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En estos tiempos tan difíciles que atravesamos como humanidad nos resulta imperioso simbolizar, tratar de encontrarle sentido o entender lo que nos sucede para poder operar en la realidad. A este contexto sumamente adverso se sumó la virtualidad. Claramente no era un terreno conocido, habitual para nosotrxs como trabajadores docentes, así como tampoco para lxs estudiantes. Quizás por eso decidimos escribir sobre lo que hicimos durante esta pandemia, lo cual implicó acción y reflexión, en otras palabras, praxis; permitiéndonos transformar la realidad, tal como lo planteaba Paulo Freire. Nos interesa filiar este libro con la historia de la serie de libros que hemos producido anteriormente, situándonos en el entrecruzamiento entre el territorio y la Facultad, con los pies en la tierra, en el barro, en los sueños, en los proyectos colectivos. Recuperamos el valor de nuestra experiencia y las construcciones horizontales, que resultan una caja de herramientas para quienes se zambullen en la lectura de estas páginas. La educación y la salud no pueden escindirse de la concepción de derecho ni de lo humano. Hablamos de Derechos Humanos que son fundamentales, que superan la idea del voluntarismo, de la vocación de servicio, para implicarnos políticamente en la cruda realidad de esta pandemia. En ese sentido consideramos necesario construir las condiciones de posibilidad para garantizarlos.
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Seitenzahl: 162
Veröffentlichungsjahr: 2025
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Guadalupe Aguirre y Natalia Forlini (compiladoras)
Aguirre, Guadalupe y Forlini, Natalia (comps)
Pandemia y Derechos Humanos:. Experiencias desde la Universidad
1a ed. - Rosario: Laborde Libros Editor, 2021.
160 p. ; 21 x 15 cm.
ISBN 978-987-677-358-4
1. Ensayo. 2. Derechos Humanos. I. Forlini, Natalia. II. Título.
CDD 303.48
1º Edición: octubre de 2021
Foto de tapa: © Laura Aguirre Damonte
© Laborde Editor – 2000 Rosario
3 de Febrero 1065 – Tel/Fax: (0341) 4498802
Rosario (C.P. 2000) – Argentina
Página Web: www.labordeeditor.com.ar
Email: [email protected]
Queda hecho el depósito legal que establece la ley 11.723.
Marca y características gráficas registradas en la Oficina de Patentes y Marcas de la Nación
Impreso en Argentina
A 100 años del nacimiento de Paulo Freire queremos homenajearlo construyendo dialogicidad, praxis y amorosidad.
Nuestro agradecimiento a Laura Arocena, quien nos pasó la posta acerca de una forma de producir conocimiento generosa y revolucionaria, con una ética, política e ideología contrahegemónicas invitándonos a ser protagonistas en la Universidad.
por Soledad Cottone
¿En el desierto de la sal
cómo se puede florecer?
Neruda, 1973
La Pandemia ha mostrado la voracidad de un modelo civilizatorio que destruye la naturaleza y precariza las condiciones de vida de nuestros pueblos. El mundo que conocíamos está en crisis y entonces… ¿Cómo pensar y escribir en tiempos de incertidumbre? ¿Cómo crear condiciones en este presente que generen futuro?
Pandemia y Derechos Humanos. Experiencias desde la Universidad parte del análisis del tiempo que estamos atravesando y propone respuestas en clave de derechos que abren a lo venidero. En este sentido, los temas que vertebran sus capítulos son: las infancias, las adolescencias, la educación superior, las experiencias comunitarias y la naturaleza. Porque, no puede haber vida, comunidad, pueblo sin la apelación a un bienestar común y solidario. Entonces, anclados en una historia que recupera voces diversas, disidentes, acalladas, se promueve crear espacios e inventar porvenir.
Estamos ante un libro de construcción colectiva que le rinde homenaje a Paulo Freire. Homenaje que se lee desde el inicio y por sobretodo en su hechura. Así, encontramos que los textos que lo constituyen tienen como método la dialogicidad, es decir que nos invitan a una lectura crítica de la realidad social de autoría colaborativa.
