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Cómo estimular la memoria de los niños para ayudarlos en el aprendizaje en un mundo donde enfocarse es cada vez más difícil. Cada vez cuesta más que los niños presten atención. Todos los niños son curiosos desde que nacen; quieren saberlo todo, pero no necesariamente aprenderlo todo. Un libro práctico para comprender el funcionamiento de la memoria y para ayudar a que los niños con edades comprendidas entre los 5 y los 10 años de edad la desarrollen mediante ejercicios sencillos y divertidos. Cuanto antes estimules la memoria de tu hijo, más eficaz será y nunca es tarde para enseñarle los trucos adecuados. Este libro ofrece métodos y estrategias que podrás poner en práctica a diario para mantener a tu hijo atento y motivado en la escuela. Aprenderás a estimular su memoria, a proporcionarle las mejores herramientas de aprendizaje y, de este modo, le ayudarás a desarrollar todo su potencial y a prosperar en la escuela. En este libro, la pedagoga Marie Costa, con un estilo claro y ameno, analiza de forma muy práctica, visual y esquemática los diferentes factores que influyen en la memoria, desde la propia constitución del cerebro, a factores externos como la alimentación, el sueño, el juego o las emociones, y a lo largo de 50 capítulos ofrece testimonios, reales, explicaciones, citas de educadores, psicólogos, consejos, cuestionarios, juegos y otros recursos para que el adulto incentive el desarrollo de la memoria del niño. 50 claves para cultivar la memoria de tus hijos, aborda cuestiones como el placer de aprender, lo lúdico, la atención, las fases de la memorización, la influencia de las emociones en el aprendizaje, la comprensión, la memoria auditiva, las reglasmnemotécnicas. La memoria es un súper poder que todos poseemos y que podemos desarrollar a lo largo de nuestra vida.
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Seitenzahl: 135
Veröffentlichungsjahr: 2024
Titulo original francés: 50 clés pour aider un enfant à mémoriser.
© del texto: Marie Costa, 2023.
Éditions Eyrolles, París, Francia.
© de la traducción: Manuel Martí Viudes, 2024.
© de esta edición: RBA Libros y Publicaciones, S. L. U., 2024.
Avda. Diagonal, 189 - 08018 Barcelona.
rbalibros.com
Primera edición en libro electrónico: octubre de 2024.
OBDO399
SBN: 978-84-1132-960-6
Composición digital: www.acatia.es
Queda rigurosamente prohibida sin autorización por escrito del editor cualquier forma de reproducción, distribución, comunicación pública o transformación de esta obra, que será sometida a las sanciones establecidas por la ley. Pueden dirigirse a Cedro (Centro Español de Derechos Reprográficos, www.cedro.org) si necesitan fotocopiar o escanear algún fragmento de esta obra (www.conlicencia.com; 91 702 19 70 / 93 272 04 47). Todos los derechos reservados.
Índice
Portadilla
Prefacio
Introducción
Clave 1. ¡Releer la materia no basta para aprender!
Clave 2. Motivar al niño
Clave 3. ¡Acepta el desafío!
Clave 4. Las emociones y la memoria
Clave 5. Descubriendo el placer de aprender
Clave 6. Los tiques de buenos momentos
Clave 7. ¡Cuanto más se duerme de noche, más se aprende de día!
Clave 8. Dormir por la noche prepara para el día
Clave 9. Los 3 comodines para irse a la cama (y quedarse en ella)
Clave 10. Comer equilibrado para tener unas neuronas saludables
Clave 11. Hidratarse para aprender mejor
Clave 12. El juego de la oca de las frutas de temporada
Clave 13. ¡Atención... con la atención!
Clave 14. Concentrarse en una sola tarea a la vez
Clave 15. El túnel de atención
Clave 16. El papel del cerebro en la memorización
Clave 17. ¿Por qué se olvidan las cosas?
Clave 18. La metáfora del bosque
Clave 19. El camino de la información: de la percepción a la recuperación
Clave 20. ¿Dónde se ha metido Carolina?
Clave 21. Un truco para memorizar el orden de los planetas
Clave 22. Comprender para aprender
Clave 23. ¡Yo soy el profesor!
Clave 24. Juegos para desarrollar el vocabulario
Clave 25. ¡El error forja el cerebro!
