verdad del evangelio de Jesucristo. Necesito una frase que incluya proclamación, pero que no se limite solo a ello.

Entiendo el testimonio cristiano para incluir la declaración del evangelio según la vida, palabra y obra. Por vida me refiero al hecho de que los cristianos son el mensaje. Somos el libro sesenta y siete de la Biblia. Las personas leen nuestras vidas y nuestras acciones y escuchan nuestras palabras como una forma de determinar lo que significa ser un cristiano. Ahora por palabra me refiero a la necesidad de decir lo que es la historia del evangelio e invitar a otros a hacer la suya. Por obra me refiero al hecho de que la fe cristiana, en el mejor de los casos, es una fe activa, comprometida con el mundo y que busca hacerlo más para la vida y el disfrute de la misma.

Hay un importante matiz aquí: no existe tal cosa como no dar testimonio. Los promotores de desarrollo cristiano están dando testimonio todo el tiempo. La única pregunta es “¿A quién o a qué?” Sus actos, tanto lo que hacen y cómo lo hacen, en quién declaran o en qué colocan su fe también demuestran el contenido moral de esa fe. La manera en que viven sus vidas declara a quién aman y de quién dependen. Y, si de veras demuestran su amor a Dios y a su prójimo con sus vidas, entonces llegarán preguntas para las cuales el evangelio es la respuesta y darán testimonio con las palabras adecuadas.

El problema de la cosmovisión moderna

Ya he mencionado que una de las principales características en la historia ha sido la creencia occidental de que los ámbitos espiritual y material de la vida están separados y no se relacionan. Esta suposición dominante controla casi todas las áreas de la consulta intelectual, incluidas la práctica y teoría del desarrollo. El resultado es un trágico par de reducciones. Primero, la pobreza se reduce a una simple condición material que tiene que ver con la ausencia de cosas como dinero, agua, alimento, vivienda, y la falta de sistemas sociales justos, también definidos y entendidos materialmente. Segundo, el desarrollo se reduce convenientemente a una serie material de respuestas diseñadas para superar estas necesidades.

Como el enfoque de este libro es la búsqueda de una comprensión genuinamente bíblica y holística de la pobreza y el desarrollo transformador, creo que puede ser útil explorar más a fondo la naturaleza de este punto ciego moderno antes de continuar. ¿Por qué necesito la palabra holística en primer lugar? ¿Cuál es la naturaleza del problema que estamos tratando de resolver utilizando dicho término? Debe de haber algo que no es holístico.

El gran divorcio: separación de los ámbitos espiritual y material

El lugar para empezar es la manera en que entendemos e interpretamos el mundo en que vivimos, algo que los antropólogos llaman “nuestra cosmovisión”. Nuestra cosmovisión moderna es como un par de anteojos a través de los cuales vemos y damos sentido al mundo. Sin embargo, a diferencia de los anteojos, también incluye nuestras conjeturas acerca de cómo funciona el mundo. Nuestra necesidad de holismo tiene sus raíces en nuestra cosmovisión moderna.

Como el cambio de paradigma fundamental de la Iluminación Espiritual ha funcionado en la cultura occidental, una de sus características más perdurables ha sido la suposición de que podemos considerar los ámbitos espiritual y físico como separados y distintos entre sí. Por un lado, está el mundo espiritual o súper natural en donde Dios vive y actúa junto con otros dioses cósmicos como Alá. Este es el mundo de la religión. Por otro lado, existe el mundo real: el mundo material en donde escuchamos, vemos, sentimos, tocamos y olemos; este es el mundo de la ciencia, la tecnología y el desarrollo.

Tristemente esto no es solo un problema para la gente del mundo occidental. Esta dicotomía o separación absoluta entre lo espiritual y lo físico es un principio central de lo que algunos llaman modernidad, y la modernidad rápidamente se está convirtiendo en una súper posición dominante en las culturas del mundo. La modernidad está profundamente arraigada en el sistema económico moderno y en la tecnología de la información contemporánea, ambos se extienden hasta allí donde se venda Coca Cola. Esta misma cultura de dicotomías se enseña en cada salón de clase, en donde el plan de estudios está basado en modelos educativos occidentales. Por lo tanto, todo profesional que no es occidental ha asimilado esta cosmovisión como una parte no expresada de su formación profesional.