Algunas preguntas rectoras son: ¿cómo generar prácticas inclusivas que modifiquen representaciones que reproducen desigualdad y exclusión? ¿cómo restituir el valor de la palabra y su sentido liberador allí donde marginación y pobreza son las coordenadas de existencia? La apelación al arte y las pedagogías emancipadoras sirven para pensar nuestras realidades sin las vestiduras coloniales que nos determinan desde hace siglos.
Las condiciones de segregación son construcciones tramadas y determinadas históricamente en el seno de discursos, prácticas, saberes y poderes en los que el campo científico y la producción de conocimiento no son ajenos, es más, muchas veces, proporcionan los fundamentos sobre las que se asientan. Obstinarse en no naturalizar esas condiciones e insistir en la producción y puesta en circulación de saberes que posibiliten la imaginación y la creación de otro mundo es una posición ético-política desde la cual sostenerse. Compromiso situado en el sur del planeta, que se reconoce parte de la Patria Grande y muestra que la batalla por las ideas no se reduce a la mera adhesión de valores sino que exige reparar lo dañado.
Los pueblos enfrentan las catástrofes con los recursos que la habitan. Por ello, necesitamos nombrar las pérdidas, los dolores, como nos enseñaron las Madres desde lo colectivo y lo solidario. Porque, la recuperación del sueño de una Patria Grande con todas sus diversidades e historias -pueblos originarios, criollos, inmigrantes, cabecitas negras- no olvida la presencia de nubarrones sombríos, espectros en embajadas, diseños de políticas de fragmentación para nuestra región.
A la pregunta del epílogo respuestas colectivas. Se trata de decirle no al olvido, de reconstruir memoria. No como función tranquilizadora sino desde las disputas de sentidos, prácticas y saberes. Las palabras no solo nombran o hablan de un acontecimiento. Las palabras se actualizan en situaciones nuevas, cuando se asumen riesgos se convierten en proyectos. Una palabra encadena con otra y promueve acciones. Por ello, existe la política.
En el desierto de la sal, con las rabias y voces no escuchadas: florecer, provocar esperanza.
Soledad Cottone
Rosario, 30 de agosto de 2021.
por Morena García
La ciencia ficción nunca pudo superar la realidad y un día el mundo se detuvo.
Todo lo que vimos en las películas, leímos en los libros, implicaba enormes hazañas contra un solo objetivo. No estábamos preparades para esto!
Siempre las armas y los hombres fornidos, fueron los héroes, jamás la palabra. Nunca la ternura.
Esta empresa por supuesto surge ante la necesidad de repensar los vínculos desde una pedagogía que no es inaccesible. Piensa al sujeto como parte escencial de un escenario donde el telón aún no se ha bajado. La ternura es la amalgama que busca inferir, sin el análisis frío y despiadado al que nos han acostumbrado. Brotes reverdecidos, como rezagos de un apocalipsis inesperado que van reptando entre los escombros de una lógica que pensamos inacabable, indestructible.
Pandemia y Derechos Humanos. Experiencias desde la Universidad no pretende dar aseveraciones, respuestas o afirmaciones. La lectura solo plantea más preguntas posibles y ese es el principio de todo saber. La pregunta continúa.
Todo lo que hicimos nos trajo a las puertas de está pandemia. Las fórmulas viriles y competitivas, la carrera por ganar, la ambición del tener en lugar de ser, nos ha puesto en jaque como sociedad. Anti.
Pro.
Pre.
Post.
Un mundo clamando volver a la “normalidad” cuando fue esa batalla por lo “normal” lo que nos trajo hasta acá.
La pregunta sigue ahí. Inamovible pero no inerte. La pregunta por lo que nos olvidamos. La pregunta por lo que dejamos pasar. La pregunta de cómo seguir ante tanto dolor provocado.
Por les que se fueron.
Por quienes estamos en este tránsito tan falto de ternura.
La ternura como herramienta política.
Las ganas de poder apuntar las ramas al sol desde las ruinas.
Preguntas para pensar.
Preguntas para repensarnos.
Porque siempre la revolución estará en las preguntas.
¡Pasen..... Y lean!
Morena García
Rosario, 29 de agosto de 2021.
En estos tiempos tan difíciles que atravesamos como humanidad nos resulta imperioso simbolizar, tratar de encontrarle sentido o entender lo que nos sucede, para poder operar en la realidad. Por ello, nuestra propuesta de escritura se distancia de lo habitual en la academia. No se trata de producciones individuales o aisladas, sino de una escritura que hace lazo, que es construida con otras personas y que nos invita a resentipensar nuestra labor.