Clave 26. Los flashcards: simples y eficaces para aprender
Clave 27. El Lucky Luke de la respuesta correcta
Clave 28. Desarrollar la memoria visual
Clave 29. Ilustrar la lección
Clave 30. Aprender sketchnoting
Clave 31. Desarrollar la memoria auditiva
Clave 32. Aprender con música
Clave 33. El kamishibaï
Clave 34. Desarrollar la memoria kinestésica
Clave 35. Hacer pausas activas
Clave 36. Fabricar un lapbook
Clave 37. Desarrollar la memoria semántica
Clave 38. Aprender las palabras del dictado divirtiéndose
Clave 39. El «¡Alto el lápiz!» de la gramática
Clave 40. Notas para aprenderse una poesía
Clave 41. El método de los loci
Clave 42. ¡Todos a escena!
Clave 43. Memorizar las tablas de multiplicar
Clave 44. Desarrollar la inteligencia lógico-matemática
Clave 45. El secreto para memorizar números
Clave 46. Trastornos de la memoria
Clave 47. Crear mapas mentales para aprender mejor
Clave 48. Diez juegos para estimular la memoria
Clave 49. La alegría de aprender
Clave 50. El cerebro y el amor
Conclusión
Agradecimientos
Créditos
Notas
¿Conocéis los poderes ocultos de nuestro cerebro? ¡Posee una complejidad y una energía increíbles! Algunas personas están dotadas de una memoria más eficaz que otras, por ejemplo. Pero empecemos con un pequeño cuestionario sobre la memoria.
VerdaderoFalsoSolo tenemos un tipo de memoria.Desde el primer día, el bebé ya tiene memoria.La memoria a corto plazo dura alrededor de 10 minutos.Nuestra memoria se encuentra en lo más profundo de nuestro cerebro.El sueño resulta fundamental para consolidar nuestros recuerdos y aprendizajes.El pescado es bueno para la memoria.Poseemos una memoria o bien visual, o bien auditiva, o bien kinestésica.
Se suele hablar de la memoria en general, pero poseemos muchos tipos de memoria distintos: visual, kinestésica, biográfica, léxica, musical, espacial e incluso emocional.
¡El recién nacido tiene recuerdos desde el momento en que llega al mundo! Eso no significa que conservará el recuerdo veinte años más tarde, pero es capaz de recordar durante algún tiempo ciertas informaciones sensoriales como la voz de su madre, o los olores que percibe. Un simple cambio de cama puede dificultarle el sueño. Su memoria también es motriz. A medida que manipula objetos, va adquiriendo un dominio progresivo de gestos tales como coger, apretar, volcar, golpear...
¡La memoria a corto plazo apenas dura veinte segundos! El tiempo que nos concede el código de entrada de un interfono mientras abrimos la puerta... en cuanto la puerta vuelve a cerrarse, el código se olvida. Desempeña un papel fundamental, pues permite analizar rápidamente las características de una pequeña cantidad de informaciones.
¿Sabíais que existe una memoria a muy corto plazo? Dura de 300 a 500 milisegundos... corresponde a todos los estímulos que nos envían nuestros cinco sentidos. El sol os hace entornar los ojos, os llega el olor de la hierba mojada, avanzáis por un camino pedregoso y vuestros pies tropiezan con una roca...
Nuestra memoria está en la zona más superficial del cerebro, en el córtex cerebral, más conocido con el nombre de «materia gris», por el color del cuerpo celular de las neuronas. Como nuestro córtex apenas tiene un espesor de unos tres milímetros, forma pliegues para aumentar su superficie y así poder albergar los «cerca de» ochenta y seis mil millones de neuronas que lo componen.
¡En efecto, cuanto más dormimos, más información almacenamos! El hipocampo elige los acontecimientos del día que «merecen» ser memorizados. Busca nuestras prioridades del momento en función de nuestro humor, nuestras necesidades, nuestros deseos o nuestros estereotipos. Sin embargo, es necesario estar despierto para recibir una nueva información y procesarla. Ya va siendo hora de desterrar de una vez por todas esa vieja idea según la cual es posible escuchar una clase mientras se está durmiendo y asimilar la información.
El pescado se suele considerar bueno para la memoria porque es rico en fósforo, que también está presente en las membranas neuronales. Sin embargo, la ciencia nunca ha podido probar esta idea ampliamente difundida a lo largo de los años.
