ANOTHER DAY AT THE END - Gabriel Zaninetti - E-Book

ANOTHER DAY AT THE END E-Book

Gabriel Zaninetti

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Beschreibung

La civilización llega a su fin por medio de un virus que pone en jaque a toda la raza humana y ahora un joven deberá emprender un viaje para intentar obtener respuestas, para saber la verdad detrás de los hechos de esta catástrofe y encontrar una forma de contrarrestar el sombrío presente al que tiene que afrontar. Pero en este viaje y desde varios puntos de vista, descubrirá que el mundo no es como pensó que era, e incluso su vida entera no resultará ser lo que él creyó, se revelarán secretos que lo envuelven a él y al mundo en general que nos genera una simple pregunta: ¿de verdad los muertos vivientes son lo peor que te pueda pasar en un fin del mundo?...

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Seitenzahl: 363

Veröffentlichungsjahr: 2023

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Ähnliche


GABRIEL ZANINETTI

ANOTHER DAY AT THE END

Zaninetti, GabrielAnother day at the end / Gabriel Zaninetti. - 1a ed. - Ciudad Autónoma de Buenos Aires : Autores de Argentina, 2023.

Libro digital, EPUB

Archivo Digital: descarga y online

ISBN 978-987-87-4034-8

1. Novelas. I. Título.CDD A863

EDITORIAL AUTORES DE [email protected]

Artista de tapa: Micaela Naz

Tabla de contenidos

Capítulo 1: El principio…

Capítulo 2: Al paso del tiempo

Capítulo 3: Dudas…

Capítulo 4: Padre Santo!

Capítulo 5: Riesgos…

Capítulo 6: Pequeños detalles…

Capítulo 7: Cimientos…

Capítulo 8: Inseguridad

Capítulo 9: Secretos…

Capítulo 10: Consecuencias

Capítulo 11: Iniciativa

Capítulo 12: Oferta.

Capítulo 13: Seguir…

Capítulo 14: Advertencia

Capítulo 15: Mala Espina…

Capítulo 16: Información…

Capítulo 1

El principio…

(Diario de la cordura– martes 7 de mayo del 2013– 15hs en alguna parte de México)

—¿Cómo fue que paso todo? ¿Cómo fue que nuestro mundo cambio tan rápido? Tantas preguntas en este momento de paz, pero aprovecharé este tiempo para escribir este diario y descargar mis pensamientos. A lo mejor a futuro le sirve a alguien y de paso me ayuda a no perder la cordura.

Mi nombre es Gabriel Shephard, 22 años, estudiante de psicología en la universidad Nacional de Córdoba (UNC). Recuerdo ese mes de marzo, la vuelta de la facultad, ver cara a cara a mis amigos de nuevo, recordar cómo se escribía “JAJAJA”, Típico la despedida del hogar maternal.

Sí, no es fácil cuando tu familia vive a casi 300km de la capital de Córdoba. Sí, mi lugar natal era al interior de esta provincia, recuerdo a mi pequeña y dulce hermanita, ya con 6 años de edad, que me pedía que me quede un poco más, me veía como un héroe o algo así, los hermanos menores y sus pésimos gustos, jaja, los abrazos y besos de mi madre que siempre al despedirme no podía contener sus lágrimas. Uno puede tener 60 años y siempre tu madre te vera como ese bebé que crio y vio crecer, Madres que se le va a hacer jaja, y en la puerta mi padre sonriendo al ver así a mi madre y no es para menos, ver a una mujer dura en carácter y feroz como un león, pasar a estar tan dócil como un corderito, era cómico de ver.

Mi padre una leyenda de un grupo de operaciones especiales de Argentina. Se hizo de una respetable reputación por sus logros y misiones exitosas en cooperación con otros países. Era como el loco que salía a buscar la guerra afuera. Pero la historia con mi madre ocurrió en una competencia en distintas disciplinas, esto ocurrió en Filadelfia (EE. UU.) En 1984; año en el que ella estaba junto a las boinas verdes. A mi madre le gusta siempre contar como conoció a mi padre, por lo cómico. Fue en una noche en el bar que estaba cerca de la base, él estaba con sus amigos y recuerdo que después de media hora de mirarme se dispuso a hablarme, nunca vi a una persona tartamudear tanto en tan sólo unos minutos como lo hacía tu padre, pero eso lo hizo más tierno, además de sus lindos ojos verdes. Al terminar la competencia quedamos en escribirnos y de esa forma fue creciendo el amor entre los dos hasta que llegó el momento más duro de tu padre, conocer a mi padre jaja entre risas la interrumpo, si papi me conto esa cena, me dijo: – Hijo, a lo largo de mi vida tuve luchas a muerte, combates aterradores, pero eso no fue nada comparado con la cena con mis suegros. Sentí que estaba con el peso de una Guerra Mundial de tensión jaja. – Tu padre estaba hecho un arcoíris esa noche, estaba para una foto.

Recuerdos, bonitos recuerdos que te acompañaban y te hacían reír más de una vez a carcajadas sin querer. Este iba a ser mi segundo año cursando y a decir verdad, me sentí el eslabón roto de mi familia cuando decidí estudiar Psicología, ya que mi padre cuando cumplí 5 años me dijo: – Hijo, es el momento que empieces a saber cómo es luchar de verdad. Desde ese momento empecé a entrenar taekwondo, pero no conforme con esto, a mis 7 años mi padre dijo: – Hijo no siempre voy a poder protegerte de todo, el mal que tiene la vida preparada en tu camino, por eso mañana te daré tu regalo–. Al día siguiente me llevo al campo y desde ese momento empezaron mis lecciones de tiro al blanco.

¡Si! No tuve una infancia muy normal que digamos, ya que mientras otros niños se la pasaban jugando a las escondidas, o a la mancha, yo pasaba tiempo con mi padre desarmando y limpiando revólveres, aprendiendo poco a poco, A los 10 años la rutina era muy exigente: colegio durante la mañana, entrenar muy duro por la tarde, comerle la heladera completa a mi madre por la noche, y los fines de semana tiro al blanco, pero inclusive así encontrábamos tiempo para tener nuestros momentos familiares.

