GuíaBurros: Medicina Ayurvédica - Rafael Santamaría - E-Book

GuíaBurros: Medicina Ayurvédica E-Book

Rafael Santamaría

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  • Herausgeber: Editatum
  • Kategorie: Ratgeber
  • Sprache: Spanisch
  • Veröffentlichungsjahr: 2021
Beschreibung

El ayurveda, la medicina milenaria de la antigua India, es la ciencia de la vida y la longevidad. Como parte de la filosofía védica, sostiene que tanto el universo como el ser humano están originados en un campo de conciencia e inteligencia y que mantener una conexión sin obstáculos con este campo fundamental constituye un elemento esencial para el equilibrio y la salud. Para el ayurveda toda la psicofisiología es regulada a través de tres principios operativos denominados doshas que son responsables de la salud y de la enfermedad. Es crucial, por tanto, prevenir su desequilibrio a través del yoga, la meditación y de una alimentación y estilo de vida acorde a la propia constitución y a los ritmos de la naturaleza. Esta obra, realizada por un especialista en medicina, te acerca de forma clara y rigurosa a la ciencia del ayurveda y te invita a desarrollar todo tu potencial de salud.

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Seitenzahl: 126

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GuíaBurros: Medicina Ayurvédica

Sabiduría ancestral de la India para la salud y la longevidad

Rafael Santamaría

www.medicinaayurvedica.guiaburros.es

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Sobre el autor

Rafael Santamaría es licenciado en Medicina y Cirugía y especialista universitario en Medicina Psicosomática, Psicología de la Salud e Hipnosis clínica. Es médico acreditado en TMNC (Terapias médicas no convencionales) por el Ilustre Colegio Oficial de Médicos de Alicante y Médico homeópata por el Instituto Mexicano de homeopatía y la Federación Española de Médicos Homeópatas (FEMH).

Profesor de Yoga por “Estudio y transmisión del yoga”(ETY) y Master Yoga Teacher por Yoga Alliance International. Es también diplomado en ayurveda.

Vinculado desde joven con el mundo del yoga y la espiritualidad, practica la meditación desde hace 40 años. Ha realizado cursos avanzados y retiros de meditación fundamentados en la tradición védica y el yoga, pero también en otras tradiciones meditativas.

Como formador de profesores de yoga, aporta la visión profunda de textos clásicos como los Yogasutras de Patanjali desde una perspectiva integradora con los conocimientos modernos de la neurociencia contemplativa y también del ayurveda a la luz de los conocimientos actuales de la medicina moderna.

Es autor, en esta misma colección, del libro GuíaBurros: Meditación. Una guía para serenar la mente y desarrollar la atención.

Dirige desde 1995 ALAYA Clínica Nature Institute un centro vinculado a la práctica clínica de la Medicina Integrativa y a la docencia de la meditación, el yoga, la medicina mente-cuerpo y la salud integrativa. Mas información en las webs:

www.alayaclinica.com

www.alaya.institute

Agradecimientos

A Maharishi Mahesh Yogi, por restaurar el papel fundamental de la Conciencia en el ayurveda y por ser una Luz en mi camino.

A mi padre Vicente y a mi abuelo Salvador, médicos, que despertaron en mí el interés por la salud y la curación y me trasmitieron sin palabras, la humanidad que el arte y la práctica de la medicina exigen.

A Rajna, que compartió tanta vida conmigo y me enseñó, en sus últimos momentos, el amor y la humildad que todo médico debe cultivar ante el misterio de la vida y la muerte.

A mis compañeros de profesión, y a todos mis pacientes y alumnos, fuente constante de aprendizaje.

Introducción

Hoy en día es fácil encontrar abundante bibliografía en español sobre medicina ayurvédica, así que cuando se me planteó la propuesta de escribir un libro sobre ayurveda, me pregunté ¿por qué sumar entonces un libro más? ¿Y por qué hacerlo además con el condicionante de un formato tan pequeño destinado a ser apenas una guía básica?Suponía un reto condensar tanta sabiduría antigua en tan poco espacio y tratar al mismo tiempo de no repetir lo que tantos otros libros ya ofrecen.

