Mindfulness para las mujeres - Vidyamala Burch - E-Book

Mindfulness para las mujeres E-Book

Vidyamala Burch

0,0

Beschreibung

Las mujeres estamos bajo una presión sin precedentes: sin tiempo, haciendo malabares para llegar a todo –y estar en todo–, atendiendo infinitas exigencias… Este es un mundo en el que debes estar disponible 24 horas al día, 7 días a la semana, una presión que socava aquellas cosas esenciales que todas anhelamos: ser felices, relacionarnos, sentirnos vitales, queridas o envueltas por una sensación de sosiego y paz. No es de extrañar que tantas de nosotras nos sintamos exhaustas, estresadas o desbordadas. La buena noticia es que podemos recuperar la calma y la felicidad en nuestras ajetreadas vidas. Esta posibilidad se encuentra a nuestro alcance, a tan solo un paso, a tan solo un respiro. El mindfulness es un potente antídoto para la ansiedad, el estrés, el agotamiento y la depresión. Puede ayudarnos a sentir mayor satisfacción en la vida e incluso reducir comportamientos autodestructivos y de adicción. Siguiendo los sencillos ejercicios de Mindfulness para las mujeres te sentirás más feliz, menos estresada, más segura, capaz y a gusto, contigo misma y con la vida. Comprobarás que los resultados del mindfulness hablan por sí solos.

Sie lesen das E-Book in den Legimi-Apps auf:

Android
iOS
von Legimi
zertifizierten E-Readern
Kindle™-E-Readern
(für ausgewählte Pakete)

Seitenzahl: 442

Das E-Book (TTS) können Sie hören im Abo „Legimi Premium” in Legimi-Apps auf:

Android
iOS
Bewertungen
0,0
0
0
0
0
0
Mehr Informationen
Mehr Informationen
Legimi prüft nicht, ob Rezensionen von Nutzern stammen, die den betreffenden Titel tatsächlich gekauft oder gelesen/gehört haben. Wir entfernen aber gefälschte Rezensionen.



Vidyamala Burch y Claire Irvin

Mindfulness para las mujeres

Estructura tu mente, simplifica tu vida y encuentra tiempo para ti misma

Traducción del inglés de Silvia Alemany

Título original:MINDFULNESS FOR WOMEN

© 2016, Vidyamala Burch and Claire Irvin

© de la edición en castellano:

2017 by Editorial Kairós, S.A.

Numancia 117-121, 08029 Barcelona, España

www.editorialkairos.com

© de la traducción del inglés al castellano: Silvia Alemany

Revisión: Alicia Conde

Composición: Pablo Barrio

Primera edición en papel: Octubre 2017

Primera edición digital: Febrero 2019

ISBN papel: 978-84-9988-573-5

ISBN epub: 978-84-9988-688-6

ISBN kindle: 978-84-9988-689-3

Todos los derechos reservados. Cualquier forma de reproducción, distribución, comunicación pública o transformación de esta obra solo puede ser realizada con la autorización de sus titulares, salvo excepción prevista por la ley. Diríjase a CEDRO (Centro Español de Derechos Reprográficos, www.cedro.org) si necesita algún fragmento de esta obra.

Para Stuart, que me ha hecho amar cada momento.

Y para Amelie Rose y Charley Chops, que me hacen desear que esos momentos duren aún más.

CLAIRE

Para todas mis amigas, para mis mentoras y guías.

Vosotras ya sabéis a quiénes me refiero.

Vosotras me habéis mostrado el camino.

VIDYAMALA

Sumario

Portada

Créditos

Agradecimientos

Introducción: ¿Por qué «Mindfulness para mujeres»?

Instrucciones de uso de este libro

1. No existas… ¡brilla!

2. ¿Qué es el mindfulness?

3. La meditación

Parte I: Ama tu cuerpo

4. Calma tu cuerpo

5. Acepta tu cuerpo

Parte II: Encuentra la paz mental

6. Calma tu mente

7. Ten compasión de tu mente

Parte III: Que la bondad te haga feliz

8. Descubre lo que hay de bueno en ti

9. Ama a otras personas

10. Fluye y ama

Parte IV: El mindfulness en la vida diaria

11. Vivir con menos estrés

12. Cambiar tu mente puede cambiar el mundo

Apéndice 1: Manual para un curso de ocho semanas

Apéndice 2: Plantilla del inventario de la conciencia de los sentidos

Apéndice 3: Moldear el cerebro

Apéndice 4: La importancia de la respiración

Notas

Recursos

Recursos auditivos

Contracubierta

Navegación estructural

Cubierta

Portada

Créditos

Dedicatoria

Agradecimientos

Comenzar a leer

Notas

Agradecimientos

Ambas estamos en deuda con la superagente Sheila Crowley por su sentido de espíritu de la época, sus habilidades creativas a la hora de establecer contactos y el sólido apoyo que nos ha demostrado. ¡Gracias también a Rebecca Ritchie por haber logrado que todo lo anterior discurriera con tanta placidez!

El equipo de Little, Brown Book Group, capitaneado por Anne Lawrance, nos ha proporcionado el espacio creativo para que pudiéramos desarrollar nuestra visión del «Mindfulness para mujeres» y nos ha proporcionado la confianza para hacérnoslo nuestro. La editora Jillian Stewart es una experta en la atención plena interior, y además es una persona flexible que cuida la atención por el detalle, una combinación nada fácil que nos encanta. Y Sarah Shea, Stephanie Melrose, Andy Hine y Helena Doree han recogido el testigo de nuestro entusiasmo y han salido corriendo.

Gracias a todas las mujeres que accedieron a ser nuestros casos de estudio. Fuisteis muy generosas con vuestro tiempo y vuestras perspectivas únicas sobre lo que significa practicar, y vivir, la atención plena como una mujer moderna. Hemos cambiado vuestros nombres para proteger la privacidad, pero esperamos que disfrutéis reconociéndoos en el texto.

Vidyamala

Me siento especialmente agradecida a todas las mujeres fuertes de mi vida que me han ayudado a creer en mí misma. Al crecer en Nueva Zelanda recibí la influencia de varias generaciones de pioneras femeninas: desde el papel que desempeñó mi abuela, Eva Burch, hasta los de mis tías, mi madre Jill, mis hermanas Pippa, Lisa y Deb, y mis queridas amigas íntimas, que lo son desde hace décadas, Margy y Margot. Todas ellas ejemplifican la típica actitud positiva de Nueva Zelanda.

También estoy profundamente agradecida a las excepcionales mujeres de la Orden y la Comunidad budista Triratna, con las que llevo practicando desde hace tiempo. Me habéis enseñado a sentirme mejor conmigo misma, planteándome desafíos y animándome a ser valiente para que pueda desarrollar todo mi potencial. En ocasiones vuestra actitud ha sido férrea, pero nunca carente de bondad. Todo un regalo. Sois demasiadas para nombraros una a una, pero vosotras ya sabéis a quiénes me refiero. Habéis enriquecido mi vida hasta unos extremos inconmensurables.

