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CRECER NUNCA ES FÁCIL... ¡PERO NO TIENE POR QUÉ SER UNA TORTURA! Vivimos en un mundo muy complicado, saturado de información, donde a veces no es sencillo ser adolescente. A partir de tres preguntas básicas —¿Cómo soy y cómo me veo? ¿Cómo me cuido? ¿Qué me gusta y qué me queda?— la consultora de imagen Gisela Méndez creó esta guía que te ayudará a descubrirte, a aceptarte y a relacionarte mejor con tu entorno, en un ambiente de respeto, diversidad e inclusión. En este libro encontrarás consejos prácticos para mejorar tu salud e higiene, para vestirte de acuerdo con tu edad y según la ocasión, para llevar tus redes sociales y para aprender a decir que NO, pero también se abordan cuestiones como los derechos de los jóvenes o la conveniencia de los tatuajes y las cirugías estéticas, entre muchas cosas más. DEJA QUE TU APARIENCIA EXTERIOR REFLEJE TU BIENESTAR INTERIOR, Y ¡ATRÉVETE A SER LA MEJOR VERSIÓN DE TI!
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Seitenzahl: 184
A mi padre, el incansable adolescente de mi historia,
enamorado de la vida
y de su familia, quien me enseñó a jugar,
sonreír y luchar por mis sueños.
Y al equipo de Océano, mis compañeros y cómplices
de letras e ideas, gracias por su constancia y apoyo.
¡Este libro se lo quiero dedicar a todos ustedes!
INTRODUCCIÓN
Estos párrafos son para ti, papá o mamá. ¿Qué crees?: ¡tus retoños ya están creciendo! Debo empezar pidiéndote que confíes en el trabajo que has hecho con ellos y permite que extiendan aún más sus alas. Continúa acompañándolos sin estorbarles, sigue dándoles las herramientas que van a necesitar para crecer lo mejor posible, con cariño, paciencia… mucha paciencia… ¡tuya! Ellos, al igual que tú, están llenos de dudas y miedos y, en un mundo como éste —tan saturado de información—, pueden confundirse con mucha facilidad. Pero para eso estás tú, tienes la oportunidad única de ser su faro en la aventura de crecer. Sólo asegúrate de tener cimientos fuertes y firmes para cuando se requiera, y siempre —es en serio, siempre— mantén la luz encendida. Eso hará que nunca pierdan su camino… y que, si lo pierden, puedan volver a él con mayor facilidad. A partir de ahora no te van a necesitar tanto, ¡y eso es perfecto! Significa que has hecho un buen trabajo con ellos. Velos sin miedo, observa cómo crecen, pero siempre dales espacio. Deja que crezcan, que tomen decisiones y aprendan a caerse; con tu ayuda esos raspones sólo serán un recuerdo... Pues aquí termina nuestra charla, es momento de que los padres dejen de leer, no se vale hacer trampa.
Y ahora, nos toca a nosotros, queridos y jóvenes lectores. Es momento de descubrirte, conocerte y quererte, ¡YEA!
Quererse a uno mismo es la clave de una vida feliz y el punto de partida de todo bienestar emocional. Quererte es lo que te permitirá estar a gusto con los demás y a ellos sentirse confortables contigo; es la sal y pimienta de tus relaciones exitosas. De todo corazón, creo firmemente en que no podemos decir que queremos a alguien si antes no hemos pasado por un proceso de aceptación en el que nos sintamos cómodos con nuestra identidad física y emocional. Necesitamos aceptar que la perfección sólo existe en la imaginación. Todos tenemos defectos, pero no estamos aquí para destrozarnos con autocríticas ni etiquetas, sino para aceptar las partes que no nos gustan y aprender a manejarlas, porque si no aprendemos a querernos, nadie lo hará por nosotros. Eso es la autoestima o, dicho de otra manera, es la capacidad que tienes de amarte y aceptarte tal cual eres: una persona única que es mucho más que la suma de todos sus defectos.
A lo largo de estas páginas descubriremos juntos a ese ser humano especial, extraordinario e importante que hay en ti.
¿A partir de cuándo ya soy adolescente?
