Prácticas pedagógicas e investigativas de la formación ético-política en contextos escolares - Elkin Darío Agudelo Colorado - E-Book

Prácticas pedagógicas e investigativas de la formación ético-política en contextos escolares E-Book

Elkin Darío Agudelo Colorado

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Beschreibung

Este libro es resultado de la implementación del proyecto pedagógico e investigativo de la Licenciatura en Ciencias Sociales en su ciclo de innovación. Allí, se hace la reconstrucción y el análisis de tres investigaciones en torno a la formación ético-política en instituciones educativas de la ciudad de Bogotá o su zona metropolitana. Cada investigación, desde diferentes perspectivas (o "caminos", como se les denomina a lo largo del libro), dio respuesta según sus propios intereses, a diferentes elementos de la formación ético-política tales como la paz, la violencia, la participación política, el uso de los derechos humanos (DD. HH), entre otros. A partir de sus abordajes temáticos y experiencias particulares, cada una, generó resultados que permitieron articularlas y generar propuestas pedagógicas alrededor de dichas temáticas. Podríamos decir que las tres experiencias posibilitaron que los estudiantes participantes en ellas rompieran el cerco que los limita a su elemental condición de oyentes y espectadores, por un rol más activo y dinámico que los reconoció como sujetos de experiencia y saber. Además, sus resultados invitan; a las diversas instituciones escolares de la ciudad y el país, así como a los programas de formación de profesoras y profesores; a reconstruir y posicionar en los currículos de escuelas y colegios la formación ético-política como un componente central y transversal de la formación ciudadana con perspectiva crítica y transformadora; en tanto, los desafíos del país relacionados con el conocimiento, respeto y garantía de los derechos humanos (DD. HH), así como la construcción de paz en un país que no termina de salir del prolongado conflicto armado y de las múltiples violencias e injusticias sociales, reclaman que las instituciones destinadas a la formación de niñas, niños y jóvenes encaren con determinación la formación ético-política de las nuevas generaciones.

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Seitenzahl: 349

Veröffentlichungsjahr: 2023

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Prácticas pedagógicas e investigativas de la formación ético-política en contextos escolares

Agradecimientos

A las instituciones educativas que nos escucharon y se interesaron por los proyectos pedagógicos, especialmente al Colegio Marruecos y Molinos IED, al Liceo Moderno Célestin Freinet y al Centro de Orientación Juvenil Luis Amigó. Ellos, que con su apertura educativa y reconociendo la importancia de fortalecer la formación ético-política de sus estudiantes, permitieron que los docentes en formación de la Licenciatura en Ciencias Sociales (hoy ya graduados y ejerciendo como profesores en diversos colegios de la ciudad) desplegaran todo su saber alrededor de la participación política, la construcción de la dignidad en medio de la guerra y la prevención de la violencia, como pretexto para potenciar la reflexión y el pensamiento crítico entre los estudiantes de diferentes cursos y niveles.

Al Centro de Investigación y Desarrollo Científico (CIDC) (en el momento de la impresión de la obra llamado Oficina de Investigaciones) por abrir este tipo de convocatorias de investigación que favorecen a estudiantes de pregrado que se encuentran adelantando sus trabajos de grado, apoyo que significó un fortalecimiento del proceso investigativo y el fogueo de nuestros estudiantes como investigadores en eventos académicos de carácter nacional e internacional. Sin este apoyo no se habría alcanzado el reconocimiento de sus monografías con mención meritoria.

Finalmente, al equipo de coinvestigadores: Daniel Fernando Valencia, Camila Monroy Cortés y Ricardo Alfonso Beltrán, quienes desde la primera invitación que les hice para articular sus propuestas pedagógicas y de investigación tuvieron toda la disposición y apertura para sumarse a este trabajo, el cual hoy podemos comunicar en estas páginas. Especial agradecimiento a Steven Perico, estudiante de la Licenciatura en Ciencias Sociales, por todo su compromiso y saber como auxiliar de investigación del proyecto que dio origen a esta publicación.

Elkin Darío Agudelo Colorado

Profesor titular

Universidad Distrital Francisco José de Caldas

Facultad de Educación

Proyecto Curricular de Ciencias Sociales

© Universidad Distrital Francisco José de Caldas

© Oficina de Investigaciones

© Elkin Darío Agudelo Colorado (coinvestigador), Daniel Fernando Valencia Barrero (coinvestigador), Julieth Camila Monroy Cortés (coinvestigadora), Ricardo Alfonso Beltrán Ubaque (coinvestigador)

ISBN: 978-958-787-655-0

ISBN digital: 978-958-787-657-4

ISBN ePub: 978-958-787-656-7

Primera edición, diciembre de 2023

Líder Unidad de Publicaciones

Rubén Eliécer Carvajalino C.

Gestión editorial

Ana Marcela Hernández C.

Corrección de estilo

HIPERTEXTO SAS

Diagramación

PROCEDITOR LTDA.

Diagramación de portada

Sonia Lucía Güiza Ariza

Fotografía de portada

Liliana Rodríguez

Intervención artística

Mecha Hecha (Melisa Mahecha

 

Editorial UD

Universidad Distrital Francisco José de Caldas

Carrera 24 n.° 34-37 Bogotá, D. C., Colombia

Teléfono: 6013239300 ext. 6202

Correo electrónico: [email protected]

 

Catalogación en la publicación – Biblioteca Nacional de Colombia

Prácticas pedagógicas e investigativas de la formación ético-política en contextos escolares / Elkin Darío Agudelo Colorado ... [y otros autores]. -- Primera edición. -- Bogotá : Universidad Distrital Francisco José de Caldas, 2023.

