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Santiago es un joven gay de buenos sentimientos, con un corazon muy generoso. Lleva años buscando un amor paternal y esto lo motivó a trabajar en una casa de abuelos. Después de varios años tratando de llenar este vacío, al fin llega alguien que logra llamar su atención para lo que busca, al momento siente una conexión muy fuerte, pero su suerte lo hace dudar cada minuto de la historia, porque el señor Ricardo es un anciano de creencias muy antiguas y sus sentimientos no dan paso a una persona como él, donde hace de su vida un infierno. El joven siente algo tan grande que no pretende rendirse por nada del mundo haciendo todo lo que esté a su alcance, el viejo piensa que es una batalla tremenda lo que vive día a día. Entre buenas intenciones, esfuerzos, insultos y menosprecios, el destino los llevará a una cruzada aún mas grande, donde las pequeñas cosas tendrán sentido en momentos muy delicados, porque la vida va tan de prisa que si te detienes a pensarlo ya se fue.
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Seitenzahl: 119
Veröffentlichungsjahr: 2021
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RENSY VELASQUEZ
Velasquez, RensyCafé con sabor a lluvia / Rensy Velasquez. - 1a ed. - Ciudad Autónoma de Buenos Aires : Autores de Argentina, 2021.
Libro digital, EPUB
Archivo Digital: descarga y online
ISBN 978-987-87-1855-2
1. Narrativa Argentina. 2. Novelas. I. Título.CDD A863
EDITORIAL AUTORES DE [email protected]
Queda hecho el depósito que establece la LEY 11.723Impreso en Argentina – Printed in Argentina
Desde niño siempre tenia una imaginación algo poco común en comparación de los otros niños que me rodeaban, recuerdos fugases de escribirles cuentos a algunos compañeros para alguna que otra tarea, esto se me daba con una facilidad única, desde ese entonces todos me decían que escribiera, a ese momento le doy gracias, cada ves que narraba una historia que fuera alguna vivencia le dedicaba mucha pasión, drama, fantasía. Mi primera obra escrita y actuada en secundaria fue un total fracaso, porque según mi profesora no alimentaba a la cultura ya que la historia trataba de venganza, a ese momento le doy gracias. Un gran compañero de secundaria claramente me dijo un día loco deberías dedicarte a la escritura, a ese momento le doy gracias, la historia de café con sabor a lluvia la vi completa un día viendo la lluvia al lado de un amigo incondicional, doy gracias por ese momento. pasaron los años escribía y escribía pero esto solo se quedaba en una libreta vieja empolvada, hasta el día que llego una persona a mi vida para darme el impulso de escribir mi primer libro, me convenció su forma de enamorarse en cada párrafo, de su ilusión en cada historia, su inocencia ante cualquier historia de la libreta, doy gracias enorme por esos momentos.
Porque cada sueño es una realidad y cada realidad es un sueño.
