Manual de Predicación Expositiva - Luis M. Contreras - E-Book

Manual de Predicación Expositiva E-Book

Luis M. Contreras

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Beschreibung

 El Manual de Predicación Expositiva es una guía condensada para la predicación bíblica.  Escrito con el propósito de ayudar a todo cristiano en el área más importante de su vida diaria, crecer en la gracia y el conocimiento de nuestro Señor y Salvador Jesucristo (2 P. 3:18), al estudiar y aplicar correctamente las Escrituras.  Descubra como este libro puede ser un maestro que le enseñe principios básicos para aprender a estudiar y aplicar la Palabra de Dios a su vida cotidiana.  Ayudará a todo líder de iglesia o ministerio en el proceso de estudio y preparación de lecciones y sermones para proclamar fielmente la Palabra de Dios.  ¿Qué encontrará en este recurso?  -  Panorama general de la predicación expositiva  -  Razones por las cuales el Antiguo Testamento es parte esencial en la historia de la predicación  -  Exégesis hebrea y su importancia  -  Los principios de la hermenéutica  -  Explicación de la exégesis griega  -  El sermón expositivo y principios prácticos  -  Exposición de sermones del Antiguo y Nuevo Testamento en detalle. 

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MANUAL

DE

PREDICACIÓN

EXPOSITIVA

RECUERDA LO QUE HAS APRENDIDO

Luis M. Contreras

Editorial CLIE

C/ Ferrocarril, 8

08232 Viladecavalls

(Barcelona) ESPAÑA

E-mail: [email protected]

http://www.clie.es

© 2023 por Luis Miguel Contreras

«Cualquier forma de reproducción, distribución, comunicación pública o transformación de esta obra solo puede ser realizada con la autorización de sus titulares, salvo excepción prevista por la ley. Diríjase a CEDRO (Centro Español de Derechos Reprográficos) si necesita fotocopiar o escanear algún fragmento de esta obra (www.conlicencia.com; 917 021 970 / 932 720 447)».

© 2023 por Editorial CLIE. Todos los derechos reservados.

MANUAL DE PREDICACIÓN EXPOSITIVA

ISBN: 978-84-19055-31-6

eISBN: 978-84-19055-32-3

Ministerio cristiano

Predicación

Acerca del autor

LUIS M. CONTRERAS es graduado de The Master´s University and Seminary. Fue ordenado y enviado por Grace Community Church, como misionero a la Ciudad de México, donde trabajó como profesor en el Seminario Bíblico Palabra de Gracia y como pastor-maestro de la Iglesia Cristiana de la Gracia. Luis formó parte del equipo que tradujo la Biblia de estudio MacArthur al español, sirviendo también como corrector del proyecto. También ha estado trabajando en traducciones al español durante más de 25 años para el ministerio del Pastor John MacArthur, Grace To You (Gracia a Vosotros). Forma parte del Consejo de ancianos de Grace Community Church y sirve al grupo de habla hispana de la misma iglesia, como parte del equipo pastoral. Está casado con Robin y tienen 3 hijos: Olivia, Rodrigo y Ana.

Contenido

ABREVIATURAS

INTRODUCCIÓN

El propósito del libro

El desarrollo del libro

CAPÍTULO I: RECUERDA LOS ELEMENTOS BÁSICOS

La definición de un sermón expositivo

Ejemplos de sermones expositivos en las Escrituras

La hermenéutica de un sermón expositivo

Los beneficios de un sermón expositivo

CAPÍTULO II: RECUERDA EL ANTIGUO TESTAMENTO

¿Por qué hay tan poca predicación del Antiguo Testamento?

¿Por qué es tan importante predicar del Antiguo Testamento?

CAPÍTULO III: RECUERDA LA EXÉGESIS HEBREA (PARTE I)

Recordatorios generales

El proceso exegético

CAPÍTULO IV: RECUERDA LA EXÉGESIS HEBREA (PARTE II)