Según la Unicef, la adolescencia se divide en tres etapas principales que se relacionan con la madurez y las vivencias que cada uno de nosotros disfrutamos en distintos momentos de nuestra vida. Las dejo a continuación:
Adolescencia temprana de los 10 a los 13 años
¡Empieza la aventura!... junto con los cambios físicos y hormonales: se modifica tu voz, te crecen vellos (púbicos, en las axilas y el bigote); tu olor corporal es distinto, la transpiración es una constante y, ¡para terror de todos!, aparecen los granitos… el terrible acné. Ante tantos cambios físicos, empiezas a hacerte preguntas y quieres respuestas. Es muy probable que no te sientas a gusto consultando ciertas cosas a los adultos que te rodean, así que la primera cosa que seguro cruzará por tu mente es acudir a tus amigos… Pero te quiero invitar a que les preguntes a mamá y papá o, en su defecto, a algún adulto de tu familia a quien le tengas la confianza necesaria para hablar de estas cosas. Aunque no lo creas, ellos ya vivieron esto y sabrán responderte.
Adolescencia media de los 14 a los 16 años
A estas alturas ya te acostumbraste a las hormonas; no es que te encanten, pero al menos ya no te sorprenden ni confunden (tanto). Llegamos a la parte más interesante y donde debes poner más atención en ti y en los que te rodean. ¿Por qué? Pues porque inicias a ser tú, a separar lo que te gusta de lo que no, llegan esos vaivenes psicológicos y emocionales que poco a poco crearán tu identidad. En esta época de tu vida tu imagen tomará más importancia, es el momento de decidir cómo quieres ser visto. Por obvias razones quieres ser más independiente, ya no deseas que tus padres te acompañen a todos lados ni te pregunten acerca de lo que haces… Vas a creer que tú solito puedes resolver cualquier problema que se te presente ¡en tu viaje! Recuerda que sigues siendo joven; por favor, evita ponerte en riesgo innecesariamente y deja de tener prisa por crecer, ten calma.
Adolescencia tardía de los 17 a los 21 años
Y la calma llega poco a poco. A partir de los 17 tu vida es mucho más tranquila, aceptas y reconoces tu cuerpo. Tu personalidad, identidad y carácter están mucho más definidos y, ahora sí, comienzas a ver el futuro más cercano. Y las decisiones tienen más peso en tu vida.
¿QUÉ ME PASA?
¿QUÉ ME PONGO?
DETALLITOS
10A13AÑOS
CAMBIOS FÍSICOS
Creces a estirones
Periodo menstrual
Vello corporal
Inicia el acné
CÓMO ACTÚAS
Verbalizas sentimientos
Convives con grupos grandes
Opinas sobre tus amigos
Clases extras
Vistes lo que papá y mamá te dan
COLORES
Suaves
MODA
Moños
Calcetas largas
Camisetas
Faldas amplias
Encajes
Holanes
Ropa deportiva
Shorts
Guayaberas
Joggers
Ropa de equipos deportivos
Ropa coordinada o a juego
Capris
Sudaderas
Ropa de punto
ESTAMPADOS
Flores
Fantasía
ZAPATOS
Sin tacón, sandalias
Huaraches, calzadodeportivo
CABELLO
Suelto con diademas y moños, largo
Corto, sin accesorios
ACCESORIOS
Cadenitas religiosas, si así lo quieren tus padres
Aretitos de bolita (los que te pusieron cuando naciste)
¿QUÉ ME PASA?
¿QUÉ ME PONGO?
DETALLITOS
14A16AÑOS
CAMBIOS FÍSICOS
Sigues creciendo
Te estiras de la noche a la mañana
Se intensifica el acné
Tienes mucho sueño
Comes mucho
Transpiración
CÓMO ACTÚO
Llegan las relaciones amorosas importantes
Inicias la búsqueda de ti mismo
Buscas independencia
Quieres la aprobación de tus amigos
Te importa tu imagen física
Llega la tristeza (y a veces la depresión)
Sientes vergüenza
COLORES
Contrastantes
MODA
Jeans ligeramente rotos
Jump suit
Escotes
T-shirt con estampados de cómics
Minifaldas
Botines
Calcetas más cortas
ESTAMPADOS
Geométricos, de cómics, de equipos deportivos
ZAPATOS
Zapatos con tacón pequeño, calzado deportivo
Calzado deportivo, mocasines
CABELLO
Corto, mediano, largo, coloreado
ACCESORIOS
Pequeños, discretos y a juego
¿QUÉ ME PASA?