Reflexioné también sobre aquellos libros de ayurveda traducidos a nuestro idioma que sin embargo, no favorecen una comprensión fácil, ni adecuada para todo el mundo, de la esencia de esta antigua ciencia. Presentan además, propuestas, que hechas en otro tiempo y para otros hábitos de vida, pueden ser difíciles de aplicar, si antes no han sido debidamente actualizadas.

Todo ello me motivó a escribir este libro con un objetivo bien claro: mostrar, a través de la ventana del ayurveda, un paradigma nuevo para muchos, pero ancestral en el tiempo, que nos trae una cosmovisión diametralmente opuesta a nuestra concepción materialista de la vida y a nuestra limitada visión de la salud y la enfermedad. Un paradigma que alberga una ciencia que nos invita a ampliar nuestra conciencia y a profundizar la comprensión de quienes somos y del mundo que habitamos.

Y es que la conciencia, como verás, resulta ser el factor más crucial, importante y fundamental para la vida y para la salud.

Este libro se gesta en abril del 2021. Corren tiempos difíciles. Numerosos sectores de la sociedad están afectados secundariamente a una crisis sanitaria global que aqueja a buena parte del mundo. Pandemia, coronavirus, vacunas, restricciones de movilidad, estado de alarma, colapso de servicios sanitarios, mascarillas, cierre de negocios, aislamiento, soledad, miedo, dolor, rabia… nos hemos enfrentado a todo ello desde hace más de un año. Y no parece fácil ni cercana, la solución definitiva, pues hay demasiados efectos colaterales en esta pandemia y demasiados flecos en las soluciones propuestas hasta la fecha.

Pero quizás, si volvemos la vista atrás, mucho más atrás de lo que en principio podamos imaginar, y si permanecemos abiertos de mente a lo que encontremos, quizás entonces, una nueva luz ilumine el presente. Una luz que proviene de otro paradigma, de otra forma de entender al hombre y al mundo, y qué duda cabe, a la salud y a la enfermedad. Una luz que nos permita ver el bosque que los árboles no nos dejan ver.

Es fácil quedar ofuscados por la magnitud del “texto”, perdiendo de vista que el “contexto” es tanto o más importante. Por ejemplo, hoy sabemos, que la influencia de la genética es más pequeña de lo que se creía y que no son los genes per se quienes determinan una característica fisiológica o patológica, sino la “expresión” de dichos genes. Un gen que no se expresa, que permanece dormido o apagado, no puede manifestar la información que codifica. Surge entonces la pregunta ¿qué determina que un gen se active o no? y la respuesta es, el contexto, es decir el estilo y las condiciones de vida, que generan las influencias necesarias para encender o apagar determinados genes. A estas influencias las conocemos hoy como epigenética. El “texto” –la genética– es poco relevante sin el “contexto” –la epigenética–. Así pues, para que se desarrolle o manifieste cualquier enfermedad, es necesaria la confluencia de varios y múltiples factores, no solo en cuanto al supuesto agente causal o etiológico, sino sobre todo a las condiciones del huésped. La situación de éste cobra mucha más relevancia que la “causa externa desencadenante” y determina el curso y la gravedad de la patología.

La enfermedad de la COVID-19 es una enfermedad multisistémica que afecta a numerosos órganos y sistemas, entre ellos al pulmón, los cuales se dañan, no tanto por la acción citotóxica del virus, sino por la respuesta exacerbada (tormenta de citoquinas) de un sistema inmune disfuncional que ha respondido de manera anómala a la infección. ¿Qué determina, entonces, la mayor o menor afectación multisistémica y la gravedad de la enfermedad? No es difícil deducir que la respuesta correcta es el “contexto”, el huésped –su estado de salud, edad, comorbilidad, nutrición, bienestar emocional, presencia de inflamación de bajo grado, etc.– es quien determina el curso y desenlace de la COVID-19 y no el virus en sí mismo.

Hace unos 2200 años, en el Manual de Medicina Interna del Emperador Amarillo, se decía lo siguiente:

“Administrar medicamentos para tratar enfermedades que ya se han declarado y eliminar síntomas que ya se han desarrollado es como empezar a excavar un pozo cuando ya se tiene sed o ponerse a fabricar armas cuando ya se ha entrado en combate. ¿Acaso no es demasiado tarde para emprender tales acciones?”.

