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Esta obra se trata de una recopilación de textos literarios de Rosario Orrego. Reúne, por ejemplo, poemas y artículos como «Definición del amor», «A la libertad», «La instrucción de la mujer» o «A la poetisa Gertrudis Gómez de Avellaneda», y su novela romántica «Teresa» (1870), que ambientó en los inicios de la independencia de Chile.
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Seitenzahl: 103
Veröffentlichungsjahr: 2021
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Rosario Orrego
Biografía y Selección de Isaac Grez Silva
Saga
Sus mejores poemas, artículos y su novela corta "Teresa"
Copyright © 1931, 2021 SAGA Egmont
All rights reserved
ISBN: 9788726641141
1st ebook edition
Format: EPUB 3.0
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This work is republished as a historical document. It contains contemporary use of language.
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Con todo un fraternal cariño y profundo sentimiento, dedico esta obra que contiene el alma, el corazón y el fecundo ser de su amante madre; a la dignísima dama doña Regina Uribe de Bañados, única sobreviviente de tan extraordinario espíritu y genio femenino.
I. G. S.
Santiago, Enero 2 de 1931.
Los lectores extrañarán falta de producción en la presente obra de los trabajos líricos que hemos recopilado de la poetisa, novelista y escritora doña Rosario Orrego de Uribe, cuyo numen fué fecundo. A fines del año 1879, en que acaeció su prematuro fallecimiento, un miembro cercano y algunos notables hombres admiradores de tan ilustre mujer, recogieron todo el valioso trabajo literario, que la señora Orrego legaba a las generaciones artísticas, literarias y sociales de su Patria, mucho de él inédito, y contrataron con la mejor casa editora de París su impresión.
La persona encomendada que llevó tan preciada joya literaria de la primera novelista, la primera académica, la primera periodista y segunda poetisa chilena, al gran país de Luis XIV y Chateaubriand, sufrió un lamentable accidente, perdiendo conjuntamente con suequipaje la maleta que contenía tan irreparable y valiosa donación, sin haber quedado copia de los trabajos inéditos, lo que ha constituído una pérdida muy lamentable para la literatura nacional.
Esperamos que la presente obra mitigue en parte ese vacío que se hacía sentir en las letras chilenas.
El compilador.
(Del ‟Diccionario Biográfico de las Mujeres de Chile”, por Isaac Grez Silva. En preparación).
No hace aún un siglo, vino al mundo el año 1834, en la ciudad de Copiapó, que ha dado a la Patria una pléyade de mujeres y hombres ilustres, esta precoz y hermosa criatura; mensajera de altos y nobles ideales; poseída de divinas inspiraciones y de un talento prodigioso; vidente, de la instrucción de la mujer; heroína, encargada de romper la red de prejuicios que la envolvía, impidiéndoles extender en toda su amplitud las alas de su inteligencia y de su espíritu, que las torpes conveniencias sociales, la rodeaban. Dotada de un ingenio e inteligencia natural, formó su educación literaria por sí misma, leyendo constantemente los mejores autores extranjeros y nacionales.
Rosario Orrego Carvallo, hija de don Manuel Andrés Orrego y de doña Rosario Carvallo.—Nació en Copiapó el año 1834.—Cursó sus primeros estudios en colegios particulares, en su hogar y más tarde en los establecimientos de la familia Cabezón en Santiago.—El año 1848, a los catorce años, contrajo matrimonio con don Juan José Uribe.—En 1853 se estableció en Valparaíso, donde permaneció gran parte de su vida.—De este su primer matrimonio tuvo cinco hijos: Héctor, abogado notable por su vasta ilustración e inteligencia; Luis, hábil y valiente marino; Laura, inteligente y virtuosa monja de caridad; Angela, distinguida escritora, casó muy joven y fundó una numerosa familia; Regina, la primera mujer que en Chile recibió título de bachiller en humanidades a los 17 años; escritora, posee varios idiomas, hoy la única sobreviviente de tan ilustre madre.—En 1858, colaborando con sus primeras poesías líricas y trabajos en prosa en la revista ‟La Semana”, dirigida en Santiago por los ilustres literatos Domingo y Justo Arteaga Alemparte, se inició en la literatura.—Por los años de 1861-1864, ‟La Revista del Pacífico”, de Valparaíso, y la ‟Sud-América”, de Santiago, notables publicaciones literarias, tenían a la señora Rosario Orrego como uno de sus mejores colaboradores. —El año 1861 y 1863, lanzó al público sus dos primeras y hermosas novelas, tituladas: ‟Alberto, el jugador” y ‟Los Busca Vidas”, que merecieron las más espontáneas manifestaciones de aplausos y críticas de propios y extraños. Estas dos novelas, de costumbres, fueron inspiradas, poniendo de relieve escenas sociales de su tiempo y en especial, describiendo tipos del período de bonanza de la Provincia de Atacama.