GuíaBurros El poder del perdón E-Book

Rubén Legidos

• Herausgeber: Editatum
• Kategorie: Religion und Spiritualität
• Sprache: Spanisch
• Veröffentlichungsjahr: 2019

Beschreibung

Vamos por el mundo sembrando y acumulando rencores y a veces no nos detenemos a pensar en que estos envenenan el alma y se presentan como obstáculos para alcanzar los éxitos deseados. Actúan como barreras infranqueables que nos impiden vivir en armonía con el entorno y disfrutar de la propia existencia con plenitud. Esta obra nos presenta el perdón como un acto al que no encontramos una lógica racional y lo trata como una decisión que va más allá del entendimiento humano. "El perdón cae como lluvia suave desde el cielo a la tierra. Es dos veces bendito; bendice al que lo da y al que lo recibe". – William Shakespeare. Dramaturgo, poeta y actor inglés.

Leseprobe

GuíaBurros El poder del perdón

Sobre el Autor

Rubén Legidos es natural de la ciudad de Almansa, en la Provincia de Albacete (España). Nacido en 1988, ha realizado estudios de Teología en varias instituciones y confesiones cristianas desde la Facultad Internacional de Estudios Teológicos, hasta la Universidad Pontificia de la Compañía de Jesús “Comillas”. Esto le dota de una vocación de un sempiterno theologia studere, tal y como lo definía F. Schleiermacher. Fue educado en una familia de fe protestante y ha colaborado en varias instituciones, principalmente en la Iglesia anglicana. Sus investigaciones se enfocan principalmente en el ámbito de la teología y su relación con la masonería y su espiritualidad. Es co-autor de la obra Y las montañas se movieron... Y la edición de Krause, sus escritos masónicos. Autor del libro Mormonismo y masonería. La inspiración masónica de Los Santos de los Últimos días. Coordinó el I Simposio en la Sede la Universidad de Alicante con el tema: “Masonería y protestantismo, relaciones”.

Dedicado a la persona más fuerte que conozco: yo.

Quiero dar las gracias a todas esas personas que me ayudaron a escribir este libro haciéndome experimentar la ofensa, posibilitándome así la opción de perdonar o no.

A Goofy, que, pese a ser un perro, es la mejor persona que jamás he conocido.

Este libro también lo dedico con cariño a todos los miembros de mi familia, aunque habrá que informarles de esta dedicatoria.

Dedicado a Sunay, sin quien yo nada sería. Ella me conforta y consuela siempre, nunca se queja ni interfiere en nada, no pide nada y lo da todo, y, además, escribe mis dedicatorias.

Y por último, a la cafeína y el azúcar, mis compañeras en muchas largas noches de escritura.

En definitiva, mi dedicatoria es para las personas queridas en quienes vivo.

Advertencia para el lector

«Hay libros cortos que, para entenderlos como se merecen, se necesita toda una vida”.

“El perdón cae como lluvia suave desde el cielo a la tierra. Es dos veces bendito; bendice al que lo da y al que lo recibe.”

William Shakespeare

Prólogo

Hace muchos años, allá en nuestra infancia, un muy querido y recordado maestro de primaria nos solía repetir con cierta asiduidad que únicamente podemos decir que un libro es bueno cuando, solo con el título, es capaz de evocar recuerdos y suscitar sentimientos profundos en sus potenciales lectores. Tenía razón.

Al recibir la galerada de la obra de Rubén Legidos titulada El poder del perdón, con la solicitud personal del autor de que redactásemos su introducción, lo primero que nos ha venido a la mente ha sido el recuerdo de unas palabras, de unas declaraciones tajantes expresadas en Televisión Española el 7 de febrero de 1996 por un conocido político vasco del momento, Enrique Mújica Herzog, como respuesta al brutal e injustificado asesinato de su hermano Fernando, perpetrado el día anterior por el grupo terrorista ETA: “Pese a todo lo que se espera que se diga en estas ocasiones, yo ni olvido ni perdono”. ¿Rencoroso, tal vez? Sin duda, algunos lo pensaron. ¿Quizás cruel? Puede que no faltara quien lo dijera. ¿Por qué no incivilizado? ¿O mejor, ”Políticamente incorrecto”, que diríamos hoy? Nada de todo ello, en realidad. Simplemente humano, y muy humano, pues tal es la actitud natural, y hasta nos atreveríamos a decir, lógica, que se puede esperar de cualquier miembro de nuestra especie frente a una injusticia o un daño irreparable perpetrado con premeditación y alevosía, o dicho en román paladino, por pura maldad.

Lo cierto es que con esta obra titulada El poder del perdón, Rubén Legidos no se limita a suscitar sentimientos o evocar recuerdos. Con su estilo vivo, directo, nos lanza el guante de un desafío imposible de rechazar —¿se aceptaría entre personas civilizadas un desprecio sistemático de la idea del perdón?—, al mismo tiempo que gravemente arriesgado —¿se atreverá alguien a decir que es fácil perdonar, que de hecho se puede perdonar realmente, con todas las consecuencias que de ello se derivan?—, para lo cual nos introduce de lleno, o mejor dicho, nos arroja de cabeza a un triple terreno, el de la filosofía, la psicología y la teología, pues las tres disciplinas tienen mucho que decir sobre este asunto.

