La batalla de la educación Argentina - Lucas Laucieri - E-Book

La batalla de la educación Argentina E-Book

Lucas Laucieri

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Beschreibung

Indagar en la educación de nuestro país en la actualidad debería ser pensar en un sistema que está atravesando muchos problemas. Desde la visión de un docente, este libro analiza las problemáticas que atraviesan a las escuelas en la actualidad y hacia el futuro, sin mirar hacia otro lado, aceptando que es difícil encontrar un norte con estudiantes que no aprendan y escuelas que han quedado en el tiempo. Las diferentes historias del autor se van entrelazando con los aspectos más importantes que plantea el libro, lo que lo hace interesante para disfrutar de una lectura rápida y entretenida sobre algunos de los temas cruciales que desde hace décadas ponen en jaque un sistema, en el cual se prometen cambios e inversiones que nunca llegan. La inteligencia artificial, el uso de los celulares, el rol de la familia, los números alarmantes de diferentes pruebas y los problemas culturales son algunos de los aspectos que se analizan en este libro, para poder dar lugar a la discusión que le hace falta a la Argentina para mejorar el nivel de los estudiantes que egresan y que se pueden insertar tanto en el mundo laboral como en el universitario.

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Seitenzahl: 124

Veröffentlichungsjahr: 2025

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Producción editorial Tinta Libre Ediciones

Coordinación editorial Gastón Barrionuevo

Corrección

Diseño de interior Departamento de Arte Tinta Libre Ediciones

Diseño de tapa Departamento de Arte Tinta Libre Ediciones

Laucieri, Lucas Ezequiel

La batalla de la educación argentina / Lucas Ezequiel Laucieri. - 1a ed. - Córdoba : Tinta Libre, 2024. 156 p. ; 21 x 15 cm.

ISBN 978-631-306-395-6

1. Ciencias Sociales. 2. Educación. I. Título. CDD 370.7

Prohibida su reproducción, almacenamiento y distribución por cualquier medio, total o parcial, sin el permiso previo y por escrito de los autores y/o editor. Está también totalmente prohibido su tratamiento informático y distribución por internet o por cualquier otra red.

La recopilación de fotografías y los contenidos son de absoluta responsabilidad de/l los autor/es. La Editorial no se responsabiliza por la información de este libro.

Hecho el depósito que marca la Ley 11.723 Impreso en Argentina - Printed in Argentina

© 2024. Laucieri, Lucas Ezequiel© 2024. Tinta Libre Ediciones

Agradecimientos

A mis padres, que apostaron siempre por mi educación, dándome la confianza necesaria para seguir peleando por mis sueños.

A mi prometida, que aporta optimismo a mi causa y me apoya en cada una de mis locuras siempre.

A mi familia, desde mis hermanos hasta mis abuelos, que me guiaron en mi vida.

A mis maestros, que me marcaron y me incentivaron a ser docente.

A mis amigos y colegas, que siempre desean que siga creciendo.

A la vida, por dejarme vivir la hermosa experiencia de ser profesor y “escritor”.

Índice

Introducción Pág. 9

¿De dónde venimos? Pág. 13¿Hasta dónde llegamos? Pág. 29La encrucijada cultural Pág. 39Potenciar docentes Pág. 47¿Realmente aprenden? Es momento de cambio… Pág. 57¿Y las familias? Pág. 67La flexibilidad ¿es el camino? Pág. 75La diferencia entre lo público y lo privado Pág. 81Celular: el peor enemigo o un potencial aliado Pág. 89La pérdida de eureka Pág. 99La gran batalla del presente: la inteligencia artificial Pág. 107Solo números del sistema Pág. 115¿Tenemos un norte? Pág. 123El mea culpa del docente Pág. 129No todo está perdido… Pág. 135Reflexiones finales Pág. 143Bibliografía Pág. 145

Introducción

Este libro es un logro personal y no está escrito con fines científicos. Es un libro de opinión y experiencia, donde quien escribe estas palabras solo quiere dar un punto de vista de muchos de los temas que se deberían discutir en el ámbito educativo.