Esta escritura está anclada en el lugar donde desarrollamos nuestras prácticas como trabajadores y estudiantes de la educación superior. Somos producidxs por la Universidad, pero a la vez, producimos porque estamos aquí, porque pudimos acceder a ella.
Así como lo que no se nombra no existe, lo que no se escribe no tiene registro. Por eso es importante no dejar de lado en un libro, el modo en que mencionamos a lxs autores. Consideramos que las formas instituidas de consignar la bibliografía, ubicando primero el apellido o incluyendo la inicial del nombre, se enmarcan en el paradigma androcéntrico, invisibilizando el género. De esa manera decidimos incluir primero el nombre y luego el apellido, como un acto de justicia epistémica.
Nos interesa escribir hoy sobre lo que hicimos durante esta pandemia, lo cual implicó acción y reflexión, en otras palabras, praxis; permitiéndonos transformar la realidad, tal como lo planteaba Paulo Freire. Acción y reflexión que se conjugaron con nuestros sentires, emociones, con momentos de desazón e incertidumbre, pero también con nuestro entusiasmo. Nos encontramos con pasiones alegres que muchxs de nosotrxs desconocíamos como potencia creadora. No nos creíamos capaces de hacer lo que hicimos … ¡ y nos sorprendimos de nuestros logros!
Nos situamos en el entrecruzamiento entre el territorio y la Facultad, con los pies en la tierra, en el barro, en los sueños, en los proyectos colectivos. Parafraseando a… “nuestra cabeza piensa donde nuestros pies caminan”. No podemos atribuir esta frase a unx autorx en particular. Hemos buscado en nuestra gran enciclopedia Google y no puede decirnos de quién es. Eso nos sitúa frente a una frase del pueblo, del mundo. Una frase con la que queremos con - jugar nuestro compromiso político - ideológico de cómo pensamos y deseamos que se den nuestras prácticas en la educación superior.
Nos interesa filiarnos con la historia de la serie de libros que hemos producido anteriormente. Desde la Facultad de Psicología, en 2012, algunxs participamos en el libro “Prácticas Psi en escenarios Comunitarios/Educativos”, de la Editorial de la U.N.R. y cuyos compiladores fueron Laura Arocena y Ernesto Bonicatto. En 2016, desde las Cátedras Área del Sujeto de la Carrera de Ciencias de la Educación y Psicología en Educación de las Facultades de Humanidades y Artes y Psicología, respectivamente, ambas de la U.N.R., escribimos el libro “Sobre la Pedagogía de la Transmisión: Experiencias y Sentidos inician la Escritura”, de Laborde Libros Editor, cuyas compiladoras fueron Laura Arocena y Carina Venanzetti.
Escribimos finalmente para construir nuestro estilo propio, introducir en la Universidad una escritura democratizadora, alternativa, creativa, sensible, humanista, sentipensante. “Para el pueblo lo que es del pueblo...”, tal como dijo Piero en su canción.
Al reflexionar acerca de ello, nos interrogamos sobre ¿qué nos interesa transmitir/compartir? ¿Acaso una verdad revelada desde posiciones dogmáticas? ¿Qué es la ciencia? ¿Criterios de verdad contextualizados en un momento histórico determinado? ¿Un paradigma hegemónico? ¿Una lucha situada para dar cuenta de la realidad y habitar el mundo?
Actualmente, se pone al mismo nivel que el discurso científico, discursos mentirosos como el negacionismo, el terraplanismo, las fake news, la posverdad, el movimiento anti-vacunas y anti-cuarentena, las lógicas new age, que son afines y funcionales al sistema de producción dominante a escala global. Van al compás del modelo neoliberal, que prospera en base a construir o usar situaciones de shock, se asienta en ellas. Busca suturar la angustia que genera la inermidad, cubrirla ilusioriamente a cualquier costo, con conocimientos que ya fueron objetados varios siglos atrás y que hoy pretenden imponerse, a toda costa, como única verdad. Estos movimientos están lejos de ser cuestionadores, rupturistas o reveladores de la estructura del sistema, como sí lo son las construcciones críticas y colectivas feministas, antirracistas, con prácticas pedagógicas académicas incluyentes, diversas, que buscan integrar los movimientos sociales y los saberes populares.
