El año de 12 semanas - Brian P. Moran - E-Book

El año de 12 semanas E-Book

Brian P. Moran

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Beschreibung

La mayoría de las organizaciones e individuos trabaja bajo el concepto de metas y planes anuales; es decir, en ciclos de ejecución de 12 meses. En cambio, El año de 12 semanas te propone evitar las trampas y la baja productividad que genera el tipo de pensamiento anualizado. Esta propuesta redefine tu "año" para que pienses en términos de 12 semanas de ejecución durante las cuales no tendrás tiempo suficiente como para posponer tus metas y, por el contrario, tu urgencia por cumplirlas aumentará y se intensificará. En El año de 12 semanas aprenderás cómo: Aprovechar el poder de las metas programadas con una fecha de vencimiento de 12 semanas para que obtengas mejores resultados en cualquier área de tu vida. Implementar las instrucciones tanto para individuos como organizaciones que buscan mejorar el nivel de efectividad en lo referente a la ejecución de sus metas y proyectos. Utilizar la experiencia y el liderazgo de sus autores en las áreas de ejecución e implementación. "Este libro toma valiosos principios: disciplina, consistencia, enfoque, intensidad, propiedad, responsabilidad y planificación y los convierte en un sistema sencillo, pero que realmente funciona. ¿Qué más se puede pedir?". —MATTHEW E. WINTER, Presidente de Allstate Auto, Home and Agencies "El año de 12 semanas es un sistema poderoso para lograr resultados extraordinarios tanto a nivel profesional como personal. Es un enfoque simple, pero probado para crear resultados innovadores. ¡Si estás comprometido a hacer cambios duraderos, esta es una lectura obligada para ti!" —TOM BURNS, Director de Distribución de Allianz

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Elogios paraEl año de 12 semanas

“El tiempo es el mayor obstáculo para el progreso humano. El año de 12 semanas presenta un mapa de ruta que le brinda a los lectores velocidad, desempeño y resultados. La rapidez en la ejecución es el motor de impulso hacia el éxito. Brian Moran y Mike Lennington te ayudarán a ganar esta carrera. Es una lectura imperdible para quienes buscan alcanzar su máximo potencial”.

—Josh Linkner, autor del bestseller de The New York Times, Disciplined Dreaming

“La idea que plantean Moran y Lennington con respecto a rendir cuentas es revolucionaria. Si despertamos a la realidad de que la libertad para elegir es el cimiento de la responsabilidad, dicha idea cobrará un nuevo significado”.

—Cali Ressler y Jody Thompson, coautores de Why Managing Sucks and How to Fix It

“¡Usar El año de 12 semanas ha sido lo mejor que he hecho a nivel personal y profesional!”.

—Wicho Hernandez, Presidente de LINQ Financial

“¡Lo que me gusta de El año de 12 semanas es que te ayuda a producir resultados! Las ideas que abundan en este libro son excelentes, pero no tienen ningún valor mientras no las pongas en práctica. Por años, les he recomendado el trabajo de Moran y Lennington a mis clientes. ¿Por qué? ¡Porque su sistema funciona!”.

—Bill Cates, autor de Beyond Referrals: How to Use the Perpetual Revenue System™ to Turn Referrals into High-Value Clients

“Sin duda, El año de 12 semanas es el libro más práctico que he encontrado acerca de lo que se necesita para tener un buen desempeño. Si lo lees y lo estudias, si te comprometes a aplicarlo, El año de 12 semanas transformará tus resultados en los negocios y en la vida”.

—James Shoemaker, Director Ejecutivo de Shoemaker Financial

“Tras dos décadas dirigiendo empresas, enseñándoles a otros a hacerlo y dando charlas sobre el tema, el desempeño cotidiano sigue siendo la parte más difícil del principio de hacer las cosas bien. En solo un libro, Brian y Mike han superado todo lo que se haya dicho antes con respecto a este tema”.

—Dick Cross, autor de Just Run It!

“El año de 12 semanas es uno de los mejores libros prácticos que he leído. ¡Te funcionará!”.

