101 monumentos que tus hijos, tal vez, ya no verán - Raquel A. Valdeita  Álvarez - E-Book

101 monumentos que tus hijos, tal vez, ya no verán E-Book

Raquel A. Valdeita Álvarez

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Beschreibung

La guía 101 monumentos que tus hijos, tal vez, ya no verán tiene como objetivo presentaros un amplio abanico de nuestro patrimonio, el legado de nuestros antecesores, el tuyo, el mío y el de las generaciones futuras, si lo conservamos. Pero lo que os vamos a mostrar es un patrimonio cultural y natural abandonado o destruido. La pretensión de estas páginas es que conozcáis ese patrimonio olvidado e invitaros a ser partícipes como sociedad de su recuperación. Incluso haceros descubridores de elementos de vuestro entorno que se encuentren en estado de ruina, destruidos o en peligro de desaparecer. Y desde aquí os queremos pedir ayuda para educar a que nuestra sociedad cuando se encuentre con estos elementos en su camino, aprenda a valorar esas cuatro piedras y no digan eso está fatal y no vale nada, para que sean conscientes de que es parte de su patrimonio más cercano. La guía 101 monumentos que tus hijos, tal vez, ya no verán está dividida por comunidades autónomas, con una representación de todas las provincias del estado. Además de la descripción del bien de interés, se habla sobre el valor del mismo y lo que supondría su pérdida para el patrimonio y para el entorno en el que se encuentra. También se mencionan las acciones que se están llevando a cabo para mantenerlo y consolidarlo.

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Edición

Coordinación de la colección:Alhenamedia

Autores: Raquel ÁLVAREZ VALDEITA y Alva CULTURAL.

Director editorial: Francisco BARGIELA

Corrección:Antonio FERNÁNDEZ

Diseño y layout

Diseño: Xavier PATAU

Cartografía:Gonzalo PIRES

Foto de cubierta:Iglesia de San Juan Bautista de Acín de Garcipollera. © JM Arbones

ISBN: 978-84-18086-31-1

Idea de colección

ALHENAMEDIA

© Textos:Raquel ÁLVAREZ, ALHENAMEDIA

© Mapas:ALHENAMEDIA

© Edición:Alhena Fábrica de Contenidos, SL.

Editado porAlhenamedia

Alhenamedia

C/ Rabassa, 54, local 1. 08024 Barcelona

Tel. +34 934 518 437

[email protected]

www.alhenamedia.info

Reservados todos los derechos. Ningún contenido de este libro podrá ser reproducido, ni total ni parcialmente, sin la autorización previa y por escrito de los titulares del copyright.

Prólogo

Desde que Hispania Nostra iniciara su andadura en 1976, como asociación sin ánimo de lucro, dedicada a la defensa, salvaguarda y puesta en valor del patrimonio cultural y natural de nuestro país a través de la educación y la difusión, ha tenido como uno de sus principales objetivos hacer pedagogía y difundir la idea de que el patrimonio cultural constituye una inmensa riqueza que pertenece al conjunto del pueblo español o, si se prefiere, de los pueblos de España, al margen de quien sea su titular y de a quien corresponda velar por su conservación, al entender que se trata de un deber que concierne al conjunto de la sociedad. Una riqueza que forma parte del patrimonio cultural de la humanidad y que constituye un legado que trasciende razas, credos e ideologías, porque a todos representa y a todos pertenece.

Ese patrimonio es el testigo material de las gentes que han habitado durante milenios estas tierras, el reflejo del largo camino que hemos recorrido, de nuestra historia, la universal, la de cada país, la de cada grupo social y, precisamente por ello, su conservación entraña una gran responsabilidad que no puede, ni debe, quedar circunscrita al ámbito de estudiosos, técnicos y políticos, sino que requiere de la colaboración de todos y cada uno de nosotros. En consecuencia, debemos hacer un esfuerzo para conservar los elementos que lo integran, considerando sus valores objetivos y, sobre todo, los subjetivos que la sociedad le otorga, de conformidad con el significado más actual de patrimonio. Si nos limitamos a defender lo que en cada momento se considera más relevante, la avaricia y la ignorancia condenarán a la desaparición a multitud de elementos de ese patrimonio, como ya ha ocurrido en el pasado reciente y todavía ocurre en nuestros días.

Para afrontar ese reto, la primera dificultad que nos encontramos es el marco temporal en que se desarrollan los acontecimientos, porque mientras que el tiempo del patrimonio se mide en siglos, incluso en milenios, nuestro tiempo, el de los seres humanos, apenas alcanza unas décadas. Esa diferencia nos obliga a trabajar en una permanente carrera de relevos para detener los procesos de deterioro inherentes a toda obra humana. Es decir, que aquellos jóvenes que se están formando hoy, serán los que deban asumir en unos años la responsabilidad de gestionar nuestro patrimonio cultural para conservarlo y, en la medida de lo posible, acrecentarlo. Sin el concurso de toda la sociedad, no solo de la actual sino, sobre todo, de las que nos habrán de suceder en el futuro, no es viable plantear una adecuada conservación de ese patrimonio.

Una dinámica en la que la sociedad debe jugar un papel cada vez más activo a través de asociaciones, agrupaciones y todo tipo de colectivos, primero porque es la creadora y usuaria de todo ese patrimonio cultural, y, en segundo lugar, porque de ella emanan tanto las normas que lo protegen como las instituciones encargadas de su aplicación y, por consiguiente, es la principal y última responsable de su conservación.

Partiendo de esta reflexión, Hispania Nostra puso en marcha en 2007 la Lista Roja con el objetivo de ofrecer a la sociedad un cauce de participación en la defensa, conservación y mejora de su patrimonio cultural y natural y hacer visibles todos aquellos bienes en riesgo de desaparición, destrucción o alteración esencial de sus valores, canalizando las propuestas de la ciudadanía y amplificando su voz para impulsar la toma de decisiones tendentes a revertir los procesos de deterioro.

La Lista Roja de Hispania Nostra quiere ser, por tanto, el proyecto común de una sociedad que valora su Historia y que está plenamente comprometida con la conservación de su patrimonio como testigo físico de aquella, de una sociedad que considera la educación como la mejor garantía para su conservación y enriquecimiento como una parte esencial de nuestro yo, de nuestras raíces, de lo que somos como sociedad y, sobre todo, como personas.

Por consiguiente, la Lista Roja es, sobre todo, una llamada a la movilización de la sociedad, a la voluntad de acción de personas y asociaciones particulares que se preocupan por la situación en que se encuentran los bienes culturales que tienen en su entorno más inmediato. Somos un país con un patrimonio cultural importante, atendido por profesionales cuya competencia está fuera de toda discusión, pero nuestros recursos son limitados y no es posible resolver de manera inmediata todos los problemas que plantea un patrimonio tan inmenso, por cantidad y calidad, como el español, por ello Hispania Nostra nos propone asumir la responsabilidad colectiva que implica su conservación y trabajar todos juntos para detener y monitorizar los procesos de deterioro, en aquellos bienes que puedan estar en peligro, hasta que dispongamos de los recursos necesarios para abordar su restauración con las necesarias garantías.

En Hispania Nostra estamos convencidos de que la protección del patrimonio cultural tiene una enorme capacidad para crear riqueza y generar calidad de vida para quienes viven en su entorno, de manera que su recuperación podría ser, junto a otras medidas de naturaleza estructural, una alternativa viable para invertir la tendencia de esa España que se vacía y empobrece, un poco más cada día. La situación actual debería ser el punto de partida de una profunda reflexión en torno a la conservación y reutilización del inmenso patrimonio que se localiza en estas zonas de nuestro país. Una reflexión que conduzca a la búsqueda de un modelo socioeconómico alternativo que posibilite la generación de actividad económica en áreas despobladas para fijar población y que proporcione una segunda oportunidad a todos esos elementos de nuestro patrimonio cultural que ahora languidecen mientras sus ruinas se transforman en iconos del abandono y la desidia. No es fácil, nadie ha dicho que lo sea, pero la búsqueda de soluciones para problemas complejos requiere generosidad, altura de miras y visión de futuro. Si asumimos que el patrimonio es un bien común y que su conservación es importante para el conjunto de la sociedad, entonces debemos establecer mecanismos que faciliten a los titulares de bienes del patrimonio cultural su sostenimiento y conservación y hacer cuanto sea necesario para que la asunción de dicho esfuerzo sea consecuencia de considerar el patrimonio como un activo y no como una carga.