Resulta llamativo que en otro momento los saberes populares eran homologados al sentido común, y de ese modo, desestimados en la Universidad. No contaban con un estatuto de verdad reconocido y legitimado, porque formaban parte de otras epistemologías subestimadas por la academia. Existe una diferencia radical entre los saberes populares y el sentido común. No son sinónimos ni mucho menos. El sentido común responde al status quo, es manipulable y acumula, de la misma manera que la educación bancaria, conocimientos descontextualizados, ingenuos y ahistóricos. Mientras que los saberes populares, que emergen de la educación dialógica y por lo tanto, problematizadora, generalmente pueden aportar conocimientos ancestrales, vinculados al contexto, a la comunidad en la que son producidos. Sabemos que este tema es complejo y nos lleva o exige seguir dialogando.
La producción del conocimiento científico tiene huecos, hendiduras por las que se puede seguir pensando, produciendo, sin que ello le quite su grado de validez y aplicabilidad que el contexto de desarrollo le permite. Al contrario, esto nos habilita a crear, construir teorías/saberes. Allí es donde nos interesa trabajar.
Previo a la Reforma Universitaria de 1918, ya existían posiciones político- ideológicas, como el cientificismo, que excluían a quienes no comulgaban ni con los criterios ni con las formas de verdad instituidas. Hablamos de grupos de poder que se establecían, y aún se establecen, en consonancia con el mercado para acallar voces disonantes que pueden poner en riesgo sus privilegios. Esa academia de élite, está vinculada con la lógica capitalista, colonialista y patriarcal que, todavía hoy, goza de buena salud. Boaventura de Sousa Santos llama, a los efectos producidos por este sector, epistemicidios. Son las epistemologías desaparecidas, que no tienen cabida, o dejan de existir por consecuencia de la supervivencia del más fuerte. Entendemos que el rol de la Universidad consiste en desformatear, deconstruir, movilizar, sacudir, la matriz de pensamiento dominante, en favor de la transformación social. Nos interesa recuperar el valor de nuestra experiencia y las construcciones horizontales, que resultan una caja de herramientas para quienes se zambullen en la lectura de estas páginas.
Al contexto sumamente adverso de la pandemia se le sumó la virtualidad. Claramente no era un terreno conocido, habitual para nosotrxs como trabajadores docentes, como tampoco para lxs estudiantes. Si bien no hubo mejor capacitación en este aspecto que la pandemia, nos tocó no solo conocer un saber técnico y aplicarlo, sino también poner el cuerpo y el alma, al igual que los medios necesarios para que el trabajo pudiera efectivizarse. El sistema educativo siempre se caracterizó por la presencialidad y en este caso debimos adaptarnos bruscamente a una nueva forma. Nuestra propuesta de acompañamiento pedagógico virtual implicó poner la Universidad al servicio de la comunidad que la sostiene. Como dijo la Decana actual de la Facultad de Psicología de la U.N.R., Soledad Cottone “no hay afuera de la pandemia”, cuestión que nos confronta con lo difícil que resulta trabajar, estudiar, sentirse bien, vivir en este contexto.
¿La educación y la salud son servicios esenciales, mercancías o derechos inalienables de las personas, como un bien de la comunidad? Un servicio puede o no estar y si no se garantiza puede ser reemplazado por otro servicio. La educación y la salud no pueden escindirse de la concepción de derecho ni de lo humano. Hablamos de Derechos Humanos que son fundamentales, que superan la idea del voluntarismo, de la vocación de servicio, para implicarnos políticamente en la cruda realidad de esta pandemia. En ese sentido consideramos necesario construir las condiciones de posibilidad para garantizarlos. Desde esta perspectiva, tanto la propuesta de acompañamiento pedagógico virtual como las vacunas, constituyen un bien común que construyen amparo colectivo y Derechos Humanos.
Para dar paso a la lectura, agrupamos a los artículos que conforman este libro, contemplando sus coincidencias temáticas: Infancias, Adolescencias, Educación Superior, Experiencias Comunitarias, y Naturaleza en vinculación con Derechos Humanos y Pandemia.