Creo que empecé a darme cuenta de que me interesaba esta vocación a los 14 años, cuando ya era cinturón negro y me hacía preguntas como: ¿De qué parte de la mente se da las órdenes de atacar cuando el miedo nos paraliza? ¿Cuándo la conciencia te domina que parte de tu mente te ínsita a seguir peleando hasta el final? Preguntas sin respuestas concretas, y para alimentar más mi curiosidad por la mente humana sin querer.

Mi padre respondió al preguntarte algo parecido, dijo: – Cuando se consigue el motivo correcto por lo cual pelear la persona puede armarse de un coraje y una determinación infinita que no tiene comprensión–. De esa manera fue creciendo mis ansias de conocimiento.

Hasta que tres años después decidí que esta iba a ser mi carrera, sólo pensé en el rechazo de mi familia a pesar de que nunca me exigieron que quisiera para mi futuro. Por esa razón, cuando en una cena se los dije, mi madre quedó pensativa un poco, pero, mi padre corriendo y levantándose de su silla, me abrazo y me dijo: – Hijo estoy orgulloso. Decidas lo que decidas, siempre tendrás la fuerza de tu familia apoyándote.

Le agradecí, pero nunca entendí el porqué de su sonrisa, una duda que nunca le pregunté, por el hecho de haber invertido su tiempo en enseñarme todo eso, cosas pendientes me decía…

De repente un grito me hace volver a la realidad.

—¡Gaby! Gritaba a lo lejos mi amigo Nahuel que empezaba este año la misma carrera también. Hola, ¿todo bien?

—Hola Nahuel, Si, un poco pensativo.

—Qué raro vos en las nubes. Si seguís así, sos candidato a que te choquen los autos por la calle jaja.

—¡Si, nomás me faltaba decir soy Gabriel bienvenido a jackass! Y estoy listo jaja.

—Jaja Exacto. ¡Por Dios! Que nervios que tengo. Mi primer día en la facultad.

—Tranquilo sólo te van a hacer resumir 5 libros nomás.

—¡Ja! Que chistoso, claro vos ya vas por tu segundo año que fácil. Pero fuera de joda, pense que ibas a entrar en los marines o a la fuerza aérea.

—Bueno, a veces entender al ser humano es mejor que matarlo, ¿no?

—Caradura, dices eso después que en tu último torneo le rompiste dos costillas a ese tipo. ¡Bestia!

—¡Bah! No se murió, no te quejes. Además, la culpa es de mi padre por entrenarme con pesas en las piernas.

—Sí, pero ni un caballo patea tan fuerte como vos. Animal con pantalones.

—Y bueno, que se le va a hacer. Jaja ¿Che, tu departamento está lejos?

—No, del tuyo a unas 4 calles abajo. El edificio que está en la calle Libertador.

—Si, si…ese mismo que está en el centro. ¡De 10! Después de la facu podríamos ir por unas cervezas.

—Qué raro él, ya piensa en tomar nomás.

—Y bueno hay que celebrar el comienzo de jornada.

—Jaja, bueno dale. Pero apuremos el paso que llegaremos tarde.

—Ah bien, dale. Yo voy al segundo piso. A vos te toca en la puerta 12, esa es la de primero, fíjate después.

Esa primera semana pasó volando, pero creo que todo empezó a irse a la mierda, cuando empeoraron los reportes de esa maldita gripe en los EE UU. Un poco al principio me empecé a preocupar por dos razones: La primera era que mis abuelos vivían allí, y la otra, era que todo era como una evolución de la gripe aviar, pero me calme cuando escuche que ya tenían vacunas y la estaban probando, y funcionaba. Nada de qué preocuparse, pero luego a una semana de esa noticia la cosa se empezó a joder más y más. Mi madre me llama para que me quede tranquilo, sólo se estaba dando en las ciudades y el abuelo al vivir en la zona rural, no era posible que llegue tan lejos, pero no sé… me preocupaba igual. Pero aún creía a ciegas en esa vacuna, hablando con Sofia, mi novia, que había elegido otra carrera en otra provincia, Santa Fe, trató de calmarme un poco. Siempre lo logra, no sé cómo lo hace, o cuál es su don, pero siempre que competía en torneos en cada pelea se acercaba y con una acaricia de sus manos me trasmitía paz, era un ángel, era mi ángel. Ella estaba más al tanto de esa gripe, y me dijo que esa vacuna es probable que no funcione en ciertas personas, pero seguramente lo tienen bajo control, que no me altere.

Está bien me guie por lo que me dijo. Pero ya dos meses después, la gripe seguía creciendo muy rápido, el abuelo me llamo para decirme que no me preocupe, que deje de torturar a mi madre con respecto a ellos, que estaban bien, aislados y protegidos por el monte que rodea su casa, que no me preocupe y que siga estudiando. Me calmé un poco después de eso, pero como si Dios mismo me quisiera tener denso, a los tres días recibí un llamado a las 2Am. Medio dormido contesté:

—Gaby, ¿estabas dormido?

—No boludo, me estaba haciendo el dormido para ver si ronco por las noches.

—Perdón, pero pon las noticias, tenés que ver ya esto.

Por su tono de voz, no parecía que me estaba jodiendo ni nada, así que me levanté y puse el noticiero nocturno sólo para terminar cagándome más con respecto a la situación actual. Las noticias decían que la gripe estaba creciendo más rápido de lo que se esperaba y ya afecto a México, Guatemala, Costa Rica, Panamá, Venezuela, Colombia y hasta había casos ya en Perú, Bolivia, Brasil. Pensé entre mí, esto se esparce tan rápido que no terminaríamos el semestre que llegaría a Argentina seguramente. No quería parecer asustado, pero lo estaba, temía por todos mis seres queridos.