Es indudable que a lo largo de las últimas décadas ha habido un incremento progresivo del interés de la sociedad por la conservación y puesta en valor de su patrimonio cultural. Un proceso que viene de la mano del desarrollo y mejora de la educación, de una mayor disponibilidad de recursos para viajar, de ver otros patrimonios y aprender a valorar el nuestro, del incremento de su peso específico en el PIB, y de su mayor presencia en los medios de comunicación, que juegan un papel esencial en la difusión y sensibilización de la sociedad. A fin de cuentas, ese patrimonio, el que aún se conserva e incluso el que se ha perdido, nos permite conocer mejor nuestro pasado y, sobre todo, nos ayuda a interpretar las claves del presente.

La conservación del patrimonio cultural a largo plazo cohesiona a la sociedad y constituye una magnífica herramienta para educar en valores, al acercarnos a la comprensión de todos los patrimonios como representantes de una humanidad de la que formamos parte, enseñándonos a respetar lo que nos rodea, a valorar y apreciar al diferente, a otras culturas y otros colectivos, desarrollando el espíritu colaborativo que como seres humanos llevamos impreso en nuestro ADN.

Hispania Nostra

Introducción

Me gustaría empezar estas líneas desgranando el concepto de patrimonio cultural y natural. Así pues, el patrimonio cultural lo forma cualquier expresión creativa de la existencia de una sociedad en el pasado y en el presente. Abarca las tradiciones, creencias y logros de un pueblo y sus gentes, pudiendo tratarse de patrimonio material e inmaterial. Y el patrimonio natural es aquel cuya existencia es independiente de la intervención humana. De esta manera, la UNESCO distingue entre patrimonio cultural, natural y bienes mixtos.

Esta guía tiene como objetivo presentaros un amplio abanico de nuestro patrimonio, el legado de nuestros antecesores, el tuyo, el mío y el de las generaciones futuras, si lo conservamos. Pero lo que os vamos a mostrar es un patrimonio cultural y natural abandonado o destruido. La pretensión de estas páginas es que conozcáis ese patrimonio olvidado, aunque no por todos, e invitaros a ser partícipes como sociedad de su recuperación. Incluso haceros descubridores de elementos de vuestro entorno que se encuentren en estado de ruina, destruidos o en peligro de desaparecer. Y desde aquí os queremos pedir ayuda para educar a que nuestra sociedad, cuando se encuentre con estos elementos en su camino, aprenda a valorar esas cuatro piedras y no digan eso está fatal y no vale nada, para que sean conscientes de que es parte de su patrimonio más cercano. Todos formamos parte de él y él forma parte de lo que somos. Y esperamos que sea parte de los que vendrán.

En esta guía encontraréis 101 elementos de los 1161 que integran la Lista Roja que elabora la Asociación Hispania Nostra desde 2007, con la ayuda de todos para contribuir a la conservación del patrimonio cultural español. Se han seleccionado intentando contemplar tanto el patrimonio mueble e inmueble, en todas sus tipologías: religioso, arqueológico, artístico, industrial, etnológico, militar, así como el patrimonio natural. De la misma manera hemos querido que estén representadas todas las comunidades autónomas, teniendo en cuenta el número de bienes que forman parte de dicha lista. Los colores que enmarcan las paginas de esta lectura os guiarán para diferenciar la mayor o menor protección legal de que gozan los elementos que aparecen descritos. De igual manera, encontraréis unos símbolos que os indicarán tanto la protección que tienen, como su estado de conservación y el tipo de patrimonio del que se trata. Además de explicaros el bien patrimonial, hemos querido que conozcáis y haceros partícipes del estado de conservación en que se hallan y si se está realizando alguna intervención sobre ellos, si existe algún proyecto para su rehabilitación o para darles un nuevo uso, con el fin de conseguir que permanezca esa herencia cultural para nosotros y las generaciones futuras.

Así, para las tipologías os encontraréis estos símbolos:

En cuanto a los símbolos que hacen referencia a los niveles de protección patrimonial que tienen los diferentes bienes, observaréis:

Este símbolo significa que el bien tiene la máxima protección bajo la figura de Monumento Histórico Artístico Nacional o Bien de Interés Cultural.

El bien goza de una protección parcial, de parte de sus elementos. Sin olvidarnos que además existen figuras específicas de protección según cada ley de patrimonio autonómica.

El bien está completamente desprotegido y no ha sido contemplado bajo ninguna de las figuras de protección de la ley patrimonial autonómica correspondiente. Eso no significa que no sea merecedor de ella por su importancia patrimonial.

En lo que se refiere a los estados de conservación, estos vienen señalados por unas columnas que indican si se encuentran en buen estado, si están muy deteriorados o en ruina.

Para finalizar me gustaría agradecer a la Asociación Hispania Nostra la labor que realizan, su apoyo, así como por permitirnos partir de su Lista Roja para la realización de esta guía, con la intención de haceros participes de la necesidad de conservar nuestro patrimonio cultural y natural. Al equipo de Alva Cultural por su entusiasmo en la realización de este trabajo. Y de forma muy especial a mis padres, que nos mostraron y nos sensibilizaron sobre el valor de la cultura en los múltiples viajes a los que nos llevaron por toda España. Solo me queda decir que espero que disfrutéis descubriendo los bienes de este recorrido por nuestro patrimonio ahora tristemente abandonado. Y os dejo con una reflexión: nuestro patrimonio es variado y de una gran riqueza artística, pero además transmite valores y emociones de una gran importancia para la sociedad. Es por eso que la cultura se comparte y genera experiencias que dan lugar a una mayor calidad de vida.

Raquel Álvarez Valdeita

Palacio de los marqueses de Almanzora

Almanzora (Cantoria) - Almería

Cuartel, 6. Almanzora

Época: siglos XVI-XIX

En el entorno de la pedanía de Almanzora, perteneciente al valle de Almanzora, se hallan abundantes restos arqueológicos de la presencia de pobladores romanos y árabes. Singular resulta La Cimbra, un manantial artificial cuya función es sacar el agua subterránea para alimentar el bosque natural de álamos. De entre las construcciones que nos narran parte de su historia y costumbres, encontramos El Púlpito, un antiguo molino harinero, la estación de ferrocarril Albox-Almanzora o Las Minas. Y entre su patrimonio histórico y artístico, destacamos el palacio de los marqueses de Almanzora.

Palacio de los marqueses de Almanzora. © BOSCANI

Su historia comienza

Remontándonos a las ruinas de un alcázar musulmán, sobre las que empezó a construir un caserón Juan de Benavides, señor de Jabalquinto. A principios del siglo XVII pasó a manos de la Casa de Benavente, hasta que Antonio Álvarez de Toledo, décimo marqués de los Vélez, compró los mayorazgos. Fue quien transformó, con la ayuda del arquitecto Ventura Rodríguez, la casa en palacio. En el siglo XVIII, el marquesado de los Vélez decidió dividir en tres zonas administrativas sus terrenos. Por un lado, estaban los graneros y las almazaras, y por otro, el área de vivienda y el área administrativa. El edificio principal quedaría como casa solariega para los marqueses de Villafranca y el marqués de la Romana. A mediados del siglo XIX, todas las edificaciones y propiedades fueron adquiridas por el industrial minero Antonio Abellán Pañuelas, nombrado marqués de Almanzora por el rey Amadeo de Saboya. En 1872 decidió ampliar el edificio con nuevas dependencias y lo convirtió en un palacio de estilo neoclásico. La decadencia de la fortuna familiar llegó con la debacle del negocio minero. Los herederos se vieron obligados a vender el palacio a Juan March Ordinas. Este nombró un administrador que lo dividió para venderlo como minifundios, hasta que fue comprado por dos familias, cuyos herederos son aún los dueños.