¿QUÉ ME PONGO?
DETALLITOS
17A21 AÑOS
CAMBIOS FÍSICOS
Terminas de crecer
Se normalizan tus hormonas
CÓMO ACTÚO
Tu personalidad se afianza
Tienes más autocontrol
Creas opiniones y pensamientos propios
COLORES
Neutrales
Negro
Y un favorito
MODA
Jeans muy, muy rotos
Alternativa
Tines
Piel (imitación o real)
Escotes
Bermudas
Chamarras
Mostrar tu piel… o no, tú decides
ESTAMPADOS
T-shirts con leyendas
Sólidos
ZAPATOS
Tacones, zapatillas
Calzado deportivo, mocasines, zapatos de agujeta
CABELLO
Libre y a tu aire
ACCESORIOS
Alternativos y de moda
De acuerdo con la Real Academia de la Lengua Española, imagen proviene del latín imāgo, -ĭnis. “Figura, representación, semejanza y apariencia de algo”.
Mi imagen
Dicen por ahí que “como te ven te tratan”, y, por desgracia, esto es tan cierto aquí como en China. Independientemente de nuestra inteligencia, habilidades o personalidad, la imagen que mostramos comunica y provoca un alto impacto en los demás, que no siempre es el mejor.
Nuestra imagen externa se divide en tres ejes centrales:
1.Lo que ves, miras y observas. Características físicas y sociales: cabello negro corto, de estatura media, usas falda larga, blusas holgadas, zapatillas negras, etcétera.
2.Lo que escuchas, lo que oyes y percibes.El tono: triste, alegre, feliz… o lo que dices: ofreces ayuda, dices groserías, cuentas chistes, hablas mal de los demás…
3.Lo que deseas mostrar y resaltar de ti. Éxito, inteligencia, seriedad, amistad, etcétera.
Dos de nuestros cinco sentidos son la clave del éxito cuando queremos mostrar la mejor versión de nosotros, y al mismo tiempo los usamos para examinar a nuestros amigos, familiares y entorno en general. Muchas veces sin darnos cuenta.
CUÉNTAME…
Para ti, ¿qué significa la imagen personal?
¿Qué es la imagen personal?
Son todas aquellas características inconfundibles que te hacen diferente: el color de tu cabello, el de tu tez, de tus ojos, la forma de tu cuerpo, el tono de tu voz, etcétera. Son estas peculiaridades las que forman un recuerdo imborrable en quienes te conocen. Cada que escuchas frases como “Te pareces a tu papá”, “Eres igualito a tu mamá” o “¡Abueleaste!”, se refieren a los rasgos físicos que detectan a primera vista, cosas que están en tu ADN, que recibiste de tu familia. Es inevitable heredar algunos atributos de nuestros padres, pero recuerda que eso no te define en absoluto. Tú eres excepcional y original gracias a todas aquellas características que vas desarrollando con el tiempo y que te hacen ser único.
¿De verdad necesito cuidar mi imagen?
Aunque no nos guste hay que admitir que tener una buena imagen nos da seguridad en cualquier ámbito en el que nos encontremos. ¿Por qué? Porque habla de una persona que se cuida, que se quiere y tiene buenos hábitos.
Tú y yo sabemos que no es noticia nueva eso de que vivimos en un mundo globalizado que se mueve a la velocidad de la luz. La parte buena es que, gracias a las redes sociales, a las reuniones familiares, a las fiestas con amigos, e, incluso, a las juntas laborales, tenemos la oportunidad de desarrollar y mantener una muy buena imagen de nosotros mismos.
Para eso hay que cuidar mucho todo; DEBES cumplir contigo a diario, desde que abres los ojos y te levantas de la cama, pasando por una buena alimentación, hacer ejercicio, cultivarte, hasta el momento de acostarte para dormir. Porque, aunque no lo creas, informarte sobre temas de tu interés, de tu país y del mundo también te ayuda a conseguir este objetivo. Todo suma, todo ayuda a que los demás tengan una buena impresión de ti, a establecer relaciones sanas y duraderas, a abrirte las puertas en todos lados, pero, sobre todo, a sentirte feliz y contento con quien eres. Ahora que ya tienes tu ideal de imagen, recuerda que nutrirla te permite enviar mensajes claros, ser congruente contigo y los que te rodean y sentirte orgulloso de quien eres.