Ahora bien, es recomendable comer pescado, en particular ciertas especies grasas, como el salmón, el arenque o la caballa, que son una fuente de omega-3. Su consumo favorece el buen funcionamiento y el intercambio entre las neuronas.
La teoría según la cual ciertas personas serían más visuales que auditivas o kinestésicas jamás ha sido validada científicamente. En 2006, incluso se ofreció una recompensa de 5.000 dólares (unos 4.600 euros) al equipo de investigación que fuera capaz de probar la eficacia de los estilos de aprendizaje. Y hasta el día de hoy nadie ha cobrado el premio. ¡De hecho, seríamos los tres modelos al mismo tiempo! Y aunque nos dé la impresión de que somos más visuales que auditivos, en realidad solo se trata de un mero sesgo cognitivo.
Tener una buena memoria resulta esencial para retener información a largo plazo. En la memoria confluyen a la vez la capacidad de aprender algo (memorización) y la capacidad de recordarlo (restitución). Cuando el cerebro aprende algo, está procesando informaciones.
«Evocad un recuerdo agradable»: estáis visualizando el lugar, las personas que estaban presentes, el ambiente, aún conserváis en la memoria aquel almuerzo tan delicioso. Toda la información exterior llega a nuestro cerebro a través de los cinco sentidos. Y el hipotálamo clasifica las informaciones que desea guardar o desechar.
La memoria a corto plazo solo necesita unos pocos segundos para borrar las informaciones que han percibido nuestros cinco sentidos... ¡menos tiempo de lo que dura una imagen en Snapchat!
El hipocampo desempeña su papel en la memoria episódica. Se encarga de asociar los recuerdos para formar un «episodio». Hace posible que un individuo recuerde momentos de su vida: el sabor de un plato, una melodía, alguna historia graciosa que le contaron... Pero la integración de los recuerdos en la memoria no solo es posible gracias al hipocampo.
Este trabaja con la emoción, que está oculta en la amígdala, y con la razón, situada en el córtex prefrontal. Envía ciertas informaciones que considera importantes para un almacenaje de «larga duración» en la memoria a largo plazo.
La memoria de trabajo permite que el niño:
Conecte con nuevos conocimientos y con los conocimientos ya adquiridos.
Encadene dos o tres indicaciones simples.
Mantenga la focalización o la concentración en una actividad y llegue hasta el final de una tarea.
Desarrolle competencias en matemáticas, vocabulario, lectura.
Adquiera competencias en matemáticas.
Esta obra va dirigida a todos los progenitores que desean mejorar la memoria de su hijo aportándole informaciones claras sobre el funcionamiento del cerebro, así como de los distintos métodos y herramientas para mejorar la memorización de los conocimientos.
« Los resultados de Lorena han estado por debajo de lo que esperábamos a fin de curso de P3, ha sacado malas notas en matemáticas y en dictado. Este año ha sido realmente difícil, no sé cómo puedo ayudarla. Sin embargo, ella me asegura que relee la lección todas las tardes, pero no sirve de nada: ¡cuando llega el momento de hacer el control, lo ha olvidado todo»
Gabrielle, madre de Lorena, 9 años
.La mayoría de los niños tienden a leer y releer las materias, convencidos de que así las memorizarán. Sin embargo, esta lectura suele ser ineficaz para retener los contenidos a largo plazo.
En primer lugar, cuando el niño se pone a leer la lección, está adoptando una actitud pasiva. Por lo general, no se puede memorizar algo si no se invierte un esfuerzo en ello. Leer familiariza al niño con el texto, y suele crearle la autoilusión inconsciente de que ha adquirido cierto dominio de la materia. Por eso lo oímos decir: «¡Sí, claro que me acuerdo!». El cerebro da por bien conocida una materia que en realidad el niño desconoce.
Y al revés, cuanto más nos esforzamos por dar con una información, mejor la retiene nuestro cerebro. En consecuencia, releer la materia es un método de aprendizaje incompleto.
¿Qué niño no ha cometido alguna vez el error de creer que podía memorizar un texto sin comprender su significado? Comprender es la base de todo aprendizaje. El proceso es el siguiente: hay que establecer vínculos entre las informaciones que ya se poseen y las que se están descubriendo, para crear un anclaje a nivel cerebral. Ahora bien, ¿cómo enlazar un concepto con otros conocimientos ya adquiridos si no comprendemos qué significa? Todo nuevo aprendizaje requiere una base de conocimientos previos.