—Jack Krasula, presentador de Anything is Possible NewsTalk 760 WJR

“El año de 12 semanas es una lectura obligada para cualquiera que busque más equilibrio en su vida personal y profesional. No solo te presenta muchas ideas buenas y prácticas para mejorar tu desempeño en los negocios, sino que también incluye elementos prácticos que contribuyen a implementarlas”.

—Robert Fakhimi, Director Ejecutivo y Presidente de Mass Mutual San Francisco

En mi carrera he experimentado solo dos cosas diferentes que, a mi parecer, han sido decisivas y el proceso propuesto por El año de 12 semanas es una de ellas. Le dio un vuelco total a nuestra agencia”.

—Gregory A. McRoberts, socio y Director de WestPoint Financial Group

“¡El año de 12 semanas es genial! La única manera en la que puedo cumplir mi horario como autor, orador, empresario, esposo y padre de cuatro hijos es siguiendo esta sencilla, pero brillante estrategia. No dejes que se te pase otro año sin descubrir el poder de este fantástico programa. Revolucionará tu vida y hará realidad tus sueños”.

—Patrick Kelly, autor del bestseller a nivel nacional, Tax-Free Retirement

“Los principios y disciplinas de alto desempeño delineados en este libro cambiarán tu vida personal y de negocios y te generarán un sentido de urgencia”.

—Harris S. Fishman, Presidente de First Financial Group

“Brian y Mike tienen algo verdaderamente valioso. En ocasiones, la vida se interpone en nuestro camino, pero si consideramos los beneficios de nuestras acciones a largo plazo, nunca nos decepcionaremos a nosotros mismos, ni a quienes nos rodean. Los ejercicios y planes de vida presentados en este libro hacen de esta una lectura indispensable para todo el mundo, ya sea a nivel profesional o personal”.

—Michael Vesuvio, Presidente de Emerald Financial

El año de 12 semanas

Copyright © 2020 - Taller del Éxito

Título original: The 12 Week Year: Get More Done in 12 Weeks than Others Do in 12 Months

Copyright© 2013 by Brian P. Moran and Michael Lennington. All rights reserved. This translation published under license with the original published John Willey & Sons, Inc.

Reservados todos los derechos. Ninguna parte de esta publicación puede ser reproducida, distribuida o transmitida por ninguna forma o medio, incluyendo: fotocopiado, grabación o cualquier otro método electrónico o mecánico, sin la autorización previa por escrito del autor o editor, excepto en el caso de breves reseñas utilizadas en críticas literarias y ciertos usos no comerciales dispuestos por la Ley de Derechos de Autor.

Publicado por:

Taller del Éxito, Inc.

1669 N.W. 144 Terrace, Suite 210

Sunrise, Florida 33323

Estados Unidos

www.tallerdelexito.com

Editorial dedicada a la difusión de libros y audiolibros de desarrollo y crecimiento

personal, liderazgo y motivación.

Director de arte: Diego Cruz

Diagramación y diseño de carátula: Joanna Blandon

Traducción: Eduardo Nieto Horta

Corrección de estilo Nancy Camargo Cáceres

978-1607385851

05-201908

Contenido

Capítulo 1

El desafío

Capítulo 2

Redefine el año

Capítulo 3

La conexión emocional

Capítulo 4

Lanza el plan anual

Capítulo 5

Una semanaa la vez

Capítulo 6

Confrontandola verdad

Capítulo 7

Intencionalidad

Capítulo 8

Rendir cuentas asumiendo responsabilidad

Capítulo 9

Interés versus compromiso

Capítulo 10

Grandeza en el momento

Capítulo 11

Desbalanceintencional

Capítulo 12

El sistemade ejecución

Capítulo 13

Establece tu visión

Capítulo 14

Desarrolla tu plan de 12 semanas

Capítulo 15

Implementación del control del proceso

Capítulo 16

Llevando el puntaje

Capítulo 17

Retoma el control de tu vida

Capítulo 18

Responsabilízate

Capítulo 19

Compromisosde 12 semanas

Capítulo 20

Tus primeras 12 semanas

Capítulo 21

Pensamientos finales y la semana #13

Capítulo 1

El desafío

¿Por qué hay quienes parecen lograr muchas metas mientras que la gran mayoría de la gente nunca alcanza aquello que está en capacidad de hacer? Si supieras cómo aprovechar al máximo tu potencial, ¿qué sería diferente en tu vida? ¿En qué cambiaría si todos y cada uno de los días te desempeñaras al máximo de tu potencial? ¿Qué sería diferente dentro de seis meses, tres o cinco años si todos los días produjeras el máximo de rendimiento?