Este marco de áreas de vida separadas también está profundamente arraigado en la parte occidental de la iglesia cristiana, en su teología y en el diario vivir de su gente. El domingo por la mañana o durante nuestro devocional o vida de oración, operamos en el área espiritual. El resto de la semana y en nuestras vidas profesionales, operamos en el área física y, por ende, conscientemente actuamos como ateos funcionales. Simplemente, ser cristianos no cura nuestra compresión dicotómica del mundo.

Las dicotomías de la cosmovisión moderna

Lesslie Newbigin (1989) ha mostrado cómo la separación moderna de los ámbitos físico y espiritual explica un amplio rango de las dicotomías modernas que prevalecen en la cosmovisión moderna. Por ejemplo, el mundo espiritual es la arena de la revelación sagrada, en la cual sabemos por creer. El mundo real en donde escuchamos, vemos, sentimos y tocamos es donde la observación científica nos permite conocer cosas con certeza. Fe y religión forman parte del mundo espiritual, mientras que la razón y la ciencia brindan las explicaciones en el mundo real. El mundo espiritual es un lugar interior, privado; el mundo real es un lugar exterior, público. Esto significa que los valores son un asunto privado de elección personal, que no tiene relevancia en la plaza pública en donde los políticos y los economistas reinan solos. Públicamente, solo tenemos que aceptar los hechos. Tristemente, la iglesia también ha sucumbido a esta cosmovisión moderna y se ha permitido a sí misma ser relegada al mundo espiritual, mientras que el Estado y otras instituciones humanas asumen la responsabilidad por lo que sucede en la vida cotidiana.

Espiritual

Material

Revelación y creencia

Observación y conocimiento

Fe

Razón

Religión

Ciencia

Privado y personal

Público

Valores

Hechos

Iglesia

Estado

Figura 1-1: Las dicotomías de la cosmovisión moderna

Separación de testimonio cristiano y acción social

La separación que hace la modernidad de los ámbitos físico y espiritual es parte de la explicación de cómo hemos llegado a entender el testimonio cristiano, y específicamente el evangelismo, como algo que no está relacionado con el desarrollo comunitario. Amar a Dios es trabajo espiritual y amar a los vecinos ocurre en el mundo material. Por lo tanto, el evangelismo (restauración de la relación de las personas con Dios) es trabajo espiritual, mientras que la acción social (restaurar relaciones políticas, sociales y económicas justas entre las personas) no lo es. En el análisis final, esta falsa dicotomía lleva a los cristianos a creer que un trabajo redentor de Dios ocurre únicamente en el ámbito espiritual, mientras que el mundo, aparentemente, se le deja al demonio.

Este entendimiento de dos niveles del mundo explica otro fenómeno curioso. Como portadores de modernidad, los gobiernos y la mayoría de las instituciones seglares de desarrollo occidentales separan la religión del desarrollo. Ellos aceptan la aserción de modernidad de que la Iglesia y el Estado deben estar separados porque tratan con ámbitos separados. Dado que la Iglesia entiende el evangelismo como una actividad apropiada para el mundo espiritual, mientras que la acción social —si es del todo una actividad apropiada para la Iglesia— es la respuesta apropiada en el mundo físico. La Iglesia acepta esta separación impuesta de lo que el evangelio sugiere que es inseparable.

La agencia de desarrollo cristiano no es inmune al fenómeno. Expresamos nuestro cautiverio a una cosmovisión moderna cuando decimos que ministerio holístico significa combinar evangelismo (satisfacer la necesidad espiritual) con ayuda y desarrollo (satisfacer las necesidad físicas) como si se tratara de actividades y ámbitos divisibles. Así que lo hacemos peor insistiendo en que la Iglesia o la parte de evangelismo de nuestra organización hacen lo primero, mientras que la acción de desarrollo hace lo segundo. Un número de grupos cristianos serios y cuidadosos están organizados de esta forma. Al hacerlo así declaramos el desarrollo independiente de la religión, algo que la mayoría de nosotros realmente no cree.

Separación de palabra, acto y signo

Paul Hiebert desarrolló un marco muy útil que compara las cosmovisiones de las culturas tradicionales y modernas. Él retrata la cosmovisión moderna como de dos niveles, con los mundos físico y espiritual completamente separados. La cosmovisión tradicional es holística, con los dos ámbitos interrelacionados en un todo transparente. El mundo de la religión alta está ocupado por los grandes dioses que no deberían de ser molestados o perturbados. La interrelación entre el mundo visible y el mundo invisible está mediada por chamanes, libros sagrados, espíritus y otros que tienen acceso a ambos mundos. Este es el mundo de maldiciones, amuletos y hechizos y otros intentos de negociar o “manejar el mundo invisible”.

