Erhalten Sie Zugang zu diesem und mehr als 300000 Büchern ab EUR 5,99 monatlich.
Un pueblo culto necesita saber leer y escribir. Pero un pueblo que necesite seguir elevando su cultura requiere dominar y defender la ortografía de su lengua. Luego de la publicación, a finales de 2010, de una nueva y voluminosa Ortografía de la Lengua Española, ahora por primera vez bajo la firma de la Real Academia de la Lengua Española (RAE) y de la Asociación de Academias de la Lengua Española (ASALE), se hace necesario reeditar este pequeño manual actualizado, el cual, sin pretender sustituir aquella obra, se propone poner en manos del lector una colección resumida de reglas y recomendaciones que le serán de utilidad para esclarecer los problemas más frecuentes que surgen en la escritura de nuestro idioma. Eso es, a grandes rasgos, Ortografía, en su tercera edición actualizada y ampliada.
Sie lesen das E-Book in den Legimi-Apps auf:
Seitenzahl: 241
Veröffentlichungsjahr: 2017
Das E-Book (TTS) können Sie hören im Abo „Legimi Premium” in Legimi-Apps auf:
Título de la primera edición:Cómo mejorar su ortografía
Título Original:Ortografía
Edición para e-book: Lic. Aldo Gutiérrez Rivera
Redacción editorial: Alejandro Jiménez Pérez
Diseño original de la cubierta: Yadyra Rodríguez Gómez
Maquetación para e-book: Téc. Amarelis González La O
Primera edición, 2002
Segunda edición, 2007
Primera reimpresión, 2009
Tercera edición, 2016
© Luz Marina Hernández Hernández, 2011
© Sobre la presente edición:
Editorial Científico-Técnica, 2016
ISBN 978-959-05-0867-7
Instituto Cubano del Libro
Editorial Científico-Técnica
Calle 14, # 4104 entre 41 y 43,
Playa, La Habana
Quedan rigurosamente prohibidas, sin la autorización escrita de los titulares del Copyright, bajo la sanción establecida en las leyes, la reproducción parcial o total de esta obra por cualquier medio o procedimiento, comprendidos la reprografía y el tratamiento informático, y la distribución de ejemplares de ella mediante alquiler o préstamo público.
Distribuidores para esta edición:
EDHASA
Avda. Diagonal, 519-52 08029 Barcelona. Tel. 93 494 97 20 España
E-mail:[email protected]
En nuestra página web: http://www.edhasa.es;encontrará el catálogo completo de Edhasa comentado
RUTH CASA EDITORIAL
Calle 38 y ave. Cuba, Edif. Los Cristales, oficina no. 6 Apartado 2235, zona 9A, Panamá
www.ruthcasaeditorial.org
www.ruthtienda.com
Más libros digitales cubanos en: www.ruthtienda.com
Síganos en:https://www.facebook.com/ruthservices/
La demanda de textos de la temática de la que trata este libro ya reclamaba otra edición de este pequeño manual, cuando, casi al término de 2010, aparece la nueva edición de la esperada Ortografía de la lengua española —esta vez bajo la rúbrica de la Real Academia Española y de la Asociación de Academias de la Lengua Española, en igualdad de condiciones. Todo ello apresuró la necesidad de concluir la revisión y ampliación de este libro, que ahora debía contener, además, un tratamiento actualizado según los nuevos cambios aprobados por las autoridades de la ortografía hispanoamericana.