Las calles de cualquier ciudad son una gran obra de arte, todo depende de cómo lo veas. Santiago camina por la vereda muy serenamente deleitándose del arte de los grafitis en las paredes rumbo al trabajo, joven gay de 27 años de edad, extrovertido, dinámico, siempre lleno de mucha energía, muy atractivo, delgado, de cabello negro siempre planchado, color de piel canela suave, gusta de vestir muy sencillo pero estando a la moda, hoy va con su atuendo original de trabajo, uniforme de pantalón con camisa azul marino y zuecos de goma blanca por ser enfermero en una casa de ancianos. Para combinar algo el atuendo y no andar así unicolor por la vida, lleva una mochila blanca donde lleva sus pertenencias personales como cepillo dental con dentífrico, peine con una plancha para el cabello y una muda de ropa para cualquier evento inesperado. En sus audífonos blancos suena música de su agrado, observa que el día está radiante, perfecto como para un picnic, deja que el sol de las 7 de la mañana descanse sobre su rostro, la radio da el pronóstico del tiempo e indica que empeorará por la tarde con lluvias y fuertes ventarrones; se recomienda tomar previsiones porque será hasta tarde en la noche, en ese momento se encuentra parado en una luz roja de semáforo esperando para cruzar, ve el cielo, respira profundo, cierra los ojos, piensa: tan hermoso día y se arruinará, suspira y sonríe. Continúa su curso hasta llegar a su cafetería favorita, el café de allí lo enloquece, es un delirio, no imaginaría su vida sin este café, empezar el día sin ese café sería una falta de respeto para su humanidad.Entra con un buenos días super alegre, saluda a las personas que se encuentran dentro sin importarle quiénes son, si los conocía o no, ya era algo habitual hacerlo, siente que es una manera de animar a otros, es consciente de que algunas personas se molestan al ver a otros felices y hasta se gana puteadas, pero también sabe que algunas logran sentir las buenas vibras y el día se les mejora, así sea a una sola, con eso es feliz. Como es costumbre pide su café favorito.Santiago: Hola, señor Joao, ¿cómo ha estado? Me da lo de siempre, ya sabe, ja, ja, ja.Joao: Santi, qué bueno verte, nos tenías preocupados, ¿cómo te sientes? –pregunta con alegría.Santiago: Sí, ya bastante mejor, ja, ja, ja.Como siempre se lo sirven para llevar, tiene la costumbre de destapar el café, llevárselo cerca de la boca, lo aspira muy profundamente, cierra los ojos, mueve la cabeza muy lentamente de forma afirmativa, en ese momento parece que el tiempo se congelara, el aroma es único, totalmente embriagante, no se puede imaginar algo mejor para empezar la mañana, aun con los ojos cerrados le dice al señor:Santiago: No puedo creer que existan personas a las que no les guste tomar café, mi vida no tendría sentido, extrañaba esto, señor Joao, gracias por venirse de Brasil. –El señor Joao lo escucha y sonríe. Él continúa–: Como hoy será feo por la tarde, deme una dona de chocolate rellena de mousse de chocolate.Se la despachan, ve la hora en la pared del local y ya casi es la hora para que entre a trabajar, está a 2 cuadras y decide seguir caminando tranquilamente para seguir disfrutando del sol, nada ni nadie arruinará su café mientras el día esté así.
El asilo de ancianos es una casaquinta de 3 pisos ubicada en una provincia muy tranquila con mucha vegetación, no está muy apartada de la ciudad, pero sí lo suficiente para dar paz y tener suministros cerca, posee 15 habitaciones con alto confort y adaptadas para su necesidad apartando una adicional que es exclusiva para el personal de la noche, en la entrada las paredes de ladrillos cubiertas de vegetación. Al pasar por el pasillo puedes observar varios cuadros de algunos artistas que han albergado con el tiempo, cuando llegas a la recepción se puede escuchar música de ópera o instrumentales, algunas también creadas por algunos famosos que lograron estar aquí, por ende es una de las mejores del país, por su calidad y prestigio, lleva por nombre TREN AL RETIRO, haga que este viaje valga la pena.El joven enfermero llega a la recepción donde coincide con Vanessa, chica delgada, alta, muy linda, parece modelo de pasarela, siempre anda muy elegante, 34 años de edad, cabello claro y ojos color miel, al verlo se vuelve loca.Vanessa: Santiii, mi more, ¿cómo estás? Te extrañé un mundo entero, no te miento, ja, ja, ja qué alegría