TE CUENTO QUE…
Todos somos bellamente diferentes. Estas cualidades hacen que la vida tenga una gran variedad de color y personas por conocer y descubrir.
Una entrada triunfal
Una primera impresión se forma desde las acciones que haces a diario con tu arreglo personal —cómo peinas tu cabello o portas tu uniforme—, la manera en que te diriges a tus compañeros y maestros, tus conocimientos, tu personalidad, hasta cómo potencias tus talentos naturales.
Generar una buena impresión requiere de varias cosas que debes cuidar todos los días: saber lo que te favorece en tu arreglo personal te ayuda a detectar áreas de oportunidad que podrás ir mejorando para proyectar a esa persona interna —tan especial y única— que llevas dentro. ¡Eres genial!
Hoy en día, gracias al ritmo de vida que llevamos, las personas no pueden conocerte a fondo ni cómo te gustaría, pero ¡se quedan con tu arreglo personal! Algo que sólo a ti te toca mejorar día con día. Así que para cubrir todo lo necesario debes trabajar: tu figura, tu cabello, tu piel, tu guardarropa, tu mensaje y lo que deseas que los demás noten de ti.
Ahora, te contaré cómo trabajar todos estos aspectos que forman tu imagen para conseguir la mejor versión de ti.
CUÉNTAME…
¿Cómo te gustaría que las personas te recordaran?
Infalibles de tu imagen con tus compañeros y amigos: 7 × 7
Considera a cada persona con la que convives un elemento importante en esta gran aventura de tu ciclo escolar y de tu vida, y —especialmente con tus amigos— recuerda las palabras de Jack: “Si tú saltas, yo salto” (Titanic, 1997).
Trata a la gente como te gustaría ser tratado.Esto va para todos, hombres, mujeres y unicornios: si quieres que tus compañeros sean cordiales contigo, empieza por ti: cede el paso a alguien o ayúdale si ves que necesita alguna tarea o material para la clase.Sé solidario. Hacer equipo con quienes te rodean te da pertenencia y complicidad. También puedes ayudar a un compañero con algo tan sencillo como escucharlo, acompañarlo a casa si se siente mal, mandarle un mensaje de ánimo si está triste. Son detalles que suman mucho más que los grandes espectáculos. ¡Crea una red de apoyo para ti y para los demás con ayuda de tu comunidad!Evita ponerte a gritar.Exaltarte o tener una actitud exagerada para que te vean o hagan caso denota debilidad y pobreza de argumentos. ¿Necesitas hablar fuerte o gritar para ser visto? Detente y respira. Pide las cosas de buena manera. Engrandece tu imagen, no tus gritos.Sé agradecido. Un simple gracias puede cambiar todo. Alguien que sabe agradecer es una persona que reconoce el esfuerzo y dedicación de otra, por mínima que haya sido la acción. ¡Gracias! Sé optimista.Te lo digo desde ahora: una persona que se la pasa quejándose y sufriendo por todo trabaja muchísimo para poder sanar, mientras que alguien optimista puede curar sus heridas y aflicciones con mayor facilidad; y no porque los problemas sean menos, sino por la actitud que manifiesta ante ellos. ¡Sé feliz! Y si la vida te da la espalda, ¡pellízcale la nacha!Cuida tu entorno.Cuida a las personas que tienes a tu alrededor: familia, amigos, vecinos, compañeros, etcétera. Dales tiempo y espacio, escucha, ayuda; háblales bonito, de buena gana, con respeto y con palabras agradables. ¡Dale!Acepta tu imperfección.En esta vida nada ni nadie es perfecto y, si así lo fuera, ¡sería insoportable! Como en la peli de Matrix: cuando crearon una vida perfecta para cada humano, el resultado fue catastrófico (no haré spoilers). No habría anécdotas divertidas o momentos accidentales que te ayuden a conocer a gente importante; por ejemplo, imagina que se te escapa tu perro y lo detienen unos compas superbuena onda y ahora tienes nuevos amigos; o que la persona que te robó el corazón te diga que no y conozcas al amor de tu vida gracias a eso. ¡Uuhh!… ¡se perderían esos errores que le dan sabor a la vida!TE CUENTO QUE…
La vida no es perfecta, eso te lo aseguro. Pero lo que te garantizo es que es muy divertida y llena de emociones. Las personas imperfectas —todos conocemos a uno o dos— son las que forjan momentos imborrables.