Principios clave para interpretar la narrativa

Principios clave para interpretar la Ley

Principios clave para interpretar los Salmos

Principios clave para interpretar la literatura de sabiduría

Principios clave para interpretar la profecía

CAPÍTULO V: RECUERDA LA EXÉGESIS GRIEGA

El proceso exegético

Principios clave para interpretar géneros

CAPÍTULO VI: RECUERDA LA PREPARACIÓN DEL SERMÓN

Áreas clave de preparación de sermones

Principios para identificar implicaciones prácticas

CAPÍTULO VII: RECUERDA LA PRESENTACIÓN

La importancia de la presentación

Consejo general para la presentación eficaz

CAPÍTULO VIII: RECUERDA LA PRÁCTICA

Un ejemplo del Antiguo Testamento

Un ejemplo del Nuevo Testamento

CONCLUSIÓN

APÉNDICE: MUESTRAS DE BOSQUEJOS DE SERMONES

Bosquejo de sermón para Génesis 22:1-18

Bosquejo de sermón para Mateo 10:28-31

BIBLIOGRAFÍA

Abreviaturas

AT

Antiguo Testamento

BECNT

Baker Exegetical Commentary on the New Testament

BHS

Biblia Hebraica Stuttgartensia. Edited by K. Elliger and W. Rudolph. Stuttgart, 1983

BSac

Bibliotheca Sacra

CHALOT

Concise Hebrew and Aramaic Lexicon of the Old Testament

CBQ

Catholic Biblical Quarterly

EBC

The Expositors Bible Commentary

ExpTim

Expository Times

HTR

Harvard Theological Review

Int

Interpretation

ICC

International Critical Commentary

JAOS

Journal of the American Oriental Society

JBL

Journal of Biblical Literature

JETS

Journal of the Evangelical Theological Society

JSOT

Journal for the Study of the Old Testament

LQ

Lutheran Quarterly

NAC

New American Commentary

NICNT

New International Commentary on the New Testament

NICOT

New International Commentary on the Old Testament

NIDOTTE

New International Dictionary of Old Testament Theology and Exegesis

NIGTC

New International Greek Testament Commentary

NIVAC

NIV Application Commentary

NT

Nuevo Testamento

NTC

New Testament Commentary

RVR60

Reina-Valera versión de 1960

TJ

Trinity Journal

TJPP

The Journal of Pastoral Practice

MSJ

The Master’s Seminary Journal

TWOT

Theological Wordbook of the Old Testament. Edited by R. L. Harris, G. L. Archer Jr. 2 vols. Chicago, 1980

UBS4

K. Aland et. al. (eds.), United Bible Societies Greek New Testament, 4

th

ed.

VT

Vetus Testamentum

WBC

Word Biblical Commentary

WTJ

Westminster Theological Journal

ZNW

Zeitschrift für die neutestamentliche Wissenschaft

Introducción

El propósito del libro

Este libro ha sido escrito con el propósito de ayudar a todo cristiano, en el área más importante de su vida diaria: crecer en la gracia y el conocimiento de nuestro Señor y Salvador Jesucristo (2Pe 3:18), al estudiar y aplicar correctamente las Escrituras. Para el cristiano en general, este libro puede ser un maestro que le enseñe principios básicos para aprender a estudiar y aplicar la Palabra de Dios a su vida cotidiana. Para el maestro y predicador de la Biblia, este libro puede ser un consejero que le ayude en el proceso de estudio y preparación de lecciones y sermones, que proclamen fielmente la Palabra de Dios. Y para el pastor y profesor egresado de seminario, este libro puede ser un amigo al que puede acudir continuamente, para mantenerse fiel al legado que ha recibido y ayudar a otros hombres fieles que sean idóneos para enseñar también a otros (2Ti 2:2).

Después de observar y vivir durante muchos años los desafíos que todo cristiano, pastor, maestro bíblico y profesor enfrentan, he seleccionado las áreas en las que creo que necesitan más ayuda. Estas áreas son desarrolladas a lo largo del libro y se enfocan en varios aspectos de la predicación, junto con un fuerte énfasis en las características más significativas de Gramática y Exégesis hebrea y griega. A lo largo del libro se le recuerda al lector los recursos claves que están disponibles en español y que usó durante su preparación. De esta manera, el libro alienta al cristiano y maestro de las Escrituras a aplicar y refinar lo que puede aprender de este libro.

El desarrollo del libro

El libro ha sido desarrollado en ocho capítulos. Cada capítulo ha sido diseñado para que sea lo más accesible posible, para facilitar el repaso del lector conforme estudia la Biblia o prepara su lección o sermón.

El capítulo uno presenta un panorama general de lo que impulsa la predicación expositiva. En este capítulo, el lector es llevado de regreso a los elementos básicos. El capítulo presenta el fundamento de la predicación expositiva —definiciones y ejemplos. El capítulo también incluye una sección muy importante acerca de los beneficios de un sermón expositivo y cómo se ve una hermenéutica literal, histórica y gramatical como el fundamento para la predicación expositiva.