Catalina Casanova Navarro, marquesa de Almanzora, influyó de forma decisiva en la carrera política y empresarial de su esposo. De talante generoso gracias a la fortuna de la que disponía, realizaba numerosas acciones de caridad y filantropía: establecía aportaciones mensuales a diferentes instituciones y al hospital de San Antón de Cuevas, y prestó ayuda a los damnificados por las inundaciones de 1879. Favoreció la llegada del ferrocarril a Cantoria para promover el desarrollo económico de la comarca. Incluso cedió terrenos de su propiedad para el paso del ferrocarril y un solar para la construcción de la estación. Se dice que fue la marquesa del pueblo.

El palacio está configurado por varias construcciones. Dispone de un pabellón principal con dos alas que dejan en el centro un patio de honor. El pabellón principal y el del lado izquierdo correspondían a la vivienda, mientras que en el lado derecho se localiza la capilla, a la que se accede por el patio. Esta es de planta rectangular y se sitúa perpendicular al eje del patio. Lo mismo ocurre con las caballerizas, la almazara y los demás espacios de servicio. Al interior del palacio se entraba a través de un amplio vestíbulo, a partir del cual se distribuían el resto de las estancias. Estas tenían una decoración de zócalos pintados simulando mármol, colores alegres y techos decorados con representaciones pictóricas. En cuanto a la fachada, que da al exterior del patio de honor, está realizada en ladrillo visto y decorada con mármol blanco. Preside un arco de medio punto sobre pilastras, con una cornisa que la bordea y en el centro el escudo de armas de Antonio Abellán.

Lo que está pasando

El palacio se encuentra en un estado ruinoso con muchas pérdidas de sus elementos constructivos y ornamentales, consecuencia directa de décadas de abandono. Con cubiertas hundidas y elementos difícilmente salvables, presenta otras zonas y elementos en un estado de ruina media, aún salvables si se interviene en ellos. Los remates de las cubiertas han desaparecido y las cornisas corren peligro de desprendimiento. Cada vez es más el deterioro y está entrando en un estado que puede acabar en la pérdida total de parte de sus elementos.

¿ALGUNA PROTECCIÓN O PROYECTO?

En 1982, el palacio fue declarado Monumento Histórico Artístico. Y desde 2006 está inscrito en el catálogo general del Patrimonio Histórico Andaluz. El Ayuntamiento ha conseguido, tras años de negociaciones, que sus dos propietarios cedan el edificio por cincuenta años. Así, el consistorio puede gestionar la solicitud de ayudas para su rehabilitación. Sin embargo, en varias ocasiones se ha dejado vencer el plazo de solicitud de las mismas. El Ayuntamiento alega que, al no estar el edificio declarado Bien de Interés Cultural, resulta menos factible la concesión de subvenciones. Los últimos pasos se están dando en colaboración con la Universidad de Granada, que ha realizado un estudio pormenorizado de los daños. También se quiere solicitar la ayuda para trabajos de conservación del patrimonio histórico español dentro del Programa del 1,5 % Cultural que ofrece el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana. Esperemos que se tramite con éxito y no se pierda este referente histórico y de arquitectura neoclásica de la zona de Almería.

Destacamos

A 45 minutos en coche podemos disfrutar de las playas de Mojácar y de su majestuoso pueblo en la sierra de Cabrera y pasear por sus estrechas calles llenas de flores, acercarnos a las puertas de la muralla y subir a su mirador. Desde allí podremos divisar el contraste de un entorno natural con ramblas, playas y humedales.

Más información

Ayuntamiento de Cantoria

?www.cantoria.es

v+34 950 436 136

Molino de mareas del río Arillo

San Fernando y Cádiz

Ctra. General Cortadura, 7. Cádiz

Época: siglo XVIII

Aunque estamos en el término municipal de Cádiz, nos hallamos más cerca de San Fernando, llamada históricamente Villa de la Real Isla de León, que pertenece a la Mancomunidad de Municipios de Bahía de Cádiz. De su mucho patrimonio podemos destacar el castillo de San Romualdo, el de Sancti-Petri, el Real Carenero, el Real Teatro de las Cortes, las diferentes baterías y torres vigías, y el arsenal de la Carraca, o monumentos religiosos como la iglesia Mayor, la iglesia del Carmen y la iglesia de San Fernando. Y os tenéis que reservar algo de tiempo para disfrutar de sus playas y del Parque Natural de la Bahía de Cádiz.

Molino de mareas del río Arillo. © SUSANA DE LA LLAVE

Esto es

Un edificio preindustrial que aprovechaba el movimiento de las mareas como fuerza motriz. Este del río Arillo es un molino harinero que se empezó a construir en 1789 y cuyo primer propietario fue Miguel Álvarez Montañés. Tras varias ampliaciones, adquirió el aspecto que ha llegado hasta nosotros. Durante el siglo XIX pasó a manos de Juan Dámaso López, y luego de Félix García de Lizarra, quien lo puso en arrendamiento. Sus últimos propietarios, ya en el siglo XX, fueron la familia Arnau y después la Unión Salinera. Este tipo de molinos se solía construir en zonas donde resultase fácil el embalsamiento de agua con la subida de la marea. Su funcionamiento siempre estaba a expensas de los ciclos mareales. Constaba de una presa que se llenaba con el agua de la pleamar a través de unas compuertas. Una vez finalizada la pleamar y lleno el estanque, denominado caldera, la compuertas basculantes del canal se cerraban por la propia presión del agua embalsada. Pasadas las horas siguientes a la pleamar, una vez que el nivel del agua entre el estanque y el estero o laguna era diferente, se dejaba salir el agua embalsada por un canal estrecho o saetín accionando una compuerta desde el interior del molino. A causa del desnivel, el agua salía con fuerza haciendo girar las ruedas o rodetes, que estaban unidas por un eje, que a su vez hacían girar las piedras de la molienda. En la bahía de Cádiz hubo varios molinos de mareas, pero este es el de mayor tamaño, y de hecho, fue uno de más importantes de la Península, con doce piedras moledoras. Pero con la llegada de la energía eléctrica y la introducción de otras técnicas, estos molinos dejaron de usarse poco a poco. En concreto, este dejó de funcionar en la década de 1930.

Durante el siglo XIX y principios del XX, el edificio del molino también se utilizaba para recepciones oficiales. Para ello se usaba un almacén habilitado y decorado para la ocasión. Todos los prelados de la diócesis eran recibidos allí en el «salón del Obispo». Por aquí pasaron: Fernando VII y su hermano, la reina Isabel II y su esposo el duque de Cádiz; Alfonso XIII estuvo por lo menos en dos ocasiones, en una de ellas acompañado por la reina Victoria Eugenia, los príncipes de Gales y Jorge de Inglaterra.

Este molino es un buen ejemplo de lo que fue la tecnología tradicional de aprovechamiento de los recursos naturales. La construcción presenta planta esquemática y funcional, claramente influenciada por la arquitectura industrial y militar basada en una estructura de geometría, que facilitaba sus posibles ampliaciones. Presenta una alineación de arquerías de medio punto y tamajares construidos en sillería, que le dan aspecto de un puente. Sobre la estructura de arcos se halla el edificio dedicado a la molienda, compuesto por una crujía lateral y otra frontal más larga, realizadas en hileras de mampostería reforzadas con cantería en vanos y esquinas. En el lado derecho de la crujía de mayor longitud se han adosado construcciones posteriores que conforman un ángulo recto. Ambas edificaciones perpendiculares forman dos de los lados del embalse, donde se facilita la diferencia del desnivel del agua.

