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El reflejo es una de las cosas más llamativas para el ser humano, en el podemos incluir defectos o virtudes que nos alimentan lo obscuro y perverso así como la ilusión de ser y tener ejemplares existencias. Hay del otro lado un solitario jardín preso tras el reflejo, que solo yo veo, que solo yo habito. El espejo cubierto siempre con una tenue bruma lo hace invisible, por eso nadie aún ha intentado seriamente mirar detrás la pulida máscara el verdadero rostro, por eso nadie ha tocado el descuidado mechón de ilusiones que paciente espera el enredo de una mano.
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Seitenzahl: 19
Veröffentlichungsjahr: 2025
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A la memoria de
Rodolfo Antelo Garrido
Marcelo Francisco Rubín de Celis Tirado
Uno mi hermano de sangre
otro mi hermano elegido
los extrañaré hasta mi último día
ambos fueron amor y luz en mi vida
“Un día jugué todos mis sueños a la vez,
sin saber que en el envite, hasta la gracia de soñar perdí”
Rodolfo Antelo Garrido (Ruddy)
“Si el terrible poder del destino
nos llegara a apartar algún día
aunque sigas opuesto camino
tu alma siempre estará con la mía”
Marcelo Francisco Rubín de Celis Tirado (Marchetti)
El reflejo es una de las cosas más llamativas para el ser humano, en el podemos incluir defectos o virtudes que nos alimentan lo obscuro y perverso así como la ilusión de ser y tener ejemplares existencias.
El amor o el desamor también son una imagen construida desde aquello que deseamos profundamente, de lo que nos falta y ansiosamente buscamos, pero también de la urgencia de brindarnos por entero a la persona que elegimos como la imagen que buscamos encontrar al otro lado del espejo. Después de todo, describir la maravillosa intriga de los sentimientos que mueven al ser humano es un constante reto difícil de dejar pasar, en éste y en el otro lado del reflejo.
Me parece hoy, haber vivido siempre al otro lado del espejo, como si todo se hubiera solo reflejado como imágenes animadas. Pocas cosas lograron transformarse para atravesar la pulida superficie.
Hay del otro lado un solitario jardín preso tras el reflejo, que solo yo veo, que solo yo habito. El espejo cubierto siempre con una tenue bruma lo hace invisible, por eso nadie aún ha intentado seriamente mirar detrás la pulida máscara el verdadero rostro, por eso nadie ha tocado el descuidado mechón de ilusiones que paciente espera el enredo de una mano.
La vida que ha transcurrido ha sido un sueño de dulces arabescos y dolorosas aristas, pero siempre ha valido la pena transitarla agradeciendo día a día las maravillosas emociones sentidas; así fue y seguirá siendo al otro lado de mi espejo.
Guillermo Roberto Gutiérrez Garrido
En esa misteriosa hora de la tarde
cuando el sol de a poco se desvanece
y la noche aún no desdibuja las formas
hay fantasmas que con mágico manto
cubren el alma frágilmente desnuda