Doy las gracias también a Jules Morgan por la lectura detallada que ha hecho del manuscrito y por su astuto feedback, en el momento adecuado. Pasó horas tumbada en el sofá, enfrascada en el texto y pasándome páginas enteras de correcciones durante diez días de locura, un bombardeo de trabajo para no pasarnos de la fecha de entrega del manuscrito. Fue divertido, aunque una locura. Y, por supuesto, doy las gracias a todo el equipo de Breathworks por el generoso apoyo que nos prestaron mientras intentaba escribir este libro cuando, en realidad, no había tiempo. De alguna manera me ayudasteis a sacar tiempo de donde no había con vuestras presiones y exigencias, y consolidasteis el proyecto con gracia y profesionalidad. Gary, te doy las gracias a ti también por los materiales que creaste para el curso Mindfulness para el Estrés, que he aprovechado y he incluido en diversos capítulos de este libro.

La mayor parte del material se basa en mi prospección particular de los mundos del budismo y del mindfulness a los que me he dedicado durante décadas. Muchos amigos y catedráticos han contribuido a esta sinergia para que cada vez seamos más los que conozcamos estas extraordinarias enseñanzas de una manera accesible y relevante para nuestra vida moderna. Mi principal maestro budista, Sangharashita, empezó este proceso durante la década de los 1960, cuando decidió que era el momento adecuado de adaptar estas antiguas enseñanzas. Estoy en deuda con él, y sumamente agradecida. También quiero dar las gracias al doctor Jon Kabat-Zinn, uno de los primeros científicos del Centro Médico de la Universidad de Massachusetts que llevó el mindfulness al sistema sanitario occidental y a la sociedad civil. Él también es una figura prominente y radical que me ha ofrecido su apoyo y todos sus ánimos desde que inauguré Breathworks en 2001. A Russ Harris tengo que darle las gracias calurosamente por permitirnos compartir con él parte de su magnífica obra, y por dejarnos participar.

Gracias también a Sona, mi compañera Sona, que mientras estuve escribiendo este libro, renovaste nuestra casa, me ayudaste a mudarme y a montarme un despacho haciendo de todo eso tu prioridad, por encima de tus otros compromisos. Durante todo este tiempo has estado amándome y cuidando de mí, además de procurar que siguiera mi propio ritmo (a veces con acritud) y me acordara de conservar la atención plena.

Y, por supuesto, gracias a Claire, que me ha mantenido al corriente de los temas que preocupan a las mujeres de hoy en día por estar permanentemente conectada, y también por su astucia. He aprendido muchísimo y he disfrutado ampliamente del proceso de cocrear este libro con una mujer tan vivaz, inteligente y curiosa como ella.

Claire

Tengo la suerte de disfrutar de momentos maravillosos en mi vida, y de personas que todavía lo son más y me han ofrecido un apoyo inquebrantable, alegría y amistad. Doy las gracias a los Porter, los Davidson, los Linggoods y los Hills; a Karen, Sam, Jacqui, Carla y Jo, y a mis ahijadas Agnes, Ava y Ella; y a Laura, por haber sido el eco activo de la atención plena mientras estuvimos escribiendo el libro.

Por supuesto, el malabarismo de poder escribir y seguir cuidando de la familia necesita una potente red de apoyo: Helen y Vanessa, sois increíbles.

Vidyamala, no solo has añadido tu nombre a este increíble elenco de personajes, sino que me has dado el don de hallar diversas maneras de encontrar tiempo para hacer todas esas tareas especiales que mi vida comporta.

Por supuesto, como profesional que toca muchas teclas al día, he tenido el privilegio de caminar por la vida siguiendo estas recias antorchas femeninas: mi asombrosa e inspiradora madre, Rosemary, para empezar, una pionera para las madres trabajadoras y las feministas orientadas a la familia de todo el mundo. ¿Habría tenido yo la fuerza y la visión de intentar hacer lo mismo si no fuera por ti?; las amigas que he mencionado y aquellas chifladas de todo el planeta que ya eran asombrosas antes de la década de los 1990, nos dieron permiso para hacer de todo esto «algo»; Lis y Sandie, que, a su manera, me influyeron muchísimo en mis años de adolescencia; y las mujeres que me brindaron su amistad inspiradora, fueron mis mentoras y me apoyaron a lo largo de mi trayectoria profesional: Carole, Nanette, Meribeth y Tracey. Os lo debo.

Mi hermana Heather y mi sobrino Freddie encabezan la lista de los superespeciales. Margaret y Tony, y la diversión de los viernes, las tazas de té, las casas para los patos… ¡y muchas cosas más! Mi madre y mi querido padre, el doctor Geoff: ¿dónde estaría yo sin vuestras continuas llamadas de apoyo (y los mejores pasteles de cumpleaños, lecciones de piano y chistes breves)?

Pero lo mejor de escribir este libro es el legado que les quedará a mis seres más queridos: Stuart, Amelie Rose y Charley. Stu, al final no tendrás que decirme que olvide las prisas y mire las cosas (aunque estoy segura de que seguirás diciéndomelo). Y, si mis dos caritas favoritas no bastan para que deje de consultar mis correos electrónicos, serán mi enfoque en la atención plena y la gestión de prioridades los que sin duda lo harán.

Introducción¿Por qué «Mindfulness para mujeres»?

«Estoy muy liada.» ¿Cuántas veces has contestado esto cuando alguien te ha preguntado cómo estabas?

Si tu vida es una locura (¿hay alguna que se libre de eso?), tu primera reacción ante la idea de practicar mindfulness para las mujeres será decir: «Me parece fantástico», y luego te preguntarás con incredulidad: «¡A ver quién es la lista que tiene tiempo para algo así!, porque yo te aseguro que no.» Tanto si nos referimos al ámbito profesional o social como si hablamos del plano psicológico, prácticamente todas estamos igual de liadas. Y ninguna, por lo que parece, tiene tiempo de encontrar un rato libre para ella.

La vida actual es implacable. Hay tantas facetas, tantas capas… Es un crisol de oportunidades y elecciones que se presenta en nuestra vida profesional y personal. Queremos viajar por el mundo, encontrar un trabajo que nos satisfaga, conocer al hombre (o a la mujer) de nuestros sueños… Fácil, ¿no? Veamos, pongamos que tenemos un cargo directivo, cinco hijos y una casa en el campo. ¿Por qué no? En una situación así te estresas solo para encontrar un momento para hacer una lista, por no hablar de las horas que tendrías que dedicar al día para ir tachando punto por punto… y conseguir que te quedara algún ratito libre para no hacer nada. Cuando no se tratara del trabajo, de la casa, de los niños, de la familia, de hacer nuevas amistades, de cultivar los amigos de toda la vida, de hacer ejercicio, emprender unas reformas, mudarnos a una casa más grande o a una más pequeña, trabajar en el jardín, comprar en internet o ver alguna colección de DVD, nos quedarían mensajes por contestar, tendríamos que actualizar nuestro estado de Facebook, hacer una llamada por Skype, responder a un contacto de LinkedIn, colgar algo en el tablón de Pinterest o interactuar en cualquier otra plataforma social. ¡Y solo estamos mencionando lo que nos divierte!