Lo que está pasando

El abandono al que está sometido desde hace años ha provocado un deterioro progresivo, que lo ha llevado hasta su estado de ruina actual. Solo se mantienen en pie los muros y las arquerías que están sobre el agua. Las cubiertas han desaparecido y se aprecian también derrumbes en algunas partes de los muros. La única intervención de urgencia que se aprecia es la instalación de un apuntalamiento metálico en 2007 para evitar el derrumbe total. Y en los últimos tiempos, a los daños se vienen añadiendo restos de basura y pintadas. La situación es de riesgo de pérdida irreversible.

¿ALGUNA PROTECCIÓN O PROYECTO?

Declarado Bien de Interés Cultural, es otro ejemplo de cómo la protección legal no necesariamente conlleva actuaciones por parte de las administraciones competentes. En este caso concreto, se han presentado proyectos privados para su recuperación y convertirlo en centro cultural relacionado con la industria de la Bahía. Incluso hubo una iniciativa de obras de restauración desde la administración. En 2002, la Junta de Andalucía lo incluyó en el Catálogo General del Patrimonio Histórico Andaluz. Ahora el principal problema está entre las dos administraciones que tienen competencia sobre el inmueble. Pero, ni la Junta ni Costas han planteado ningún proyecto de restauración hasta la fecha. De todos depende y ninguno actúa. Lo triste es que se está dejando perder una pieza clave para entender la historia económica gaditana.

Destacamos

Muy cerca, en coche, se hallan el Conjunto Histórico Artístico de Vejer de la Frontera y Jerez de la Frontera, con sus bodegas y su Real Escuela Andaluza de Arte Ecuestre; además del alcázar, la catedral, la colegiata, la iglesia de San Miguel o la Cartuja.

Más información

Ayuntamiento de San Fernando

?www.sanfernando.es

Yacimiento arqueológico Casa del Obispo

Cádiz

Pl. de Fray Félix, 5. Cádiz

Época: SIGLOS VIII a. C.-XVI

Viajamos al área metropolitana de la bahía de Cádiz-Jérez, más concretamente a la capital de la provincia. Cádiz está separada del continente por el caño de Sancti Petri en medio de las marismas. Conocida desde hace siglos como la tacita de plata, su vida gira en torno a la actividad del puerto y a su patrimonio histórico-artístico, fruto de su larga e influyente historia. Su perfil nos deja ver los palacios barrocos del barrio de Santa María, que surgieron en el momento de mayor esplendor económico y cultural de la ciudad, con sus típicas torres mirador y la Cárcel Real, la catedral, con su cúpula brillante, y el barrio del Pópulo, que hay que recorrer sin prisa y llegar hasta el oratorio de la Santa Cueva para apreciar las pinturas de Goya. Hay que pasear también por el barrio del Mentidero para ver el oratorio de San Felipe Neri, en el que se redactó la primera Constitución española, acercarnos a disfrutar de los impresionantes fondos del Museo de Cádiz y conocer los diferentes yacimientos que existen en la ciudad, de entre los cuales destacamos el de Casa del Obispo.

Yacimiento arqueológico Casa del Obispo. © CARBOANION

Su importancia está

En que nos permite conocer la evolución de la ciudad desde el siglo VIII a. C. hasta el siglo XVIII de nuestra era. Este yacimiento nos muestra cómo se han ido superponiendo las diferentes civilizaciones que ocuparon Gadis (Cádiz) reutilizando edificaciones ya construidas. El conjunto presenta un lugar de culto de diferentes civilizaciones. Los restos más primitivos conservados pertenecen a un monumento funerario de época fenicia, del siglo VIII a. C. Los siguientes restos encontrados corresponden a una construcción romana relacionada con el culto a dioses con virtudes sanadoras del siglo II d. C., sobre la que se situó posteriormente una necrópolis visigoda en el siglo VI y una mezquita de época musulmana, hasta su destino cristiano en el siglo XIII, que corresponde a la catedral Vieja, y terminando con el edificio correspondiente a la residencia episcopal mandada construir por el obispo de Cádiz, Luis García de Haro, en el siglo XVIII. Lo más característico de este yacimiento es que todos los restos hallados pertenecen a edificaciones relacionadas con el culto y están dedicados a diversos usos religiosos.

Los Asclepeion eran un conjunto arquitectónico sagrado formado por tres templos y altares. Los enfermos se introducían en la sala subterránea, llamada incubatio, durante la noche, donde recibían de los dioses la revelación de los remedios para su curación.

Los restos que presenta el emplazamiento corresponden a distintos momentos históricos. En el yacimiento, ubicado entre la antigua y la nueva catedral, los restos de los que se ha obtenido mayor información corresponden a una pequeña edificación fenicia arcaica, es decir, son los más antiguos. La siguiente estructura, también de época fenicia, es un monumento funerario, que junto con otros elementos excavados en la roca, constituye uno de los conjuntos funerarios más importantes de la península Ibérica. Con los cartagineses, se sabe que se produce una sacralización del lugar que culmina en época de los Bárcidas con una primera monumentalización. Ya en período romano, durante la República, un nuevo conjunto ritual relacionado con el agua se adosó a las edificaciones púnicas. Luego se reestructuró el espacio añadiendo un templo romano de fachada tetrástila, que formaba parte de un conjunto de tres templos de herencia clásica, dedicados a Apolo (dios de la curación), Asklepeios (dios de la medicina) e Higia (diosa de la salud).

Lo que está pasando

Tras una puesta en valor y musealización del yacimiento entre los años 2005 y 2006, el conjunto lleva años sufriendo graves problemas de filtraciones de agua, sobre todo en el monumento funerario fenicio. Se han producido desprendimientos de sillares y de morteros de agarre originales, lo que provoca la pérdida de estabilidad de la estructura y el riesgo de derrumbe. Además, sobre los restos de las diferentes estructuras conservadas del yacimiento, se han levantado micropilotes de quince metros de profundidad, y el hormigón que soporta la estructura se asienta de manera invasiva en la estructura de mortero y piedra de los restos romanos. La lluvia acumulada en la plaza, que tiene un desnivel, provoca que en el yacimiento se acumule el agua, causando graves daños. A esto hay que añadir los actos vandálicos, pese a que el yacimiento está cerrado al público y con aspecto de abandono.

¿ALGUNA PROTECCIÓN O PROYECTO?

Los restos del yacimiento están protegidos bajo la figura de Bien de Interés Cultural. La musealización del emplazamiento se realizó mediante una concesión a una empresa privada, que comenzó a advertir a las administraciones competentes de los desperfectos que estaban apareciendo, lo que desembocó en un largo litigio de varios años entre el Ayuntamiento y la concesionaria. En 2021, el Ayuntamiento anunció un proyecto para reformar las instalaciones, puesto que los restos arqueológicos no habían sufrido daños. En 2022, la concejalía de Patrimonio ha comunicado que está pendiente la redacción de un proyecto por parte de Urbanismo. Esperemos que esta vez los departamentos de la administración colaboren para resolver el problema y que este yacimiento vuelva a lucir en perfectas condiciones de conservación y vuelva a ser visitable.

Destacamos

A treinta minutos en coche, llegamos a la localidad de El Puerto de Santa María, donde se encuentra el Museo Fundación Rafael Alberti. También se pueden visitar varios palacios y el castillo de San Marcos. Y si lo que queremos es disfrutar de la naturaleza, podremos acercarnos a las preciosas playas de Conil de la Frontera.