A pesar de los revuelos que ha provocado la prensa, casi siempre preocupada por el tratamiento de los aspectos más polémicos del diferendo entre los usos de la lengua a ambos lados del Atlántico, en realidad no estamos ante una nueva «reforma» de la ortografía, ni mucho menos, como bien han planteado sus responsables. Al leer con cuidado lo que ya se venía escribiendo en las obras que la precedieron, el Diccionario panhispánico de dudas (dpd, 2005, que había servido como la referencia más fresca para elaborar la edición anterior de este libro), y luego la Nueva gramática de la lengua española (ngle, 2009) y su Manual… (mngle, 2010), muy poco margen quedaba para la sorpresa tras la reciente publicación académica. Esta no ha hecho sino radicalizar algunos pasos que ya se venían esbozando en el tratamiento de ciertos aspectos que hace tiempo demandaban atención, así como en la unificación de lo escrito en la gramática, en la ortografía y en los restantes textos del corpus académico. La supresión de injustificados usos de la tilde diacrítica, la redefinición del abecedario y la depuración de los nombres de las letras, que son algunos de los cambios más divulgados, en modo alguno representan el trabajo de sistematización que estas obras han constituido. También se intentó la eliminación de ciertos aspectos potestativos, abiertos a usos locales, que dejaban en manos de cada hablante aquello que se esperaba estuviera reglamentado, precisamente, por la ortografía. Con ello se ha comenzado a sentar una base moderna, desde donde será más fácil eliminar la frecuente arbitrariedad y duda que provocan las posibles interpretaciones múltiples de los textos académicos. El mérito mayor de estas obras en su conjunto, aunque a veces todavía no se alcance tal meta, quizás radique en la intención de presentar textos que respondan a una vocación panamericanista, mejor estructurados y más coherentes entre sí, a la vez que mantengan, la sencillez y la rigurosidad que de estos se demanda. Sus mayores adversarios serán, en primer lugar, lo voluminoso de cada obra —tanto laOrtografía…como laNueva gramática…están compuestos en varios tomos e, incluso, sus versiones abreviadas, losManuales…, tienen más de un millar de páginas cada uno—; en segundo lugar, y es lo peor, siempre resultarán libros de escasa circulación entre el público nacional.
Es por esta razón que creemos en la utilidad de este pequeño libro, elaborado con el objetivo de poner en manos de los lectores un resumen breve, pero actualizado, de la ortografía española. Nuestra meta es que ella parezca más sencilla y comprensible a quienes la estudian, en la medida en que logremos presentarla, cada vez, de una manera más coherente y sintética. Después de intentar sosteneresta premisa de sencillez, al elaborar las actualizaciones, el mayor peso del trabajo en esta nueva edición recayó en la revisión, siempre necesaria, del texto completo, así como la adición de otros verbos y palabras propensas a producir dificultades ortográficas, las cuales la autora había venido recogiendo desde la publicación de la edición anterior.
Los principales factores opuestos al mejor resultado de nuestra misión han sido también los ya citados; en la urgencia de brindar cuanto antes un texto actualizado, ha resultado muy breve el tiempo con que contamos para presentar una exhaustiva revisión de los nuevos materiales académicos. Nuevos errores involuntarios y erratas se deslizarán, y nuevas ediciones harán falta para llevar a cabo esta tarea de depuración, resumen y adaptación a las necesidades de nuestro público. Ello solo será posible contando con un lector activo que reciba esta obra. Así pues, solicito, en nombre de la autora y en el de este editor, el interés y el juicio crítico que necesitamos para que este trabajo aliente con nueva vida y sea más útil en cada edición por venir.
Alejandro Jiménez, editor
La Habana, marzo de 2011
Un pueblo culto necesita saber leer y escribir. Pero un pueblo que necesite seguir elevando su cultura requiere dominar y defender la ortografía de su lengua. Después de la publicación por la Academia de la polémica Ortografía de la lengua española (1999) y del Diccionario panhispánico de dudas (2005) se han ordenado y resuelto algunos tópicos conflictivos; pero se han abierto otros que el público precisa conocer: ¿Cuántas letras tiene ahora nuestro alfabeto? ¿Cómo se acentúan los mono-sílabos? Esta edición renovada de Ortografía —un libro que pretende ser más popular que erudito— se publica para intentar contribuir a esta necesidad, en un momento en que el español, en especial el de América, demanda, quizás como nunca antes, el lugar y la atención que le corresponden en el panorama de las lenguas.
Antes de someter este libro a juicio del lector sería conveniente exponer algunas de las pautas que han sido seguidas en las modificaciones realizadas al texto, que hacen a esta edición diferente de la precedente. De estos cambios se hace responsable quien escribe estas líneas y han sido posibles gracias a la confianza depositada por la autora y por la Editorial.
Se ha refundido el contenido de cada sección teniendo en cuenta la proximidad de los temas tratados, según su mayor afinidad, secuencia lógica y propósitos didácticos. En especial se han ampliado y actualizado los temas concernientes a la acentuación y la puntuación.