182 páginas : gráficas ; 24 cm. (Didáctica)

ISBN: 978-958-787-655-0 - ISBN digital: 978-958- 787-657-4

ISBN ePub: 978-958-787-656-7

1. Educación -- Aspectos sociales 2. Educación cívica -- Enseñanza 3. Derechos humanos -- Enseñanza 4. Ética política -- Enseñanza 5. Prácticas de la enseñanza I. Agudelo Colorado, Elkin Darío, autor II. Valencia Barrero, Daniel Fernando, autor III. Monroy Cortés, Julieth Camila, autora IV. Beltrán Ubaque, Ricardo Alfonso, autor V. Serie.

370.115: CDD 21 edición.

 

Todos los derechos reservados.

Esta obra no puede ser reproducida sin el permiso previo escrito de la

Unidad de Publicaciones de la Universidad Distrital Francisco José de Caldas.

Hecho en Colombia.

Diseño epub:Hipertexto – Netizen Digital Solutions

Contenido

Prólogo

Introducción

La formación ético-política: una cuestión vigente

Caminos de aproximación hacia la formación ético-política: referentes conceptuales

Representaciones sociales y participación política: El primer camino

Dignidad humana, DD. HH. y violencia política: El segundo camino

Representaciones sociales sobre la violencia: El tercer camino

Capítulo 1.Las huellas de la formación ético-política: descripción de tres experiencias de mediación pedagógica en instituciones educativas de básica secundaria

Presentación

La enseñanza de la historia como ruta para comprender la participación política: una experiencia de formación ético-política en el colegio Marruecos y Molinos IED

La formación ético-política a través de la comprensión de la dignidad humana en el contexto de la guerra colombiana: Liceo Moderno Célestin Freinet

La prevención de la violencia en el Centro de Orientación Juvenil Luis Amigó. Una experiencia educativa desde la formación ético-política

¿Qué nos deja este proceso de mediación pedagógica en las instituciones educativas sobre formación ético-política?

Capítulo 2.Descifrando las huellas de la formación ético-política

La representación social de la participación política

¿Qué significa investigar la representación social de la participación política?

Pautas metodológicas para descubrir la representación social sobre participación política

Dimensiones de la representación social de la participación política

Estructura de la representación social de la participación política

Conclusiones: ¿qué nos aporta esta experiencia en el terreno de la formación ético-política?

Orientaciones pedagógicas para la formación ético-política

Violencia política y dignidad humana en Colombia: una mirada desde la perspectiva de los estudiantes del Liceo Moderno Célestin Freinet

Definiciones de la dignidad humana, según los estudiantes

Dignidad humana en la participación política

La pregunta por la dignidad humana en el contexto de la violencia en Colombia

Conclusiones

Orientaciones pedagógicas para la formación ético-política enfocada en la dignidad humana

Representaciones sociales de la violencia en los jóvenes: abordaje y construcción de propuestas de prevención desde los estudiantes con medida de protección

Referentes conceptuales

Referentes metodológicos que permitieron llegar a las representaciones sociales

La calle como escenario de representación

Elementos periféricos de la representación social: la violencia entre el sujeto y la sociedad. Parámetros para la formación ético-política

Hallazgos de la representación social de la violencia

Orientaciones pedagógicas para la formación ético-política

¿Para qué investigar la formación ético-política que se da en las instituciones educativas?

Desafíos y propuestas que se desprenden de la experiencia pedagógica e investigativa

Referencias

Notas al pie

Autores

Prólogo

En épocas adversas para la investigación en áreas de conocimiento no vinculadas sustancialmente a los procesos productivos y de generación de ganancias, como es el caso de los campos educativo y ético-político, este texto recoge un doble proceso de producción de saber, por un lado, el de la formación de docentes investigadores, y por otro, los resultados del ejercicio de investigación sobre la formación ético-política en entornos educativos, de ese modo se convierte en un aporte a las necesarias discusiones tanto del papel de la investigación en la formación de docentes como en los debates sobre lo ético-político en la educación básica y media, situados estos en la transición que se avizora en el país con el giro de gobierno acontecido a mediados del 2022.

Treinta años después de promulgada la Constitución Política de Colombia de 1991 y sorteadas las oleadas de educación para la democracia, el conflicto, los valores, los derechos humanos, la ciudadanía y en el entorno aún incierto de la educación para la paz en la modalidad de cátedra transversal, la pregunta por la formación ético-política se convierte en una posibilidad decantada por recoger las insatisfacciones dejadas por los esfuerzos de esas perspectivas. Entonces, la vigencia de las preguntas y análisis, presentados por cada una de las experiencias adelantadas y sistematizadas en el proceso de investigación del cual se deriva este informe, son pertinentes para avanzar en el necesario entorno de las implicaciones de asumir lo ético-político como una perspectiva para movilizar la escuela en los retos actuales, de una sociedad que parece, camina hacia una paz sostenida y duradera.

Además, frente a la instrumentalización de la ciudadanía, por políticas educativas cooptadas por los intereses del mercado y las formas de control derivadas del neoliberalismo, que envilecieron el ejercicio de la ciudadanía y lo minimizaron al mero cumplimiento de la ley, la emergencia de la reflexión y el análisis, sobre las nuevas formas de subjetividades políticas, o la consideración de los jóvenes y estudiantes como sujetos políticos, señalan un viraje que promueve unas nuevas formas de reorientar el acumulado de experiencias impulsadas por docentes e instituciones, en el reto de consolidar la construcción de cultura democrática.

Una nueva vivencia democrática implica construir nuevos marcos de relacionamiento convivencial, fundamentados en la dignidad como parámetro de la vida social y los derechos humanos, además de la superación de las múltiples formas de discriminación y violencia (de clase, de género, de etnia, etcétera) que se materializan en prácticas de exclusión que requieren la constitución de prácticas radicales y permanentes de reconocimiento de los otros como diferentes, pero en condición de dignidad.

Por lo anterior, los resultados de investigación que se presentan proyectan pistas y caminos para fortalecer el compromiso de la pedagogía y la educación en sus dimensiones críticas, en la promoción de una sociedad que viva cotidianamente en paz, democracia y dignidad.