Nahuel por teléfono me dice; - donde mierda quedó esa vacuna que me habías dicho.

—En tu culo boludo. Si el gobierno emitió informes falsos para tapar que se estaba yendo todo a la mierda, no es mi culpa.

—Lo sé, pero ¿qué…llegará tan lejos? No confió en que se pueda curar ya a estas alturas. Bueno, la otra gripe no llego más que a Bs. As. Y un poco a los alrededores, confiemos en eso no sé.

Corté para tratar de seguir durmiendo, pero no pude. A la semana en Facebook, amigos de México, Perú, Venezuela comentaban que su situación está muy mal. Su país está empleando los toques de queda y que todas las escuelas las han cerrado y para llenar con la gota que falta al vaso, en Uruguay había brotes de esa gripe y en Buenos Aires empezaron a haber casos. Quedé helado con esa noticia. No sabía qué hacer, supongo que ya todos lo veíamos venir. Las costumbres de los días siguientes serían el maldito barbijo, recuerdo que al mío le dibuje una lengua para afuera como burla, y guantes protectores de ahora en más. Pero no pasaron muchos días para que las escuelas primarias y secundarias empezaran a cerrar.

Ya no quedaban muchos de mis compañeros de la facultad. Ya que muchos de los que eran de afuera, de otras provincias, volvieron a sus casas. A la semana cerraron mi facultad, llamé a Sofía para saber cómo estaba, pero no contestaba, mi tensión se hizo más grande cuando a los dos días recibí una llamada de la madre de Sofía, avisándome que había sufrido un desmayo en plena vía pública y estaba internada y no despertaba, mis lágrimas cayeron sin querer, el saber que estaba en ese estado, siempre estuve en todo momento para ella, y ahora, al enterarme de esto se me caía el mundo. Mi pilar que me sostuvo en muchas de mis crisis, su madre me dijo que estaba internada en su pueblo natal, que estaba a 179km del mío, será por esa noticia que no me importo en lo más absoluto cuando Nahuel vino corriendo a mi depto. Diciendo que en las noticias pasaban que ya había casos en la Ciudad de Córdoba, pudo remarcar con la velocidad que los militares escondieron esta noticia, porque a la media hora que se supo del brote de Córdoba, salieron con altavoces a decir que no saliéramos de nuestras casas hasta que esté permitido y lo autoricen ellos. Llamé a mis padres para avisarles de la situación, sólo para desesperarme, en Brinkmann hubo un paciente con los síntomas de esa gripe.

Nahuel en un intento de calmarme, me dice que esperemos a que los militares den la autorización de la vía segura y nos vamos a casa. Pero estaba desesperado, quería irme ya, pero, acepte que vale más esperar unas horas para llegar bien a que te maten en unos minutos y no llegar. Respire hondo y me calme un poco, además contamos con el auto que le habían dado a Nahuel para que se vuelva los fines de semana a nuestro pueblo, un pequeño golpe de suerte se podría decir.

No fue hasta la mañana siguiente que los militares dejaron salir a las personas para comprar y conseguir provisiones, aprovechamos este momento para irnos de una maldita vez. La soledad de las calles te provocaba una rara y triste sensación, pero no nos distrajimos del camino, sólo nos faltaba una cuadra para llegar al auto y empezar a avanzar por la ciudad, los controles iban en aumento y había un médico en cada control, nos revisaban detalladamente los ojos, boca, y nos hacían otras pruebas para asegurarse. Ahora que lo pienso, no sabía cómo actuaba esa gripe, así que pregunté al médico como morían los pacientes, a lo que él me respondió: las victimas sufren de fiebre alta, dolor articular, dicho dolor es tan fuerte que uno sólo lo soporta estando dormido o anestesiado, los bazos sanguíneos se rompen, el virus va destrozando poco a poco a su portador. Este se puede propagar por medio de la mucosa del infectado o con su sangre. –Tengan cuidado.

El último control fue el más largo ya que no fuimos los únicos que pensamos en irnos de la ciudad, teníamos varios autos en frente del nuestro. Esperamos media hora, a lo que recuerdo, que estábamos a un auto de pasar, los soldados hicieron bajar a los pasajeros del mismo y los llevaron a la parte trasera de la barricada, dio una mala espina, pero teníamos que seguir avanzando, cuando termino el control y estábamos por subir a la autopista sentimos unos disparos que provenía del control. Nos asustamos un poco, pero seguimos nuestro camino deduciendo el destino final de los pasajeros. Y si, estábamos un poco alterados, el paisaje no ayudaba mucho, pasar por el primer barrio afectado y ver como militares con equipos de protección apilaban cuerpos a la entrada de cada barrio y orillas de la autopista y quemaban los cuerpos, no ayudaban a la situación actual.

Una llamada de mi padre preguntando donde estábamos a lo que respondimos que a 200km, que en 2hs llegábamos aproximadamente, comentó que tuviéramos cuidado y que no bajáramos en pueblos vecinos de nuestra localidad porque la situación era muy mala. Bien, le dije, que se cuiden y que nos veríamos pronto.

Que irónico elegir un pueblo como Brinkmann para traer paz a una vida llena de ruidos, gritos, y momentos traumáticos. Y ahora que pase esto es un mal chiste del destino, pensaba en voz alta. Nahuel al escuchar esto acota a mi comentario: – Será también por eso que querías estudiar esta carrera, para ayudar a tus padres con esos traumas de su vida, ¿es eso Gaby? – No sé, es probable, no debe haber sido fácil adaptarse a algo pacifico como Brinkmann para ellos. – Si, pero lo hicieron lo mejor que pudieron, es algo que agradecerles ¿no? – obviamente que sí, pero bueno ya veremos cómo pinta la cosas de acá en adelante.