Los nombres de categorías y términos gramaticales, así como la forma de marcar los accidentes ortográficos se han modificado tomando como referencia, en primer lugar y casi siempre, los textos académicos anteriormente citados. Respecto a las reglas y enunciados polémicos allí, se ha tenido en cuenta las críticas a estas obras, pero además de tratar de esclarecer una u otra exposición para mostrar una lógica de base común a todos los planteamientos, nunca se ha tomado el partido de aportar con libertad ideas sin suficiente acreditación.
Por otra parte, respetando y compartiendo la intención de la autora, se ha preferido no llenar el texto de citas, acotaciones marginales y polémicas eruditas, a fin de mantenerlo accesible al mayor público. No obstante, a veces ha sido necesario introducir algún que otro término técnico a fin de poder dar una explicación adecuada de un fenómeno lingüístico o de un accidente fonético, cuyo efecto se manifiesta en la ortografía. La mayoría de las veces que esto sucede puede ignorarse tal comentario, sin que por ello se pierda la idea general. No obstante, al final del libro se agrega un breve vocabulario sobre los términos de naturaleza ortográfica, gramatical o lingüística que se manejan en el texto, elaborado a partir de las definiciones que aparecen en el «Glosario de términos lingüísticos» del Panhispánico, así como del Diccionario de la Real Academia Española(drae) y el Diccionario de uso del español de María Moliner (1996).
Podrá apreciar el lector que se ha intentado reducir al mínimo la reiteración de la palabra «regla». Este es un libro dedicado en primer lugar a las nuevas generaciones y sabemos lo difícil que es para la juventud seguir reglas... En especial cuando, a veces, estos enunciados no pueden considerarse siquiera como tales, y quizas son solo normas,consecuencias lógicas de otras reglas o generalizaciones, más o menos amplias, de determinados accidentes frecuentes. Por lo demás, esta es la misma tendencia que siguen los documentos rectores de la Academia. Así, la Ortografía de 1999 las trata, por ejemplo, de «Notas orientadoras sobre el uso de la letra tal...». Este proceder agrega una ventaja, que consiste en la posibilidad de poner juntas informaciones de varias clases, como reglas, consecuencias de estas, generalizaciones, reflexiones y comentarios. De usar el patrón rígido de «reglas y excepciones», muchas de estas aseveraciones no hubieran podido ser consideradas, en buena lid, ni como unas ni como otras.
Cada regla y sus excepciones han sido verificadas utilizando las herramientas de las versiones informatizadas de las dos últimas ediciones publicadas del drae (21.a ed. y 22.aed.). Esto ha permitidosuprimir algunas no representativas y consolidar, separar o incorporar otras. Tal tarea es susceptible de mayor perfeccionamiento, pero a ella se contraponen las naturales urgencias de la industria. Solo podrá lograrse un resultado bien representativo y equilibrado en futuras y sucesivas ediciones. Se ha intentado escribirlas desprovistas de muletillas, tales como: «se escriben con tal letra… todas las palabras que...» a fin de evitar el aprendizaje mecánico y propiciar la lectura cuidadosa. Más bien, han sido redactadas como parte de una explicación general que se da al comienzo de cada sección y que debe ser leída en su totalidad para que su sentido pueda ser desentrañado. Se pretende lograr un acercamientoal sistema ortográfico, que es resultado de un complejo proceso de evolución del idioma —bajo el que casi siempre puede descubrirse una cierta lógica y una tendencia a la economía— yque este adquiera algún sentido para el lector. El aprendizaje de reglasa diestra y siniestra, sin la comprensión de los accidentes que ocurren en la lengua, generalmente ofrece resultados contraproducentes y no favorece a las personas que tienen peor memoria. No debe olvidarse, además, que la mejor herramienta para lograr verdaderas conquistas en ortografía es la lectura: Esta clase de manuales sirve más bien para consolidar, reflexionar y explicarse lo aprendido allí; cualquier uso memorístico debe ser genuinamente rechazado.
