Contame un cuento - Mirian J. De Castillo - E-Book

Contame un cuento E-Book

Mirian J. De Castillo

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Beschreibung

En "Contame un cuento", una serie de relatos cortos te llevará a un viaje a través de lo desconocido, lo mágico y lo profundamente humano. Desde sombras que esconden secretos familiares hasta objetos inanimados que cobran vida, cada historia ofrece una ventana a mundos donde lo ordinario y lo extraordinario se entrelazan. Acompaña a los personajes en sus travesías personales, llenas de misterio, reflexión y asombro, mientras descubren las verdades ocultas detrás de sus experiencias cotidianas y sobrenaturales. "Contame un cuento" nos invita a pensar y reflexionar desde la fantasía, desde lo misterioso, y a encontrar valores para atesorar.

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EPUB
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Seitenzahl: 67

Veröffentlichungsjahr: 2024

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MIRIAN DE J. CASTILLOGASTÓN EZEQUIEL CANTARELLI

Contame un cuento

De J. Castillo, MirianContame un cuento / Mirian De J. Castillo ; Gastón Ezequiel Cantarelli ; Ilustrado por Gladys Noemí Pizzi. - 1a ed - Ciudad Autónoma de Buenos Aires : Autores de Argentina, 2024.

Libro digital, EPUB

Archivo Digital: descarga y online

ISBN 978-987-87-5801-5

1. Relatos. I. Cantarelli, Gastón Ezequiel II. Pizzi, Gladys Noemí, ilus. III. Título.CDD A863

EDITORIAL AUTORES DE [email protected]

Ilustraciones: Gladys Noemí Pizzi

Tabla de Contenidos

La misteriosa sombra

Esta es la vida de Manu

Ciudad alegría

El ladrón de chocolates

La harina que no quería ser bizcochuelo

Siento unas vocecitas

Raúl

La tecla

Mariquita

Pasos contados

A nuestros hijos Santino y Mateoque son la bendición más grande que Dios nos dio

La misteriosa sombra

Siento que esta historia que les voy a contar los va a perturbar. Bah, nos va a perturbar, porque mientras se las cuente voy a sentir esos escalofríos que viví.

Todo sucedió tras una casualidad, viendo una grabación familiar vieja, donde percibí algo que antes no había visto. Movimientos fuera de lo normal, es como si mis ojos vieran algo pero mi mente registrase otras cosas del más allá. Me costó mucho decodificar lo que veía.

Fui a la casa de Tino, mi mejor amigo, y entre los dos volvimos a rever las cintas para que él me ayude a descubrir lo raro de la filmación.

Eran las 22 horas y 13 minutos cuando nuestros ojos se abrieron, nos miramos y quedamos boquiabiertos, locos después de semejante misterio. Recuerdo haber visto el video muchas veces, retrocedíamos y adelantábamos la cinta hasta el cansancio, nos generaba miedo pero también curiosidad por volver a ver la imagen. Pero minutos después ocurrió algo terrible, creo que lo peor de la noche. Se nos ocurrió ver el reloj y eran las 3 de la mañana y tenía que regresar a casa, era una decisión difícil, de tanto ver la filmación tenía miedo de viajar solo. Tino llamó a un remis y a los minutos estaba en la puerta esperando por mí. El chofer tocó bocina y sentí en ese momento que era una bocina salvadora, digo salvadora porque no regresaría solo a mi casa.

Una vez adentro de casa, prendí todas las luces, aunque no sabía si era buena idea, pero mi instinto hizo que las prendiera. Y ahora les quiero contar que es lo que vimos en esa cinta familiar.

Como bien les conté, era una filmación de hace más o menos 9 años atrás, se estaba festejando un cumpleaños, creo que de mi tío… no, no, no, era de mi prima, la Miri, le decimos así porque ella vino del campo para finalmente vivir en la provincia, no sé si tomó una buena decisión, pero lo bueno es que estamos más cerca. Bueno, sigo… y en una secuencia del video vemos que detrás de nuestra abuela había una sombra, hasta ahí todo bien, era su sombra porque justo una luz la iluminó, pero de repente esa sombra se esfumó y desapareció de detrás de mi abuela, es una imagen que pasa rápido tampoco tan rápido porque pudimos verla con claridad. Lo loco es que con Tino notamos que era una sombra con un tono de color diferente al que tiene cualquier sombra y eso nos hizo pensar e investigar.