Orlando Silva Briceño

Coordinador Licenciatura en Ciencias Sociales

Profesor Universidad Distrital Francisco José de Caldas

Junio del 2022

Introducción

Elkin Darío Agudelo Colorado

Para entender la naturaleza y composición de este trabajo de investigación es necesario remitirnos al ciclo de innovación de la Licenciatura en Educación Básica con Énfasis en Ciencias Sociales (LEBECS), ahora denominada Licenciatura en Ciencias Sociales (LECS), pues es a partir de este espacio pedagógico e investigativo de donde se desprende el contenido de este libro.

El ciclo de innovación es un espacio académico del plan de estudios de la licenciatura, compuesto por tres semestres que ocupan, por lo general, las matrículas 8ª, 9ª y 10ª. Los estudiantes interesados en tomarlo, previo cumplimiento de requisitos, deben escoger entre una diversidad de proyectos que ofrecen los grupos de investigación adscritos al Proyecto Curricular de Ciencias Sociales, orientados hacia variadas perspectivas y enfoques académicos. En nuestro caso, los profesores Elkin Darío Agudelo Colorado y Edilberto Hernández Cano, a nombre del Grupo de Investigación Amautas: formación de sujetos y pedagogías críticas, con la línea de investigación Enseñanza de las ciencias sociales y formación ético-política, presentaron la propuesta pedagógica e investigativa que se denominó: Prácticas pedagógicas de la formación ético-política en experiencias relacionadas con la enseñanza de los derechos humanos, la democracia y la paz (2016-III-2017-III)1, propuesta que fue aprobada por el Consejo Curricular de la carrera y al que se inscribieron 15 estudiantes, los cuales 14 ya obtuvieron su título de licenciados en educación, gracias a los proyectos monográficos que se diseñaron y ejecutaron alrededor de este ciclo y en la temática general planteada por los docentes a cargo.

En pleno desarrollo del ciclo de innovación, aproximadamente en el segundo semestre del 2017, el Centro de Investigación y Desarrollo Científico (CIDC) abrió la convocatoria 01-2017 para la conformación de un banco de proyectos de investigación, desarrollo tecnológico, innovación y creación en la Universidad Distrital Francisco José de Caldas. Entre los requisitos se solicitaba que la propuesta debía cumplir, entre otros, con los siguientes requerimientos: “3.10. Vincular al menos dos trabajos de grado de pregrado. Adicionalmente, podrá vincular trabajos de investigación de maestría, tesis doctorales e investigaciones de semilleros, asociados a los grupos proponentes. En cualquiera de los casos, los estudiantes vinculados serán considerados como coinvestigadores de la propuesta”2.

Ahora, teniendo en cuenta este requisito y aprovechando que el ciclo de innovación venía en el proceso de desarrollo de ocho trabajos de investigación monográfica, se citó a los interesados en participar de esta convocatoria y una vez presentados los criterios se seleccionaron tres de los más dispuestos y con mayor nivel de avance en su proceso de implementación pedagógica e investigativa. La construcción del proyecto de investigación que se presentó al CIDC adoptó el mismo nombre del ciclo de innovación, a partir de cual se potenció el apoyo con material bibliográfico y tecnológico, la culminación del trabajo de campo, particularmente con la trascripción de la información cualitativa acopiada. Igualmente se brindó apoyo financiero para la realización de un panel-debate que denominamos: Formación ético-política en contextos escolares3, en el que las monografías involucradas en el proyecto de investigación pudieron presentar avances de los resultados de trabajo y la interpelación por parte de dos investigadores expertos en el campo de la formación ético-política, la profesora Amanda Cortés, del Instituto para la Investigación Educativa y el Desarrollo Pedagógico (IDEP) de la Secretaría de Educación Distrital, y el profesor Alexander Ruiz, de la Universidad Pedagógica Nacional (UPN). El evento contó con la participación de 80 personas entre estudiantes de la Universidad Distrital (UD), representantes de semilleros de investigación, docentes de colegio y universidades, entre otras personas.

Además de los anteriores apoyos para la ejecución del proyecto, el grupo de coinvestigadores pudo participar como ponentes en eventos de carácter nacional e internacional entre los que se destacan la III Bienal Latinoamericana y Caribeña de Infancias y Juventudes, que se desarrolló en Manizales desde el 30 de julio hasta el 3 de agosto del 2018, así como también en la 8ª Conferencia Latinoamericana y Caribeña de Ciencias Sociales (primer foro mundial de pensamiento crítico), organizado por la Clacso en la Ciudad de Buenos Aires, del 19 al 23 de noviembre de 2018, espacios de interacción académica en el que cada uno de los coinvestigadores pudo presentar resultados de sus trabajos monográficos anclados a este proyecto de investigación.

Hoy podemos decir, que gracias a la implementación del ciclo de innovación de la LEBECS y al apoyo financiero y técnico del CIDC, para el desarrollo del proyecto de investigación aprobado, nuestro equipo de coinvestigadores pudo culminar sus monografías de grado (tres de ellas con reconocimiento meritorio), obtener su titulación como licenciados en educación, participar y foguearse en distintos eventos académicos como ponentes, contribuir con sus trabajos a responder a las preguntas de investigación que guiaron este estudio y desempeñarse actualmente como profesionales de la enseñanza de las ciencias sociales en diferentes instituciones educativas de la ciudad y la región; atentos a explorar alternativas para continuar con su formación posgradual, gracias, en parte, a la experiencia ganada en este proceso pedagógico e investigativo.

