Cosas raras que se oyen en las librerías - Jen Campbell - E-Book

Cosas raras que se oyen en las librerías E-Book

Jen Campbell

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Un caballero pide el tocho más pesado (literalmente) que aflija las estanterías, otro necesita adquirir cincuenta y dos metros de lomos más o menos vistosos y un tercero quiere leer la edición débil de cierta obra. Una dama sospecha que las novelas de Dickens fueron escritas por su hermana Charlene, otra busca libros de color verde y una tercera pregunta por relatos donde Robin Hood no robe a los ricos. Demencias como éstas (e incluso más dementes) ocurren a diario en las librerías, esos templos de la inteligencia. El lector hallará aquí una colección de anécdotas pintorescas o definitivamente estrambóticas que le alegrarán la tarde con unas cuantas carcajadas y tal vez socaven la poca fe que aún pudiese tener en la sensatez de la especie humana.

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Cosas raras que se oyen en las librerías

Jen Campbell

Traducción de Bernardo Domínguez Reyes

BARCELONAMÉXICOBUENOS AIRES

A las librerías, a los heroicos libreros de todo el mundo y a nuestros leales clientes (sin los cuales, como es obvio, no venderíamos un maldito libro).

A los protagonistas de estas páginas, que me han sacado de quicio, me han puesto los pelos de punta y me han arrancado muchas sonrisas. Gracias a todos.

Historias de la Edinburgh Bookshop

La Edinburgh Bookshop (antes Children’s Bookshop) de Bruntsfield Place, Edinburgo, es una librería independiente cuyos propietarios son Vanessa y Malcolm Robertson, también dueños de la editorial Fidra Books. La mascota del local se llama Teaga, una leonberger vagamente parecida a la Nana de Peter Pan.

CLIENTE: Leí un libro en los años sesenta. No recuerdo el autor ni el título, pero la cubierta era verde y me reí mucho. ¿Lo tenéis?

CLIENTE: ¿Tenéis libros de Jane Eyre?

CLIENTE: Es una pena que los libros para adultos no lleven fotos. Te crías de niño con libros ilustrados y, de repente, te los quitan…

LIBRERO: Sí… La vida es muy cruel.

CLIENTE: ¿Tenéis una copia de 1986?

LIBRERO: ¿1986?

CLIENTE: Sí, de Orwell.

LIBRERO: Será 1984.

CLIENTE: No, estoy seguro de que es 1986. Siempre lo recuerdo porque nací ese año.

LIBRERO: ¿?

CLIENTE: Hola, quisiera devolver este libro.

LIBRERO: Por supuesto. ¿Tiene el recibo?

CLIENTE: Tome.

LIBRERO: Pero… Usted compró este libro en Waterstone’s.

CLIENTE: Sí.

LIBRERO: Esto no es Waterstone’s.

CLIENTE: Pero esto es una librería.

LIBRERO: Ya, pero no Waterstone’s.

CLIENTE: Ustedes forman parte de la misma cadena.

LIBRERO: No, lo siento, somos una librería independiente.

CLIENTE: ¿?

LIBRERO: Mire, por ejemplo: usted no devolvería en Zara ropa que compró en H&M, ¿o sí?

CLIENTE: Pues no, claro, porque son tiendas distintas.

LIBRERO: Exacto.

CLIENTE: Me gustaría hablar con el gerente.

CLIENTE: ¿Tenéis el libro…? ¡Vaya, he olvidado el título! Trata de unos tipos con pies enormes y peludos.

LIBRERO: ¿Habla de los hobbits? ¿El señor de los anillos?

CLIENTE: No, era… Tras la pista del Yeti.

CLIENTE: Disculpe, pero mis niños se están subiendo a las estanterías. ¿Está bien? ¿No se les caerán encima, verdad?

CLIENTE: Hola, tengo una pregunta. ¿Sabéis si Ana Frank escribió una secuela?

LIBRERO: ¿?

CLIENTE: Es que me ha gustado mucho el primero.

LIBRERO: ¿Su diario?

CLIENTE: Sí, el diario

LIBRERO: Pero… Ese diario no es una obra de ficción.

CLIENTE: ¿De verdad?

LIBRERO: Al final… Ella muere de verdad, por eso no hay conclusión en el libro. La asesinaron en un campo de exterminio.

CLIENTE: Uf… ¡Qué barbaridad!

LIBRERO: Sí, fue terrible.