Esas preguntas, este concepto básico, es casi de lo único que se han tratado estos últimos años para Mike y para mí. Durante años, hemos estado ayudándoles a nuestros clientes a lograr un desempeño más eficiente. Trabajamos con personas, equipos y corporaciones haciendo planes que les ayuden a alcanzar sus metas. Nuestra búsqueda ha girado en torno a descifrar el secreto para ayudarles a individuos y organizaciones a obtener el máximo desempeño y disfrutar del estilo de vida al que tanto aspiran.

“Si hiciésemos las cosas que estamos en capacidad de hacer, sin duda, nos sorprenderíamos a nosotros mismos”. —THOMAS EDISON

Concuerdo con Steven Pressfield, autor de The War of Art (La guerra del arte), cuando afirma que la mayoría de nosotros tiene dos vidas: la que vivimos y la que estamos en capacidad de vivir. La segunda es la que me intriga. A mi parecer, esa es la vida que todos deseamos, la que sabemos que existe en alguna parte, en lo profundo de nuestro ser y que quisiéramos hacerla realidad. Sin embargo, es una vida que no es para esa parte que hay dentro de ti que se conforma o se acostumbra a la procrastinación y a las inseguridades, sino para aquel ser óptimo, para la mejor versión de ti mismo, para el tú saludable. Ese tú que muestra lo mejor de ti, que hace realidad sus metas, que marca una diferencia, que disfruta de una vida llena de significado.

Ser esa persona óptima es una idea atractiva, ¿no crees? Pero ¿cómo convertirte en ella? ¿Qué necesitas para ser la mejor versión de ti mismo? Esa es una pregunta interesante y, como he tenido la oportunidad de viajar y conocer a miles de personas, suelo preguntarles: “¿Qué se necesita para ser tu mejor tú, para alcanzar la grandeza?”. Como te imaginarás, he obtenido gran variedad de respuestas al respecto.

En este libro te mostraremos cómo aumentar cuatro veces o más tus resultados actuales en un muy corto tiempo. Aprenderás muy bien lo que se necesita para obtener tu máximo desempeño todos los días. Te develaremos los secretos de las personas más efectivas, de tal forma que aprendas a alinear tu mentalidad y tus acciones y producir resultados asombrosos. Estás por aprender que no es complicado generar grandeza en tu vida, ni en tu organización. De hecho, es todo lo contrario, pero eso no significa que no sea fácil.

El principal factor que impide que las personas alcancen lo que verdaderamente están en capacidad de hacer no es la falta de conocimiento, intelecto o información; tampoco es una nueva estrategia o idea, ni es la falta de una mayor red de conexiones; no es cuestión de trabajo duro, talento natural o suerte. Sin duda, todo esto contribuye y cada aspecto juega un papel importante, pero ninguno marca la diferencia.

Estoy seguro de que has escuchado que el conocimiento es poder, pero yo no estoy de acuerdo con esa afirmación. El conocimiento solo es poderoso si lo usas, si lo pones en práctica. Muchos dedican su vida entera a adquirir conocimientos, pero ¿con qué fin? El conocimiento en sí mismo no beneficia a nadie, a menos que quien lo adquiera haga algo con él. De igual manera, las grandes ideas no tienen valor si no se ponen en práctica. El mercado solo recompensa las ideas que se hacen realidad. En otras palabras, podrás ser inteligente y tener acceso a grandes cantidades de información e ideas, contar con muy buenas conexiones, trabajar con esfuerzo y poseer mucho talento natural, pero, al final, tu tarea es ejecutar. La ejecución es el único diferenciador en el mercado. Las grandes compañías y los triunfadores tienen una mejor ejecución que su competencia. Por tanto, la barrera entre tú y el estilo de vida que anhelas es tu falta de ejecución consistente. La ejecución efectiva te hará libre. Es el camino a lograr todo lo que deseas.