Más información

Ayuntamiento de Cádiz

?https://turismo.cadiz.es

[email protected]

v+34 956 241 001

Mercado Central de Abastos o de la Concepción

La Línea de la Concepción – Cádiz

Aurora, 21. La Línea de la Concepción

Época: siglo XX

El origen de La Línea de la Concepción comenzó con la llamada Línea de Contravalación que mandó construir Felipe V durante los sitios de Gibraltar. Con el fin de la guerra de la Independencia, la población creció atraída por la necesidad de mano de obra, asentándose en casas humildes alrededor de las ruinas de las líneas fronterizas. Así es como se creó el primer núcleo poblacional —que adoptaría el nombre de Concepción en honor de la patrona del cuerpo de Infantería—, caracterizado por construcciones de influencia colonial. La ciudad actual conserva la iglesia de la Inmaculada, los fuertes de Santa Bárbara y San Felipe y alguno de los búnkeres de la guerra Civil. Un recorrido por La Línea le acercará al arte de Camarón de la Isla y a las playas que rodean la ciudad.

Mercado Central de Abastos. © DIARIOAREA.ES

Su historia comienza

A mediados del siglo XIX, en la mayoría de las ciudades se construyeron edificios para albergar los puestos de venta de los tradicionales mercados al aire libre. Estas construcciones fueron fomentadas por los Ayuntamientos para mejorar la vida en la ciudad, y para poder cobrar los tributos correspondientes. Con la configuración del municipio en 1870, se vio la necesidad de erigir un edificio que acogiera a los distintos vendedores de alimentos y que también fuese el punto de encuentro de artesanos y el mercado ambulante. El Mercado de Abastos de la Concepción fue mandado construir en el año 1873 por el Ayuntamiento. Fue proyectado en 1878 y construido en 1882 por el arquitecto Adolfo del Castillo y Escribano. Para su edificación se emplearon restos de cantería del recién derribado convento de San Antonio, que seguía el plan de desamortización de la iglesia ordenado por la Junta Revolucionaria Provincial. Sufrió varias reformas a lo largo del siglo XX, la última en 1997. Uno de los aspectos que hay que destacar de este edificio es el sello de su arquitecto, miembro de la Academia de Bellas Artes de San Fernando, que se plasma en la construcción. Es indiscutible que los mercados de abastos poseen un valor patrimonial, que puede venir dado por su arquitectura o por su relevancia económica, pero sobre todo tienen un valor patrimonial inmaterial. Forman parte de nuestra cultura ya que fomentan el intercambio y la sociabilidad.

El diseño del mercado construido sigue unas medidas que se basan en el número siete y sus múltiplos. Además del carácter esotérico, lo que resalta es la relación de su diseño con la masonería, que en aquellos momentos se estaba desarrollando entre la burguesía de la población.

Ocupaba una superficie total de 1397 metros cuadrados. De estilo modernista, estaba estructurado de forma simétrica. Constaba de tres naves, con un cuerpo central diáfano de doble altura con cubierta de tejas a dos aguas. Las dos naves laterales presentaban una sola planta y cubiertas planas, que facilitaban la entrada de luz natural al cuerpo central. Por lo que se refiere a los elementos sustentantes, en la nave central encontramos grandes cerchas metálicas y dos pórticos longitudinales interiores, que separaban los tres espacios. Presentaban unas arquerías con catorce arcos cada una sobre las que apoyaban las cubiertas en azotea de las naves laterales. Las plantas de los cuerpos, de forma rectangular, medían siete metros en los cuerpos laterales y catorce la del cuerpo central. La longitud de los tres cuerpos era de 49 metros. En los años 1970, se amplió el edificio. Se sustituyó la nave lateral de levante por un cuerpo de dos plantas. En la década de 1980 se ejecutó la segunda fase, ampliando la nave de poniente. Con las ampliaciones se pierde la simetría ya que no mantienen la misma anchura de naves. Tras estas reformas, las fachadas originales se quedan en el interior del edificio. La última ampliación es del año 1997: se ocupó un espacio en la calle de Las Flores, donde se instalaron los puestos de verdura.

Lo que está pasando

El mercado estaba ya necesitado de reparaciones urgentes antes de 2009. Además de que las diferentes ampliaciones realizadas acabaron desvirtuando la configuración original del edificio, uno de los aspectos que lo hacen peligrar es su estado actual de deterioro. Pero el principal peligro proviene de la amenaza de su derribo, ya ejecutado en septiembre de 2022, para construir uno de nueva planta.

¿ALGUNA PROTECCIÓN O PROYECTO?

La única protección que presenta el mercado es su inclusión en el año 2007 en el Catálogo General del Patrimonio Histórico Andaluz, inscrito como catalogación general. En 2014, Protección Histórica Linense presentó al Ayuntamiento un proyecto de rehabilitación y restauración. Desgraciadamente, en septiembre de 2022 se derribó el edificio, tras su cierre en 2021 para realizar obras de remodelación, que consistirían en conservar la estructura del edificio central y derribar las naves laterales para volver a construirlas con un aspecto abstracto. Las fachadas exteriores y los muros longitudinales se conservarían íntegramente y se recuperaría la cubierta de la nave central.

Destacamos

En Gibraltar se pueden visitar la cueva de San Miguel, el cubil de los Monos, la torre del Homenaje o el museo de Gibraltar. También os podéis acercar a Algeciras o a Tarifa, donde podréis disfrutar de las playas y de sus vientos, perfectos para la práctica de deportes de tabla y vela.

Más información

Ayuntamiento de La Línea

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Palacio de los Duques de Medinaceli

Montilla - Córdoba

Llano de Palacio, s/n. Montilla

Época: siglo XVI

Montilla se alza a 45 kilómetros de Córdoba, en la comarca de la Campiña Sur Cordobesa. Conocida por la calidad de su uva pedro ximénez, junto el vecino municipio de Moriles integran la Denominación de Origen Montilla-Moriles, con lo que es visita imprescindible conocer alguna de sus bodegas. De su historia destaca ser la cuna de Gonzalo Fernández de Córdoba, el Gran Capitán, cuyo castillo, hoy en ruinas, presidía el recinto de la población en el siglo XV. Fue destruido por orden del rey Fernando el Católico como castigo por la rebeldía del primer marqués de Priego. El título de ciudad se lo concedió Felipe IV en 1630. Pasear por sus calles es viajar a las diferentes épocas que han marcado su historia. Así, podremos visitar monumentos religiosos como la iglesia de San Juan de Dios, el convento de Santa Ana o varias de sus ermitas; museos como el de Garnelo o el del Inca Garcilaso de la Vega, así como la Casa-oratorio de San Juan de Ávila, y patrimonio civil como La Tercia o los palacios del conde la Cortina o el de los duques de Medinaceli.

Palacio de los Duques de Medinaceli. © PICASA

Su historia comienza

Cuando en 1370 Gonzalo Fernández de Córdoba recibe el señorío de Aguilar de la Frontera, aunque al año siguiente Montilla se desligó de dicha localidad. A lo largo del siglo XV, Montilla experimentó un importante crecimiento bajo la tutela del marquesado de Priego. Después de la destrucción del castillo, los marqueses de Priego levantaron un palacio en la parte baja, en el actual casco antiguo de la ciudad. Será en el siglo XVIII cuando la Casa de Priego se incorpore a la de Medinaceli. Durante este siglo se produjo una recuperación demográfica, sin cambios en la estructura social, liderada por los duques de Medinaceli y dividida en familias nobles, el clero, los campesinos y los artesanos. En el palacio se realizaron obras desde el siglo XVI, período al que pertenece la fachada. Al otro lado hay un pasadizo que comunica el palacio con su capilla privada en el convento de Santa Clara. Para entender la presencia de los escudos que presiden el edificio es necesario aclarar que a la Casa de Medinaceli se le añade la Casa de Feria, que ya se había incorporado a la de Priego en el año 1634. Siglos después, el palacio fue restaurado y actualmente está dividido en dos propiedades de uso particular. Como habréis adivinado, la historia del palacio está estrechamente relacionada con el «enredo» de casamientos y cruces de casas nobiliarias.