CLIENTE: ¡Vaya, qué lástima! Era una autora muy buena…

CLIENTA(a su amigo): ¿Qué hay en esta sección de «crítica literaria»? ¿Libros que se quejan de otros libros?

CLIENTE: ¿Tenéis alguna novela negra que trate sobre las multas por exceso de velocidad?

CLIENTA: Hola, ¿dónde tienen los ejemplares de Amanecer? No veo ninguno en las estanterías.

LIBRERO: Lo siento, se nos han agotado los libros de Crepúsculo; pero pronto llegarán más.

CLIENTA: ¡¿Qué?!

LIBRERO: Nos deberían llegar mañana.

CLIENTA: Pero… lo necesito ahora. Terminé el tercer libro anoche.

LIBRERO: Lo siento, no puedo ayudarla.

CLIENTA: No, no me entiende. Me he tomado el día libre para leerlo.

LIBRERO: Esto…

CLIENTA: ¡NECESITO SABER QUÉ PASA EN LA HISTORIA! ¡AHORA!

LIBRERO: …

CLIENTA: ¿No pueden llamar a la distribuidora para que lo traigan esta tarde?

LIBRERO: No, ellos…

CLIENTA: Puedo esperar aquí hasta que llegue.

LIBRERO: Lo siento, pero sólo reparten por la mañana.

CLIENTA: Pero… ¿qué puedo hacer?

LIBRERO: Tenemos otros libros.

CLIENTA(lloriqueando): ¿Y en alguno de esos libros aparece Robert Pattinson?

CLIENTE: ¿Tenéis libros con este tono de verde? Quiero que haga juego con el papel para regalo que compré.

CLIENTE: Esos libros son una estupidez, ¿verdad?

LIBRERO: ¿Cuáles?

CLIENTE: Me refiero a esas fabulas de animales en que el gato y el ratón son grandes amigos.

LIBRERO: Supongo que son poco realistas, pero la ficción es así.

CLIENTE: No, no es que sean poco realistas, es que son estúpidos.

LIBRERO: Bueno… los autores usan esos recursos para enseñar a los niños que deben aceptar a todo tipo de gente, ¿no le parece?

CLIENTE: Tal vez, pero yo creo que los libros no deberían fingir que las personas congenian con cualquiera así como así, que todo es coser y cantar. Los niños deberían aprender que la vida es una mierda, y cuanto antes mejor.

CLIENTE: Mi nieta está buscando un libro sobre los morreos de Agnes. ¿Sabe de cuál hablo?

LIBRERO: ¿Los morreos de Agnes…? ¡Ah, claro! Los libros de Louise Rennison están por allí.

Mi gato Angus, el primer morreo y el plasta de mi padre

CLIENTE: ¿Tenéis libros pop-up sobre educación sexual?

CLIENTE: Se dice que mil monos con máquinas de escribir podrían acabar produciendo maravillas… ¿Lo sabía?

LIBRERO: Sí.

CLIENTE: ¿Tiene algún libro de ésos?

LIBRERO: No.

CLIENTA: Voy un momento al supermercado para la compra semanal y le dejo aquí a mis críos. ¿Le parece bien? Tienen tres y cinco años… No dan la lata.

CLIENTE(sosteniendo un libro de Harry Potter): Esto no va de chalados y cosas raras, ¿verdad?

LIBRERO: ¿Qué quiere decir? ¿Hombres lobo y eso?

CLIENTE: No (susurra)… de maricas.

LIBRERO: Ya…

CLIENTE: ¿Tenéis libros con listas de profesiones? Quiero darle a mi hija algo que la oriente.

LIBRERA: ¿Va a empezar la universidad?

CLIENTE: No, todavía no… Está por aquí, ahora la llamo. ¿Cariño? (Se acerca una niña de cuatro años.)

CLIENTE: Aquí estás… Habla con la señorita mientras voy a buscar un libro sobre doctoras, científicas, ejecutivas y abogadas. ¿Qué opinas? (La niña no abre la boca.)

CLIENTE(a la librera): No tardo nada. (El cliente se aleja.)

LIBRERA: ¿Cómo te llamas?

NIÑA: Sarah.

LIBRERA: ¿Sarah? ¡Qué nombre tan bonito!

NIÑA: Gracias.

LIBRERA: ¿Y qué quieres ser de mayor?

NIÑA: Quiero ser abeja.

LIBRERA: Pues… perfecto…

CLIENTA: Me sorprende que algunos logren ganarse la vida escribiendo libros para niños. Estoy segura de que cualquier madre podría hacerlo.