Desde la perspectiva de un docente con ocho años de experiencia en el nivel medio y algunos menos en superior, se plasman diferentes ideas que se basan en vivencias personales, datos estadísticos, artículos periodísticos y académicos y algunos libros de referencia.

A lo largo de la obra se exploran diferentes puntos importantes para el sistema educativo argentino, pero desde la mirada del profesor, que transcurre su tiempo en los cursos de las escuelas y escapa un poco al pensamiento generalizado de los especialistas en educación. Las aulas de nuestro país necesitan un cambio, y con el libro se busca poner en discusión estos temas buscando alternativas a los problemas que se nos presentan.

Dentro de la obra se repasan diferentes aspectos, como la historia de la educación en nuestro país, la importancia de las familias, la cultura, la inteligencia artificial y otros temas que, a usted, lector, le pueden interesar.

Sin más para decir, quiero agradecer que tenga este libro en sus manos, y espero que lo pueda disfrutar. Si no es así, deseo que, aunque sea, le sirva para tener un pantallazo de nuestro sistema educativo, que pide mejoras a gritos.

Un pueblo culto nunca puede ser esclavizado.

Manuel Belgrano

1

¿De dónde venimos?

Desde España

La educación en Argentina tiene sus inicios con la llegada de los colonizadores españoles, que pusieron en marcha un sistema educativo que se encolumnaba detrás de la religión católica, eje organizador de la enseñanza para la época. Luego de más de 400 años de las primeras escuelas, Argentina sigue en la lucha por encontrar un rumbo educativo que no ha encontrado.

Desde la organización del Imperio español hasta la actualidad, nuestro país pudo construir un sistema que fue próspero en cuanto a la universalidad y la obligatoriedad, pasando por etapas exitosas y otras no tanto. Conocer de dónde venimos nos llevará a entender por qué estamos como estamos. La pregunta que nos hacemos es: ¿de dónde venimos? Nos interpela a pensar hacia dónde vamos, pero eso lo analizaremos más adelante.

Repasar la historia de la educación argentina es una larga recopilación de hechos y estructuras desarrolladas, pero en este capítulo nos enfocaremos en reconocer las grandes ideas de personalidades históricas e importantes de Argentina para comprender la concepción de la educación que pregonaban.

Primeros pasos. Colonización y educación religiosa

El Imperio español encontró su auge con la llegada al continente americano y, con ese auge, desarrolló en estas nuevas tierras un sistema educativo que se basaba en la evangelización dentro de la fe católica, aunque también en el aprendizaje de la lectura y escritura. La colonización española dejó una huella imborrable en la región, ya que, con la llegada al Nuevo Mundo, este continente quedó marcado hasta la actualidad por una huella imborrable desde lo cultural, religioso y organizativo. La difusión de la fe católica y las tradiciones hispánicas fue uno de los principales objetivos del Imperio, lo que les brindó a los religiosos un rol preponderante en las Américas. Así se dispuso, entonces, que en las cercanías de cada Iglesia o en los mismos conventos, los frailes de cada pueblo y ciudad fundados durante la colonia dispusieran de su tiempo para enseñar a los niños sobre la fe y las letras principalmente, ofreciendo este servicio de forma gratuita. La misión de evangelizar estuvo atada entonces a la de educar, poniendo en un rol central a los franciscanos y jesuitas que, durante la época de la colonia, fueron los eruditos del conocimiento que se impartía en las nuevas ciudades fundadas en nuestro país. Este sistema tardó algunos años en desarrollarse, con información precisa del año 1565 en la provincia de Tucumán, seguida de Santiago del Estero, Salta, Jujuy, La Rioja y Buenos Aires (Solari, 1972). Principalmente, se enseñaban la lectura, la escritura, la religión y las operaciones matemáticas básicas.