El convento de Santa Clara se comunica con el palacio de los duques de Medina-celi. La historia de esta vinculación se remonta a María Jesús de Luna, una de las hijas del marqués de Priego, quien en 1525 creó el convento tras optar por la vida monástica. Igualmente tomó los hábitos la condesa de Feria, hija del primer duque de Arcos de la Frontera, que en 1552 se casó a los catorce años con el cuarto conde de Feria, hijo de la marquesa de Priego y, después de enviudar, se acogió a la vida religiosa guiada por san Juan de Ávila.

El edificio, de carácter sobrio, presenta una fachada en piedra de estilo manierista. El palacio se estructura en dos cuerpos de sillería, con vanos rectos en la planta baja y balcones en la superior. En uno de los extremos de la fachada encontramos una portada-balcón con pilastras acanaladas y frontones partidos con volutas. Presenta mascarones como motivo ornamental, donde observamos dos escudos que pertenecen a las casas de Priego y de Feria. Recordamos la presencia del arco pasadizo que se alza en el otro extremo del edificio.

Lo que está pasando

Actualmente el edificio se encuentra abandonado y en completo estado de ruina, haciendo peligrar su estructura y cubiertas ante un posible derrumbe. Los daños se aprecian perfectamente en las grietas de los muros, así como en los desperfectos de las ventanas y balcones. Y para muestra de cuál es su estado, no hay más que fijarse en el notable deterioro que se aprecia en su fachada. El pasadizo se ha ido reformando en diferentes períodos, por lo que es la parte que mejor se conserva.

¿ALGUNA PROTECCIÓN O PROYECTO?

El palacio está incluido en el entorno de protección del convento de Santa Clara, declarado Monumento Histórico Artístico en 1981 y también Bien de Interés Cultural (BIC). Con esto queremos decir que el palacio no tiene una protección patrimonial independiente o propia. Sabemos que desde el Ayuntamiento han solicitado su declaración como BIC, pero todavía está en proceso de tramitación. Desde la administración local también se han realizado esfuerzos para adquirir el edificio. En 2021 se puso en marcha el complejo proceso de adquisición. El palacio tiene dividida la propiedad en dos y para cerrar su compra hay que contar con un gran número de herederos. De todas formas, parece que las negociaciones van por buen camino. Lo último que se conoce de un futuro proyecto es que en 2022 el Ayuntamiento mantuvo una reunión con Paradores de Turismo de España para proponer el palacio como futuro hotel de la cadena, compartiendo esfuerzos económicos para su rehabilitación.

Destacamos

A pocos kilómetros, podemos pasearnos por Aguilar de la Frontera para conocer su centro histórico y hacer una escapada a la Reserva Natural de la Laguna de Zóñar. A unos 40 minutos se hallan también la vía verde de la Campiña y la vía verde de la Subbética. A distancia similar alcanzamos el espectacular yacimiento de Medina Azahara. Y por supuesto, no podemos dejar de visitar Córdoba, con su mezquita y el alcázar de los Reyes Cristianos. Además, Córdoba ha recibido varios Premios Europa Nostra e Hispania Nostra, como «Andando Córdoba», «Arqueología somos todos», PAX-Patios de la Axerquía o a las actuaciones en el puente romano de la Puerta del Puente y de la Calahorra.

Más información

Montilla Turismo

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Yacimiento de Los Mondragones

Granada

Ribera del Beiro, 17. Granada

Época: SIGLOS I-VI d. C.

Lo más conocido de Granada proviene de su época musulmana. Fue capital del reino Nazarí y, tras ser conquistada por los Reyes Católicos, pasó a ser la capital del reino castellano de Granada hasta 1833. Su principal monumento, la Alhambra, es Patrimonio de la Humanidad desde 1984, junto al Generalife y el Albaicín. Os recomendamos pasear por el Sacromonte, con sus casas cueva, o por la carrera del Darro, uno de los paseos más bonitos de la ciudad, que además recibió el Premio Hispania Nostra por su rehabilitación.

Yacimiento de Los Mondragones. © LPCANTERO

Su importancia está

En ser un hallazgo único en Granada. El yacimiento se halla a las afueras de la ciudad, ya que la localidad romana se situaba en la zona del actual Albaicín, construida sobre la antigua ciudad íbera, y aún conserva su urbanismo. Por esta razón, encontrar restos romanos dentro de Granada es muy difícil. El hallazgo es muy relevante también porque, además de la villa, residencia de una familia pudiente, se han hallado restos de un molino de aceite, pero sobre todo porque se ha localizado un edificio de culto. Este pertenece al siglo VI e incluye una zona de enterramientos; los expertos creen que por las fechas se puede tratar de un templo protocristiano, hecho que explican porque en el siglo IV la antigua Iliberis acogió el llamado Concilio de Elvira, que marcó la evolución de la Iglesia en nuestro territorio. Existe además una necrópolis de carácter visigodo, fechada también en el siglo VI d. C.

Se han recuperado ocho mosaicos, dos de ellos prácticamente completos, realizados entre los años 355 y 365 d.C. Representan motivos geométricos y son polícromos. Debajo de ellos se ha localizado un rudimentario sistema de calefacción.

El yacimiento arqueológico se localiza dentro de las instalaciones de lo que fue el antiguo cuartel de Los Mondragones, en el distrito de Beiro. Nos encontramos en lo que eran las afueras de la ciudad, que en 1960-1970 todavía era zona agrícola. En 2013, el yacimiento salió a la luz cuando comenzaron las obras de demolición de los pabellones del antiguo cuartel para la construcción de un aparcamiento y un centro comercial. Se determinó que el hallazgo era una villa periurbana de época romana, con una cronología que abarcaba desde el siglo I al VII d. C. La gran villa presenta dos espacios diferenciados y separados: la pars rustica, o casa de labor, y la pars urbana, donde se alza la domus o zona residencial. En la domus es donde se han hallado varias estancias y pavimento de mosaico. Corresponde a una casa con peristilo, es decir, con patio central rodeado de columnas, de las que no han quedado restos. La villa tiene planta rectangular y dispone de una calle central ancha que la divide en dos partes casi simétricas. También apareció la llamada pars frumentaria, que corresponde al molino de aceite, con su zona de prensado y almacenamiento. En 2018 se hallaron restos de unas termas fechadas entre el siglo III y IV d. C, que se encuentran completas, incluso se conserva los sistemas de calefacción del hypocaustum.

Lo que está pasando

Actualmente el yacimiento está en proceso de excavación. Pero gran parte de sus restos han sido trasladados de su ubicación original. Así ha ocurrido con los mosaicos, que se han desmontado y se han llevado al Museo Arqueológico de Granada, que tuvo que cerrar en 2010 a causa de las humedades y reabrió sus puertas en 2018. Lo mismo ocurre con los restos de la iglesia del siglo VII, que se ha desmontado piedra a piedra y está almacenada en cajas hasta que se decida su ubicación. Todo este proceso de traslado y desmantelamiento del yacimiento provoca su descontextualización y la pérdida de información valiosa de unos hallazgos de gran importancia patrimonial. Destacamos el riesgo que corre el yacimiento de desaparecer por la construcción de un aparcamiento.

¿ALGUNA PROTECCIÓN O PROYECTO?

Este yacimiento carece de protección, pero según la Consejería de Cultura de Andalucía, los restos recibirán protección gracias a la próxima construcción de un museo in situ, aunque en fecha incierta, que albergará 1000 de los 4000 metros cuadrados que forman el conjunto. Una asociación presentó, entre 2013 y 2014, un escrito ante la Fiscalía de Medio Ambiente de Granada para que se determine si la Delegación de Cultura autonómica ha podido cometer un delito contra el Patrimonio Histórico por ahorrarse varios millones que tendría que haber pagado a la empresa constructora para la protección de la villa romana hallada. Además, esta misma asociación ya avisó en 2013 a Cultura, previamente al inicio de las obras, de la posible existencia de restos romanos en esos terrenos. En 2022, lo que sabemos es que la empresa constructora no ha mandado aún el informe definitivo de las excavaciones para saber cómo estructurar la ubicación del «edificio de protección». Lo que sí sabemos es que el yacimiento ha sido trasladado y almacenado para poder iniciar las obras de un aparcamiento.

