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"Los pechos le brillan bajo el sol mientras está tumbada boca arriba con los ojos cerrados. Recorro su precioso cuerpo con la mirada: ¡es tan guapa y sexy! Como movida por un impulso, comienzo a tensar las nalgas y, muy discretamente, comienzo a restregar el cuerpo contra la toalla y la arena debajo de mí. Muevo las manos despacio sobre su estómago de un modo que no tiene por qué ser sexual, dado que, después de todo, estamos en una playa pública."A veces no resulta fácil descubrir cómo será la mejor forma de pasar el día de San Valentín con alguien de quien uno está tan enamorado. ¿Será suficiente con una velada romántica de cena y cine? ¿O estará nuestra pareja esperando un gran gesto romántico? Lo que con seguridad Lo no se podía imaginar es que su novia la sorprenda con una semana de amor y pasión en una playa soleada, en la que, alejadas del frío del invierno escandinavo, convertirán el día de San Valentín en una inolvidable experiencia de placer y sensualidad. -
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Malin Edholm
Día de San Valentín: pasión en el paraíso
LUST
Día de San Valentín: pasión en el paraíso
Original title:
Alla hjärtans dag: Passion i paradiset
Translated by Marta Cisa Muñoz
Copyright © 2019 Malin Edholm, 2020 LUST, Copenhagen.
All rights reserved ISBN 9788726273762
1st ebook edition, 2020. Format: Epub 2.0
No part of this publication may be reproduced, stored in a retrieval system, or transmitted, in any form or by any means without the prior written permission of the publisher, nor, be otherwise circulated in any form of binding or cover other than in which it is published and without a similar condition being imposed on the subsequent purchaser.
Día de San Valentín: pasión en el paraíso
Siempre he relacionado el Día de San Valentín con la cultura estadounidense, aunque también se haya establecido como un día para los enamorados en Suecia. Antes de este año, me había pasado el Día de San Valentín viendo comedias románticas y comiendo helado a solas, yendo a cenas algo más civilizadas con amigos o incluso teniendo una cena romántica con alguna ex-novia. De hecho, la mayoría de los años no había hecho nada especial o ni me había percatado de qué día para darme cuenta al día siguiente de que tal vez debería haber hecho algo más romántico. Prefiero el modo en que los finlandeses celebran el día: lo ven como un día para la amistad y se centran más en las relaciones platónicas que en las románticas, lo cual me parece muy bonito.
El concepto del Día de San Valentín lleva existiendo en Suecia desde 1956, cuando uno de los grandes almacenes más elegantes del país decidió implantarlo. Así pues, se trata de capitalismo, no de amor. Por algún motivo, me he ido aprendiendo todos estos hechos irrelevantes durante mis veinticinco años en el planeta Tierra. Ahora mismo, estoy sentada en la biblioteca de la universidad; pero no en uno de esos espacios de lectura silenciosos que me sacan de quicio, sino que estoy cerca de un balcón en un espacio abierto con escritorios que dan a la cafetería. Estoy sentada aquí procastinando el trabajo que tengo buscando más curiosidades sobre el Día de San Valentín por internet. En un sitio web, encuentro que el Día de los Enamorados proviene de las fiestas lupercales de la antigua Roma. También he leído muchas historias sobre San Valentín, que no se sabe si fue el fundador del Día de San Valentín, pero que le dio el nombre. Nadie sabe qué es verdad y qué no en lo que respecta a la leyenda del Día de los Enamorados, pero sigo leyendo acerca de él con un tipo de curiosidad obsesiva que no me es nada característica.