Sobre las premisas seguidas en la elaboración de las listas de palabras es necesario reconocer que se ha preferido obviar una buena cantidad de términos en los ejemplos y, sobre todo, en las excepciones, que apenas se utilizan en el español corriente y ni siquiera en el culto —casi siempre localismos y arcaísmos ibéricos de los que está plagado eldrae. En estos casos se ha tenido cuidado de dejar entrever, en la redacción de los enunciados, que no se trata de listas exhaustivas, sino de recopilaciones más bien pragmáticas. Por el contrario, cuando se ha querido indicar generalización, se han elegido palabras como «siempre»,«por lo general», etc. Los vocablos producidos por alguna formade derivación o conjugación y que también cumplen con las reglas enunciadas, deben ser tenidos en cuenta, aún sin que se citen de manera explícita, pues han sido ignorados a voluntad para no hacer enumeraciones demasiado largas, excepto en casos donde se hace muy necesaria su mención.No obstante, en las listas de palabras se incluyen algunos cubanismos (algunos topónimos locales, comoHolguín, no necesariamente aceptados en eldraepor razones obvias, y otros vocablos de menor uso, tales comosebiya, a fin de que su ortografía sea conocida por el público nacional); lo mismo puede decirse de algunos americanismos de reciente reconocimiento por parte de la Academia, como por ejemploayllu. Se ha optado por suprimir las explicaciones de la edición anterior, en torno a significados de palabras muy raras —si son tan poco frecuentes, para qué atormentar al lector con ellas. Cuando fue necesario citar un términoque se presta a confusión —por ser una palabra homófona, por ejemplo—, se ha transcrito, a continuación de esta y entre paréntesis, su significado más usual, solo para orientar ante potenciales ambigüedades. De la búsqueda detodas las palabras que conforman las excepciones de una regla ode los significados de algunos de estos vocablos menos conocidos es posible hacer ejercicios útiles de trabajo individual con el diccionario, los cuales pueden servir al profesor para ampliar el vocabulario de sus alumnos. Los vocablos de nueva aceptación o que han sufrido modificaciones recientes se han acompañado de una aclaración entre paréntesis que indica en cuál edición deldraeello ha ocurrido.
No encontrará el lector, en este libro, formas erróneas utilizadas para contrastar con las formas correctas: la autora ha preferido evitarlas deliberadamente, a fin de que el lector no fije, mediantesu lectura, las versiones equivocadas.
Este trabajo, como se ha dicho, no debe verse como una obra concluida —tampoco lo estará nunca la propia ortografía—, sino más bien como una pieza en desarrollo, que requiere la retroalimentación de los lectores para su ulterior perfeccionamiento, el cual la Editorial y seguramente la autora habrán de agradecer.
Alejandro Jiménez, editor
La Habana, abril de 2007
La mayoría de los lectores se acerca a un libro de ortografía buscando ‘reglas’ que lo ayuden a vencer sus problemas. Ningún libro de ortografía que se respete consiste en esas ansiadas y mínimas reglas que bastaría aprender… Este tampoco. No es posible reducir a un mero formulario, un proceso que demanda del uso de la razón y la comprensión de los accidentes de la lengua que provocan las dificultades que nos asedian en el acto de la escritura. Es por ello que este libro opta, además, por abordar aspectos que no son de la competencia estricta de un libro de ortografía, como es el caso de la morfología o la fonética, especialidades de la gramática. Pero no tema, creemos que esto puede ayudarle y siempre se hará de la manera más sencilla, si quiere seguir aprendiendo sobre ellos, puede continuar con una obra más especializada. De todas formas, al final del libro hay un vocabulario en el que puede esclarecer el significado de los términos especializados que pueda encontrarse en él. Volviendo a las reglas: Cuando se presentan los enunciados, además de las explicaciones generales, algunos sí son verdaderas reglas, que pueden tener o no excepciones, otros no son sino recomendaciones, con mayor o menor generalidad. A veces existen las excepciones, pero no se transcriben, porque son demasiado extrañas para que merezca la pena aprenderlas, no obstante siempre podrá notar, por las palabras utilizadas, que ellas sí existen. Tenga a mano siempre un buen diccionario. Este libro no lo sustituye. Otras veces los enunciados se aplican solo a determinado tipo de palabras que debe reconocer (para eso se explican estas, en otra parte del libro). Pero, no desespere, en cada enunciado se usan palabras justas que revelan las condiciones de aplicación y los regímenes de excepción; por ejemplo, es posible que un enunciado se aplique a sustantivos y adjetivos, pero no a todas las palabras; así que lea con cuidado, antes de decidir en falso la aplicación de una regla que quizás no es tal. Por último, amigo lector, en ortografía tiene que usar la memoria, pero no olvidar el razonamiento a través de la explicación que se le brinda. Si no cree que tenga buena memoria, entonces lea, lea mucha literatura, que esa es la mejor cura a los problemas de la ortografía; un libro como este solo puede ser una clave para entender cuáles son y dónde se producen aquellos.