Una vez aclarado el origen de este estudio y algunos de los logros obtenidos, puntualizamos en cómo está organizado este libro en sus diferentes apartados y capítulos. En primer lugar, los lectores encontrarán un apartado que hemos denominado La formación ético-política: una cuestión vigente, en el que se plantea el contexto social y educativo que inspira a este proyecto de formación ético-política, además pone en relieve la importancia de este tipo de formación. También expone el planteamiento del problema, los objetivos, así como los referentes conceptuales y metodológicos que orientaron el desarrollo de la investigación. Implícitamente se explican cuáles son los soportes que dieron fundamento al desarrollo de esta investigación y se pueden deducir algunos de sus elementos (planteamiento del problema, pregunta de investigación, objetivos y metodología).

En el capítulo uno se hace una descripción de los proyectos pedagógicos que se implementaron en tres instituciones educativas de Bogotá y en un municipio de la sabana. Las instituciones educativas en el orden de presentación son: Colegio Marruecos y Molinos IED en el que realizó su trabajo Daniel Valencia; posteriormente viene la descripción de la experiencia en el Liceo Moderno Célestin Freinet (privado) a cargo de Camila Monroy, finalmente, el Centro de Orientación Juvenil Luis Amigó (COJLA) con Ricardo Beltrán en Cajicá. Esta última institución es un programa de la comunidad de los Religiosos Terciarios Capuchinos, que, en convenio con el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF), tiene a cargo el proceso de formación orientado a la restitución de derechos, especialmente con jóvenes y adolescentes que han estado involucrados en comisión delitos menores y que no pueden ser juzgados con el Código Penal, el cual rige para personas mayores de 18 años, en todo caso se encarga de ofrecer un programa educativo formal, de tal manera que los jóvenes continúen con su formación básica o media, mientras resuelven su situación judicial.

Es necesario aclarar que este capítulo describe los momentos que vivió cada coinvestigador, hay también una sucinta caracterización de las instituciones educativas y del grupo específico con el que trabajaron. Posteriormente se expone el desarrollo de la experiencia pedagógica sobre formación ético-política en sus respectivos énfasis, para llegar a un balance acerca de los resultados de la experiencia. Al final, se hace un análisis general sobre los principales aportes de estas experiencias en clave de formación ético-política, que trata de identificar hallazgos principales, desde la lupa del investigador y director de las monografías.

El capítulo dos responde de manera analítica a las preguntas de investigación que se le formularon a cada una de las experiencias pedagógicas sobre formación ético-política y que fueron la guía para el desarrollo de las monografías de los coautores. Aclaramos que estas respuestas son una síntesis apretada a dichas preguntas y que, por razones de espacio en este libro, se acota a los aspectos y resultados más importantes, que a juicio de cada investigador son los más significativos para aclarar los resultados de trabajo. Complementariamente, cada experiencia investigativa-pedagógica incluye un apartado que se considera fundamental a la hora de llevar la formación ético-política al término práctico en los espacios escolares. Al final de este capítulo se responde de manera transversal a la siguiente pregunta: ¿para qué investigar la formación ético-política que se da en las instituciones educativas? Es un análisis centrado en destacar la importancia de investigar este tipo de experiencias en las instituciones educativas escolares, para desvelar en estos trabajos, cuál es el tipo de sujeto que se está formando en este proceso y cuáles son sus limitaciones.

Al final no se establece un campo de conclusiones, pues en el capítulo dos cada coinvestigador identificó las que corresponde a su trabajo monográfico, de tal manera que el apartado Desafíos y propuestas esboza una serie de retos y propuestas que se desprenden de este resultado investigativo en términos globales, este busca llamar la atención sobre tareas urgentes para generarle mayores posibilidades de potenciación a la formación ético-política en contextos escolares.

Esperamos que los lectores interesados en esta temática puedan aprender del proceso pedagógico e investigativo desatado en esta experiencia, igualmente esperamos sus comentarios críticos y propositivos, en aras de seguir cualificando con nuevos trabajos la enseñanza de las ciencias sociales y la formación ético-política, que es uno de los objetos de análisis del grupo de investigación Amautas que centra sus trabajos sobre la formación de sujetos y las pedagogías críticas.

La formación ético-política: una cuestión vigente

El sistema educativo colombiano cuenta con un robusto cuerpo legal que orienta cuáles son los fines de la educación y los logros que debe establecer como su horizonte. Paralelo a la labor de educar a los niños, niñas y jóvenes, en ámbitos como el científico, las disposiciones legales que apoyan al sistema educativo definen que la educación como institución social debe formar sujetos que se apropien, promuevan y vivan la democracia, la paz, los derechos humanos (DD. HH.), el respeto a las diversidades de todo tipo y la formación ciudadana, tal como lo disponen la Constitución Política de Colombia (específicamente el artículo 67), la Ley General de Educación de 1994 (Fines de la educación colombiana, artículo 5), el Código de Infancia y Adolescencia (Ley 1098 del 2006, artículo 8) y más recientemente la Ley de Convivencia Escolar (Ley 1620 del 2013). Esta aspiración está plasmada también en las orientaciones curriculares emitidas por las autoridades educativas nacionales (Ministerio de Educación Nacional), para áreas escolares obligatorias como Ética y Valores Humanos (1998), Constitución Política y Democracia (1998), Ciencias Sociales (2002), Estándares Básicos de Competencias Ciudadanas (2003), Estándares Básicos en Ciencias Sociales (2004), así como la nueva Cátedra para la Paz, cuyo objeto establece: “Con el fin de garantizar la creación y el fortalecimiento de una cultura de paz en Colombia, establézcase la Cátedra de la Paz en todas las instituciones educativas de preescolar, básica y media como una asignatura independiente” (art. 1, Ley 1732 de 2014).