¿Quieres sentirte…

FelizRelajadaTranquilaDeterminadaTenazLlena de vitalidadSegura de ti misma?

Entonces el mindfulness puede ayudarte.

La práctica de mindfulness te ofrece un apoyo práctico

Ante esa lista de quehaceres, que ya es bastante larga de por sí, quizá te preguntes cómo va a poder tranquilizarte el mindfulness y qué es exactamente. Explicaremos el mindfulness con todo detalle en el capítulo siguiente, pero por ahora piensa sencillamente que es la capacidad de estar en silencio, tranquila y quieta en tu mundo interior, y en el exterior también. ¿Te suena bien? Algo muy bueno que aporta el mindfulness es que puede ayudarnos a cada una de nosotras en el lugar en el que nos encontremos y en cualquier momento de la vida. No solo te servirá para manejar mejor las cosas en el presente, sino también para sortear tus distintos papeles e identidades, que a menudo cambian de forma drástica, y con los que todas las mujeres nos topamos de manera inevitable a medida que pasan los años.

Tomemos, por ejemplo, la adolescencia, o los veinte años, cuando se empieza a vivir la vida de una manera excitante. Lanzarse a un universo de posibilidades en el que los límites son mínimos puede ser estimulante, sobre todo comparado con el agobio que implica hacerte un lugar propio en un mundo ruidoso y a veces agresivo. De todos modos, cuando las chicas van creciendo no se les inculca de entrada que cultiven la confianza en sí mismas y en sus opiniones, como les ocurre a los chicos; es más, incluso los cimientos más sólidos pueden truncarse cuando se nos anima a alzar la voz, a competir de manera salvaje y a abrirnos paso a codazos para alcanzar el éxito mientras, en nuestro interior, seguimos siendo esas florecillas frágiles que nada tienen que ver con la imagen determinada y decidida que se espera de nosotras. Y tampoco nos sirve de nada tener que navegar entre «relaciones fingidas», inciertas e inconsistentes como las que nos ofrecen internet y las redes sociales, empeñadas, según parece, en despertar en nosotras una sensación de inseguridad. Ser fiel a ti misma dicen que es la piedra de toque para alcanzar el éxito y la felicidad, pero en un entorno tan implacable, ¿cómo sabemos lo que es «ser una misma» para empezar? La sensación de calma y quietud que te aporta el mindfulness te ayuda a crearte una brújula interior que te permite estar al mando de tu vida, en lugar de sentirte una víctima indefensa de las circunstancias.

¿Sueñas con…

Encontrar un trabajo o unas aficiones que te llenen y satisfaganTener tiempo y energía sobrantes para las diversiones?

El mindfulness puede ayudarte a identificar tus objetivos y a aferrarte a ellos para poder construirte una vida sostenible y placentera.

La oportunidad de destacar en la profesión o el estilo de vida que has elegido es uno de los aspectos agradables del mundo moderno, pero muchas mujeres todavía luchan para encontrar un equilibrio sostenible entre la vida y el trabajo: conseguir que la vida profesional te satisfaga sin comprometer lo que realmente es importante en la vida. Es esencial encontrar la combinación adecuada entre trabajo y vida para tu bienestar, y el mindfulness puede ayudarte a identificar y priorizar las cosas que más anhelas para poder mantener la perspectiva y sentirte tú misma, aunque tengas un trabajo o una vida doméstica intensos.

Tanto si es a los veinte como a los treinta o los cuarenta años, cuando sumas los papeles de pareja y madre a la ya de por sí complicadísima, aunque divertida, empresa de vivir, el tiempo (¡o la falta de él!) puede empezar a definir tu vida en realidad. Vivir con alguien y tener hijos no solo te exige en la práctica que eches mano de tus recursos internos, sino que comporta un cambio en el yo que puede complicar aún más las cosas. Lo más importante, sin embargo, es que el mindfulness te ayudará a estar tranquila, a ser cariñosa y a no reaccionar contra tu pareja; así, tu relación con los demás será más profunda. La alegría de la maternidad también puede ser una oportunidad maravillosa de practicar el mindfulness. Puedes aprender a estar plenamente presente para tus hijos, en situación, en los planos emocional y mental, y eso te llenará mucho más que tener un ojo puesto en los niños y otro en el móvil.

Qué duda cabe que en la generación que llamamos de «bocadillo», muchas mujeres tienen que cuidar además de sus padres, y que la precaria salud y la creciente dependencia de estos les obliga a cambiar de identidad y pasar de ser hijas a convertirse en cuidadoras. Este papel nuevo, que la mujer tiene que aprender, a menudo aparece en la época más atareada de su vida. Asimismo, el mindfulness puede ayudarte a mantenerte «presente» ante tanta y tan variada exigencia, y contribuir a que ames y cuides desde la amabilidad y la gratitud mientras te entregas tanto en el trabajo como en casa.

¿Querrías…

Pasar más tiempo con tus hijosCultivar una actitud más calmada en tu papel de madreFortalecer tus relacionesDivertirte más con los amigosEstrechar vínculos con tus padres?

El mindfulness puede ayudarte a priorizar las cosas que te importan.

Ni siquiera existe ya ese tranquilo remanso de la «ancianidad» de antaño. En lugar de ser una época para el descanso y la reflexión, la edad a la que la mayoría se jubila suele convertirse en una época muy dinámica, ¡qué poco tiene que ver eso con la jubilación! Si te encuentras en esta fase de la vida, quizá sientas que tu obligación es forjarte una existencia plena a partir de tu experiencia vital, tu vivacidad y tu sabiduría. Las generaciones de mujeres jóvenes, esas que muestran una aparente confianza y muchas tablas en el mundo digital, pueden llegar a intimidarnos, y quizá tengas que esforzarte en ponerte al día si quieres seguir en la brecha. Si te resulta divertido y estimulante, el mindfulness liberará tu energía mental para que puedas abarcar cosas nuevas y disfrutar con la revolución digital. Si, en cambio, no te interesa esforzarte en este sentido, el mindfulness te ayudará a tener confianza en ti misma para forjarte el estilo de vida que desees, por muchas presiones externas que puedas tener.

