Manual de anatomía aplicada al Método Terol E-Book

Yasmina Martín

• Herausgeber: Editorial UFV
• Kategorie: Bildung
• Serie: Cuadernos de apuntes
• Sprache: Spanisch
• Veröffentlichungsjahr: 2021

Seitenzahl: 75

Beschreibung

Como en cualquier ámbito de la vida, la prevención es la acción más inteligente. El entrenamiento físico basado en el MT es una manera muy eficaz de prevenir y corregir enfermedades derivadas de un desequilibrio muscular o una mala postura y corregirlas.

Leseprobe

Colección

Cuadernos de apuntes

Directora

Zulema Calderón Corredor

Comité científico asesor

Antonio Martínez Santos

Begoña Rodríguez Díaz

Noelia Valle Benítez

Juan Carlos Gómez Alonso

Fidel Luis Rodríguez Legendre

© 2021 Yasmina Martín

© 2021 María José Terol y Sonia Terol del Método Terol

© 2021 Pablo Bravo de las ilustraciones

© 2021 Editorial UFV

Universidad Francisco de Vitoria

Crta. Pozuelo-Majadahonda, km 1,800. 28223 Pozuelo de Alarcón (Madrid)

[email protected]

Diseño: Cruz más Cruz

Primera edición: marzo de 2021

ISBN edición impresa: 978-84-18746-00-0

ISBN edición digital: 978-84-18746-01-7

ISBN edición Epub: 978-84-10083-23-3

Depósito legal: M-8129-2021

Preimpresión: MCF Textos, S. A.

Imprime: Service Point

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Impreso en España – Printed in Spain

ÍNDICE

PRÓLOGO de María José Terol

Entrenamiento defectuoso y ejercicio inadecuado

Sedentarismo

Posiciones estáticas y malos hábitos posturales

Enfermedades

El estrés emocional

Imitaciones

Compensación fisiológica

Debilidad abdominal

Condiciones hereditarias

Valoración de la postura correcta

CONCEPTOS ANATÓMICOS BÁSICOS

Regiones del cuerpo humano

Posición anatómica y terminología

Terminología de movimientos

Sistema esquelético

Sistema muscular

EJERCICIOS DEL MÉTODO TEROL

Pies

Cuello

Suelo

Laterales

Bocabajo

Cuadrupedia

Sentados despegados de la pared

Tumbados bocarriba

Pesas

Estiramientos finales

Prólogo

María José Terol

Los problemas posturales comienzan en la infancia con las exigencias escolares y en algunos casos con otros factores que veremos más adelante. La mayoría de los niños pasan unas seis horas diarias sentados en el colegio. En su tiempo libre, pasan demasiadas horas sentados enfrente de la televisión o del ordenador. Los adultos sufren del mismo mal del sedentarismo. Pero las consecuencias para estos últimos son más graves, pues la inactividad puede derivar en dolores crónicos por lesiones o disfunciones musculares.

La mayor parte de la población sabe que hacer ejercicio físico regularmente es importante para mantener un buen estado de salud. Sin embargo, el ejercicio físico en sí no es suficiente. Es preciso adquirir conciencia postural y, para ello, obviamente, es imprescindible aprender qué es lo que llamamos una postura correcta.

Desgraciadamente, un estado marcadamente erróneo de mal alineamiento postural puede no afectar el funcionamiento biológico de una manera evidente desde el primer momento; esto explica las extrañas variaciones posturales que se terminan por aceptar como normales.

Aunque la postura correcta es mucho más estética y permite formar una figura esbelta y proporcionada, la correcta postura debe valorarse desde el punto de vista de los efectos que produce sobre el funcionamiento biológico.

Hay muchas posibilidades de movimiento, pero, para cada una de ellas, existe una postura que garantiza el funcionamiento más eficaz, el menor riesgo de lesión, el mínimo desgaste y los beneficios que se buscan del movimiento.

Las consecuencias para la salud física y emocional de una postura incorrecta no se deben infravalorar. Una postura inadecuada o un uso incorrecto de los músculos, huesos, tendones, ligamentos y articulaciones puede causar un desgaste excesivo e incluso producir lesiones en ellos, lo que originaría enfermedades tales como la osteoartritis, migrañas, dolores musculares crónicos, aplanamiento de discos intervertebrales, ciática, lumbalgias, etc. Además, las consecuencias se hacen sentir al final en el funcionamiento de todo el organismo.

La correcta postura corporal está intrínsecamente ligada al equilibrio óseo y muscular. Los desequilibrios musculares son causa de la mayor parte de las lesiones y dolores crónicos.