Piensa en áreas de tu vida en las que te hayas quedado corto, en las que hayas logrado menos de lo que deseas o de lo que te crees capaz de alcanzar. En cada uno de esos escenarios, si analizas con mirada crítica, verás que la falla suele estar en la ejecución. Por ejemplo, evalúa una nueva idea que alguien que no seas tú haya usado para alcanzar éxito. ¿Con qué frecuencia esa idea fracasa cuando tú intentas ponerla en práctica?

Entre nuestros clientes tenemos a una gran empresa de seguros que cuenta con más de 2.000 agentes y uno de ellos es de los mejores y nunca deja de estar en la cima año tras año. Como es de esperar, es común que otros agentes le pidan que les enseñe su metodología. Sin dudarlo un momento, este triunfador saca tiempo de su ocupada agenda para mostrarles con precisión a sus colegas lo que él ha hecho para generar tanto éxito. ¿Sabes cuántos han podido replicar su éxito? ¡Adivinaste! ¡Cero! Hoy, él se rehúsa a compartirles sus secretos porque nadie aplica lo que él les enseña.

El 65% de los estadounidenses tiene problemas de sobrepeso u obesidad. ¿Crees que haya un secreto para perder peso y estar en forma? La dieta y el buen estado físico constituyen una industria de $60 mil millones de dólares. Año tras año, se publican nuevos libros sobre dietas y ejercicios. Cuando hice la consulta sobre “libros de dieta” en internet, el resultado arrojó 45.915 entradas. Casi 46.000 libros; algunos con títulos reconocidos tales como The Atkins Diet(Dieta Atkins) o South Beach Diet (La Dieta South Beach); también aparecieron otros menos conocidos como Run Fat B!tch Run. Sin embargo, los estadounidenses siguen teniendo sobrepeso y estando fuera de forma. La mayoría sabe cómo volver a estarlo (comer mejor, hacer más ejercicio), pero no lo hace, así que este no es un problema de conocimiento, sino de ejecución.

En nuestra experiencia, hemos evidenciado que la mayoría de la gente tiene la capacidad de duplicar o triplicar sus ingresos con solo aplicar consistentemente lo que ya sabe. Pero, a pesar de esto, sigue persiguiendo nuevas ideas, creyendo que la siguiente idea es la que les mejorará las cosas mediante una fórmula mágica.

Ann Laufman es un gran ejemplo de los beneficios de ejecutar la idea correcta. Ann es asesora financiera de Mass Mutual Houston. Siempre había tenido un buen desempeño y era exitosa en todo aspecto, pero sentía que era capaz de más, solo que no estaba segura de cómo hacerlo. Cuando su gerente presentó El año de 12 semanas en la agencia, Ann se involucró en él y, como resultado, experimentó un aumento del 400% en producción y llegó a ser la primera mujer asociada del año en los 103 años de historia de Mass Mutual Houston.

Lo interesante de todo esto es que Ann no comenzó a trabajar con clientes más afluentes, ni a organizar casos más grandes, ni a expandir su mercado objetivo —todo lo que la mayoría de los asesores procuraría hacer para aumentar su producción—. En lugar de eso, Ann se concentró en mejorar su ejecución haciendo lo que ya había estado haciendo, solo que de manera más consistente y fue al ejecutar esas pocas tareas trascendentales y las estrategias que mejor respaldaban su éxito que logro generar más altos ingresos sin trabajar más horas.

El caso de Ann no es único. Tenemos miles de ejemplos en los que tanto individuos como organizaciones enteras han experimentado asombrosos resultados mediante el simple hecho de aprender a ejecutar.

“No es lo que conoces, ni tampoco a quién conoces, lo que cuenta es lo que implementas”.