En suma, las disposiciones legales enunciadas establecen como fines de la educación formación democrática, en derechos, paz y diversidad, entre un extenso etcétera, que atañen a cuestiones propias de lo que es la formación ético-política que, si bien no son expuestas bajo dicha categoría, coinciden con desarrollos teóricos y pedagógicos de este campo de formación, tal como se demostrará en detalle a lo largo de este libro. Ahora bien, pese a proponer semejantes fines, la vivencia de lo que realmente acontece en la cotidianidad escolar lleva a concluir, por el contrario, que los tiempos y los espacios que se le destinan a enseñar sobre estas cuestiones ligadas a la formación ético-política son limitados y relegados, puesto que se privilegian otros propósitos. Encontramos que dicha finalidad es desplazada por una especie de racionalidad instrumental que hace que los tiempos y espacios escolares se destinen fundamentalmente a trabajar áreas que son objeto de evaluación permanente en las pruebas internacionales como el Programa Internacional para la Evaluación de los Alumnos (PISA por sus siglas en inglés), que evalúa fundamentalmente hasta qué punto los alumnos próximos al final de la educación obligatoria han adquirido algunos de los conocimientos y habilidades necesarios para la participación plena en la sociedad del saber, específicamente en los campos de la lectura, las matemáticas y las ciencias naturales. En ese sentido, la intención de orientar la educación desde una perspectiva ético-política que aborda situaciones, condiciones y problemas sociales y cotidianos de los niños, niñas y jóvenes y sus familias, resulta desplazado para cederle el paso en nivel de prioridad educativa a la formación para obtener resultados favorables en una prueba estandarizada, y cumplir así con uno de los tantos requisitos para el ingreso del país al organismo económico conocido como Organización para la Cooperación el Desarrollo Económicos (OCDE).

Ahora, el problema en sí mismo no lo representa el hecho de que Colombia decida o no participar de dicha medición, el problema radica en que las instituciones educativas, por injerencia y presión de las políticas educativas nacionales, deciden destinar más tiempos y más espacios a las áreas y asignaturas evaluadas en dicha prueba, sacrificando o limitando el tiempo requerido que se debe destinar en las instituciones educativas para llevar a cabo la formación ético-política; es decir la formación ciudadana básica que requieren los estudiantes para participar activamente en la comprensión y solución de problemas que determinan su vida, queda relegada a un segundo plano.

Como evidencia de este antecedente podemos citar el hecho de que los estudiantes de Licenciatura en Educación, cuando toman la asignatura DD. HH. y se les indaga por los mecanismos de protección de los derechos humanos, manifiestan un total desconocimiento de los mismos, argumentando que en sus colegios jamás le enseñaron cómo usarlos, aun a pesar de que decretos reglamentarios, como el de la acción de tutela, indican la urgencia de su enseñanza en la educación básica y media (Cfr. Decreto 2591 de 1991).

De todo lo anterior se puede colegir que la formación ético-política en la educación básica y media es necesaria e importante, pues ella representa la posibilidad de que las nuevas generaciones conozcan los conflictos que nos determinan como nación y puedan asumir posturas críticas y propositivas en la construcción de la democracia, la paz y la promoción de los derechos humanos, asuntos que son vitales para la vida en sociedad, los cuales no pueden ser suplantados por el fortalecimiento en lectoescritura, matemáticas o ciencias, pues dichos conocimientos pueden darse de manera articulada con los contenidos propios de la formación ético-política, la cual se considera como base fundamental para responder a los desafíos que nos impone el posacuerdo y el posconflicto armado, particularmente en lo que respecta al fortalecimiento de una cultura de paz que promueva, defienda y el respete los DD. HH. de los colombianos.

Afortunadamente existen colectivos de docentes que, conscientes de las limitaciones que se dan en la formación ético-política, han dispuesto una serie de proyectos pedagógicos, articulados a las áreas de conocimiento, a la cátedra para la paz y a los proyectos pedagógicos transversales relacionados con la educación ambiental, la educación para la sexualidad y la educación para los DD. HH., entre otros, que se han trazado como propósito recuperar el lugar de la formación ético-política en los espacios escolares como una de las principales finalidades de la educación dispuestas por la Constitución Política y la Ley General de Educación, tal y como se esbozó al principio de este planteamiento.

Ligado a intereses de esos colectivos de maestros algunos programas de formación de docentes, especialmente de las licenciaturas en ciencias sociales, han dispuesto el diseño e implementación de diversos proyectos pedagógicos en formación ético-política, que en coordinación con instituciones educativas de Bogotá y municipios circunvecinos se han propuesto fortalecer en distintos cursos y áreas, programas orientados a la formación en participación política, prevención de la violencia y derechos humanos. Estos proyectos se han implementado en un lapso de un semestre y han contado para su ejecución con más de 20 sesiones de trabajo que han involucrado distintas temáticas, metodologías y recursos orientados al fortalecimiento de la ciudadanía ética y política entre los estudiantes de la educación básica secundaria. De ahí que este estudio se propone responder a la siguiente pregunta general de investigación, teniendo como referencia de análisis las prácticas pedagógicas ya implementadas por un grupo de estudiantes de la Licenciatura en Ciencias Sociales de la Universidad Distrital.

De la pregunta general de investigación anterior se desglosa que el objetivo es identificar y analizar las prácticas pedagógicas de la formación ético-política que se dieron en experiencias relacionadas con la enseñanza de los derechos humanos, la participación política, la paz y la prevención de la violencia, por parte de estudiantes del ciclo de innovación de la Licenciatura en Ciencias Sociales, y determinar hasta qué medida, dichas prácticas transformaron o resignificaron la mirada que tienen los alumnos de básica secundaria sobre su condición y responsabilidad como sujetos de derechos.