—La señora Rosario Orrego de Uribe, es la primera novelista chilena.—Los años de 1865-1869, continuó colaborando con gran brillo en numerosos diarios y revistas.—El año 1870, dió a luz su novela corta ‟Teresa”, inspirada en un episodio histórico de nuestra independencia.—En 1873, la Academia de Bellas Letras, de Santiago, en una solemne asamblea presidida por el eminente publicista don José Victorino Lastarria, tomando en cuenta la intensa y valiosa labor intelectual y literaria de la señora Rosario Orrego de Uribe, le discernió, por aplauso unánime, el honorífico título por vez primera a una mujer, de socia honoraria de esa institución. La primera mujer académica chilena. La señora Rosario Orrego, contestó desde Valparaíso en verso a la Academia, con motivo de su nombramiento, en los siguientes términos, que fué calurosamente aplaudida y comentada:
CONTESTACION A LA ACADEMIA
Dispensadme favor, tomo la pluma,
para escribiros carta respetuosa,
mas la emoción, la gratitud me abruman,
y brotan versos cuando quiero prosa.
El pliego que acordásteis remitirme,
no con mano, con alma he recibido;
en él me hacéis honor de introducirme
de las letras al templo esclarecido.
Al ocupar tan elevado asiento
en el altar que al genio se levanta,
la timidez apaga mi ardimiento,
ahógase la voz en mi garganta.
Si en versos melodiosos os llevara
de ingenio audaz ideas eminentes
que a fríos corazones despertara,
que conmoviera juveniles mentes.
Si llevara la luz en mis canciones
forma en la idea o elocuencia en labio,
con altivez pisara esos salones
que ilustra el genio y enaltece el sabio.
Nada sé de artes ni de ciencias graves,
yo levanto la voz a la ventura
como en el bosque las canoras aves,
como ese mar que a su pesar murmura.
No he arrancado a los libros su secreto,
no he estudiado del orbe la armonía;
mi pensamiento soñador, inquieto,
las cuerdas de mi lira sólo oía.
Hoy sólo os llevo a la común arena
de inculta inspiración, pobre destello,
una alma que lo grande lo imagina
y un corazón para admirar lo bello.
________
El mismo año de 1873, la señora Orrego, fundó la ‟Revista de Valparaíso”, donde colaboraban los más prestigiosos literatos de la República y algunas notables plumas extranjeras. Esta revista-periódico, de 32 páginas, alcanzó el mayor prestigio y renombre, en forma tal, que su tirada consistió un record de circulación y periodístico en esa época, era arrebatada por el público los días de su aparición en las puertas de la imprenta. Esto le dió el título de la primera periodista chilena.—Las obras de selección literarias de América, editadas en Europa, ‟La América Poética”, ‟La Lira Americana”, y otras, recopilaban con entusiasmo sus valiosas composiciones.—El año 1874, viuda de su primer esposo, casó con el eminente jurisconsulto y literato don Jacinto Chacón, tío de Arturo Prat, del cual tuvo cuatro hijos, muertos todos prematuramente.—Sus trabajos literarios, en verso y prosa, fueron firmados en gran parte con el tierno seudónimo de ‟Una Madre”.—Composiciones acabadas dejó en la lírica: (‟Tempestad”, ‟La madre”, ‟Esconde tu dolor”, ‟A la República peruana”, ‟A una poetisa”, ‟Plegaria”, ‟La inspiración”, ‟A Mármol”, ‟En el Cementerio”, ‟A Giorgi”, ‟La poesía”, ‟Desaliento”, ‟A mi lira”, ‟La mujer”, ‟La libertad”, etc.), lo cual basta para calificarla entre las mayores poetisas de América. Las composiciones poéticas de la señora Rosario Orrego eran de un arte sencillo, de una métrica fácil, en que circulaba una vena de emoción íntima y tierna, y en que palpitaba una sensibilidad delicada y encantadoramente femenina. Su entrada en el mundo de las letras fué una entrada triunfal, y desde entonces conserva en nuestra literatura la altiva situación que, desde el primer momento, se había conquistado. Con el mismo acierto que escribió sus inspiradas poesías líricas y novelas de costumbres, escribió también numerosos artículos y composiciones en prosa, muchos de ellos fueron un vivo comentario en los centros literarios y sociales, como: (‟A las niñas”, ‟Definición del amor”, ‟Morenas y Rubias”, ‟El lujo y la moda”, etc.).—Esta ilustre escritora e inspirada poetisa, fué una peregrina beldad, de prodigiosa hermosura, como la representa el pincel del artista y cincel del escultor en el busto que de ella existe en el Palacio de Bellas Artes.—Modelo de madre amante y cariñosa; para sus hijos escribió muchas inspiradas composiciones, entre ellas la siguiente:
Preciosos seres a mi vida unidos,
y en ángeles de guarda convertidos
para darme placer,
Vosotros soís la antorcha hermosa y pura
que de mi vida allá en la noche obscura
constante veo arder:
Por vosotros valiente y resignada,
marcho por una ruta tapizada
de punzantes espinas,
Y ahogando dentro el pecho los dolores,
pido para vosotros bellas flores
en sendas peregrinas.