Es evidente que en aquellos tiempos, la Medicina Tradicional China no disponía de los medios terapéuticos y farmacológicos de la medicina occidental actual. Entonces, ¿qué los llevó a enunciar semejante concepto, propio de la medicina preventiva más avanzada? Parece evidente que debían saber mucho más de lo que pensamos acerca del “contexto”, de aquellos factores que, aun siendo ajenos a la causa directa de la enfermedad, eran determinantes en la vulnerabilidad o resistencia a la misma.

Por su parte, el ayurveda, la antigua ciencia de la salud y la medicina de la India antigua, de la India védica, conocía bien el principio de la yukti1 que asemeja el proceso de enfermar en la medicina, con la siembra en la agricultura, donde para obtener una cosecha, hace falta una semilla fuerte y sana, una buena tierra, el agua necesaria, y las condiciones climatológicas adecuadas. Si falla alguno de estos factores la cosecha no llegará a buen término.

El principio de la yukti hace por tanto referencia a que toda enfermedad es multifactorial y que no debemos tener un punto de vista reduccionista.

Así pues, intentar buscar una solución centrada solo en el agente causal, el “texto”, sin tener en cuenta apenas el “contexto” –la persona y el entorno en el que se desenvuelve–, no parece mostrar la comprensión profunda que medicinas ancestrales tenían de la salud y la enfermedad. No olvidemos que la medicina oficial, occidental, científica, es relativamente joven con poco más de 200 años desde que se consolida como tal. Muy lejos, por tanto, de los miles de años que tienen las dos medicinas recién mencionadas.

Esta antigüedad y la ausencia de tecnología y del método científico tal y como lo conocemos, puede llevar a argumentar que el ayurveda y otras medicinas tradicionales, no son medicinas científicas, sino sistemas médicos empíricos o mágico religiosos. Sistemas que son desdeñados y desprestigiados por la todopoderosa ciencia. Mas si pensamos de esta manera estaremos cometiendo un error de acuerdo con la definición que Pedro Laín Entralgo2 expone en su Historia de la Medicina3 acerca de los sistemas médicos de atención al enfermo, y en concreto a las características propias de los sistemas técnico-científicos:

“El técnico…que resulta de la conjunción de dos exigencias básicas, hacer algo sabiendo racionalmente qué se hace y por qué se hace lo que se hace, y referir este doble saber al conocimiento, también racional, de la naturaleza de la enfermedad y del remedio”.

Qué duda cabe que la medicina ayurvédica, cumple bien estos requisitos y es por derecho propio, una medicina técnico-científica que se inscribe, sin embargo, en un paradigma4 bien distinto a nuestro paradigma occidental y actual. Thomas Samuel Kuhn, historiador, filósofo de la ciencia y doctor en física, amplió el término paradigma al: “conjunto de prácticas (prescripciones) que definen una disciplina científica a lo largo de un período determinado”.

Así podemos decir, que un paradigmaes, en su más amplio sentido, toda constelación de creencias, valores, experiencias, técnicas etc. sobre una esfera específica de la vida, que comparten los miembros de una comunidad o cultura dada. Es más, el paradigma no es solo una manera particular de entender la vida y el mundo, sino un modo determinado de actuar sobre la realidad que en él se codifica.

Definitivamente el ayurveda tiene una visión muy distinta a la nuestra, de percibir y entender la salud y la enfermedad, el hombre y la naturaleza. Su código de lectura no es por ello menos certero, racional y científico. Su visión le lleva a actuar bajo sus propias premisas, obteniendo resultados evidentes, aunque su modo de operar sea incomprensible desde la perspectiva de la medicina occidental que usa otro lenguaje, otra lectura, otro paradigma en definitiva. Si pretendes acercarte al ayurveda, necesitas cambiar tu código de lectura y aprender un lenguaje nuevo, que te permita contemplar la salud y la enfermedad, el hombre y el universo desde una perspectiva diferente. Necesitarás observarte y entenderte con nuevas premisas. Y ese conocimiento te dará también, a través de sencillos cambios en tu vida, la posibilidad de modificar, modular y encauzar la inteligencia innata que habita dentro de ti y que mantiene tu equilibrio, siempre y cuando, fluya sin obstáculos ni resistencias.