No hacía falta hablar de lo que pensábamos los dos sobre el asunto de la gripe, si empeoraba o como haríamos frente a todo lo demás. A medida que íbamos avanzando pueblo a pueblo era cada vez más preocupante el paisaje de los mismos, barricadas en sus entradas, carteles de no pasen, de no son bienvenidos, policías que patrullaban para que nadie saliera de sus casas. O al menos eso queríamos creer. Se sentía un presentimiento en el aire como si estuvieran envueltos en explosivos y sólo se necesitan de una chispa para que todo volara a la mierda.

—¿Qué crees que haya sucedido en el último puesto? Me pregunta Nahuel.

—No hace falta mucha ciencia para saber que habrá pasado. Seguro que se opusieron a algo o alguna orden y al intentar escapar los mataron.

No sé, no me había dado cuenta de que Nahuel estaba muy asustado. Yo tampoco es que estuviera tranquilo, pero hablar del tema a horas que había pasado todo, era evidente el nerviosismo de ambos. Pero ya faltaba menos para llegar a casa. De repente mi celular y el de Nahuel sonaron casi al mismo tiempo. Eran nuestros padres que llamaban para avisarnos que las cosas se estaban desmoronando, que nos apuremos lo antes posible para llegar. ¡Mierda! Se me apago el celular, no tenía batería. Nahuel hablo un poco más con sus padres y cuando corto me conto que en la tele pasaban saqueos en las ciudades, robos por todos lados, ejecuciones en masas. Pero no sólo en Argentina, sino que en otros países también esta llegado la anarquía. Sólo queda un pueblo más y listo, sólo 10km más y llegamos. Se veía humo salir del interior del pueblo que estábamos cruzando y se escuchaban disparos.

—¡¡Acelerá!!... (le grité por temor a que una bala perdida nos diera o algo así.

Era una visión terrorífica, pero parece que las noticias al mostrar lo que pasaba en el mundo llenó de terror a todos, fue como una reacción en cadena por desgracia. Pudimos pasar y encaminar para nuestro pueblo. Al llegar nos encontramos con un humo proveniente del interior.

—Nahuel déjame a 3 casas de la mía, y vos anda con tu familia.

—¿Ya, y cuál es el plan en el caso que se vaya todo al carajo?

—Primero asegurémonos que nuestras familias se encuentren bien, luego veremos cómo se llevan a cabo las cosas de ahora en adelante.

—¡Bien! ¿Algún lugar a donde ir, en caso de que nos tuviéramos que irnos? Ya sabes, no creo que tarde mucho en caer las líneas de comunicación.

—Cualquier cosa anda a mi casa, está más a la salida del pueblo y podremos pensar algo si se complica.

—¡Muy bien! Cuídate mucho Gaby. Saludos a tus viejos.

—Si, igualmente cuídense Uds.

Me baje del auto y era el caos, sirenas sonando por todos lados del pueblo, gente corriendo de un lado a otro, accidentes por todas partes, y algún que otro disparo que se escuchaba. Es increíble como el miedo y la desesperación cambia a las personas, al llegar a mi cuadra había unos cuerpos en las calles, carajo, ojalá nunca lleguemos a acostumbrarnos a estas escenas, decía entre mí. Mientras seguía corriendo a mi casa, gracias a Dios no pasó nada, llamé desde fuera de la reja, salió mi padre a recibirme, y nos metimos deprisa adentro de la casa.

—Hijo, que bueno verte sano y salvo. Gracias a Dios estas bien. Me dijo mi papá mientras nos abrazábamos los dos y caminábamos hacia la cocina.

—Papá es bueno verte bien, pero, ¿donde esta mamá?

—Tranquilo hijo, tú madre fue a buscar a tu hermana que estaba de su amiga Norma. No te preocupes tu madre sabe cómo cuidarse. Se fue hace una hora, pero seguramente estarán esperando el momento apropiado para volver, estoy seguro. El peligro que hay en las calles no es seguro andar por ahí, nunca se sabe con qué te puedes encontrar.

—Lo se pá, pero me temo que tengo que hacerte una dura petición, veras es sobre Sofía. Está internada en San Cristóbal hace aproximadamente 3 días. ¡Necesito ir a verla ya! Antes que me saltes con sermones de seguridad y esas cosas. Sabes bien, que no dejaría por nada en el mundo, que le pase algo o no pueda estar a su lado en estos momentos difíciles, no me importa lo que me digas al respecto, si tiene o no esa gripe voy con ella ahora mismo.

Pensé entre mí, estaba muerto al hablarle así a mi padre, pero era una situación crítica y no quería perder tiempo. Sólo quería saber si sería un puñetazo izquierdo o derecho, pero para mi sorpresa se me quedó mirando y con una sonrisa me dijo:

—Tienes el carácter de tu madre y mi determinación hijo. Sé que, aunque te quiera persuadir, sé que sería inútil, sólo descansa un poco y carga tu celular, así nos mantendremos en contacto por si se agrava más esta situación.

En eso tenía razón. No había parado de correr y también necesitaba cargar el móvil.

—Gracias papá, prometo que me cuidare. Tratare de volver lo antes posible.

Por suerte estaba con medio tanque de combustible en el auto y apenas pude prender el celular había recibido dos llamadas de la madre de Sofía, un mensaje de Nahuel que decía: “Que sus padres estaban bien, pero que en su barrio estaba poniéndose más peligroso a cada hora, cualquier cosa ya sabian dónde ir”.

De repente un llamado de mi viejo me interrumpió.

—¿Hola, amor, a dónde estás? ¿Qué? ¿Pero estas bien? Lorena tranquila ya voy para allá. Si está aquí, pero va a ver a Sofía. Si, Lorena sabes bien que no podríamos pararlo. Lo sé, le diré, tranquila ya salgo para allá. Te amo mí amor.