Luego de esta primera etapa, en la que curas y sacristanes se encargaban de enseñar las letras, se comenzó a desarrollar la educación en escuelas particulares, aunque continuaba el protagonismo de los educadores católicos. Los maestros laicos debían ser autorizados por el Cabildo, que les brindaba un lugar para llevar a cabo su tarea. Este avance en la educación se caracterizó por el aporte económico del Cabildo de cada provincia y de la familia del niño que era educado, aunque debían por obligación recibir niños de familias que no pudiesen costear la formación de sus hijos. Las familias que elegían educar a sus hijos seguían prefiriendo a los sacerdotes por su formación y la calidad de la educación brindada.

Hacia el siglo XVII también aparecen los estudios preparatorios, que representarían a la formación de la escuela secundaria actual. Estos eran utilizados para la preformación de la carrera religiosa que continuaba en la primera Institución Universitaria en territorios nacionales: la Universidad de Córdoba, fundada en 1621. Esta institución estaba destinada a la formación del clero en la región y su antecedente había sido el Colegio Máximo en el año 1613, a cargo de la congregación jesuítica que consiguió elevar su estatus para entregar títulos de grado. Los jesuitas se encargaron hasta el año 1767, cuando fueron expulsados por resolución del Rey Carlos III. Esto dio paso a los franciscanos, que se encargaron de esta institución por más de 150 años.

Hacia los años finales de la etapa colonial de los territorios del Virreinato, aparece la figura de Manuel Belgrano, con algunos aportes al sistema educativo nacional. El líder militar y político de la revolución fue formado en España como abogado y tenía un gran aprecio por el conocimiento. Tanto así fue que propuso, en sus años como secretario del Consulado (1794), la creación de la escuela de náutica, la escuela de dibujo y la escuela de agricultura. Ya sus palabras, para la época, esbozaban un pensamiento que, a pesar del paso de los años, no ha quedado para nada obsoleto:

A estas infelices gentes que, acostumbradas a vivir en la ociosidad, como llevo expuesto, desde niños, les es muy penoso el trabajo en la edad adulta y [son] o resultan unos salteadores o mendigos; estados seguramente deplorables, que podían cortarse si se les diese auxilio desde la infancia, proporcionándoles una regular educación, que es el principio de donde resultan ya lo bienes ya los males de la sociedad. (Solari,1991, p. 36)

La visión de don Manuel no se aleja mucho de la de otras figuras importantes de nuestro país que veían en la educación una herramienta fundamental para el desarrollo económico, social y cultural de la sociedad.

La importancia que ya le daba este prócer argentino a la educación queda grabada en sus palabras con respecto a los docentes también: “El maestro debe ser bien remunerado, por ser su tarea de las más importantes de las que se puedan ejercer” (Orschanski, 2024).

¿Qué pasó durante la época de la Independencia?

Durante la época del proceso independentista, los hombres involucrados en la política nacional destacaron la importancia de la educación para el nuevo país en formación. En Buenos Aires y el interior se comenzaron a erigir escuelas de primeras letras y a difundir las ideas de los hombres de Mayo. Belgrano, Moreno, San Martín, Rivadavia, Segurola y Pueyrredón son de las personalidades más influyentes de la época, desde roles diferentes.

A partir de esta época, el sistema va tomando forma, aunque todavía no puede brindar la posibilidad de estudiar a más del 90 % de la población, que era analfabeta. Se comienza a tomar partido de algunas cuestiones de aplicación en las escuelas primarias: cambios disciplinarios en relación con los castigos, mejoras en los textos utilizados y organización escolar que distinguió la obligatoriedad escolar. También se destaca para la época la creación de la Dirección General de Escuelas y un nuevo sistema de empleo de docentes. Esta época marca una expansión del sistema y de diferentes escuelas de formación como la academia de música, la escuela de matemáticas, el instituto médico militar y la escuela de jurisprudencia. También es una época de expansión de la escuela secundaria, marcada por la creación de varias instituciones: el Colegio de la Unión del Sud, el Colegio Monserrat y el Colegio de la Santísima Trinidad. Los estudiantes de estas escuelas ya se adentraban en el estudio de diferentes ciencias como la filosofía, la historia, la geografía, idiomas, matemáticas, física, etc.