Ahora bien, a esta pregunta y objetivo se da respuesta a partir de los aportes de tres proyectos de monografía de grado que se tejieron en el marco del ciclo de investigación que dirigió el profesor Elkin Darío Agudelo, cuyo eje de análisis se centró en analizar diversas prácticas pedagógicas sobre formación ético-política. Si bien aquel se estableció como eje, cada monografía desarrolló una investigación específica, que, dentro de sus intereses académicos puntuales, como: la participación política, la dignidad humana y prevención de la violencia, se vincularon al marco de la formación ético-política. De acuerdo con esto, esta investigación articuló tres proyectos monográficos y sus respectivas preguntas de investigación (tomadas como objetivos específicos), que fueron:

•¿Cuáles son las representaciones sociales sobre participación política que tienen los estudiantes de educación básica secundaria y cómo dicha representación incide en su desempeño como ciudadanos en el contexto de la comunidad educativa?

•¿De qué manera el conocimiento y comprensión de los hechos de violencia política y social que ocurrieron en Colombia en la segunda mitad del siglo XX permiten identificar y analizar las diferentes concepciones sobre dignidad y derechos humanos que tienen los estudiantes de básica secundaria en una institución educativa de la ciudad de Bogotá?

•¿Cómo una propuesta pedagógica orientada a la prevención de los conflictos con jóvenes en medida de restablecimiento de derechos permite evidenciar las representaciones sociales sobre violencia que tienen los estudiantes que han desertado de la educación formal en el Distrito Capital?

Estas preguntas pueden verse como puntos de partida y caminos que confluyen hacia la formación ético-política, en tanto buscamos como equipo de investigación dar respuestas precisas al desafío que representa este tipo de formación en instituciones educativas de la ciudad de Bogotá, a partir de las propias prácticas pedagógicas que concebimos y diseñamos en enlace con coordinadores y docentes de las instituciones que muy amablemente nos abrieron las puertas para poner en contexto los propósitos educativos que nos trazamos.

El enfoque metodológico seleccionado ha sido la investigación acción (IA). Este, como su misma historia lo demuestra, llega con la necesidad de instaurar una práctica curricular innovadora, dentro de contextos paradigmáticos y problematizadores de las instituciones educativas, lo cual se logra a partir de la identificación y comprensión de las problemáticas propias de las prácticas sociales, y su consiguiente intervención y propuestas para la mejora de las mismas (de modo cíclico, de reflexión e introspección permanente). La IA se inscribe dentro de los métodos de la corriente cualitativa, en el sentido que busca generar un proceso de reflexión e interpretación y síntesis sobre lo que acontece en las experiencias educativas.

En la IA se asume que el docente adopta una doble condición, es decir, un sujeto investigador y transformador de sus espacios a través de su intervención pedagógica constante, criterio con el que cumplieron los coinvestigadores en sus prácticas respectivas. En definitiva, lo que busca este enfoque de investigación educativa, es implantar valores que constituyen sus fines, “… tales fines no se manifiestan solo en los resultados de una práctica, sino también como cualidades intrínsecas de la misma práctica” (Elliott, 2005, p. 67), para así lograr modificaciones en las diferentes estructuras de poder y mentalidades que circundan la escuela. Kemmis (1984) define la investigación-acción como:

… una forma de indagación autorreflexiva realizada por quienes participan (profesorado, alumnado o dirección, por ejemplo) en las situaciones sociales (incluyendo las educativas) para mejorar la racionalidad y la justicia de: a) sus propias prácticas sociales o educativas; b) su comprensión sobre las mismas; c) las situaciones e instituciones en que estas prácticas se realizan (aulas o escuelas, por ejemplo). (Kemis, 1984, citado por Latorre, 2005, p. 24)

Consecuentes con el enfoque de la investigación-acción, este estudio utilizó distintas herramientas de recolección de información, que se han implementado desde el momento mismo del desarrollo de las prácticas educativas, tales como registros en diarios de campo, revisión de documentos (revisión y análisis de producción escrita por los sujetos de estudio, cuyo contenido sea funcional a los propósitos de la investigación) y encuestas. Complementariamente, se dispuso del empleo de herramientas cualitativas que resultaron fundamentales para capturar los sentidos y significados que los sujetos participantes le habían dado a su experiencia, tales como entrevistas y grupos de discusión. Estas, hicieron parte de la fase de trabajo de campo y permitieron capturar los datos empíricos de la investigación, posteriormente contrastados con desarrollos teóricos. Cabe aclarar que hay algunas herramientas muy específicas de algunas investigaciones, que serán detalladas de la manera correspondiente en el capítulo dos.

Posteriormente, se definió la técnica de análisis de contenido como el medio para la organización y el estudio de la información recopilada y cuyo tema fue funcional a las preguntas y objetivos de este estudio. En esta línea Ruiz (2004) argumenta:

... el análisis de contenido es apenas una estrategia metodológica que, a diferencia de otras, nos permite recopilar, comparar y clasificar información, con vistas a establecer esquemas de comprensión de su significado y sentido, en relación con el contexto social y cultural de donde proviene la información. (p. 49)

Ahora, buscamos que las prácticas pedagógicas realizadas nos sirvan como laboratorio de experiencias y acontecimientos para determinar las fortalezas, limitaciones y desafíos que tienen la formación ético-política en la educación básica secundaria de la ciudad de Bogotá, pues en últimas de lo que se trata es de analizar de qué manera contribuyen a romper el cerco que le han puesto a la formación ético-política a partir de la instauración de prácticas sustentadas en la racionalidad instrumental que privilegia la instrucción en detrimento de la dimensión ético-política que es uno de los fines esenciales de la educación colombiana.

Caminos de aproximación hacia la formación ético-política: referentes conceptuales

Si bien el apartado precedente hizo referencia a los núcleos temáticos particulares de cada investigación, las tres experiencias se adscriben en dos categorías transversales a las mismas: práctica pedagógica y formación ético-política. En este marco se agrupan los conceptos de participación política, representaciones sociales, violencia y dignidad humana, que son tomados de las tres experiencias investigativas. Se aclara que no todas cuentan con estos conceptos, sino que hacen parte de enfoques distintos que cada investigación le ha dotado. En todo caso, la formación ético-política es un marco conceptual lo suficientemente amplio como para permitir que variedad de conceptos se conviertan en rutas para aportar a dicho campo del conocimiento, pues esta conceptualización hace referencia a cuestiones propias de la formación ético-política como la relacionada con los DD. HH., el valor de los sujetos en cuanto seres humanos, la democracia, la paz y la construcción de una sociedad más justa y solidaria.