El editor
En casi todo lo que escribimos de alguna manera reflejamosnuestra personalidad: conocimientos, sentimientos, deseos e intereses, y es muy importante, no solo lo que expresamos, sino la forma o corrección con que lo hacemos. Esto, en gran parte, se logra mediante el estudio sistematizado de la ortografía. Hay que procurar que esa creación maravillosa que es la palabra escrita brille con todo su esplendor mediante el empleo correcto de los signos que la representan.
Al estudiar ortografía no se debe perder el interés debido al hecho de no poder dominar su contenido rápidamente, pues hay que comprender que es muy necesaria la práctica cotidiana y el esfuerzo continuo para alcanzar resultados satisfactorios, en este medio de comunicación tan valioso como es la escritura.
Se llama así a la serie ordenada de las letras de un idioma.
Según la nuevaOrtografíaacadémica(ole, 2010), el alfabeto español consta deveintisieteletras. En la tabla se agregan, a continuación, sus nombres ahora recomendados, lo cual no implica «interferencia en la libertad que tiene cada hablante o cada país de seguir aplicando a las letras los términos que venían usando»:
Lah,sin sonido, permanece por razones casi exclusivamente históricas. Laky lawse mantienen en el alfabeto para ser utilizadas en voces de origen foráneo, y desde 2010 se restringe el uso de laqen palabras extranjeras, que pasan a escribirse conc(verUso de laq).
En cuanto a la cantidad de letras, ya en el X Congreso de la Asociación de Academias de la Lengua Española (1994) se había acordado adoptar elorden alfabético latino universalpara los fines de laordenación, el cual no contempla los dígrafoschyllcomo letras independientes. Las palabras que comienzan por estas letras y aquellas que las contienen pasaban a alfabetizarse, entonces, en las posiciones correspondientes dentro de lacy de lal,respectivamente. Aunque tales dígrafos constituyen formas únicas para escribir los fonemas que representan, a partir de 2010, luego de asumir que el alfabeto está integrado estrictamente porgrafemas,ahora ya no se admiten como letras del abecedario español.Ello no significa, en modo alguno, que desaparezcan de la escritura; la novedad consiste, únicamente, en la reducción del alfabeto a sus componentes básicos, de manera que todos los dígrafos, entendidos como combinaciones de letras, quedan excluidos por igual. Estos son:
ch:que representa el fonema/ch/.
gu:que representa el fonema/g/anteeoi(verUso de lag).
ll:que representa el fonema/ll/(o el fonema/y/,para las regiones yeístas como Cuba, verUso de lay):
qu:que representa el fonema/k/anteeoi(verUso de laq).
rr:que representa el fonema/rr/en posición intervocálica (verUso de lar).
Es preciso aclarar que la división gráfica de las palabras se guía por una serie de lineamientos que determinan la formación de grupos de letras que resultan indivisibles, los cuales, aunque tienen relación, no coinciden exactamente con los que produciría la división en sílabas (silabeo), que está determinada, más bien, por la forma en que se realiza la pronunciación. Una sílaba puede formarse a partir de dos y hasta tres palabras diferentes, por el contrario, en determinados casos no se permite la división al final de renglón por la frontera entre una sílaba y otra.
La división en sílabas es de interés para el dominio de la métrica, arte que trata la medida o estructura de los versos, pero también es de necesario conocimiento para comprender lo concerniente a la acentuación. Los textos académicos de ortografía suelen tratar solo los tópicos referidos al uso del guion y la división al final del renglón. Y es que, respecto a las necesidades de la escritura impresa, solo estos aparecen como relevantes. Pero no debe confundirse ni ignorarse la división silábica, proceso tanto mental, como escrito —durante el aprendizaje escolar—, que es necesario para saber determinar el tipo decada palabra, según la posición del acento prosódico y luego colocar o no latilde(verAcentuación).