verte. –Lo abraza y no lo deja hablar, él sonríe–: ¿Cómo te sientes?, cuéntame, Pero, bueno, no te quedes callado solo riendo, ja, ja. Santiago: Ja, ja, ja, ya estoy bien, también te extrañé bastante.Vanessa: Te ves delgado, fue muy fuerte la bronquitis esta vez, ¿verdad? Si necesitas más tiempo te puedes ir tranquilamente, el jefe vino ayer y me lo comentó.Santiago: No, chica, tranquila, ya me siento mucho mejor, además tampoco es para tanto, ¿y tú qué me cuentas? Te ves divina hoy, mmjumm, ¿vas de cacería? Ja, ja, ja.Vanessa: Ja, ja, ja, nada de eso.Caminan hasta la oficina de Vanessa sin parar de hablar y de reír.Vanessa: Bueno, mi more, te pongo al día con el trabajo, la señora Josefina ya no está con nosotros, así que tendrás un nuevo paciente a partir de hoy, creo que llega a la tarde.Santiago: Tan buena la señora Josefina, que el Señor la tenga en su gloria bendita y eterna.Amén, se escucha por parte de los dos.La mañana pasa con suma tranquilidad, todo va relajado con la rutina de siempre. Santiago se pone al día con los pacientes y arregla el cuarto desocupado para tenerlo preparado para el siguiente, aprovecha el tiempo a su totalidad, prefiere estar prevenido. Esto para él es común hacerlo, ya tiene alrededor de 7 años trabajando allí y está muy a gusto, todos lo conocen y es un maravilloso compañero de trabajo, como es de esperarse de un sitio como este, los pacientes rotan constantemente y no le gusta apegarse por más que les sienta estima y sabe perfectamente cómo desempeñar su trabajo sin sentirse afectado.Recién empieza la tarde, el cielo hace pensar que es de noche, la oscuridad reina las calles, algunas gotas de lluvia empezando a caer acarician el pavimento de la ciudad, los árboles se agitan con mucha fuerza desprendiéndose algunas de sus hojas y quedándose en las veredas esperando ser arrastradas por la corriente que se avecina, se escucha el primer relámpago, parece un cristal partiéndose en 20, los destellos hacen un majestuoso juego de luces iluminando todo en tan sombría tarde, los estruendos son tan fuertes que hacen temblar las ventanas, muchos saltan del susto en el asilo, algunos despiertan de sus siestas matutinas otros ni siquiera pueden conciliar el sueño, se vuelve difícil para todos los enfermeros.Llega una ambulancia del hospital general, es poco usual que lleguen pacientes de allí, la mayoría son de clínicas o directo de sus casas y todos con sus parientes acompañándolos, debe ser alguien muy especial, piensa Santi, al estar asomado por la ventana de uno de sus pacientes, observa que dos hombres bajan a un señor en sillas de ruedas que parece de unos 80 años o más, en ese momento llega un compañero y este le dice:—Ese debe tener unos 100, ja, ja, ja, quizás sean pocos todavía, ja, ja, ja. Santi lo ve y le hace gesto de que no es chistoso, sale de la habitación dirigiéndose a la administración, supone que es su próximo paciente, en eso que va caminando sin apuros escucha un alboroto y gritos de una voz gruesa tan fuerte que los relámpagos no se lograban escuchar, parecía como si afuera no estuviera pasando nada y el mundo se venía abajo allí dentro.Señor: ¿Por qué putas me bajan así sin un paraguas?, mal paridos, qué poca ética para ser algo tan costoso –grita molesto.Vanessa: Buenas tardes, señor, disculpe el inconveniente, no estamos acostumbrados a recibir pacientes con este clima. –Lo recibe.Señor: Qué buenas tardes ni una puta mierda, ve cómo estoy todo mojado –voltea y ve a la chica–, pero ahora pensándolo mejor sí se ven muy buenas, un placer, soy Ricardo. Vanessa: Mucho gusto, soy Vanessa, la administradora de TREN AL RETIRO, es un honor para nosotros recibirlo.Mientras están en la oficina la administradora le empieza a explicar.Vanessa: El asilo consta de un personal calificado para así garantizar mejor comodidad, esto se maneja de la siguiente manera:
3 enfermeros empiezan sus labores 7 a. m. y terminan a las 4 p. m., cada 1 atiende un piso donde presta servicio de 4 a 5 pacientes máximo, de esta manera se puede manejar mejor para brindar calidad en el servicio.2 personas de limpieza encargadas de limpiar y asear pasillos y baños de todo el recinto.Turno tarde:3 enfermeros que comienzan su jornada a partir de las 3 p. m. hasta las 10 p. m., igual que los de la mañana, cada uno atiende un piso, 2 personas de limpieza encargadas de todo igual que el turno de la mañana.