El ayurveda es una ciencia sensorial. Su visión y su modo de operar, es a través de cualidades que pueden ser percibidas a través de los cinco sentidos: oído, tacto, vista, gusto y olfato. Tendrás, por tanto, que empezar a sentir más el mundo en lugar de solo pensarlo y analizarlo. Ello supone una gran ventaja, porque el ayurveda habla el mismo lenguaje que tu fisiología, y está hecho de la misma pasta que tú y la naturaleza toda. Su código de lectura es el lenguaje de la creación y de cómo la conciencia se convierte en mente y fisiología.

» FUNDAMENTOS DEL AYURVEDA.Capítulos del 1 al 6. En ella se esbozan algunos de los principios que rigen esta ciencia, y que desde mi punto de vista son esenciales para comprender de manera lógica, fácil y coherente la segunda parte. Asimilando bien estas ideas básicas, no necesitarás aprender de memoria sus diferentes recomendaciones prácticas, pues ellas podrán ser deducidas con relativa facilidad.

» RESTAURAR LA PSICOFISIOLOGÍA. Capítulos del 7 al 9. En estos capítulos se expone, brevemente, los mecanismos que nos llevan a perder el equilibrio y la salud y aquellos medios a nuestro alcance, que nos permiten, a través de ciertos cambios en nuestra actitud, alimentación y estilo de vida, mantener la salud y recuperarnos de los desequilibrios cotidianos.

Lo expuesto en este libro, lejos de abordar la extensión y complejidad de la medicina ayurvédica, tiene como única función concienciarte de que tienes la responsabilidad y la posibilidad, el deber y el derecho, de mantener tu propia salud. Su pretensión es solo abrir una puerta por la que puedas vislumbrar una nueva dimensión acerca de ti, la salud y el mundo. Si este libro despierta tu curiosidad y tu motivación para cruzar esa puerta y profundizar en la compresión y la aplicación del ayurveda, habrá cumplido su propósito.

En ningún momento pretende sustituir el criterio, diagnóstico y tratamiento de un profesional sanitario cualificado, en el caso de enfermedades y trastornos concretos, por lo que, si es tu situación, consulta siempre con tu médico sobre la idoneidad de introducir ciertos cambios en tu vida.

Capítulo 1. El paradigma védico

Como hemos visto, un paradigma es un modelo de la realidad, un código de lectura que te permite percibir, comprender e interactuar con la “realidad” que describe, realidad que, no olvides, siempre supera a cualquier modelo que de ella podamos elaborar.

El paradigma védico, en el que se sustenta el ayurveda, es claramente diferente al paradigma científico occidental. Comprenderlo bien, es esencial para ver el alcance de la medicina de la antigua India.

El Veda

Veda, etimológicamente se deriva de la raíz “ved”,que significa ver, conocer. Veda es, por tanto, conocimiento.

Hoy en día podemos encontrar con relativa facilidad los textos que componen la literatura védica, una vasta colección de libros acerca de todo. Y cuando digo todo me refiero a los tres componentes del acto de conocer: el sujeto que conoce, la materia u objeto conocido y el proceso de conocer que relaciona ambos.

No tenemos certeza histórica de cuándo el conocimiento védico se convirtió en una inmensa biblioteca escrita, mucho más grande de lo que puedas imaginar. Sin embargo el Veda es mucho más que una vasta colección de libros acerca del conocedor, lo conocido y el conocer. En palabras de Maharishi Mahesh Yogi5:

“El verdadero significado de la palabra veda no es una colección de libros provenientes de la antigua India como es comúnmente asumido por la mayoría de los eruditos occidentales u orientales. Es algo enteramente diferente. Veda significa conocimiento. Conocimiento total de toda la vida. El Veda está presente en cada punto de la creación. Es el campo subyacente de conocimiento puro, de Conciencia Pura, desde el cual emerge toda la diversidad”.

Y esto implica, no solo una nueva visión del Veda, sino además, una clara diferencia con el paradigma occidental, donde la conciencia es solo un epifenómeno del cerebro. Sin este órgano, consecuencia de la evolución biológica de las especies, no se concibe la existencia de la mente ni de la conciencia. La conciencia es, por tanto, un logro, un fruto de la complejidad evolutiva de la biología, una consecuencia, en definitiva, de la materia.

Pero en el paradigma védico,