—Hijo tú madre al tratar de ayudar a un vecino recibió un escupitajo de sangre cerca del rostro. Pero está bien. Me dijo que no fueras a ver a Sofía, pero ya tomaste tu decisión. Por esa razón te manda toda la suerte, un fuerte abrazo, un beso y que te ama. Gaby yo voy por tu madre y tu hermana. Ya sé que no apoyas el uso de armas, pero este no es el momento de juramentos no violentos, es tú vida. Me sentiré más seguro si sé que estas armado, ¿queda claro?

Hace tiempo que no veía, esa mirada de mi padre, pero si algo es seguro es que nunca perdonara a quien dañe a lo que el ama. Sólo asentí con la cabeza mientras que de un abrazo me despedí de él. No sé si era seguro que el fuera a pie, pero sabía que a lo largo de su vida abra tenido episodios peores, por esa razón, no dije nada más, sólo busque el arma, mi móvil y arranque para ir a ver a mi ángel.

Mande un mensaje al móvil de Sofía avisando que estaba en camino, pero estaba cruzando una zona de guerra. Las personas estaban desesperadas saqueando tiendas, no había control, algunas de las situaciones te daban más bronca, porque al mismo tiempo que observaba, escuchaba en la radio, informes que minimizaban el caos.

—¡¡¡¡¡PUTOS MANIPULADORES DE LA VERDAD!!!!

En un descuido casi choco a un camión que se me cruzo.

—¡¡¡¡CARAJOS!!!

Parece que era algo común de ver algún que otro cuerpo herido en la calle, se estaba haciendo algo normal. A duras penas pude salir y encaminarme a mi destino.

Mi padre me manda un mensaje de texto diciendo que ya estaban volviendo a casa, que me cuide y la Iara me mando un fuerte abrazo, por estos motivos vale la pena pelear Me dije a mi mismo, sólo tenía que pasar algunos pueblos, que por suerte podía esquivarlos por la ruta. Ya se podían observar los primeros autos abandonados al costado de la ruta. Santo Dios, mientras pasaba por los pueblos, estos te dejaban un mal gusto, sentir esas explosiones, ver como se quemaban las cosas no era fácil de ver, pero tenía que seguir mi camino. Cada vez estaba más cerca. Al fin estaba por llegar y revise mi móvil, pero ningún mensaje.

—¿¿Qué mierda está pasando??

El hospital estaba en el centro del pueblo, pero tengo que llegar, avancé todo lo pude, ¡Dios santo que caos! No quería imaginarme el hospital, pero a sólo una calle de llegar estaba tranquila la situación, en esa parte, me pregunte, ¿qué pasa acá? No pasó mucho en llegar mi respuesta por qué un pelotón del ejercito estaba defendiendo el perímetro, un disparo de advertencia me hiso frenar, un tipo al altavoz me avisa que salga del auto, y les grite, vengo a ver una paciente “Sofía Rizzo” Al tipo le alcanzaron una lista la cual reviso y mando a uno de sus hombres a buscarme y me llevaron al que parecía estar al mando, este me miro y me empezó a escoltar hacia el interior.

—Siento esto, pero estamos al límite y tenemos que ser cuidadosos.

—Está bien, lo entiendo. La verdad me sorprende que no allá anarquía aquí también, pero ¿por qué defienden el hospital?

—El sistema está a punto de caer, muchos de mis hombres tienen familia aquí, así que en vez de seguir ordenes de matar civiles, dejamos todo y vinimos a proteger a los nuestros.

—Matar civiles??? ¡¿Pero qué carajos?! ¿No es su trabajo protegerlos?

—Usted no está al tanto de la gripe verdad? Está evolucionando, no sé cómo mierda la llaman los de arriba, en todas las frecuencias recibíamos órdenes directas de matar a todos los que podían ser portadores, que el virus estaba alcanzando otra fase, no sé. Pero al escucharlo, desertamos, como dijiste nuestro trabajo es protegerlos no matarlos.

—Me parece excelente, gracias a Dios que están aquí.

—Sí. Esa paciente está en la cuarta puerta, cuidado, ponte esto por el virus y lamento decirte, pero cuando llegamos era un caos esto, mataban gente por medicinas, esa paciente que dijiste su madre murió por una herida en el cuello, lo siento mucho, sólo queda su padre.

—Gracias…

Me sentí mal por esa noticia, al llegar y darle un fuerte abrazo a su padre, me comento que los doctores le diagnosticaron que sólo le quedan horas de vida.

—Resistió todo lo que pudo, pero el virus la consume ya no puede despertar.

Caí arrodillado y mis lágrimas empezaron a caer, no pude soportar esto, grité mientras me acercaba a ella y tomando su mano entre lágrimas le iba hablando: ¿por qué amor? ¿Qué va a pasar con nuestro futuro? ¿Qué va a pasar con nuestros sueños? ¡¡¡¡Mi amor si te vas gran parte de mí se ira con vos, por favor no me dejes, no así, no de esta forma por favor!!!! ¿¡Como puedo ser fuerte si toda mi fortaleza sos vos!? (ella de repente despierta y en un murmullo dice).

—Mi amor, (me decía con una mirada de paz y serenidad que me partía el alma), el padre al ver que su hija reacciono se acerca también a su lado a lo que ella lo mira y le dice:

—Papá, mamá está conmigo ahora, no temas. Sabes que te amamos y nunca voy a poder agradecerte todo lo que hiciste por mí, gracias… (luego dirigió su mirada hacia mi).

—Mi amor no temas, te deparan grandes cosas, no tengas miedo, ya que yo siempre estaré ahí para ti, como siempre, puedes tener la mente tranquila, ya que te amo como nunca ame a nadie, gracias y no temas por tu futuro amor mío, porque siempre sentirás mis manos que te ayudaran cuando tu camino no sea claro.

No podía parar de llorar, se estaba destruyendo todo en mi.

—Mi amor que serán de nuestros hijos, los que soñábamos tener, nuestro futuro juntos.

—Los verás, y te prometo que te enamoraras al verlos más de ellos de como yo los amo ahora.