Los capítulos dos, tres y cuatro se enfocan en el Antiguo Testamento. El capítulo dos explica por qué tendemos a predicar tan poco del Antiguo Testamento y por qué debemos predicar más de él. En el capítulo tres repasamos Exégesis hebrea, con un énfasis en los aspectos gramaticales/sintácticos claves para interpretar el Antiguo Testamento. Para concluir esta sección del Antiguo Testamento, el capítulo cuatro se enfoca en los principios hermenéuticos/exegéticos más importantes, que el lector necesita mantener en mente, conforme interpreta los diferentes géneros del Antiguo Testamento. Estos incluyen: narrativa, ley, Salmos, literatura sapiencial y profecía.

El capítulo cinco es la contraparte de los capítulos tres y cuatro porque recuerda al lector de los aspectos clave del estudio de textos del Nuevo Testamento. El capítulo se enfoca en Exégesis griega, enfatizando los aspectos gramaticales/sintácticos claves para la interpretación de textos del Nuevo Testamento. Y tal como con los capítulos tres y cuatro, el capítulo repasa los principios hermenéuticos clave que el lector debe aplicar conforme interpreta los diferentes géneros del Nuevo Testamento, tales como narrativa en los Evangelios y Hechos; las cartas y Apocalipsis.

Mientras que los capítulos dos al cinco constituyen el enfoque primordial del libro, los capítulos seis y siete se concentran en aspectos generales del sermón y su presentación. El capítulo seis se enfoca en aspectos clave del sermón expositivo y principios para identificar implicaciones prácticas. El capítulo siete le recuerda al lector la importancia de la presentación y le provee de consejos generales para ayudarle a presentar sus sermones con mayor eficacia. Finalmente, el capítulo ocho provee dos ejemplos de cómo implementar el proceso y sugerencias presentadas en los capítulos anteriores.

Capítulo I

Recuerda los elementosbásicos

En Segunda de Timoteo, Pablo le recordó a Timoteo varios elementos básicos del ministerio pastoral. Timoteo debía ser fiel en la predicación y la enseñanza (1:6), valiente (1:8) y cuidadoso en preservar la sana doctrina (1:13-14). Él debía ser fuerte (2:1) conforme preparaba a hombres fieles, evitando el error y el pecado y aferrándose a la sana doctrina (2:2-26). A pesar de los tiempos difíciles que Timoteo enfrentaba, él debía predicar las Escrituras inspiradas (capítulo 3 y 4). En resumen, Pablo escribe la carta para instruirlo a que se aferrara de la sana doctrina, “defendiéndola contra todo error, y soportando aflicciones como buen soldado”.1 Ninguna de estas verdades eran nuevas para Timoteo, pero era esencial que él las tuviera frescas en su mente para ser fiel al legado que recibió de Pablo, conforme el Apóstol se acercaba a su muerte (2Ti 4:6).De la misma manera, vamos a empezar con los elementos básicos para alentar al lector a ser fiel al legado que Dios nos ha dado en las Escrituras.

Comenzar con los elementos básicos de lo que es un sermón y cómo uno interpreta las Escrituras, podría parecer innecesario para algunos lectores, pero creemos que es necesario recordar los elementos básicos, para tener presentes los factores elementales en nuestro ministerio de predicación o enseñanza bíblicos, que podrían ser pasados por alto. Mientras que podrían ser básicos, son necesarios para usar correctamente las Escrituras. Esa es la razón por la que en este capítulo comenzamos con la definición de un sermón expositivo y algunos ejemplos de exposición en las Escrituras. La última parte del capítulo se enfoca en la hermenéutica detrás del sermón expositivo y concluye con los beneficios más importantes de predicar expositivamente.

