Conversaciones - Luis Ángel Ramírez Reyes - E-Book

Conversaciones E-Book

Luis Ángel Ramírez Reyes

0,0

Beschreibung

Una conversación se puede dar entre mi yo interior y lo que soy, en estas pláticas se crean recuerdos de mundos distantes y fantásticos donde nos solemos refugiar para separar el dolor de la realidad, de los deseos que quisiéramos alcanzar. En este diálogo consigo mismo se razona y se cuestionan los principios sobre los cuales cada uno de nosotros estamos parados y nos hacen preguntarnos quienes somos y que verdades ocultamos. Conversaciones, es una colección de estas comunicaciones que, inspiradas por los atardeceres, las constelaciones, los amores, las alegrías, las tristezas, las memorias y la simple existencia que tenemos al respirar; producen diálogos internos que tienen la sazón de la total oscuridad, mismas que son plasmadas en una hoja de papel o la solitaria luz de un celular. Este entramado de relaciones y situaciones que se viven en el poemario, tiene las nociones del mundo de un joven, con las cuales el lector se podrá identificar y pueda refrescar su mente para que el mismo pueda seguir un intercambio de ideas interior y realizar sus propios cuestionamientos o simplemente disfrutar las experiencias de vida.

Sie lesen das E-Book in den Legimi-Apps auf:

Android
iOS
von Legimi
zertifizierten E-Readern

Seitenzahl: 59

Veröffentlichungsjahr: 2025

Das E-Book (TTS) können Sie hören im Abo „Legimi Premium” in Legimi-Apps auf:

Android
iOS
Bewertungen
0,0
0
0
0
0
0
Mehr Informationen
Mehr Informationen
Legimi prüft nicht, ob Rezensionen von Nutzern stammen, die den betreffenden Titel tatsächlich gekauft oder gelesen/gehört haben. Wir entfernen aber gefälschte Rezensionen.



Índice

Introducción

Crepúsculo

Principito

Partida moderna

Perderse

Un muerto

Querer

Las Palabras

El peor día del mundo

Al final

La noche y el árbol

Calor

Solamente una noche

Indeciso

Metamorfosis

El dolor

El cielo

Nubes y nubes

Mia

¿Solos?

¿Aun?

Mi imperio romano

No le creo a las nubes

El marfil y el niño

No tengo pluma

Quiero

Nueva soledad

Motivos

Carta a tu vida

Me duele la cabeza

Debajo de la bombilla

Pensamientos de un columpio

Museos de Madrid

Quiero pensar

Metamorfosis II

Fuga de inspiración

Introducción

No se suelen comentar las conversaciones que uno sostiene consigo mismo cuando las horas de la noche envejecen, pero uno sigue siendo joven. Pero he decidido preparar para usted unas cuantas impresiones traducidas en letras.

A continuación, usted podrá encontrar una selección de conversaciones sostenidas con amores fallidos o inconclusos, con tardes de verano, otoño, invierno o primavera; conversaciones y preguntas que surgen de las inquietudes de un joven cualquiera, expresadas en palabras textuales y estetizadas para encontrar una mezcla que se asemeje a ser perfecta.

Al hacer un poema, una conversación, no se sigue siempre la misma receta, los ingredientes se van dictando según la ocasión para satisfacer el desahogo de quien estas palabras cena. Espero que usted en esta selección pueda encontrar lo que su corazón desea, ya sea la juventud, la pasividad o las lágrimas necesarias para solucionar un tema.

Sin más por agregar, apreciable lector, pasaré a convertirme en un par de letras.