• Una consonante entre dos vocales forma un grupo indivisible con la segunda vocal:
a-la-me - daa-ma-ne - cer
ho-lade - co-ro
• Si hay dos consonantes entre dos vocales, forman un par de grupos indivisibles, la primera consonante con la primera vocal y la segunda consonante con la segunda vocal:
al-ma- na - quear-co
ur-ba- no cua - ter-na- rio
Pero si la segunda consonante eslor, forman un grupo indivisible las dos consonantes con la segunda vocal y siempre inician sílaba:
a-brea-tle - ta
ha-bla - mos pen - ta-tlón
• Si hay tres consonantes entre dos vocales, forman un grupo indivisible las dos primeras consonantes con la primera vocal y la tercera consonante con la segunda vocal:
cons-tan - te trans-por - te
Pero si la tercera consonante eslor, se mantienen unidas, indivisiblemente, la primera consonante con la primera vocal y la segunda y tercera consonantes con la segunda vocal, que inician nueva sílaba:
em-pleo tim-bre
• Si hay cuatro consonantes entre dos vocales, forman un grupo indivisible las dos primeras con la primera vocal y las otras dos consonantes con la segunda vocal:
abs-trac- to cons-truir
• Laxes indisociable de la vocal, de forma que si va seguida de esta, el guion debe colocarse delante de lax:
a - ne-xar com - ple-xión
Pero si laxva seguida de consonante, entonces forma parte de la sílaba de la vocal precedente:
ex-tra - ño am - bi -dex-tro
Cuando hay que dividir una palabra porque no cabe en un renglón:
• Es preciso tener cuidado de no separar las letras de una misma sílaba:
mar-/móreo acciden-/tes
•Sea al comienzo o al final del renglón, nunca se deja una vocal sola, separada del resto de la palabra, no importa que sea posible la división silábica; tampoco se dividen varias vocales seguidas oque tenganhintermedia, aunque formenhiato(verAcentuación). La división se debe intentar en la sílaba o palabra más cercana:
...tenía muchosami-/gos.
...abrió el baúl / para ver el tesoro.
Pero si tales vocales forman parte de dos elementos de una palabra compuesta, es posible dividirlas separando estos:
contra- / espionaje cubano- / americano
• Las cifras no se separan de los símbolos que las acompañan:
...produjo un cráter que medía /10 kmde diámetro.
• Y cuando una abreviatura pudiera quedar sola al final de un renglón debe escribirse la palabra completa sin abreviar:
En el taller confeccionan carteras, zapatos, cintos, / etcétera.
• Es recomendable no dividir palabras de otro idioma, a menos que se conozca la forma de división correcta en la lengua dada.
• Es recomendable no dejar sílabas repetidas en líneas sucesivas, ni formas raras o malsonantes a comienzo o final de los renglones.
Se escriben con letra inicial mayúscula:
•La primera palabra de todo escrito o la que inicia nueva oración después de punto y seguido, punto y aparte o de otros signos de puntuación como cierre de interrogación, cierre de exclamación y dos puntos.
• Los nombres propios de personas, animales y cosas, con el fin de distinguirlos respecto a los demás de su misma especie o clase.
Roberto Kazán Panamericanos
Esto es aplicable también a los apellidos. Cuando estos comiencen por preposición, artículo o ambas palabras, la primera de ellas también se escribirá con mayúscula si no acompaña al nombre de pila:
Rodríguez La Rosa
elcolega De la Torre Juan de la Torre
• Los apodos o sobrenombres:
Teté El Generalísimo
Titón El Apóstol
• Los nombres propios de los accidentes geográficos como ríos, mares, montañas, ciudades, provincias, estados:
Yumurí Asia
Cuba Caribe
Así como los nombres propios y los artículos que forman parte de los nombres oficialmente reconocidos de los topónimos:
Río de Janeiro La Habana
Mar del Plata Ciudad Juárez
•La primera palabra del título de las obras tales como libros,artículos, filmes y composiciones literarias, plásticas, musicales, etcétera:
Cien años de soledad
Memorias del subdesarrollo
La gitana tropical
Quiéreme mucho
• Los sustantivos y adjetivos que forman los títulos de publicaciones periódicas y colecciones:
Juventud Rebelde Alma Máter
El Habanero Biblioteca Juvenil
•Los nombres en las fechas patrióticas, religiosas o civiles:
Primero de Mayo Diez de Octubre
Día de los Niños Día del Libro
•Las abreviaciones de palabras que se escriben en mayúsculasy muchas otras fijadas así por la tradición:
EE. UU. Estados Unidos [de América]
D. F. Distrito Federal
Dr. doctor