Con la edad aparecerán períodos de mayor dependencia, como es natural. Son muchas las mujeres que aspiran a envejecer con dignidad y con un profundo sentido de satisfacción interior, pero ¿cómo lograrlo con un cuerpo en decadencia? El mindfulness, la conciencia, la amabilidad y la aceptación son claves para sentirnos realmente cómodas en nuestra propia piel, sea cual sea nuestra condición física. Está probado que el mindfulness hace que aumente nuestro bienestar interior, incluso en las personas que padecen enfermedades crónicas.1

El mindfulness para la mujer moderna

Para cualquiera de nosotras, con independencia de quiénes seamos y a qué nos dediquemos, queda demostrado que la vida se mueve a paso rápido. Y la necesidad que tenemos de escapar de vez en cuando de la sensación de «vivir como un hámster dando vueltas a la rueda» y hallar paz y sosiego es una tendencia cultural que trasciende cualquier edad, credo, color o condición. Y eso es algo de lo que las mujeres hablan en particular. ¿Por qué será? Porque creemos de todo corazón que, si queremos que las cosas salgan como tienen que salir, tenemos que hacerlas por nosotras mismas. Y las tareas que se nos presentan, que cada vez son más numerosas, junto con los aparatos tecnológicos que tenemos a nuestra disposición, comportan que adoptar esta filosofía no nos resulte nada fácil. La ironía es que cada vez que compramos algún artilugio de los que nos ahorran tiempo es como si en realidad nos lo quitaran, porque por cada tarea que estos milagros tecnológicos nos ayudan a resolver con rapidez generan otra que unos años atrás ni siquiera habríamos imaginado.

¿Por qué hay tantas cosas por hacer que solo tú puedes hacer bien? El mindfulness puede ayudarte a abandonar la creencia de que estás obligada a hacerlo todo.

Hay una pregunta fundamental: ¿cómo podemos seguir cuerdas estando inmersas en estas masivas transformaciones de orden práctico y cultural? A pesar de que es estimulante estar ocupadas, plantearnos retos y formar parte de la revolución digital mientras vamos surcando las olas de un cambio histórico, necesitamos encontrar un equilibrio con el polo opuesto. Necesitamos incorporar las antiguas virtudes, como el mindfulness, para encontrar el equilibrio y la paz. En conclusión, podríamos decir que el mindfulness es más necesario que nunca.

El mindfulness para la igualdad

Vivimos en una época de importantísimos cambios culturales que afectan al papel que tienen las mujeres en la sociedad y a su identidad. Todavía quedan algunas mujeres que vivieron el movimiento sufragista de principios de los años veinte; y hasta hace unas décadas tan solo la mayoría se veía limitada a desempeñar «trabajos de chica», fueran cuales fuesen sus capacidades y ambiciones. Por otro lado, fueron muchas también las que vivieron esa sensación de esperanza y optimismo que aportaron los movimientos feministas de la década de los 1970, que lanzaron el mensaje de «el mundo es tu ostra; puedes hacer con ella cualquier cosa», mujeres que lucharon por la igualdad de oportunidades.

El problema es que la sociedad olvidó incluir una característica que es fundamental en las mujeres: si son capaces de hacer todo aquello a lo que se sienten obligadas. ¿Profesión, hijos, vida social y unas aficiones que nos llenen? ¡Pues claro que sí! Por naturaleza somos multifacéticas. ¿Queremos aprender a tocar un instrumento? ¡Adelante! ¿Queremos ser miembros de un comité? ¿Por qué no? El mensaje del feminismo sobre tener esperanza y crear oportunidades se ha metamorfoseado y ha pasado del «puedes hacer cualquier cosa» al «deberías hacer de todo». Y, sin comerlo ni beberlo, resulta que aprovechar las oportunidades que hoy en día tienen las mujeres significa ir muy presionadas intentando compaginar los variados papeles e identidades que tenemos: el de profesional, amante, esposa, madre, hija, amiga, ama de casa, enfermera, jefa, administradora… Y en cuanto a los instrumentos de la revolución digital (sí, sí, me refiero a esos que se diseñaron para hacernos la vida más fácil), están empezando a torturarnos: nos susurran, reclaman y seducen veinticuatro horas al día durante siete días a la semana, y generan un tiovivo agotador al que tenemos que estar continuamente conectadas.

¿Cómo equilibras…

El hacerte cargo de demasiadas cosas

con

El no responsabilizarte de lo suficiente?

El mindfulness te permite vivir con una sensación sostenible de calma y bienestar.

Abandona el patrón de las comparaciones con los demás

No hay duda de que la sensación que nos proporcionan las redes sociales de estar hiperconectadas puede ser adictiva. Podemos formar parte de este mundo nuevo, de este escenario, una plataforma que, en sus mejores momentos, puede ser liberadora e infundirte poder, darte voz y hacer que descubras una nueva manera de sentirte bien contigo misma. Este mundo ofrece un capital social renovado que satisface la innata necesidad humana de pertenencia. Sin embargo, es inevitable pagar un precio por toda esta libertad digital, y hay estudios que demuestran que también puedes sentirte más insatisfecha con la vida. Si por cualquier razón te sientes marginada o ignorada, esa sensación de pertenencia se puede volver en tu contra y hacer que tu autoestima disminuya.

Cuando tienes uno de esos días en que lo ves todo negro, la actividad de los demás puede hacerte sentir que no estás a la altura de las circunstancias, que no eres popular, y tampoco delgada, y que ni siquiera eres una triunfadora. Aunque son muy útiles para corroborar opiniones, las redes sociales también pueden ser inflexibles y muy críticas; pueden convertirse en el microclima del mundo externalizado en el que vivimos, ese mundo en el que lo que hacemos y nos ponemos, lo que vemos, escuchamos o decimos tiene más importancia que cómo nos sentimos, con qué conectamos o qué pensamos de nosotras mismas.

Ese «nosotras» puede terminar convirtiéndose en una amalgama de opiniones ajenas: las de nuestro jefe, nuestros amigos, la familia, los desconocidos… Y cuando juzgamos a los demás, cuando pensamos que esa de ahí es muy ruidosa o gorda, o incluso egoísta, ¿qué dice esa actitud de nosotras mismas? Pues que también tenemos que ser X, Y y Z. ¿Vamos a seguir la dieta de moda porque queremos perder cuatro kilos o porque creemos que tenemos que hacerlo?

Si en los inicios de nuestra vida laboral decidimos tomarnos un tiempo para formar una familia, es como si nos rindiéramos, como si nos pusiéramos en evidencia. Si dejamos el asunto de tener hijos para más adelante o (¡qué horror!) decidimos no tenerlos, somos unas egoístas y unas egocéntricas. Cuando nos reincorporamos al trabajo después de haber sido madres, ¿lo hacemos porque queremos o porque tenemos miedo de lo que pueda pasarle a nuestra vida profesional si no volvemos? ¿Es eso lo que nos importa o nos preocupa más lo que las otras madres puedan pensar de nosotras si volvemos o lo que pensarán los colegas de trabajo si no lo hacemos?