En El año de 12 semanas te mostraremos cómo desempeñarte al mejor de tus niveles y lograr las metas que más te importan en la vida mediante una ejecución efectiva. Ya conoces la mayoría de los temas que abordaremos, pero, como ya lo mencioné, hay una gran diferencia entre conocer y hacer. Por esa razón, te enseñaremos a tomar acciones consistentes sobre todos los aspectos que forjarán tu éxito.

Basándonos en nuestro constante trabajo de ejecución con nuestros clientes podemos decir que todos los conceptos que proponemos en esta lectura ya fueron desarrollados y puestos en práctica y que quisimos incluir solo los que funcionan y eliminar el resto. De esta manera, el producto final de nuestro trabajo es un libro conciso, pero poderoso, que da resultados. Aunque esperamos que te haga pensar, para nosotros es más importante que te inspire a la acción.

Escribimos El año de 12 semanas para cerrar la brecha relacionada con la ejecución. Está escrito de tal manera que te permita entender los conceptos fundamentales de la ejecución y estés preparado para aplicarlos de inmediato.

El libro está dividido en dos partes. La primera, te ayuda a entender el proceso para lograr tus metas más valiosas en semanas. La segunda, consiste en mostrarte cómo hacer realidad tus metas y te provee las herramientas y consejos específicos que necesitarás para respaldar las ideas planteadas en la primera parte.

Nuestro sistema de ejecución de 12 semanas es flexible y escalable. Los conceptos aplican de igual manera a personas como a grupos, ya sea a nivel personal o profesional. Organizaciones enteras, así como individuos, han aplicado El año de 12 semanas y han obtenido gran éxito.

Aunque el libro es conciso, los conceptos aquí contenidos son poderosos. Si los aplicas, mejorarás dramáticamente tus resultados. Sabemos que esto es verdad gracias a las miles de respuestas de los lectores de nuestra primera edición.

En pocas palabras, te mostraremos cómo mejorar sustancialmente tus resultados actuales, reducir el estrés, generar autoconfianza y sentirte mejor contigo mismo. No trabajando más, sino concentrándote en las actividades más importantes, manteniendo un sentido de urgencia para ejecutarlas y eliminando aquellas de bajo valor que te mantengan estancado.

Prepárate, ¡estás próximo a experimentar El año de 12 semanas!

—Brian P. Moran y Michael Lennington

Parte I

Cosas quecrees saber

Esta parte te dará perspectivas frescas con respecto a lo que necesitas para ser grande y desafiará lo que crees saber con respecto a lo que requieres para desempeñarte a tu mejor nivel y alcanzar tu potencial.

“Lo que cuenta es lo que aprendes después de saberlo todo”.—JOHN WOODEN

Capítulo 2

Redefine el año

En la mayoría de las personas y organizaciones abundan las ideas. Trátese de técnicas efectivas de mercadeo, ideas de ventas, medidas de reducción de costos o mejoramientos en servicio al cliente, siempre habrá más ideas que las que puedas implementar con eficacia. La falla no está en el conocimiento, sino en la aplicación.

“No adquirirás reputación únicamente basándote en lo que vas a hacer”. —HENRY FORD

Uno de los obstáculos que impide que individuos y organizaciones alcancen su mayor potencial es el proceso de planeación anual. Tan extraño como suene, las metas y los planes anuales suelen ser un obstáculo para alcanzar alto desempeño. No estoy diciendo que las metas y los planes anuales no tengan un impacto positivo, pues sí lo tienen. Sin duda, te irá mejor teniendo metas y planes para cada año que no teniéndolos, pero hemos aprendido que, inherentemente, este proceso anual limita el desempeño.

Al trabajar durante muchos años con clientes, notamos el surgimiento de un patrón interesante. La mayoría de ellos creía, consciente o inconscientemente, que su éxito y fracaso lo determinaban lo que ellos habían logrado durante el año. Trazaban metas y planes anuales y, en muchos casos, dividían las metas en planes trimestrales, mensuales y hasta semanales. Sin embargo, al final, medían sus éxitos y fracasos por años. La trampa es lo que nosotros llamamos pensamiento anualizado.

Desecha el pensamiento anualizado

En la esencia del pensamiento anualizado está la silenciosa creencia de que en un año hay suficiente tiempo para hacer que las cosas sucedan. En enero, diciembre se ve muy lejano.