Retomemos ahora las dos categorías transversales a partir de las prácticas pedagógicas. En el marco de las reflexiones y debates que se han dado dentro del ciclo de innovación hemos delimitado el concepto de práctica pedagógica lo entendemos en el marco de esta investigación como

... el proceso intencionado y planeado que le permite al profesor/a; que se enfrenta al reto de enseñar un saber específico en el ámbito de la educación formal, no formal o informal; poner a disposición de un colectivo de personas todos sus saberes y posturas de orden académico, didáctico, ético y político, así como involucrar los saberes y reflexiones de su grupo de trabajo, con miras a construir un punto de vista sobre la realidad personal, comunitaria y social, con la intención de generar cambios en la manera de concebir y actuar en el mundo. (Agudelo, 2016, aporte personal al seminario: Proyecto de Investigación I, LEBECS)

Si bien esta aproximación no ha sido definitiva dada la cantidad de interrogantes que ha suscitado respecto al control que tiene el profesor sobre su práctica —en tanto que todo lo que le nutre es producto de acontecimientos y contingencias que cambian, afectan o transforman el rumbo de las prácticas pedagógicas— nos ha servido para aproximarnos a otras conceptualizaciones que ayudaron a profundizar y problematizar el sentido y el alcance de estas prácticas, especialmente cuando su propósito central es ampliar y profundizar la formación ético-política de los estudiantes de básica secundaria. De la exploración teórica que se allegó alrededor de esta categoría destacamos los aportes de Zuluaga (1987) y Baquero (2004):

La práctica pedagógica es entendida como una noción metodológica que designa:

1.Los modelos pedagógicos tanto teóricos como prácticos utilizados en los diferentes niveles de la enseñanza.

2.Una pluralidad de conceptos pertenecientes a campos heterogéneos de conocimiento retomados y aplicados por la pedagogía.

3.Las formas de funcionamiento de los discursos en las instituciones educativas donde se realizan prácticas pedagógicas.

4.Las características sociales adquiridas por la práctica pedagógica en las instituciones educativas de una sociedad dada que asigna unas funciones a los sujetos de esa práctica.

5.Las prácticas de enseñanza en los diferentes espacios sociales, mediante elementos del saber pedagógico. (Zuluaga, 1987 p. 196)

La práctica es asistida por una reflexión sistemática, no solo sobre los procesos de enseñanza —que en gran medida contienen un componente metodológico— sino sobre los componentes epistemológicos de los saberes (enseñabilidad), los procesos formativos de las personas (educabilidad) y los demás núcleos del saber pedagógico. De esta manera la práctica pedagógica es saber pedagógico proyectado, que implica una necesaria capacidad discursiva sobre los procesos formativos de las personas y un conocimiento profundo de la disciplina desde el cual se asumen posturas epistemológicas. (Baquero, 2004, p. 24)

Si bien nuestro análisis se centró específicamente en observar lo que acontece con las prácticas pedagógicas centradas en la formación ético-política, no podemos desconocer que las mismas se encuentran condicionadas por unas intenciones educativas, unos saberes epistemológicos, conceptuales, éticos y políticos que determinan la manera de ser del profesor así como también por un habitus institucional que, a partir de lineamientos de política, discursos, formas específicas de operar la enseñanza, estructuras físicas y entornos culturales, determinan gran parte de lo que acontece en el desarrollo de las experiencias. De ahí que entender lo que ha sucedido con la formación ético-político en los grupos de estudiantes seleccionados no puede hacerse al margen de lo que pasa en las prácticas pedagógicas, en consecuencia, es un concepto central en nuestro estudio.

En cuanto a la categoría compuesta referida a la formación ético-política, encontramos que es necesario distanciarse del enfoque de la instrucción que ha sido pilar de las prácticas convencionales de la educación formal, en tanto la formación implica un proceso de reflexión y comprensión de los contenidos abordados, a partir de los saberes y de la experiencia de los sujetos involucrados. Esto significa que la formación es un acto consciente que vincula el presente y el futuro de las personas y de la sociedad, es decir, proporciona herramientas para desempeñarse en la vida con criterios de autonomía y libertad; la instrucción prepara a la persona para obedecer, no para crear y participar, pues difícilmente se le reconoce como sujeto de derechos.

Esta distinción fue necesaria para la implementación de las prácticas, pues se entiende que la formación ético-política es posible en escenarios educativos mediados por el reconocimiento, el diálogo y el respeto de las identidades, de lo contrario cualquier intento de formar ética y políticamente al ciudadano estudiante de la educación básica secundaria está condenado al fracaso.

Una vez establecida esta distinción, detallemos entonces a qué nos estamos refiriendo o cómo estamos entendiendo la formación ético-política. Para Gómez-Esteban (2005), tematizar sobre la educación ética y la formación política en la escuela constituye un desafío teórico y metodológico, no solo por ser una problemática que no aparece explícitamente en el currículo y las prácticas pedagógicas (a no ser de vagas alusiones a la formación de ciudadanos en materia de deberes y de derechos) sino también y, quizá principalmente, por las implicaciones que tiene en la relación con lo público, la educación ciudadana y la formación de una cultura política que rompa con la cultura política dominante, arraigada históricamente en la sociedad colombiana.