¿Somos nosotras las únicas personas capaces de organizar salidas para que los niños coincidan y jueguen entre ellos, de establecer la rutina familiar diaria o inventar unas vacaciones en la ciudad…? Y yo me pregunto: ¿qué importancia tiene eso? ¿Y por qué vamos a preocuparnos por algo así cuando, al repasar la actualidad en las noticias, los periódicos o Twitter, lo que vemos es un triste panorama de lo que está sucediendo en este ancho y vasto mundo? Las guerras, las hambrunas, la falta de recursos, las desigualdades y los maltratos pueden terminar por deprimirnos en el mejor de los casos, y, en el peor, pueden generarnos una sensación de impotencia.

Sin embargo, siempre hay esperanza. Y ayuda, una ayuda que está dentro de cada una de nosotras… Bienvenidas al mindfulness.

Y las guías de tu viaje son…

¡Qué útil es ir de viaje acompañadas! Esa fue la razón de que Vidyamala, al empezar a escribir este libro en colaboración, decidiera embarcar a Claire en un viaje de descubrimiento personal para conseguir la atención plena, y para que tú, lectora, puedas formar parte de él mientras te embarcas en el tuyo propio.

Para Claire no se trató solo del principio de un viaje increíble hacia el descubrimiento de la atención plena, sino del nacimiento de una sorprendente amistad y el estrechamiento de un hermoso vínculo. Aparentemente éramos completamente distintas. Nos llevábamos trece años y vivíamos en lados opuestos del planeta, y eso solo para empezar.

En un principio Vidyamala conoció el éxito en la vida: era deportista, una joven inteligente cuyo objetivo era ir a la universidad, ser buena en su profesión, encontrar a la pareja perfecta y quizá tener hijos. Pero unas lesiones en la columna vertebral que sufrió durante la adolescencia, y siguió padeciendo cumplidos ya los veinte, dieron al traste con esa vida y le hicieron tomar una trayectoria completamente distinta. Aunque ya se dedicaba al montaje cinematográfico con apenas veinte años, trabajo que le encantaba, su cuerpo no tardó en dejarle claro que no podría cumplir con jornadas de sesenta y cuatro horas semanales, así que tuvo que parar a los veinticinco años y abandonar el ejercicio de su profesión. Poco después fue a clases de yoga y meditación para poder encajar el revés de tener que afrontar unas perspectivas tan radicalmente distintas. Treinta años después pertenece a una orden del budismo, dirige meditaciones y organiza retiros de mindfulness por todo el mundo. Vidyamala ha encontrado la manera de canalizar la pasión y el entusiasmo que sentía antes de lesionarse, derivarlos hacia la mente y, por extensión, hacia lo que representa ser humana en este momento de la vida, con todos los retos y las oportunidades que se le brindan en concreto.

La vida de Claire es sintomática del momento que está viviendo la mujer moderna: esa madre trabajadora con dos hijos que va agobiada por la falta de tiempo es un reflejo de las presiones que conlleva la vida moderna. Si es cierto que cuantas más cosas te traes entre manos, mejores resultados te aporta el mindfulness, Claire, en opinión de Vidyamala, sería un caso perfecto, digno de estudio: «Enseguida me di cuenta de los beneficios que el mindfulness podría aportar a la vida de Claire, y quién mejor para demostrar que este libro puede cambiar tu vida que una de las lectoras a quien iba dirigido. Claire, al ser editora de una revista y periodista de profesión, se sentía atraída por la expectación que estaba creando el mindfulness. Sin embargo, convencerla de que se comprometiera a adoptarlo fue harina de otro costal. Al principio, se echaba atrás casi físicamente cuando oía las palabras “práctica” y “encajarla en tu vida”, y tardó varias semanas en empezar.»

Si queréis saber los resultados que consiguió, podéis conocer su experiencia siguiendo las entradas de su diario, que están incluidas en los capítulos más importantes, y descubrir el modo en que Claire ha integrado el mindfulness en su vida. Este viaje lo haremos juntas, así que nos encantaría que compartieras con nosotras, a través de las redes sociales, tus propias experiencias, y que nos plantearas todas las preguntas que tengas (encontrarás los detalles aquí.)

Veamos ahora algunas cuestiones de orden práctico.

Instrucciones de uso de este libro

Puedes usar este libro de varias maneras. Como un curso estructurado, que obviamente exige que te comprometas a seguirlo durante un período de tiempo establecido (ver la guía), o como un compañero de vida al que ir consultando de vez en cuando en función del aspecto en el que creas que debes centrarte.

Los tres primeros capítulos del libro están dedicados a explicar el funcionamiento del mindfulness, el modo en que puede mejorar tu vida y la manera de abordarlo. Léelos antes de empezar los capítulos siguientes, porque te ayudarán a comprender los conceptos de la misma práctica. La parte práctica se divide en dos apartados muy útiles para tu viaje:

Parte I:

ama tu cuerpo

Parte II:

encuentra la paz mental

Parte III:

que la bondad te haga feliz

Parte IV:

el mindfulness en la vida diaria

Estos capítulos contienen elementos distintos:

Historias inspiradoras:

basadas en entrevistas con mujeres que han practicado el mindfulness en contextos muy distintos (y a las que hemos cambiado el nombre para proteger su identidad).

Información general

sobre el tema del capítulo.

Metáforas conscientes

que te ayudan a entrar «en la zona»: la meditación no es una actividad racional y puede ser útil recurrir a imágenes o metáforas para entender las diversas maneras en que nos relacionamos con nuestros procesos de pensamiento.

Liberadores de hábitos:

están pensados para ayudarte a relegar algunos de tus hábitos negativos y sustituirlos por otros más positivos y creativos. Los hemos diseñado para que puedas disfrutar de ellos, para que te apetezcan y rescaten de nuevo tu energía y tu entusiasmo por la vida. Unos liberadores de hábitos típicos serían ir al parque y sentirte inmersa en la naturaleza o comprometerte cada día a hacer alguna buena obra al azar.

Una meditación de diez minutos

centrada en el tema del capítulo. Las meditaciones son cortas, accesibles y portátiles, para que encajen en las atareadas vidas que todas llevamos. Puedes escuchar el audio que más te convenga en cualquier momento, y puedes encadenar varias meditaciones si quieres alargar el tiempo de practicar. Si quieres seguir el libro como si fuera un curso, mira el

recuadro

.

Un resumen conciso de cada capítulo:

son muy útiles si tienes prisa o necesitas hacer un repaso.

La cuarta parte además te ofrece una guía extra para «quedarte en el curso», es decir, para convertir el mindfulness en una parte de tu vida, y para usarlo no solo para cambiar tu mundo, sino también el mundo que te rodea.