LIBRERO: ¿Y por qué no lo intenta?

CLIENTA: Siempre lo he pensado, pero ahora ando muy liada con mis clases de cerámica…

Un autor local entra en la librería, saca sus obras de los estantes y comienza a colocarlas en la mesa de novedades.

LIBRERO: Disculpe… pero ¿qué está haciendo?

AUTOR: ¡Estos libros no se van a vender si siguen arrumbados en las estanterías!

CLIENTE: Si mi hija quisiera comprar libros para adolescentes, ¿tendría que mostrarles algún carné? Ha cumplido trece años este fin de semana. Tengo fotos de la tarta… Pueden contar las velas.

CLIENTE: Estoy buscando un libro para mi hijo. Tiene seis años.

LIBRERO: ¿Qué tal éste? Trata de…

CLIENTE: Vale, da igual, me lo llevo.

CLIENTE: ¿Conoce esa película… Coraline?

LIBRERO: Sí, la conozco.

CLIENTE: A mi hija le encanta. ¿La adaptarán a libro?

CLIENTE: ¿Todos los libros están a la venta o sólo algunos?

CLIENTE(dirigiéndose a su hijo de cinco años): ¡Vamos, Alfie, quítate los zapatos!

LIBRERO: No se preocupe, no tiene que hacer eso para entrar en la librería.

CLIENTE: Por favor, no le dé cuerda. Lo estoy acostumbrando a que se quite los zapatos en casa porque tenemos alfombras nuevas. Cuanto más lo haga, más rápido aprenderá.

CLIENTE: ¿Tenéis libros de medicina?

LIBRERO: No, lo siento. Las ediciones cambian tan rápido que no los tenemos aquí, pero puedo hacer un pedido.

CLIENTE: No necesito que esté actualizado.

LIBRERO: ¿Su universidad no le pide una edición concreta?

CLIENTE: Yo no soy estudiante de medicina, sólo quiero aprender a coser heridas.

LIBRERO: Entiendo…

CLIENTE: ¿Y un libro de costura?

CLIENTE: ¿Tenéis Loca por él de la serie Bridget Jones? No lo veo.

LIBRERO: Se ha agotado, pero lo puedo pedir. Llegará en las próximas 48 horas. Incluso podríamos enviárselo por correo.

CLIENTE: No me fio de Correos. ¿Me lo podéis mandar por fax?

CLIENTE: ¿Tenéis libros firmados por Margaret Atwood?

LIBRERO: Tenemos muchos libros de ella, pero ninguno firmado. Lo siento.

CLIENTE: Quiero regalárselo a mi mujer por su cumpleaños y sé que le encantaría tener un ejemplar firmado. ¿No podríais falsificar la firma?

CLIENTE: ¿Cómo se titula el primer libro de Harry Potter?

LIBRERO: La piedra filosofal.

CLIENTE: ¿Y el segundo?

LIBRERO: La cámara secreta.

CLIENTE: Pues me llevo ése. No quiero el primero.

LIBRERO: ¿Ya lo ha leído?

CLIENTE: No, pero a las series siempre les cuesta entrar en materia. No me gusta perder el tiempo con tantos preliminares.

LIBRERO: Bueno, la verdad es que los libros de Harry Potter arrancan bastante rápido. Le recomiendo que comience por el primero, es muy bueno.

CLIENTE: ¿Va usted a comisión?

LIBRERO: No.

CLIENTE: Vale. ¿Y cuántos libros hay en total?

LIBRERO: Siete.

CLIENTE: Exacto. No voy a malgastar mi dinero en el primero cuando puedo comprar cualquiera de los otros. Me llevo el segundo

LIBRERO: Si usted lo dice…

El cliente regresa una semana después.

LIBRERO: Hola de nuevo. ¿Viene a comprar El prisionero de Azkaban?

CLIENTE: ¿Y eso que es?

LIBRERO: Es el libro que sigue a La cámara secreta.

CLIENTE: ¡Ah, no! ¡Desde luego que no! El libro era demasiado confuso. ¿Cómo esperan que lo entiendan los niños si un adulto no puede? ¿Quién narices es ese Voldemort que aparece de repente? No, no me voy a molestar en leer el resto.

CLIENTE: ¿Dónde está la sección de novelas ficticias?

NIÑO: Mamá, ¿me puedes comprar este libro?

MADRE: Deja eso, Benjamin. Ya tenemos suficientes libros en casa.

Suena el teléfono.

LIBRERO: ¿Diga?

CLIENTE