Les juro que esa noche no pude dormir buscando información y también viendo fotos viejas de mi familia, pero nada pude encontrar. Ya eran largas horas de la noche y caí exhausto del cansancio.

Al día siguiente me desperté tardísimo, mi despertador fue la necesidad básica después de despertar, visitar el baño, creo que de tanto ver y buscar información no fui. Me lavé la cara, los dientes y desayuné algo.

Mi cabeza seguía rondando en esa sombra. Me estaba atormentando. Lo peor es que yo estuve en esa fiesta, claro, era más chico y la verdad que no percibí nada raro. Estuve gran parte de la fiesta cerca de mi abuela y hasta bailé con ella, pero nada.

De pronto se me vino a la mente Teo, el loco de las máquinas, le decimos así porque es verdad, le gusta mucho todo eso de las computadoras.

Lo fui a buscar a su casa porque necesitaba que me hiciera una copia de la filmación familiar para dársela a Tino, ya que él me dijo que me iba a acompañar en esta travesía llamada la “sombra viva”, ja! Está bueno el nombre, ¡recién se me ocurrió!

Una vez con la copia en mano, se la llevé a Tino para que la tenga, vuelva a verla y me ayude buscando información sobre sombras. Googleamos la palabra sombras y salió de todo menos lo que buscábamos, ¡hasta una banda de cumbia!

Lo raro es que no encontramos nada. Ahí es donde decidimos salir a recorrer la ciudad para observar las sombras de la gente. Vimos sombras de todo tipo. También observábamos sombras de coches, casas, árboles, de todo. Pero nada. Un detalle: la gente muy malhumorada, apurada, hasta parecía que su ánimo entristecía a su sombra.

Después de una larga caminata decidimos regresar, sin ver ni un resultado positivo. Nada claro teníamos. Y hasta estábamos comenzando a desanimarnos. Creíamos que con salir íbamos a poder observar y encontrar alguna respuesta. Se estaba poniendo un poco difícil.

Finalizando el día, quise volver a ver la parte del video donde esa sombra se separa del cuerpo de mi abuela, y es ahí donde se me ocurrió una idea. Esta idea se llamaría “abrir el juego” y ¿cómo es eso? Comenzar a buscar testimonios de familiares que hayan estado en esa fiesta. De a poco comencé yendo a ver uno por uno. Con previo aviso telefónico. Me sentía todo un detective tratando de investigar sobre un temible malhechor. Para este tipo de visitas utilicé una vieja estrategia. ¿Cuál era? ¡Llamarlos antes para que me esperen con algo rico para comer!

Los primeros de la lista fueron mis padres, porque como todavía no soy mayor de edad, vivo con ellos. Y recuerdo haberles preguntado de todo, pero al momento de llegar a la pregunta más importante, que era…

¿Han visto algo raro en la abuela?¿O en la fiesta? Y ellos me respondieron que ¡no!

Comenzaba de a poco a juntar testimonios muy importantes para esta gran investigación. Lo único malo es que como eran mis padres no les pude avisar con anticipación y ellos no me esperaron con nada rico. ¡Un bajón atómico!

Los siguientes de las listas son mis tíos. En esa segunda visita ya me fui un poco más equipado. Me llevé una birome y una libreta. Es ahí donde dejé registradas todas mis investigaciones.

Llego a lo de mis tíos, toco timbre y sale a recibirme mi tía con una gran sonrisa en su rostro. La verdad quiero mucho a mi tía, pero más la quiero cuando hace esas tortas deliciosas que siempre suele hacer para fiestas o cumpleaños. Entro a la cocina y ya siento un olorcito a rico, bah, no rico, riquísimo, una delicia. Se dirige al horno y saca una bomba de tiempo, una torta de las que me gustan, una hermosura de aspecto, un sabor… en cada bocado parecía que mi lengua se ponía a bailar. Es ahí donde me di cuenta de que algo no andaba bien. Era mi libreta y el lápiz que había llevado. No podía escribir mientras comía. Por eso traté de comer, comer, comer, preguntar y retener en mi mente las respuestas y también comer.

Después de pasar gran parte del día con mis tíos, les hago la pregunta más importante de la charla. Y ellos me respondieron con un rotundo ¡no!

Ya estaba un poco desconcertado, pero bueno, tenía que continuar con mi investigación, aunque antes tenía que mejorar un desperfecto técnico. Mi libreta y mi birome.