En conjunto, este libro pretende dar soluciones. Y no necesitas dedicar varios meses para empezar a ver resultados. Tenemos pruebas de que con un poco de mindfulness se llega muy lejos. Al cabo de unas cuantas sesiones empezarás a sentirte más equilibrada, conectada contigo misma y con los demás, y también «plena» (aunque, como todo en la vida, cuanto más inviertas en ello, mayor será el beneficio).

El audio contiene grabaciones que vas a necesitar para practicar las meditaciones. Para un buen resultado, te aconsejamos que primero leas las meditaciones para familiarizarte con lo que te pedimos. A continuación, es mejor que hagas las meditaciones escuchando el audio correspondiente. También puedes descargarlas como archivos de MP3 de https://soundcloud.com/hachetteaudiouk/sets/mindfulness-for-women o de la página web www.mindfulness4women.com (inglés) o www.letraskairos.com/mindfulness-para-mujeres (español) (véase «Recursos»).

El mindfulness para mujeres explicado en un curso de ocho semanas

Es el recurso ideal si tienes tiempo para comprometerte a hacer dos meditaciones al día de diez minutos cada una durante ocho semanas. El material del libro es progresivo, y si lo sigues como si fuera un curso, tendrás más experiencia en el mindfulness y la compasión necesaria hacia ti misma y los demás.

Empieza por el principio, y luego ve siguiendo. Encontrarás la tabla con la estructura del libro en forma de curso en el apéndice 1.

Descubramos ahora cómo el mindfulness puede ayudarte a brillar… y no solo a existir.

1.No existas: ¡brilla!

Volvamos a ti, porque es ahí donde empieza el viaje. Cualquiera que sea el motivo que te ha traído al mindfulness, es muy probable que en él encuentres la solución. Es posible que te sientas bien en tu propia piel. Da igual quién seas. Es posible que te sientas genuinamente conectada con tu mundo interior, y que te sientas también conectada, de una manera auténtica y genuina, con los demás. Es posible basar tu ritmo interior en lo que hay de bueno en ti, en lugar de en lo malo. Y es posible ampliar eso a tu existencia diaria para que puedas florecer.

Hasta ahora, nada nuevo bajo el sol. Los escritores, los poetas y los filósofos han visto en ello una fuente de inspiración a lo largo de los siglos. «Ojalá pudiera mostrarte, cuando te sientes sola o estás sumida en la oscuridad, la asombrosa luz de tu ser.» Esas fueron las palabras del poeta persa Hafiz.1 Tras décadas de meditación y contemplación, el escritor y activista social Thomas Merton escribió: «Como si los sufrimientos y las estupideces de este mundo fueran a superarme ahora que me he dado cuenta de lo que somos. Ojalá nos pasara a todos, pero no hay forma de decirle a los demás que nos movemos por el mundo brillando como el sol».2 Recientemente, la escritora espiritual y poeta Marianne Williamson escribió: «Es nuestra luz, y no nuestra oscuridad, lo que nos asusta». Y nos preguntamos: ¿quién soy yo para ser brillante, magnífica, tener tanto talento y ser fabulosa? En realidad, ¿quién eres tú para no serlo? Al mundo no le sirve de nada que te hagas la insignificante.3

Todo esto está muy bien, qué duda cabe, si tenemos el tiempo de centrarnos en «brillar» en lugar de en existir. Pero lo bueno es que cuantas más cosas barajes y más personas haya en tu vida, más te ayudará el mindfulness. En lugar de convertirse en una cosa más que añadir a tu ya de por sí larga lista de «quehaceres», practicar un poco de mindfulness puede ayudarte a manejarte mejor con los elementos más peliagudos de tu existencia diaria y ser una persona más tranquila, feliz y eficiente. Además, también nos resultará más fácil vivir de acuerdo con las aspiraciones que, sin duda, son las más esquivas de la alocada vida moderna que llevamos: el espacio mental y el espacio del corazón.

Encontrar la paz y la quietud

¿Sientes constantemente la necesidad de «arreglar» algo de tu vida o de tu interior? El mindfulness puede ayudarte a cambiar tu actitud fundamental. El mindfulness se enraíza en una perspectiva profunda y liberadora: en lugar de contemplarte como un ser herido, roto o inadecuado, el mindfulness, tal como reflejan las citas anteriores, te pide que reconozcas que, en lo más profundo, eres un ser completo, y que todo está bien. Es una manera de escapar del caos superficial de tu vida y entrar en la quietud tranquila del interior. Imagina que tu vida es un mar, un mar turbulento en la superficie. Ahora piensa en las vastas profundidades. Siente de verdad esa quietud y esa paz. ¡Intenta saborearlas! La sensación te resulta familiar. Y eso es porque tu subconsciente las reconoce como algo familiar. Esta manera de ver las cosas siempre ha estado ahí, pero en algún momento de tu vida olvidaste escuchar. (Sí, es cierto que eso nos pasa a todos.) Quizá te hayas alejado mucho de ese lugar tranquilo y quieto, pero por muy perdida que te sientas, el mindfulness (y todos los recursos que describe este libro) te enseñará a reconectar contigo misma. Cuando aprendas a volver a sintonizarte con la quietud y la paz interior, será como si volvieras a casa.

Metáfora del estado consciente: la cascada

El mindfulness es una herramienta muy pragmática: te pide que examines tus experiencias a medida que las vas viviendo, y que recurras a las técnicas prácticas que te ofrece. El mindfulness reconoce que a veces la vida puede parecernos muy caótica y confusa. Una metáfora para explicar la vida es decir que esta transcurre por momentos, como una cascada, como un flujo que mezcla impresiones y experiencias. A veces sentiremos con mayor fuerza las vivencias físicas; en otras ocasiones, viviremos las experiencias mentales o emocionales con la bravura de un trueno. Pero todas ellas son diferentes cauces de un solo flujo continuo de experiencia que incluye el cuerpo, la mente y el corazón. Los distintos apartados de este libro te ayudarán a navegar por estas corrientes y te enseñarán técnicas específicas para transformar toda tu vida.

Conviértete en tu mejor amiga

Tal y como hemos explicado en la introducción, hemos estructurado este libro en cuatro apartados principales: cuerpo, mente, corazón y vida cotidiana. Sin embargo, cada uno de estos apartados se construye a partir del anterior y se va entretejiendo para ayudarte a desarrollar una conciencia rica y profunda de lo que significa ser humana y para poder desarrollar también tu potencial.

La primera parte de este libro contempla la conciencia corporal. A pesar de que el punto de vista actual, influido por los medios de comunicación, dice que deberíamos amar la mente para poder aceptar el cuerpo, es muy práctico y eficaz trabajar primero con el cuerpo. El mindfulness es central en la tradición budista, que tiene 2.500 años de antigüedad (véase el recuadro). Para el budismo, las meditaciones empiezan por tener conciencia corporal con el propósito de crear un fundamento estable, y luego poder desplazarnos hacia los aspectos mentales y emocionales de cada momento, más sutiles y «resbaladizos». El budismo decide empezar a trabajar con la conciencia corporal como la estrategia más adecuada para ayudarte a tener una base sólida y fuerte al inicio de tu viaje por el mindfulness. Ahora bien, has de tener presente que uno de los principios fundamentales es que el cuerpo, la mente y el corazón están profundamente interconectados.

