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Son materia de Cuatro copas llenas esencias líricas de la condición humana: el temor a la soledad, al olvido, al inevitable fin de los ciclos. La poesía se sitúa como último refugio del impulso vital, lumbre de suave erotismo, estampa de serenidad frente al paso del tiempo... El canto se expande y eleva con la franqueza de las cosas trascendentales, para recordarnos que aún queda esperanza, mientras unos cuantos versos nos puedan traer un atisbo de luz.
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Seitenzahl: 71
Veröffentlichungsjahr: 2025
CUATROCOPASLLENASVirgilioLópezLemus
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Título: Cuatro copas llenas
Todos los derechos reservados
© Virgilio López Lemus, 2024
© Sobre la presente edición:
Editorial Letras Cubanas, 2024
ISBN: 9789591027351
Tomado del libro impreso en 2024 - Edición y corrección: Reynel Cepero Rodríguez / Dirección artística y Diseño de cubierta: Marcel Mazorra Martínez / Ilustración de cubierta: Detalle. Caverna mágica/Magic cave. 2023.Arte digital/Digital art. Imagen generada en software de edición y pin- tura digital/Image generated in digital painting and editing software.Colección/Collection Blash Print Art. Autor, Jesús Lara Sotelo / Emplane: Yuliett Marín Vidian
E-Book -Edición-corrección, diagramación pdf interactivo y conversión a ePub: Angel Ferro Pérez / Diseño interior: Javier Toledo Prendes
Instituto Cubano del Libro / Editorial Letras Cubanas
Obispo 302, esquina a Aguiar, Habana Vieja.
La Habana, Cuba.
E-mail: [email protected]
www.letrascubanas.cult.cu
Son materia de Cuatro copas llenas esencias líricas de la condición humana: el temor a la soledad, al olvido, al inevitable fin de los ciclos. La poesía se sitúa como último refugio del impulso vital, lumbre de suave erotismo, estampa de serenidad frente al paso del tiempo... El canto se expande y eleva con la franqueza de las cosas trascendentales, para recordarnos que aun queda esperanza, mientras unos cuantos versos nos puedan traer un atisbo de luz.
Virgilio López Lemus (Sancti Spíritus, 1946). El poeta, ensayista, crítico, traductor, profesor e investigador literario, es Doctor en Ciencias Filológicas y Académico de Mérito de la Academia de Ciencias de Cuba. Se le han conferido reconocimientos como: Distinción por la Cultura Nacional, Orden Carlos J. Finlay, Medalla Alejo Carpentier, Hijo Ilustre de la provincia de Sancti Spíritus e Hijo Distinguido de Cienfuegos, Premio Rafael Alberti de Poesía y Maestro de Juventudes. Ha publicado catorce antologías de poesía, entre las que se destaca Doscientos años de poesía cubana (1790-1990). Son relevantes poemarios como El pan de Aser,Cuerpo del día, Un leve golpe de aldaba, Hipno, Escrito en carne humana. De sus libros de ensayos mencionamos joyas como: García Márquez: una vocación incontenible; Palabras del trasfondo: Estudio de la poesía coloquialista cubana; La décima constante; El siglo entero: El discurso poético de la nación cubana en el siglo XX; Métrica, verso libre y poesía experimental de la lengua española y Las aguas y el espejo.
Pórtico
Abrir un libro de poemas es una apuesta por la vida. No se escribe poesía para propiciar la muerte. Abrir un poema ante los ojos equivale a un acto de re-creación de la existencia. El poema vive sólo en la lectura o en la evocación, su muerte es el olvido. Como muchos otros libros, este que se inicia trata del tiempo, o sea, del acto de vivir, del amor entre dos puntos, y de tantas otras inquietudes. No persigo más tema que ese: el paso del tiempo, porque todo está sujeto a esa danza cósmica cuya esencia resulta el movimiento. Poesía: expresión y desplazamiento, carrera de la materia hacia dónde, hasta cuándo. Todos los sueños que hemos sido, se transforman en un poco de poesía. Trascendidos del polvo, poesía somos y a la poesía volvemos. La luz de la escritura se traduce en misterio. Aquí se apilan, hacia la luz y hacia la vida, cuatro conjuntos líricos diferentes y análogos, disímiles pero similares. La paradoja es fuente de poesía. Creo en el impulso inmenso de poetizar sobre la Tierra.