La definición de un sermón expositivo

Mientras que algunos ven la predicación textual y expositiva como sinónimos,2 parece más preciso ver tres categorías diferentes de predicación: tópica, textual y expositiva.3 Conforme definimos brevemente las dos primeras, una distinción en la predicación expositiva emergerá. Mientras que la predicación tópica conecta varios versículos relacionados con un tema, la predicación textual usa un pasaje como plataforma a partir de la cual el predicador va a un tema dado. El común denominador entre ambos métodos es que no representan un “esfuerzo serio por interpretar, entender, explicar o aplicar la verdad de Dios en el contexto de la(s) Escritura(s) usada(s)”.4

Otra manera de expresarlo es que la predicación expositiva puntualiza lo que el autor original quiso que su audiencia original entendiera y después la aplica a la audiencia contemporánea.5 A la luz de esta definición, es posible tener sermones expositivos de tópicos —la clave es explicar la intención del autor original y aplicarla a la audiencia contemporánea. Esto no significa que cada vez que mencionas una referencia cruzada en tu predicación, debes explicar el contexto histórico y literario de ese texto para predicar expositivamente, sino que significa que debes estudiar y entender la intención del autor en dicha referencia, para que puedas interpretarla y relacionarla correctamente con el pasaje que estás predicando. Puede haber ocasiones en las que explicas más del contexto histórico y literario de tu referencia cruzada. En otras ocasiones, quizás, únicamente menciones la referencia. Todo depende de lo que piensas que funcionará mejor en el uso de esa referencia —si estás usándola para ilustrar un punto, podría ser útil pasar algo de tiempo explicando el contexto de esa referencia. Stott nos ayuda a entender lo que es la predicación expositiva al señalar que:

Exponer las Escrituras es extraer del texto lo que está ahí y colocarlo a la vista. El expositor abre lo que parece estar cerrado, aclara lo que es oscuro, desamarra lo que está amarrado y desempaca lo que está empacado de manera concentrada. Lo opuesto a la exposición es la ‘imposición’, lo cual es imponer en el texto lo que no está ahí. Pero el ‘texto’ en cuestión podría ser un versículo, una oración o inclusive una sola palabra. También podría ser un párrafo, un capítulo o un libro entero. El tamaño del texto no importa, siempre y cuando sea bíblico. Lo que importa es lo que hacemos con él. Sea largo o corto, nuestra responsabilidad como expositores es abrirlo de tal manera que hable su mensaje de manera clara, simple, precisa, relevante, sin añadir algo, sin quitar algo o falsificar algo. En la predicación expositiva el texto bíblico no es ni una introducción convencional a un sermón acera de un tema totalmente diferente ni un perchero convencional en el cual se cuelga una bolsa de pensamientos miscelaneos, sino un amo que dicta y controla lo que es dicho.6

Ejemplos de sermones expositivos en las Escrituras

A la luz de la definición anterior, identificaremos sermones expositivos a lo largo de las Escrituras. Hay varios ejemplos de exposición en las Escrituras —los veremos de manera panorámica comenzando con el Antiguo Testamento. Conforme los vemos, debemos recordar que estas son exposiciones únicas debido a que son divinamente inspiradas (2Ti 3:16). Fuera de estos ejemplos bíblicos, es obvio que nuestras exposiciones bíblicas no son inspiradas de la misma manera, pero estos ejemplos de las Escrituras establecen un patrón a seguir para los expositores en nuestro día.

El primer ejemplo de predicación expositiva que se encuentra en la Biblia está en Éxodo. Después de que Dios presentó los Diez Mandamientos en Éxodo 20, Moisés procede a explicar en detalle la aplicación práctica de los mandamientos en la vida diaria de Israel: “Estas son las leyes que les propondrás”.7 (Éx 21:1). Él le explica a Israel cómo enfrentar diferentes asuntos al aplicar el Decálogo. Esta exposición del Decálogo se encuentra en los capítulos 21–23 de Éxodo —por ejemplo, él les explica cómo enfrentar la esclavitud (21:2-11), heridas personales (21:12-14), hijos que deshonran a sus padres (21:15, 17), propiedad personal (22:1-15), y otros.

El siguiente ejemplo es de hecho una serie de sermones expositivos —se encuentra en el libro de Deuteronomio. Una vez más, Moisés es el expositor quien en este caso presenta una serie de sermones explicando y aplicando la Ley: “De este lado del Jordán, en tierra de Moab, resolvió Moisés declarar esta ley…” (Dt 1:5). La palabra “declarar”, en este versículo, traduce un verbo hebreo que describe escritura aclarada en tablas de piedra —aquí es usada de manera figurada y significa “aclarar mediante explicación”.8 Esto es lo que Moisés hace en la mayor parte de libro —porque Deuteronomio está constituido por una serie de tres sermones presentados por Moisés conforme prepara a Israel para entrar en la Tierra (1:5–4:43; 4:44-49; 29:1–30:20). Él presenta estos sermones a la segunda generación del Éxodo en un período de tiempo de un mes (cp. Dt 1:3; 34:8; Jos 5:6-12), mientras acampaban al este del Jordán (Dt 1:1).9