Si lo piensas, verás que es obvio. Fíjate en cómo se tensa tu estómago cuando tienes ansiedad o se hace más rápida tu respiración cuando te enfadas. Y si te enfadas, una multitud de pensamientos se asociarán a esta emoción, no es muy saludable que digamos. Aunque sientas que estar viva es desagradable, el mindfulness te ayudará a ser más consciente de tus distintas dimensiones en cada momento. Y esta conciencia nos marca el límite, como las aguas del mar, a partir del cual podemos reaccionar. En lugar de dejarte atrapar por la marea, puedes retroceder un poco y ganar perspectiva. Piensa en la cascada de la metáfora consciente. ¿Puedes imaginarte ese pequeño saliente detrás de la caída de agua? Cuando estás consciente, es como si estuvieras sentada en ese saliente, tras la cascada de la vida, quieta y tranquila, en lugar de sentir que el agua se desploma sobre tu cabeza y te arrastra irremediablemente. Sí, la cascada sigue cayendo sin parar, pero tú ya no estás a su merced.

Desde ese saliente, controlas. Puedes aprender a observar tus pensamientos, sin meterte en ellos. Puedes aprender a permanecer quieta y tranquila en tu cuerpo. Puedes aprender a responder y a no reaccionar ante lo que te lanza la vida (la cascada), y esa es la clave de la libertad. Los capítulos de este libro te mostrarán diversas técnicas para conseguirlo.

Mindfulness y budismo

En este libro nos referiremos al budismo porque es una religión, una filosofía y un enfoque sobre la vida en el que el mindfulness y la práctica de la compasión desempeñan un papel central. El budismo surgió como una disciplina que seguía las enseñanzas de un sabio conocido con el nombre del Buda: el que ha despertado. Se dice que el Buda vivió en el norte de la India hace unos 2.500 años y que descubrió, a partir de la meditación y de otras disciplinas, la manera de liberar la mente y el corazón de toda reactividad y a vivir con una profunda sensación de libertad, paz y conexión amorosa con los demás.

El budismo ha sido adoptado, y adaptado, por diversas culturas a lo largo de los siglos. En Occidente, comparte terreno con la ciencia y la psicología, así como con la poesía y las artes. Psicólogos y pensadores famosos experimentan con las enseñanzas centrales del budismo (en el que el mindfulness es absolutamente primordial) para aplicarlas a la presión y al esfuerzo que derivan del mundo moderno. Y esta es la respuesta para muchas personas que buscan la paz y la quietud en el caos de esta vida moderna tan poblada de estímulos. A pesar de que el mindfulness suele enseñarse en contextos seculares, y que puede aplicarse a casi cualquier circunstancia, los principios clave están inspirados en las experiencias del Buda.

Enfocar la vida en la conciencia del presente es transitar por un camino menos solitario que te enseña a ser tu mejor amiga. Te permite acceder a la autocompasión y llegar no solo a gustarte, sino a quererte. Este concepto no es fácil de entender, pero cuando te ames a ti misma, descubrirás que te resulta más fácil querer a los demás. No solo mejorará tu inteligencia emocional, sino también tus relaciones amorosas, profesionales y sociales, y ¿a quién no le viene bien una ayudita?

El mindfulness en distintas culturas

¿Todavía te muestras escéptica ante lo que el mindfulness tiene que ofrecerte? En la historia cunden los ejemplos de mindfulness o atención plena, y lo decimos en sentido literal. Las antiguas enseñanzas y prácticas del budismo (véase el recuadro anterior) recurren al mindfulness como un método para ejercitar la conciencia, pero en Occidente el mindfulness también procede de un largo linaje. Los filósofos estoicos de la antigua Grecia premiaban la cualidad de la atención o concentración sobre el momento presente y, según el historiador Pierre Hadot, su práctica implicaba «una vigilancia continua, una presencia de la mente; la conciencia de uno mismo, esa que nunca duerme». Como les sucedía a los budistas, los antiguos griegos creían que «estimulando la concentración en el insignificante momento presente, que siempre podemos soportar y controlar, la atención hace que nuestra vigilancia sea mayor», y esa atención te permite ver «el infinito valor de cada instante».4

Los beneficios demostrados del mindfulness

Muchos estudios científicos demuestran los beneficios del mind-fulness y el modo en que este no solo puede ayudar a superar dificultades (como la ansiedad, la depresión y el sufrimiento mental provocado por la enfermedad), sino también a mejorar nuestras vidas haciendo que nuestra concentración aumente, que nuestro ánimo sea positivo y que desarrollemos nuestra creatividad. No es sorprendente que vayan aumentando el número de estudios científicos al respecto ahora que el mindfulness está arraigando en el mundo desarrollado.

El mindfulness se extrajo de su contexto cultural por primera vez a finales de la década de los 1970, cuando el doctor Jon Kabat-Zinn lo enseñó en la Facultad de Medicina de la Universidad de Massachusetts como un método para reducir el dolor físico y el sufrimiento. Desde entonces se ha demostrado que es una técnica muy efectiva para reducir el estrés. Los ensayos clínicos demuestran que las técnicas de meditación del mindfulness son tan eficaces como la medicación o la consulta para aliviar la ansiedad, el estrés y la depresión. Un programa estructurado conocido como terapia cognitiva basada en el mindfulness (MBCT) es en la actualidad uno de los tratamientos que más recomienda el Instituto Nacional de la Salud y la Excelencia en los Cuidados (NICE).5 El Mindfulness es un potente antídoto para la ansiedad, el estrés, la depresión, el agotamiento y el enfado.6 Provoca una mayor sensación de satisfacción y también puede reducir los patrones de comportamiento adictivos y autodestructivos, incluyendo el abuso de medicación o drogas y el consumo excesivo de alcohol.7 La reducción del dolor basada en el mindfulness (MBPM), el programa fundado por Vidyamala y que enseña Respira Vida Breathworks (véase «Recursos»), ha demostrado que mejora la gestión personal del dolor y mejora también la calidad de vida en todas las escalas medidas.8 Otra área en la que el mindfulness se revela poderoso es en el parto. Existen varios estudios que demuestran que usar el mindfulness para calmar el cuerpo y la mente en un momento de tanta intensidad proporciona unos resultados beneficiosos para la madre y el niño.9