TRISTEZA DE LAS COSAS QUE NO FUERON
La tristeza de las cosas que no fueron
Sa-Carneiro
Serenos vamos bajo los blancos arcos del futuro
Luis Cernuda
Moro en una mansión cuyos habitantes, por el daño causado,
viven aposentados sobre los tizones ardientes de la muerte.
Ibn Shuhayd
(¿Sevilla? 922-1035 d. C.)
20. Nakiketas dijo: «Hay una duda que surge en mí cuando muere un hombre.
Algunos afirman que su alma también muere y otros dicen lo contrario. Esto
me gustaría conocer; si tú me lo muestras, este es mi tercer deseo».
21. La Muerte respondió: «En este punto incluso los dioses han dudado. No es
un tema fácil de comprender. Te ruego que escojas otro deseo, oh Nakiketas,
no me obligues a responderte».
Upanishads
I
Los cuerpos
Me regalaron sus cuerpos como burlas de luna
y los tomé, cuerpos de espinas, cuerpos de ciervos,
luciérnagas muriéndose en mis brazos,
brazos, columnas de la vid, ramos de olivos,
oliváceos y de color de avena, cuerpos
de lodo y de intemperie, de luz, de fuego y maravilla.
Obsequios del camino, amables lazos del aire
que obvian apellidos, suficientes, inmensos,
palomas albas lanzadas al crepúsculo,
tuvieron hambre y sed, no los saciaba nada.
Recuerdo. Los tomaba al paso de las horas,
bajo el ruedo bullente y silencioso de fulgores
que esplenden en la noche, planetas rojos,
zafiros sin destino, carne que habría de morir.
Tuve tanta sed como esos cuerpos.
Sentí el escalofrío del roce de sus manos
y también les regalé silencio y fantasía.
Corpóreo amor, cesto de intriga y goce de planicie
y goce tenebroso y goce de surco repartido,
siembra de agua, edificante lodo, polvo,
manos danzando sobre una cabellera.
Yo no canto al amor del tímido guardado
sino a los cuerpos lanzados al camino,
abiertos al roce innombrado, al inmenso
palpitar tangible, a la lengua feroz de la táctil
erección de un mundo confesable.
Shakespeare
Susúrrame que ya canta la alondra,
no resiste la noche el destello del día
y se fuga y deja al paso el sonido del galope de la luz.
Estaba así dormido al roce de tu mano
cuando sentí cantar al pájaro del viento
que dispersó la noche con un trino.
Suite de l’amour
I
Es el amor. Tarde serena.
Paso mi mano sobre tus cabellos.
Palpitas un instante de alegría.
Te miro sin decir palabra
y el amor queda definido:
es mi mano que cruza tu cabeza.
II
Valiente sea el amor. Soporta exilio,
roturas de la vida cotidiana,
rupturas de peso,
momentos de placer.
Se vuelca entero a su propia batalla:
en campos de algodón grita, suda, se eterniza…
Valiente es el amor. Él nos soporta.
III
Contra toda corriente contraria
navega el verdadero amor.
Flor en la nieve, así persiste.
Vive de sí, entre dos se forja.
(Yo te amo / Tú me amas).
Y uno es el asombroso amor.
IV
Siento al Amor Feliz volar sobre mis hombros.
Viene a posarse, como una paloma.
No sabe del peligro, pudiera ser cazado.
El Amor Feliz se posa sobre el hombro.
V
Precioso y dulce, labio tan duro,