Piénsalo: comenzamos el año con grandes metas, pero al final de enero nos encontramos un poco atrasados con respecto a donde deberíamos estar. Y aunque no es agradable, tampoco nos preocupamos mucho, porque pensamos: “Tengo tiempo más que suficiente. Me quedan 11 meses para ponerme al día”. Al final de marzo, todavía estamos un poco atrasados, pero una vez más, no nos preocupamos mucho. ¿Por qué? Porque seguimos pensando que tenemos tiempo de sobra para ponernos al día y seguimos con este patrón de pensamiento hasta finalizar el año.

Creemos, erróneamente, que nos queda mucho tiempo en el año y así también nos comportamos. Carecemos de un sentido de urgencia, no comprendemos que cada semana es importante, que cada día es importante, que cada momento es importante. En conclusión, ¡la ejecución efectiva sucede a diario y cada semana!

Otra premisa errada en torno al pensamiento anualizado es la noción de que, en algún momento, a medida que el año avance, tendremos un mejoramiento significativo en los resultados. Es como si fuera a suceder algo mágico a finales de septiembre u octubre produciendo así un progreso sustancial. Si no podemos lograr un avance sustancial esta semana, ¿qué nos hace pensar que sí podremos lograrlo en un instante para recuperar toda la parte del año en la que no hemos podido avanzar?

¡La realidad es que cada semana cuenta! ¡Cada día cuenta! ¡Cada momento cuenta! Debemos ser conscientes de esto: la ejecución se da a diario y cada semana, no mensual o trimestralmente.

El pensamiento y la planeación anualizados suelen conducir con más frecuencia a un desempeño menos que óptimo. Para desempeñarte a tu mejor nivel, tendrás que salir del modo anual y depurar tu pensamiento anualizado. Deja de pensar en términos de un año y concéntrate en marcos de tiempo más cortos.

El ciclo de ejecución anual enceguece tanto a personas como a empresas de que la realidad es que la vida se vive en el momento y que el éxito se crea en el momento, pues las tranquiliza haciéndoles creer que es posible posponer las acciones cruciales y aun así lograr lo que desean: alcanzar sus metas.

En este punto, quizá digas que casi toda organización opera de esta manera y que muchas alcanzan sus metas y hacen planes. Yo te diría que planear no significa que estén logrando lo que están en capacidad de alcanzar.

Hemos tenido exitosas organizaciones que han aumentado sus resultados en un 50% en tan solo 12 cortas semanas. Por ejemplo, le ayudamos a una operación de corretaje de $1.000 millones de dólares a que duplicara su productividad de ventas en tan solo seis meses. Eso no es posible operando en un ciclo de ejecución anual. No importa cómo se estén desempeñando las organizaciones o los individuos, siempre lo harán mejor en un entorno no anualizado.

Por esa razón, te invito a que te deshagas del pensamiento anualizado y mires lo que sucede.

Grandes cosas suceden al final del año

Quizás, hayas visto publicidad o escuchado discursos que anuncian “ofertas invencibles” a medida que se acerca el final del año. La realidad es que estos impulsos de fin de año obtienen resultados y son una práctica común en muchas industrias.

Si alguna vez has participado en las ofertas de fin de año de tu organización, sabrás que todas están concentradas en atraer más compradores y cumplir metas importantes. Esto implica que la diferencia entre el éxito y el fracaso de todo el año tiende a depender de los resultados obtenidos durante los últimos 60 días.

Observa y verás que es muy frecuente que los resultados se incrementen a medida que disminuyen los días restantes del año.

“Nada te motiva más que una fecha límite”.

Sucede todo el tiempo en las industrias de seguros y servicios financieros. Por tradición, para muchos agentes y firmas diciembre es el mejor mes del año y el último trimestre suele representar del 30% al 40% de las ventas anuales. Es asombroso lo que sucede cuando se tiene una meta y un plazo.