El mindfulness también puede ser muy beneficioso para los niños y los adolescentes. Si alguna vez se ha necesitado que la gente joven aprenda a cultivar la calma y la perspectiva, es en la actualidad, en este mundo tan rápido y digital en que vivimos. Una gran iniciativa, el proyecto británico «Mindfulness en las escuelas», enseña a los niños que se envíen los unos a los otros el mensaje «.b» durante todo el día. El punto («.») significa detente, y la «b» respira [breathe] y sé [be]. Es divertido, y a la vez les proporciona una base sólida: recordarles de vez en cuando que se detengan, respiren y sean.10

Pero ahí no termina todo. El mindfulness puede mejorar el trabajo de la memoria, la creatividad, el margen de atención y la velocidad de reacción. También refuerza la resistencia física y mental y la adaptación.11 Aumenta la materia gris de las áreas asociadas a la conciencia de uno mismo, la empatía, el autocontrol y la atención. 12 El mindfulness asimismo potencia la parte del cerebro que produce las hormonas del estrés y construye las zonas que mejoran el estado de ánimo y favorecen el aprendizaje.13

Por eso, en lugar de ocupar una parte de tu tiempo, el mindfulness no solo te lo devuelve (ayudando a tu mente a trabajar con mayor eficiencia), sino que también te ayuda a aprovechar el tiempo que pasas dedicada a otras cosas.

Lo que tiene de bueno es que puedes ser consciente, estar presente, en cualquier lugar. Solo hay que respirar. Puedes aprender, ahora mismo, a sentirte cómoda con tu cuerpo, conocer y comprender tu mente y amar tu corazón. No es difícil, enrevesado ni complejo. Te sentirás más feliz en tu propia piel, menos estresada, más confiada, más capaz y en paz contigo misma y con tu vida.

Este libro es una guía práctica para tomar las riendas de ti misma y volver a verificar el valor de ajuste de cada momento preciso; a encontrar ese saliente que hay tras la cascada, a descansar en las profundidades del océano, en lugar de dejarte zarandear por las olas de la superficie. Es un manual para toda la vida; un amigo que puede ayudarte a conquistar lo que quieras, y cuando lo necesites. Encajará en tu vida y en tus prioridades actuales, así como en las futuras, a medida que estas vayan cambiando, y las seguirá trabajando durante años.

Pero primero eres tú quien debe dar el paso inicial. Suele ser lo más difícil, pero te lo mereces. Tú lo vales. Así es como se despliega tu yo auténtico. Hazte un regalo: regálate el momento presente.

Veamos la experiencia de Gill.

Gill, cuarenta y dos años

Cuando cumplí los treinta, mi vida era fantástica, aunque iba muy atareada. Vivía en Londres, mi trabajo empezaba a despegar y mi vida estaba llena de cosas que me gustaban, incluyendo el hecho de ser madre soltera. En ciertos aspectos, tenía una vida excitante, muy interesante... ¡Y no me preocupaba nada! Ahora bien, era consciente de que mi cabeza no paraba de dar vueltas, tenía muchísima actividad, y corría el riesgo de ir desquiciada por la vida. Puedes llegar a sentirte tan atrapada en tu propia vida que te vuelvas una persona irreflexiva e insensible, porque en realidad no te fijas en los demás. En esa época fue cuando descubrí el budismo. Solo cuando empecé a practicarlo fui consciente del fenómeno. Seguí la doctrina: la verdad, la precisión, cómo contempla la mente el budismo, y descubrí que las herramientas y la práctica resultaban eficaces y útiles. Casi de inmediato me sentí mejor, más tranquila, más consciente; y me di cuenta de que eso era bueno, y de que quería más.

A partir de entonces mi viaje fue gradual, pero cuando miro hacia atrás puedo ver que la manera de relacionarme conmigo misma y con los demás cambió mucho, y que puedo abordar con sensibilidad, ecuanimidad y calma casi todas las situaciones que se me presentan.

Tengo un puesto de trabajo que requiere un perfil maduro. Trabajo en una organización internacional sin ánimo de lucro. Son varias las personas que están a mi cargo y trato con muchos accionistas influyentes. En mi vida laboral siempre estoy conociendo gente con necesidades y preocupaciones importantes que precisan de mi ayuda o que están acostumbradas a poder funcionar de una manera determinada. Con mi técnica del mindfulness empatizo con ellas, conecto con ellas. El mindfulness me da una capacidad enorme de enfrentarme a esas situaciones con la mente clara, de escuchar a la gente atentamente y de fijarme en lo que está sucediendo, en lugar de inventarme una historia basándome en mis interpretaciones subjetivas. También me ayuda a mostrarme cálida con las personas, para así poder transmitirles que me interesan de verdad. Quizá la situación exija que tenga que darles una información dolorosa o difícil (no voy a estar diciéndoles que sí todo el rato). De todos modos, la gente suele decirme que soy una persona muy tranquila, con independencia de lo que esté sucediendo. Suelen preguntarme cuál es el truco, pero… ¡a eso no se puede responder fácilmente! Es el resultado de muchos años de práctica.

Por otro lado, me siento mucho más feliz, y confío más en mis reacciones emocionales ante los demás. Tengo más confianza en mí misma. Tengo muchísima más confianza en mis motivos. Y eso significa que, cuando regreso a casa por la noche, tengo la sensación de que he sido honesta conmigo misma, que no me he dedicado a cultivar esa actitud de «ojalá hubiera dicho eso» u «ojalá hubiera tenido suficiente confianza para ser más sincera en esa conversación». Teniendo en cuenta todo lo dicho, el mindfulness me ayuda a detectar con mayor rapidez cuándo no he sido sincera, u honesta, al hablar con alguien.

En general la gente es buena, y quiere que la gente esté bien y sea feliz.

Somos muchos los que a menudo luchamos contra sentimientos que contradicen esta actitud. Y resulta muy beneficioso darnos cuenta de que, en general, nuestra mente es compasiva y amable.

Como les pasa a las personas con una mente muy activa, siempre me esfuerzo en quedarme muy quieta sentada sobre un cojín para meditar. Con los años, sin embargo, he descubierto que tengo la cabeza más relajada que antes. Vivo mejor el momento presente, me centro en lo que estoy haciendo. La meditación también me ha ayudado a ser así en otras facetas de mi vida; y ser así en otras facetas de mi vida me ha ayudado también con la meditación.

2.¿Qué es el mindfulness?

«El camino del mindfulness es el siguiente: no importa lo que hagas, sé consciente.»

Profesora budista de meditaciónDIPA MA1

La mejor manera de entender lo que es el mindfulness es experimentándolo directamente. Te presento un breve ejercicio como muestra de lo que es el mindfulness antes de empezar el programa de meditación. Puedes hacerlo tú misma, si has leído la explicación o puedes seguir la versión guiada por audio que está colgada en la página web que transcribimos en este libro (véase «Recursos»).

Ejercicio: una muestra de mindfulness

Adopta una postura cómoda. Puedes estar sentada o echada, lo que te resulte más cómodo. Relájate unos momentos para entrar en situación.