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"Diego E. Suárez apela al reciclaje, a la separación de lo que no se pierde y se transforma en otra cosa, como eje para estructurar este libro de poesía. Como fondo de cada poema, leemos lo que queda y lo que sobra, lo que se prioriza y lo que abona una nueva forma y un nuevo contenido. El poeta selecciona, descarta, borra… y rehace. Y es así como este poemario nos introduce en una nueva manera de concebir la propia escritura, hecha de hilachas, de coloquialismos, de palabras ajenas, de tachar y volver a escribir: Eso sí: tejer, sigo tejiendo,/ pero con otros materiales,/ puros retazos que a su manera/ buscan dar calor. El poeta se convierte más que nunca en ese demiurgo, dueño absoluto de su obra: A fin de cuentas, por si alguien quisiera romperme el poema, yo ya lo entrego hecho añicos. Cada línea nos anticipa que puede tener densidad o ser de humo, germinadas de cuestiones invisibles como los recuerdos, que también se reciclan en la memoria. Y, al final, nos quedamos con una sensación de belleza cuando el poeta nos entrega este deseo: Que el poema sea un espejo de agua tallado en piedra" (Patricia Severín). La fotografía de tapa es de Verónica C. Elizalde Carrillo.
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Compost
Diego E. Suárez
Editorial Palabrava
Diagonal Maturo 786
Santa Fe
www.editorialpalabrava.com.ar
Colección Rosa de los vientos
Directora de colección: Patricia Severín
Coeditoras: Viviana Rosenzwit y Susana Ibáñez
Diagramación y tapa: Álvaro Dorigo y Carla Aquilanti
Diseño de Colección: Álvaro Dorigo y Noelia Mellit
Queda hecho el depósito que marca la ley 11.723
Primera edición en formato digital: Marzo de 2024
Versión 1.0
Digitalización: Proyecto451
ISBN edición digital (ePub): 978-987-4156-70-9
Suarez, Diego E.
Compost / Diego E. Suarez. - 1a ed. - Santa Fe : Palabrava, 2024.
Libro digital, EPUB - (Rosa de los vientos ; 31)
Archivo Digital: descarga y online
ISBN 978-987-4156-70-9
1. Poesía. I. Título.
CDD A861
Dedicado
con amor
a Verónica,
Francisco
y Lisandro.
La poesía es un medio de redención.
WALLACE STEVENS
11
COMPOST
Era marzo, fui al fondo
y vi la posibilidad.
Parecía fácil: se apilan
desechos orgánicos
sobre materia seca,
se agrega tierra,
se mantiene húmedo,
de vez en cuando se remueve.
Con el tiempo, todo
se convierte en abono
negruzco, granuloso, nutritivo.
Quién pudiera apilar así
pesadumbres, culpas,
faltas de ternura, capa
sobre capa y mezclar
hasta hacer de eso
algo fértil.
12
Ahora ya es del año
la estación florida
y vuelvo al fondo.
Hundo mis dedos
en el nombre del planeta.
Pienso: quién pudiera.
13
EPISODIO
Viniste. El silencio
desprolijo de la siesta
transparentaba tu cuerpo
y caminaste a mi lado
por un poema ajeno.
Si las bolsas de plástico tardan
alrededor de 150 años
en descomponerse, quiere decir
que la Tierra andará todavía
indigestándose con el envoltorio
de las galletitas que comimos
en nuestro último paseo
cuando pueda devolverte la visita.
Hoy vino mi madre a visitarme.
MARÍA TERESA ANDRUETTO
14
EN TORNO AL CRISOL
En torno al crisol de porotos y tíos,
el aceite popular enciende la lumbre de la conversa
y vamos yendo de regreso al bulbo del habla,
dorado secreto a voces preservado en el tiempo.
La tonada resplandece
como el ñandutí
en el centro de la fórmica.
Alguien admira el instante,
toma nota y se ilumina por dentro.
a la tribu Fariña
15
ABISMAL
“Es abismal...” decían
en algunas casas de familia
y otras escuelas.
“Es abismal...” sobre todo
“... la diferencia”. “La diferencia
es abismal”, decían.
Y vos ahí, rodeado de vegetación
con la ropa, la memoria y el corazón
teñidos de rojo. Inconcebible
en tu infancia y juventud
cualquier terreno escarpado.
Desde luego, la diferencia
sigue siendo abismal.
Aunque nadie te lo diga.
16
QUINIELA
Ayer me traje por las calles
polvorientas de la niñez
una copia carbónica de la suerte
con cifras sacadas de sueños,
horóscopos y cábalas
jugadas por mis adultos
de forma infantil
a la cabeza.
Yo también arriesgaba
unas monedas, a los diez.
Lo más importante que saqué
en limpio fue que en ésta,
como en otras apuestas,
saber perder