—No! Por favor, amor, sé que no puedo hacer nada, sé que no puedo, pero…pero… prométeme una cosa, cuando me toque partir de este mundo, no quiero un puto esqueleto con guadaña que me busque, quiero que seas tú, sólo así me podré ir en paz.

—Te lo prometo mi vida Ahora…tienes…que…ser…fuer…te………

Sentí que se me apagó una parte de mí, no podía parar de llorar, pero irse con una sonrisa y al estar serena en esa cama me sentí destruido por dentro, descanse por 2 horas antes de avisarle por un mensaje de texto a mi papá todo lo ocurrido, mi padre me llamo para decirme sus condolencias, pero también que pase la noche en el hospital, no es seguro viajar de noche y mañana te quiero aquí cuanto antes.

Sí, claro que sí, respondí, pero su tono de voz me pareció raro, en fin, las cosas se estarán complicando más por lo visto. El líder de escuadrón no tuvo problemas que me quedara esa noche, hablando de la situación en general, le pregunte como era eso de la otra fase de la gripe.

—Sí. No se sabe bien todavía, pero reportaron conducta violenta de los infectados y ataques a otras personas.

—¿Ataques con qué?

—Intentan morderte, no sé bien cómo es eso, pero, escucha, lamento lo que te acaba de pasar, pero tenemos que quemar los cuerpos porque sabes bien lo pasara si dejamos que se descompongan, ¿no?

—Si, lo sé, tendríamos que cónsul…(¡BAANG!!).

Un disparo me interrumpe por lo que, todos fuimos hacia donde provenía el ruido y era el padre de Sofía, se había pegado un tiro en la cabeza, creo que no soporto perder lo que más ama en su vida, me pregunto, ¿terminaré igual?

Procedimos a la quema de cuerpos como es debido, el barbijo y los guantes era la nueva moda de ahora en adelante por lo visto. Mientras se quemaban los cuerpos, no sé si será locura o qué, pero sentí como si alguien apoyara su mano en mi hombro, sólo susurre, seré fuerte por ti mi vida, lo prometo. Decidí entonces tratar de dormir un poco, pero fue inútil, tenía la sonrisa de Sofía en mi cabeza y se repetía una y otra vez el hecho, aceptar y aislar el problema, es el paso 1 para la superación, al menos el año en la facultad me ayuda un poco, pero nunca imagine que ni siquiera llegaríamos al primer semestre y que todo se iría a la mierda, eso y también los llantos de las personas de alrededor del hospital, gritos de dolor y desesperación.

Creo que, si dormí 2 horas es mucho, pero apenas salieron los primeros rayos del sol, me alisté para salir. Saludé a los guardias, deseándoles suerte y antes de llegar a la salida me alcanza el superior, creo que se llamaba Alejandro, nombres, nunca fue mi fuerte recordarlos.

—Chico ten mucho cuidado, como te abras dado cuenta esta muy tranquilo últimamente, eso es mala señal.

—Sí, pareciera como si ya hubieran robado lo que necesitaban, oh también que no haya quien grite.

—Sí, a eso me refiero.

—Buen punto. Recuerdo que en las películas cuando hay una escena de silencio sólo son problemas, Dios, me gustaría que sea la escena de una película tripe x, me dejaría más tranquilo jaja.

—Sí, tienes razón, buena suerte en tu regreso a tu casa.

—Gracias señor, toda la suerte y fuerza para este trabajo.

—Siempre es bueno morir por una buena razón (se ríe sarcásticamente).

Después de saludarlo con un apretón de manos, subí a mi auto, gracias a Dios no me habían robado mi arma, mi padre me mataría si perdiera una de “sus nenas” es así como les gustaba llamarlas a sus dos pistolas preferidas. Pero no era joda, las calles estaban vacías, el típico escenario del fin del mundo, autos prendidos fuego, cuerpos tirados por la calle, paredes y vidrios pintados con sangre con sus típicas manos estampadas. Seguí mi camino y pude salir del pueblo, la misma escena se repetía una y otra vez, un cementerio estaría más animado, me dije a mi mismo. Pero cuando estaba cruzando el ultimo pueblo recuerdo como un tipo estaba apuñalando un cuerpo frenéticamente, lo peor que había un niño llorando, pero para mi sorpresa, por lo poco que escuché del niño me helo la sangre, por lo que deduje eran padre e hijo y el cuerpo era el de su madre, el niño sólo le preguntaba al padre; papá, ya no se va a levantar, ¿verdad? ¿No se va a levantar de nuevo?

¿Pero qué mierda significaba eso? El cuerpo era una coladera después de tantas apuñaladas recibidas, Dios que mundo. Seguí hasta que había dejado ese pueblo y sólo faltaban 11 kilómetros, de repente un llamado me interrumpe, no se le entendía un carajo, había tantos gritos que no podía entender nada.

—Gaby cuidado, caminan…por Dios……mi padre….

—Nahuel no se entiende, se entre corta, estas bien? ¿¿Qué está pasando en el pueblo??

—No…habla…para….

—¿Nahuel? ¿Hola? ¿Hola? ¡Mierda! ¿Qué carajos fue eso??!!! (vuelve a sonar el celular)

—¿Y ahora qué? (una llamada entrante de mi padre).

—Hijo dónde estás? La…situación…se está agravando aquí.

—Papá estoy llegando, me faltan 3 kilómetros, ¿estás bien? ¿Cómo que se está agravando? ¿qué está pasando? Nahuel me llamo diciendo…

—Eso no importa…sólo…ven aquí… no puedo…tu madre…yo…Dios... Sólo... ¡Sólo ven aquí ya!!

—¿Qué? ¿Mamá? ¿¿¿Qué paso??? ¡Ya estoy llegando, aguanta por favor!

Su débil tono de voz me alarmo más todavía, no importaba nada más tenía que llegar. Al entrar al pueblo, observé que el paisaje era el mismo, pero ahora había gente corriendo por todos lados, algunos más heridos que otros, por Dios vi a una persona con la cuenca de los ojos vacíos.

