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En la octava entrega de la serie Nova, ésta sigue avanzando en su investigación privada y está más cerca de exculparse del robo de las joyas. Cuando se encuentra con Elvira, no puede quitarse de encima la sensación de que oculta algo. Nova y Simon deciden investi-gar y ven algo que nunca olvidarán...El Secreto es un relato corto del género negro erótico, es decir, literatura de suspense con elementos eróticos.-
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Seitenzahl: 29
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Emma Silver
Nova 8: El secreto – una novela corta erótica
Translated by Carolina Gandia Segura
Lust
Nova 8: El secreto – una novela corta erótica
Translated by Carolina Gandia Segura
Original title: Nova 8
Original language: Swedish
Copyright © 0, 2022 Emma Silver and LUST
All rights reserved
ISBN: 9788726789713
1st ebook edition
Format: EPUB 3.0
No part of this publication may be reproduced, stored in a retrievial system, or transmitted, in any form or by any means without the prior written permission of the publisher, nor, be otherwise circulated in any form of binding or cover other than in which it is published and without a similar condition being imposed on the subsequent purchaser.
—Simon me dijo que habías hablado con la policía —dijo Elvira entusiasmada cuando se encontró con Nova junto al mar. Nova necesitaba pensar y había decidido dar un largo paseo por la orilla. El otoño ya había llegado. A Nova le gustaba más el frío y se había envuelto un chal alrededor del cuello antes de salir en bicicleta. Se sentaron en un banco de madera y contemplaron cómo las olas rompían contra las rocas. Al parecer, el clima no atraía a mucha gente; era como si estuvieran solas en el mundo, atrapadas en una isla desierta.
—Sí, por fin he podido contactar con alguien, alguien que estaba allí cuando pasó todo.
—¿Y qué te dijo? ¿Conseguiste descubrir algo? —Elvira estaba tan entusiasmada como Nova al dejar atrás la calle Ohlsson.
—¿No te lo contó Simon? En realidad no averigüé mucho, salvo que Hans nunca sacó nada del seguro y que la policía sospechaba que los ladrones tenían algún contacto dentro. Eso hizo que se conformaran con lo que encontraron sobre mí, pero varias personas de la policía consideraron que el tribunal había aceptado las pruebas circunstanciales como pruebas con demasiada facilidad.
—¡Esto es enorme! Significa que todavía hay una oportunidad de resolver lo que pasó.
—Si no es demasiado tarde. ¿Por qué se pondría la policía a cuestionar un caso por el que ya se ha condenado a alguien?
—Como dijo Simon, porque nunca atraparon a los que tenían el arma y huyeron con los diamantes, claro.
—Espero que tengas razón.
—¿Crees que el agua está fría? —Elvira le lanzó una mirada a Nova que estaba esperando, al menos no en ese lugar, no en ese momento.
—Más o menos —respondió Nova.
—¿Nos bañamos desnudas?
—¿Lo dices en serio?
—Claro. Vamos a bañarnos. —Elvira se bajó la cremallera de la sudadera que llevaba puesta y se la quitó rápidamente. Se levantó y se bajó los vaqueros, los tiró a un lado e hizo lo mismo con la camiseta. Se quedó en bragas y miró a Nova, animándola—. ¡Vamos! Quítate la ropa.
Nova no tenía muchas ganas de meterse en el agua fría, pero el afán de Elvira rara vez la dejaba indiferente. Se levantó lentamente y se quitó los zapatos, los pantalones y finalmente el resto de ropa. No hacía calor, realmente.
—Quítate las bragas —gritó Elvira, quitándoselas y lanzándose al agua. Resoplaba y se reía a cada paso.
Era mejor hacer un intento. Estar allí, en tierra firme, sin más ropa que las bragas no la mantenía caliente y cuanto antes se metiera, antes podría volver a secarse y calentarse envuelta en el chal. Nova se arrancó las bragas literalmente y se lanzó al mar como un cisne. No es que sumergir la cabeza fuera su objetivo, pero adentrarse lentamente en el agua no era una opción.
Nova volvió a salir a la superficie rápidamente, más lejos de lo que pretendía, y Elvira fue nadando hacia ella.