¡Mil gracias!
Bueno, entramos en terreno un poco escabroso, especialmente durante nuestros años de adolescencia. Vamos a hablar del primer núcleo social, uno de los más importantes que existen: la familia. Más específicamente, hablaremos de TU familia.
Trataremos de hacerlo de manera objetiva, pero al mismo tiempo amorosa, ¿por qué? Fácil, el mayor motivo es que es la TUYA, y sabemos que no podemos cambiarla, pero sí entender a cada uno de sus integrantes y tratar de vivir en armonía. Es más fácil de lo que parece, sólo necesitamos tener tolerancia, paciencia y amor, mucho amor. ¡Créeme!
No es ninguna novedad eso de que existen muchos tipos distintos de familias y, con lo que ha pasado últimamente en el mundo, muchas se han enfrentado a cambios; ahora muchas conviven más de lo que antes lo hacían e incluso viven en el mismo lugar, ¿te imaginas?
Así que, como queremos evitar que el suelo tiemble con cada disgusto, te dejo aquí algunas claves para que puedas convivir lo mejor posible con todos en casa… No sé, tal vez descubras que son mucho más interesantes de lo que creías.
¡Mushu! ¡Despierta a los ancestros!
Empecemos por el origen de nuestra familia, los maravillosos y, a veces, cómplices: los abuelos. Entre sus arrugas y en lo profundo de sus ojos puedes encontrar toda la sabiduría que la vida les ha dado (después de todo te llevan mucha ventaja en este mundo); lo creas o no, tienen muchas experiencias que contar y, como ya no tienen prisa, quieren compartir todo lo que han vivido y escucharte hablar de tus propias experiencias. Si se dan la oportunidad pueden volverse los mejores cómplices de la casa.
Ahora disfrutan de la vida sabiendo que cada uno de sus hijos y nietos son la extensión de ellos mismos, pero sin el compromiso de educarlos. Bueno, casi todos, porque en algunas ocasiones a ellos les toca cuidarte, procurarte y apapacharte porque tus padres trabajan. Hoy en día tenemos abuelos de todas las edades; muy jóvenes, a los cuales les gusta que les hables por su nombre; algunos un poco más grandes, que prefieren que les hables de usted, y los más modernos —aquí la edad no importa— que se sienten cómodos con motes cariñosos, como pueden ser Abi, abu, mamayaya, bella… ¡hay muchísimos! Incluso en otros idiomas como en danés Morfar (papá de la mamá) y Mormor (mamá de la mamá), o en alemán Mutty y Opa, o en italiano Nonna y Nonno… Lo más importante es que les preguntes cómo quieren que les hables. Sí, aunque ya hayas convivido con ellos muchos años, hazles la siguiente pregunta: “Abuelo, ¿te gusta que te diga abuelo o quieres que te diga de otra manera?”. ¡Te puede sorprender la respuesta! (tal vez hasta te confiesen su apodo de juventud). Y como ya sabes qué prefieren, dales esa satisfacción.
SÉ CURIOSO…
Investiga cómo les dicen a los abuelos en otros idiomas y cómo suenan. ¡Seguro que alguno te gusta y será un secreto que compartirás con ellos!
Charlar con un adulto mayor es tiempo de oro, siempre aprendemos algo nuevo. Y es por esto que les debes respeto, amor y cuidado a ellos y a toda persona mayor que pase por tu camino.
Respetarloses darles la importancia que se han ganado al formar una familia y, por lo tanto, su lugar. Habla con ellos de forma tranquila y con paciencia. Recuerda que algunos, los más grandes, empiezan a perder sus sentidos, tal vez ya no vean o escuchen como tú o yo; a veces, te tocará ser sus ojos, sus manos y hasta sus piernas. Por favor, nunca olvides que alguna vez te cuidaron; ésta es tu oportunidad de dedicarles tiempo, cuidarlos y escucharlos. Por favor, no les grites, recuerda hablarles de vez en cuando (se alegrarán de oír tu voz) y evita lastimarlos; es más, si ves que alguien hiere a tu abuelo, con palabras o golpes, ¡ayúdalo! Eso hace la familia: cuidarse en cualquier momento, no sólo en los días buenos también en los difíciles.