—Carajos! (por distraerme choque a dos personas que se me cruzaron).

Baje enseguida y no llegue a preguntar “¿estás bien?”

—CARAJOS! Esa mirada en sus ojos, que mierda estaba pasando, subí lo más rápido posible al auto, esas cosas se arrastraban hacia mi dirección.

Al llegar a mi casa observe que la reja de la puerta estaba caída con muchos cuerpos alrededor de las ventanas, pero ¿qué mierda paso acá?

Empezó a llamar a mi padre, pero no contestaba, el miedo se apodero de mí y recordé la ventana del baño, sólo se podía ingresar por el techo por lo que supuse que mi papá al saber que venía la dejaría abierta, subí al techo y por suerte si estaba abierta, al ingresar, me encontré con una tétrica escena.

—¡Papá, papá! ¿Dónde estás? (sentí un ruido en la cocina y fui enseguida a comprobar sólo para caer de rodillas del terror.

—Papá! ¡No! ¿¿¿Qué paso??? Por Dios¡! (él estaba acostado al pie del mesón con una mano haciendo presión a una herida en su cuello y con la otra se tapaba el estómago, al comprobar su zona abdominal estaba cortada dejando expuestos sus intestinos.

—Papá. ¿Qué? ¿¿Qué??

—Hijo…espera…antes que nada tu madre…no pude hacer nada…lo siento…lo siento tanto. Atacaron nuestra casa, eran tantos, cuando llegamos anoche tu madre no se sentía nada bien, así que se acostó…y reposo toda la noche, al día siguiente, antes de este ataque vi que tenía una herida en su hombro derecho…pero nunca me lo dijo, entonces la Iara prendió sin querer la tele, el ruido atrajo a ese grupo de afuera. Puse a tu hermana a salvo en esa habitación y me puse a matar a esas cosas, al acabar con el ultimo…estaba revisando una ventana, cuando sentir que alguien estaba caminando hacia mí, pensé que era tu hermana, pero…al decirle “papá ya te atiende” sentí un dolor tremendo en el cuello, al golpear y zafarme de ese agarre, era tu madre…que al estar a su alcance clavo sus dos manos en mi ombligo y desgarro mi vientre, de una patada la hice retroceder hasta su pieza y la puerta se cerró con ella…pero el golpe sólo abrió más mi herida. Hijo antes que nada tu hermana…mi sol…estaba en esa habitación…yo no pude hacer nada, sus gritos, puede que este escondida en su ropero, esas cosas no saben abrir puertas por lo visto, tengo esa fe, hacerme el favor hijo, hace lo que yo no pude…

Mis lágrimas empezaron a caer, sabia a lo que se refería.

—Mamá…está bien papá, trata de no moverte, contuve mis lágrimas al pararme al frente de esa pieza, que recordare hasta el fin de mis días, al abrir despacio la puerta, vi a mi madre en el centro, estaba en cuatro patas.

—NOO!!!! ¡MAMÁ! NOOO!! (giro su mirada hacia mí, esos ojos, no le di tiempo a levantarse para correr hacia mí que jalé el gatillo y de un disparo en su cabeza callo muerta, sentí los llantos de mi padre en la cocina y no era para menos…).

—Mi pequeña traviesa…… (decía mientras caí de rodillas al lado del cuerpo de mi hermana).

Ella le abrió su estómago y desprendió su garganta, su sonrisa de ángel, fue remplazada por la de un gesto de dolor, la luz de alegría que siempre vi en sus ojos se corrompió y en cambio sólo quedo la oscuridad por el horror de su sufrimiento.

No podía parar de llorar al quedarme parado en la puerta de esa pieza, mire a mi padre, lentamente empecé a levantar mi arma hacia mi cabeza,

—Primero Sofía, ¿después esto? (un grito de mi padre me hizo parar).

—NO HIJO!! NO LO HAGAS ¡VENI PARA ACA!

Mi padre secándose sus lágrimas y usando sus últimas fuerzas se arrastras hacia mí, con la mano que sostenía la herida del cuello me abrasa débilmente la pierna y mirándome a los ojos, me empezó a decir; hijo escúchame bien, sé que parece que todo esto está perdido…pero siempre abra motivos por el cual pelear y no bajar los brazos, la vida puede darte estos tragos amargos…depende de uno mismo tomarlos y crecer, volverse más fuerte y seguir adelante. Yo no tenía motivos por el cual vivir…tu madre me los dio, por esa razón tienes que creer que siempre abra personas a las cuales proteger y dar tu vida si es necesario…cuando eras un niño y te entrenaba en todo lo que sabes, temía que tu corazón se nublara de maldad o peor…creerte superior a los demás, pero cuando decidiste lo que querías estudiar me alegre…porque mis dudas fueron respondidas. Siempre fuiste respetuoso con personas que demostraban su destreza y valor en combates, te armaste de valores humildes y al querer entenderlos mejor…sabía que lo había hecho bien como padre, yo, nunca supe lo que era cariño paternal…ya que tu abuelo murió en un combate cuando era pequeño, pero hijo, estoy orgulloso al ver el hombre que eres a pesar que te guste putear al aire, no quita lo buena persona que eres, gracias hijo, te amo desde que te tuve por primera vez en mis brazos, levántate de este gran tropezón o te vas quedar en el suelo? Por favor…ningún padre tendría que ver morir a sus hijos…recuerda, puede que en este mundo la maldad parezca gobernar, pero siempre habrá esas personas que sean la luz de toda esta oscuridad, haz lo correcto…porque es lo correcto Gaby…(una tenue sonrisa se esboza en su rostro) ¿sabes?... días atrás me llamaron de los altos mandos para estar preparados para un estado de emergencia, pero me negué y colgué, no quería estar separado de mi familia, mi mayor amor…y al morir aquí…me llena de paz y alegría, no puedo pedir mejor lugar donde descansar, escucha bien, parecerá una locura, pero quiero que vallas de tu abuelo, si antes que diga imposible, no, todo es imposible hasta que se hace…Escucha, seguramente quedan pocos días antes que caiga todo el sistema, toma…llama a este número, es de un colega, está un poco loco, pero es un hombre de honor, le salve el culo más de 5 veces por lo cual me dijo cuándo necesite un favor que lo llame, la deuda entre hombres se cumple…por eso…sé que lo hará. Si hay una forma de llegar con tu abuelo es con él, cuando ese loco conteste di sólo esto <<cuando la muerte me llame, con una sonrisa le diré que me espere 5 minutos>> él te contestará y se dará cuenta que vas de mi parte, dile…que…lamento no poder ver su horrible cara…pero que lo veré pronto jaja…mi cuerpo…ya…no responde… hijo…hazle un último favor a tu viejo…Repite tu código conmigo.