Si bien el mundo moderno tiene algo que decir sobre la alta religión y sobre el mundo físico, nosotros no tenemos nada que decir al mundo de la religión popular. Sufrimos de lo que Hiebert llama “el centro excluido”.

Figura 12: Cosmovisiones Moderna y Tradicional (Adaptado de Hiebert, 1982)

Nosotros, en Occidente, ya no creemos en ancestros, espíritus, demonios ni actores invisibles. Después de todo, eso es pura superstición e ignorancia. Sin embargo, la mayoría de las culturas tradicionales pasan mucho tiempo preocupadas por este mundo invisible y ubican la causa y el efecto allí. El impacto de este centro excluido desde una perspectiva de desarrollo es un punto ciego. Fallamos al escuchar la historia de la comunidad sobre el mundo invisible y fallamos en tener respuestas que, en sus mentes, tomen adecuadamente este mundo en cuenta.

Para los cristianos, debería ser humillante notar que, aunque en modo alguno es lo mismo, la cosmovisión de la Biblia está más cerca de la cosmovisión de las culturas tradicionales que de la moderna. La cosmovisión bíblica es holística en el sentido de que el mundo físico nunca se ha entendido como desconectado o separado del mundo espiritual y la regla de Dios que lo creó. Además, Cristo —el creador, sustentador y redentor de la creación— está tanto en nosotros como intercediendo por nosotros a la diestra de Dios Padre. El hecho de que la Palabra se hiciera carne explota la afirmación de que lo espiritual y lo físico se pueden separar de manera significativa.

Es necesario hacer una aclaración: haber señalado el holismo en la cosmovisión bíblica y el hecho de que la mayoría de las cosmovisiones tradicionales son holísticas no es para decir que la cosmovisión bíblica es animista. Las cosmovisiones bíblicas y animistas son bastante diferentes, tal y como deja claro la comparación de la figura 1-2 y la figura 1-3. Existe un solo Dios en la cosmovisión bíblica; todos los demás seres espirituales son parte del orden creado y caído, al igual que los seres humanos.

Figura 13: Contraste de las cosmovisiones modernas y bíblicas

Esta comparación de las cosmovisiones también llama la atención al hecho de que las preguntas críticas cambian dependiendo del nivel en el cual se esté funcionando. El evangelio aborda la cuestión de la verdad con el evangelio como palabra: la verdad acerca de Dios. El evangelio aborda cuestiones de poder con el evangelio como signo: el poder del Espíritu Santo. En el nivel material del empirismo, la cosmovisión bíblica responde a la pregunta “¿Qué funciona?” con buenas obras que expresan el amor de Dios.

Esto revela otro nivel del problema que la modernidad causa a la misión cristiana. Cuando separamos lo espiritual de lo físico, no solamente separamos el evangelismo del desarrollo, sino que separamos el evangelio como palabra del evangelio como obra y no proporcionamos nada para el evangelio como signo. En el ámbito espiritual, la pregunta crítica es “¿Cuál Dios es el verdadero Dios?”, y la respuesta es una idea. Este marco nos habilita a reducir el mensaje del evangelio a la verdad en forma de propuestas, inclusive a un conjunto de “leyes espirituales”. Así, el testimonio cristiano se reduce a palabras y a hablar.

Al nivel del mundo físico, la pregunta es “¿Qué funciona?”. La respuesta viene en forma de métodos efectivos y buena tecnología. Las obras son lo real. Entonces, así reducimos el mensaje del evangelio y el evangelismo a trabajar por la justicia o a salvar la creación de Dios.

Separar el evangelio como palabra, el evangelio como obra, y el evangelio como signo tiene serias consecuencias. En culturas en las que las palabras han perdido su significado, como es por lo general el caso en Occidente, las obras son necesarias para verificar lo que las palabras realmente significan. Decir que somos cristianos es ambiguo, dado que casi todos en Occidente afirman ser cristianos. Si queremos saber lo que las personas quieren decir cuando dicen que son cristianas, miremos la calidad de sus vidas. La forma en que vivimos y actuamos declara a otros lo que queremos decir cuando decimos que somos cristianos.

En otras culturas las obras pueden ser ambiguas. Ya sea que hablemos o no, las personas reciben un mensaje. Descubrir agua en el desierto es un milagro, y las culturas animistas a menudo interpretan la tecnología que la encuentra como magia y brujería. La investigación realizada por Bruce Bradshaw (1993) descubrió esto repetidamente en un trabajo de desarrollo de Visión Mundial. En opinión de los lugareños, Visión Mundial tiene destacados adivinos y poderosos chamanes entre su personal. La tecnología del desarrollo, sin las palabras que lo acompañan para interpretar sus buenas obras, puede dar como resultado que se otorgue la gloria a los científicos e hidrólogos del suelo inteligentes o “mágicos” en lugar de a Dios.

