Tao Te King - Lao-Tse - E-Book

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Lao Tse

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Beschreibung


El Tao Te Ching, tradicionalmente atribuido a Lao-Tse, es una antología de proverbios y contemplaciones breves sobre el Tao, el Camino. Considerado el texto clásico del taoísmo, expone en imágenes poéticas y precisos aforismos las bases del más importante sistema filosófico y religioso chino. Casi tan traducido como la Biblia, esta obra ha sido y sigue siendo un libro inspiracional para millones de personas en todo el mundo que han encontrado en su lectura múltiples respuestas. El Tao es, por derecho propio, un libro universal, profundo poético y enigmático que se lee, relee y trabaja durante toda la vida, y que revela un sentido de la vida más profundo, sabio y exacto que cualquier otro libro que hasta hoy se haya escrito

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Lao-Tse

TAO TE KING

Traducido por Carola Tognetti

ISBN 978-88-3295-673-3

Greenbooks editore

Edición digital

Diciembre 2019

www.greenbooks-editore.com

ISBN: 978-88-3295-673-3
Este libro se ha creado con StreetLib Writehttp://write.streetlib.com

Indice

TAO TE KING

TAO TE KING

(El libro del Camino y la Virtud)

Lao-Tse

I

El Tao que puede ser expresado no es el verdadero Tao. El nombre que se le puede dar no es su verdadero nombre.

Sin nombre es el principio del universo; y con nombre, es la madre de todas las cosas. Desde el no-ser comprendemos su esencia; y desde el ser, sólo vemos su apariencia. Ambas cosas, ser y no-ser, tienen el mismo origen, aunque distinto nombre.

Su identidad es el misterio.

Y en este misterio

Se halla la puerta de toda maravilla.

II

Todo el mundo toma lo bello por lo bello, y por eso conocemos qué es lo feo. Todo el mundo toma el bien por el bien, y por eso conocen qué es el mal.

Porque, el ser y el no-ser se engendran mutuamente.

Lo fácil y lo difícil se complementan.

Lo largo y lo corto se forman el uno de otro.

Lo alto y lo bajo se aproximan.

El sonido y el tono armonizan entre sí.

El antes y el después se suceden recíprocamente. Por eso, el sabio adopta la actitud de no-obrar y practica sin palabras.

Todas las cosas aparecen sin su intervención. Nada usurpa ni nada rehúsa, ni se atribuye la obra acabada, y por eso, su obra permanece con él.

III

No ensalzar los talentos para que el pueblo no compita. No estimar lo que es difícil de adquirir para que el pueblo no se haga ladrón. No mostrar lo codiciable para que su corazón no se ofusque. El sabio gobierna de modo que vacía el corazón, llena el vientre, debilita la ambición, y fortalece los huesos. Así evita que el pueblo tenga saber ni deseos, para que los más astutos no busquen su triunfo. Quién practica el no-obrar todo lo gobierna.

IV

El Tao es vacío, imposible de colmar, y por eso, inagotable en su acción. En su profundidad reside el origen de todas las cosas. Suaviza sus asperezas, disuelve la confusión, atempera su esplendor,

y se identifica con el polvo.

Por su profundidad parece ser eterno. No sé quién lo concibió, pero es más antiguo que los dioses.

V

El universo no tiene sentimientos; todas las cosas son para él como perros de paja. El sabio no tiene sentimientos; el pueblo es para él como un perro de paja. El universo es como un fuelle, vacío, pero nunca agotado. Cuanto más se mueve, más produce. Quien más habla menos le comprende

Es mejor incluirse en él.

VI

El espíritu del valle no muere.

Es la hembra misteriosa. La puerta de lo misterioso femenino es la raíz del universo.

Ininterrumpidamente, prosigue su obra sin fatiga.

VII

El cielo es eterno y la tierra permanece. El cielo y la tierra deben su eterna duración a que no hacen de sí mismos la razón de su existencia.

Por ello son eternos. El sabio se mantiene rezagado y así es antepuesto. Excluye su persona y su persona se conserva. Porque es desinteresado obtiene su propio bien.

VIII

La suprema bondad es como el agua.

El agua todo lo favorece y a nada combate. Se mantiene en los lugares que más desprecia el hombre y, así, está muy cerca del Tao. Por esto, la suprema bondad es tal que, su lugar es adecuado.

Su corazón es profundo.

Su espíritu es generoso.

Su palabra es veraz.

Su gobierno es justo.

Su trabajo es perfecto.

Su acción es oportuna. Y no combatiendo con nadie, nada se le reprocha.

IX

Más vale renunciar antes que sostener en la mano un vaso lleno sin derramarlo.

La espada que usamos y afilamos continuamente no conservará mucho tiempo su hoja. Una sala llena de oro y jade nadie la puede guardar.

Quien se enorgullece de sus riquezas atrae su propia desgracia. Retirarse de la obra acabada, del renombre conseguido,

esa es la ley del cielo.

X

Unir cuerpo y alma en un conjunto del que no puedan disociarse. Dominar la respiración hasta hacerla tan flexible como la de un recién nacido. Purificar las visiones hasta dejarlas limpias.

Querer al pueblo y gobernar el Estado practicando el no-hacer. Abrir y cerrar las puertas del cielo siendo como la mujer. Conocer y comprenderlo todo usar la inteligencia. Engendrar y criar, engendrar sin apropiarse, obrar sin pedir nada, guiar sin dominar, esta es la gran virtud.

XI

Treinta radios convergen en el centro de una rueda, pero es su vacío lo que hace útil al carro.

Se moldea la arcilla para hacer la vasija, pero de su vacío depende el uso de la vasija. Se abren puertas y ventanas en los muros de una casa, y es el vacío lo que permite habitarla En el ser centramos nuestro interés, pero del no-ser depende la utilidad.

XII

Los cinco colores ciegan al hombre.

Los cinco sonidos ensordecen al hombre.

Los cinco sabores embotan al hombre.

La carrera y la caza ofuscan al hombre.

Los tesoros corrompen al hombre. Por eso, el sabio atiende al vientre y no al ojo.

Por eso, rechaza esto y prefiere aquello.

XIII

El favor y la desgracia inquietan por igual.

La fortuna es un gran dolor como nuestro cuerpo.

¿Qué quiere decir: favor y desgracia inquietan por igual?

El favor eleva y la desgracia abate. Conseguir el favor es la inquietud.

Perderlo es la inquietud.

Este es el sentido de “favor y desgracia inquietan por igual”

¿Qué quiere decir: la fortuna es un gran dolor como nuestro cuerpo?

La causa por la que padezco dolor es mi propio cuerpo.