En efecto, el cierre de año es un tiempo emocionante en la mayoría de las industrias. La actividad crece y la gente se concentra. Con poco tiempo que perder y objetivos claros que alcanzar, los trabajadores se concentran en los proyectos y las oportunidades de más importancia y las tareas que no tienen relación directa con generar resultados son desplazadas por lo que sea verdaderamente importante a corto plazo.

Esa época del año también parece crecer en conversaciones en torno al desempeño. Los directivos, concentrados en alcanzar sus propias metas de desempeño, pasan más tiempo con sus asociados revisando los resultados y animándolos más que en ninguna otra época del año.

¿De qué se trata el cierre del año? ¿Por qué las personas se comportan de otra manera en noviembre y diciembre en comparación con lo que hacen en julio y agosto? La razón es que ellas saben que todavía tienen un plazo que, para la mayoría, es diciembre 31.

El fin de año representa una línea en la arena, un punto en el que medimos nuestro éxito o fracaso. No importa que se trate de un plazo arbitrario, todo el mundo lo adopta. Es la fecha límite que crea la urgencia.

Ya sea autoimpuesto o impulsado por la compañía, noviembre y diciembre es un tiempo de crisis, ya que, reconociendo que el plazo se está acabando, en esta época del año la gente pospone menos y les hace más frente a obstáculos y a tareas que había estado evitando a lo largo del año.

En los días que restan, un fuerte sentido de urgencia pasa a remplazar a la distracción y la inactividad. Se eliminan todos los obstáculos para lograr hacer negocios antes que termine el año y hay una fuerte oleada en la que muchos intentan cruzar la línea de meta antes que el tiempo se les acabe.

Además, surge una sensación de emoción junto con la expectativa de un nuevo año. Independiente de cómo haya sido tu desempeño durante el año, esperas que el próximo sea mejor. Si tuviste un año difícil, el próximo te da la oportunidad de comenzar de nuevo. Si has tenido un año excelente, tienes la oportunidad de construir sobre lo que ya lograste. Cualquiera que sea el escenario, el año nuevo trae esperanza y altas expectativas de buenas cosas por venir.

El fin de año es un tiempo emocionante y productivo. Las últimas cinco o seis semanas son la época más fascinante de todo el año. Durante este periodo, hay un frenético afán por terminar el año con fuerza y comenzar el nuevo con gusto. El problema es que esta urgencia solo se hace presente durante unas pocas semanas. ¿No sería genial si te enfocaras en generar esa energía, concentración y compromiso todas y cada una de las semanas del año? Bueno, ¡sí puedes hacerlo! El año de 12 semanas y el concepto de periodicidad te mostrarán cómo.

Periodicidad

La periodicidad comenzó como una técnica de entrenamiento deportivo diseñada para mejorar dramáticamente el desempeño. Sus principios son: enfoque, concentración y sobrecarga sobre una habilidad o disciplina específica. La periodicidad en los deportes es un régimen de entrenamiento enfocado que se concentra en una habilidad a la vez durante un tiempo limitado que, por lo general, es de seis semanas. Después de cada periodo de cuatro a seis semanas, el deportista pasa a la siguiente habilidad en la secuencia. De esta manera, se maximizan las capacidades en cada destreza. Durante la década de 1970, los primeros en aplicar esta técnica en su entrenamiento olímpico fueron los deportistas del Este de Europa. En la actualidad, la periodicidad sigue siendo ampliamente usada en varios regímenes de entrenamiento.

“Somos lo que hacemos de forma repetida, así que la excelencia no es un acto, sino un hábito”. —ARISTÓTELES

En nuestra práctica, observamos lo poderosa que era la periodicidad tanto para nuestros clientes como para nosotros mismos, así que la adoptamos en nuestro éxito personal y también en los negocios. Desarrollamos un método de periodicidad de 12 semanas que va más allá del simple entrenamiento en concentrarse en factores críticos que generan ingresos y equilibrio en la vida. El año de 12 semanas define lo que es importante para ti hoy, de tal forma que alcances tus objetivos a largo plazo.