Destacamos

Europa Nostra ha concedido varios premios a diferentes intervenciones de restauración que se han realizado en el recinto de la Alhambra, por ejemplo, la restauración de la fuente de los Leones, el Plan Director del conjunto de la Alhambra y el Generalife, y la restauración del oratorio del palacio del Partal y la casa de Astasio de Bracamonte. Muy cerca de Granada, podemos disfrutar del conjunto histórico de Santa Fe o acercarnos al barranco de Víznar, en Alfacar. A tan solo veinte minutos en coche, podemos visitar la casa natal de Federico García Lorca, en Fuente Vaqueros. Y también disfrutar de la naturaleza en el Parque Natural Sierra de Huétor.

Más información

El yacimiento arqueológico de Los Mondragones. Intervenciones y perspectivas de futuro. VV. AA.

Dólmenes de los Gabrieles

Valverde del Camino - Huelva

Camino de los Gabrieles. Valverde

Época: 2500-2200 a.C

Valverde del Camino se localiza en la comarca del Andévalo, entre los valles de los ríos Tinto y Odiel. Su economía, basada en la agricultura y la ganadería durante siglos, sufrió un cambio radical en el siglo XIX con la instalación de las compañías mineras inglesas, que además construyeron el primer ferrocarril minero de Andalucía. Os invitamos a conocer su patrimonio religioso e industrial, en el que destaca la estación y los antiguos talleres ferroviarios, así como la herencia británica, con la Casa de Dirección The United Alkali, y su patrimonio arqueológico a través de castillejos y dólmenes.

Dólmenes de los Gabrieles. © MARIADELAO - SHUTTERSTOCK

Esto es

Un monumento funerario prehistórico del Calcolítico. La construcción de estos grandes monumentos tenía una función tanto funeraria como ritual, pero sobre todo una intencionalidad territorial y de poder. Adquieren un carácter simbólico sobre el grupo humano que los construyó por ser visibles a gran distancia. De hecho, se cree que el uso funerario es un mero pretexto y que estas construcciones tenían la intención de expresar la ocupación y el control territorial del grupo. Generalmente, en este tipo de monumentos funerarios suelen aparecer, tanto en el interior como en el exterior, útiles de sílex sin huella de haber sido usados, elementos de cerámica rotos intencionadamente, cuya finalidad no era su uso, y cuentas de variscita o del mineral más cercano. Estos asentamientos solían situarse en un entorno natural donde se desarrollaba la actividad ganadera, lo que implica una localización estacional. El conjunto megalítico de los dólmenes de los Gabrieles ocupa casi un kilómetro cuadrado y está constituido por seis dólmenes de galería cubierta de diferentes dimensiones. Los materiales encontrados, así como sus grabados y su tipología constructiva, los data en siglo III a. C., pero se ha determinado la reutilización de los monumentos entre los siglos VII y VI a. C.

Estos dólmenes fueron descubiertos en 1966 por el arqueólogo José María Luzón, que fue director del Museo Arqueológico Nacional y del Museo Nacional del Prado, aunque no fueron estudiados hasta 1974. Desde entonces, varios investigadores han trabajado en su estudio, entre ellos Rosario Cabrera y Fernando Piñón.

El núcleo del conjunto lo forman los dólmenes 3, 4 y 5. El número 3, denominado La Parada, conserva los elementos verticales, pero ninguna de las losas de cubierta, y tampoco presenta restos del túmulo o conjunto de piedras de la tumba. El número 4, La Encina, es el mejor conservado de todo el conjunto: presenta la mayor parte de sus estructuras verticales, llamadas ortostatos, y horizontales, es decir, las losas de cubierta, así como parte del túmulo y del anillo que lo delimitaba. El número 5, Los Niños, es el más deteriorado, ya que le falta la mayor parte de sus elementos y algunos han sido desplazados de su lugar original. Los dólmenes 2 y 6 están un poco más alejados. Al número 2, El del Cura, también le faltan varias piezas verticales y horizontales, así como prácticamente toda la cabecera del monumento. Algo parecido ocurre con el número 6, que no presenta los elementos de cubierta y solo conserva algunos elementos verticales. En cuanto al número 1, el Dolmen Cortado, está aislado. Presenta su estructura arrasada, apenas conserva parte del túmulo y las losas de la cubierta han desaparecido en su totalidad, pero se diferencia de los demás en que presenta una cámara rectangular cerrada originalmente por dos grandes bloques, aunque solo se conserva uno, y también presenta grabados en algunos de los soportes verticales, y una losa de pavimento.

Lo que está pasando

Muestran un deficiente estado de conservación. Se han destruido algunas de sus partes y sufren vandalismo. En algunos de los dólmenes han desaparecido las losas que componían las cubiertas y a otros les faltan hasta las piezas verticales. En algunos casos la destrucción es casi total. Los últimos daños que han sufrido son pintadas en varios de sus elementos. Se encuentran desprotegidos y abandonados. Su estado de conservación se agrava a medida que se producen los ataques vandálicos y no se ejecutan labores de limpieza y mantenimiento.

¿ALGUNA PROTECCIÓN O PROYECTO?

Este conjunto megalítico carece de protección legal patrimonial. Parece ser que hace más de treinta años se inició un expediente para su declaración como Bien de Interés Cultural. No se explica que este conjunto del Calcolítico, de propiedad pública, no esté protegido bajo ninguna figura legal, sobre todo si se tiene en cuenta que según la Ley Estatal de Patrimonio, de 1985, al ser un conjunto con grabados, debería estar protegido. El desinterés y la desidia son tales que ni siquiera se han eliminado las pintadas. Nos consta, no obstante, que la población local está más concienciada con el valor de su patrimonio. Esperemos que las administraciones reaccionen a tiempo.

Destacamos

Dos rutas a treinta minutos en coche: por un lado, el municipio de Niebla y su castillo de los Guzmanes, y por otro, las minas de Riotinto y su parque minero, Premio Europa Nostra. En Palos de la Frontera, vale la pena visitar el monasterio de Santa María de la Rábida, también Premio Europa Nostra.

Más información

Ayuntamiento de Valverde del Camino

?www.valverdedelcamino.es

v+34 959 550 000

Cementerio de San Eufrasio

Jaén

Camino de las Cruces. Jaén

Época: siglo XIX

Jaén, que se sitúa a los pies del cerro de Santa Catalina, se caracteriza por sus calles empinadas y, en lo alto del cerro, por el castillo que vigila la ciudad. En ella se han asentado diferentes culturas y jugó un papel destacado en la época de al-Ándalus. Su paisaje está inundado de olivos, de ahí que estas tierras sean conocidas mundialmente por su aceite de oliva. Entre su patrimonio sobresale la catedral, los baños árabes, cuyo proyecto de recuperación fue Premio Europa Nostra, o la basílica de San Ildefonso. Además de la judería del barrio de Santa Cruz o el Parque de la Concordia, que bien vale un paseo.