Crepúsculo

Leve resplandor del ocaso

Ilumina esta tarde por siempre

Acaricia la vista un momento

Y graba en mi retina tu poema

Ligero arrullo sosegado en mis oídos

Una voz dulce como el agua en un río

Placentera soledad que es un dilema

Al estar frente a tus ojos incandescentes

Que enternecen mi alma plena

Como hombre que prende una vela

Una noche y la aurora me esperan

Solo el brillo que define las cordilleras

Reproduce el halo de tu castaña cabellera

Un dulce aroma de té y canela

Colores que se confunden con tu lisa piel

Que afortunado a veces se puede ser

Como un instante entre una vida y el fenecer

Que se atesora como la sombra de medio día

Que se abandona a la alegría en la agonía

Por eso cuando me veo en cama allá en la lejanía

Te convengo un verso que te diría

No hay otra cosa como a tu postre renacer

Llévame lejos, donde no haya otro atardecer

Que por más bellos que estos puedan ser

Siento que muero cuando los veo caer

Y si tus ojos iluminan mi cielo

Que la alegre muerte no acompañe mi velo

En el manto obscuro de astros ciegos

Que viva una sola lágrima de tu anhelo

Pues si tus ojos son la vida y el sol eterno

Que me riegue tu rocío

Y nunca agache el vuelo

Que si viviese toda la vida como mendigo

Una lágrima tuya, me dará tanto abrigo

Que viviré más pleno que un inmenso rico

Por eso se la gota que ilumina mi lámpara

Que por la noche tendré el día

Pues brillarás más que el alba

Y si me sientes partir no tomes la cámara

Sostén mis versos que son las verdades del alma

Principito

Mi sombra se pierde con la oscuridad a mi alrededor

Como un astronauta que queda a la deriva en el espacio exterior.

Las estrellas de mi cosmos son las luces de la ciudad, que como en el universo, se ven galaxias diferentes por cada ventana que hay.

Mi ser pensando en mi soledad, es algo que no pensaba volver a imaginar.

Pero prefiero pensar en mi incómoda paz, antes de pensar en tus risas hacia mí en ese pasado fatal.

A pesar que no se hacia que rumbo ir,

Me decidiré basándome en lo que mi corazón dirá

En este camino por los anillos de Saturno, recuerdo los de tus dedos inquietos, pensaré si perderme en el rojo y flamante fuego de Venus, parecido al de nuestro amor inflamado que ahora son sólo ecos; o quizás, tan solo dejarme llevar por la frialdad y gentileza de Neptuno, puede que sea lo adecuado para un viajante taciturno. me retiraré a un asteroide aislado de todos. Quizás algún día me visites en mi apartamento b-612. Verás la rosa en la que he puesto mis lágrimas, la rosa que me consuela y hace que viva con un ápice de esperanza.

Que me recuerda que no estoy solo, aunque en este asteroide solo estén los recuerdos y las cartas. Por los campos de Marte se percibe un aroma a melancolía, vaya apodo de ciudad, es una farsa. En ese anaranjado veré el final de mis días. Frente a mí se alzará una torre con mil enamorados y para mí, sus poemas se volverán elegías, mientras yo quede en un banco con mil rosas y un lindo zorro blanco y negro a mi lado. En sus fríos ojos de Urano buscaré el punto que me absorba como un hoyo negro hacia el descanso indefinido que se me ha negado. En sus colmillos de marfil buscaré el brillo de un destello. Buscaré la luz de una bella estrella lejana. Que por muy pequeña que sea, sé que me extenderá su palma.

Esta estrella será mi amada, ella me sanará de las espadas que has dejado en mi espalda.

Y curará las angustias que tiene mi alma, ya no seré un punto rojo, hoy acabo con tu tauromaquia.

Esa estrella, me guiará a un campo en órbita más cerca del sol, más cerca de la luna y más lejos de tu voz. Mientras me aleje sucumbiré al silencio, el vacío entrará en mí y desapareceré entre mil gritos sin escuchar y entre el alboroto de la máxima tranquilidad

Nadie me verá morir, nadie oirá mi vida marchar. Así fue cuando me dejaste tú y así será cuando no haya nada más. Así mi vida pasó y otra vida vendrá y volviendo a mi recámara despierto de este sueño sin final.

Partida moderna

Unos ojos miel con destellos carmesí,

Óleos de colores y neones

Cual si fuesen estrambóticos leones,

Reflejo de un semáforo a la distancia,

Un destello de locura en tu mirada,

Eso es pirotecnia para mí,

Tus pupilas inocuas como el agua

Atrapan como un globo a cualquiera en su mirada.

Una delgada línea divide su salida y entrada,

Pero es difícil percibir cuando ellos te atrapan,

Tu sonrisa pícara y una carcajada desencajada

Pareciese un inteligente comentario que mi mente alucina,

Fiel atiendo a tu conferencia sonora y rítmica,

Y analizo la vida desde una punta crítica.

Con la punta del pie en una pica

Barajando amores en la guerra de caricias

Caerán mil reyes por la suerte que para mí predicas.

Y ninguno podrá ganarme en la campaña por tu conquista,

Con los diamantes de tus cabellos opacas la luz más fina.

En el susurro de la noche te asemejas a un faro con rayos de perlas finas,

Que un mercurial destello en tus mejillas lisas