Abrázalos: hazlos sentirse queridos. En muchas ocasiones nos olvidamos del contacto físico —especialmente en el mundo online en el que vivimos—; recuerda que ellos no están acostumbrados a tanta distancia y los abrazos y las caricias son importantes. A veces los dejamos de lado, creemos que, porque ya son mayores y su vida está llegando a su fin, ya no importan, ¡pero esto es mentira! Nos necesitan. Conforme avanza su vida desean ser escuchados y formar parte de su familia. Abrazarlos, acariciarlos y procurarlos les devuelve jovialidad y los hace felices.
Pero siempre hay otra cara de una misma moneda y, en este caso, son los abuelos con mal carácter; todos sabemos que no es sencillo tratar con personas así. Pero incluso a ellos es bueno entenderlos; a lo mejor están enfermos o no pudieron ser o lograr en la vida lo que soñaban. De todos modos, es importante que los respetemos y no sólo porque sean parte de nuestra familia, sino porque son seres humanos. Si ellos no desean formar parte de tu vida, está bien, no puedes obligarlos, pero mantenlos presentes en tu mente y tu corazón. A fin de cuentas, de ellos viene una parte de ti.
¡Tíos y tías al frente!
Estas personitas también se han ganado nuestro respeto, amor y complicidad. Son además los que hacen que la vida sea más divertida. Después de todo, aunque pasamos mucho tiempo con ellos no tienen la obligación de educarnos, así que compartimos anécdotas y risas a su lado. Conversa con ellos, tenles confianza, ellos nunca te lastimarán y serán un gran pilar en tu vida. Y el mayor plus que tienen es que puedes consultarles cosas que tal vez te dé pena preguntar a tus papás.
CUÉNTAME…
Cierra tus ojos por un momento y piensa en ese familiar especial para ti. Aquel que te haya dejado huella. ¿Lo tienes?, ¿te pareces? ¿Sabías que esos rasgos, hábitos y hasta manías imperdibles que reconoces en ellos y en ti son los que te hacen ser ¡familia!? Se siente bonito, ¿cierto?
Amigos y conocidos de tus padres
Como su nombre lo dice, son amigos DE TUS PADRES, no tuyos. Si no deseas compartir tiempo con ellos, habla sinceramente con tus papás; te van a entender. Eso sí, evita ser grosero, altanero o intolerante. Lo mejor es siempre saludar y despedirte de manera cortés; un simple “buenas tardes” o “buenas noches” es más que suficiente y te evitará problemas innecesarios en casa.
¿Familia?
Desgraciadamente algunos familiares no son tan buenos como quieren hacer creer y sus intenciones hacia ti pueden dejar mucho que desear. Y sí, por si no lo habías notado, aquí hablaremos de la violencia y el abuso sexual. En este tema debo ser muy clara: NADIE tiene el derecho de tocar tu cuerpo sin tu permiso, tampoco pueden violentarte ni física ni psicológicamente. ¡No esperes a que se repita!, desde la primera insinuación que te haga sentir incomodidad o que tú consideres incorrecta, háblalo con tus padres, familiares o hasta con tus maestros. RECUERDA que no estás solo. ¡Habla! Eso te ayudará a ti y a otras posibles víctimas. Ésta es TU vida y lo más importante es que puedas disfrutarla y la llenes de momentos felices, armónicos y exitosos.
Tú eres importante y tus sentimientos lo son aún más. Que nadie corte tus alas ni tu espíritu. Nunca tengas miedo a decir lo que sientes. No le temas a la verdad.
Tu espacio en casa
Todos, absolutamente todos, tenemos un área para nosotros dentro de nuestro hogar y debemos ser responsables de ella. No tiene que ser una habitación completa, ni significa que puedas apropiarte de la sala. Es algo tan simple como la mitad de la cama que compartes con algún hermano o hermana, tu lugar en la mesa —hay que aceptarlo, todos somos territoriales con eso—, tu tiempo en el baño o donde sea. Si haces uso de ese espacio, cuídalo; al final eres tú quien lo utiliza.