Siglos más tarde, encontramos otro ejemplo de exposición en las Escrituras en Nehemías 8. Después de los 70 años de cautividad de Judá en Babilonia (Jer 25:11), los judíos regresaron a casa, a su tierra, en tres etapas —la primera registrada por Esdras 1–6 (ca. 539 a. C.); la segunda registrada por Esdras 7–10 (458 a. C.) y la tercera registrada por Nehemías (ca. 445 a. C.). Es en esta tercera etapa que encontramos a Esdras exponiendo la Palabra de Dios en Nehemías 7:73–8:12 durante la Fiesta de los tabernáculos.

De acuerdo con Deuteronomio 31:10-13, la Ley debía ser leída cada siete años durante esta fiesta y Esdras ciertamente estaba calificado para hacer esto —él había preparado su corazón para estudiar, obedecer y enseñar la Ley (cp. Esdras 7:10). Después de que el pueblo le pidió a Esdras que trajera la Ley (Neh 8:1), él procede a leer “en el libro” (Neh 8:3). Esta es una frase importante porque resume que Esdras leyó y explicó la ley —él llevó a cabo una exposición de la ley. Los versículos 7 y 8 apuntan específicamente a dicha exposición al señalar que, junto con Esdras, varios hombres “hacían entender al pueblo la ley... leían en el libro de la ley de Dios claramente, y ponían el sentido, de modo que entendiesen la lectura”. La frase “ponían el sentido” podría incluir traducción del hebreo al arameo —debido a que la gente que había estado en el exilio pudo haber hablado arameo únicamente—, pero esta frase apunta al hecho de que esta fue una explicación de la ley, una exposición.10

En términos comparativos, el Nuevo Testamento contiene más ejemplos de predicación expositiva que el Antiguo Testamento. La razón para dicha diferencia es que el Nuevo Testamento registra el cumplimiento del Antiguo Testamento. Hechos 26:22-23 es un buen ejemplo de esto conforme Pablo le dice al Rey Agripa, “...persevero hasta el día de hoy, dando testimonio a pequeños y grandes, no diciendo nada fuera de las cosas que los profetas y Moisés dijeron que habían de suceder: que el Cristo había de padecer, y ser el primero de la resurrección de los muertos, para anunciar luz al pueblo y a los gentiles”. Sin embargo, otra razón por la que encontramos más ejemplos de exposición en el Nuevo Testamento es que completa la revelación escrita de Dios (cp. Ap 22:18-19).

Conforme vemos el Nuevo Testamento, también debemos mantener en mente que hay muchos ejemplos de predicación expositiva “en forma escrita”. Esto es que muchas porciones de las epístolas incluyen tanto explicación como aplicación de varios pasajes del AT. Mientras que estas son cartas escritas a una audiencia específica y no sermones, incluyen exposiciones de las Escrituras que los autores aplican a sus destinatarios. Debido a que esto es más un panorama de ejemplos, que una lista exhaustiva, únicamente señalaremos unos pocos ejemplos en las epístolas en los siguientes párrafos.

Teniendo esto presente, comenzamos en los evangelios con el Expositor Maestro —nuestro Señor Jesucristo. Únicamente presentaremos una muestra de exposiciones presentadas por Él, ya que entrar en profundidad a cada exposición que Jesús dio es ir más allá de lo que se cubre en este capítulo. El Señor dio varias exposiciones del Antiguo Testamento, conforme explicó el significado de cierto pasaje y después lo aplicó a Su audiencia (como en Mt 9:10-13), o conforme explicó el cumplimiento de cierta profecía y llamó a Su audiencia a arrepentirse (como en Marcos 1:14-15).