Guadalupe Aguirre y Natalia Forlini
Antonella Balbi, Isabel Salvatierra, Gonzalo Antón.
A!
Un día...
¿Cómo somos Sujeto
sujetos, ingenuos negadores culturales?
M. Paz Milanese, Guillermina Porta, Gianna Bozicovic, Pilar Cruña.
Y
Si
Ven
Cuan
libres
Reímos
Futuras
Añoradas
Vivencias,
Conquistas.
Autorxs: Virginia Vienna; Agustina Nicole Sanabria; Ernesto Bonicatto.
Dyehuty
Dyehuty detuvo su marcha en el hemeroscopium jardín
Suspendido, sorprendido
Varado en el hospital
Las agujas enfermaron
Lagrimiantes segundos se desvanecen
Llantos canción
Contradicciones, sinsentidos, invasores
Ocupas permanentes de los días
Altares del infierno sobre mi parque independiente
Gente a descanso eterno
La angustia danza y reza
Doliendo miedo la vida acorralada peligra
Personas sobre las fuentes sin aguas prontas a todo o nada
Marchan a los hospitales
Muchos no volverán
Dyehuty varado sobre la tristeza sonriente
Detrás de los vidrios Isis maratónicamente sacude probetas
Ecos lejanos escondidos en los campanarios
La vida herida mortalmente se arrastra en los pabellones improvisados
La sangre se hace escudo
La estupidez humanizada se viste de gala para linchar sobre los monumentos
Esperar es un mal
Pronto llegaremos al borde de los abismos
Tres damas de negro cayendo
Nada volverá a ser igual
Neftis se rinde
Dyehuty vuelve a latir.
Mi sentir interior
Comienzo el año soñando,
Todo parece encantador,
Anhelo que los acontecimientos tomen su curso perfecto,
Tal como creo que la historia los pensó.
Decir 2020 me suena extraordinario,
Imagino mil mundos de posibilidades,
Hasta que, en un momento existente,
Los sucesos empiezan a cambiar.
La vida hizo metamorfosis de un día para otro,
Y ante esta nueva normalidad,
Se presentaron dos caminos en mi existir,
Me costó tanto poder tomar una decisión…
Y es hasta el día de hoy,
Que ambas posibilidades me habitan,
Es así que por momentos me enojo, lloro, me irrito,
Me da mucha impotencia no poder continuar con todos mis proyectos.
Me disgusto con el destino,
Con los escenarios que se presentan,
Tengo ganas de que alguien venga a salvarme de este infierno terrenal,
Donde justamente la Tierra, viene a ser el lugar de los deseos no cumplidos.
Luego de un rato recuerdo,
Que nosotros justamente, somos,
Los que decidimos, más bien,
Los que haremos que se puedan dar las circunstancias.
De todos modos, no debemos olvidar,
Que también tiene que coexistir ese factor, un tanto mágico,
Que pueda ayudarnos a llevar nuestros andares a buen puerto,
Y haga de todo esto que acontece, un amanecer más bonito.
Las circunstancias del momento también deben ayudar,
Y en medio de la pandemia que se desencadenó,
Donde el virus se presentó y ganó el papel protagónico,
Seguramente con acomodo de los más poderosos, todo parece perdido.
Así como nace la flor del hogar, precisa ayuda del sol y la lluvia,
Necesita los cuidados necesarios y un hábitat que permita que se despliegue,
Es menester que haya un sostén,
Ese algo o alguien, que abra vías de perfeccionamiento.
Cuántas veces somos carentes, dejando indivisa cada parte que nos habita,
Sin expresar las bellezas de nuestro encanto celestial,
No permitimos fragmentarnos,
Vamos en vías de ser una masa indivisible, donde los sentimientos no se expresen.
Cual pasión que se desprende por las venas apasionadas de quien escribe,
Siente que todo se desenvuelve a su manera, sin decir nada en realidad…
Las lenguas que atraviesan mi discurso poseen tres llamas de fuego,
Ellas son la magia, la fe y la esperanza, son el legado y el tesoro que habita mi ser.
Todos sabemos lo que queremos,
Concebimos el lugar a donde se encuentra,
Pero nos cuesta tanto reconocerlo, nos da miedo,
Nos atrapa la quimera, desborda todo, sale a correr sin motivos aparentes.