El año de 12 semanas es un método estructurado que hace cambios fundamentales en tu manera de pensar y actuar. Es importante entender que los resultados alcanzados son una consecuencia directa de las acciones que realices y que, a su vez, tus acciones muestran tu manera de pensar. En conclusión, tu mentalidad es la que genera los resultados y la que crea tus experiencias en la vida.

(Ver figura 2.1.)

Figura 2.1 Tus resultados son la manifestación definitiva de tu manera de pensar.

A largo plazo, tus acciones siempre coincidirán con tu mentalidad subyacente. Cuando te concentras en cambiar tus acciones, experimentas mejoras incrementales; sin embargo, todo cambia cuando tu manera de pensar cambia. Tus acciones se realinean con tus nuevos patrones de pensamiento. Así es como generas grandes avances y estos no comienzan con tus acciones, sino que tú los generas mediante tu manera de pensar. Este es el poder de El año de 12 semanas, que cambia tu manera de pensar y crea oportunidades de progreso.

El resultado es un mayor sentido de urgencia y una mayor concentración en las pocas actividades elementales críticas que impulsan el éxito, la plenitud y la ejecución diaria de esos elementos para garantizar el logro de tus objetivos a largo plazo. El año de 12 semanas provee las herramientas y el enfoque para que las personas y las organizaciones sean altamente exitosas. Les brinda claridad a sus lectores con respecto a lo que es importante y un sentido de urgencia diario para hacer lo que es necesario. Es más, se enfoca en cosechar las oportunidades de hoy y también en plantar las semillas esenciales necesarias para asegurar el éxito continuado.

12 Semanas equivalen a un año

Olvídate de un año. Ahora, ya conoces cuales son las trampas asociadas con la mentalidad anualizada. Redefinamos un año: un año ya no son 12 meses, ahora son solo 12 semanas. Es verdad, ahora es un periodo de 12 semanas. Ya no hay cuatro periodos en un año; esa es una vieja manera de pensar. Ahora, solo existe el año de 12 semanas, seguido por el siguiente año de 12 semanas y así hasta el infinito. Cada periodo de 12 semanas es único, es tu año.

Piensa en las implicaciones de un año de 12 semanas en tu vida. La emoción, la energía y la concentración que surgen cada diciembre ahora ocurren de manera constante. El impulso del fin de año para alcanzar tus metas ahora no sucede una vez cada 12 meses, sino todo el tiempo. La razón por la cual las personas comienzan a comportarse de otra manera en noviembre y diciembre es porque saben que diciembre 31 se aproxima y esto implica que ellas están próximas a evaluar su éxito o fracaso. Como lo indiqué antes, diciembre 31 es una fecha arbitraria, pero dado que marca el final del año calendario, ese parece un buen momento para hacer inventario. Esta fecha no tiene nada de mágico más allá del significado que nosotros mismos le damos. Tenemos clientes cuyo año financiero termina el 30 de junio y ellos experimentan un frenesí en junio mientras la organización se esfuerza por cerrar el año con un gran final. En gran medida, la fecha es inmaterial; lo que sucede es que es un punto en el tiempo donde el juego termina y sabremos si triunfamos o fracasamos.

El año de 12 semanas te da la posibilidad de escoger una nueva fecha para que cumplas tus metas a fin de que evalúes tu éxito (o fracaso). Lo mejor de tener un año de 12 semanas es que la fecha límite siempre está tan cerca que nunca la pierdes de vista y de esa forma obtienes un horizonte de tiempo que sea lo suficientemente amplio como para alcanzar a hacer todo lo que planees, pero tan corto como para que adquieras un sentido de urgencia e inclinación a la acción. Es natural en los seres humanos comportarnos diferente cuando se nos acerca una fecha límite. Tendemos a posponer menos, reducimos o eliminamos actividades que nos distraigan y nos concentramos en realizar lo que sí tenga importancia en el cumplimiento de nuestras metas.

Los años de 12 semanas también te obligan a confrontarte frente a tu falta de ejecución. Después de todo, ¿cuántas semanas malas puedes tener en un año de 12 semanas y aun así seguir teniendo un gran año? Como no puedes darte el lujo de tener más de una o dos semanas malas, cada día de la semana se hace más importante.

El año de 12 semanas