Además, la lectura suele ser demasiado rápida para permitir que el niño pueda escoger las informaciones y extraer de ellas el contenido importante. Por el contrario, hay que dedicar mucho tiempo a comprender el sentido de la materia para poder confeccionar una lista de conceptos clave a fin de retenerlos y jerarquizarlos.
En definitiva, cuando el niño lee su lección, no es extraño que al cabo de un rato se haya perdido en sus pensamientos. Sigue leyendo, sus ojos se desplazan por las líneas, pero su cerebro está pendiente de otra cosa. Y entonces se percata de que no ha comprendido la relación entre las palabras y debe volver a leer el último párrafo.
¿Qué hacer antes de leer la lección?
Pedidle al niño que pruebe a recordar el contenido de la lección:
«¿Qué te ha llamado la atención?». ¿Qué cosas nuevas te ha descubierto? ¿De qué trataba?
¿El profesor te ha proporcionado anécdotas, ejemplos, ilustraciones, esquemas de la lección?
¿Qué palabras te han resultado más familiares, qué aspectos te han parecido más difíciles o no has comprendido?
Se trata de que tome conciencia de lo que ya sabe y de lo que le queda por descubrir.
¡Y ahora el niño ya puede repasar la lección, y empezar a aprender!
Mantenerse activo, estar motivado, tratar de comprender, hallar el modo de estimular la memoria... existen muchas soluciones para memorizar mejor, y vamos a abordarlas en este libro.
¿Os habéis dado cuenta de que olvidamos antes aquello que en principio no nos interesa realmente? La mayoría de nuestros problemas de memoria tienen su origen en la falta de interés. Por lo demás, es habitual oír a alguien que dice: «Como no me interesaba especialmente retener tal o cual información en particular, no he vuelto a acordarme de ella».
La motivación es una fuerza de intensidad variable que nos impulsa en una determinada dirección para alcanzar nuestro objetivo. ¡Gracias a ella nos ponemos en acción y nos superamos!
Curiosos por naturaleza, la mayoría de los niños disfrutan mucho descubriendo, probando, experimentando, pero a pocos les gusta estudiar, trabajar, memorizar sus lecciones. A veces, al principio logramos motivarlos, pero resulta muy difícil mantener su interés. Pasado el momento de la excitación inicial, la motivación tiende a decrecer.
Además, ¿existe algo más difícil que motivar a un niño para que aprenda una materia cuando él no lo encuentra necesario? No os ha sucedido nunca que el niño responda: «¿Y a mí de qué me servirá saber esto?». Cuando eso sucede, la mayoría de las veces no sabemos qué responder.
«¿Qué es lo que impulsa a alguien a hacer lo que hace?». Edward Deci y Richard Ryan, dos profesores de Psicología de la Universidad de Rochester, han desarrollado la teoría de la autodeterminación, que distingue dos tipos de motivaciones:
Motivación intrínseca: cuando participamos de forma espontánea y voluntaria en una actividad, sin esperar una recompensa, solo porque nos apetece: «Quiero hacerla».
Motivación extrínseca: provocada por exigencias y demandas externas: «Debo hacerla».
Siguiendo de nuevo a E. Deci y a R. Ryan, la motivación responde a tres necesidades fundamentales:
Necesidad de competencia: «Me siento capaz». El niño necesita sentirse eficiente y capaz de lograr su propósito;
Necesidad de proximidad o de pertenencia social: «Me siento acompañado y confortado». El niño necesita sentirse integrado, reconocido y apoyado por su entorno;
Necesidad de autonomía: «Decido que quiero actuar». El niño necesita sentir que es el origen de sus acciones.
¿Cómo motiváis a vuestro hijo?
Soy un progenitor más bien controladorSoy un progenitor más bien colaborativoSoy un progenitor más bien controlador.Soy un progenitor más bien colaborativo.Utilizo un sistema de amenaza, recompensa, chantaje, castigo.Procuro ponerle ganas y paciencia.Impongo la hora de los deberes y cómo debe hacerlos.Permito que mi hijo exprese sus sensaciones (fatiga, decaimiento, desánimo).Soy normativo.Doy explicaciones.Suelo hacerle reproches y emplear comparaciones.Lo animo a que sea autónomo y valoro sus esfuerzos y sus éxitos.