También debemos señalar la forma inadecuada en que la cosmovisión moderna aborda los signos. Debido a que no hay lugar para la aparición de lo sobrenatural en el mundo físico, no existe espacio para signos y milagros. Para la mayoría de los animistas, la pregunta existencial tiene poco que ver con la verdad; tiene que ver con el poder. Como la causa se ubica en el mundo invisible o espiritual, la pregunta vital es “¿Cuál dios es más poderoso?”. El hecho de que los carismáticos y los pentecostales tengan una respuesta para esta pregunta es una parte importante de la razón por la que, hoy día, son la expresión de mayor crecimiento de la iglesia. La incapacidad de lo moderno para tratar con signos y milagros dificulta mucho a los portadores de modernidad, como profesionales de desarrollo, poder llevar a cabo conversaciones importantes con personas que tienen una cosmovisión tradicional o animista. El profesional de desarrollo piensa que las personas están enfermas a causa de gérmenes y agua sucia, mientras que las personas creen que están enfermas a causa de maldiciones y brujería.

Por lo tanto, al abordar el mensaje del evangelio, nosotros no podemos separar palabra, obra y signo sin truncar nuestro mensaje. Las palabras aclaran el significado de las obras. Las obras verifican el significado de las palabras. Desde un punto de vista más crítico, los signos anuncian la presencia y el poder de Uno que es radicalmente otro y que es tanto la verdadera fuente de todas las buenas obras como el autor de las únicas palabras que traen vida en plenitud.

Limitación del alcance del pecado y el evangelio

Como hemos tendido a aceptar la dicotomía entre lo espiritual y lo físico, a veces inadvertidamente limitamos el alcance tanto del pecado como del evangelio. Si la preocupación de Dios es solo por lo espiritual, entonces reducimos nuestra comprensión del pecado a algo personal que separa a las personas de Dios. Esto, a su vez, nos tienta a reducir únicamente el alcance de la redención al ámbito espiritual o personal. Esto hace difícil entender el impacto del pecado en el mundo material de la economía, política, cultura y la Iglesia como una institución e incluso hace más difícil creer que el trabajo de redención y salvífico de Dios se extiende a este confuso mundo de pecado. Sin embargo, este es el mundo en el que trabaja la acción de desarrollo cristiano.

Al limitar el ámbito del pecado al alma de una persona, de forma inadvertida también limitamos el alcance del evangelio. Necesitamos transformar esta forma de pensar. La regla de Dios se extiende tanto a lo espiritual como a lo material; el trabajo redentor de Jesucristo es necesario en donde haya penetrado el pecado. Esto significa que debemos redefinir nuestro conocimiento de la salvación para ser más inclusivos u holísticos sin perder su significado en términos de restauración de nuestra relación con Dios.

Revelación y observación

La dicotomía en la cosmovisión moderna crea problemas en términos de cómo conocemos las cosas. La revelación es la forma en que conocemos cosas en el ámbito espiritual, mientras que la observación y la razón son las formas aceptadas de conocimiento en el ámbito físico. La dicotomía moderna entre revelación y observación oculta algunas cosas interesantes.

Primero, la fuente de conocimiento es diferente. La revelación proviene de Dios hacia nosotros. La observación y la razón la hacemos por nuestra propia cuenta y, si no somos cristianos, sin ninguna preferencia hacia Dios. Los cristianos que separan el ámbito físico y el ámbito espiritual tienden a estar centrados en Dios en sus vidas espirituales, y en lo humano cuando piensan y actúan en el mundo físico. Para nuestro trabajo espiritual nos dirigimos a la iglesia y a nuestras Biblias; para el trabajo de desarrollo, pasamos a las ciencias sociales. Esto explica en gran medida por qué las prácticas de desarrollo de las agencias de desarrollo cristiano a menudo se sienten “seglares”.