Fue una época marcada por grandes ideas de personajes históricos muy importantes que se involucraron en la educación. ¿Eran pedagogos? ¿Maestros? No, no lo eran de profesión, pero habían sido formados en sistemas educativos desarrollados y entendían que el éxito de un país radicaba en el desarrollo cultural y académico de su población. Desde esta época, San Martín y Belgrano ya esbozaban su idea de país a través del desarrollo educativo. Qué mejores palabras que las de Belgrano para entender la tarea de un buen docente:

El maestro debe preocuparse por inspirar a sus alumnos (…) amor al orden, respeto a la religión, moderación y dulzura en el trato, sentimiento del honor, amor a la virtud y a las ciencias, horror al vicio, inclinación al trabajo, despego del interés, desprecio de todo lo que diga de profusión y lujo en el comer, vestir y demás necesidades de la vida, y un espíritu nacional que haga preferir el bien público al privado y estimar en más la calidad de americano que la de extranjero. (Guibert, 1988, p. 7)

Belgrano también se introdujo en reflexiones acerca de la educación de la mujer y su rol como madre, considerando la necesidad de la instrucción para influir en la educación de los hijos.

El gran libertador de América y gobernador de Cuyo también tuvo influencia en educación. Aparte de fundar la primera escuela de la provincia de Mendoza e instar a sus granaderos a adentrarse en las letras, San Martín reflexionaba a partir de lo importante que es educar: “La ilustración y fomento de las letras es la llave maestra que abre las puertas de la abundancia y hace felices a los pueblos” (Candia, 2022).

Otra personalidad importante que le dio un salto de calidad a la educación argentina de la época fue Bernardino Rivadavia. Nuestra nación venía de años de guerra, con dificultades significativas de un proceso independentista, por lo que se había relegado el tema educativo. Sobre Rivadavia, que fue ministro de gobierno de la provincia de Buenos Aires y presidente de las Provincias Unidas del Río de la Plata, escribió Manuel Horacio Solari en su libro Historia de la educación Argentina. Allí, Solari reproduce las sabias palabras con las cuales Rivadavia indicó su anhelo de generar una reforma educativa:

La instrucción pública es la base de todo sistema social bien reglado, y cuando la ignorancia cubre a los habitantes de un país, ni las autoridades pueden con suceso promover su prosperidad, ni ellos mismos pueden proporcionarse las ventajas reales que esparce el imperio de las leyes. (Solari, 1991, p. 59)

Domingo Faustino Sarmiento

Muchos años pasaron desde que Domingo Faustino Sarmiento soñó, pensó y concretó su plan de alfabetización para la Argentina. El padre de la educación, como muchos lo llaman, forjó un sistema a costa de trabajo, esfuerzo y dedicación. Su visión se centraba en lo que necesitaba Argentina para terminar de convertirse en un gran país, escuelas donde su población pudiese formarse y así erradicar el analfabetismo. Muy influenciado por sus viajes a Estados Unidos y su visión de modernidad, pensó y trabajó en el desarrollo de un sistema educativo que tuviese una impronta marcada por docentes con una excelente formación, bien pagados y con un estatus social alto. Durante sus años como presidente de Argentina (1868-1874), fundó escuelas de formación docente, escuelas primarias, bibliotecas y facultades, con el solo objetivo de mejorar la educación y la cultura de Argentina. Estaba convencido de que el camino era educar y logró alfabetizar a un país que tenía falencias en la formación formal. Aparte de su gran labor como periodista, político y escritor, Sarmiento nunca dejó de lado su profesión y vocación, que era ser maestro. La reivindicación de la figura del maestro como una profesión esencial dentro del desarrollo del país fue su lucha constante. Aunque no solo porque podrían ser formadores en diferentes áreas temáticas, sino porque los consideraba embajadores de la