En el Sermón del Monte encontramos una exposición de la Ley —esto es visto particularmente en Mateo 5:21–7:12. Después de afirmar que el requisito para entrar en el Reino es poseer una justicia que es mayor que la de los escribas y fariseos (5:20), Jesús procede a dar varios ejemplos de dicha justicia. Al hacer esto, nuestro Señor da una exposición maestra de la Ley conforme explica el significado original y lo aplica a Su audiencia. En esencia, la justicia que se conforma a la ley de Dios no solo es externa sino también interna —al nivel de los pensamientos, deseos, motivos. Por ejemplo, nuestro Señor explica y aplica la Ley al afirmar que un asesino no solo es la persona que priva pecaminosamente de la vida a otra persona, sino también es la persona que odia a alguien (5:21-26). El adúltero no solo es el que comete el acto físico, sino también el que desea cometerlo (5:27-30). La adoración que agrada a Dios no solo se conforma externamente a la Ley, sino también internamente —al tener motivos puros (6:1-18).

En Mateo 9:10-13 encontramos otro ejemplo de exposición. Después de que los fariseos condenan a Jesús por comer con los publicanos y pecadores (9:11), el Señor responde al explicarles el significado de Oseas 6:6 y exhortarlos a aplicarlo. Él les dice, como Oseas 6:6 mandó, que Él de hecho está mostrando misericordia a aquellos en necesidad y ellos necesitan aprender y hacer lo mismo (9:13).

Mateo 22 es un capítulo que incluye varias exposiciones de nuestro Señor. En cada una de ellas, como vemos a lo largo de Su ministerio, Él explica el significado de un pasaje del Antiguo Testamento y llama a Su audiencia contemporánea a la acción. En el capítulo 22:23-33, Él explica Éxodo 3:6 y reprende la ignorancia de los saduceos por no conocer la Palabra de Dios (22:29). En el 22:34-40, Él explica Deuteronomio 6:5 como el mandamiento más importante y concluye explicando que Levítico 19:18 es el segundo mandamiento —estos dos resumen la responsabilidad moral del hombre (22:40). En el 22:41-46, Él explica el Salmo 110:1 y demuestra a los fariseos que Él es el Cristo, con una exhortación implícita que es el deber de ellos de creer en Él como tal.

Al considerar el Evangelio de Marcos, encontramos una exposición de las Escrituras en el primer capítulo. Marcos 1:14-15 dice, “Después que Juan fue encarcelado, Jesús vino a Galilea predicando el evangelio del reino de Dios, diciendo: El tiempo se ha cumplido, y el reino de Dios se ha acercado; arrepentíos, y creed en el evangelio”. En esta afirmación, Cristo está explicando que las promesas de las Escrituras en relación al Rey y el Reino se cumplen en Él. Conforme hace esto, él aplica a Sus oyentes las implicaciones del cumplimiento de dichas Escrituras —necesitan arrepentirse y creer en el evangelio.11

En Lucas 4:16-21, nuestro Señor lee y explica cómo Él fue el cumplimiento de Isaías 61:1-2 con la implicación de que deben creer en Él —como es señalado por Sus comentarios acerca de la incredulidad que Él esperaba de ellos a pesar de Su gracia (Lucas 4:22-30).

Hacia el final del libro, en Lucas 24:25-27, encontramos un ejemplo excelente de nuestro Señor explicando Su necesidad de sufrir y entrar en Su gloria. Después de Su resurrección, conforme habla con los dos discípulos en el camino a Emaús, Lucas dice que “...comenzando desde Moisés, y siguiendo por todos los profetas, les declaraba en todas las Escrituras lo que de él decían” (24:27). Claro que la implicación de dicha explicación es que ellos debían creer. Inclusive, el mensaje del Evangelio que todo creyente del NT debe proclamar es una exposición de lo que el AT predijo (24:44-48) —al presentar el contenido del evangelio, el Señor no solo presenta una exposición del Antiguo Testamento, sino que los Apóstoles y creyentes en general siguen a nuestro Señor al exponer las Escrituras conforme evangelizan.

En la historia inspirada de la primera iglesia —el libro de los Hechos—encontramos varias exposiciones de la Palabra de Dios. Comenzando con Pedro en Hechos 2:14-40, encontramos al Apóstol explicando cómo Joel 2:28-32 (Hch 2:17-21); Salmo 16:8-11 (Hch 2:25-28); Salmo 16:31 (Hch 2:31); Salmo 110:11 (Hch 2:34-35) se aplicaron a la muerte y resurrección de nuestro Señor (Hch 2:36). Él concluyó con las implicaciones prácticas para aquellos judíos que lo oyeron —ellos necesitaban arrepentirse de su pecado y creer en el que mataron (Hch 2:39-40).