La razón de todo ello es fácil de comprender: el perdón constituye una respuesta realmente sorprendente a una de las cuestiones más complicadas a las cuales se ha enfrentado el pensamiento humano desde sus orígenes, el problema del mal, la constatación de la existencia del mal en el mundo y, sobre todo, en nuestra propia especie (mal físico y mal moral, con todas las divisiones y subdivisiones que se puedan aplicar a esta cuestión). Y todo hay que decirlo, no es precisamente una respuesta demasiado racional, más bien hace añicos muchos de los planteamientos razonables que las civilizaciones han venido colocando sobre el tapete cuando han querido enfrentar el gran dilema y ofrecer soluciones. Rubén Legidos lo indica muy bien cuando hace hincapié, prácticamente desde el principio de su obra, en el hecho de que el perdón verdadero no consiste en meras fórmulas de cortesía socialmente aceptadas y reguladas, o en amnistías mejor o peor concedidas por la autoridad competente, ni siquiera en un olvido de los daños sufridos. Supone algo más, un acto prácticamente heroico de la mente y de la conciencia.

Nunca resulta fácil presentar una síntesis del pensamiento de las figuras más descollantes de la historia en relación con un asunto tan arduo como es la realidad del mal y la respuesta, por descabellada que parezca, que constituye el perdón. Pero esta obra de Rubén Legidos logra hacerlo y hacerlo bien, de manera que su trabajo se muestra asequible para introducir en esta parcela de la reflexión humana a un público de cultura media, al mismo tiempo que convida a la meditación y al replanteamiento del tema a quienes ya están avezados a lidiar con él. En sus páginas encontramos las disquisiciones sobre el mal individual y social de las figuras señeras del pensamiento universal que son los grandes maestros helenos Sócrates, Platón y Aristóteles, para concluir con autores más actuales, más internacionales, entre los cuales figuran Schopenhauer, Zubiri o Santa Teresa de Calcuta, sin que falten, lo cual constituye un gran acierto, claras menciones de obras literario-filosóficas como las ya clásicas Crimen y castigo de Dostoievsky o El proceso de Kafka. Incluso alude, y con motivos más que sobrados, a la película La cabaña basada en una historia de William Paul Young. Todo un mundo de ideas que bullen, que se entrecruzan, que se disputan entre sí la primacía, y que responden a las inquietudes y la experiencia particular de quienes las formulan. El mal que es fruto de la ignorancia de los hombres, según la escuela socrática, no comporta la misma percepción que hallamos en el alemán decimonónico Schopenhauer; la injusticia brutal, casi inhumana, que leemos en la obra de Kafka no es idéntica, ni en su planteamiento ni en su solución, a la que presenta la mencionada novela de Dostoievsky, ni tampoco a la que encontramos en la desgarradora correspondencia de una Madre Teresa que llega a cuestionar su propia fe ante la realidad del dolor, o en las cristianas reflexiones de Zubiri. La realidad del mal es inexorable, se mire desde donde se mire, aunque no se conceptúa siempre del mismo modo.

De ahí la necesidad del perdón. Ilógica, sí; no natural; ni siquiera racional, pero ineludible. No perdonar significa un estado de violencia permanente que arrastra a culpables e inocentes por igual, que no distingue a la larga, y a la corta, entre víctimas y verdugos. La historia está llena de ejemplos.

Sin embargo, y he aquí la clave del gran valor de este libro, Rubén Legidos apunta a algo más que meras teorías filosóficas o simples axiomas de la psicología. Humano como es él mismo y por ello conocedor en sus propias carnes de la realidad del daño y del dolor físico y moral, invita al lector a dirigir su mirada hacia otra dimensión, aquella que solo es accesible a los creyentes seguidores de Jesús de Nazaret. Es cierto que las distintas religiones de la tierra, antiguas y modernas, han procurado hacer frente al problema del mal, especialmente del mal moral, del mal gestado y cultivado entre los hombres, y ello de múltiples maneras. Con una rápida visión de las más destacadas de todos los tiempos, Rubén Legidos impregna su disertación sobre el mal moral con el espíritu de Jesús. Sin entrar en disquisiciones teológicas que sobrepasarían con mucho los límites que él mismo se ha impuesto, destaca el valor del perdón en las enseñanzas del Nazareno, todo lo que ello implica y que no disiente de lo que la moderna psicología establece sobre el mismo asunto. Pero el mensaje de Jesús no precisa de apoyos externos; es firme por sí mismo, se cimenta en la propia persona del Maestro de Nazaret y exige el perdón como conditio sine qua non de la verdadera realización del ser humano. Perdonar significa liberarse de todo aquello que esclaviza y aherroja la mente de quien ha sufrido una injustica o un agravio, aunque sea irreparable. El propio Jesús ejemplifica ese perdón en su vida y hasta en su muerte.

En definitiva, el ensayo El poder del perdón de Rubén Legidos es lo que podríamos tildar sin temor a equivocarnos una obra esencialmente oportuna en los momentos históricos que vivimos, y particularmente necesaria. Mil seiscientos años de civilización cristiana no han sido suficientes todavía, a lo que parece, para educar a las gentes en una filosofía del verdadero perdón, del perdón que redignifica al ofensor y al ofendido. Esperamos que la difusión, la lectura y la reflexión de este trabajo, redactado con esmero y hasta con cariño, contribuya a ir eliminando el espíritu de revancha y de venganza que atormenta a tantos conciudadanos nuestros, y los conduzca a la verdadera libertad.

Juan María Tellería Larrañaga

Profesor y Decano Académico del Centro de Investigaciones Bíblicas (CEIBI)