2 enfermeros, cuya jornada comienza a partir de las 10 p. m. hasta las 7 a. m., a pesar de atender a todos, su labor es solo chequear que todo esté en orden con los pacientes a la hora de dormir, y una persona de limpieza.Si tiene alguna duda pregúnteme lo que desee, ¿sí?Ricardo: ¿Se puede salir con las empleadas de aquí?Vanessa: Eso no es posible –lo corta–, ¿tiene su historial médico a la mano?Ricardo: Tengo mis medicinas, pero no tengo ningún historial de nada.Vanessa: Quizás a los chicos de la ambulancia se les olvidó, voy rápido para pedírselos, no tardo.La chica sale caminando de prisa, apura el paso hasta la entrada y desde la puerta se da cuenta de que la ambulancia continúa allí y les hace seña con las manos para que se percaten de ella, pero los intentos son fallidos, cuando está pensando en salir voltea para tratar de localizar algo para taparse de la fuerte lluvia y ve al señor detrás de ella, se asusta.Ricardo: EYYY, HIJOS DE PUTA, NO ME ENTREGARON LOS PAPELES –grita a todo pulmón.Vanessa: Señor Ricardo, por favor aquí –es interrumpida.Ricardo: No me des las gracias, pasarela, tranquila, aquí estaré para servirte. –Le pica el ojo.Los de la ambulancia bajan ofendidos.Chofer: Viejo chota, qué te crees. –Molesto.Ricardo: No tengo la culpa de que seas un inútil de mierda, no pudiste entregarle los papeles a la señorita.Ayudante del chofer: Viejo pelotudo, inútil serás tú.Ricardo: Anda a cagar, la puta que te remil parió, pendejo forro.Vanessa: Señores, por favor, esto no es un bar, así que les pido por favor se tranquilicen, deme el registro médico del paciente por favor, se lo agradezco. –Trata de calmar las cosas.Ricardo: No les pidas favores a estos vagos de mierda, es su trabajo y no tienes por qué… –Lo interrumpen.Vanessa: Usted cállese y deje de empeorar las cosas, este es mi trabajo.Ricardo: Mal agradecida, se cree la más por estar buena. Vanessa respira muy molesta.Ayudante del chofer: Señorita, si gusta, lo devolvemos.Vanessa: No es necesario, deme los papeles por favor y muchas gracias, disculpen el inconveniente.Chofer: Termina de darle los papeles y ya larguémonos de aquí, ellos que vean qué hacen con este viejo forro.Vanessa: ¿Y las medicinas? –pregunta ya muy alterada.Ayudante del chofer: Las tiene ese viejo de porquería desde que salimos del hospital y no se las quiere dar a nadie.Santiago mientras se acerca escucha todo el caos, apresura el paso y llega donde está el señor aun discutiendo en una silla de ruedas, pelea, insulta y demás cosas, en ese momento ve a Vanessa corriendo a la administración junto al ayudante del chofer, sin entender qué sucede también corre y entra a la oficina.Santiago: ¿Qué sucede? ¿Ese es mi paciente nuevo? –pregunta con nervios.Vanessa: Sí, sí, dame un segundo que lo registro. –Desesperada.Santiago: Dame las indicaciones para subirlo y después te los traigo para que lo registres. Vanessa: Espera un momento, puedes ir llevándolo a la habitación y después vienes a buscar las indicaciones, mientras lo registro.Santiago: ¿Te das cuenta de todo el escándalo que tenemos? Va a alterar más a todo el asilo, entonces si lo llevo a la habitación sin saber qué debo darle es probable que sea peor, por favor dame y después que lo acomode te los traigo.Vanessa: Sí, lo sé y las medicinas que están recetadas por el doctor del hospital, las tiene el señor en sus manos, no se las quiere entregar a nadie, trata de sacarlo de aquí rápido.