En equilibrio, las superficies de las articulaciones vertebrales tienden a alejarse antes que a contraerse unas contra otras. En un estado de desequilibrio muscular, no solo el estado de reposo del músculo resulta erróneamente equilibrado, sino que comienza a modificar los huesos y articulaciones sobre los que opera y también el sistema circulatorio que lo atraviesa. El marco óseo se deforma, se comprime y se estira por las presiones y tensiones a las que es sometido por la persistente sobrecontracción muscular. Estos estados de sobrecontracción más o menos extendidos van dejando su marca hasta que en estado de reposo queda deformado.

Como en cualquier ámbito de la vida, la prevención es la acción más inteligente. El entrenamiento físico basado en el MT es una manera muy eficaz de prevenir y corregir enfermedades derivadas de un desequilibrio muscular o una mala postura y corregirlas.

Las siguientes son las causas más frecuentes de los desequilibrios musculares:

ENTRENAMIENTO DEFECTUOSO Y EJERCICIO INADECUADO

El entrenamiento defectuoso y el ejercicio inadecuado son factores de riesgo del desarrollo prematuro de procesos degenerativos como la osteoartritis. En el caso de la osteoartritis, el cartílago articular está lubricado por un fluido que se reduce si la articulación no se mueve adecuadamente. La consecuencia es el incremento de fricción. Las tensiones antinaturales sobre las articulaciones y la falta de soporte muscular causadas por una postura pobre incrementa la fricción y el desgaste.

Cada lado del cuerpo está creado igual. Cuando hay descompensación en las articulaciones, los músculos que intentan compensarla para mantener el equilibrio moverán las articulaciones fuera de sus posiciones correctas y, aunque no duelan, son sintomáticos de una disfunción que roba al cuerpo su habilidad de moverse de acuerdo con el diseño original. Además, la articulación disfuncional está afectando a la integridad del sistema muscular y óseo en su unidad. Mantener el cuerpo erecto es una tarea que involucra el cuerpo entero, de pies a cabeza. El tacón gastado de un zapato de un individuo tiene tanto que ver con el dolor de cuello como con el del arco de sus pies. Un tacón desgastado es mucho más fácil de reemplazar que una rodilla y, antes de que empiece el dolor, es fácil tomar medidas para evitarlo.

Un hombro derecho elevado o una cadera izquierda rotada hacia delante son disfuncionales por la mera razón de que el hombro derecho o la cadera izquierda deben ser iguales a su contraparte. Tienen idénticas tareas. Lo mismo ocurre con las caderas, rodillas o tobillos.

SEDENTARISMO

El sedentarismo provoca falta de tonificación muscular, que va ligada inevitablemente a hábitos posturales y de movilidad disfuncional en muchos casos extremos. Estas serán las primeras dificultades con las que ha de enfrentarse el paciente.

Si el dolor muscular crónico ya se ha hecho presente, hay que tener en cuenta que este tiene la función de alertar de la existencia de un peligro. Es la llamada de atención del cuerpo, es su forma de comunicación. Igual que comunica algo que está pasando, y que no debería pasar, también comunica algo que debería ocurrir, y que no está ocurriendo, y por lo general es que el cuerpo está pidiendo movimiento y corrección de postura.

Pero el cuerpo se comunica también sin dolor, a través de la tensión muscular, la rigidez de las articulaciones y el mal alineamiento corporal.

El cuerpo se adapta a nuestras necesidades diarias. En el caso del sistema muscular y óseo, hay dos etapas para pasar de un estado funcional normal a una condición patológica. En primer lugar, el cuerpo anula órganos que no usa. En situaciones de escasez –situaciones en las que la humanidad se ha encontrado durante millones de años–, lo superfluo ha sido una amenaza para sobrevivir. Por ello, incluso hoy, los músculos que no se estimulan con regularidad se dejan a un lado hasta que llegan a atrofiarse, es decir, pierden su habilidad para contraerse completamente y se debilitan. Esto significa que ya no pueden mantener la tensión suficiente para desempeñar su función en el complejo sistema de tejidos que soportan la estructura ósea. La segunda etapa es puramente adaptativa. Supongamos que nos piden correr, subir las escaleras, coger un objeto…; para realizar el movimiento, el cuerpo tomará prestados músculos distintos a los responsables del movimiento cuando estos no sean capaces de realizarlo por atrofia.

Pide prestados otros músculos periféricos para realizar la función y los usa en lugar de los músculos mayores. Es decir, el cuerpo improvisa y se adapta para sobrevivir.

Los músculos periféricos no tienen el poder ni el diseño para realizar el trabajo de los músculos mayores y el suyo propio. Lo que es más, los músculos periféricos sufren poco a poco y sus propias funciones se ven comprometidas. Disfunción lleva a más disfunción. El cuerpo sabe que tiene que mover esos huesos de alguna manera, así que sigue buscando músculos sustitutos y busca compensaciones musculares.

Grupos musculares importantes pueden atrofiarse por lesiones, enfermedad, reposo u otros factores. Pero todas estas se supone que deben ser temporales. Sin embargo, mucha gente permite que la disfunción se haga permanente.