En Hechos 7, Esteban hace un trabajo excepcional de exposición, conforme se defiende a sí mismo de acusaciones falsas (Hch 6:8-15). Él comienza con el llamado de Abraham (Hch 7:3; cp. Gn 12:1) y camina a lo largo del Antiguo Testamento, concluyendo con una confrontación poderosa de la incredulidad de los líderes judíos (Hch 7:51-53).

Otro gran expositor que encontramos en Hechos 8:26-40 es Felipe. Él enseña (Hch 8:31) al eunuco al explicarle que Isaías 53:7-8 se refería al Señor Jesucristo y llamó al eunuco a creer en el Señor (Hch 8:37).

Hechos 26:22-23 resume el ministerio de predicación del Apóstol Pablo —el cual consistió en explicar cómo el Señor Jesucristo cumplió el Antiguo Testamento en Su sufrimiento: “...y ser el primero de la resurrección de los muertos, para anunciar luz al pueblo y a los gentiles” (26:23). La predicación expositiva caracterizó el ministerio de Pablo, como se ve en sus escritos apostólicos.

Por ejemplo: la epístola a los romanos incluye varios ejemplos de exposición bíblica. Romanos 3:10-18, presenta una serie de textos del Antiguo Testamento mediante los cuales Pablo muestra la pecaminosidad de la humanidad (3:9). En Romanos 4, él explica cómo Génesis 15:6 y el Salmo 32:1 enseñan la doctrina de la justificación por la fe. Desde Romanos 9 hasta el 11, él explica varios textos del Antiguo Testamento, mostrando que la incredulidad actual de Israel es parte del plan de Dios, el cual culminará en que ellos vengan en el futuro con una fe arrepentida al Señor.

En Primera de Timoteo 4:13 Pablo escribe, “Entre tanto que voy, ocúpate en la lectura, la exhortación y la enseñanza”. La “lectura” de la Palabra de Dios se refería a la lectura pública de un texto de las Escrituras que era explicado (como el Señor lo hizo en Lucas 4:16-21) y después aplicado (“exhortación”). Con la palabra “enseñanza”, él hace referencia a la naturaleza sistemática de la enseñanza de la Palabra de Dios.

La epístola a los hebreos está llena de exposición de varios pasajes del Antiguo Testamento. Esta exposición va acompañada de aplicación —como es característico de la predicación expositiva. Mientras que es rica en contenido doctrinal, la epístola es un sermón —una “palabra de exhortación” (Heb 13:22). Las exposiciones de textos del Antiguo Testamento que encontramos son las siguientes:12 1:1–2:4 (varios textos de los Salmos; 2Sa 7; Dt 32); 2:5-18 (Sal 8:4-6); 3:1–4:13 (Sal 95:7-11); 4:14–7:28 (Sal 110:4); 8:1–10:18 (Jer 31:31-34); 10:32–12:3 (Hab 2:3-4); 12:4-13 (Pr 3:11-12); 12:18-29 (Éx 19-20).

La hermenéutica de un sermón expositivo

La hermenéutica puede ser definida como “la ciencia de la interpretación correcta de la Biblia”.13 La hermenéutica es diferente de la exégesis porque la hermenéutica es un conjunto de principios y la exégesis es la implementación de la hermenéutica, con la meta de entender la verdadera intención del autor.14 Esto asume que el intérprete puede ser objetivo al explicar el texto bíblico. En defensa de esto, Thomas señala que:

Los intérpretes pueden tener la confianza de ser objetivos al enfatizar la capacidad de Dios de comunicar, en lugar de enfatizar la incapacidad humana de recibir comunicación, el propósito de Dios en la revelación especial que no puede ser estorbado, la iluminación del Espíritu Santo al reprimir prejuicios personales, y la objetividad neutral como es vista en la constancia de la doctrina de la iglesia a lo largo de los siglos. Solo entonces los intérpretes regresarán a una explicación en lugar de una confusión de las Escrituras... La revelación divina y la inspiración se encuentran detrás de la escritura de las Escrituras, y la iluminación divina funciona en conexión con la capacidad del hombre de entender lo que está escrito. Si el factor divino en este proceso de comunicación prevalece en los escritos de las Escrituras, el Espíritu Santo puede prevalecer como parte de Su ministerio de iluminación. El Espíritu puede borrar malos entendidos preconcebidos en las mentes de personas que poseen una nueva naturaleza en Cristo y capacitar a los exegetas a estudiar el texto de una manera objetiva.15