—Cortesía…integridad…perseverancia…espíritu indomable…

—Cortesía…inte… (el esfuerzo para que mi voz no se quebrara era enorme) inte…gridad…perse…verancía…espira…espíritu indomable.

Al decir lo último, vi que tosió sangre, entonces me miro por ultima ves y me dijo;

—Recuerda…hijo…espíritu indomable…hijo…espíritu indomable…por favor…no…dejes…que vuelva…. ¡Dispárame en la cabeza …te amo! (después de eso sólo sonrió y bajo su mirada).

No espere un sólo segundo más y le dispare, hice lo mismo con mi hermana, pude sentir como había un grupo de esas cosas afuera pero no me importo un carajo, estaba en shock con las últimas palabras de mi padre que todavía resonaban en mi mente, tarde unos 20 minutos en reaccionar, entonces mi nuevo objetivo por el cual seguir peleando, es por ellos, si mi vida acaba, me asegurare de llevar a varios conmigo. Esas cosas transformaron a mi madre, mato a mi padre y hermana, no voy a dejar que tengan un festín con sus cuerpos. así que puse sus cuerpos en el centro de la sala, a la Iara entre ellos dos, busque su otra pistola y me dirigí al estudio privado de mi padre, me puse su pistolera de hombro y también busque su masa de arma que le había sido regalada de un coleccionista inglés, resplandecía como si fuera nueva, su filo estaba intacto, lo mejor era que no pesaba nada, mi mano se movía sola por así decirlo. Tanto entrenamiento con bastón valió la pena.

Busque un poco de comida, medicina y algo de municiones que quedaban en la casa. Estaba listo, busqué un poco de gasolina y fui hacia la cocina.

—No van a hacer cena de nadie, como los antiguos griegos, merecen un funeral de héroes y que sus cenizas se las lleve el viento.

—Pero ¿qué? (sentí los frenos de un auto y disparos fuera de mi casa).

—Esa voz…Nahuel llamándome, era el momento del adiós.

Dejé caer un encendedor y rápidamente empezó a prenderse fuego la cocina, de una patada abrí la puerta, tumbando a 2 de esas cosas, tomando la maza rápidamente revente la cabeza de 1 y al querer incorporarse el otro la maza ya había tirado la mitad de su cabeza a la calle.

—Es como portar una pluma de arma.

—Gaby! (grito Nahuel mientras disparaba, corrí lo más rápido que pude y al subir al auto su padre acelero).

—Por Dios santo que bueno estás bien hermano, pero tus…

Mi triste mirada respondió lo que iba a preguntar, de un fuerte abrazo calmo mis ganas de llorar. Observe que su madre no lo había conseguido, Nahuel explicó; cuando llegue a casa ese barrio era un caos, intentaban robar en todos lados, pero con tiros de advertencia se marchaban. Nos mantuvimos bien y tratando de saber la situación en general, nos enteramos de que la mayoría de la población en Latinoamérica había sido infectada.

—Pero….

—Pero ¿qué? ¡Contesta!

—Bueno, es otra fase del virus, no es sólo lo que viste, mira esto me lo paso un amigo de México, lo filmo hace poco, desde una ventana.

El video empezaba con el caos en distrito de México, algo parecido a lo que sucedía acá, muertos comiendo gente, policías intentando eliminar a estos, otros huyendo.

—Mira justo ahora (dice Nahuel).

—Qué bostas es eso????

Lo que me hizo cagar las patas, era que los árboles se iban cayendo, hasta que se pudo ver la causa de ello. Era como un gorila de carne que estaba persiguiendo a un grupo de personas que pesar que no era de buena calidad el video, se pudo apreciar, sus ojos, parecía estar poseído. El grupo se mete a una casa y el bicho en su intento de atraparlos, ya que, el grupo al ver que esa cosa había ingresado, escapan por una venta y la criatura queda atrapada en un marco de la puerta.

El video concluye ahí nomás porque un avión se estrella en esa casa y hace mierda todo.

—Viste? Te dije que era otra fase (dice Nahuel).

—Y cómo mierda no vimos eso acá?

—Será que todavía no paso?...

—Bueno, bueno… (interrumpe el padre de Nahuel) ¿Gaby, a dónde vamos?

—Sí, sobre eso….

Después de explicarle el plan a los dos les parece una buena idea ya que en las noticias decía que en estados unidos lo tenían más controlado, la verdad, no me guiaría por las noticas, pero es lo que hay.

Sólo a 100 kilómetros de Córdoba decidí llamar al número que me dio mi viejo.

Contestó una voz que sólo dijo; sólo 6 personas tienen este número, ¿quién carajos sos?

—Cuando la muerte me llame con una sonrisa le diré que me espere 5 minutos.

—Para darle tiempo a mis hermanos de armas caídos que preparen mi llegada. Sólo un hombre sabe esa frase, deduzco que eres su hijo o pariente ¿no?

—Su hijo. Él está por fin esta descansando.