Desde nuestro punto de vista, la formación ético-política en la escuela tiene que ocuparse fundamentalmente del reconocimiento y del empoderamiento del estudiante como un sujeto político que tiene incidencia en la dirección de la comunidad educativa, en otras palabras, que puede incidir en la construcción o transformación de las normas y ejercer el derecho a la participación en los espacios creados para tal fin u otros que surjan a partir de sus necesidades e intereses. Fundamentalmente este sujeto debe ser reconocido y respetado en sus derechos y exigido en el respeto de los demás. De ahí la necesidad de que la formación ético-política rompa con los enclaves y la tradición autoritaria que cosifica e invisibiliza el potencial político del estudiante.

A partir de esta perspectiva, reconocemos que la formación ético-política en la escuela, a pesar de sus pocos espacios en el currículo, persiste en sus intentos y desarrollos y se ve enfrentada a una serie de enfoques que ponen el acento en una diversidad de adjetivos, sin un eje común que las articule. Al respecto Gómez (2005) nos recuerda que dicha formación se podría clasificar en dos grandes corrientes. La primera se refiere a la educación moral y la importancia de esta en un contexto como el nuestro:

En un país que aún mantiene un fuerte arraigo en la tradición católica y conservadora de la educación moral, resulta más difícil vislumbrar cuáles serán las perspectivas futuras de este campo de la educación. Sin embargo, si se establecen algunos de objetivos generales sobre los cuales debemos estar de acuerdo, podemos proponer algunos derroteros. Estos objetivos son: a) la educación moral conlleva la sensibilización de problemas morales, tales como el cuidado, la justicia, la veracidad, la tolerancia, etcétera; b) reflexionar sobre las relaciones interpersonales y societales en contextos particulares y c) diferenciar entre justificaciones morales autoritarias y las de acuerdo recíproco. (p. 155)

Todo esto se asume y se entiende como educación política, a pesar de que gran parte de su contenido es un discurso informativo que tiene que ver con las instituciones públicas del país y la cantidad de leyes y decretos que intentan regular la vida pública, poco se refiere a la vida y los problemas que rodean la cotidianeidad de los estudiantes y sus comunidades, por eso Gómez (2005) sostiene que “… gran parte de la educación política en Colombia no solo es ajena a la situación política e histórica del país, sino que reproduce en gran medida las costumbres bizarras consuetudinarias de la clase política dominante” (p. 158).

Otra perspectiva, la que proponen algunos de los estudiantes del ciclo de innovación, como afirma Cantor (2018), enfatiza que se trata de una vinculación con la formación ético-política desde lo individual y lo social, desde lo cognitivo y lo afectivo, desde lo legal y lo sentimental, y aclara que la formación ético-política debe ser un componente transversal de la educación, aunque esta se pueda desarrollar mediante estrategias pedagógicas disciplinares o interdisciplinares o con proyectos y que, a la vez, tengan eco en los organismos de participación, en el contexto comunitario y en la vida social en general. La función de la educación radica en concebir ciudadanos participativos, críticos y también capaces de pensar en un mundo diferente y en alternativas para solucionar aquellas situaciones que en su contexto y área de acción perjudican el ejercicio pleno de derechos para una sociedad más justa y equitativa, donde la dignidad humana sea el principio de acción fundamental (Maldonado et al. s.f., citado por Cantor, 2018).

Teniendo en cuenta estas dos corrientes de la educación ético-política que, desde la visión de Gómez (2005) y Cantor (2018), cuenta con algunos niveles de reconocimiento y desarrollo en las instituciones educativas, consideramos potente la apreciación que nos ofrece Gimeno (2001) respecto a las posibilidades que dicha formación puede alcanzar en los estudiantes.

La educación puede colaborar en la construcción del ciudadano estimulando en este las condiciones personales necesarias para el ejercicio activo y responsable de su papel como miembro de la polis: la racionalidad, la autonomía del pensamiento y de las virtudes cívicas, el pensamiento crítico, la sensibilidad hacia los que son diferentes a él, la cooperación, la capacidad de diálogo para resolver conflictos, la comprensión de las interdependencias en un mundo globalizado, la preocupación por los derechos humanos. (p. 154)

Ahora bien, teniendo en cuenta estas dos categorías transversales que vertebran la implementación de los proyectos pedagógicos en distintas instituciones de la ciudad de Bogotá, así como el análisis y la interpretación de las prácticas pedagógicas sobre la formación ético-política acontecidas en el marco de las experiencias articuladas a este ciclo de investigación, detallemos a continuación algunas de las categorías conceptuales que han servido de referente para llevar a cabo estas experiencias, así como para orientar el análisis de preguntas específicas a los proyectos de monografía que han liderado los coinvestigadores en las distintas instituciones educativas de la ciudad. Se aclara que el orden en que son presentadas estas categorías no obedece a una preferencia o jerarquía específica.

Representaciones sociales y participación política: El primer camino

Las dos primeras categorías conceptuales que serán referenciadas hacen parte del proyecto liderado por el coinvestigador Daniel Valencia en el colegio Marruecos y Molinos IED y corresponde a las categorías: representaciones sociales (RS) y participación política, en tanto una de las preguntas específicas que se deriva de la pregunta general de investigación de este proyecto se estableció del siguiente modo: ¿Cuáles son las representaciones sociales sobre participación política que tienen los estudiantes de educación básica secundaria y cómo dicha representación incide en su desempeño como ciudadanos en el contexto de la comunidad educativa? Por tal asumimos el concepto de RS de la siguiente manera:

El terreno de acción de las RS es el pensamiento social, lo que significa que todo intento por conceptualizarlas tiene como lugar común la persecución por el modo en que un grupo o individuo piensa, asimila (es decir, ‘ve’) y, en consecuencia, actúa frente a un objeto social. Por tanto, al consultar las definiciones de RS es constante encontrar que se las tipifique como construcciones mentales correspondientes al conocimiento del sentido común socialmente construido dentro de un grupo determinado, el cual actúa como rejilla de lectura de la realidad social que rodea al individuo o grupo estudiado (Jodelet, 2011). En términos de su teórico original, Serge Moscovici (1979) las RS se definen como: