Cazadores de letras - Ana María Shua - E-Book

Cazadores de letras E-Book

Ana María Shua

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Beschreibung

En cada una de sus obras comprobamos, como ella apunta, que sus propuestas esenciales y breves están despojadas de carne, escapan a la lógica, son como fantasmas que burlan al lector poco atento. En el presente volumen se reúnen sus cuatro libros: La Sueñera, Casa de geishas, Botánica del caos y Temporada de fantasmas. A ellos se unen un grupo de inéditos bajo el nombre de Fenómenos de circo.

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Ana María Shua

Cazadores de letras

Ana María Shua,Cazadores de letras

Primera edición digital: mayo de 2016

ISBN epub: 978-84-8393-500-2

© Ana María Shua, 2009

© De la fotografía de cubierta: Silvio Fabrykant, 2009

(Redes, Palma de Mallorca, 2004)

© De esta portada, maqueta y edición: Editorial Páginas de Espuma, S. L., 2016

Voces / Literatura 116

Nuestro fondo editorial en www.paginasdeespuma.com

No se permite la reproducción total o parcial de este libro, ni su incorporación a un sistema informático, ni su transmisión en cualquier forma o cualquier medio, sea este electrónico, mecánico, por fotocopia, por grabación u otros métodos, sin el permiso previo y por escrito de los titulares del copyright.

Editorial Páginas de Espuma

Madera 3, 1.º izquierda

28004 Madrid

Teléfono: 91 522 72 51

Correo electrónico: [email protected]

LA SUEÑERA

 

Una tarde en que [Kafka] vino a verme (aún vivía yo con mis padres), y al entrar despertó a mi padre, que dormía en el sofá, en vez de disculparse dijo de una manera infinitamente suave, levantando los brazos enun gesto de apaciguamiento mientras atravesaba lahabitación de puntillas:

«Por favor considéreme usted un sueño».

MaxBrod,Kafka

 

 

1

 

Para poder dormirme, cuento ovejitas. Lasocho primeras saltan ordenadamente por encima delcerco. Las dos siguientes se atropellan, dándose topetazos. La número once salta más alto de lo debido y baja suavemente, planeando. A continuación saltan cinco vacas, dos de ellas voladoras. Las sigue un ciervo y después otro. Detrás de los ciervos viene corriendo un lobo. Por un momento la cuenta vuelve a regularizarse: un ciervo, un lobo, un ciervo, un lobo. Una desgracia: el lobo número treinta y dos me descubre por el olfato. Inicio rápidamente la cuenta regresiva. Cuando llegue a uno, ¿logrará despertarme la última oveja?

 

2

 

Un grito entra por la ventana. Si lo dejo salir, volverá a molestarme. Rápidamente bajo las persianas yme entiendo con él. Le propongo sonar libremente en los horarios que prevé el reglamento. Él es frugal. Yo soy generosa. Sin embargo, la convivencia nos resulta imposible. A la larga, dormir toda la noche con un grito reprimido suele traer dolores de cabeza.

 

3

 

Estoy bien despierta por ahora, acostada en el bordedeun sueño hondo. El fondo no se ve. El aguaesviscosa y corrupta. A veces, salen monstruos. Sin embargo, no me asusto. En la vigilia estoy seca y segura: un palazo bien dado y zácate, monstruo alagua. Lástima que con tanto ajetreo no voy apoder dormirme nunca.

 

4

 

Quiero dormir. Ante los Dioses del Sueño, postrada, imploro. Este es tu sueño me responden furiosos. Entonces, quiero despertar. Caminarás, me ordenan, por un largo pasillo. Hallarás dos puertas. Una de ellas guarda tu despertar. La otra, la más monótona de las pesadillas, que es la muerte. Debes abrir una: el azar o tu ingenio pueden favorecerte. Camino por un largo pasillo hasta alejarme de los Dioses del Sueño. Veodos puertas.Junto a ellas, inmóvil, espero. Creado por Dioses tan poderosos como los del sueño, tarde o temprano sonará el despertador.

 

5

 

Apenas cierro los ojos, me caigo. Con los ojos abiertos, busco la grieta. No encuentro solución de continuidad en el aire.

En las sábanas hay hormigas, pero no huecos. Alcolchón no lo reviso: para mí, es como un hermano. Todo bajo control, vuelvo a dormirme. Apenas cierro los ojos, me caigo.

 

6

 

En la selva del insomnio no es necesario internarse. Crece a mi alrededor. No hay bestias más ferocesque los grillos. En un claro, creo divisar elsueño. Me acerco lentamente, acallando, para no despertarlo, el rumor de mis pasos. Sin embargo, cuando recojo lared, está vacía. Para volver a encontrar la pista tengo muchos recursos: enumerarlos árboles del bosque,olvidarlos, concentrarme en el curso de las aguas de un río, tomar café con leche (varias tazas), recordar hacia atrás o haciaadelante. Entre tanto, por un momento, me distraigo, y el sueño se arroja sobre mí. Me duermo tan feliz que no recuerdo ya quién era el cazador y quién la presa.

 

7

 

Quebrado su frágil sueño, se levanta. De unextremo a otro recorre la habitación, desesperado. Una y otra vez ataca la fuente del ruido, tratando de eliminarla o alejarla. Ojeroso, vencido, cae por fin y se duerme, acunado por su propio agotamiento. Quépoco dura tu frágil sueño, mi pobre mosquito. Quépronto lo quiebran de nuevo mis pasos insomnes.

 

8

 

Jadeando, llego a los límites de un sueño. Puedo cruzarlos de un salto y estaré a salvo. Sin embargo, tomo mi lanza y me preparo. Si huyo, vencida, hacia el despertar, mi derrota no tendrá fin. ¿Acaso volveré a soñar alguna vez el mismo enemigo?

 

9

 

Fumando, me quedo dormida. Del otro lado, soy feliz: es un buen sueño. El cigarrillo cae sobre la alfombra y la enciende. La alfombra enciende la cortina. La cortina enciende la colcha. La colcha enciende las sábanas. De la casa queda sólo un montón de cenizas. Del otro lado, sigo siendo feliz: ya nada puede obligarme a despertar.

 

10

 

La mesa cruje con una pena tan profunda que se desgarran casi todas sus moléculas. Yo, indiferente. Lamesa insiste en dirigirme la palabra. Yo, indiferente. Tímidamente trata de obtener mi atención rozándome con la pata. Yo, indiferente. Esa mesa no tiene la menor decencia, se indigna el sillón de pana. Yo, avergonzada. La cubro enseguidita con un mantel y me vuelvo a la cama.

 

11

 

Mientras duermo, no estoy aquí. En mi ausencia, podrían rebelarse los objetos que domino en la vigilia. Despierta, busco inútilmente las señales de la rebelión. Sin embargo, tan fácilmente no se me engaña: todas las mañanas, por las dudas, castigo a los cabecillas.

 

12

 

¿De qué materia están hechos los sueños? Desconozco los suyos, caballero. Los míos están hechos de queso gruyer y son muy ricos, un poquito picantes. Eso sí: con los agujeros hay que tener cuidado.

 

13

 

Consulto textos hindúes y textos universitarios, textos poéticos y textos medievales, textos pornográficos y textos encuadernados. Cotejo, elimino hojarasca, evito reiteraciones. Descubro, en total, 327 formas de combatir el insomnio. Imposible transmitirlas: su descripción es tan aburrida que nadie podría permanecer despierto más allá de la primera. (Esta es la forma 328).

 

14

 

Acurrucada, aterrada, cada célula aprisionada en lasvibraciones de mi sangre, corazón, pulso. Sinpoderrecordar la razón del horror, la pesadilla. ¿Despierta? ¿Dormida? ¿Despierta?

 

15

 

Mientras duermo, un terremoto destruye la ciudad. Los edificios caen como castillos de dominó. A la mañana, el espectáculo es terrible. Como no me gusta, vuelvo a dormirme. Mientras duermo,una invasión de termitas devora casi todo. A lamañana lasencuentro sobre la sábana. Como no me gusta, vuelvo a dormirme. Mientras duermo, el río crece tanto que me despierto húmeda. Como no me gusta, vuelvo adormirme. Mientras duermo,el tiempo avanza demasiado rápido. A la mañana, ya estoy en otro siglo. Como soy curiosa, me levanto y me voy a pasear.

 

16

 

En la oscuridad confundo un montón de ropa sobreuna silla con un animal informe que se apresta a devorarme. Cuando prendo la luz, me tranquilizo, pero ya estoy desvelada. Lamentablemente, ni siquiera puedo leer. Con la camisa celeste clavándome los dientes en el cuello me resulta imposible concentrarme.

 

17

 

En la cola, el público se enoja. Unos claman contrael gobierno y otros contra el desgobierno. En su ventanilla, el funcionario, impasible. Pero esehombreestá dormido, se agita delante mío unseñor calvo. No señor, los que estamos dormidos somos nosotros, le explica una señora en voz muy bajita (el que se despierta pierde el turno). Muchas horas después doy mi nombre en la ventanilla sólo para descubrir que me he equivocado de sueño.

 

18

 

Es realmente una exposición muy amplia. Seexhiben, entre otras cosas, efectos personales, árboles enanos, lugares comunes, desodorantes, armónicas alemanas, tostadoras eléctricas, esperanzas de pobre, entelequias, fanegas, sinéresis y samovares. No se puede decir que la selección sea totalmente arbitraria: algunos árboles enanos son, por ejemplo, efectos personales, muchas sinéresis resultan armónicas. Todo me interesa. Me detengo a preguntar el precio de un tranvía pero no me lo quieren vender. De todos modos no traje vías para llevármelo.

 

19

 

En la oscuridad, un montón de ropa sobre una sillapuede parecer, por ejemplo, un pequeño dinosaurio en celo. Imagínese, entonces, por deducción y analogía, lo que puede parecer en la oscuridad el pequeño dinosaurio en celo que duerme en mi habitación.

 

20

 

Si con el calor sucede que las paredes de su cuarto se ablandan como manteca (y comienzan, incluso, a derretirse un poco), no prenda el aire acondicionado. De todos modos, para usted ya es demasiado tarde y el gasto de electricidad sería inútil.

 

21

 

Con petiverias, pervincas y espicanardos meentretengo en el bosque. Las petiverias son olorosas, las pervincas son azules, los espicanardos parecen valerianas. Pero pasan las horas y el lobo no viene. ¿Qué tendrá mi abuelita que a mí me falte?

 

22

 

Hay neones y lebistes. Hay peces luchadores deSiam. Los neones se mueven en bandadas. A los lebistes les flamea la cola. Los peces luchadores de Siam se llaman betas y comen vibrátiles tubifex.Todos son tropicales. Las altas temperaturas los favorecen. En mi cabeza, se reproducen con facilidad.

 

23

 

El primer grito me alza la piel en un estremecimiento verde. El segundo grito se me hunde en los ojos y es una brasa. Al tercer grito reconozco mi voz y me despierto.¿Qué viste?, me preguntan. Ojalá lo supiera, contesto yo. Pero es mentira.

 

24

 

Cerca de la superficie la presión no es muygrande y se ven algunas formas transparentes que podrían tomarse por medusas. Más abajo comienzo a reconocer algunos rostros que en el nivel siguiente sevuelvenamenazadores. A más profundidad me atacan, los ataco yo, hay sangre. Si se tratara del mar, atraeríamos tiburones. Cuando la situación se vuelve intolerable,de un solo impulso vigoroso vuelvo a la superficie. Sé que a veces, en algún punto del descenso, el placer es enorme. Sé que ese punto es otro cada vez. Sé que buscarlo es inútil.Sé que ni siquiera existe siempre. Sé que sólo la casualidad puede llevarme a él. Sé que cada noche volveré a bajar para encontrarlo.

 

25

 

Mi papá no está contento conmigo. Me miramás triste que enojado porque sabe que le oculto un secreto.Estás muerto, quisiera decirle. Pero tengomiedo de que no venga más.

 

26

 

No se preocupe, me dicen. Cuando se despierte no se va a acordar de nada. Y cosen rápidamente la abertura. Cuando me despierto, en efecto, no me acuerdo de nada. Recuento mis órganos internos,compruebo mis sentidos y todo parece estar en orden. Sin embargo, sé que me falta algo. Eso me pasa por dormir demasiado pienso: uno se despierta con dolor de cabeza. (La cicatriz es invisible. Para ser tan chiquitos, tienen muy buenos cirujanos).

 

27

 

Desde el hueco de un árbol, me llama un caballero.Sálveme, señorita, me ruega. Hace ya variossiglosque me encuentro encantado, esperando a la doncellaque venga a liberarme. Yo no soy señorita, maleducado, soy señora, le contesto ofendida. (Un caballero de varios siglos es demasiado viejopara mí).

 

28

 

Otros se preocupan por las oscilaciones del mercado del bismuto. A mí, en cambio, me divierten: oscilo con ellas, me columpio.

 

29

 

Si un inglés que conozco pero no reconozco azuza sus abedules contra mí y enarbolando un gimnoto palpitante intenta amonestarme, no me amilano. En pocas palabras lo mando al infierno en su lengua de origen. Una persona culta como yo es capaz de soñar en tres idiomas.

 

30

 

No reconozco el paisaje. La gente es amable perodistraída. En la ciudad oscura me encuentro perdida. La guía Peuser no me ayuda para nada. Más vale que se despierte, me dice una voz malhumorada. Este sueño no es el suyo. En vez de despertarme, me duermo más profundo. ¡Qué soñante tan poco hospitalario!

 

31

 

Abro la canilla pero el agua se niega a salir. Para llamarla, los sioux proponen cierta danza que reproduzco sin resultados. Acercando un fósforo encendido,intento atraerla. Una gota bien dirigida lo apaga: del chorro, ni noticias. Como la portera no sabe nada y en Obras Sanitarias me atienden mal, decido ir a las fuentes. Apenas me acerco a la orilla, el Río de la Plata se retira amontonándose en la costa uruguaya. Yo al plomero no lo llamo: por un problema así, me va a cobrar un ojo de la cara.

 

32

 

Pelando zanahorias me corto un dedo. De la herida brotan gotas de alquitrán que manchan el parquet. Tratando de limpiarlo, hago un agujero en el piso. En el departamento de abajo hay una reunión de cátedra. Entre los profesores estoy yo. Al levantar la vista me descubro espiando. Eso te pasa por pelar zanahorias, me digo, muy enojada.

 

33

 

Cruzo un río atravesando un puente. A nado cruzootro río. El tercero lo cruzo en un bote. A lo lejos se divisa otro río. Extraña comarca, le comento a mi acompañante. ¿Faltan todavía muchos ríos?Tantoscomo puedas cruzar sin despertarte, me contesta sin boca.

 

34

 

Froto con entusiasmo el velador. El genio aparece enseguida, pero se lo nota cansado. Puedo convertir en realidad cualquiera de tus sueños, me anuncia, utilizando la fórmula ritual. Qué tranquiladormiría si pudiera pedirle lo contrario.

 

35

 

Mi papá no está cómodo en su sillón de pana. Cualquiera puede notar que se disuelve. Parahacerlo pensar en otra cosa, le hago preguntas sobre elpreciointernacional del cobre. Hablando se distrae y le datiempo a mamá de preparar la cena. Pero todos sabemos que está muerto.

 

36

 

La Comisión de Pesadillas se reúne todos los juevesa las seis de la tarde. El presidente habla siemprede sus problemas personales. El secretario hace, por lo general, una moción de orden. Una secretaria toma notastaquigráficas que traerá mecanografiadas a la sesión siguiente. Los miembros de laComisión de Pesadillas toman mucho café y nunca se ponen de acuerdo. Entre tanto, llega la noche, nada se ha decidido, se opta por volver a utilizar el material de siempre y se pospone para el jueves siguiente todo ordenamiento, toda renovación. Se duermen así, apoltronados en mis neuronas. Con funcionarios tan poco eficientes, no es extraño que mis pesadillas sean caóticas, repetidas, terribles.

 

37

 

Un baño de inmersión caliente antes de acostarse es lo mejor para dormir tranquila, me aconsejamamá.Cómo se ve que no conoce a la loca de mi bañadera.

 

38

 

Antes de despertarme riego los helechos y vuelvo a poner en su lugar las historias que saqué del archivo. Barrer no me gusta: prefiero encargárselo a los otros. Cuando me vuelva a dormir quiero encontrar todo en orden.

 

39

 

¿Qué es esto?, me pregunta papá, señalando una lámina de la enciclopedia. Es un zapote, digo yo, que soy chiquita pero instruida. El público ovaciona. Un mal día el zapote escapa de la enciclopedia. Yoestoy muy crecida y no debería tener miedo, peroel zapote también creció. Lo grave, en todo caso, es que papá ya no puede defenderme.

 

40

 

Entre las dos me inmovilizan las piernas. Su contacto me quema. Después se me enroscan en los brazos. Me tapan la cara hasta que me falta el aire. Esta vez estoydecidida: sábanas de poliéster nocompro más. Son verdaderamente traicioneras.

 

41

 

El sueño es privilegiado territorio del pecado. Terrible lugar donde se cumplen y se castigan los deseos que nada satisface.

 

42

 

Los objetos no siempre resultan amenazadores. A veces, incluso son amables. Los domingos a la mañana, sin ir más lejos, la mesita de luz me trae el desayuno a la cama.

 

43

 

Lo reconozco enseguida: todo un señor de traje ycorbata. Qué distinto que estabas anoche, picarón, me gustaría decirle. Usted ha soñado, jovenzuela,me respondería él, muy serio. Y hasta es posible que tuviera razón.

 

44

 

Interpretando con mi flauta dulce una vieja melodía, atraigo a tres lombrices que viven en la maceta del gomero. Toque algo de los Beatles, me piden, respetuosas pero con ganas de bailar. Como yo no sé más que el arrorró, las tres se quedan dormidas sobre el parquet. Antes de despertarme las vuelvo a poner en la maceta y las arropo bien con tierra suelta.

 

45

 

La caja de fósforos se abre sola. Salen dos fosforitos. A grandes bocados se comen la pizza que quedó sobre la mesa. Cuando terminan, se devoranel uno al otro hasta la nada. De la caja salen otros fosforitos voraces y van derechito hacia un señor. Empiezan por los zapatos. ¡Corten!, grita el director. Pero ya nadie le hace caso.

 

46

 

En un lugar que a veces es París me tienensecuestrada. En vez de correr hacia la derecha ola izquierda, las calles giran en redondo. Hay un notable exceso de escaleras. Elijo siempre las que van hacia arriba. Sin embargo, por más que subo, no consigo emerger de abajo de la frazada. ¡Es tan duro París para los inmigrantes pobres!

 

47

 

Cuidado, señora, me dice mi analista. Nos aproximamos a la zona de los rápidos. Acostada boca arriba en el diván, se me llenan las orejas de lágrimas. Algunas piedras emergen en la correntada. Pasito a pasito intentamos el cruce. En la mitad, pierdopie. Para nocaerme, me aferro a la peluca de la doctora, que se me queda en las manos. Veo a mi analista, con su propio pelo pegado al cráneo, hundiéndose en la catarata de mi angustia. Y, doctora, le grito desde la orilla, ¿para qué le sirven ahora sus honorarios?

 

48

 

Los calamares no me atemorizan. En señal de amistad, trenzo y destrenzo sus tentáculos. Despuésde todo, soy casi una de ellos: yo también sé jugar a esconderme con nubes de tinta.

 

49

 

El sector de mis sueños está bien protegido.Doblecerca de alambre de púa, dragones con cola de perro, centinelas armados. Sin mi permiso no dejan entrar a nadie. A mí, en cambio, me meten a la fuerza.

 

50

 

Se me permite a veces tener visitas. Yo mismolas ayudo a cruzar la frontera. Les descubro, gentil, las bellezas del paisaje: los blancos totales,los negros profundos, las mil variaciones del gris. Con mis visitas lo comparto todo. ¿Será por eso que nunca quieren volver?

 

51

 

Ciertos personajes se han jactado de visitar el mundo de los muertos. No necesito demostrar que eso es imposible: los muertos no viven todos juntos. En cambio, existe un mundo intermedio en el quenuestrosmuertos propios nos visitan. Llamarloses inútil. Vienen a vernos cuando quieren y, lo que es peor, como quieren.

 

52

 

En las películas los sueños se indican con columnitas de vapor, con oscurecimiento de la imagen, con vaselina en la lente o con la atenuación de los sonidos. En los sueños, las películas son mudas porque no sonnecesarios los sonidos para que conozcamos las palabras. En las películas es fácil distinguir delresto la secuencia de un sueño. Los sueños no sedividen en secuencias. A veces la primera actriz essólo espectadora y las películas se resisten a permanecer en la pantalla, invaden la sala, se desbordan.

 

53

 

¡Bájese!, me gritan desde la calle. A deslizarme por una cuerda no me animo: me quemaría las manos.¡Bájese de la mandolina!, vuelven a gritarme los bomberos. Esos ignorantes no saben distinguir una mandolina de un laúd.

 

54

 

En la cola hay enanas rubias, empleadas del gobierno, extranjeras y descocadas. A todas les danel carné.¿Qué es eso?, pregunta el doctor, señalando la mata de azaleas que me crece en la axila. Son sólo tulipanes, florecen en verano, contesto yo, para disimular. Pero él me pone un sello colorado y ya no puedo entrar en la pileta.

 

55

 

En las persecuciones y los ataques la parálisis es frecuente. Se recomienda en esos casos friegas con agua de Busilis en las piernas y en los brazos y sobre todo, de ser posible, gritar y despertarse.

 

56

 

A veces me despierto de visiones horribles, agitada, angustiada, llorando. Para calmarme le pido a mi marido que me deje apoyar la cabeza en su cuerpo y me abrace bien fuerte con todos sus tentáculos.

 

57

 

En la legislación de algunos países el estado de ebriedad es agravante en la comisión de ciertos crímenes. En mi país, en cambio, atenúa la pena. Antes de irse a dormir, conviene emborracharse por las dudas.

 

58

 

Perderse en una densa oscuridad no es tan malo. Mucho peor es esa oscuridad liviana y negra capaz de penetrar por cualquier hendidura. En el cuerpo tenemos grietas suficientes como para permitir cada noche la infiltración constante que nos va oscureciendo las entrañas, tapándonos los ojos desde adentro, hinchándonos de nada.

 

59

 

En la reunión de consorcio se discute el aspectoexterior de la vivienda. No todos aceptan renovar la pintura, la mayoría está disconforme con la limpieza general. Contra cierta familia muy ruidosa todos están de acuerdo. Una votación decide, por unanimidad, expulsarlos en breve plazo de mi cuerpo.

 

60

 

Apenas me despierto, mi ropa se apresura a colgarse de las perchas. El espejo se abraza a la pared como si nunca la hubiese abandonado y el velador vuelve a la mesita de luz con el paso cansado de un noctámbulo a la hora del desayuno. Cuando abro los ojos, todos están más o menos en su lugar. La cómoda, para disimular, silba un tango bajito. Si no fuera por el desorden de mi ropero, podría creer que aquí no ha pasado nada.

 

61

 

Crece el porcentaje de oscuridad en el aire. Tanalto es que se condensa ya en gruesas gotas sobre las superficies blancas. No sólo la respiro: puedopalparla con las yemas de los dedos en los objetos que me rodean. En esta situación, será mejor mantener los ojos bien cerrados. Tanta oscuridad podría revelar las imágenes que oculto detrás de los párpados.

 

62

 

Con una honda derribo mariposas. Las mariposas nomueren. Heridas, llorando, se arrastrana mi alrededor. Con el talón les aplasto las cabezas. Aún así, destrozadas, intentan vuelos rotosque sirven solamentepara salpicarme de sangrey otras sustancias semilíquidas. Inesperadamente se reaniman: con las garras abiertas y las cabezas aplastadas colgando de los cuellos, se lanzan sobre mí. Y qué lejos me llevarían miscuatro desesperadas patitas si algún desgraciado no me hubiera clavado la cola contra un tronco.

 

63

 

Sé que en el fondo de la taza, la borra de café dibujami destino. Para conocerlo bebo durantehoras,durante días enteros el líquido que lo oculta. El líquido es oscuro, inextinguible. Beberlo para siempre es mi destino.

 

64

 

Con los ojos cerrados la luz del sol golpea violentamente sobre mi cara impidiéndome pasar a un sueño más profundo. Trato de desviar la vista para evitarla pero me sigue. Finalmente me veo obligada a abrir los ojos para sumergirme otra vez en la oscuridad.

 

65

 

Es cierto que tengo miedo de abrir algunas puertas.Para controlarlo empleo métodos yogas ymétodos caseros, pero el miedo también tiene sus recursos. Espera que logre dominarlo. Espera que pueda abrir la puerta. Espera pacientemente del otro lado para abalanzarse sobre mí.

 

66

 

Considéreme usted un sueño, dice el señor K. con voz infinitamente suave para no despertarme, mien-tras corre en puntas de pie por mi habitación. El muy ingenuo pretende hacerme creer que no lo es.

 

67

 

Considéreme usted un sueño, dice el señor K.parano despertarme, mientras corre en puntas de pie por mi habitación. ¿Es que acaso algún sueño verdadero podría atreverse a interrumpir el mío?

 

68

 

Considéreme usted un sueño, dice el señor K. para disimular, mientras corre en puntas de pie por mi habitación. Pero si usted es un sueño, señor K.,¿qué queda para mí?

 

69

 

Despiértese, que es tarde, me grita desde la puerta un hombre extraño. Despiértese usted, que buena falta le hace, le contesto yo. Pero el muy obstinado me sigue soñando.

 

70

 

Con una mueca feroz, chorreando sangre y baba,elhombre lobo separa las mandíbulas y desnuda los colmillos amarillos. Un curioso zumbido perfora el aire. El hombre lobo tiene miedo. El dentista también.

 

71

 

Una trufa de las grandes me espera en el camino. ¿En qué kilómetro estamos?, me pregunta, haciéndose la distraída. En vez de contestarle me acomodo las plumas y apuro el paso. De los que me persiguen conozco solamente el tamaño feroz de las cuchillas. Cerca ya de una granja, mientras el filo separa en dos el aire sobre mi vientre, me despierto por fin, con el hígado estremecido. Y sé que no volveré a comer paté.

 

72

 

En casa, después de una fiesta, me mandan a lacama a dormir. Entre los pólipos del Bósforo reinanotrascostumbres. La música no requiere sonido para vibrar en cada cuerpo. Se obsequia a los invitados con colores, pedúnculos y nueces. Cuando la fiesta termina, me mandan a la cama a despertarme.

 

73

 

Habéis desobedecido mi orden, dijo el Señor aAdán y Eva. Y sin darles otra oportunidad, los despertó de golpe.

 

74

 

Yo todo lo consulto con mi almohada porque la sé de buen juicio. Ella me escucha en silencio y me responde con sensatez. En la conversación interviene la frazada. (Al final, siempre le hago caso al colchón, que es un irresponsable).

 

75

 

Desnuda de plumas la piel de sus rostros, los alimoches suelen formar colonias. Reunidos en gran número, oscurecen el cielo. A esta peculiar circunstancia se le da también el nombre de noche.

 

76

 

Esto no es obra de un ser humano, dice el caballero de levita, contemplando las huellas profundas y sangrientas que se hunden en la carne. Vamos, adulón, exagera usted, le digo yo, modestamente, con las garras metidas en los bolsillos.

 

77

 

De los vegetales de hojas perennes, ninguno se reproduce tan rápidamente como mi biblioteca. Sus vástagos, sus brotes y retoños amenazan con asfixiarme en primavera.

 

78

 

Mi cara en los sueños no coincide con mi cara en el espejo. Mi cara en el espejo no coincide con mi cara en las fotografías. Mi cara en las fotografías no coincide con mi cara en movimiento. Mi cara, decididamente, no coincide.

 

79

 

Cuando a un niño se le cae un diente, los ratones le ponen un regalo debajo de la almohada. Esto sucede durante el sueño. Cuando a un ratón se le cae un diente, no pega un ojo en toda la noche, por las dudas.

 

80

 

¿A cuánto los tomates, don Matías?, le pregunto cortésmente al verdulero. Esos no son tomates, me dice él: son marsupiales. ¿A cuánto los marsupiales, don Matías?, le vuelvo a preguntar, siemprecorrecta. Yo no me llamo don Matías, me dice él: me llamo Spencer Tracy. Pensándolo bien, es posible que ni siquiera sea verdulero.

 

81

 

Sé que estoy haciendo algo que me gusta, aunque desde aquí no puedo distinguir de qué se trata. Date vuelta, me digo, para verme la cara. Pero no me obedezco. Ante semejante rebeldía, debería imponerme un ejemplar castigo. Si no logro obediencia de mí misma, ¿qué puedo esperar del resto de mi tripulación interna?

 

82

 

Cuando oigo que mi tía rebudia como un jabalícualquiera, no me le acerco. Me armo con un cucharón embebido en zumaque y trato de mantenerla a raya hasta que suene el despertador.

 

83

 

Sueño con un canguro. Ese sueño carece de sentido nacional, me dicen en tono admonitorio: es un sueño australiano. Pero el canguro se queda dormido y suena con un ñandú. Gracias a su sueño generoso, el mío es aprobado por la censura y hasta obtiene una subvención. Sin embargo, yo sigo sumergida en su bolsa: si el canguro se despierta, preveo un futuro con muchos altibajos.

 

84

 

Si sueñas con un oso, te traerá desgracia. Si sueñas con rabanitos, ganarás mucho dinero. Sí sueñas con piedras preciosas, cuídate de las morochas. Si sueñas con lombrices, puedes caer en algunatrampa. Si sueñas conmigo, lo lamento: soy una verdadera pesadilla.

 

85

 

El verdadero valor de los cuentos de Sherezadano residía en su atractivo sino, por el contrario,en su hipnótica monotonía. Gracias a sus aburridísimas historias fue la única entre las múltiples esposas del sultán que logró hacerlo dormir todas las noches. Protegido de las torturas del insomnio, el sultán recompensó a Sherezada con el mejor de los premios: su propia vida. Los cuentos que componen la colección que se conoce como Las mil una noches –y que, en verdad, no carecen totalmente de interés– fueron creados muchos años después por la bella Dunyasad, hermana menor de la sultana, para entretener a sus reales sobrinos.

 

86

 

Mientras Sherezada cuenta, el sultán se quedadormido. Por un momento, el relato y el sueño se confunden. Después, cada uno toma su propio camino. Dunyasad, la hermana menor de Sherezada,escuchafascinada la historia hecha de palabras.El sultánprefiere sus sueños: historias vestidas de imagen,ilógicas y extrañas, distintas cada noche, en las que él y sólo él es siempre el personaje principal.

 

87

 

¿Qué deseas?, pregunta el genio escondido en la lámpara. Seguir soñándote siempre, le contesto. Es el único de tus sueños que no puedo realizar, se lamenta el genio. Sólo Alá puede evitar que despiertes algún día.

 

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En campo abierto me encuentro con un antiguo amor que usa pantalones cortos. ¿Por qué te afeitaste la barba?, le pregunto. Pero no sabe. ¿Por qué te peinaste con gomina?, le pregunto. Pero no sabe. ¿Por qué viniste a campo abierto? Para encontrarme con un antiguo amor, me contesta.

 

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¿Qué le hubiera gustado ser si no fuera lo que es?, le pregunta el periodista a la vampiresa. Me hubiera encantado tener sangre de periodista, contesta ella, más interesada en su yugular que en su micrófono.

 

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Mientras duermo, me crece la nariz. En sus grandes fosas anidan equinodermos. Sus crías son numerosas y se alimentan de su propio nido. A medida que crecen, mi nariz se reduce hasta adquirir su forma habitual. Al despertar, no tengo más que sacudir a los equinodermos de las sábanas para que todo vuelva a la normalidad. Algunos, sin embargo, ya han desovado sobre la almohada. No lo lamento: si no fuera por ellos, ¿qué tamaño tendría mi nariz?

 

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Calefactores eran los de antes. Sabían pedir querosén parados sobre las patitas traseras. Calentaban el salón acariciando lascivamente las paredes y el piso, ahuyentaban a las visitas con sus grandes ojos colorados, y sólo les faltaba hablar.

 

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