¡Hijos del corazón! con cuánto anhelo
en mi ansiedad de madre pido al cielo
os dé propicia suerte!
Os dé por cada gota de mi llanto,
hora tras hora de placer y encanto;
¡y a mí!. . . tranquila muerte.
________
Entre las sobresalientes características de la señora Rosario Orrego, figuran: el deseo vehemente de la amplia instrucción y educación de la mujer; la más profunda humildad en todos sus actos; la más tierna y sabia caridad sin límites para toda clase de desventurados. También fué supersticiosa y vidente. Tenía la videncia del porvenir de la instrucción de la mujer. Tenía la superstición de las fechas y de los números. Por una coincidencia extraña, el mismo día 21 — que era una fecha nefasta en sus horóscopos—el mismo día 21 de mayo de 1879, en que su hijo Luis Uribe era arrastrado por las olas después del homérico combate naval de Iquique y precisamente en la misma hora, ella fallecía bruscamente de un ataque al corazón, en Valparaíso, a la edad de 45 años.—La memoria de esta eminente escritora y poetisa chilena y sudamericana, que en los cortos años de su laboriosa vida, llenó amplia y cumplidamente su cometido, vivirá eternamente.
No pocas plumas de las más sobresalientes figuras literarias de América y Europa, se han ocupado de la obra de la señora Rosario Orrego de Uribe, ya en su carácter de poetisa, novelista y prosista. Algunos de ellos, como don Ricardo Palma, la colocan como la primera mujer intelectual de Chile.—Instituciones de beneficencia, sociedades, centros literarios y establecimientos de educación, como el Liceo de Niñas N.o 5 de Santiago, el Liceo de Niñas de Playa-Ancha de Valparaíso y otros, se honran de llevar el nombre de esta ilustre y benemérita ciudadana, honra y prez de la patria chilena.
Isaac Grez Silva.
(Acápites de una brillante disertación del doctor don Augusto Orrego Luco, sobre la personalidad literaria de doña Rosario Orrego de Uribe. En Playa-Ancha (Valparaíso), en el Centro Escolar ‟Rosario Orrego”, en conmemoración del aniversario de la ‟Ley de Instrucción Pública. —(‟La Unión”, 27 de agosto de 1922).
Decía Goethe que para comprender a un poeta era necesario conocer su tierra, y podría haber agregado que era también necesario conocer su tiempo, porque la tierra, el cielo, la atmósfera moral, el cosmos—como decían los antiguos—imprimen su sello en el alma en formación, le dan una dirección a las ideas y una coloración a las pasiones.
Uds. saben que en la historia del arte hay períodos brillantes y períodos obscuros, tiempos espléndidos en que todo es luminoso y tiempos sombríos en que todo se obscurece. Esa es el alma de cada época que se refleja en todas las manifestaciones de la vida, siguiendo la suprema ley de la armonía universal.
Uds. ven resaltar esa ley de la suprema armonía—tan triste para nosotros—comparando la época en que se formó doña Rosario Orrego, y los tiempos que ahora atravesamos.
Vivíamos entonces en la hermosa medianía del siglo pasado, en un período romántico, soñador y generoso, en que resonaban las Armonías de Lamartine, las Odas de Víctor Hugo, y los Lamentos