Cementerio de San Eufrasio. © ÁNGEL ARMENDÁRIZ

Su importancia está

En que este cementerio presenta un interés singular, dado que alberga tumbas y panteones de personalidades relevantes de la vida social, política, cultural y económica del Jaén del siglo XIX, y posee un gran valor artístico por su arquitectura, las tallas y las esculturas de carácter regionalista y modernista, así como neogótico y neomudéjar. Tampoco podemos olvidar su valor histórico, ya que es uno de los principales ejemplos de cementerios decimonónicos, pero también por su propia historia y por albergar entre sus muros el Monumento a los Represaliados de la Guerra Civil. Se trata del cementerio más antiguo de Jaén. Todo comenzó cuando, a principios del siglo XIX, el Ayuntamiento de la ciudad decidió atender las protestas de los vecinos de la plaza de San Francisco por los malos olores que allí se concentraban debido a los enterramientos de la cripta de la iglesia del Sagrario. A raíz de ello, se habilitó provisionalmente un cementerio a las afueras de la ciudad, entre la ermita de Belén y la de San Nicasio, pero no cumpliría su función. En 1824, el Ayuntamiento y el obispado se unieron para construir el nuevo cementerio, que debía cumplir la Real Cédula de Carlos III, que dictaminaba su establecimiento a las afueras de las poblaciones para evitar epidemias y enfermedades. De esta manera, en 1829 se levantó el nuevo cementerio, proyectado por Manuel López Lara al este de la ciudad y en un lugar más alto, frente a la ermita del Calvario. Primero adoptó este nombre, pero finalmente fue conocido como Cementerio de San Eufrasio por el patrón del obispado de Jaén. Fue clausurado para enterramientos en 2002.

En este cementerio están las tumbas de personajes ilustres como los condes de Humanes, Prado y Palacio, quien fue ministro de Alfonso XIII y alcalde de Jaén y Madrid, o el histórico economista Antonio Flores de Lemus. En contraste, antiguamente junto al cementerio se encontraba «el corral de los ahorcados o de los suicidas», donde se daba sepultura a los no cristianos o muertos en pecado.

Según el proyecto, el cementerio constaba de planta rectangular con nichos adosados en las paredes y espacio en el centro para las criptas, panteones y mausoleos, y estaba rodeado por una tapia coronada con nueve cruces, junto a la que se situaba la zona de los nichos. El cementerio fue ampliado entre 1859 y 1896. En ese período se añadió a la fachada, compuesta por un pórtico con columnas dóricas, la espadaña con la inscripción: «SE REEDIFICÓ/AÑO/1895». A la izquierda de esta entrada se encuentra una capilla pequeña de una sola nave de planta rectangular y bóveda de cañón con lunetos. A la derecha están las dependencias del sepulturero, que dan paso al interior del cementerio, distribuido en seis patios rectangulares. Los patios albergan los nichos, mausoleos y panteones. También acoge un cementerio civil y varias fosas comunes, así como un monumento a los fusilados durante la guerra Civil.

Lo que está pasando

Ingresó en la lista roja en 2018 por encontrarse en muy mal estado, con serios derrumbes. La situación del cementerio era de absoluto abandono desde hacía muchos años. Su estado era lamentable, casi de ruina. Lo que peligraba ya no era solo la pérdida física de sus elementos, sino también su valor inmaterial. Se estaba propiciando la pérdida de un bien patrimonial inmueble e inmaterial. Sabemos que el Ayuntamiento se ha puesto «manos a la obra», y ha comenzado una intervención de recuperación del bien.

¿ALGUNA PROTECCIÓN O PROYECTO?

En el año 2011 se consiguió su declaración como Bien de Interés Cultural. Tras su clausura en el año 2002, el deterioro del cementerio avanzaba sin remedio. En 2020 se firmó una donación a favor del Ayuntamiento, pero el obispado estableció sus condiciones: que la capilla siguiera abierta al culto y que se respetasen los derechos adquiridos por los propietarios de los panteones y los nichos. Actualmente, se ha procedido al cierre provisional del cementerio ante la necesidad de obras de restauración en las cubiertas de la capilla y en el acceso al recinto, además de las labores habituales de mantenimiento del recinto y los jardines. También se ha puesto en marcha la redacción de un Plan Director para la restauración y puesta en valor para recuperar el lugar histórico.

Destacamos

Úbeda y Baeza cuentan con un rico patrimonio renacentista, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 2003. También son interesantes el santuario de la Virgen de la Cabeza de Andújar y la fortaleza de Baños de la Encina.

Más información

Oficina de Turismo de Jaén

?www.turjaen.org

[email protected]

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Iglesia de Santo Domingo de Silos

Alcalá la Real - Jaén

Camino de San Bartolomé, 2. Alcalá la Real

Época: SIGLOS XV-XVI

En un entorno sembrado de olivos, típico de la provincia de Jaén, se sitúa este lugar estratégico, entre Granada y Córdoba. Estamos en uno de los lugares con más historia de España, de cuyo pasado musulmán proviene su nombre: Al-Qal’a, es decir, «la fortaleza», haciendo referencia a su monumento más destacado y de mayor atractivo histórico y artístico, la fortaleza de La Mota. La ciudad fortificada de origen musulmán fue el último reducto de resistencia en la Península antes de ser conquistada por el rey de Castilla. El gran trabajo y esfuerzo que se está realizando para su restauración, así como el impulso que ha supuesto para el desarrollo económico y social de la ciudad, hizo que se le concediese el Premio Hispania Nostra. No podéis dejar de pasear por sus calles para descubrir otros rincones que nos trasladarán a otras épocas como la romana o los lugares que atestiguan las visitas de Carlos V a la ciudad. Otro monumento para conocer mejor su historia es el palacio Abacial, que en la actualidad es también el Museo Arqueológico. Su visita nos permitirá hacer un viaje a través del tiempo y la historia de Alcalá la Real.

Iglesia de Santo Domingo de Silos. © MIGUEL LOPEZ

Su historia comienza

En el año 1341, cuando Alfonso XI, tras conquistar la fortaleza musulmana, mandó construir una iglesia en honor del patrón de la ciudad, santo Domingo de Silos. Se levantó en el denominado arrabal viejo de la fortaleza y se trata de la primera iglesia alcalaína. El nuevo templo cristiano se construyó en el siglo XIV sobre los restos de una antigua mezquita. Un tiempo después, en el siglo XVI, se reestructuró la sacristía y se añadió la torre aprovechando la estructura del antiguo minarete perteneciente al templo musulmán. En la torre aparece el escudo de armas del abad Maximiliano de Austria, quien encargó su restauración. A finales del siglo XIX, la parroquia fue trasladada a la iglesia de las Angustias, ubicada en el centro de la ciudad. Allí también se conservan algunas de las piezas que componían el retablo renacentista que se encontraba en la iglesia de Santo Domingo de Silos. A partir de este momento comienza su abandono. Tras la guerra Civil española, la iglesia se desmanteló por completo y se empezaron a producir los derrumbes de cubiertas y demás desperfectos. Actualmente se encuentra en estado de ruina.

La iglesia se sitúa pegada a la fortaleza de La Mota, en lo alto del cerro. Se trata de un lugar privilegiado desde donde se puede disfrutar de unas preciosas vistas de la ciudad.

La iglesia es de estilo gótico mudéjar. Presenta una planta asimétrica con dos naves rectangulares y una profunda cabecera. El altar mayor está recubierto por una bóveda de crucería. Se sabe que en su interior se encontraba el retablo de Juan de Ramírez y la familia Sardo Raxis, del siglo XVI. El conjunto presenta una sacristía de gran tamaño y la torre.

Lo que está pasando

Su situación es muy precaria. Desde hace muchos años, el objetivo de los ciudadanos de Alcalá la Real, así como de su Ayuntamiento, es rehabilitar la iglesia para darle un uso diferente. Actualmente ha perdido la cubierta del edificio y la de la torre. Como ya hemos dicho, su interior está totalmente desmantelado. Debido al abandono y, suponemos, las filtraciones de agua, el edificio se encuentra invadido por la vegetación. De momento, el Ayuntamiento, en un intento de no perder el único edificio gótico que se conserva en la localidad, ha instalado unos andamios para sustentar los muros.

¿ALGUNA PROTECCIÓN O PROYECTO?