En segundo lugar, la oración, ayuno, meditación y otras formas de espiritualidad son actividades relegadas a conocer cosas del mundo espiritual. Fallamos entonces en ver la espiritualidad como una herramienta para conocer o trabajar en el mundo real. Unos cuantos trabajadores de desarrollo cristiano entienden que el discernimiento espiritual es un elemento clave de la planificación de programa y de monitoreo y evaluación. Algunos trabajadores de desarrollo entienden que la oración y el ayuno son herramientas para la transformación humana o para trabajar por la justicia. En el mejor de los casos, la oración es una comunión personal e interna con Dios o una solicitud a Dios para una intervención extracurricular de “entrar y salir” del mundo real. Por otro lado, Dios y la revelación de Dios no se consideran pertinentes a nuestro análisis social y lo que nos queda es interpretar nuestro mundo por cuenta propia.

Habiendo explorado el problema que la modernidad presenta para el profesional cristiano que busca promover el desarrollo transformador, debería ser más fácil entender por qué este libro sigue la trayectoria que sigue. En cada capítulo, desde el relato bíblico hasta los principios y la práctica, he intentado superar este punto ciego y sugerir respuestas o señalar el trabajo adicional que debe realizarse.

La trayectoria de este libro

La evolución de la idea de desarrollo

El capítulo dos inicia trazando el surgimiento de la idea de que nuestro mundo es algo que podemos mejorar. Hay muy pocos cambios en el mundo en términos de población, riqueza y salud hasta principios del siglo XIX. La vida era dura. El mundo era un lugar inseguro donde la sobrevivencia era una tarea diaria. Casi todos eran tan pobres como los de las partes más pobres del sur de hoy día. La idea de mejorar la parte material de la condición humana no existía.

Con un cambio radical en la trayectoria de la historia económica, alrededor del 1800 surgió un amplio rango de ideas nuevas: creación de riqueza, mercados como sistemas, personas comunes como contribuyentes creativos, y la idea de que el mundo de Dios se podría mejorar con la creatividad humana. La ciencia y la tecnología surgieron como formas de crear riqueza y aumentar el bienestar humano. En Occidente, las mejoras materiales en la condición humana fueron rápidas; más recientemente, China, India, Brasil e Indonesia han asumido esta misma trayectoria. Tristemente, esto es menor en el caso en África y Asia Central. Si bien este proceso fue muy desigual y algunos se beneficiaron mucho más que otros, el cambio histórico fundamental que tuvo lugar a principios del siglo XIX es un hecho histórico que dio lugar a la creación de la idea que ahora llamamos desarrollo o erradicación de la pobreza.

La idea de desarrollo como erradicación de la pobreza dirigida a las naciones pobres surgió después de la Segunda Guerra Mundial, en gran medida como un producto de las naciones occidentales que estaban enfrentando un mundo de Guerra Fría. Por décadas, el desarrollo significó convertirse en algo como el “moderno” Occidente y se medía en términos de crecimiento económico. Para la década de 1990, se estaba ampliando este modelo económico de desarrollo con el objeto de incluir también el desarrollo social.

El capítulo dos resume entonces las voces actuales más importantes en la conversación de desarrollo que se está llevando a cabo dentro de las Naciones Unidas y entre gobiernos y ONG internacionales. Actualmente el escenario está dominado por el marco predominantemente moderno de Jeffrey Sachs y su End of Poverty (Fin de la pobreza, 2005), el marco más posmoderno de William Easterly y su White Man’s Burden (La carga del hombre blanco, 2006), y el paquete de soluciones más ecléctico y pragmático ofrecido por Paul Collier en The Bottom Billion (El billón del fondo, 2007). También presento tres importantes voces del sur. Amartya Sen, un economista de desarrollo ganador del Premio Nobel, es responsable del cambio de la conversación de desarrollo global de crecimiento económico solo con su libro Development as Freedom (Desarrollo como libertad, 1999). Hernando de Soto es un influyente economista peruano que escribió dos libros seminales: The Other Path (La otra ruta, 1989) y The Mystery of Capital (El misterio del capital, 2000). Muhammad Yunus es un ganador del Premio Nobel por su trabajo pionero en microcrédito, y autor de Creating a World without Poverty (Creando un mundo sin pobreza, 2009). Estas ofertas brindan enfoques para la erradicación de la pobreza que son seglares y materialistas, basados en la premisa de que los seres humanos pueden salvarse a sí mismos. Sin embargo, están moldeando la conversación de desarrollo hoy día e influyendo en las prioridades del donante, y por eso tenemos que estar al tanto de ellos.

El relato bíblico

Antes de entrar en una conversación sobre pobreza y desarrollo, nos detendremos para ver un capítulo sobre teología. Si el desarrollo transformador tiene que ser bíblico, entonces necesitamos desarrollar un marco bíblico que informe las siguientes discusiones sobre teoría y práctica del desarrollo.